Gyakusatsu Kikan (NL)

Volumen 1

Capitulo 4: Una Zona De Guerra

Parte 1

Una zona de guerra.

La Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial había tomado imágenes satelitales de alta resolución del territorio anteriormente conocido como India y Pakistán.

Una masa de cráteres. Sus circunferencias en proporción directa al tamaño de las ojivas usadas para crearlas. Los efectos de la guerra nuclear habían llegado tan lejos como habían sido poco sutiles. Era como si la tierra hubiera burbujeado y hervido. Con el paso de los años, los puros ríos de montaña se habían vertido en los cráteres donde las ojivas habían abollado el suelo, llenándolos gradualmente para formar depósitos gigantes concéntricos. Los cráteres mismos eran lugares desolados, pozos de color marrón rojizo desprovistos de toda vida; la radiación se había encargado de eso. Pero aventurándose lejos de la circunferencia, el suelo gradualmente comenzó a volverse más verde hasta que finalmente el hedor de la muerte casi había desaparecido y tú volviste al territorio de los verdes bosques de la India.

La imagen se amplió. Las numerosas lentes NGA en órbita se movieron en su trayectoria, ampliando la imagen de la tierra muy por debajo. La radiación de calor presente en más de diez kilómetros de

atmósfera, combinada con imperfecciones minúsculas en las lentes mismas, causó que la nueva imagen se desdibujara momentáneamente hasta que el software óptico adaptativo incrustado en cada una de las lentes se encendió para corregir la imagen final para que fuera de cristal claro de nuevo

Las cámaras empleaban veinticuatro bits por canal RGB, lo que significaba que era posible identificar píxeles verdes en las carreteras de montaña y distinguirlos de los verdes profundos del bosque a su alrededor. Este color verde pálido era el verde de la guerra, el verde del ejército. Cañones antiaéreos, vehículos blindados, transportes de personal, tanques. Cuando los generales que habían apretado el botón nuclear habían huido de la justicia, el tribunal y sus inevitables condenas a muerte, fueron recibidos con los brazos abiertos por las organizaciones paramilitares, siempre que traigan consigo un puñado de juguetes.

Las cámaras se acercaron más, cinco centímetros a un píxel, la resolución máxima. Ahora podíamos ver claramente las caras de los aldeanos muertos esparcidos por el centro de la última fortaleza de los paramilitares. Debía haber al menos cincuenta cadáveres quemados y retorcidos en varias posiciones fetales. El video satelital todavía estaba enfocando, mostrando una imagen cada vez más clara de la aglomeración de cadáveres.

La gente había sido asesinada allí. Un pueblo entero. A manos de otras personas.

Había un acrónimo que nosotros en las Fuerzas Especiales habíamos llegado a odiar. CEEP: Child Enemy Encounter Probability (Probabilidad de Encuentro de Niños Enemigos).

Significaba exactamente lo que sonaba. La posibilidad de que terminemos en un tiroteo con niñas preadolescentes.

La posibilidad de que terminemos teniendo que abrir sus pequeños cráneos y enredar sus cuerpos en desarrollo con balas.

Probabilidad. Trazabilidad. Coacionalidad. Capacidad de búsqueda de Viabilidad. Todo era “capacidad” esto y “capacidad” eso. Fue suficiente para volver loco al mundo.

En realidad, cuando se usó la palabra probabilidad, estábamos viendo un cien por ciento de posibilidades. El sufijo -lidad perdió todo significado. Era una frase comadreja, una frase utilizada solo por estafadores y tontos.

Las palabras no tienen ningún olor.

Tampoco lo hacen las imágenes o las grabaciones de satélite.

Por alguna razón, este hecho me molestó.

El olor a grasa se fríe y los músculos se encogen. El hedor de las proteínas en los pelos humanos se está convirtiendo en cenizas. El olor distintivo de las personas ardiendo. Lo sabía demasiado bien. No diría que me había acostumbrado, pero lo había encontrado tantas veces en el cumplimiento del deber que al menos estaba familiarizado con él.

El olor a pólvora. El olor de las viejas llantas de goma encendidas, encendidas como balizas por los soldados.

El olor del campo de batalla.

Había algo inherentemente vil en ver estas imágenes de satélite, y me estaba haciendo sentir incómodo. No por la naturaleza horrorosa de las imágenes, aunque eran lo suficientemente horribles, está bien, sino porque estaban tan desinfectadas. Sentados aquí, no nos importaba si estábamos mirando a personas quemadas enteras, con las entrañas derramándose, o con sangre que se filtraba al suelo. Todo estaba muy limpio y desodorizado. Eso fue lo más desagradable de todos. Las lentes que miraban fríamente a los cadáveres desde lo alto en el vacío helado del espacio eran como un dios omnisciente pero supremamente indiferente.

El único olor asociado con estas imágenes en este momento era el olor de la sala de conferencias en la sede de Fort Bragg. Un olor nuevo, el olor a concreto y plástico y resinas y monómeros y adhesivos y magia química.

“Estas imágenes fueron tomadas por los satélites de reconocimiento espacial de la fuerza aérea hace cuatro días”, explicó el hombre del Centro Nacional de Contraterrorismo. “A instancias del gobierno de Nueva India, el fiscal de la Corte Penal Internacional de La Haya ha emitido órdenes de arresto contra ocho líderes de una facción fundamentalista hindú que actualmente está activa en las zonas rurales. Los cargos incluyen crímenes de lesa humanidad, uso de niños soldados y genocidio “.

Sonaba como cualquier otro funcionario civil del estado. Había una falta de coincidencia completa y extraña entre el tono de voz suave que afectaba y la gravedad de las palabras reales. Era como si estuviera tomando pedazos de jerga a medio digerir y alejándolos cada vez más de su verdadero significado, llevándolos hasta el punto en que se volvieron casi completamente sin sentido, antes de presentarlos de una manera agradable y ordenada.

Lo hubiera llamado superficial, excepto que la palabra realmente no le hacía justicia a esa extraña sensación de desapego que estaba proyectando. Cuando habló de crímenes de lesa humanidad y crímenes de genocidio, no tenía sentido que realmente entendiera o sintiera lo que significaban estas palabras. En ese momento, sentí mucha simpatía por los soldados que escucharon el relato de Robert McNamara sobre la Guerra de Vietnam y que simplemente no pudieron relacionarse de una manera significativa.

Aun así, este hombre del NCTC estaba aquí, ahora, en esta sala de reuniones en Fort Bragg, dando una sesión informativa hábil, eficiente y completamente superficial a los soldados reunidos.

“Eugene y Krupps están en el terreno como el representante del gobierno japonés, llevando a cabo el mandato de UNOIND para la reconstrucción y la estabilización de la posguerra. Como las Fuerzas Armadas de los EE. UU. Mantienen solo una presencia simbólica en esta área, es justo decir que Eugene y Krupps son efectivamente la potencia militar dominante sobre el terreno “.

La siguiente imagen apareció en las pantallas de los cuadernos de notas de la reunión reunida. Una imagen de niños se mezcló con adultos flacos, sonriendo a la cámara sin preocuparse por nada del mundo mientras blandían rifles AK que parecían cómicamente sobredimensionados en sus diminutas manos.

“Este grupo que ahora se llama a sí mismo India Provisionals fue fundado por la misma facción que comenzó la guerra nuclear. El gobierno indio oficial de posguerra que se había formado después de la intervención internacional estableció un estado secular. La India hindú se extinguió en las zonas rurales durante varios años sin causar ningún daño real, pero recientemente sus actividades se han intensificado. Han comenzado a atacar aldeas musulmanas remotas, masacrando a sus habitantes, violando a sus mujeres y secuestrando y adoctrinando a sus hijos y asimilándolos en sus propias filas “.

Vi como la pantalla frente a mí comenzaba a enumerar gráficamente una lista de las atrocidades. Filas de cadáveres alineados y blanqueados de blanco con lustre cáustico. La lima parecía harina y los cuerpos casi parecían trozos de pollo listos para ser empanizados y fritos. Luego estaban las casas negras carbonizadas y los callejones entre ellos cubiertos de cadáveres desnudos de mujeres. Solo imágenes Sin olor, sin sonido. Solo píxeles atrapados dentro de nuestros cuadernos en nuestros escritorios.

“El gobierno de posguerra de la Nueva India ha superado en gran medida las expectativas internacionales. Los hindúes de India Provisionals fueron hasta hace poco un mero grupo marginal de culto con influencia limitada. La población de la India todavía es pobre, pero el gobierno logró celebrar una ronda exitosa de elecciones democráticas. La

mortalidad infantil estaba disminuyendo rápidamente. Y luego, a partir del año pasado, las cosas comenzaron a ir cuesta abajo “.

“¿Quiénes son estos hindúes cuando están en casa?” Soltó una voz detrás de mí. Williams.

“Son un grupo paramilitar fundamentalista que obtiene su fuerza principalmente de los pobres de las zonas rurales. Durante el último año más o menos han estado creciendo inexplicablemente y ampliando el alcance de sus actividades. En general, mantuvieron la cabeza gacha en el período de reconstrucción de posguerra inmediato, limitando sus actividades al campo, lejos de cualquier centro de poder. Ofrecen una solución simplista a la crisis de identidad nacional provocada por años de intervención extranjera. Hasta hace poco, sin embargo, no había muchos suscriptores a su particular estilo de retórica religiosa fundamentalista anti gobierno, ya que la mayoría de la población con toda razón lo asociaba con el tipo de retórica que causó la guerra nuclear en primer lugar “.

“Entonces, ¿por qué la escalada repentina?”, Preguntó nuevamente Williams.

“¿Pensé que todos en la región estaban hartos de la guerra?”

“De hecho, eso es lo que todos creímos”. Nuestros politólogos y economistas han intentado proponer una hipótesis para explicar el repentino aumento del nacionalismo hindú, pero nadie ha sido capaz de plantear un modelo que sea de alguna manera convincente “.

“Ah, solo están perdiendo el campo de batalla”, dijo Williams, sonriendo. “Al igual que nosotros, obtenemos bolas azules cuando hemos estado lejos de la acción por mucho tiempo. ¿Tengo razón o estoy en lo cierto, Clavis?”

Y con eso, todos los ojos estaban puestos en mí.

Suspiré.

“Lo que sea que flote tu bote, Williams. Para cada uno, supongo. Todo lo que sé es que es mejor que te guardes tus pensamientos sucios en vez de airearlos en público, asusta a las bellas damas”

El hombre de NCTC tosió teatralmente en un pedido de no dejar que la atmósfera descendiera más hacia la de un vestuario de la escuela secundaria. Todos nos acomodamos para la siguiente parte del informe, aunque con sonrisas en nuestras caras.

“El fiscal de la CPI investigó y descubrió que las acusaciones del gobierno de la Nueva India estaban bien fundadas. El fiscal encontró evidencia de crímenes de lesa humanidad, movilización de niños combatientes y genocidio. En consecuencia, La Haya ha emitido órdenes de arresto para los líderes de este brutal grupo paramilitar, pero hasta ahora el gobierno de la Nueva India ha carecido del poder de fuego para hacer algo al respecto “.

“¡Y aquí es donde entramos, la pobre infantería sangrienta!”, Intervino Williams.

El orador asintió. “Exactamente. Tu misión es capturar al jefe de los hindúes de India Provisionals junto con tres de los ocho líderes. Actuamos como un representante militar del gobierno japonés y capturaremos a estos villanos y los llevaremos ante la Corte Penal Internacional. Allí responderán por sus crímenes contra la humanidad. Sin embargo, debo advertirte que hay un … asunto delicado con respecto a tu estado de combate. Como técnicamente los militares japoneses se encargarán de su representación, oficialmente se los clasificará como mercenarios según la Convención de Ginebra. Como tal, si el enemigo te apresara, los términos estándar de la Convención de Ginebra para los combatientes enemigos no estarán disponibles—”

“Sé capturado y estás solo, no te conocemos, eso es lo que dices, ¿verdad, Phelpsie?” Williams estaba disfrutando completamente. Si alguna vez hubo un hombre que disfrutó vivir al límite, fue Williams. Cuanto mayores son las probabilidades, más agradable es el desafío. En ese sentido, era uno de los masoquistas supremos de la naturaleza.

Una intervención más seria vino de Leland. “Lo que no entiendo es por qué tenemos que representar de alguna manera a los japoneses en primer lugar. ¿De qué va todo eso?”

El orador, Phelps, sonrió indulgentemente. “Estados Unidos no es signatario de las Convenciones de La Haya. La Haya le ha dado al gobierno japonés el mandato de actuar; Estados Unidos puede intervenir legítimamente solo como contratista externo “.

Williams gruñó. “Mierda, ¿entonces no somos mejores que Eugene y Krapps ahora?”

“Bajo. Esto es totalmente bajo”, estuvo de acuerdo Leland.

“No somos mercenarios aficionados, ¿sabes?”, Dijo Williams.

En este punto, el coronel Rockwell se levantó de la esquina de la habitación donde había estado sentado en silencio hasta hace un momento. “Muchas gracias, Evan. Lo tomaremos desde aquí “.

Y con eso, Evan Phelps del NCTC fue despedido sumariamente. Miró algo dubitativo al coronel — todavía tenía mucho de lo que quería decir, sin duda

—, pero al final salió corriendo, abrumado por el aura militar del coronel.

Ahora era el momento para que la sesión informativa comenzara en serio. La habitación quedó en silencio. Como una sociedad secreta, pensé. Un mundo sin intrusos, solo nosotros banda de hermanos. Phelps había sido expulsado de la habitación, por supuesto, porque lo que sucedió ahora era necesario saber, solo para nuestros ojos. Pero en el instante en que dejó la atmósfera también cambió; los miembros de la conferencia se enderezaron colectivamente sus espinas y se mantuvieron alertas. No más adolescentes engreídos haciendo una demostración de desafío hacia el mundo. Este era ahora un ritual sagrado de una sociedad secreta. Si la escena ahora parecía una especie de reunión machista fascista, también estaba en algún lugar entre la magia negra y el chamanismo. Fuimos una reunión secreta aquí para participar en una ceremonia esotérica.

“Fuimos nosotros los que pedimos la misión al gobierno japonés. Pedimos que tome esta forma “, dijo el coronel sin preámbulo. “Hay una gran posibilidad de que John Paul esté actualmente con los objetivos oficiales”.

De repente, mi mundo estalló en la vida.

John Paul estaba en la India.

Lo que significaba que Lucía también podría estar con él.

“Cuando las órdenes de arresto fueron emitidas por La Haya, el departamento de operaciones de Eugene y Krupps presentó al gobierno japonés un plan. Naturalmente, como Eugene y Krupps son el poder militar efectivo en la región. Pero no podemos hacer que E y K sean los que capturen a John Paul. Lo pasarían a la CPI, y luego estaría fuera de nuestras manos para siempre. Los otros objetivos son secundarios y pueden entregarse si es necesario, pero tenemos que ser nosotros quienes traigamos a John Paul “.

En este punto, creí ver que el coronel me miraba. De las personas en la sala, el coronel y yo éramos los únicos que sabíamos sobre la gramática del genocidio de John Paul. Éramos los únicos que sabíamos cómo estaba diseminando su muerte y su caos por todo el mundo y la razón por la que tenía que morir.

Phelps había dicho que la India había expandido inexplicablemente el alcance de sus actividades. Inexplicable para Phelps, tal vez, pero había dos personas en esta sala que sabían exactamente por qué. Debido al hechizo malvado que tejió ese hombre. El flautista que llevó a sus hijos al genocidio.

El monitor detrás del coronel se congeló, y pude vislumbrar cuerpos quemados en la imagen congelada.

Leland habló. “¿Aceptamos esta misión para que Johnny no termine en manos de la CPI, señor?”

El coronel negó con la cabeza. “‘Aceptado’ no es la palabra correcta. No, nos salimos de nuestro camino activamente para hacer algunas paces con el gobierno japonés. Nos aseguramos de que rechazaran la propuesta inicial de Eugene y Krupps para que pudieran dárnosla “.

“Sí señor.”

“Si Estados Unidos hubiera sido signatario del Estatuto de Roma, hubiera sido mucho más fácil. Pero los signatarios no pueden hacer uso de la evidencia antiterrorista obtenida por tortura por parte de terceros países. Se considera inadmisible. Tendríamos que cerrar la Bahía de Guantánamo para empezar “.

“¿Entonces nuestro principal objetivo es eliminar a John Paul?”

“No sacar. Capturar y traer vivo. Simplemente no dejes que caiga en manos de la CPI o el gobierno de Nueva India “.

Todos entendimos nuestro deber. Era obvio ahora por qué el funcionario civil Phelps había sido mantenido en la oscuridad.

“Es el ejercicio básico; caída aérea. La recogida será a través de UAV “, dijo el coronel.

Alguien preguntó qué tipo de vehículo aéreo no tripulado.

“Helicóptero. Además, estaremos sobre algunas algas voladoras para proporcionarle apoyo aéreo cercano. Podrás llamarlos para el bombardeo táctico “.

“¿Qué es el CEEP, señor?” Williams hizo la pregunta que siempre se hizo. Pude sentir que la habitación se estaba preparando.

Como de costumbre, el coronel respondió sin vacilación, compunción o emoción. “Cien por ciento.”

“Casi me siento mal por preguntar”, dijo Williams, con su sonrisa sardónica. Sabía muy bien de diez años de amarga experiencia que rara vez existía una misión con cero probabilidades de encuentro de enemigo infantil. Pero aún necesitaba preguntar. Saber. Tampoco fue solo Williams. Todos nosotros en la habitación sentimos lo mismo.

Hombre, no era agradable saber que estabas a punto de salir al campo y empezar a matar niños. Incluso si la tecnología moderna lo hizo más fácil, nunca fue fácil.

“La inteligencia nos dice que las fuerzas terrestres hostiles están compuestas por aproximadamente el sesenta por ciento de menores de dieciocho años. Todas las unidades se reportarán para el asesoramiento de batalla a partir de mañana por la mañana. El plan comenzará una semana a partir de hoy. Caballeros, pueden retirarse”

***

El aire olía a muerte.

No, no era el aire.

Era yo.

Había una figura en la cruz. Apreté el gatillo y bajó. Como una ramita que chasquea. Otra figura surgió. Llevaba un AK. Quería matarme. Tiré del gatillo de nuevo. La figura cayó.

El acto de matar no fue tan importante en sí mismo. Era la misión lo que era importante. Teníamos que cumplir con nuestro deber, y si teníamos que eliminar los obstáculos como lo hicimos, que así sea. Algunas veces el enemigo intentaría detenernos y atacar. A menudo, los ataques del enemigo eran prácticamente cargos de suicidio. En la arena de la guerra, la vida era barata. Más barato incluso que las computadoras portátiles de segunda mano utilizadas por los líderes para realizar un seguimiento de sus tropas como el forraje de los cañones que eran.

Era como si las figuras en mi alcance nunca hubieran oído hablar de la palabra “cubrir”. Simplemente siguieron cargando en mi punto de mira. Las balas saltaron de mi rifle y dentro de los cráneos de los niños, explotando todo el potencial de sus cerebros y salpicándolo en el terreno detrás de ellos. O, ocasionalmente, a través de sus vientres, enviando una mezcla de sus intestinos e hígado y riñones para rociar. O en la pelvis o el muslo, cortando a través de una arteria, causando que la carne se hinche con un flujo imparable de sangre.

Vidas baratas. Empecé a dudar de mí mismo incluso cuando los estaba apagando uno por uno. ¿Por qué estaba disparando al enemigo? ¿Era realmente solo instinto de supervivencia? ¿O fue algo impreso en mí por el asesoramiento?

Estos campos de muerte. ¿Eran realmente por mi culpa?

“Por supuesto. Es tu propia voluntad. Sin una sombra de duda “. El consejero sonrió al responder mi pregunta. Hábilmente, sin perder el ritmo. El entrevistador debe haber estado acostumbrado a todo tipo de preguntas curvas. ¿Por qué debería un existencialista desconcertarlo? La psicología y la filosofía siempre han sido compañeras de cama. Cuando la mayoría de los no especialistas, incluido yo mismo, pensaba en la psicología, lo que

generalmente imaginaban era un tema interdisciplinario que contenía elementos de la psicología académica. Sociología, epistemología; relacionada, pero no psicología per se. Cada vez que un psicólogo aparecía en las noticias, lo que realmente queríamos escuchar de él era un cóctel de filosofía, sociología y otras disciplinas que no cuestionarían nuestras ideas preconcebidas.

Formulé mi pregunta sobre el consejero durante los preparativos de batalla que el coronel Rockwell había ordenado el último día de nuestro tratamiento neurológico BEAR, Battle Emotion Adaptive Regulation. Los miembros principales del plan de batalla se alinearon en las oficinas de un psicólogo clínico de la Escuela de Viena con nuestros estados mentales ajustados. Todos habíamos recibido máscaras de sensibilidad, anestesia local en nuestros lóbulos frontales y asesoramiento extenso, y ahora las barreras psicológicas para un rendimiento óptimo en el campo de batalla se han reducido al mínimo. Nos estábamos preparando para luchar.

Las Fuerzas Especiales fueron sometidas a estos tratamientos cada vez que entraron en batalla. Bueno, por supuesto que éramos; éramos la élite, lo mejor de lo mejor, entonces ¿por qué no deberíamos usar todos los medios a nuestra disposición para maximizar nuestro desempeño en el campo de batalla? Era solo una serie de procedimientos médicos estándar después de todo. Y, sin embargo, a pesar de que me había sometido al procedimiento incontables veces sin incidentes, siempre había una duda persistente, y eso ahora comenzaba a presionarme.

“Sin una sombra de duda”, repetí.

El consejero asintió. “Absolutamente. Es maravilloso que una mente joven y emergente dedique un tiempo a analizarse cuidadosamente, pero en el mundo real uno se da cuenta pronto de que simplemente no tiene tiempo para evitar dudas “.

Se detuvo e hizo una pausa para encontrar palabras, luego tomó aliento y continuó. “Piensa en la última vez que pescaste un fuerte resfriado. ¿Quizás vio a un médico que le recetó un medicamento y le dio un consejo? Luego descansó en la cama, se lo tomó por un par de días. Ahora. Una pregunta para usted, Sr. Shepherd. ¿Quién fue el que realmente curó tu resfriado?”

“No sé”. No quería dar una respuesta estúpida y hacer que este joven consejero se riera de mí.

Señaló teatralmente a mi pecho. “Fuiste tú, Capitán. Tú, no el doctor. Tu cuerpo luchó contra la infección, pero más importante aún, fuiste tú quien decidió encontrar una cura. Usted fue quien fue a ver al médico para pedir una receta. Fue su intención, su voluntad, su propósito. El doctor y la medicina que él le dio, estaban allí para ayudar. Las personas pueden usar herramientas para ayudar a lograr sus objetivos, ¿verdad? Bueno, eso es lo que sus sesiones de asesoramiento y enmascaramiento del lóbulo frontal son; herramientas. Después de todo, fuiste tú quien decidió luchar, mucho antes de que vinieras a nosotros para recibir tratamiento “.

El consejero tenía razón. ¿Cuál sería el punto de decidir luchar en un teatro traumático de guerra y luego elegir voluntariamente experimentar ese trauma, con todos sus efectos colaterales, cuando había un tratamiento preventivo perfectamente bueno disponible?

“Lo que hacemos los consejeros es regular sus emociones para que estén en su punto más apropiado para la guerra. No desearía que ningún ruido ético se infiltrara en su conciencia durante el fragor de la batalla; podría provocar una demora de una fracción de segundo con consecuencias letales para usted o sus camaradas. Es por eso que tenemos estos mecanismos para filtrar el mundo para que su cerebro lo reciba de una manera que le permita procesar la información de manera eficiente. Eso es todo lo que ocurre cuando se enmascara el módulo del lóbulo frontal de su cerebro y recibe su asesoramiento “.

Ruido ético. Era cierto que el campo de batalla no era ni el momento ni el lugar para meditar en dilemas éticos. Las emociones eran atajos para los juicios de valor, mientras que trabajar en dilemas usando la razón requería tiempo y esfuerzo. Si una persona no tuviera valores y confiara únicamente en la fría razón, nunca podría decidir nada. Llevado a su conclusión lógica, un ser supremamente racional tomaría necesariamente en cuenta cada pequeño factor y terminaría paralizado por la inercia.

Sin embargo, los humanos no eran lo mismo que las bestias salvajes. Tuvimos que decidir quién debía ser asesinado y quién solo necesitaba ser herido. Un oso podría matar, de acuerdo, pero solo los humanos tenían la capacidad de luchar realmente. Elegir neutralizar al enemigo no por instinto de base sino por libre voluntad.

“Sus acciones y pensamientos derivan de una red de módulos extensos en su cerebro. Inconscientemente se refiere a una biblioteca interna de juicios y acciones. Esto es verdad de tu conciencia. Su sistema nervioso está programado para favorecer la cooperación con otras personas que mejorarán mutuamente sus vidas y, por lo tanto, sus posibilidades de supervivencia. Bueno, esta conciencia se manifiesta físicamente dentro de tu cerebro. Tiene un conjunto específico de coordenadas “.

“¿Un módulo?”, Pregunté, y el consejero sonrió.

Pero ya sabía todo esto. Cómo funcionó el cerebro Y cuán poco confiable era nuestro propio sentido del yo.

Sin embargo, lo mantuve todo reprimido dentro de mí y escuché la explicación continua del consejero.

“Exactamente. Es el mismo principio que el enmascaramiento sensorial que usamos para las Fuerzas Especiales. Estoy seguro de que debe ser bastante inusual al principio tener la sensación de dolor enmascarado para que solo el conocimiento de ello permanezca “.

Enmascaramiento sensorial Esa forma grotesca de anestesia de campo de batalla preventiva inventada por DARPA. Quitó cualquier sensación de dolor de las heridas recibidas en el campo de batalla, de modo que el soldado podía luchar sin obstáculos, al mismo tiempo que era plenamente consciente del hecho de que había sido herido, de modo que podía atender sus heridas según correspondiera. Esta extraña desconexión solo fue posible porque los actos de reconocimiento del dolor y la sensación de dolor ocurrieron en diferentes módulos del cerebro.

“En otras palabras, si enmascaramos la combinación correcta de los módulos de cerebros, podemos hacer más que simplemente suprimir el dolor. También podemos darle a la persona ciertas características de comportamiento que lo ayudarán a tener éxito en su misión. A pesar de todos los avances en neurociencia, nuestro conocimiento detallado del funcionamiento interno de los módulos aún está en pañales, por lo que no podemos hacer ajustes precisos, pero al menos podemos hacer lo suficiente para asegurar que nuestros héroes en las Fuerzas