Gyakusatsu Kikan (NL)

Volumen 1

Capitulo 5: Estaba Contando Los Ataúdes

Parte 3

 

 

“Bien, gracias. Estoy empezando a acostumbrarme a este lugar. Aunque todavía es difícil para mí cada vez que veo las dificultades de la gente en el exterior … ”

“Trate de no dejar que le moleste demasiado, señora. Estamos muy agradecidos con ustedes por haberse tomado la molestia de venir desde Estados Unidos para ayudarnos a mejorar nuestros niveles de vida”


“Espero que pueda ayudar”

“¿Ha perdonado a su marido? ¿Ya se ha jubilado el viceministro de Cultura por la noche?”, Preguntó el soldado.

Parecía que la historia aquí era que John Paul y Lucía eran una pareja casada. Por supuesto, siempre fue posible que se hubieran casado desde que llegaron aquí.

“No. Raramente duerme. Está trabajando duro en su habitación “.

“Admiro tanto su dedicación a su trabajo, señora. Espero algún día convertirme en un buen político como él “.


“Creo que es solo un insomne, realmente”.

“Pero tu esposo está haciendo mucho por nosotros. Cuando escucho los discursos de radio que escribe, mi corazón se levanta. Me hace sentir que si todos pudiéramos unirnos podríamos sacar a este país de la pobreza y deshacernos del SIDA de una vez por todas. Él me hace creer que el pez volverá pronto. Que podemos seguir exportando carne para ganar dinero y al mismo tiempo vivir de los peces que solían nadar en el lago. Él me hace creer que podemos tener todo de nuevo. Que las chicas que trabajan y duermen en las fábricas pronto podrán ir a la escuela, y que los niños ya no tendrán que hurgar más entre pedazos de despojos y huesos para encontrar lo suficiente para comer. Él me hace creer en su sueño de que mañana será un día mejor que el de hoy. Cualquier persona que pueda escribir discursos así debe ser un buen ser humano, señora “.

Había silencio. Lucia no tuvo nada que decir en respuesta a las palabras del soldado.

Lo siento. En realidad, mi esposo está aquí para hacer que te odies el uno al otro.

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Lo siento. En realidad, el único sueño que mi esposo tiene es el sueño de que tus cráneos se agregarán a esos montones de chatarra y huesos.

Imaginé esos pensamientos corriendo por la cabeza de Lucía.

¿Crees, escoria campesina, que realmente crees que hemos venido aquí para difundir la paz? ¡No, me jodas, te ordenamos luchar para divertirnos!

Pero no. Con toda probabilidad, Lucía aún no se daba cuenta de lo que estaba haciendo John Paul.

“Eso es … muy conmovedor. Muy conmovedor de ti decirlo. Buenas noches, Mugabe “.

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“Buenas noches señora.”

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Vi a Lucia retirarse a su habitación. La habitación central.

Esperé a que el soldado continuara su patrulla y comprobé que había dejado el edificio antes de subir corriendo las escaleras. Las suelas de mis botas se adaptaron automáticamente al suelo, ayudándome a hacer un ascenso silencioso. Me sentí como un fantasma. Estas botas con cancelación de ruido me hicieron olvidar el hecho de que tenías dos pies plantados firmemente en el suelo.

La puerta estaba abierta. Preparé mi arma y cargué dentro.

Pero Lucia no estaba a la vista.

Solo había luz de luna, dispersa y difusa, brillando a través de las ventanas.

Rápidamente exploré la habitación vacía. Había un escritorio, y parecía que alguien había estado trabajando en él hasta hace un momento. Había una libreta de papel y lo que parecía una especie de manuscrito y una pluma estilográfica. El manuscrito se tituló La Federación, y en una inspección más cercana parecía un borrador manuscrito de un discurso presidencial. Evidentemente, John Paul hizo sus escritos a mano.

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El cuaderno al lado del manuscrito estaba lleno de código y palabras extrañas, muy alejadas del inglés común. Era evidentemente una especie de clave taquigráfica que describía las características de ciertas palabras -sus géneros y connotaciones, parecidos- símbolos lógicos que describían las órdenes de palabras y oraciones y los patrones de incidencia. La jerga lingüística y el código estaban todos agrupados densamente juntos, y no podía imaginar alguna vez ser capaz de comprender realmente lo que estaba escrito allí.

Entonces oí el sonido de una cerradura de seguridad que se desconectaba detrás de mi espalda.

“Hola otra vez, asesino”

Me di la vuelta.

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Era John Paul, sonriendo tristemente y sosteniendo una pistola en mi cara.

***

 

 

“Pensé que mi fuerza de rescate podría haberte matado”, dijo John Paul.

Estábamos en una instantánea inversa de nuestro primer encuentro cara a cara en Praga. Esta vez estaba de espaldas a la brillante luz de la luna y el rostro de John Paul estaba blanqueado. Sin embargo, su expresión era la misma; muy cuerda, muy triste. Llevaba una antigüedad, una semiautomática de Browning. Una pistola sin identificación. Un retroceso a un tiempo cuando cualquiera podía usar cualquier arma para matar a alguien más.

“Casi lo hacen”.

“Oh-hum. Qué vergüenza”. John Paul acercó una silla cercana y se sentó, manteniendo el arma apuntando hacia mí todo el tiempo. “De todas formas. Apareciste a tiempo por una vez, ¿eh? Acabo de comenzar a plantar las semillas de la discordia en toda la Federación Industrial del Lago Victoria”

Miré a los ojos de este hombre que ahora estaba sentado frente a mí en una silla de mimbre. Sus ojos estaban tan tranquilos y tan quietos. A pesar de que este modesto hombre de mediana edad se enfrentaba a un hábil asesino como yo, logró exudar un aura de tranquila dignidad que me puso en mi lugar.

Se me ocurrió que un fanático religioso que se imaginaba ser el Mesías probablemente también tendría este tipo de carisma seguro. La diferencia fue que John Paul no exhibió ninguno de los símbolos que acompañaban a un complejo del Mesías. Ningún flash salvaje en sus ojos. No hay rastro de orgullo o arrogancia. Ninguna de las bondades afectadas.

“¿Por qué sigues haciendo esto?”, Le pregunté. “¿Es esto algún tipo de experimento para ver cuántas personas puedes matar?”

John Paul hizo una pausa por un momento y luego bajó la vista hacia la boca de su arma. Era como si no pudiera entender cómo sucedió que estaba sosteniendo esta arma de asesinato en su mano.

“Terminé de experimentar hace años. ¿Acaso piensas que soy una especie de loco que solo está ansioso por ver cuán fuertes son mis poderes?”

Los ojos de John Paul se quedaron fijos en la fría y brillante Browning. ¿Estaba digiriendo la realidad de que tenía en sus manos una verdadera arma de asesinato, un objeto real que podría causar directamente la muerte de otro ser humano?

“Supongo que nunca has tenido una pistola antes”, dije.

John Paul levantó la vista. “Tienes razón. Esta noche es la primera vez que tengo una. No importa cuán profundo estuviera en una zona de guerra, nunca toqué una, y siempre me mantuve alejado de ellas “.

“Sí, ¿por qué te molestaría cuando ya tienes el poder de masacrar a miles sin tener que ensuciarte las manos?”

John Paul negó con la cabeza y se rio entre dientes. “No es mi poder”. Se levantó. Su voz sonaba cansada. “El lenguaje del genocidio siempre estuvo presente en la mente humana. Es un pre ajuste, por defecto. Acabo de descubrirlo, eso es todo. Si pudieras incluso llamarlo un descubrimiento. No soy tan diferente de los primeros anatomistas que “descubrieron” y clasificaron órganos humanos “.

“Dudo que Einstein se sintiera de esa manera cuando descubrió la bomba atómica”, le dije.

“La crueldad es una característica inherente del cerebro humano. ¿Cómo es eso tan difícil de entender? No necesitas mi gramática de genocidio para ver que las personas son intrínsecamente capaces de una gran brutalidad. Asesinato. Robo. Violación.” John Paul usó su mano libre para hacer un gesto hacia la mano que sostenía el arma. “¿Ves? Me estoy preparando para matarte incluso mientras hablamos “.

“¿Qué pasa con las sociedades primitivas o sociedades aisladas que ni siquiera han entrado en contacto con el mundo moderno? Son pacíficos, ¿verdad?”

“No. Esa es una mentira difundida el siglo pasado por científicos, o activistas sociales, en realidad, que tenían una agenda política. La verdad es que estos llamados salvajes nobles pueden ser tan malvados como nosotros. Más aún, en algunos casos. Ellos codician y roban, violan y matan como nosotros. El paraíso tropical samoano de Margaret Mead fue desacreditado con la investigación más superficial de seguimiento. Ella estaba, como dicen, ni siquiera equivocada. Pero una cosa es segura; muchas violaciones y asesinatos han disminuido en Samoa a lo largo de los años “.

“¿Y las guerras?”

“¡Por supuesto! ¿Por qué no? ¿Por qué debería el mundo civilizado tener el monopolio de la guerra? Hay tribus en rincones oscuros de la selva amazónica que nunca han visto a un hombre blanco y, sin embargo, están felices de luchar, saquear, matar y violar. Parece ser una necesidad evolutiva básica, transmitida de generación en generación “.

“Pero las personas pueden hacer una elección”, dije con calma. “Llevo mi pecado conmigo. Puede elegir aceptar la responsabilidad de sus elecciones. Decir que el asesinato, la violación o el robo es solo una naturaleza humana no es lo mismo que decir que alguna de estas cosas está justificada alguna vez “.

“Absolutamente. Estoy de acuerdo contigo “. John Paul sonrió.

Bueno, eso fue anticlimático. “¿Qué?”

“Si el impulso de saquear, violar y asesinar se deriva del instinto de supervivencia básico, también lo hacen la simpatía, el amor y el auto sacrificio. Nuestros cerebros han evolucionado para contener una multitud de módulos emocionales conflictivos, cada uno derivado de un instinto básico de supervivencia”

Algunos de estos son redundantes, y otros se han vuelto positivamente contraproducentes. Un diente dulce, para darte un ejemplo trivial. Ideal para cuando tienes que competir por comida, ya que te ayuda a absorber nutrientes rápidamente.

No es tan bueno cuando vives en un mundo de superabundancia y estás tratando de evitar la obesidad y la diabetes “.

“Así que estás diciendo que no hay nada de malo en los módulos que nos convierten en asesinos y violadores. ¿Básicamente están desactualizados?”, Le pregunté, incrédulo.

“Uhm. No estoy seguro si esa es una buena manera de decirlo. ‘Anticuado’. Ese es un concepto subjetivo. Ortogonal a las costumbres sociales actuales de las llamadas naciones avanzadas, tal vez. De todos modos, nos guste o no, la gramática del genocidio es también uno de estos módulos “.

“¿Qué quieres decir?”

John Paul miró más allá de mí, a través de la ventana, en la vista nocturna de las orillas del lago Victoria, donde innumerables familias sufrían en la pobreza, muriendo de hambre, vendiendo sus cuerpos, haciendo todo lo que tenían que hacer para sobrevivir.

“Bueno. Imagina que hay una sequía. Estamos hablando de tiempos pre agrícolas. Bueno, la gente ya ha aprendido que al formar un grupo y cooperar con otras personas, tienes más posibilidades de sobrevivir a largo plazo que traicionar a los demás y simplemente tomar lo que deseas. Tal vez esto se debió a la evolución y la genética, tal vez debido a los memes, pero, de cualquier manera, el altruismo o el amor, o como quieran llamarlo, surgió como un comportamiento adaptativo diseñado para ayudar a preservar el yo. Entonces, ¿qué sucede cuando tienes un choque externo inesperado, como una sequía, y ya no hay suficiente comida y agua para todos?”

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¿Perece toda la comunidad junto con su evolución y altruismo?

Creí entender lo que John Paul estaba tratando de decir. “Entonces, ¿la gramática del genocidio era solo una forma de adaptarse a la escasez de alimentos?”, Dije.

“Eso es correcto”. John Paul asintió. “La gramática del genocidio es un módulo vestigial de una época en que los humanos aún no podían regular su suministro de alimentos. Cuando otros animales quieren ejercer influencia sobre todo su grupo, usan feromonas o fragancias para transmitir su mensaje e influenciar al grupo. Pero la nariz era un órgano sensorial relativamente débil, al menos en los humanos. La mejor forma de extender la influencia sobre un gran grupo de personas se convirtió en lenguaje. Si una persona desea comunicarse con un grupo completo, en lugar de uno a uno, el idioma es la única forma de hacerlo “.

Actos de crueldad ilustrada.

Asesinato en masa por el bien de la supervivencia.

Me estremecí. Por primitivo que fuera un grupo de personas, si podían comunicarse y mostrar tendencias altruistas dentro de su grupo, era imposible negar que a su manera eran una sociedad en toda regla. La gramática del genocidio no se debe a que las personas se vuelvan cada vez más agresivas individualmente. Pensé en lo que John Paul me había dicho durante nuestros encuentros previos; que los judíos en la Alemania nazi también hablaban usando la gramática del genocidio. No. Definitivamente, este no era un módulo que afectaba a las personas a nivel individual. Era un módulo que comenzó a funcionar solo en un nivel estructural después de haber sido transmitido a un número dado de personas dentro de un grupo. Sus juicios de valor se inclinaron en cierta dirección. Hay un genocidio en gestación. Hay una masacre en el horizonte. El estado de ánimo fue establecido. Y luego, una vez que la sociedad pasó un cierto umbral, las personas que tenían un módulo relacionado con la conciencia reprimido por la gramática del genocidio comenzarían a tomar cartas en el asunto y participar en todo tipo de atrocidades.

Pero luego recordé la historia de Williams sobre los lemmings. Los individuos no tienden a evolucionar de manera que los haga actuar en contra de su propio interés. El fenómeno del suicidio en masa lemming era prácticamente inaudito en la vida real.

“La gramática del genocidio no es una especie de maldición autodestructiva”. John Paul sonrió. “Porque, después de los asesinatos, la población vuelve a ser un número manejable. Se asegura una vez más un suministro adecuado de alimentos. Equilibrio se alcanza. La voluntad del grupo de perdonar preventivamente el acto de genocidio y de ocultar colectivamente sus conciencias mientras lo hacen es una gran ventaja en las apuestas evolutivas, no una desventaja. No es de extrañar que esta característica se transmita a la siguiente generación; es el mejor ejemplo de un mecanismo de adaptación exitoso hacia el entorno “.

“¡Y qué! ¿Existe un antiguo mecanismo de adaptación en la mente humana que puede estimular a los humanos a matarse unos a otros a gran escala? ¡Vaya cosa! ¿Cómo diablos eso justifica que vayas de un país empobrecido a otro matando gente? ¿Qué es lo que quieres? ¿Para demostrar que la gente es básicamente malvada?”

“No. Todo es por mi culpa “. La voz de una mujer. La dueña de la voz debe haber estado escondida, pero ahora estaba abierta, y su delgado brazo blanco ahora apuntaba una vieja Luger alemana directamente a la cabeza de John Paul.

Lucia Sukrova.

Ella comenzó a caminar hacia nosotros, guiada por la luz de la luna.

La mirada de John Paul permaneció fija en mí, o más bien en la escena detrás de mí. La iridiscencia de la luna hizo que el rostro de Lucía pareciera tan frío como el de un cadáver. Tan hermoso como el de un cadáver.

“Cuando tu esposa murió, cuando Sarajevo desapareció, no podrías perdonarte por estar en la cama conmigo en ese momento. No pudiste perdonarte a ti mismo por traicionar a tu esposa e hija “. Lucia apretó el cañón de su arma contra la parte posterior de la cabeza de John Paul. Ella estaba llorando. Sus mejillas blancas brillaban con lágrimas.

“Es por eso que tuviste que convencerte … de la traición y la violencia … de que hay un instinto humano ineludible para herir a otras personas. Has estado demostrando cuán negra y retorcida es la naturaleza humana para que puedas escapar de tu propia culpa y desesperación. Y mataste a tanta gente en el proceso …”

“No, Lucía. Te equivocas. No he hecho todo esto para probar algo “.

“¿Entonces por qué?”

“Descubrí una antigua función del cerebro. Pero al mismo tiempo, sé muy bien que el amor es un instinto tan poderoso, no más poderoso que la brutalidad. Es una función biológica básica. Pude haber descubierto un órgano genocida, pero no ha sacudido mi fe básica en la bondad fundamental de la humanidad. Ni un poco.”

En este punto, me di cuenta de algo realmente extraño. Ni siquiera había una nube de desesperación sobre John Paul. Su mirada permaneció sin problemas. Estaba tan lúcido, tan tranquilo y tan cuerdo como siempre. ¿Cómo podría ser esto?

Di un paso hacia él, ignorando el arma en su mano. “Así que déjame ver si lo entiendo. Si no estás matando a toda esta gente por desesperación, ¿qué otra posible razón podría haber?”

La pausa pareció extenderse hasta el infinito.

Y entonces el Señor del Genocidio respondió:

“Para proteger a las personas que amo”.

***

 

 

¿Cuándo se convirtió el patriotismo en el motivo principal de la guerra?

Los pilotos kamikazes que destrozaron sus propios aviones en portaaviones para proteger a sus madres y hermanas. Los combatientes de la Resistencia francesa que murieron tratando de recuperar su país. La tripulación del submarino que sufrió una muerte salada para proteger a su patria de la invasión.

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Para luchar por el bien mayor. Antes del nacimiento del estado-nación, ese motivo habría estado justo en la parte inferior de la lista, si no aparecía en absoluto. La gente peleaba en guerras para avanzar en sus propios intereses o para ganar dinero. La guerra fue un tema especializado. Incluso si un soldado sentía lealtad con el grupo con el que luchaba, nunca se le habría ocurrido pensar en la escala de “por el bien de toda la gente de mi país”. Los ciudadanos sí fueron a la guerra, casi siempre en la forma de una transacción mercenaria; págame tanto y te prestaré mis brazos por este tiempo. El patriotismo nunca entró en escena hasta después del establecimiento del ejército nacional. ¿Cómo podría? El concepto de un ejército permanente, un cuerpo de tropas leales que podría convocarse en cualquier momento, simplemente no existía. Tome la flota británica que contra viento y marea milagrosamente logró romper la invencible Armada española. Fue una batalla histórica que cambió el curso de la historia para siempre al establecer la supremacía naval británica, y, sin embargo, más de la mitad de los barcos que lucharon en esa batalla eran fragatas mercantes trucadas, armadas solo para la ocasión. Desde tiempos inmemoriales, la guerra significaba contratar fuerzas mercenarias a medida que las necesitabas.

En otras palabras, la propia psicología de sacrificarse por su país fue un desarrollo extremadamente reciente. Tomando una perspectiva histórica, los PMC y los contratistas independientes eran en realidad la norma, y los ejércitos nacionales como las fuerzas armadas de los Estados Unidos o de Gran Bretaña eran las aberraciones. Fue solo recientemente que el negocio de la guerra cambió para convertirse en lo que ahora conocemos como guerra moderna.

Los ciudadanos comunes solo comenzaron a salir de la guerra por patriotismo una vez que la guerra pasó a ser suya, en otras palabras, después de que empezaron a sentir que el país se gobernaba por sus propios intereses. La forma exacta no importaba; podría ser una democracia representativa como en Estados Unidos, o una forma popular de monarquía constitucional limitada, como en Gran Bretaña. La gente estaba feliz con sus líderes y los líderes los habían llevado a la guerra, por lo que la gente estaba contenta con la guerra. Fue su guerra. Y si era su guerra, bueno, era lo más natural en el mundo que deberían asumir la responsabilidad por ello. Viste a esa responsabilidad con cintas de fantasía y voilà; Patriotismo.

Luchó para proteger a alguien. Tu padre, tu madre o tu hermana.

Fundamentalmente fue un acto de auto sacrificio. Un acto de amor vecinal. Un acto de altruismo, ciertamente dentro de ciertos parámetros preestablecidos. En consecuencia, la guerra se libró por amor. Los llamados deseos mutuamente excluyentes de amar a otras personas y matar a otras personas, al menos en el campo de batalla, lograron reconciliarse entre sí.

De eso estaba hablando John Paul en este momento.

Me encanta, por lo tanto, mato.

“Cuando perdí a mi esposa e hija en la explosión nuclear, tomé una decisión. Que nunca dejaría que ese tipo de cosas vuelva a suceder. Que me había llenado de tristeza “.

“¡Pero tú eres el que está causando todo el dolor!” Lucia se mordió el labio.

“¡Lideraste a todas esas personas a su muerte, has difundido el dolor en todo el mundo!”

“Es cierto, pero es una tristeza que las personas eligen no darse cuenta”.

Por el más breve de los momentos, pensé que había detectado un destello de desesperación en las palabras de John Paul. “¿Qué quieres decir?”, Le pregunté.

“La gente ve solo lo que quiere ver. A la gente no le importan las tragedias que ocurren en otras partes del mundo. Si pasas demasiado tiempo preocupándote por ellos, terminas abrumado por la sensación de tu propia impotencia. O posiblemente se trata de personas que no pueden hacer nada al respecto para que no se molesten en interesarse. Es bastante patético, pero sigue siendo mi mundo. Es donde crecí. La gente va a Starbucks y compra en línea en Amazon y vive sus vidas viendo lo que quieren ver. Es decadente, derrochador y superficial, pero, no obstante, amo ese mundo y me preocupo profundamente por las personas que lo habitan. ¿Qué es la civilización? La conciencia es algo quebradizo y frágil. La civilización generalmente implica trabajar para la felicidad de otras personas en su mundo. Pero aún no estamos allí. Nadie todavía se ha tomado en serio la tarea de librar al mundo de todas sus penas “.

Un mundo de clips de CNN. La omnipresente Domino’s Pizza. Las películas llegaban directamente a tu casa, los primeros quince minutos libres. Meta historias que solo profundizan en la piel. Eso es más o menos lo que fue nuestra ética de nuestra civilización.

“La gente de mi mundo parece haberse obsesionado con la identificación personal y la vigilancia, a pesar de que son casi completamente ineficaces como medidas antiterroristas. Cuando el terrorismo nace de la desesperanza y la desesperación, la trazabilidad no es disuasiva. ¿Por qué a un terrorista suicida le importa si será identificado o no después del evento?”

“Sí, Lucius solía decir cosas así”, dijo Lucía.

“Y entonces consideré la situación”, dijo John Paul. “En lugar de esperar hasta que empiecen a odiarnos, ¿por qué no hacer que se odien? No tenemos que dejar que nos maten. Podemos enfocar sus energías para que solo maten a las personas dentro de sus propios mundos. Podemos mantener nuestro mundo separado del de ellos. Un mundo de odio y muerte para ellos, y un mundo de paz para nosotros “.


Encuentra un país que se tambalea al borde, un país celoso de nuestra riqueza y ocio. Un país que nos odiaba.

Un país que comenzaba a darse cuenta de que su propia miseria y pobreza era un subproducto de nuestra libertad.

Que el corolario de nuestro imperialismo económico fue su servidumbre económica.

Y luego, justo antes de llegar a hacer algo al respecto, encontrar la forma de ingresar a ese país e introducir la gramática del genocidio.

Una vez que comenzara la guerra civil resultante, el país ya no tendría la voluntad ni la capacidad de desviar su ira hacia afuera. Una vez que comenzó el genocidio, no había lugar para pensar en matar personas en otros países; Estabas demasiado ocupado matando gente en la tuya. La rabia hirviente que estaba a punto de extenderse al mundo exterior en forma de ataques terroristas ahora sería contenida, neutralizada. John Paul había estado sembrando las semillas de la destrucción como una medida preventiva contra el terrorismo. Su gira mundial genocida fue un ataque preventivo contra aquellos que un día podrían atacar su mundo.

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