Hentai Ouji to Warawanai (NL)

Volumen 8

Capítulo 5: Más Luz…

Parte 2

Había pasado bastante tiempo desde que comencé a correr de verdad. Los chicos ya estaban demasiado adelantados, e incluso las chicas estaban distantes. Rodeado por ellas, probé la humillación mientras miraba sus espaldas y traseros vistiendo ropa de gimnasia… ah, esto no es tan malo como pensaba. Sí, ¡supongo que debería mantener esta posición!

Las chicas que se habían dado la vuelta en el punto de giro específico para chicas me rebasaron. Vi a una chica con cola de gato allí, pero tenía la cara apartada de mí. ¡¿Ella descubrió que estaba mirando a las chicas desde atrás?! Esto no es bueno, Esto no es bueno, Esto no es bueno… ¡Esto es malo…! Bueno, no es que tenga una razón o derecho a sentirme así.

—Lo sabía, senpai es así.

Un susurro llena de emociones profundas y desapareció en el viento.

—………

Nos cruzamos, sin intercambiar una mirada.

***

Al final, terminé en una posición muy cerca del fondo. Las únicas personas a mi alrededor eran aquellas que, para empezar, nunca tuvieron una motivación real, por lo que ninguno de ellos se mostró exhausto. Todos hablaron sobre irse a casa o visitar el árcade para celebrar el final de este día infernal. Supongo que una juventud así podría no ser tan mala. Incluso podría haber sido más divertida que la que elegí. Pero cada uno tiene su propia juventud para experimentar. Dejé de envidiar a otras personas después del viaje escolar.

Di la espalda a los premios que se repartían e hice unos estiramientos en el césped. Eventualmente, escuché pasos rápidos acercándose a mí. Se trató de Azuki Azusa. Sostenía una toalla en una mano y una botella de agua en la otra.

—¡Buen trabajo! ¡Eres increíble!

—¿…supongo que lo soy?

—¡Salvaste a alguien! ¡Como un golden retriever salvando a un bebé pequeño! ¡Incluso si no estás en primer lugar, te ganaste los corazones de todos!

Su expresión alegre se desvaneció y me miró como si estuviera tratando de ver a través de mí.

—¿Qué ocurre? ¿Hay algo en mi cara?

—Parecía que la atmósfera a tu alrededor había cambiado. Mmm…

—¿…como en el museo de arte?

Azuki Azusa asintió con torpeza. Ahora que había ganado control sobre la sombra, no tenía una respuesta real para eso.

—Ahora que lo pienso, me preguntaste quién era mi artista occidental favorito, ¿verdad?

En cambio, cambié de tema a algo que me vino a la mente. Los recuerdos que tenía originalmente, pero que había olvidado con el tiempo, volvieron a mí.

—Dentro de las filas de los impresionistas, tiene que ser Pierre-Auguste Renior. Creo que el Museo Nacional de Arte Occidental tenía algunas de sus pinturas expuestas. ¿Sabes quién es?

—…um… —Azuki Azusa parpadeó torpemente.

Ella debe haber estado preocupada de que yo diera una conferencia de nuevo. Lentamente abrí mi puño por mi propio deseo y respiré profundamente. Mi deseo de hablar con ella no cambiaría, no importa cuán confusos estén mis sentimientos. Puedo hacer esto. Puedo hablar con ella.

—Después de todo, le encantaba dibujar mujeres desnudas, así como niñas pequeñas. ¡Puedo sentir su amor desbordante hacia la belleza de las jóvenes!

—Ah, eres el mismo Yokodera de siempre. — Azuki Azusa se rio. —Dijiste eso a propósito, ¿verdad? Así es como supe que eras el tú de siempre.

—¿Ah, de verdad…?

—Y realmente no me importa. La gente tiene todo tipo de intereses. ¡Incluso si solo te gustaran los pollos machos, estaría totalmente de acuerdo con eso!

—¿…de verdad?

—Quiero decir, puedo hablar contigo sobre cómo separar a los hombres de las mujeres, y podríamos ir a una cita en un festival de verano, visitando el puesto de un anciano que los vende.

—¡¿Estás realmente de acuerdo con eso?! — Prácticamente grité, pero Azuki Azusa no dejaba de sonreír. Supongo que está hecha fundamentalmente para ser siempre suave conmigo. Ella acepta todo sobre mí. Ella es lo opuesto a las personas que intentan corregir a los demás. No sé si realmente está bien aceptar todo, pero… este tipo de relaciones existen y no existen. Eso es todo lo que tengo para decir al respecto.

***

Y después de muchos altibajos, el conflicto con mi sombra llegó a su fin; conmigo lidiando con todos los problemas que dejó atrás.

Pero permítanme hablar de lo que sucedió después—

Había pasado una semana desde el maratón y llegó la fecha anticipada del examen para la universidad nacional.

Tomé un camino diferente al habitual después de salir de la estación de tren local, y cuando me dirigí hacia el norte por la calle de la universidad, terminé en la autopista Kouhshuu. La intersección allí daba con la universidad de nuestra ciudad, en donde Acero-san iba a tomar el examen.

—Todavía hace frío, ¿eh…?

Me paré frente a la puerta y una brisa fría hizo temblar mi cuerpo. No es como si pudiera hacer algo para ayudarla, pero he oído que es tranquilizador para los examinados saber que alguien los está esperando. ¡Sin mencionar que puedo intercambiar apretones de manos con todas las mujeres examinadas! Eso es un bono gratis. ¿Y que si hace frío? ¡¡SIMPLEMENTE COLOCA UN CALENTADOR DE MANOS EN TU BOLSILLO DEL PECHO!!

—¿…tu padre está trabajando hoy? —Pregunté.

Entonces el calentador de manos humano en el bolsillo de mi pecho—o más bien Emi, quien se acurrucaba dentro de mi abrigo—asintió. Había estado extrañamente callada desde que llegamos aquí. ¿Quizás tiene sueño? Disfrutar de la calidez de una joven como esta no es algo de lo que me queje. Conociendo al papá de Emi, pensé que podría intentar algo extraño de nuevo, así que lo llamé aquí junto con Emi, pero como aún no ha aparecido, supongo que debe estar ocupado con el trabajo.

Bueno, ni siquiera sabría cómo hablar con él después de lo que pasó. Probablemente deba tener una conversación seria con él. ¿Tal vez la próxima semana, o el próximo año, o el próximo siglo?

Finalmente, el semáforo del paso peatonal se puso en verde y la horda de examinados atravesó la puerta de la universidad. En medio de estos valientes soldados, vi a Acero-san caminando hacia nosotros, tan hermosa como siempre.

—Oh, vinieron a verme antes del examen. Qué considerados. —Nos vio en la puerta y nos saludó con calma.

Parecía extrañamente relajada, especialmente si la comparabas con el pánico de Yokodera-kun. Cada vez que te enfrentas a una montaña de problemas, tienes que empezar por el primero. La primera persona—la que la sombra negra—no, yo—le causó problemas fue Acero-san, así que necesitaba asumir la responsabilidad.

O bien este podría ser mi primer día como Tsutsukakushi Youto.

Siento que he experimentado algo similar antes. Oh, sí, cuando le entregué a Acero-san una copia de mi registro familiar.

—Presidenta del club, necesito hablar con usted sobre algo muy importante una vez que termine el examen.

—¿Hmm? ¿No está bien hablar de eso ahora?

—Quiero que te concentres en el examen.

—Eso me hace sentir aún más curiosa. Pensé que estabas hablando del matrimonio otra vez.

—Quiero decir, bueno…

—Dónde deberíamos celebrar la ceremonia, para qué día deberíamos planearla… hay una montaña de cosas que aún tenemos que decidir.

—No, um…

—Ahh, estoy esperando mi camino hacia el altar. —Acero-san miró hacia el cielo. Supongo que se imaginó a sí misma con un vestido de novia.

Más allá de su mirada había un cielo azul abierto. Parecía que tenía una fuerte conexión con la idea de casarse… bueno, lo que sea. Adiós, mi nombre Yokodera, y bienvenidos, familia Tsutsukakushi. Título de príncipe casamentero y una cuñada de piedra, ¡aquí vamos!

—…como sea, bromas aparte. —Acero-san me miró.

—¡¿Fue un chiste?!

—¿Pensaste que hablaba en serio?

—Ah, bueno, eh…

—…fufu. —Sus ojos azul cielo brillaban con calma. —Sé que hiciste eso para motivarme. Más que nada, esto es algo que hizo el “Hermano menor de Yokodera”, después de todo

—¿Eh?

—Esperaré hasta que el “Hermano mayor” acepte lo que hizo su hermano menor.

Oh, claro. Ahora que lo pienso, nadie, incluyéndome a mí, sabe cómo Acero-san separa a los hermanos Yokodera. Dado que su criterio para distinguir entre los dos es una caja negra, puede decidir arbitrariamente entre uno u otro.

—…presidenta del club, ¿desde cuándo…?

—Ya me retiré del club, así que ya no soy la presidenta. Llámame onee-san en su lugar.

—¿Eh?

—Onee-san, ¿de acuerdo? Yokodera-kouhai. — Tsutsukakushi Tsukushi me señaló con su dedo índice.

Cuando estiré la espalda en estado de shock, movió su dedo contra mi frente.

—¿¡Qué…!?

—No te lo tomes demasiado en serio.

Titubeé hacia atrás, y Acero-san entrecerró los ojos. Ella sostuvo su dedo frente a mis ojos, como si hubiera removido una pequeña costra.

—¿Qué… qué…?

Me di cuenta demasiado tarde de que solo estaba jugando conmigo. ¡Ella me hizo vacilar! ¡Esta mujer adulta jugó con el corazón de un pobre adolescente—¡

Sí, ella es mayor que yo. Mientras este mundo siga girando como lo ha hecho hasta ahora, ella es alguien que se convertirá en adulta más rápido que yo. No puedo superar esta diferencia de edad, incluso si espero una eternidad.

Es por eso que ella realmente podría ser alguien a quien debería llamar onee-san. Me sentí feliz por esto, pero también sentí un dolor dentro de mi pecho. Había llegado a un lugar fuera de mi alcance, como si fuera alguien más.

—…por cierto —Acero-oneesan bajó la mirada de manera perpleja. Me miró a la cara y luego a Emi, quien todavía estaba escondida dentro de mi abrigo. — ¿Exactamente qué están haciendo ustedes dos?

—Quiero decir, ella se coló dentro en el instante en que nos encontramos. Supongo que esto es lo que se siente ser padre.

—Oho…

Me miró como si me hubiera ido a un mundo diferente. ¿Eh? ¿Fui yo quien se había ido a algún lugar fuera de su alcance?

—Pero ya en serio, ¿qué pasó?

Emi estaba demasiado callada. Cuando la miré, estaba temblando levemente, como un conejo encogido en su jaula.

—…vi a un hombre encapuchado hace un momento.

—¿Un hombre encapuchado?

—Era el mismo que estuvo rondando por la casa de Tsuu-chan el día del examen de admisión. Llevaba una capucha y tenía una mirada extraña… ¿Recuerdas lo que dijo?

—No, realmente no.

—“…a este paso, fracasarás. Totalmente. Por culpa de tus propios detrimentos. Y será dentro de poco”. —Emi citó lo que dijo textualmente.

Wow, ella tiene una muy buena memoria. Ella es la más joven en términos de cuerpo físico, pero su edad mental probablemente supera con creces la mía.

—Quiero decir, con lo raro que se ve, no pude evitar darme cuenta de él.

—¿Y eso que importa?

—¿Eh?

—¿Todavía no te has dado cuenta? Onii-chan, esa persona es– —Emi me miró como si estuviera pidiendo una respuesta.

Escuché engranajes girando desde algún lugar, acechándome, como lo seguirán haciendo por los siglos de los siglos.

—No entiendo de qué están hablando… ¿Mm…? ¡¿Mmmm?! —Acero-san puso una mano sobre su boca, inclinando su cabeza. —A lo mejor estoy cansada…

Tose, tose.

Acero-san soltó una tos seca. Desde lo más profundo de su garganta, como si algo se le hubiera clavado.

Tosió una y otra vez. Fue una tos horrible e incómoda…

-FIN DEL VOLUMEN 8-