Mushoku Tensei: Isekai Ittara Honki Dasu (NL)

Volumen 17

Capítulo 6: En La Carretera

Parte 2

Tras unos diez días de camino, nos detuvimos en un lugar llamado Rikket. Se trataba de una ciudad cercana al extremo sur de la Región de Donati, y un centro de comercio con la Región Real.

La mayoría de los mercaderes se dirigían al sur para llevar sus mercancías a la Región Real, y no al revés. Por ello, las calles estaban repletas de representantes y jefes de las aldeas de todo Donati, que venían a enviar su cosecha al sur y a comprar las cosechas que su pueblo necesitaba en el extenso mercado. Se trataba claramente de un lugar de gran importancia económica para Asura en su conjunto. También era más grande que toda la Ciudad Mágica de Sharia, aunque en realidad sólo era un gigantesco puesto comercial y un lugar de descanso. Ese es el Reino de Asura para ti.

Queríamos llegar a la capital de Ars, sin hacer notar nuestra presencia si era posible. Habíamos reunido información en las aldeas a lo largo del camino, pero no encontramos pistas sobre los movimientos de nuestros perseguidores. Una ciudad tan grande les ofrecería todo tipo de lugares para esconderse y tender emboscadas, por supuesto.

Por otro lado, también nos ofrecía la posibilidad de pasar desapercibidos… al menos en teoría. Por desgracia, nuestro grupo destacaba entre la multitud. Ariel seguía manteniendo su anonimato, pero eso no importaba mientras se pavonease con un grupo de guardaespaldas tan llamativos como Ghislaine, Eris y Sylphie. Luke era una figura muy conocida en Asura por derecho propio.

Sin embargo, no había vuelta atrás en esta ciudad. Triss conocía todos los caminos de Asura, pero no podía hacer aparecer otros nuevos de la nada. Y la gente, por lo general, sólo hacía caminos hacia los lugares a los que quería ir. Sin embargo, el único camino que llevaba de Donati a la Región Real pasaba por esta ciudad.

Rikket era un punto de estrangulamiento, al igual que la fortaleza fronteriza. Era muy probable que nuestros enemigos nos estuvieran esperando aquí. Sin embargo, para mi sorpresa, los guardias de la puerta no nos detuvieron, y no había filas de soldados blindados por las calles del interior.

Triss nos guió rápidamente a una posada que era adecuada para los grupos que querían pasar desapercibidos. Parecía un lugar normal desde el exterior, pero en realidad estaba dirigido y atendido por personas estrechamente relacionadas con su banda de bandidos. También eran dueños de los edificios que había a cada lado, y tenían túneles subterráneos para permitir escapes de emergencia. Era como algo sacado de una vieja película de ninjas. Ariel se encerraba en la posada mientras Triss salía a las calles a recabar información. Los demás nos quedamos en la posada para vigilar a la princesa.

Ghislaine y yo hicimos guardia en la escalera del primer piso de la posada, mientras Eris y Sylphie custodiaban a Ariel en su habitación. Las dos encargadas se habían disfrazado y habían salido a comprar provisiones. Luke estaba escondido en la habitación de Ariel. Eso me ponía un poco nerviosa, pero tenía que confiar en que no perdería la cabeza de repente e intentaría apuñalar a la princesa. Si el hombre enloquecía, con suerte se lanzaría sobre ella o algo así…

Ahogando un bostezo, miré a Ghislaine. Estaba en silencio junto a la escalera, mirando hacia la entrada con las orejas erguidas.

Las dos no habíamos hablado mucho desde que empezó el viaje. Supongo que ella era más profesional en sus obligaciones como guardaespaldas de lo que yo nunca sería; siempre que intentaba entablar una conversación con ella en turnos sin incidentes como éste, me cortaba diciendo que estaba escuchando si había algún peligro. Una parte de mí empezaba a preguntarse si realmente me odiaba. Pero tampoco hablaba mucho con Eris. Probablemente estaba hablando de su trabajo con seriedad.

Hoy, sin embargo, resultó ser una excepción. Ella realmente comenzó una conversación por una vez. ¿Rudeus?

¿Sí, Ghislaine?

Gracias por tu ayuda de antes.

Parpadeé, tratando de entender a qué se refería.

Con la armadura de Wi Taa, quiero decir.

(Oh. ¿Esto es sobre esa batalla en el bosque?) No lo menciones. Todo mi trabajo es apoyar al resto de ustedes.

Siempre has sido rápido para pensar en trucos inteligentes como ese, ¿no es así? Desde los viejos tiempos.

Los viejos tiempos, es decir… ¿hace diez años, probablemente? Sentía que había cambiado mucho desde entonces, pero tal vez seguía siendo la misma mocosa descarada para Ghislaine. Supongo que sí. Aunque normalmente no logran mucho contra los enemigos más duros.

Para los más duros, puedes hacer que Lady Eris haga el trabajo pesado.

Me sorprendió un poco escuchar eso viniendo de Ghislaine, sinceramente. Ella siempre había parecido más del tipo (encuentra una manera de manejarlo tú mismo…)

Esa es la razón por la que entrenó tan duro durante todos esos años.

…Sí, tienes razón.

En mi corazón, quería que Sylphie y Roxy se quedaran en casa, donde fuera seguro. Pero por alguna razón, no sentía lo mismo por Eris. Probablemente tenía algo que ver con todo el esfuerzo que había hecho para luchar junto a mí. Los años que había pasado en el Santuario de la Espada habían valido la pena.

Por otra parte, también era imposible imaginarla esperando pacientemente en la casa mientras yo me iba de aventura.

Ahora que lo pienso… la mujer dijo que quería tener un bebé, pero ¿era realmente capaz de quedarse quieta durante el embarazo? Es un pensamiento que da miedo…

…

La conversación parecía haberse detenido. (Mierda. ¿No tenemos nada más de qué hablar? Uh, ¿tal vez los buenos tiempos? Uhhh…)

Por cierto, Ghislaine, ¿sigues manteniendo el ritmo de lectura y escritura?

Sí. Practico como me enseñaste cuando tengo tiempo libre. No querría perder una habilidad que me tomé el tiempo de aprender.

Qué actitud tan admirable. Eris, en cambio, parecía haber olvidado ya casi todo lo que le había enseñado.

Sabes, -dijo Ghislaine (con una sonrisa)-, los demás en el Santuario de la Espada no me creyeron cuando les dije que había aprendido a escribir.

¿No podías haberles escrito algo para demostrarlo?

Lo hice, pero la mayoría de ellos tampoco saben leer. Dijeron que estaba garabateando un montón de tonterías y se rieron en mi cara.

Jaja… Como que deseé haber estado allí para ver eso.

¿Y tú, Rudeus? ¿Sigues practicando con la espada?

Un poco, sí. Cuando tengo algo de tiempo libre en casa, practico las formas que me enseñaste y hago un montón de balanceos como parte de mi entrenamiento diario.

¿De verdad? Ahora eres un mago de pleno derecho, así que me imaginé que lo habías dejado hace años.

Incluso los magos necesitan mantenerse en forma, ya sabes.

No estaba tratando de mejorar mi habilidad con la espada en este momento, por supuesto. Llegar a ser igual a Paul había sido mi objetivo una vez, pero él ya no estaba. Sólo la usaba realmente cuando enseñaba a Norn. En este mundo, no se podía llegar muy lejos como espadachín sin el uso del Aura de Batalla.

Oh, esto me recuerda, -dijo Ghislaine-. ¿Recuerdas la promesa que me hiciste, cuando eras sólo un niño?

Uhm… ¿qué promesa era esa?

Veo que se te ha olvidado. Dijiste que ibas a hacer otra figurita mía.

(Oh, claro. Dije algo así, ¿no? ¿Cuándo fue eso, mi décimo cumpleaños? Eso sí que me hace retroceder…)

He oído que sigues haciendo esas figuritas incluso ahora, ¿verdad? Hazme otra alguna vez, si no tienes nada mejor que hacer.

Absolutamente.

Gracias. No sé mucho de arte, pero me gusta mucho tu trabajo.

Era agradable escuchar eso, no me malinterpretes, pero ¿por qué todos en este mundo decían constantemente cosas como esta con una batalla que se avecinaba en el horizonte? Me ponía nervioso. Espero que no estemos poniendo ninguna bandera de la muerte aquí…

No. En realidad, podía entenderlo. Todavía tenía mis recuerdos de las películas cursis de mi vida anterior, así que me parecía que hablar del futuro justo antes de una batalla significaba que tu muerte estaba casi garantizada. Pero probablemente era al revés. Recordarte a ti mismo las razones por las que querías sobrevivir hacía más probable que lo hicieras.

¿Hm?

De repente, las orejas y la nariz de Ghislaine se agitaron. Levanté mi bastón y me preparé para una pelea; pero ella extendió una mano para detenerme.

No te preocupes. Está bien.

Un momento después, Triss entró en la posada con sacos en ambas manos. Cerró la puerta con un empujón, se acercó a nosotros y nos tendió uno de los sacos.

Hola. He traído algo de comida para ustedes.

Te lo agradezco.

Sí, ¿acaso no soy amable? Asegúrate de saborearla con mucho gusto.

Había varias frutas duras, como peras, dentro del saco. Saqué una y se la arrojé a Ghislaine, que inmediatamente empezó a roerla, con piel y todo.

Muy bien, chicos. Los dejo con ello.

Triss hizo un gesto vago con la mano y se dirigió a las escaleras hacia el segundo piso. La mujer sólo llevaba diez días con nosotros, pero parecía que ya había encontrado su lugar en el partido. Básicamente, entraba en la misma categoría que Ellemoi y Cleane: una verdadera creyente de la justa princesa Ariel. Tenía una boca sucia, pero parecía una persona decente.

Mi única queja real era que su ropa hacía difícil mantener los ojos donde debían estar. Supongo que el atuendo de Ghislaine no era menos revelador… pero es más fácil apreciar la belleza muscular del cuerpo de una guerrera a nivel puramente artístico.

Triss parece estar de buen humor hoy, -comentó Ghislaine-.

Tienes razón. Me pregunto si habrá pasado algo.

Saqué una pera para mí, la desollé con mi cuchillo y le di un mordisco. La cosa estaba algo crujiente por alguna razón, y su sabor era más agrio que dulce. Por alguna razón, mucha de la fruta de este mundo no sabía tan bien por sí sola. Sin embargo, era bastante comestible.

Espero que haya escuchado alguna información útil, –dijo Ghislaine-. Obtener algo valioso siempre pone a ese tipo de personas de buen humor. Los gansos eran de la misma manera.

Hmm, apuesto a que tienes razón.

La princesa Ariel había encargado a Triss que explorara la ciudad y reuniera todo tipo de información. Averiguar el paradero de los soldados de Auber y Darius era, naturalmente, nuestra principal prioridad, pero también quería saber muchas otras cosas. Le había dicho a Triss que le informara de todo lo que pareciera relevante; luego clasificó esa avalancha de información, eligió los elementos más importantes y los discutió conmigo. Como Ariel elegía la información que iba a compartir conmigo, existía la posibilidad de que me perdiera algo crucial. Pero a estas alturas, había decidido aceptar ese riesgo. En cualquier caso, no era capaz de controlar los acontecimientos a la perfección.

En este momento, mi trabajo consistía en considerar los fragmentos que Ariel me transmitiera con el mayor cuidado posible.

Eso me recuerda, -dije-. ¿No dijo Geese algo sobre dirigirse a Asura? Supongo que podríamos toparnos con él en alguna parte.

Probablemente nos vea primero, si es que aún está por aquí.

Sí, eso sonó como Geese. Podía vernos a distancia, y luego planear y escenificar algún tipo de reunión dramática.

Pero conociéndolo, -continuó Ghislaine-, probablemente perdió todo su dinero jugando y se fue a algún otro país hace años.

¿No es Geese un buen jugador, sin embargo?

Sólo cuando está sin blanca.

Por lo que Roxy me había contado, el Reino de Asura no era un gran lugar para vivir si eras un aventurero como Geese. No había muchos monstruos para matar en general, y el gobierno asignaba caballeros para proteger aldeas específicas. Además, los Magos Reales y sus homólogos caballeros eran enviados periódicamente a cacerías a gran escala que servían también como misiones de entrenamiento.

Como resultado, los trabajos de caza de monstruos eran escasos y poco frecuentes. Las grandes empresas asurianas solían tener sus propias operaciones de recolección de recursos, por lo que tampoco había muchas solicitudes de materias primas. Y dado lo seguro que era el Reino, la demanda de guardias temporales también era limitada. Las tareas que se asignaban eran, en su mayoría, tediosas y que consumían mucho tiempo, como los trabajos con personas desaparecidas y los repartos. En ciertas épocas del año, probablemente se podía encontrar trabajo ayudando en la granja de alguien, pero simplemente no había muchas aventuras reales que hacer, en comparación con otros países.

Esto era especialmente cierto en las regiones más cercanas a la capital, Ars. De todos modos, siempre había un cierto número de jóvenes que decidían convertirse en aventureros, pero a medida que iban subiendo de categoría solían desviarse hacia Fittoa o Donati, y finalmente hacia el norte o el sur. Aquellos con habilidades notables o una amplia formación a veces podían encontrar puestos estables como tutores o guardaespaldas de la casa, pero era un listón muy alto que había que superar. Además, no era necesario ser un aventurero para conseguir esos puestos. En Asura había especialistas profesionales que podían encargarse de la mayoría de los trabajos que había que hacer, así que la gente de aquí no sentía mucha necesidad de confiar en un puñado de apestosos y toscos autónomos. Puedes entender por qué la sede del Gremio de Aventureros se encontraba en Millis.

…¿Hm?

Mientras Ghislaine y yo charlábamos sobre todo esto, noté que sus orejas se movían una vez más. Y esta vez, la expresión de su rostro se volvió ligeramente severa. Tal vez los problemas nos habían encontrado por fin. Dejé caer la bolsa de fruta, agarré mi bastón con ambas manos y miré con recelo hacia la puerta.

Pero Ghislaine no miraba la entrada de la posada. Su mirada se dirigía al segundo piso.

Cuando escuché con atención, pude distinguir el sonido de gente discutiendo.

(¿A qué viene todo esto?)

Voy a echar un vistazo, Ghislaine.

Bien.

Me dirigí lentamente hacia las escaleras. Sylphie y Eris seguían fuera de la habitación de Ariel, pero ambas observaban la puerta con preocupación. ¿Teníamos un verdadero problema en nuestras manos?

Hola, Sylphie.

¡Oh, Rudy! Triss acaba de entrar hace unos minutos, pero ahora parece que la princesa Ariel y Luke están discutiendo por algo…

¿Ariel y Luke estaban discutiendo? Eso sonaba… siniestro. ¿No tenía ella esa situación bajo control? ¿Supuestamente?

Bueno, tal vez todo esto era parte del plan. A veces las discusiones podían ser necesarias.

Es Rudeus. Disculpe, pero voy a entrar.

Llamé a la puerta sólo por cortesía, pero luego la abrí de golpe sin esperar respuesta. En el interior, encontré a Luke de pie, con aspecto pálido y tembloroso, a Ariel sentada en una silla con expresión imperturbable y a Triss mirando con torpeza.

Ah, Sir Rudeus, -dijo Ariel (sin siquiera pestañear)-. Justo el hombre que quería ver.

¿Ha pasado algo, Su Alteza?

Sí. Triss nos acaba de traer una información intrigante.

¿Sobre qué, si se puede preguntar?

… Se trata de Lord Sauros Boreas Greyrat.

¿Sauros? Podría ser muy importante, entonces, al menos para Ghislaine. Tal vez era algo que Ariel había pedido específicamente a Triss que investigara…

Resulta que a menudo es más fácil enterarse de las intrigas de la corte real asuriana en estas ciudades regionales que en la capital, -continuó Ariel-. Los que saben demasiado tienden a poner cierta distancia entre ellos y Ars, donde ciertos nobles ansiosos podrían hacerlos matar.

Eso era nuevo para mí. Aunque supongo que tenía sentido. Tal vez.

En cualquier caso, hemos conocido al principal culpable de la caída de Lord Sauros.

Y… ¿quién sería?

El rostro de Luke se contorsionó en una mueca alarmante. Ariel, en cambio, parecía tan sin emociones como una máscara.

Me temo que fue un miembro de mi facción, actuando por iniciativa propia. Alguien que también tenía un rencor personal contra Lord Sauros…

Ariel hizo una pausa, pero sólo lo suficiente para tomar aire.

Es decir, Pilemon Notos Greyrat.

Ah. Así que fue el propio Pilemon quien lo hizo.

Eso sí que sonaba plausible, por desgracia. El clan Notos había sido el principal defensor de Ariel entre la aristocracia, mientras que la familia Boreas favorecía a Grabel. Eran enemigos en ese momento. Además, parecía que Pilemon odiaba a Sauros por razones personales. Seguramente había aprovechado la oportunidad de hacer caer al viejo.

No eran buenas noticias. Pero tampoco fue una gran sorpresa. A pesar de las circunstancias del momento, Sauros seguía siendo el señor feudal de toda una región de Asura. E incluso con su territorio devastado, tenía aliados entre la facción del Primer Príncipe. Sólo otro noble poderoso e influyente podría haber orquestado realmente su caída.

…¿Qué piensa hacer, Princesa Ariel? -Pregunté-.

Permitiré que Ghislaine le quite la vida, tal y como le prometí.

Luke se mordió el labio con fuerza ante esas palabras.

Esto explicaba, sin duda, su arrebato de ira. Sinceramente, me sorprendió que Ariel fuera tan tajante al respecto, sabiendo lo mucho que le importaba su familia. Casi parecía que estaba eligiendo públicamente a Ghislaine por encima de él.

Sin embargo, eso sólo va a suceder si Pilemon… y la familia Notos… realmente nos han traicionado. No tenemos ninguna prueba concluyente de eso todavía.

“…”

Suponiendo que sea cierto, tengo la intención de hacer que Ghislaine lo ejecute, y luego nombrar a Luke como nuevo jefe de la familia Notos.

¿Y si realmente no te ha traicionado?

Convenceré a Ghislaine para que se conforme con los otros.

¿Los otros? Oh…

Ella había llamado a Pilemon el principal culpable. Eso implicaba que había otros conspiradores. Así que en este escenario, ella perdonaría a su aliado pero mataría a todos los demás. No sonaba mucho a justicia, pero así son las cosas a veces. Por el momento, no podía reunir mucha simpatía por un grupo de aristócratas asesinos que ni siquiera había conocido.

¿Se entiende, Luke? -dijo Ariel (mirando en su dirección)-.

…No hay pruebas de que nada de esto sea cierto.

La expresión de Luke era de dolor. Podía notar que entendía la perspectiva de Ariel, pero no quería aceptarla a nivel emocional. Aun así, se mantenía relativamente tranquilo, dado que estábamos discutiendo la posible ejecución de su propio padre.

Es totalmente posible que alguien nos esté manipulando…

(Hmm. ¿Acaba de lanzar una mirada en mi dirección?)

Luke, por favor, quédate tranquilo: como ya te he explicado, Rudeus no va a usurpar el control de la familia Notos Greyrat.

¡Su Alteza! ¡No deberíamos discutir esto delante de él!

Creo que es al revés, en realidad. Me gustaría dejarle esto muy claro a él y a todos los implicados. -Ariel hizo una pausa (para tomar aire y luego continuó con voz firme y clara)-. Por mucho que contribuya a nuestra causa, no tengo intención de conceder a Rudeus un rango en la nobleza asuriana.

A mí me pareció bien. No lo habría aceptado, aunque se hubiera ofrecido. Pero, por alguna razón, Luke me miraba con indisimulada hostilidad. No estaba seguro de cómo debía reaccionar ante eso. Sentía que las siguientes palabras que dijera, o incluso un ligero cambio en mi expresión facial, podrían determinar el curso de acción de Luke.

¿Iba a volverse contra nosotros después de todo?

Mientras dudaba, Ariel intervino. Ahora bien, Luke, creo que deberíamos continuar esta discusión a solas. No te importa, ¿verdad, Rudeus?

Por supuesto que no.

Ariel me había dicho que podía manejar esto. Por el momento, mantenerme completamente al margen me parecía la mejor opción. Observé en silencio cómo ella y Luke salían juntos de la habitación.

***

Esa misma noche, Ariel me informó. En su conversación privada con Luke, finalmente lo convenció de que se abriera y fuera completamente honesto con ella.

En resumen, nuestras sospechas eran correctas. El Hombre-Dios le estaba dando consejos.

Aparentemente, sólo había ocurrido una vez hasta ahora. Mientras nos preparábamos para nuestro viaje, el Hombre-Dios había advertido a Luke que (estuviera preparado para la traición de Rudeus). Su afirmación era que me había aliado secretamente con Darius para poder tomar el control de la casa Notos Greyrat. En este escenario, me motivaba la sed de poder, la lujuria por Ariel y la simple codicia. Sylphie no tenía ni idea de mis intenciones; todo ocurría a sus espaldas.

Durante el día, fingía ser aliado de Ariel, pero la conducía cuidadosamente a las trampas del enemigo. Y por la noche, me escabullía para reunirme con los espías de Darius y contarles todo lo que sabía. De hecho, yo había orquestado secretamente todos estos eventos, después de muchos años de maquinación. Incluso mi matrimonio con Sylphie era supuestamente un paso más en mi plan maestro.

Esta versión de Rudeus sonaba como un tipo ridículamente minucioso e inteligente. Era una pena que no pudiera hacer que tomara las riendas por mí. Mi vida probablemente iría mucho más suave.

Al principio, Luke había encontrado todo esto inverosímil. Era particularmente difícil para él creer que yo tuviera algún interés en unirme a la nobleza. Sentía que nunca había confiado tanto en mí, pero supongo que me había ganado ese beneficio de la duda, al menos.

Sin embargo, los últimos acontecimientos, como la destrucción de los círculos de teletransporte y la traición de la familia Notos, se habían desarrollado exactamente como el Hombre-Dios había predicho. Eso fue suficiente para que Luke perdiera su fe en mí. Y una vez que empezó a mirarme con desconfianza, encontró razones para creer la historia del Hombre-Dios.

Parecía que seguía sospechando de mí, incluso ahora.

Ariel me dijo que la mejor manera de demostrar mi inocencia a Luke era a través de mis acciones. También me prometió que evitaría que hiciera algo imprudente mientras tanto.

Escuchar todo esto fue un alivio. El Hombre-Dios no había hecho nada tan inteligente aquí, así que no sería tan difícil romper su control sobre Luke. El hecho era que yo nunca había conocido a Darius, no tenía ningún deseo de apoderarme de la casa de la infancia de mi padre, y no estaba interesado en acostarme con Ariel. Luke podía sospechar de mí a su antojo, pero yo no iba a traicionarlos.

Para los estándares del Hombre-Dios, esto parecía un trabajo a medias. Estaba bastante claro que nunca esperó sacar mucho de Luke.

Aún así, nunca habría aprendido nada de esto de Luke. Era bueno que Ariel hubiera intervenido para manejar la situación. Ella era mucho más adecuada para el trabajo que yo.

***

Al día siguiente, partimos hacia el sur de Rikket.

Luke me miraba constantemente, y hacía todo lo posible para asegurarse de que nunca estuviera a solas con Ariel. Probablemente pensaba que yo podría asesinar a la princesa y enviar su cabeza a Grabel, ahora que había declarado públicamente que yo nunca sería un noble.

Realmente no me importaba. A estas alturas, sabía lo que pasaba por la cabeza de Luke, y Ariel lo tenía atado. Era una cosa menos de la que preocuparse. No sé si Ariel había previsto algo de esto, pero me impresionó lo rápido que había aligerado la carga sobre mis hombros.

Ese día ocurrió otra cosa digna de mención. La princesa les contó personalmente tanto a Ghislaine como a Eris las cosas que habíamos aprendido sobre la muerte de Sauros.

…Así que, en definitiva, parece bastante probable que los miembros de mi facción hayan jugado un papel clave en la caída de Lord Sauros.

Ya veo…

Hmph.

Ghislaine escuchó la explicación de Ariel con una fría ira en sus ojos. Eris hizo una demostración de parecer desinteresada, pero se podía ver a través de eso fácilmente. Estaba apretando el pomo de su espada con tanta fuerza que toda la sangre se le escurría de los dedos.

¿Vas a cortarme, Ghislaine? -preguntó Ariel (con calma)-.

…No. Mataré a los enemigos que me has ofrecido.

Ghislaine no parecía demasiado obsesionada con asesinar a Pilemon en particular. Esperaba que esto requiriera algo de persuasión, pero supongo que lo había pensado a su manera.

Eris no dijo nada por un momento, pero luego asintió ligeramente. Me parece bien. Estoy dispuesta a matar a cualquiera que pueda causar problemas a Rudeus.

(Nunca cambies, Eris).

Ahora nuestro objetivo restante era llegar a la capital y tener nuestro enfrentamiento con el enemigo. En el transcurso de veinte días, nos dirigimos lentamente hacia el sur por las carreteras secundarias, y finalmente llegamos a Ars, la joya de la corona de Asura.