Shinja Zero no Megami–sama to Hajimeru Isekai Kouryaku (NL)

Volumen 1

Capítulo 6: Makoto Takatsuki Forma Un Grupo Temporal

Parte 2

Hace un año, estaba tomando una clase en el Templo del Agua.

“Ahora, clase”, dijo el anciano instructor, “el primer paso para aprender magia es sentir el maná”.

“Sí, maestro”, dijeron enérgicamente todos mis pequeños compañeros de clase. Suspiré.

“Pongan las manos hacia adelante y repitan después de mí”, comenzó el profesor. “Oh Diosa de las alturas a la que tanto veneramos, te ofrezco mi oración…”

“Agradezco a la Santa Diosa desde el fondo de mi corazón”, siguieron los niños.

¿Esto es un conjuro de hechizos? pensé. Me daba un poco de vergüenza seguirlo. Pero aun así, los conjuros eran el método estándar de lanzamiento de hechizos en este mundo, así que tendría que lidiar con ello.

“¿Y bien, clase?”, preguntó el profesor. ” ¿Han sentido todos el maná?”

“No mucho…” Murmuré.

Todos los chicos que me rodeaban estaban delirando sobre cómo habían sentido calor o visto esa extraña luz, pero yo no había experimentado nada. ¿Era esto un problema? ¿Me estaba quedando atrás con respecto a los niños de verdad?

Al ver mi rostro pálido, la profesora vino a verme.

“Eres mayor, Makoto, así que es natural”, me explicó. “Es el tipo de cosas a las que los más jóvenes son más sensibles”.

“¿Es eso cierto?” pregunté.

“Oh, no te pongas tan triste. Pruébalo conmigo”. La profesora me agarró del brazo. “Concéntrate en la sensación de tus palmas”.

“De acuerdo”.

De repente, sentí una especie de cosquilleo en las manos.

¿Es esto? Pensé.

“¿Sientes algo, Makoto?”

“Creo… que siento algo”.

“Eso es porque me he sincronizado contigo. Es una técnica que permite a un mago afectar al maná de otro con sólo tocarlo”.

“Wow… No sabía que podías hacer eso”.

“Todos los magos de alto rango pueden hacerlo. Los magos de ese calibre toman muchos discípulos, después de todo, y es la forma más rápida de mostrarle a alguien cómo usar un hechizo.”

“¿Puedo hacerlo yo también?”

“Puedes, si subes tu maestría mágica a 50. Pero ten cuidado. Podría no funcionar bien si ambos lanzadores no tienen afinidad por el mismo elemento”.

“¿Así que pudiste sincronizarte conmigo porque también puedes usar magia de agua?”

“Sí. Puedo usar todos los elementos, además de la luna”.

Fue una conversación que me hizo darme cuenta de lo increíble que era mi maestro. Y por alguna razón, ese recuerdo apareció en mi cabeza en ese mismo momento. También me acordé de otra cosa que me había dicho: si no hay nada más, mi magia de agua era de alto rango en términos de maestría.

***

Hay una primera vez para todo, pensé. ¡Voy a intentar sincronizar!

Corrí hacia Jean y Lucy.

“¡Jean! ¡Gánanos algo de tiempo! Voy a lanzar un gran hechizo”.

“¡Uh, claro! Lo tengo!”

Jean tiró su espada a un lado para agarrar su escudo con ambas manos, y luego clavó sus pies en el suelo. Las garras del grifo fueron directas hacia él. Resistió de alguna manera, y esperaba que pudiera continuar.

“Lucy, concéntrate en tu maná”.

“¡¿Hacer qué?!” Soltó Lucy. “¿Por qué?”

“¡Pon tu mano derecha y genera algo con maná! Yo lo controlaré por ti!”

“¡¿Qué quieres decir con ‘algo’?! No puedo usar nada más que magia de fuego!”

“Es suficiente. Solo concéntrate en ello!”

Agarré la mano derecha de Lucy y envolví mi otra mano alrededor de su cintura, al igual que mi viejo maestro una vez.

“¡Eek! ¡¿Qué haces con eso?!” gritó Lucy.

“¡No te preocupes, sólo date prisa!”

“¿Uhhh? O-Okay, está bien, ¡pero te estás poniendo demasiado manoseado!”

Ignoré la visión de la cara roja de Lucy y me concentré en mi magia. Estaba improvisando el método exacto, pero me imaginé recogiendo maná de los puntos de conexión entre el cuerpo de Lucy y el mío, en lugar de tirar sólo de mi reserva de maná. Con esta técnica, podría intentar sincronizarme con el maná de Lucy.

De repente, me invadió la sensación de ser tragado por una ráfaga de viento. Poco después, me di cuenta de que esta sensación fluía hacia mí desde Lucy.

Así que… este es el maná de Lucy, pensé.

Normalmente, no puedes hacer nada con un elemento si no tienes afinidad con él, pero parecía que estaba manejando su fuego muy bien; la alternativa era ser la cena de este grifo.

“Ngh”, gimió Lucy a mi lado. Sonaba sensual, pero no tenía tiempo para pensar en ello.

La enorme cantidad de maná de Lucy no se parecía en nada a la mía: si mi maná era un mechón de polvo, el de ella era una tormenta. ¿Era esto lo que significaba tener una habilidad de rango rey? ¿Era este torrente de poder lo que Lucy tenía que controlar cada vez? Debe ser agotador. En ese momento tomé la decisión de aligerar su régimen de entrenamiento en adelante.

El maná de Lucy seguía fluyendo dentro de mí. Intenté convertirlo en algo que estaba fuera de mi zona de confort: magia de fuego. De repente, apareció un diálogo de elección de mi habilidad RPG Player.

Oh, vamos, ¡estaba un poco ocupado aquí!

¿Lanzar el hechizo Synchro con Lucy?

▶Sí

No

No duh, para eso estaba allí.

¿Estás seguro?

▶Sí

No

…¿Por qué estaba siendo tan persistente? No era como si tuviera otras opciones, así que por supuesto que iba a lanzarlo. Continué recogiendo el torrente de maná de Lucy en mi mano derecha.

“Magia de fuego: ¡Tormenta de Fuego!”

Un tornado de llamas apareció ante mis ojos.

“¡Realmente funcionó!” exclamó Lucy. “¡Y además con un hechizo de alto nivel!”

“¡Perderé el control si me relajo un segundo, pero hombre!” Me sentí como si estuviera pedaleando una bicicleta como un loco a través de un huracán, y rompí en un sudor que no paraba.

¡Mi cuerpo se estaba calentando! ¡Me sentía como si estuviera en llamas!

“¡Jean, ponte a cubierto!” grité.

“¡Lo tengo!” Jean se retiró a la posición de Emily. El grifo gruñó mientras retrocedía cautelosamente.

“¡Oh no, va a esquivar!” gritó Emily. La tormenta de fuego no iba a alcanzar al grifo; ya había batido sus alas y se había lanzado al cielo.

“¡Makoto! ¡Ha esquivado! ¿Qué hacemos?” El tornado de llamas acababa de pasar por el lado del grifo.

Imagínatelo, me dije. Es como la magia del agua. El grifo cree que está a salvo, lo que significa que ahora es mi oportunidad de atacar.

“¡Expándete!” Ordené. El torbellino en llamas se transformó de repente en un enorme remolino. Sentí las ráfagas de calor que me bañaban, incluso a la distancia en la que me encontraba.

“¡GYAAAAAAWRK!”, gritó el grifo mientras las llamas lo consumían.

“¡¿Qué está pasando?!”, gritó Lucy. “¡¿Acabas de cambiar la forma de la magia?!”

“¡Parece que el truco que he estado practicando me ha resultado útil!” Dije. No es que esperara ponerlo a prueba con una magia de esta envergadura.

El grifo luchaba por escapar del calor, pero yo no lo dejaba escapar; el pilar de llamas perseguía a la bestia allá donde fuera. Ahora me estaba acostumbrando al turbulento torrente que era el maná de Lucy.

Pero hombre, esto está caliente, pensé. Probablemente voy a oler a ceniza durante un tiempo.

Empecé a sentir un poco de picor por todo el cuerpo. ¿Había dejado de sudar?”

“¡Oye, Makoto!”

“¡Amigo!” gritó Jean. “¡Todo tu cuerpo está en llamas!”

“¿Eh?” No me había dado cuenta debido a las llamas de Tormenta de Fuego, pero eh, ¿estaba en llamas? “¿Cuándo ha llegado esto aquí?”

“¡Makoto, apaga la magia!” Gritó Lucy frenéticamente. “¡No puedes soportar más de esto!”

“¿Entonces estás bien, Lucy?”

“¡Estoy totalmente bien! Apaga la magia de una vez”.

Magia de fuego: Cancelar.

“¿Hm? Es extraño, parece que todavía estoy en llamas”.

“¡¿Cómo estás tan tranquilo, Makoto?! Te estás quemando vivo, literalmente!”

“Oh, sí. Claro”. Agradecí la preocupación, pero mi habilidad Mente Calmada seguía impidiendo que entrara en pánico. Una vez más, me sería útil.

“¡El grifo está cayendo!” dijo Emily. Miré hacia donde ella señalaba y vi que el grifo se había estrellado contra el suelo. Sus alas estaban marcadas por las llamas, con partes de su cuerpo incluso reducidas a cenizas. Estaba al borde de la muerte.

“¡Jean!” Grité. “¡Ve por él!”

“¡Lo tengo! ¡Pero sácate ya!”

La espada de Jean brilló.

“Máxima potencia: ¡Cuchilla del Viento!”

Su espada se bañó en una luz verde antes de caer sobre el cuello del grifo.

“¿Se acabó?” preguntó Jean, aliviada.

A mi lado, Lucy había empezado a tambalearse. Demasiado maná debía haber sido extraído de ella de una sola vez.

“¡Ha sido increíble!” exclamó Emily mientras corría y abrazaba a su amiga de la infancia. “¡Jean! ¡Lo hemos conseguido! ¡Acabamos de vencer a un grifo! Nosotras!”

“Uf, menos mal”. Ahora que el grifo estaba derrotado, suspiré aliviado. Una vez hecho esto, desactivé mi habilidad Mente Calmada.

Vale, lo admito. Me descuidé un poco. Confié demasiado en Mente Calma. ¿Ese curioso calor que había estado sintiendo? Resulta que venía de una herida mortal.

“Ah… Aaaugh…”

Un intenso dolor surgió en todo mi cuerpo. Mi campo de visión se cerró rápidamente.

“¡M-Makoto!”

Oí la voz de Lucy, pero todo lo que veía ante mí era negro. Era inútil, no podía permanecer consciente.

Así que había lanzado un hechizo de sincronización con Lucy. Lo habíamos hecho sin ninguna preparación y habíamos conseguido derrotar con contundencia al grifo que estaba a punto de enviarnos a la tumba. Ese hechizo era un ataque bastante poderoso para los de rango bronce como nosotros. Pero a cambio, mi falta de afinidad con la magia de fuego había hecho que el maná de Lucy me hiciera arder.

Supongo que a eso se refería mi maestra cuando dijo que no se podía sincronizar con un elemento con el que no se tenía afinidad. Debería haberle pedido que me lo explicara entonces…

Supongo que no volveríamos a usar este ataque. Una pena. Pensé que era bastante bueno.

Y así, me desmayé.

***

Me encontré en un sueño, un espacio de absoluta nada. ¿Cuántas veces había estado aquí? Empezaba a acostumbrarme al paisaje, pero esta vez parecía un poco diferente.

La diosa que normalmente me recibía con una sonrisa radiante ahora me miraba con las manos en la cadera, sin hablar. ¿Estaba, eh, enfadada?

“Entonces”. La voz de Noah era tan fría como el hielo. “¿Te importa recordarme? ¿Qué fue lo primero que te pedí?”

“Uhhh”, me pregunté. Estaba bastante seguro de que lo recordaba. “¿Fue… que te hicieras fuerte?”

“Correcto”.

Sabes, tener a alguien tan hermosa como esta diosa mirándome fijamente es un poco caliente.

“Tonto”, comentó ante mi pensamiento interno. “Ahora bien, ¿recuerdas lo que te dije después?”

“Uhh, sí, totalmente, lo recuerdo”.

¿Fue lo de “a por ellos, campeón”? ¿O dijo que tenía “grandes esperanzas” en mí antes de eso?

“¡No te acuerdas para nada!”, chilló la diosa mientras movía los puños. “¡Bueno! ¡Te lo diré entonces! Dije que eras la única seguidora que tenía, ¡así que más vale que no mueras tan fácilmente!”

“Ohhhhh”, dije. Así que era eso, ahora re espero.

“No querrás decir…” Se me heló la sangre al pensarlo. “¿Estoy… muerto?”

“Cielos, realmente necesitas conocer tus límites”. La diosa suspiró. Con un chasquido de dedos, un monitor apareció en el aire a su lado. “Toma, echa un vistazo”.

Qué magia. De todos modos, el monitor mostraba a todos los miembros de mi grupo.

“Ahora mismo, tu clérigo está haciendo todo lo posible para curarte”.

“¡Makoto! ¡Hey! ¡¿Makoto está bien?!

“¡Lucy! Mantén la calma”, dijo Emily. “Ha perdido el conocimiento, pero aún respira. Tenemos que darle unos primeros auxilios ahora mismo, ¡pero lo llevaremos a un hospital en cuanto volvamos a la ciudad!”

“¡Makoto, no te mueras con nosotros! El pueblo está un poco más adelante”.

Jean me llevaba a la espalda mientras Emily lanzaba hechizos de curación. Lucy parecía estar en completo pánico.

Perdón por preocuparlos, chicos.

“Fue tu magia la que derrotó al grifo”, explicó Noah, “así que sólo están tratando de salvar a la persona a la que le deben la vida”.

Ah, eso tenía sentido. Bueno, al menos me alegraba de ver a todos a salvo.

“Lo siento, Noah. Hoy he tentado demasiado a la suerte. Casi hago que me maten”.

“Realmente no lo entiendes, ¿verdad? El daño que sufriste hoy normalmente habría hecho que te mataran”.

“¿Eh?” ¿Qué quería decir con eso?

“Mira esto”, dijo la diosa mientras sacaba un único Libro de Almas.

“Espera, ¿esto no es mío?” pregunté. “No cojas mis cosas cuando no estoy mirando”.

“Vamos, ¿qué es compartir un poco de propiedad entre amigos? De todos modos, mira aquí”.

La diosa me agarró del hombro y me acercó. De nuevo, espacio personal.

“Deja de preocuparte por las cosas pequeñas”, dijo con buen humor, mientras se aferraba a mí con más fuerza. Activé mi habilidad Mente Tranquila y miré mi Libro de Almas. Allí encontré una línea de palabras que no había visto antes:

Bendición de la Diosa Noé.

“E-Espera, esto es…”

“¡Lo conseguiste, Makoto!”, me dijo la diosa. “¡Gracias a tus oraciones diarias, has conseguido mi bendición! Parece que te ha permitido soportar los ataques de ese grifo y la magia del fuego”.

Un creyente con la bendición de su diosa puede obtener desde un poder impresionante hasta defensas inquebrantables. Supongo que eso fue lo que me salvó la vida.

“Ya veo…”

Había pasado mucho tiempo. Un año y varios meses desde que vine a este mundo, de hecho. Pero ahora, sentía que por fin me ponía un poco al día con mis compañeros.

“Oh, bueno, mira quién está contento consigo mismo”, se burló la diosa. “¡Prepárate, porque hay más!”

“¿Qué más hay?”

“¡Mira aquí!”

Seguí el dedo índice de Noah para encontrar otra palabra con la que no estaba demasiado familiarizada.

“¿Elementalizador?” Si no recordaba mal, esa habilidad era algo que tenían los elfos y los enanos. Lucy también la tenía, creo.

“¡Sí, efectivamente! Los titanes somos amigos de los elementales. Esto es lo que llamamos una ‘habilidad de regalo’ de su servidor!”

“Elementaler… Así que, elementales, ¿eh?”

El Templo del Agua no tenía ningún practicante de la habilidad. De hecho, toda la raza humana ya no tenía practicantes. Era una rama de la magia que sólo los elfos y los enanos utilizaban de vez en cuando.

“¿Qué, estás decepcionada?”, preguntó la diosa.

“¡Oh, no, en absoluto, te lo aseguro!” Eso estuvo cerca. No estaba decepcionada en sí, sólo que no estaba segura de si esta habilidad iba a ser fuerte o no. La diosa debió captar esa preocupación. “¡La usaré con la más profunda gratitud, oh diosa!”

“Je. Bien, adelante, mi creyente”.

La diosa me dio unas suaves palmaditas en la cabeza. Una luz comenzó entonces a envolver mi cuerpo.

“Parece que ya es hora de que te despiertes, Makoto”.

Noah estaba radiante, y su sonrisa era absolutamente impresionante. Pero mirar su cara me dio una idea.

“Muchas gracias, Diosa”, dije. “Por cierto, ¿podría invitar a Lucy a convertirse en tu acólito?”.

“Hmm… Más seguidores, eh…”

Eso era extraño. No parecía muy emocionada.

“La verdad es que”, explicó, “parte de mi castigo por ir en contra del mundo de los dioses era que sólo podía ganar un nuevo creyente cada diez años”.

“¿En serio?” No podría invitar a nadie a ese ritmo.

“Estoy bien mientras te tenga a ti, Makoto”, dijo Noah con un pulgar hacia arriba y un guiño. Parecía demasiado despreocupada por esto.

“No te preocupes, no es para tanto”, me aseguró. “De todos modos, ¡asegúrate de cuidar tus límites ahí fuera!”.

“Lo haré. Cuídate, Noah”.

“¡Nos vemos!”

Y con eso, la luz me bañó.