Sekai Saikou no Ansatsusha (NL)

Volumen 4

Capitulo 21: El Asesino Toma Las Armas

Cada momento que pasábamos esperando a Liogel, solíamos prepararnos de alguna manera. El sol había comenzado a ponerse, pintando la ciudad con los colores del atardecer.

Ahora era el día después de que Mina me dijo que el demonio aparecería. Existía la posibilidad de que no apareciera en absoluto. Sin embargo, eso no era excusa para bajar la guardia. Su informe podría haber estado un poco fuera de lugar.

Dia bostezó mientras realizaba el mantenimiento de su pistola en nuestra habitación en la posada.

“No pareces tensa en absoluto” señalé.

“No puedo evitarlo. Me mantuve lista todo el día de ayer”, respondió ella.

“Es demasiado pronto para asumir que el demonio no aparecerá. Tienes que permanecer alerta”.

“Lo siento, tienes razón. Me mantendré enfocado”. Dia se abofeteó las mejillas con ambas manos.

Tarte, que también había estado inspeccionando su pistola, se pellizcó las mejillas. A diferencia de Dia, Tarte estaba demasiado tensa y se estaba desgastando.

“… Eso es extraño”, murmuró Nevan distraídamente.

“¿Paso algo?” Yo pregunté.

“No recibí el informe regular del oeste”.

“Entonces deberíamos ir allí”.

“Esto no significa necesariamente que sea el demonio. Cada vez que no se entrega un informe regular, los soldados ubicados en otros lugares van a ver qué sucedió. Sería mejor esperar un poco más”, aconsejó Nevan.

“Le has confiado la vigilancia a la élite de la Casa Romalung, ¿verdad? No hay forma de que eludan un informe regular por algún problema menor. Vale la pena inspeccionarnos a nosotros mismos”, argumenté. Luego até mi bolso de cuero Crane a mi cintura. De lo contrario, ya estaba completamente equipado.

Tarte y Dia, habiendo terminado su mantenimiento, equiparon sus respectivas pistolas y asintieron.

“Tiene razón, señor Lugh. Estaba siendo demasiado complaciente”, confesó Nevan.

“Puede que no sea nada, pero vale la pena saberlo con certeza”, dije.

Los cuatro salimos rápidamente de la posada.

***

“Parece que tenía razón”, murmuré mientras nos dirigíamos al oeste.

Ni siquiera necesité cruzar más allá de la muralla de la ciudad para estar seguro de que el demonio había matado a los soldados de Romalung. Ante nuestros propios ojos, se estaba desarrollando una escena espantosa.

La manada del Rey Bestia estaba masacrando ciudadanos.

Todos los monstruos carecían de melena, lo que los hacía parecer leonas. Eso significaba que eran los subordinados del demonio. El demonio mismo no estaba presente.

Sin embargo, no podíamos tomar a los monstruos a la ligera. Sus colmillos atravesaban cráneos humanos como si estuvieran hechos de arena, y sus garras desgarraban la carne como mantequilla. La gente lloraba y gritaba mientras corrían para escapar.

Los monstruos medían unos dos metros de alto y tres metros de largo, el doble del tamaño de un gran felino promedio.

Sondeé el área circundante usando magia de viento y descubrí que los monstruos estaban esparcidos por la ciudad. Que estuvieran tan dispersos era un problema.

Mientras reflexionaba sobre el mejor curso de acción, vi aparecer una leona monstruosa detrás de una mujer que huía con un niño en brazos.

“¡A-AYUDAAAAAAAAAAAA!” ella gritó.

Las garras de la criatura amenazaban con arañarla en cualquier momento.

“¡Gun Strike!”

Elegí Gun Strike en lugar de Cannon Strike por precisión para evitar golpear a inocentes.

Fiel a mi puntería, la bala de tungsteno golpeó a la leona de lleno en la frente. Sin embargo, la bala emitió un fuerte sonido al impactar y fue repelida.

La leona perdió interés en la madre y el niño y dirigió su mirada hacia mí.

“¡Ve rápido!” I grité.

“¡O-Okay!” respondió la madre.

Afortunadamente, logré salvar a los dos y aprendí algo sobre el enemigo en el p

“Supongo que esto significa que su pelaje es más fuerte que el acero”, comenté.

Esa fue la única explicación para que mi tiro rebotara. Había una cosa más que me preocupaba, también.

Gun Strike podría perforar fácilmente objetos con la dureza de una placa de hierro, e incluso si las defensas del enemigo fueran demasiado fuertes para penetrar, la inmensa fuerza del impacto aún debería infligir daño.

Sin embargo, la bala no se detuvo al chocar con la cabeza de la leona. Se había desprendido de su pelaje.

El cabello de la criatura tenía que poseer la dureza del acero sin dejar de ser flexible. Quizás los aceites y grasas naturales que recubren las fibras las hacen resbaladizas.

Si mi suposición era correcta, entonces las balas no lograrían mucho, y tampoco los ataques cortantes o contundentes. Esto iba a hacer que estos monstruos fueran muy difíciles de tratar.

“¡Está viniendo!” Grité en advertencia.

Puede que My Gun Strike no haya herido a la leona, pero había logrado generar su ira. El monstruo cargó contra mí por sí mismo.

“¡ROOOOOOOAR!”

La leona se movió a un ritmo vertiginoso, corriendo hacia adelante a toda velocidad después del primer paso. Se movía fácilmente a 300 kilómetros por hora y yo estaba a 40 metros de distancia. Me llegaría en aproximadamente medio segundo.

Ese no fue tiempo suficiente para realizar el encantamiento de Gun Strike.

El pelaje de la criatura haría que ese esfuerzo fuera inútil de todos modos.

Ahora entendí cómo estos monstruos habían podido masacrar a los soldados de élite de la Casa Romalung. Ni siquiera ellos pudieron hacer nada con esta ridícula armadura y rapidez.

Desafortunadamente para la leona, me estaba subestimando. Su enfoque era demasiado lineal.

Saqué una pistola que guardaba escondida en un bolsillo dentro de mi chaqueta. Era un mecanismo demasiado complejo para ser fabricado con magia, así que necesitaba llevarlo consigo.

Sin embargo, tenerlo en mi persona significaba que podía usarlo sin lanzar un hechizo, dándome una fuente de proyectiles de fuego rápido con fuerza y precisión superiores.

Me gusta cómo salió esto. Se siente bien en mis manos.

Solo tuve medio segundo antes de que la leona se abalanzara, pero eso fue tiempo más que suficiente para sacar el arma y disparar varias rondas. Había practicado este movimiento miles de veces en mi vida anterior.

Apuntando rápidamente el arma, disparé dos veces en rápida sucesión.

Si bien la fuerza de esta arma de fuego era superior a Gun Strike, era imposible que un arma del tamaño de una pistola alcanzara la potencia necesaria para penetrar esa piel dura y resbaladiza. Sin embargo, todavía tenía una manera de matar al monstruo.

Dado que el pelaje era impenetrable, simplemente tenía que apuntar a un lugar sin ninguno. Había uno de esos puntos débiles que casi todos los animales compartían: los ojos.

Mi bala atravesó uno de los ojos de la leona, destrozando sus órganos vitales blandos y matándola de inmediato.

Sin embargo, eso no detuvo el impulso de la carga del monstruo. Detuve a la criatura dándole una patada en la cabeza con una de mis botas, cuya suela estaba provista de metal.

Hacerlo resultó ser la elección correcta. Si hubiera usado mis manos, habrían sido ensartadas por los pelos como agujas.

“¡Atrae a los monstruos dispersos y concéntrate en reducir su número aquí tanto como puedas!” yo ordené

El demonio Liogel había extendido su manada por toda la ciudad para matar a tantos como fuera posible. Esa decisión le impediría llegar a todos los monstruos y revivirlos con su toque. Necesitábamos eliminar tantas criaturas como pudiéramos ahora.

“Suena bien”, dijo Dia asintiendo antes de quemar el cadáver de la leona que había matado. Reducir los cuerpos a cenizas era nuestra forma de evitar que Liogel los restaurara.

Un nuevo monstruo leona ya se acercaba. Como si hubiera sentido la muerte de un miembro de la manada, posiblemente por el olor, detuvo su matanza de gente del pueblo y me miró con claro odio. Ante su rugido, dos más de su especie se unieron a él.

Incluso cuando estaban impulsadas por emociones intensas, estas criaturas eran tranquilas e inteligentes… Su líder debe haber sido minucioso con su entrenamiento.

“¡Ellos vienen!”

Las leonas parecieron decidir que tres eran suficientes, luego se dispersaron y corrieron hacia adelante. Uno de ellos corrió hacia mí en zigzag para evitar que lo apuntara con mi arma, mientras que los otros dos apuntaron a Tarte y Dia, respectivamente.

El movimiento rápido y complejo de la leona hacía imposible golpear en absoluto, y mucho menos apuntar precisamente a sus ojos. Dicho esto, tenía muchas otras cartas bajo la manga.

El zigzagueo puede haber descartado dispararle, pero también significaba que el monstruo tardaría más en alcanzarme, lo que me dio tiempo para un encantamiento.

Terminé mi hechizo cuando el monstruo estaba a un paso de mí.

“¡Jaula de Viento!”

Este fue un poco de magia original que Dia y yo habíamos creado. Formó un espacio frente al lanzador de unos pocos metros de ancho y lo llenó de dióxido de carbono. Cualquier criatura viviente que entrara en el área inmediatamente perdería el oxígeno de sus pulmones, sufriría un daño cerebral masivo y luego caería en coma y moriría.

No importa cuán duro fuera el pelaje de esta leona, era una criatura viva.

No había escapatoria.

Jaula de Viento fue uno de mis favoritos y muy fácil de usar. Con mi oponente a cargo, revisé para ver cómo estaban los otros dos.

Sonreí al darme cuenta de lo confiables que ambos se habían vuelto. “¡Wind Bullet! ¡Lo hice, mi señor!”

Tarte llenó sus ojos Tuatha Dé con maná y esquivó las garras de la leona atacante por un cabello. Tan pronto como lo hizo, inmediatamente lanzó una bola de aire comprimido a través de la barbilla de la leona desde justo por encima del suelo.

Debido a que estaba hecho de viento, el proyectil rasgó el pelaje del monstruo y lo dejó inconsciente. Tarte no perdió un momento, saltó hacia adelante y clavó una daga en uno de los ojos de la criatura una vez que quedó incapacitada.

Tarte estaba dando pasos fantásticos como asesino.

Wind Bullet era un hechizo que Dia había desarrollado y podía invocarse con una recitación muy corta. Sin embargo, aunque el tiempo de encantamiento fue breve, todavía era imposible fortalecer tu cuerpo con maná mientras cantabas. Reducirte a tu fuerza física bruta y dejarte momentáneamente indefenso para contrarrestar con magia requirió una concentración y valentía increíbles.

Dia despachó a su enemigo utilizando un método más simple.

“¡Corriente de Fuego! … No vas a escapar de eso.”

Nuestra quema de la primera leona nos había enseñado que los monstruos eran vulnerables al calor. Con eso en mente, Dia usó su poderoso maná para formar un torrente de llamas que no le dio a la bestia espacio para escapar.

Un hechizo tan poderoso requería un tiempo de encantamiento decente. Sin duda, Dia había comenzado a hablarlo mucho antes de que las leonas se lanzaran contra nosotros. Su previsión y habilidad avanzada para corregir el tiempo de su encantamiento para terminar precisamente en el momento correcto fue lo que le permitió atrapar a un enemigo que se movía a tan alta velocidad.

Escuché aplausos. Procedía de Nevan, que acababa de estar un paso detrás de nosotros y observaba.

“Sabía que eras fuerte, Sir Lugh, pero me sorprende lo capaces que son tus sirvientes”, dijo.

“No los habría traído si fueran una carga. Son asistentes muy valiosos e importantes para mí en la batalla”, respondí.

No hace mucho tiempo, es posible que haya dejado atrás a Dia y Tarte, optando por hacer esto solo. Ambos habían crecido mucho y habían llegado al punto en que me sentía cómodo dejándolos cuidar mi espalda.

“Hee-hee, tu relación es tan maravillosa. Y tú, señorita doncella. Me sorprende que poseas tanta fuerza, considerando tu talento promedio. De repente te encuentro muy fascinante”, comentó Nevan.

“El talento es importante pero no todo. Pero olvídate de eso. Nuestro objetivo real finalmente ha llegado”, dije.

Había una razón por la que hicimos tal espectáculo de matar a esas leonas. Las criaturas se habían extendido por toda la ciudad para masacrar a los ciudadanos. Matar a los monstruos uno por uno fue ineficiente; eran increíblemente rápidos, y perseguirlos a todos no era realista. Intentar atraparlos solo les permitiría matar a todos en la ciudad.

Es por eso que nuestra estrategia fue llamar la atención de nuestros enemigos.

Si fueran tan similares a los leones como aparentan, notarían el olor a quemado de la carne de sus compañeros de manada. Una manada era una familia, por lo que los monstruos tenían que venir en busca de venganza. De hecho, mi plan ya estaba dando sus frutos.

Detecté algo con mi magia de viento de sondeo. Un gran grupo se dirigía hacia nosotros, en el centro del cual había una presencia notablemente grande.

“Estamos muertos si nos atrapan. ¡Correr!”

“¡Si mi señor!” obedeció Tarte.

“Hay una trampa cerca, ¿verdad?” Dia confirmado

Por eso me había enfrentado a los monstruos aquí. Había juzgado que tendríamos suficiente tiempo para llegar a las trampas antes de que estuvieran sobre nosotros.

“Nevan, es hora de dejar de ser espectador. Sé que tú también puedes pelear” declaré bruscamente.

La hija de la Casa Romalung parecía un poco decepcionada. “Oh, Dios, supongo que no tengo otra opción, entonces. Eso es lamentable. Quería aprender más sobre ustedes tres.”

El enemigo ya se había aferrado a nuestro olor. Todavía no nos habían visto, pero estaba seguro de que podrían seguirnos.

Enfrentarse a esta cantidad de enemigos de frente sería difícil. Por eso había puesto las trampas.