Gyakusatsu Kikan (NL)

Volumen 1

Epilogo: Esta Es Mi Historia

Esta es mi historia. Eso es lo que voy a decir una vez haya terminado.

Dejé las Fuerzas. No había nadie vivo para detenerme. Después de regresar de esa última misión en África, sentí que faltaba algo dentro de mí. Me tomó un tiempo darme cuenta de esto, y mientras tanto, muchos de mis colegas sugirieron varias formas de asesoramiento.

Aparté todas las sugerencias bienintencionadas a un lado. Después de mi regreso a Estados Unidos, descubrí que la gente hablaba de una forma que descubrí demasiado rápido y resbaladizo. Me encontré incapaz de participar completamente en las conversaciones. Era muy difícil unirse, así que dejé de hablarle a la gente.

Un día, mientras estaba escondido ermitaño en mi casa, sin hacer nada, recibí una identificación y una contraseña en la publicación.

El sobre estaba en relieve con un logotipo de la empresa InfoSec de aspecto caro. Era la compañía a la que mi madre se había suscrito.

El sobre estaba dirigido a mí.

La carta sellada explica que, según los términos de la Cuarta Enmienda a la Ley de Protección de Información Personal, cuando una persona muere intestada y sin instrucciones específicas para la disposición de sus activos de información de suscripción, todas las cuentas quedan embargadas durante tres años, y luego todas las cuentas de la parte interestatal se transfieren a su pariente más próximo designado en el momento de la apertura de la cuenta. Como tal, y habiendo pasado el embargo, ahora era el propietario oficial de la cuenta de información de una Sra. Elyssia Shepherd (fallecida).

En esta sociedad nuestra, donde todo está registrado y almacenado para la posteridad, de vez en cuando te encuentras con este tipo de explosión del pasado. Era un poco como estar en un accidente de tráfico, no es exactamente una ocurrencia rara, pero nadie espera que les suceda. Yo no fui la excepción.

Sin embargo, no creía que hubiera algo que mi madre quisiera compartir conmigo particularmente. Yo era su pariente más cercano por defecto; mi padre ya había partido de este mundo cuando creó la cuenta, y entonces yo, su hijo y único hijo, fui la opción predeterminada.

La carta sellada me proporcionó dos peligros potenciales.

La primera fueron los recuerdos de mi madre en sí mismos.

El segundo fue el hecho de que, cuando tenía que elegir entre mi madre que vivía o moría, nunca solicité consultar los recuerdos.

Cuando se determinó médicamente que mi madre estaba en una tierra de nadie entre la vida y la muerte y en un lugar que ninguna persona viviente podría esperar experimentar o imaginar, podría haber presentado una solicitud oficial a la empresa de InfoSec para obtener permiso para leer su Gráfico de vida. Tanto la ley como la empresa InfoSec pudieron otorgar una dispensa especial para que un tercero interesado lo hiciera cuando el suscriptor estaba inconsciente o estaba médicamente incapacitado.

Nunca puse la solicitud. Solo elegí que mi madre muriera sin leer su Gráfico de vida.

Me pregunto por qué tenía miedo de leer los recuerdos de mi madre en ese momento. No puedo recordar exactamente por qué más. Todo lo que recuerdo es que estaba vagamente asustado y que no quería.

¿Qué te parece ahora? ¿Todavía tenía miedo? Probablemente fui. Sin embargo, después de experimentar la muerte de Lucia Sukrova y John Paul, ahora era un tipo diferente de miedo.

La tarde posterior a la llegada de la carta fue terriblemente silenciosa. Sentí que la gente me miraba para ver si usaba la cuenta para leer los recuerdos en línea de mi madre. Cuando digo personas me refiero a los muertos, por supuesto.

Después de quince minutos de vacilación, accedí a la cuenta de mi madre y le pedí a su Grafico de Vida que compilara su biografía para mí.

John Paul me había pasado una libreta en la jungla. Lo hojeé para leer su contenido, pero estaba lleno de oscura jerga académica, demasiado difícil de entender para mí.

Pero había una cosa en el cuaderno que sería útil más adelante. El nombre de usuario y la contraseña de una cuenta de correo electrónico.

Un acontecimiento interesante fue que la prensa de alguna manera descubrió la verdadera razón del abrupto retiro del líder de la mayoría del Senado de la vida pública. Nunca descubrí de dónde vino la fuga. Se formó un comité de investigación y se llevaron a cabo audiencias del Congreso. A pesar de que todo el asunto fue arrastrado a los medios de comunicación, el ex senador parecía impenitente.

Hizo una audaz declaración; que nosotros en los Estados Unidos de América siempre necesitábamos el espectáculo de la guerra. En un momento dado, necesitábamos una guerra en algún lugar del mundo. Y, sobre todo, necesitábamos que la tragedia de la guerra sucediera en otro lugar, en algún lugar donde no nos pudiera afectar directamente. Explicó que había llegado a esta conclusión hace algún tiempo, y que solo al ser un testigo de este tipo de guerras, la gente podría auto realizarse y tomar conciencia del potencial de sí mismos.

Esta no era la teoría anticuada de que todas las personas en un país necesitaban un enemigo común para poder unirse como una nación unificada. No. Se trataba de guerras que sucedían en el extranjero, en algún lugar, vagamente, y ser capaz de entender los murmullos, como la música de fondo en un centro comercial. Eso era lo que necesitábamos para el siglo XXI, explicó el ex senador. Y John Paul había sido el hombre indicado para el trabajo; había podido garantizar un suministro constante de guerra.

Como ex miembro de las Fuerzas Especiales, y como ex miembro de una unidad de asesinatos de alto secreto de élite que realizó el trabajo sucio del gobierno, me dieron una gran cantidad de tiempo en la audiencia y tuve la oportunidad de contar mis historias nuevamente. y de nuevo, justo como quería. Debido a mis revelaciones, Washington se sumió en el mayor escándalo del siglo XXI, posiblemente uno de los más grandes de todos los tiempos. Por supuesto, mis acciones violaron la Ley de Protección de Secretos de Estado, que era la razón por la cual sucedió que el Capitán de Inteligencia de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, el Capitán Clavis Shepherd, fue acusado formalmente.

Al final, sin embargo, el brazo largo de la ley nunca se las arregló para tratar conmigo. Hubo disturbios en todo el país en esa etapa, y los poderes se encontraron con que tenían peces mucho más grandes para freír. Varios guardias nacionales estatales se encontraron abriendo fuego contra ciudadanos comunes, y, a su vez, sus armerías fueron barridas por los insurgentes que se estaban armando hasta los dientes para defenderse.

Finalmente, me senté a leer el Gráfico de la vida, bajo los ojos brillantes de mis siempre vigilantes compañeros espectrales.

La vida de mi madre, como regurgitada por el software de computadora.

La historia del par de ojos que constantemente me vigilaban.

Entonces, ¿por qué no había lugar para mí en esta historia?

Rastros de la mirada de mi madre. La sensación de que estaba constantemente siendo observado. Estos fueron mis recuerdos de infancia. Y parecía que fueron traicionados. Si la biografía de mi madre de acuerdo con el gráfico de la vida era algo por lo que pasar, apenas aparecía en su vida.

No estaba completamente ausente, por supuesto. Los eventos importantes y los puntos de referencia estaban allí, pero con detalles mínimos. Casi como si fuera una idea de último momento. La persona que realmente cobró vida en la memoria de mi madre fue mi padre. Abrumadoramente. El hombre que se había volado los sesos y de repente desapareció de la vida de mi madre. Y, sin embargo, él no había desaparecido en absoluto. No de sus recuerdos.

Mamá no me estaba mirando. Ella nunca me había estado mirando.

Ahora podía decir con confianza que la persona que había limpiado los sesos de mi padre de las paredes después de dispararse a sí mismo era mi madre.

La historia de la vida de todos está entretejida con secciones de historias de otras personas. Mi historia contenía elementos de la historia de mamá, de la historia de Williams, de las historias de Lucía Sukrova y John Paul. Pero la historia de mamá apenas me mencionaba en absoluto.

Pero …

Traté de averiguar qué había sucedido realmente en mi pasado entonces. Esa presencia constante, la mirada que siempre sentí en la parte posterior de mi collar. Tenía que haber sido real. Tenía que haber sido. Incluso después de todos estos años, todavía podía recordar, vívidamente, la piel de gallina que solía sentir cuando me encontraba con la mirada de mi madre desde los ángulos más exquisitos, como desde ese pequeño espacio entre la cocina y el pasillo hasta el baño. Éramos como dos francotiradores que se atacaban unos a otros y descubrimos la extraña coincidencia de que el otro te estaba mirando a través de su alcance en el mismo instante en que los encontraste con los tuyos.

Y, sin embargo, el registro que se suponía confirmaría que esta mirada constante que había sentido sobre mí era en verdad el amor de una

madre, era curiosa, desconcertante, desconcertantemente ausente.

Entonces, ¿qué demonios era?

Si pensé que estaba vacío después de esa última misión, bueno, todavía no había visto nada. Porque ahora estaba vacío. Ahora estaba vacío. Ahora había un vacío en mi interior.

Y el cuaderno de John Paul llenó ese vacío. Fue un ajuste perfecto. Tal vez fue incluso el caso que el portátil sintió el vacío en mí y me eligió.

Así que me siento bastante satisfecho porque había podido incluir muchas formas gramaticales apropiadas en el clip de noticias que ahora estoy viendo. La cuenta de correo electrónico que John Paul me dejó contenía un editor de texto que podía generar una gramática de genocidio para el idioma inglés.

John Paul lo había usado para impregnar todo tipo de palabras con la tintura de la muerte. Él había diseminado esas palabras alrededor del mundo. Bueno, eso fue entonces. Esto fue ahora. Estoy tejiendo mi propia historia de genocidio.

La gramática de John Paul era, en cierto modo, como una partitura. Como un homenaje, decidí hacer mi versión lo más cercana posible a la música.

Así que lo canté y lo recité. El sonido. El ritmo. Recé, deliberadamente, intensamente; quiero que empieces a matarte el uno al otro. Al igual que muchas personas fuera de Estados Unidos ya se han matado entre sí. Mientras tanto, pensé en lo agradable que sería si alguien se da cuenta de lo que estaba haciendo, notó la evidencia simple y funcional de que se trataba de una oración, una canción.

Mis palabras comenzaron a tomar forma, y gradualmente penetraron en el tejido del discurso estadounidense. Mis palabras, mis canciones, mis imágenes, mi tono de voz, todo comenzó a filtrarse en la psique colectiva de las personas que miraban, escuchaban o tenían algún tipo de interés en mi audiencia en el Congreso. Incluso si una persona simplemente accediera al Registro del Congreso después del hecho, había suficiente estructura profunda latente incrustada en mis discursos transcritos para que mi melodía gramatical ingresara en sus mentes.

En poco tiempo, el escándalo original dejó de ser un problema. Me llevé a casa la gramática del genocidio en este país, Estados Unidos, un país que antes nunca mostraba el más mínimo presagio de que una guerra civil pudiera estar gestando. Yo era un titiritero, un dios que cabalgaba en la cresta de una fuerza mecánica imparable, que cambiaba despiadadamente el curso de las vidas de simples mortales. Fue un proceso fluido, casi automático.

Ya ha habido muchas bajas en todo el país. Y aún no hemos comenzado realmente. El puñado de redes de noticias que aún continúan informa que el país está al borde de una guerra civil total. Todavía no ha habido masacres a gran escala que usted pueda llamar genocidio correctamente. Aún no. Pero pronto. Pronto.

El aparentemente eterno Starbucks y el otro omnipresente Domino’s Pizza han desaparecido. Sabía que esto iba a suceder, por supuesto, así que me había abastecido de suministros a lo grande. El otro día tuve que dispararle a un ladrón que estaba detrás de mi tesoro. Su cadáver aún está en mi pasillo. Me pregunto qué debería hacer con eso. La estructura profunda del genocidio se ha extendido por todo Estados Unidos, rápida y fácilmente, usando el inglés como vector.

¿Ves? Había otra manera de eliminar el riesgo de ataques terroristas en los buenos viejos Estados Unidos de América después de todo. ¿Quién se va a molestar con nosotros ahora? Hemos dejado de comerciar internacionalmente, los mercados de importación y exportación se han colapsado por completo. Ningún país va a tener motivos para estar celoso de nosotros ni para odiarnos más por nuestro imperialismo económico.

Ya ves, decidí llevar la carga del pecado sobre mis propios hombros. Decidí que me iba a castigar a mí mismo. Así que tomé América, la América peligrosa, la ruina del resto del mundo, y la arrojé al abismo. Para salvar a todos los demás países, apreté los dientes y decidí sumir a mi país en un Hobbesian bellum omnium contra omnes.

Fue una decisión difícil. Pero he decidido aceptar la responsabilidad por ello. Así como John Paul aceptó la responsabilidad de las vidas de personas de todo el resto del mundo.

Afuera, en algún lugar a lo lejos, puedo escuchar un FN Minimi disparándose de forma automática.

Oh, date prisa y mátalos para que podamos tener algo de paz. ¡Estoy tratando de disfrutar mi pizza aquí!

No, sigue disparando por completo. El ruido comienza a molestarme.

Pero luego pienso en cómo en el resto del mundo todo está más tranquilo ahora. Eso me hace sentir un poco mejor.

-FIN DEL VOLUMEN 1-