Mushoku Tensei: Isekai Ittara Honki Dasu (NL)

Volumen 17

Capítulo Extra: ¿?

Una noche, en un lugar cuyo nombre no importaba, un camarero local fue testigo de algo bastante extraño.

Concretamente, vio a un hombre: un borracho solitario.

Este hombre probablemente había estado de bar en bar antes de llegar al establecimiento del camarero. Ya estaba borracho cuando entró por la puerta. Pero siguió bebiendo de todos modos, hasta que se emborrachó por completo. Y luego siguió bebiendo, hasta que vomitó repetidamente en el baño.

Por supuesto, este camarero había visto su parte justa de alcohólicos. De hecho, había visto a algunas personas beber hasta morir delante de él. Un borracho como éste no era nada fuera de lo común.

Sin embargo, algo extraño ocurrió esa noche.

Bweeh… ¿Hmm?

En ese momento quedaban pocos clientes en el bar. El camarero había estado lavando los platos y pensando en cerrar el negocio por la noche. De repente, el borracho levantó la cabeza como si se hubiera dado cuenta de algo. Sus ojos estaban totalmente desenfocados y parecía medio dormido, pero por alguna razón, se giró para mirar el asiento de al lado.

No había nadie sentado en esa silla.

¡Hola, tío! Ha pasado mucho tiempo.

El borracho graznó un saludo y trató de darle una palmada en los hombros a su amigo invisible. Su mano se movió suavemente por el aire vacío, pero no pareció darse cuenta. Siguió hablando.

¿Qué pasa, jefe? Hoy tienes un aspecto bastante sombrío. Vamos, cuéntame todo.

Decidiendo que el hombre estaba hablando como un idiota, el camarero sacudió la cabeza y volvió a sus platos.

¿Qué…? ¡Eh, camarero!

El camarero volvió a levantar la vista. La mirada del borracho, desorientada, se paseaba por todo el bar.

¿Qué tal si le traes a este tipo una cerveza también, eh?

El camarero no tenía ni idea de quién era ese tipo, pero no iba a rechazar un pedido. Estaba a punto de responder, cuando…

¿Qué demonios? Supongo que se fue a alguna parte. ¿Qué clase de servicio al cliente es ese, eh?

El borracho decidió que no estaba en ningún sitio y empezó a hablar mal de él a su inexistente amigo. El camarero soltó un fuerte suspiro. Trataba con borrachos incoherentes con regularidad, pero los que decían tonterías totales podían ponerse violentos a veces. Este hombre no parecía muy luchador, pero lo último que quería al final de una larga noche era pasar una hora limpiando sangre y dientes en el suelo.

Sin embargo, en lugar de agitarse al azar, el hombre siguió hablando con la silla vacía que tenía a su lado. Y mientras escuchaba, el camarero empezó a sentirse un poco desconcertado. Para ser el monólogo incoherente de un borracho, esto… sonaba mucho como la mitad de una conversación real.

¿Ah sí? Entonces, ¿qué… alguien te quiere muerto?

¡Ha! Sí, apuesto a que te haces muchos enemigos. Diablos, probablemente yo mismo odiaría tus tripas si viera las cosas desde un punto de vista diferente. Menos mal que soy un tipo tan fácil de llevar, ¿eh?

…¿Qué? ¿Me estás pidiendo un favor? Eso sí que es inusual.

Ajá. Mira, la última vez que te hice un favor, las cosas me fueron muy mal. Recuerdas lo que le pasó a mi ciudad natal, ¿verdad?

¿Lo sientes? ¡Hahah! Hombre, eso suena raro viniendo de ti. Debe hacer mucho frío en el infierno esta noche.

¿Oh? ¿Es realmente tan malo? ¿Tan malo como para necesitar mi ayuda?

Hmm…

Bueno, claro. Me has salvado el pellejo muchas veces. Te agradezco que me hayas avisado antes en el laberinto, para que conste.

Sí, al final no funcionó tan bien, pero eso es culpa nuestra. Simplemente no estábamos hechos para el trabajo, supongo.

Oh hermano, aquí vamos. Intento ser amable, y crees que te estoy enseñando la barriga…

Bien. Si hay algo que pueda hacer, supongo que te escucharé.

…¿Oh? Hohoh.

Conociéndote, eso no es sorprendente en lo más mínimo.

“Entonces, ¿quién es el tipo que te persigue?”

¡Whoah! Ese sí que es un nombre que da miedo. Vamos, hombre… ¿me estás tomando el pelo o qué?

¿Eh? ¿Qué? ¿Cómo que no es nada especial? Maldita sea. Pequeño, ¿eh? ¡Escúchate!

Entonces, ¿cuál es el problema?

…Aaah.

Así que es así. Él también, ¿eh? Hmm… sí, eso explica mucho, en realidad.

¿Hm? ¿Voy a ayudar o no?

Bueno, no sé… Me gustaba un poco el chico, sinceramente…

…Vaya. Alguien está muy malhumorado de repente.

Maldita sea, estás desesperado, ¿no? Pensé que era un pedazo de basura sin valor. ¿Tanto quieres mi ayuda?

¡Bien! ¡Bien! Te ayudaré, tío.

¿Y? ¿Cuál es el plan? Hace tiempo que no lo veo, pero es muy bueno en lo que hace.

Ah, vamos a escucharlo… Uh, ¿un equipo? ¿Así que quieres reunir a un grupo de tipos como yo?

Bien, de acuerdo. ¿Entonces qué?

…Sí, creo que entiendo la idea. No sé si funcionará o no, pero bueno. Supongo que lo intentaremos.

Fwaaah…

En este punto, el hombre se derrumbó hacia adelante en su mesa y comenzó a dormir como un tronco. Y el camarero, que había escuchado cada palabra de su conversación, se encontró con algunos pensamientos inquietantes. ¿Había hecho este hombre un trato con el diablo? ¿Había algún tipo de cosa profundamente maligna sentada en esa silla que sólo él podía ver? ¿Y esa cosa iba a acercarse sigilosamente por detrás del camarero y susurrarle al oído ¿Deberías haberte ocupado de tus asuntos?

Ridículo. Con un firme movimiento de cabeza, el camarero se acercó al borracho dormido y lo sacudió suavemente por el hombro. Hola, amigo. Estamos a punto de cerrar por esta noche. ¿Te importaría ir a otro sitio para dormir bien?.

Después de unas cuantas sacudidas más, el borracho se retorció y se levantó lentamente de la mesa. ¿Muh…? Mm.

Toda su energía maníaca parecía haber desaparecido por completo. Levantándose inestablemente, sacó unas cuantas monedas de cobre de su bolsillo y las arrojó sobre la mesa. Y luego se tambaleó hacia la salida, zigzagueando erráticamente mientras avanzaba.

(Casi parece una marioneta), pensó el camarero mientras dejaba caer las monedas en su bolsillo. Se dio la vuelta y se dirigió de nuevo a la cocina… y se detuvo al oír al borracho murmurar algo para sí mismo. La voz del hombre era suave, pero de alguna manera el camarero lo oyó muy claramente.

Viejo, esto es una mierda. Pero le debo mucho, y el chico me debe a mí… así que si tengo que elegir un bando, supongo que será así.

No era la voz de un demonio. Pero era una voz mucho más fría de lo que cabría esperar de un borracho.

Un escalofrío recorrió la columna vertebral del camarero. Sin embargo, cuando se giró hacia la salida, la única señal de que alguien había estado allí era el débil tintineo de la campana en el interior de su puerta.

-FIN DEL VOLUMEN 17-