Boogiepop And Others (NL)

Volumen 3

Preludio: Un Año Antes…

Justo antes del amanecer, el viento más frío del día recorrió el mundo.

Una chica estaba de pie en el borde del silencioso techo de la escuela.

―…………

El viento agitaba su larga cabellera con brusquedad, como si tratara de arrancársela.

Sin inmutarse, miró a la figura sombría que estaba con ella en el tejado.

―Es una pena, de verdad ―dijo, con una sonrisa totalmente infundada e inquietante en su rostro. No sonreía porque estuviera contenta, ni porque estuviera divertida, ni siquiera porque estuviera demasiado triste; no había ninguna razón para ello. Simplemente sonreía, pero sólo con los ojos; su boca permanecía cerrada en una línea recta.

―En última instancia, también eres incapaz de liberarte del ‘aquí’ y del ‘ahora’. Qué pena.

―…………

La otra figura permaneció en silencio. Parecía una tubería más que un humano, con la sombra del edificio de la escuela envolviéndolo, dejándolo sólo parcialmente visible.

―Pero no importa cuánto tiempo esperes, nada comenzará. Al final, te irás flotando lúgubremente, tal y como sugiere tu nombre: desaparecerás con un pequeño estallido.

Se llevó la mano a la boca. Sus hombros temblaban ligeramente.

Se estaba riendo.

El gesto era increíblemente natural. ¿Cómo era posible que alguien se riera con tanta naturalidad? Era todo un misterio.

Si sus pies se movieran apenas diez centímetros, se dirigirían rápidamente hacia un fuerte impacto contra el suelo. Pero esta precaria posición no influyó en su risa.

―………

La sombra a su lado no se movió. No mostraba ninguna señal de emoción. Era como si no supiera lo que era la risa.

―¿No estás de acuerdo, Boogiepop?

Llamado por su nombre, la sombra dio un paso adelante.

―Di lo que quieras ―dijo―. En cualquier caso, has terminado aquí. No hay nada más para ti ―La voz de la sombra estaba a medio camino entre la de los géneros masculino y femenino.

―Hmmm… ¿Terminado? ¿De verdad? ―La chica no se inmutó ante el avance de la sombra. Se mantuvo firme―. Creo que apenas empiezo. Ni siquiera tengo un nombre todavía…

Una nube iluminada levemente por los rayos del sol naciente pasó por el cielo oscurecido. El viento era extremadamente fuerte.

―Entonces ahora te daré un nombre. Existencias como la tuya fueron apodadas ” Imaginator” por el padre de la Bruja de Fuego.

La sombra continuó hacia la chica, sin detenerse.

La chica no se inmutó. Asintió en silencio y dijo burlonamente:

―Yo también leí ese libro. Pero es un nombre terriblemente prosaico, ¿no? Carece de romanticismo. No es propio de ti.

El viento tiraba ahora de su larga melena negra en un ángulo recto casi perfecto con respecto a su cabeza, como si vertiera tinta en el río de aire que los rodeaba.

―¿Romance…? No conozco tal cosa. Sólo los humanos normales lo hacen ―dijo la sombra, sacando un brazo de debajo de la capa que cubría su cuerpo. Tenía un cuchillo en la mano.

Ante el siniestro brillo de la hoja, los labios de la chica se curvaron por fin hacia arriba, en una mirada de pura confianza.

―El amor es como la nieve que cae en abril. Inesperado, pero no imprevisto… fuera de temporada, te hiela hasta la médula. ¿Quién fue el que dijo eso?

―¡……!

La sombra se detuvo en seco. La chica había dado un paso atrás, no había nada detrás de ella ni debajo.

―El fin del principio es también el principio del fin, Boogiepop ―dijo―. Me paraste aquí, pero eso es sólo el principio del siguiente final.

Con una amplia sonrisa en su rostro, el cuerpo de la chica se precipitó desde el tejado, hacia el jardín de abajo.

Se oyó un sonido feo y desagradable. El sonido de algo salpicando.

―…………

La sombra se quedó donde estaba. No se precipitó hacia el borde ni miró hacia abajo. No lo necesitaba.

Una visión de la chica flotó en el aire delante de la sombra.

―Tengo mucho tiempo antes de llegar al suelo. ¿Serás capaz de encontrarme antes de que llegue?

La visión sonrió, una vez más, sólo con sus ojos.

Luego se desvaneció gradualmente, fundiéndose en el aire.

―…………

Atrás quedó la sombra, con el cuchillo en la mano.

El viento se detuvo.

El repentino silencio dio la impresión de que todo movimiento había abandonado el mundo.

En el suelo, un cuerpo yacía abierto como una flor. La mancha que dejó tras de sí tardaría mucho tiempo en eliminarse.

Pero todo eso fue hace un año…