Hentai Ouji to Warawanai (NL)

Volumen 8

Capítulo 5: Más Luz…

Parte 1

¿Sabían que el lecho del río Tama carece de cualquier tipo de refugio? Sobre el campo de hierba aparentemente interminable, soplaba una brisa extremadamente fuerte; lo suficiente como para figurar en el libro de Récords Guinness.

—…vámonos a casa…

—…huyamos…

—…quiero morirme…

Junto al sendero para trotar, había muchos estudiantes de preparatoria reunidos, abrazándose las rodillas. Ante el torneo de maratón que se aproximaba, sus ojos se llenaron de desesperación.

Lamentablemente, el cielo estaba nublado.

No puedo culparlos por estar deprimidos al respecto, considerando la inminente carrera de larga distancia junto con el viento tormentoso. Incluso sin esas dos cosas, el curso ya era suficiente infierno. Junto a las líneas de salida y llegada del sendero para trotar, se había colocado una manta de picnic y varias personas se sentaron encima con varios elementos para documentar el evento.

—…qué lindo debe ser para ellos. Todo lo que tienen que hacer es mirar.

Alguien le estaba dando a la élite elegida—los que habían logrado escabullirse de este evento—una mirada de resentimiento.

En medio de esta élite se hallaba una cara familiar.

—¡Puedes hacerlo, Yokodera! ¡Te estoy apoyando! —Azuki Azusa agitó su mano hacia mí, sonriendo alegremente.

Ella es particularmente incapaz de leer el estado de ánimo; era eso, o no participaba en educación física y eventos como estos muy a menudo. Cuando me acerqué a la manta de picnic, me entregó un calentador de manos recién abierto.

—Gracias. ¿Y qué tal todo, Azuki Azusa? ¿Te resfriaste?

—¡S-Sí…! Um, bueno, es un festival de mapaches causado por una inevitable enfermedad crónica ofensiva.

—Ya veo. ¡No entiendo nada!

Me sorprende que alguien creyera esa endeble excusa y le permitiera quedarse fuera—por otra parte, si alguien tan diligente como ella dice que no se siente bien, podría verme a mí mismo dándole un poco de cerda.

—¡Bueno, mantente caliente para que tu resfriado no empeore!

Traté de devolverle la mano más cálida, pero ella negó con la cabeza.

—Te sientes mejor ahora. Estaba realmente preocupada, ¿sabes?

—Ah, lo siento… así que lo sabías, ¿eh?

—Quiero decir, nunca viniste a la escuela y nunca respondiste mis llamadas. Incluso fui a visitar tu casa como un pájaro carpintero entrometido.

—¡¿De verdad?!

—Toqué el timbre, pero nadie respondió, por lo que supuse que estabas durmiendo, así que me fui a casa. ¡Me alegro de que hayas llegado a tiempo para el maratón!

Sí, por supuesto que te irías a casa después de no recibir una respuesta. Una chica normal no intentaría entrar en la casa de otra persona con un martillo. Por cierto, ¿estás leyendo esto, Tsukiko-san?

—Aparte de eso, me siento bien

—No podría ayudarte de otra manera, ¡así que al menos toma este calentador de manos!

—¡No, no, NO!

—¡SI, SI, SI!²⁶

Estábamos repartiendo el regalo de nuestro amor de un lado a otro, cuando—

—¡¡RAAAA!!

Alguien me agarró del hombro con fiereza.

—¿Q-Qué…?

—¡Ora! ¡Kora!

• Es esta una Jojoreferencia?
  

Cuando me di la vuelta, me encontré a Gorila-senpai haciendo arcadas. ¿Qué ocurre? ¿No comiste suficientes plátanos hoy?

—¡No te atrevas a coquetear así, bastardo!

—No estábamos coqueteando. Solo hablábamos normalmente.

—¡¿Huuuh?! ¡Esto definitivamente no es normal!

—Quiero decir que fue algo así… todos los demás también están hablando. ¿Verdad, Azuki Azusa?

—¡S-Sí! ¡Quizás! ¡Probablemente! —Azuki Azusa parpadeó varias veces. Es del tipo de personaje que actúa como una dama noble y fuerte, y así fue especialmente en el pasado, aunque en realidad, sin embargo, es una niña tan frágil como cualquier otra. El musculoso macho Gorila-senpai parecía no estar muy contento con eso, y una vena estaba apareciendo en su cabeza. Tomé su mano y la escondí detrás de mi espalda.

—…ejeje, gracias. —Azuki Azusa hizo una sonrisa nerviosa. Sostuvo mi codo, dejando escapar un suspiro blanco. Intercambiamos miradas y sonreímos.

—……puaj.

Gorila-senpai estaba solo, ocultando su rostro con ambas manos.

—Uu… uuu…

¿Se supone que esa es su forma de llorar? La infame mentalidad de gorila irrompible se rompe con bastante facilidad, ¿verdad? Sin mencionar que nos dio la espalda y comenzó a correr. Apartó la hierba en su camino hacia la orilla del agua.

—¡Usu! ¡Raaa! ¡No voy a perder! —Gritó, mirando al río Tama.

Este es Gorila-senpai en su décimo séptima primavera. Está rebosante de energía. Todos lo miraban desde lejos, sin atreverse a acercarse a él.

***

Se anunció que la carrera comenzaría pronto.

—¡Te estaré esperando aquí! ¡Puedes llegar el primer lugar, Yokodera!

—…lo dudo, pero gracias. —Me encogí de hombros y me separé de Azuki Azusa, dirigiéndome a la línea de salida del sendero para trotar.

Es un camino apenas lo suficientemente ancho para que cinco personas se paren una al lado de la otra.

El chiste seria que se extiende infinitamente en la distancia por delante.

Los que se toman en serio este maratón y los miembros de los clubes deportivos se alinearon al frente, mientras que aquellos con cero motivación y ojos muertos se alinearon en la parte de atrás. El comité de gestión del maratón parecía tener la impresión de que Yokodera-kun pertenecía a la facción seria, ya que me habían colocado al frente.

—¡Ohhh! ¡Shaaaa! —Pude ver la espalda de Gorila-senpai delante de mí. Su espalda ardía de motivación, como si estuviera a punto de hacer volar a la gente a su alrededor con pura energía.

—…esto no es bueno. —Murmuré para mí mismo.

Todavía estaba inseguro de mí mismo. ¿Debo aspirar al primer lugar para ganar algo, o ceder ante mi cuerpo todavía exhausto? ¿Cuál? ¿Cuál es la decisión correcta? No puedo ver a Tsutsukakushi cerca. Los chicos y las chicas empiezan en momentos diferentes, por eso no está. Quería hablar con ella una última vez. Eso es lo que deseaba desde el fondo de mi mente.

Pero parce que ese deseo no será concedido.

Como engranajes girando dentro de mí, mi sistema ya había sido resuelto. La sombra negra comenzó a acumularse a mis pies. Ahora solo puedo huir. Solo ahora. Ahora o nunca.

Un miembro del comité de maratón se paró en el escenario al lado de la línea de salida. Levantó su mano en el aire, con la pistola en la mano. No hubo más tiempo para dudar. Por otra parte, no había razón para dudar en primer lugar.

Era lo mismo de siempre, ¿no?

***

Todo lo que sucedió después de eso se sintió como en cámara lenta.

—¡Uraaa! ¡Fuera de mi camino–!

Inmediatamente después de que oyó el disparo de salida, Gorila-senpai se abrió paso entre las filas de personas, corriendo a toda velocidad.

Tres segundos después, el rey del bosque tropezó con algo y perdió el equilibrio.

—¿…ah?

Con una voz estupefacta, se cayó del sendero creado artificialmente, descendiendo a toda velocidad por la orilla del río.

***

Nadie se dio cuenta del accidente de inmediato, aparte de que ninguno se molestó en mirar por encima de la orilla del río donde Gorila-senpai había desaparecido, y continuaron corriendo. “Fue un desafortunado accidente”, “Tuvo mala suerte”, “Estoy ocupado con llegar a la meta”, “Debo tener cuidado de no cometer el mismo error”. Probablemente todos estaban pensando algo en ese sentido.

Pero, ¿es realmente posible que todos ignoren eso? Mis pies llegaron a un alto repentino. Más y más personas, e incluso aquellas mucho más lentas que yo, me rebasaron. ¿Realmente se tropezó Gorila-senpai?

Siento que vi a alguien jugando con los cordones de sus zapatos. También me pareció ver a alguien dándole un empujón en la espalda. Aquí nada estaba claro. Parece que hubo una mala intención.

Mientras todos seguían corriendo, me quedé quieto.

—…fufu.

—Ajajah…

—Shaaaasu…

Podía escuchar la risa del grupo que pasaba a mi lado. Cada persona, ya sea del Club de Béisbol o no, actuó como si nada hubiera pasado. Incluso los miembros del comité. Podía sentir la malicia transparente de todos ellos.

Me quedé quieto por un momento.

Finalmente, mis piernas se movieron en dirección a la orilla del río. Aun así, no comprendí del todo si lo hice buscando gratificación o por verdadera buena voluntad. ¿Si a los corredores que iban delante de mí no les importó, porque debería molestarme? Mientras lo pensaba descendí lentamente.

***

En la base del río, en medio del suelo empapado de agua, vi la espalda decaída de alguien.

—…mierda…

Dado que estaba agachado, abrazando sus rodillas, Gorila-senpai presumiblemente se había torcido el tobillo. Ni siquiera se molestó en mirarme. Solo apretó los dientes. Su rostro estaba lleno de tierra y hierba, haciéndolo parecer más Gorila que de costumbre—

Retrocedamos un poco: Tenemos a un sujeto como Gorila-senpai, que se porta odioso con todos cual jefe del lugar y quien constantemente acosa a sus compañeros de clase.

¡Este es el castigo que se merece! Era impopular por una razón, y había recibido una venganza como esta por esa razón. La caída del gran rey del bosque era inevitable. Esa es la ley de la selva y de la de la sociedad.

—¡Deja de mirarme así, bastardo! —Gorila-senpai chasqueó la lengua.

No está reflexionando sobre nada. A mí tampoco me agrada este sujeto. Es mezquino, egoísta e insoportable. No tiene encanto como persona.

Y, aun así—

—……

No pronuncié una palabra. Simplemente le ofrecí mi mano.

El deseo de salvar a alguien está dentro de mí. Eso no se puede negar. Pero esta vez no germino como fruto de mi obsesión retorcida o alguna búsqueda para validar mi existencia. Tampoco fue para mantener las apariencias. No hubo razón, ni interés propio, ni explicación, ni base, ni significado, ni orgullo, ni arrogancia, ni pensamiento heroico, ni deleite, ni ansiedad, ni decisión, ni vacilación, ni resignación, ni mala intención, ni motivo ulterior; sin perseverancia, sin escape, sin ambición, sin determinación—

Como ser humano, incluso si carezco de convicción, deseo que la luz ilumine la vida de los demás. Al igual que me juré jamás hacer llorar a una chica, deseo ayudar a las personas que lo necesitan.

«………jaja»

Sentí que el otro yo soltó una carcajada desde su posición escondida en las sombras… no, llamarlo “otro yo” es algo extraño de decir en sí mismo. De no ser por mí, este tipo no existiría. Sin tener en cuenta la mala broma del «Dios Gato», tanto yo como yo éramos la misma persona.

Entonces la sombra negra se elevó a mi lado.

No lo rechacé, ni lo negué. Lo acepté como parte de lo que soy. Yo soy el y el soy yo. El yo que quiere ser un héroe y el yo que no puede convertirse en héroe. Ambos somos el mismo.

Junto con la sombra, le tendí una mano.

—¿U-usu…? —Gorila-senpai parpadeó.

Nuestros brazos agarraron el suyo—y luego me fusioné, derretí y combiné conmigo mismo.

Junto con una luz parpadeante en las profundidades de mis ojos, sentí una oleada de recuerdos. Las acciones de mi sombra durante el tiempo que estuve desconectado fueron ingresadas en mi cuerpo.

Oye, ¿qué estabas haciendo cuando yo dormía?

¿Eras tan asertivo con mis queridas fangirls?

Momentos en los que actué de manera demasiado repulsiva, momentos en los que actué de manera asertiva, momentos en los que actué de manera demasiado peligrosa, y una montaña de problemas se habían quedado atrás para mí. ¿Qué cosas en específico estuve haciendo? No puedo escribir sobre esto públicamente, así que véanlo ustedes mismos en el sitio web oculto de HenNeko. De cualquier manera, tomó bastante trabajo llevar al Gorila-senpai a la orilla del río.

—…nunca te pedí que me ayudaras, imbécil. ¡Vete al infierno! ¡No actúes así de genial! —Me escupió veneno, se agitó y mostró la peor actitud posible hacia alguien que simplemente estaba tratando de ayudar.

Pero yo mismo me di cuenta de que no solté su mano y me sentí aliviado. No estaba haciendo esto para ganar nada, o para cumplir mi propio deseo. Simplemente quería ayudarlo, y saber eso me hizo muy feliz.

—Toma. —Le presté mi hombro al Gorila-senpai que aún se resistía y lo llevé hasta la orilla. Un miembro del comité vino a agradecerme, aceptó a Gorila-senpai y me agradeció. Gorila-senpai se sentó en la manta de picnic, mirándome con una mirada temible.

—No aceptaré esto. ¡Definitivamente no aceptaré esto! ¡Esa promesa no es válida!

—Si lo sé. Continuemos con esto en otro momento.

—…mierda… mierda… —Bajó su rostro, limpiándolo con su brazo, frotándose los ojos.

—Ah… —Entonces escuché una profunda voz barítona.

Probablemente no estaba dirigido a mí, ni era algo dirigido a nadie en absoluto. Yo, sin embargo, solo sonreí.