Buta Koushaku ni Tensei Shitakara, Kondo wa Kimi ni Suki to Iitai (NL)

Volumen 2

Capitulo Final:  Conviccion de Amor

Ahora que mi batalla con Sepith había terminado, finalmente pude dar un suspiro de alivio. Había sido más fuerte de lo que pensaba. A diferencia del Sepith del anime, no era el Caballero Guardián. Por eso, no tenía la Espada Mística, uno de los tesoros nacionales de Daryth. Honestamente, pensé que eso lo convertiría en un oponente fácil.

¿Quién hubiera pensado que intentaría enterrarme vivo haciendo caer el túnel encima de mí? Para ser honesto, eso me puso un poco nervioso.

Interiormente, exhalé un profundo suspiro. La fatiga me pesaba mucho mientras miraba a mi alrededor, que se había llevado la peor parte de nuestra batalla.

El suelo tenía protuberancias y baches por todo el lugar. Las ruinas del distrito residencial que nos rodeaba eran casi fantasmales por el polvo que flotaba en el aire. Es casi como si zombis o algo igualmente espeluznante pudieran surgir del suelo en cualquier momento. Aunque parecía que el distrito ya no estaba en uso, todavía tomaría bastante tiempo reparar todos los daños causados a este lugar. Sin embargo, no es mi culpa que este lugar haya terminado en un estado tan terrible. Todo es porque Sepith se volvió loco.

“¡No se acerquen! ¡Salgan de esta área!” Un gran grupo de soldados alzó tanto sus antorchas como sus voces, ordenando a la gente de la ciudad que se fuera.

Entre los numerosos soldados, elegí a uno en particular con quien hablar. Lo había visto en alguna parte antes. Era un hombre de alta estatura de unos treinta años, uno que tenía una medalla glamorosa grabada con un león en el pecho. Una gran cicatriz recorrió su rostro. Ha dado órdenes a muchos soldados diferentes aquí, por lo que este tipo probablemente sea uno de los comandantes. Un oficial comisionado, si tuviera que adivinar.

“Gracias por dejarnos resolver nuestros propios asuntos. Me ayudo mucho.”

“Permítanme extender mis propias gracias. Gracias a ti, no tuve que pedirles a mis subordinados que hicieran sacrificios innecesarios. Aunque tenemos algunos magos entre nuestras filas, contra los Caballeros Reales, ellos habrían…” El tipo se calló. “Aún así, ese hechizo con el que abrumaste al traidor fue espléndido. Tu destreza en la magia es asombrosa, tanto cuando me sanaste ese día como con ese hechizo anterior.”

“Es deber de los que estamos en la Casa Denning derrotar al enemigo. Además, la magia es lo único en lo que puedo pensar en decir que soy talentoso,” dije encogiéndome de hombros.

“Eres demasiado humilde, joven maestro. No solo rescataste a la Princesa de Cirquista, sino que también gracias a ti pude recuperarme tan rápido y regresar a mi trabajo después del incidente con ese monstruo. No importa lo que sucedió en tu pasado, eso no cambia el hecho de que estoy en deuda contigo.”

“¿Te diste cuenta de quién soy?”

“Cualquiera que haya estado en el ejército el tiempo suficiente recordará los rostros de los Denning.” El hombre miró a su alrededor y cambió de tema. “Aún así, ¿quién hubiera pensado que tal lugar existía debajo de la ciudad? Y que las personas conectadas a Dustour lo sepan…”

Los soldados sacaron a un grupo de hombres que gemían de dolor de una de las antiguas residencias y los ataron. Estos hombres eran los agentes de Dustour que habían estado en contacto con Sepith.

En el momento en que esos tipos de Dustour me vieron, gritaron de miedo.

Había buscado en todos los rincones de la ciudad después del día en que Alicia aceptó el plan propuesto por Sepith, y ese arduo trabajo dio sus frutos. Los túneles debajo de Yoram formaban un laberinto secreto que también se había usado en el anime, y por casualidad encontré un camino iluminado con antorchas frescas en las paredes.

Después de dejar el teatro para que se ocupara Silva, busqué alrededor y confirmé que Sepith se había dirigido hacia los túneles. Luego tomé un atajo para esperarlo en su destino.

Estaba seguro de que el camino sospechoso que había descubierto en mi búsqueda era el que usaría Sepith, y me dirigí a la vieja casa en el distrito residencial, que había explorado de antemano. Encontré a algunas personas del imperio merodeando por allí, así que los interrogué muy a fondo y les hice escupir la verdad sobre Sepith. Fueron momentos realmente divertidos.

“Joven Maestro, la Orden se dirigió al teatro. El cardenal también se encuentra allí. Por favor, déjenos el cuidado de este lugar y diríjase allí para reunirse con el resto.”

“Mmm. Supongo que haré eso. Ah, estoy seguro de que lo sabe, pero entregue ese Caballero Real a la Orden. Ellos decidirán qué hacer con él.”

“¡Entendido!”

Los soldados cuadraron sus expresiones y cada uno me hizo un saludo completo. Tal exhibición era impensable para un estudiante normal.

Pero el escudo de Denning estaba grabado en la varita negra que tenía en la mano. Solo necesitaba mostrarles este símbolo y los soldados cambiarían inmediatamente su actitud y seguirían todas mis órdenes.

¿Cómo lo pongo…? Reaccionaron ante mí como si yo fuera su comandante en jefe o un héroe al que admiraban. Me sentí como un cerdo atrapado por los faros bajo el peso de las miradas de admiración de esos soldados en mi espalda. Sintiéndome un poco incómodo, decidí llamar a Alicia, quien aún parecía estar aturdida después de recuperar la conciencia.

Disfrutando del resplandor del sol de la tarde, Yoram estaba lleno de conmoción. Normalmente, la ciudad estaba en paz y los grandes incidentes eran casi desconocidos en la ciudad adormecida. Hoy, sin embargo, los soldados corrieron apresuradamente por la ciudad.

“¡Ha llegado la Orden de los Caballeros Reales!”

“¡Esa gente no es de Daryth, es de Cirquista! ¡Son un grupo de forasteros que escaparon de Cirquista a Yoram!”

Todo esto fue por Sepith. Ese idiota probablemente todavía estaba inconsciente.

“¡Silva vino con la Orden! Él es el principal contendiente para convertirse en Caballero Guardián, ¡ya sabes! ¡El rumor de que un plebeyo estaba involucrado en la Selección del Guardián era cierto!”

Incluso ahora, la confusión se agitó en mi pecho. La expresión en el rostro de ese chico y las palabras que dijo durante nuestra última conversación fueron completamente diferentes a las del anime. Honestamente, no esperaba que el que se hubiera convertido en el Caballero Guardián Traidor en otra línea de tiempo se preocupara por el estado del teatro.

“¡Esa es la Espada de Luz Mística! ¡Así que realmente le dieron el tesoro nacional a un plebeyo!”

“¡Los tiempos están cambiando, todos! ¡El próximo Caballero Guardián es un plebeyo!”

Y esas últimas palabras suyas… ¿Por qué exactamente me estaba agradeciendo?

“Oye, ¿me escucharías ya, Alicia?” Dejando esos pensamientos a un lado, miré hacia la princesa de nuestro país aliado. Su espléndido vestido que había admirado antes estaba roto y hecho jirones, y el disgusto irradiaba de ella en oleadas. Podía sentir eso a pesar de que ella me había dado la espalda.

Nos detuvimos en la calle central que conducía al corazón de la ciudad. A pesar de que caminaba con la cabeza gacha, su nobleza aún brillaba. Su vestido manchado no empañó en absoluto su hermosa apariencia y, de hecho, solo sirvió para contrastar y resaltar su abrumadora belleza.

Muchos ojos curiosos se posaron sobre ella, todos preguntándose qué le había pasado a la chica. Una buena parte de los transeúntes que caminaban por esta calle se detuvieron en seco para mirar a Alicia. Y tampoco fueron solo los hombres──personas de todas las edades y todos los géneros se detuvieron y miraron.

Parte de la ira de Alicia probablemente se debió a su exposición a la multitud entrometida.

“Tuviste mala suerte,” razoné. “Alguien estaba destinado a sacar la pajita más corta eventualmente, y ese alguien terminó siendo tú.”

“Ahórrame tus patéticos intentos de simpatía. Estoy de peor humor en este momento.”

Ni siquiera necesitaba adivinar por qué estaba tan molesta. Ella había confiado en Sepith con todo su corazón, y él le había devuelto su confianza casi vendiéndola como moneda de cambio. En el tiempo que pasó con Sepith antes de que la rescatara, probablemente se había dado cuenta de cuán profunda corría la locura bajo la fachada de Sepith, a juzgar por su reacción.

Su rostro estaba todo arrugado por su miseria. Se había negado a pronunciar ni una sola palabra desde que recuperó la conciencia, y eso respaldaba mi teoría.

Ella gruñó. “No puedo perdonarlo. Estoy pensando en darle una patada con todas mis fuerzas una vez más.”

“Mala idea. Si le causas más dolor, es posible que se vaya de este mundo para siempre.”

“Eso sería una pequeña consecuencia, considerando lo que hizo. ¡¿Ese tipo sabe siquiera de quién intentó aprovecharse?!”

Dudé, eligiendo cuidadosamente mis siguientes palabras. “La Orden probablemente te hará una disculpa formal más tarde. El cardenal mismo podría darte tiempo para que hagas eso. Tener una deuda con uno de los principales líderes del país es bastante salvaje.”

“Ugh, no me siento con ganas de eso. ¿Qué se supone que debo decirle al cardenal? Todo fue por mi cuenta, nada menos. Nadie sabe lo que está pasando por la mente del cardenal de Daryth, y da bastante miedo.”

“Eh.” Le levanté una ceja. “Así que incluso alguien como tú le tiene miedo.”

“¿Qué crees que soy?” Alicia murmuró malhumorada. Caminó en silencio por un momento antes de detenerse y se dio la vuelta, señalando con un dedo hacia mi frente. “¡Más importante! Solo me han sucedido cosas terribles desde que empezaste a intentar perder peso.”

Tomada como rehén por No Face, luego traicionada por un Caballero Real… Cierto, ella tuvo mala suerte, pero ¿qué tenía yo que ver con todo eso?

Y en el caso del Caballero Traidor, ella solo estaba cosechando las semillas que había sembrado. Me había mantenido tratando de detenerla todo el camino hasta el último momento, justo antes de salir para el teatro. Pero probablemente no esté pensando con claridad en este momento, así que si le digo eso, solo terminaríamos discutiendo.

“¿Entonces estás diciendo que es mi culpa?”

“Quiero decir…” Ella se calló. “¡Es tan injusto!”

Que lo llamara “injusto” era injusto en sí mismo, pero en realidad, su declaración podría haber sido acertada.

Si todo hubiera salido según el anime, nadie habría intentado secuestrar a Alicia y venderla al norte. Fue mi interferencia la que hizo que Alicia se viera envuelta en situaciones terribles y potencialmente mortales dos veces, a pesar de ser antes de los eventos que sucedieron en la línea de tiempo del anime.

La belleza real siempre había estado protegida en su país de origen; Ambos incidentes probablemente fueron insoportables para ella.

“Aunque te salvé las dos veces,” murmuré por fin.

“Eso es… Bueno… supongo…”

Shuya y Alicia fueron los personajes principales del anime──tal vez Alicia se metió en problemas debido a que se metió en mi territorio. Quizás todo esto significó que se convertirían en protagonistas clave incluso en mi propia historia.

“¿Eh? Quédate quieto por un minuto,” exigió.

“¿Qué es esto, de la nada?”

“Tal como pensaba, eres diferente,” dijo Alicia mientras me escudriñaba. “Duque Cerdito, ¿hiciste algo especial hoy?”

“Hice papilla a Sepith y te rescaté.”

“No, eso no. Hablo de tu peso. De alguna manera, pareces mucho más delgado que ayer.”

“¿Perdido peso? ¿En serio?”

“Eres completamente diferente… Tu figura es más firme de lo habitual y tu constitución también parece un poco más robusta.”

“Tal vez sea porque bebí un montón de la poción para bajar de peso de Charlotte antes de ir al cine. No lo he bebido últimamente, así que esa es la única diferencia. Si tú también quieres adelgazar, lo compartiré contigo, Alicia. Todavía queda la mitad.”

“Estoy bien, gracias. Si bebo algo así, me enfermaré o algo así.”

Aún así… la poción para bajar de peso especialmente elaborada por Charlotte, ¿eh?

Yo mismo no podía notar la diferencia, pero según Alicia había perdido peso, y rápidamente. Sonaba tonto. Ni siquiera había salido a trotar por la mañana los últimos dos días debido a la operación. En todo caso, había estado comiendo más de lo habitual, inventando excusas de que necesitaba acumular fuerzas antes de ir al cine. Sin embargo, a cambio de mi banquete, Charlotte me obligó a tragar una gran cantidad de esa poción. Hmm, supongo que tendré que mirarme en el espejo cuando regrese.

Alicia suspiró. “Uf, esto es lo peor… Pero es cierto que me salvaste, así que…”

“¿Qué es? Estás murmurando cosas en voz baja,” dije. “Vamos, Alicia. Vamos.”

“Callate. Necesito prepararme para algo como esto, ya sabes.”

“¿Prepárate?”

“Sí.” Alicia bajó la cabeza hacia mí.

¿E-eh? ¿Q-que?

No vi venir esto en absoluto. Hace apenas unos días, ella estaba gritando maldiciones y lanzándome insultos, volcando todas sus emociones sobre mí. No podía creer que la misma chica me estuviera inclinando la cabeza.

“Whoa, espera. Solo hice lo que cualquier otra persona haría en mi puesto. En todo caso, debería ser yo quien se disculpe como ciudadano de Daryth, ya que experimentaste una situación tan estresante aquí.”

“Pero no estaré satisfecha a menos que haga lo que debo hacer,” declaró Alicia sin una sombra de duda.

Correcto. Alicia es ese tipo de chica. Si alguien estaba equivocado, Alicia era una chica noble que hará un llamado de atención, incluso si estaban por encima de su posición. Por eso terminó con una persona pura y honesta como Shuya. A veces, mostraba su fuerte voluntad y sentido de la justicia y me hacía preguntarme de dónde había sacado toda esa energía, considerando lo pequeña y frágil que era.

Así, la heroína principal de Shuya Marionette se inclinó con su gracia natural hacia mí, su ex prometido y enemigo jurado.

“Está bien, estoy lista ahora,” susurró.

¿Lista? ¿Para qué? Pero no tuve la oportunidad de expresar mi pregunta.

Cuando levantó la cabeza, su expresión era completamente diferente a la habitual mirada amarga en su rostro. Tenía un polvo rosado en las mejillas y parecía un poco avergonzada.

Con la luna llena sobre ella, la princesa de la hermosa Metrópolis del Agua──

“¡Gracias… por salvarme!” Dijo Alicia, y sonrió.

Me quedé impresionado por su sonrisa. Fue casi suficiente para hacerme olvidar mi batalla con Sepith. Su sonrisa era tan linda que me hizo pensar que venir a esta ciudad valío la pena, si significaba pasar por todo esto solo para verla.

No pude pronunciar una sola palabra.

La sonrisa de la heroína principal cautivó a muchos de los espectadores; fue así de linda. Pensé que su sonrisa nunca estaría dirigida a nadie más que al aspirante a protagonista del anime. Especialmente no hacia mí, un humano despreciado en un camino de un solo sentido para convertirse en cerdo. Nunca pensé que me sonreiría en toda mi vida.

Esto… Esto es una emboscada terrible.

“¡¿Por qué no estás mirando en mi dirección?! ¡Acabas de recibir un agradecimiento de parte de los tuyos de verdad! ¡Es un honor muy, muy raro!”

“¡C-Cállate!” Tartamudeé. “¡¿Por qué debería importarte?!”

“¡¿Eh?! ¡Mírame!”

Mi corazón recibió un golpe crítico con su sonrisa. Sentí como si alguien me hubiera agarrado el corazón y lo hubiera apretado con fuerza. Este es probablemente el encanto que cautivó a muchos de los personajes de anime, ¿eh?

Eso me recordó. Érase una vez, Silva había dicho que Alicia definitivamente se convertiría en una belleza, así que estaba celoso de mí por estar comprometido con ella. Su predicción fue absolutamente correcta.

Alicia probablemente sintió mi vergüenza, después de haber sentido todo el peso de la sonrisa en la que aparentemente había vertido todo su corazón, y se acercó a mí. Me miró a la cara desde abajo y dijo: “Vamos, levanta ya la barbilla.”

Uf, en un momento está actuando de forma noble y digna, pero al momento siguiente, comienza a burlarse de mí. ¡Sin embargo, yo no soy de los que se toman las cosas de brazos cruzados!

“Solo bromeaba,” murmuré.

“¿Eh?”

Levanté la cabeza y apunté con mi varita hacia la chica que tuvo la mala suerte de convertirse en la heroína principal de Shuya Marionette.

Hace casi mil años, durante una época de la que solo se habla en los mitos, la magia aún no se había dividido en los seis elementos.

La mujer a la que llamamos la “Fundadora de la Magia” había tomado prestado el poder de seres llamados espíritus y, según la leyenda, podía realizar casi cualquier hazaña que la gente de su tiempo pudiera imaginar.

Los plebeyos en Daryth parecían pensar que los nobles nos convertimos en seres omnipotentes después de pasar por un entrenamiento mágico avanzado, pero eso fue un gran error. Por ejemplo, un mago de fuego solo puede usar hechizos de fuego, un mago de agua solo puede usar hechizos de agua, etc. En comparación con aquellos días antiguos, los magos modernos eran muy limitados en lo que podíamos hacer.

Por eso, en las raras ocasiones en que un mago tenía aptitud para más de un elemento, se le daba un trato especial. Si un plebeyo pudiera despertar varios elementos, no se detendría en ser tratado como un noble, incluso podría ganar oficialmente un título noble. La Magia era mucho más versátil cuando se podía trabajar con varios elementos.

“¿Tú hiciste esto?” Preguntó Alicia por fin, mirándose a sí misma.

“Bueno, sería muy triste dejarte en ese estado miserable, e incluso podría empañar mi honor caminar a tu lado de esa manera, así que sí,” dije encogiéndome de hombros.

Para ilustrar mi punto anterior… había usado un hechizo de triple elemento de viento, agua y tierra. Aunque no pude devolver el vestido a nuevo, fue una gran diferencia en comparación con lo andrajoso que estaba hasta ese momento. Este poder místico era algo que muy pocas personas, además de mí, podían lograr. No debería haberlo usado para algo tan trivial como esto en principio, pero decidí que haría una excepción, dado todo lo que había sucedido hoy.

“Deberías haber hecho esto antes. ¿Qué tan avergonzado crees que estaba caminando en tal estado?”

“También necesitaba prepararme, ya que eres como una persona completamente diferente cuando estás vestida bien. No hay nada más difícil que lidiar con eso, ya sabes.”

Alicia hizo una pausa. “¿Qué quieres decir?”

“Estoy diciendo que eres mucho más bonita que la actriz que interpretó a la princesa.”

“¿Qué dices… tú…?” Alicia se calló. “¿Eh? ¿Yo…?”

Alicia se puso rígida como una tabla, como si no entendiera las palabras que salían de mi boca.

No presté atención al espíritu del viento cerca de mí que susurraba: “¿Es esto una infidelidad? ¿Estás haciendo trampa?” Era mejor dar esos cumplidos directamente; ese era un secreto para el éxito que había aprendido cuando era niño. Además, probablemente Alicia estaba acostumbrada a que la gente hablara poesía sobre ella. No fue gran cosa.

Pero espera. ¿Eh?

Alicia ahuecó sus mejillas, como para ocultar que su cara se había puesto roja. “¿Qu-Qu-Qu… qué? T-tú… ¿Q-qué acabas de decir?”

“Dije que eres muy bonita.”

“¿B-bonita? ¿Q-qué pasa con eso…?”

¿Lo que dije fue lo suficientemente extraño como para que ella reaccionara así? Aunque estaba acostumbrada a escuchar cumplidos como ese, su rostro estaba casi tan rojo como su vestido.

Mi ex prometida se veía completamente indefensa, algo que no podía imaginar con ella considerando cómo solía maldecirme con su lengua afilada. Ella era un poco linda así.

Los cumplidos de alguien a quien odia tanto deben ser tan inesperados que la dejaron en un estupor. O algo así. Si lo hubiera hecho a mi manera, me habría quedado allí y habría observado, pero tenía que volver al teatro lo antes posible y ver cómo estaba Charlotte.

Por lo tanto, pasé rápidamente junto a la forma congelada de Alicia, murmurándole en un tono despreocupado: “Vamos, vámonos. Estás cien años demasiado pronto para burlarte de mí.”

Si seguíamos mirándonos el uno al otro de esa manera, podría haber terminado todo rojo. Seguí andando, dispuesto a dejarlo así.

Pero entonces—

“N-No te atrevas a tratar de actuar con calma. ¡¡¡Sigues siendo un maldito cerdo!!! ”

“¡Ay!” Grité, sintiendo que algo pesado golpeaba la parte posterior de mi cabeza. Miré hacia abajo. Uno de sus tacones altos se quedó allí en el suelo, volcado donde aterrizó.

Ay, eso duele. Probablemente ahora tenga un gran chichón en la cabeza.

Pero por alguna razón, era reacio a curar esta herida con un hechizo de agua.

Al final, comenzamos a caminar lentamente hacia el teatro, uno al lado del otro, pero no nos miramos en todo ese tiempo.

***

Alicia se apoyó contra la fría pared exterior del teatro y miró en silencio al espadachín de cabello negro desde lejos.

“¡Ese es Silva! ¡Ese es el plebeyo que es el principal candidato para convertirse en el próximo Caballero Guardián!” gritó un hombre entre la multitud.

“Escucha esto: ¡me estrechó la mano! ¡Sí, ese es el caballero en el que basaron Caos de la Espada!”

Después de que apareció el espadachín plebeyo, la atmósfera en el teatro había cambiado por completo en presencia de tal celebridad. Además de eso, la Orden irrumpió en el teatro e inmediatamente sometió a los bandidos. O eso había oído Alicia.

Aún así, ha pasado un tiempo desde la última vez que vi a ese hombre. Parece bastante maduro. ¿Cuantos años tiene el ahora? Alicia empezó a contar su edad con los dedos. Tengo dieciséis años, así que probablemente tenga poco más de veintitantos. Oh, ahora es un adulto. Alicia asintió para sí misma.

“¡Tal como pensaba, realmente ha perdido bastante peso, milord! ¡Ha, ha, cuando te vi por última vez, eras como el hijo de un orco! ¡Realmente has cambiado!” exclamó el espadachín del centro.

Cuando era joven, el niño mayor que a menudo había jugado con ella en tierras de Denning era ilegible. Cuando era niña, Alicia se había preguntado quién era ese chico. Ella sabía mejor ahora; ese chico fue uno de los dos caballeros elegidos específicamente para proteger a ese tipo en el pasado. El plebeyo se llamaba Silva y era la mitad de los Caballeros de las Alas Gemelas.

Ahora era candidato a convertirse en héroe. Se puso una capa blanca y ese hombre saludó con la mano a su antiguo maestro.

“Escuché que había comenzado a tomar las cosas en serio y había venido a Yoram, milord, así que no pude evitarlo. ¡Dejé la Orden en el polvo y vine directamente aquí!”

“¡Oye! ¡Hay demasiada gente a tu alrededor! ¡¿Por qué eres más popular que yo?!” el chico se quejó en respuesta. El hombre fue bombardeado por gente de todos lados. Al parecer, la emoción de la multitud todavía no se había calmado.

Es muy popular. Supongo que tendría que serlo, considerando que es inaudito que un plebeyo ingrese a la Selección del Guardián. Alicia se encogió de hombros.

“Su Alteza, es casi la hora.”

“Por favor, déjeme quedarme aquí un poco más, Señor Oliver,” respondió Alicia.

“… Entendido, Su Alteza.”

Alicia había terminado de lidiar con la avalancha de personas que se dirigían hacia ella, con el Caballero de las Flores a su lado todo el tiempo.

Un Caballero Real apto para la magia del agua curó las heridas de Oliver de Sepith, por lo que Oliver pudo regresar al servicio activo de inmediato. A pesar de que Alicia era una maga del agua, no podría haber curado una herida tan grave tan rápido. La Orden estuvo a la altura de su fama con un gran talento en sus filas.

Después de que el Caballero de las Flores se recuperó lo suficiente para moverse, se negó a moverse del lado de Alicia. Este era su trabajo, dijo, y no lo convencerían de lo contrario.

Había una sensación de melancolía en sus rasgos. Incluso cuando Alicia le preguntó sobre Sepith, el hombre se mordió la lengua.

Una vez que Alicia salió de esta área, tenía programada una reunión con el cardenal Maldini, en la Casa de Yoram. Pero incluso con las circunstancias actuales, Alicia pensó que no podría presentar ninguna queja al infame cardenal. Probablemente terminaría firmando algún tipo de documentos──de acuerdo con lo que dijera el hombre.

Uf, problemático. Esa fue su reacción honesta.

“Ha, ha, bueno, ahora soy una capa blanca, por eso.”

“¡Aprecio tu ayuda antes, pero a nadie le importa lo que estás haciendo con tu vida ahora! ¡Más importante aún, Charlotte! ¡¿Dónde está Charlotte?!”

Harta de todas las reuniones de emparejamiento para un matrimonio arreglado políticamente, Alicia había rogado a sus padres que la dejaran tener libertad por un tiempo. Ella golpeó mientras el hierro estaba caliente y presionó más, diciendo que quería ir al Instituto de Magos Kirsch en Daryth. Aunque inicialmente les había dicho a sus padres que quería hacerlo para ampliar sus horizontes, terminaron arrebatándole la verdad.

“No he resuelto mi relación con él. Eso es todo.”

Sus padres cedieron después de eso, incluso la animaron a ir.

Le dieron tres años, la cantidad de tiempo que le tomaría asistir y graduarse del Instituto de Magos Kirsch. Era más de lo que jamás podría haber pedido, y no podía creer lo que oía cuando le dijeron eso por primera vez.

Sus padres probablemente también se habían aferrado a lo que recordaban del chico que habían visto en el pasado, al igual que ella.

Después de todo, él había sido el Prodigio del Viento una vez, el que se decía que era el futuro del País de los Caballeros. Incluso ahora, Alicia encontró sus ojos pegados a cada movimiento del chico. Lo mismo ocurrió con el Caballero de las Flores que estaba a su lado.

“Señor Oliver, ¿puedo preguntarle algo?”

“Cualquier cosa, Su Alteza.”

“¿Hubieras podido capturar al hombre conocido como Sepith Pendragon sin sufrir ninguna herida de tu parte?”

El silencio del Caballero de las Flores fue una respuesta más que suficiente para Alicia. Incluso para un caballero tan famoso como el Caballero de las Flores, el Caballero Traidor es un enemigo de una destreza mortal, ¿eh?

Sin embargo, el tipo que seguía gritando y buscando a Charlotte había logrado tal hazaña. Pudo derrotar a un Caballero Real con tanta indiferencia, incluso llegando a actuar como si nada hubiera pasado después de una batalla tan acalorada.

Esta ni siquiera era la primera vez que mostraba un poder increíble. Primero la mercenaria, luego el Caballero Traidor…

En ambas ocasiones, Alicia había pensado que no tenía a nadie que la ayudara, pero ese tipo se había dado cuenta de que estaba pidiendo ayuda. De todos, él fue el único que lo hizo.

Cada vez que el chico miraba a Alicia a los ojos en Kirsch, siempre había mirado a algún lugar lejano, como si estuviera mirando más allá de ella y no a ella. Pero ese día, y nuevamente justo ahora, miró a Alicia, y con la misma mirada amable que le había dado una vez.

“¡Ahí estás, Charlotte! ¿Estás herida en alguna parte? ¡¿Estás bien?!” El chico corrió hacia Charlotte, examinándola de la cabeza a los pies en busca de lesiones.

Y esa mirada fue suficiente para que Alicia recordara una cosa vívidamente:

la razón por la que había estado cautivada con él en primer lugar.

Él había sido el único que miró más allá de su estatus real y la trató como Alicia. La regañaba cuando hacía algo mal, discutía con ella por cosas triviales e incluso compartía frutas silvestres del bosque con ella.

Todo eso había sido tan nuevo para Alicia. Fue la primera persona que trató a Alica como a un igual.

“Espera, ¿qué es esa varita? ¿Eh? ¡¿La recogiste?! ¡¿El botín de guerra?!” La voz del chico se trasladó al pánico. “¡Escúchate a ti misma! ¡No puedes hacer eso!”

“Milord, Charlotte también derrotó a uno de los ladrones. Pero, bueno, ella todavía no puede controlar sus hechizos…” Silva interrumpió, luego pareció reírse con una miríada de emociones reprimidas. “En serio, no pensé que los volvería a verlo de esta manera… Hoy es un gran día…”

Mirando hacia atrás, esa había sido una razón tan simple. Ella era casi como un pollito recién nacido imprimiendo a un padre, con la forma en que se aferraba a él. Pero cuando ella era una niña… una razón tan pequeña fue suficiente para enviarla a la luna, como si él fuera la única gracia salvadora en su vida.

Darse cuenta de que esto no fue un descubrimiento revolucionario.

Alicia fingió que no se había dado cuenta de la verdad en todo este tiempo. La verdadera razón por la que había venido hasta la escuela de magos en este país… era porque creía obstinadamente que un día, el chico del pasado regresaría. Después de todo, sus sueños siempre tuvieron una cosa en común: eran todos sus recuerdos de él desde su infancia.

Alicia exhaló un profundo suspiro. No sabía por qué, pero ese chico había regresado.

El chico que una vez fue apodado “el orco humano” ya no existía. Ahora era una persona que estaba a la altura de su condición de descendiente directo de la Casa Denning. Si tuvieras algo que señalar, podrías señalar su figura regordeta, pero… Sin embargo, parece haber perdido aún más peso que nunca.

Alicia lo sabría; había estado viviendo bajo el mismo techo que él desde que llegó a Yoram. Quería acercarse a él y confirmar la verdad por sí misma. Pero al final, es demasiado mortificante acercarme a él por mi propia voluntad…

“¿Hay algo que le molesta, Alteza?”

“No es nada,” murmuró Alicia por fin.

Había un anillo de compromiso adornado con carmesí y azul en su bolsillo. Alice sintió la superficie dura bajo las yemas de sus dedos. Había sido elaborado específicamente con los colores asociados con la Casa Denning y la realeza de Cirquista.

“Haaah…”

Una vez más, dejó escapar un suspiro largo y profundo. Sin embargo, en contraste con su suspiro, su rostro estaba lleno de alegría, casi como si una carga que había llevado durante muchos años finalmente fuera quitada de sus hombros.

¿Las razones de eso? Bien…

En primer lugar, desde el fondo de su corazón, se alegraba de haber venido a Daryth──a Kirsch.

En segundo lugar, se dio cuenta de que el enamoramiento de su infancia nunca iba a terminar. En todo caso, parecía que se había vuelto a encender.

“El héroe llega por fin. Maldini, parece que ya no necesitamos la Selección del Guardián.”

Yoram todavía estaba alborotado por la visita de la Orden de los Caballeros Reales.

Los terratenientes de las áreas circundantes y los nobles influyentes se reunieron en la casa del propietario junto a la torre del reloj en el centro de la ciudad.

Allí, una chica soltera bajó de un carruaje tirado por caballos mientras los caballeros de la Orden la atendían. Sus mechones de oro rosa ondeaban con la brisa, dándole un aspecto divino como el de una diosa. Podría decirse que su rostro somnoliento era su rasgo más atractivo, que se destacaba marcadamente en contraste con tanta belleza.

Junto a ella estaba el Comandante Caballero Real, Johannes Maldini, el que se decía que estaba moviendo en secreto los hilos detrás del País de los Caballeros. Esta chica, a la que sirvió el cardenal, no era otra que la propia Carina Little Daryth, la Luz Divina de Daryth.

“‘Un país importante que carece de héroes solo caerá en declive’. Eso fue lo que siempre dijiste. Bueno, este es un buen giro de los acontecimientos para ti. Ahora hay un contendiente para ese héroe. Su experiencia no debería ser un problema, considerando que usted dio el ejemplo cuando presentó el nombre de Sepith antes.”

El Comandante Caballero Real asintió en silencio ante las palabras de la princesa. No tenía ganas de discutir eso. Después de todo, Maldini había sido quien insistió en que Sepith Pendragon debería ingresar a la Selección del Guardián a pesar de las objeciones de la princesa.

La princesa se volvió para mirar a la gente que la rodeaba y se dirigió a ellos. “Todos, me gustaría aprovechar esta oportunidad para dejarlo claro.”

Todos los Caballeros Reales se arrodillaron con la excepción de Oliver, que estaba protegiendo a Alicia. Las palabras de la princesa heredera eran afines a la ley de la nación.

“No me importa la situación de la familia, ni lo que sucedió en el pasado.”

El mundo se encuentra actualmente al borde de una guerra sin precedentes al acecho. Su enemigo estaba claro: el Imperio Dustour en el norte. El imperio poseía tres magníficos héroes cuyos nombres, indiscutiblemente, dejarían una gran huella en la historia. La superpotencia en el norte miraba como un halcón, esperando el momento oportuno para invadir el sur y unir todo el continente.

Para combatir la ambición del imperio, los cuatro países principales del sur formaron una alianza. Entre la Gran Alianza del Sur, la influencia de Daryth se había desplomado en los últimos años, causando un dolor interminable en el país.

La razón de este declive fue simple: Daryth no tenía un héroe lo suficientemente grande como para convertirse en un símbolo de su país.

“No importa cuán problemática pueda ser la personalidad de una persona, si tiene la capacidad de convertirse en un héroe, entonces──”

Por eso, en el anime, cierto chico con un poder extraordinario había sido colocado en el pedestal como el salvador del mundo. Shuya Newkern forjó su camino hacia la salvación del mundo con el Gran Espíritu de Fuego, Eldred, en el anime Shuya Marionette.

En este momento, este salvador del sur conocido como el Adivino Fiery todavía no había mostrado ningún signo de su despertar. Sin embargo, el destino no esperó a nadie y comenzó a girar sus engranajes, avanzando hacia lo que los eventos determinaron legítimamente este mundo.

“Incluso si esto significa la guerra con la Casa Denning… lo elijo como mi Caballero Guardián.”

Se acercaba una tormenta. Un incidente de escala sin precedentes estaba a la vuelta de la esquina, listo para sacudir el continente.