Kumo Desu Ga Nani Ka?

Volumen 14

L4: El Señor Aprende una Lección

“¡Escuchadme, niños! ¡Será mejor que os comáis hasta el último bocado!”

La voz de la directora resonó en la cafetería del orfanato.

La hora de la comida solía ser bastante ruidosa, ya que los niños siempre estaban hablando y riendo, pero su grito aún sonaba más alto y claro.

“¿Qué es esto? ¡Todavía queda comida en tu plato!”

“Estoy a dieta.”

El ceño de la directora se frunció mientras miraba a la comida de la niña.

En aquel momento, la mayoría de nosotros estábamos entrando en la adolescencia y acercándonos a la pubertad.

“No seas ridícula. ¡Estás como un pollito huesudo! ¡Tienes que engordar antes de ponerte a dieta!”

“¿Quéééé? Pero tú estás gorda y aun así no estás a dieta, Directora.”

“¡Está claro que una pequeña niña como tú no puede entender el atractivo de este cuerpo seductor! ¡Si no comes, tu pecho jamás crecerá!”

La chica en cuestión echó un vistazo a su pecho, y recuerdo haberla visto volver a comer de mala gana.

Yo estaba muy celosa de su comida.

En aquel momento, todavía solo podía tener una dieta líquida.

Mi cuerpo requería más nutrientes que el de una persona normal.

La vía intravenosa que siempre estaba adherida a mi brazo ayudaba a compensar eso, pero aun así no era suficiente; solo con el añadido de una dieta líquida altamente nutritiva y fácilmente digerible podía llegar a fin de mes.

Mi cuerpo estaba debilitado por el veneno que mis órganos estaban constantemente produciendo, lo que me impedía digerir cualquier cosa.

Así que tenía envidia de los otros niño que podían comer toda la comida sólida que quisieran.

Pero nunca dije eso en voz alta.

Todos en el orfanato tenían alguna discapacidad de una forma u otra.

La chica que decía estar a dieta parecía una humana normal, pero sin duda también era una quimera.

Aparentemente, le habían dado ADN de muchos tipos de animales diferentes, todos los cuales tenían efectos diferentes en su cuerpo, aunque cada efecto individualmente era leve.

Aun así, aunque cada uno de ellos fuera pequeño, el efecto general era demasiado grande como para ignorarlo.

Y no había forma de curar fundamentalmente nuestras condiciones, solo tratar los síntomas.

Porque nacimos con estos cuerpos.

La única forma de arreglarnos de verdad sería rehacernos literalmente.

Lo cual era imposible con el nivel de tecnología médica de la época; dudo que ni siquiera Potimas pudiera haberlo hecho.

No teníamos más remedio que lidiar con los cuerpos que se nos habían dado hasta que muriésemos.

Y no había duda de que la muerte vendría a por nosotros antes que a por un humano normal.

Ninguno de nosotros jamás pensó que fuéramos a tener la misma esperanza de vida que una persona normal.

Tal vez, es por eso por lo que empezamos a pensar vagamente en el futuro.

Cuando alcanzamos al pubertad, dejamos de ser niños inocentes y dimos nuestros primeros pasos hacia la edad adulta.

Fue entonces cuando empezamos a pensar en lo que significaría ser adulto.

Y preguntándonos si viviríamos lo suficiente como para que eso sucediera…

***

Un día, Lady Sariel regresó, arrastrando a dos niños malheridos detrás de ella.

Otra vez no, pensé para mí misma, exasperada.

Los niños en cuestión eran dos de los más rápidos en iniciar peleas entre todos los niños del orfanato.

Siempre que empezaban a pelear fuera del orfanato, Lady Sariel siempre los castigaba y los traía de nuevo a la fuerza.

Ella sabía que no se trataban de peleas normales entre niños.

Como quimeras, ambos eran más fuertes que los humanos corrientes. Si golpearan a un niño normal con todas sus fuerzas, podrían herirlo gravemente o incluso matarlo.

Es por eso por lo que Lady Sariel siempre corría a recogerlos de inmediato.

Estos dos no eran los únicos que se metían en problemas.

Un puñado de niños que lograban abandonar el orfanato siempre estaban causando algún tipo de conmoción, y Lady Sariel iba a buscarlos todas las veces.

No se nos prohibía salir del orfanato, pero solo unos pocos de nosotros podíamos salir, en realidad.

En mi caso, era por mi salud.

Por otros, era por su apariencia.

El orfanato estaba en un área remota, pero no estaba completamente deshabitada.

Técnicamente, la gente que vivía en los alrededores había sido informada de la naturaleza única del orfanato.

Pero eso no significaba que aceptarían incondicionalmente a las quimeras, cuya apariencia inmediatamente se distinguía de la de los humanos normales.

Los niños que tenían más o menos nuestra misma edad eran todavía más despiadados.

Todo esto lo sé de oídas, ya que nunca pude salir del orfanato, pero escuché que algunos niños realmente les lanzaron piedras.

Recuerdo que me quedé sorprendida de que una escena tan cliché pudiera suceder en la vida real.

Pero aunque sonara como un cuento de hadas, esa era nuestra realidad.

Estaba claro lo que pensaba la demás gente que vivía cerca del orfanato, aunque no todos nos tiraban piedras como hicieron algunos de los niños-

Para ellos, nuestra existencia era una molestia.

Y cuando ellos nos evitaban como tal, cualquier problema que causáramos les daba una impresión aún peor de nosotros.

Es por eso por lo que Lady Sariel siempre iba a buscar a los niños antes de que eso sucediera.

Pero obviamente, a nosotros tampoco nos gustaba sentirnos odiados.

Los dos niños que Lady Sariel solía traer de regreso tenían muy mal genio y eran muy rápidos a la hora de empezar una pelea en base al “¡ojo por ojo!”

Como los niños de los vecinos les atacaron, ellos les respondieron.

Así eran esos dos.

Afortunadamente, gracias a Lady Sariel, los dos nunca lograban pelear con los niños que vivían cerca.

Pero eso no significaba que nunca lo hubieran intentado.

En verdad, ya habían levantados sus puños para golpearles, pero fueron detenidos por Lady Sariel antes de que pudieran continuar.

Si sus manos realmente hubieran hecho contacto, dudo que esos otros niños hubieran escapado ilesos.

Y entonces hubiera sido imposible reparar la relación entre el orfanato y sus vecinos.

Incluso sin que eso sucediera, el hecho de que intentaran empezar una pelea no se había obviado, formando un abismo entre nosotros.

El abismo se convirtió en una sensación de odio que se mostraba en las actitudes de los lugareños, y los niños del orfanato se resentían y causaban más problemas.

Este círculo vicioso ya estaba en marcha el día de esos hechos.

Así que estábamos aún más reacios a dejar el orfanato.

Pero todavía estaban los niños activos que se negaban a estar encerrados y continuaban saliendo, y los niños problemáticos que ignoraban descaradamente estas inquietudes.

“¡Suéltame!”

Uno de estos niños problemáticos se revolvía para escapar del agarre de Lady Sariel.

Sariel obedeció su petición y lo soltó.

“¡¿Eh?!”

¿Qué pasó cuando ella lo soltó mientras lo sostenía en el aire?

Pues obviamente, la gravedad lo hizo estrellarse contra el suelo.

El desafortunado niño se golpeó de cara contra el suelo y se quedó agachado, tapándose la nariz.

“¡¿Por qué me has soltado?!”

“¡¿Por qué me has soltado?!”

“Esa es una queja altamente irracional.”

Lady Sariel anuló fríamente su respuesta.

Para algunas personas, eso podría parecer un intento de provocación, pero conocíamos a Lady Sariel lo suficiente como para saber que ese era su estado por defecto.

Era una persona muy peculiar, como mínimo.

Su expresión rara vez cambiaba.

Como siempre parecía indiferente, era fácil asumir que era tranquila y serena, pero no pasó mucho tiempo para que nos diéramos cuenta de que ese no era el caso.

En pocas palabras, Lady Sariel era un bicho raro.

Estaba un poco distanciada de otras personas, de varias maneras.

A veces parecía que tenía un conocimiento profundo que ninguno de nosotros tenía, mientras que otras veces no entendía cosas en las que nosotros ni siquiera teníamos que pensar.

Su comportamiento era muy irregular.

Este caso no era una excepción: Ella soltó a una persona que le había dicho “¡suéltame!”, luego, cuando el niño se golpeó la nariz a causa de eso y preguntó, “¡¿por qué me has soltado?!”, ella afirmó que estaba siendo “irracional”.

No creo que Lady Sariel estuviera intentado burlarse del chico en esa conversación.

Ella tampoco estaba enfadada; creo que simplemente observó imparcialmente que el niño se estaba contradiciendo y decidió informarle de que era irracional.

Por supuesto, esto es solo una especulación por mi parte. Desafortunadamente, era imposible decir lo que Sariel estaba pensando realmente.

Su comportamiento estaba tan asombrosamente alejado de nuestra idea de sentido común que ni siquiera nosotros podíamos entenderla por completo.

En términos de conocimiento, era tan sabia y estaba tan bien informada que parecía que no había nada que no supiera; cuando éramos pequeños y preguntábamos “¿por qué?” a todo, ella respondía cada pregunta sin dudar ni un momento.

Pero cuando se trataba de las emociones o las formas de pensar, de repente parecía no tener ni idea.

Es como si ella entendiera el rango de las emociones humanas en teoría, pero no podía entenderlas en su uso práctico…

De hecho, cuando me enteré de que era un ángel y no un humano, todo me encajó perfectamente.

Más aún cuando Gülie me habló de la naturaleza de los ángeles más adelante.

Los humanos y los ángeles parecen tener procesos de pensamiento radicalmente diferentes.

Por lo que me contó, los ángeles son fieles a la misión que se les ha encomendado, y jamás pierden tiempo en otra cosa que la necesaria.

Sin embargo, Lady Sariel no era un ángel normal, sino un “ángel perdido”, una posición inusual que probablemente explicó por qué se volvió tan cercana a los humanos.

“¡Maldita sea! ¡La próxima vez que vea a esos niños, les voy a pegar un puñetazo en la cara!”

“La violencia no es la solución.”

El chico golpeó el sueño con la mano libre, todavía agarrándose la nariz con la otra.

“La violencia es un delito. Asalto y agresión.”

“¡Cállate! ¡Además, ellos fueron los que empezaron!”

“Aun así. Está mal.”

Lady Sariel conocía todas las leyes de todas las naciones.

Dado que la mente de un ángel funciona de forma tan diferente comparada con la de un humano, no sé cuánto nos entendía realmente al final.

Pero creo que ella aprendió a base de estudiar las leyes que los humanos odiaban la violencia.

“Esos imbéciles…”

El otro chico que había atrapado, que había estado en silencio todo este tiempo, finalmente habló.

“Se estaban burlando de nosotros. Del orfanato, de Lady Sariel…”

Se mordió el labio con frustración.

Entendía cómo se sentía.

Somos una familia, una insustituible.

¿Cómo podía alguien quedarse en silencio si alguien hablaba mal de su familia?

“Incluso entonces, la violencia no es la solución.”

“¡¿Por qué no?!”

“Porque eso es lo que ha decidido la ley.”

La respuesta de Lady Sariel fue breve.

Como la ley dice que está prohibido, no debe hacerse.

“¡¿Entonces estás diciendo que la ley siempre tiene la razón?!”

“No.”

Esta respuesta parecía negar su declaración anterior.

¿No estaba diciendo que tenía que obedecer a la ley porque era lo correcto?

“¡¿Entonces por qué tenemos que seguirla?!”

“Porque si no lo haces, serás juzgado en consecuencia.”

“¡¿Y esa es una tazón suficiente como para no romper las normas?!”

“Sí.”

Lady Sariel no estaba hablando del bien o del mal.

Simplemente nos estaba enseñando que si recurríamos a la violencia, seríamos arrestados, ya fuera esa violencia justa o no.

“Si os atacan con palabras, debéis discutir con vuestras propias palabras, no con acciones.”

Eso era bastante lógico.

Pero los niños del lugar nos discriminaban solo porque éramos quimeras.

Usaban las circunstancias de nuestro nacimiento, las cuales no teníamos posibilidad de cambiar, como forraje para insultarnos.

Incluso si quisiéramos discutir con ellos, estaban convencidos de que éramos inferiores.

La lógica no funcionaría con este tipo de personas.

“¿Cómo se supone que vamos a hacer eso…?”

Los chicos eran aun más conscientes de eso que yo, ya que yo nunca había interactuado con los niños locales.

No estaban dispuestos a escuchar nada de lo que teníamos que decir.

Pero tampoco podíamos usar la violencia.

No había salida.

“Piénsalo.”

Esa fue la única respuesta de Lady Sariel.

“¿Cuál es la mejor estrategia? ¿Cuál es la peor? Siempre debes estar pensando en estas cosas. Así es como crece la gente.”

… No sé si solo pensar en ello podría resolver este problema.

Las palabras de Lady Sariel fueron buenas, pero no estoy segura de que adaptaran del todo a esta situación.

Realmente había algo extraño en Lady Sariel.

Pero todos podíamos decir que estaba tratando de darnos un consejo porque se preocupaba por nosotros.

Solo ese sentimiento fue lo que nos salvó.

ARIEL: Originalmente una víctima sin nombre de los experimentos con humanos de Potimas. Sariel la nombró a través de un malentendido, y ha tenido ese nombre desde entonces. Nació con el ADN de varias criaturas, incluyendo los dragones. El ADN de araña tuvo un efecto particularmente alto. Su cuerpo producía veneno, pero a la vez era dañada por él. Por lo tanto, era muy débil y estaba constantemente confinada a estar en silla de ruedas. Vivía en un orfanato para quimeras creado por la organización de Sariel. Pensando que no viviría por mucho tiempo, hizo pañuelos para todos sus compañeros en el orfanato. Pero… en un irónico y cruel giro del destino, ella fue la única que sobrevivió.]