Nishino (NL)

Volumen 8

Capitulo 14: Fiesta De Bienvenida (Después)

 

 

Fiesta de bienvenida para Rose y Gabriella al mudarse a su casa compartida.

Ha pasado una hora desde que se hizo el brindis en esa mesa.


La suntuosa comida dispuesta alrededor de la mesa del comedor se estaba acabando más rápido de lo que la cocinera había planeado originalmente, tras la inesperada participación de Francisca. Antes de que se dieran cuenta, la mayoría de la comida había desaparecido en los estómagos de todos.

—Rose-chan, casi no hay comida.

—Sí, parece que se va a acabar.

Cuando piensan en el menú de hoy, al que sólo le queda el postre, probablemente se sienten un poco insatisfechos. La comida por la que se había esforzado tanto en cocinar para su amado había sido devorada, Rose se sentía insatisfecha.

—Quiero algo masticable y salado.

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—¿Aún vas a comer?

—Dicho esto, hoy te has saltado el desayuno y la comida.

—No sé qué está haciendo tu estómago.

—¿Podrías hacerlo ligero y rápido?

Francisca cuenta alegremente su historia con una lata de cerveza en la mano.

Parecía estar agradablemente borracha de nuevo.

Además de la comida, el champán también está a medias. Todavía no ha bebido lo suficiente, y ahora está abriendo una lata de cerveza de una tienda cercana. Dice que cuando los aperitivos son buenos, la bebida progresa.

—¿Crees que soy una cocinera profesional o algo?

—Creo que [Normal] piensa que la cocina de Rose es deliciosa, ¿no?

La tía cascarrabias, que de alguna manera quería un plato extra, decidió utilizar a Nishino como pretexto para extraer concesiones de su subordinado. Es gratis decir lo que quieres, pero no es gratis decir lo que no quieres.

Entonces, inusualmente, el futsumen siguió la conversación.

—Efectivamente, esto no es tan malo.

Como siempre, es abrumadoramente superior.

Sin embargo, la actitud de Rose hacia Nishino había cambiado, y la actitud de él hacia ella se había suavizado hasta el punto de ser lo suficientemente honesta como para alabar sus habilidades culinarias. También es cierto, como se quejó Francisca en repetidas ocasiones, que siente que la comida no es suficiente.

Últimamente, práctica el breakdance a diario, lo que le ha ayudado a comer más que antes.

Cuando se baña, se hace un chichón en el brazo, y está contento con su crecimiento físico diario.

En este caso, la loli rubia no está tan lista.

—… No tengo elección. Sólo denme un minuto.

El placer de ser deseado por la persona que amas.

La maternidad de Rose se acentúa. Una rápida mirada a Francisca, diciendo ‘Nunca es para ti’.

Dejó los palillos a su lado y se levantó de la silla con impaciencia.

—Ah, onee-sama, por favor espera. ¡Yo también te ayudaré!

—No gracias. ¿Tienes idea de cuánto me has interrumpido incluso hoy?

Sin pausa, Gabriella le sigue a la espalda.

Rose no estaba contenta, pero la siguió y ambas se instalaron en la cocina.

Como ambas partes habían expresado, Gabriella cometía constantemente errores en la preparación de la fiesta de bienvenida. La chef principal que la apoyaba se quejaba de que era mucho más eficiente por su cuenta.

Sin embargo, hoy en día es difícil que dos personas puedan hacer algo por la fuerza, y mucho menos hacer que escuchen lo que tienen que decir.

Al no tener otra opción, Rose decidió ignorar a Gabriella y seguir con los platos adicionales.

—Tengo restos de cortezas de rollitos de primavera, tal vez los enrolle en queso y los fría.

—Bueno, debo admitir que suena delicioso. Bueno, yo me encargaré de cortar el queso.

—¿De qué estás hablando? Tienes que seguir cocinando. Si no trabajas sola de principio a fin, no puedes decir que has cocinado.

—…

Gabriella se pone el delantal, levanta los brazos y habla con entusiasmo. Con su voluntad, Rose se pone a cocinar. Abriendo la nevera, saca los ingredientes necesarios y trabaja rápidamente.

No es divertido estar en el extremo receptor del señalamiento del problema.

Pero era una buena idea.

Y Gabu-chan es una mujer bastante ambiciosa en esto.

—Yo misma cocinaré un plato.

Dio un paso hacia adelante, murmurando con aire emprendedor. siguió a Rose hasta la nevera.

‘Ahora, ¿qué voy a cocinar?’ Pensando en esto y aquello, mira los alimentos del compartimento de las verduras, y su mente divaga. Entonces mira su visión y ve algo que es distinto de la forma orgánica de los alimentos frescos.

—… Hay algo en el fondo.

Las coles, las zanahorias y otras verduras alineadas en primer plano son movidas.

Estira la mano y tira de ella hacia delante.

Lo que salió fue una pequeña botella de plástico que contenía un líquido claro.

Caldo Dashi, el etiquetado está escrito a mano.

—…

Inmediatamente después, Rose tuvo una reacción.

Su mirada, que había estado en la tabla de cortar, se desplaza hacia Gabriella, que está agachada frente a la nevera. Más concretamente, está mirando la botella que tiene en la mano. El sonido del cuchillo de cocina, que había estado golpeando y sonando, ha cesado igual de repentinamente.

Ajena a esos cambios en ella, Gabu-chan abre el tapón de la botella.

—El color es pálido para un caldo dashi.

—He-Hey…

Rose levantó la voz.

A pesar de ello, Gabriella se lleva la botella a la boca.

Tragó y se atragantó.

—… Sabe raro. Creo que está podrido.

—…

Gabu-chan se arruga y frunce el ceño, con la botella en la mano.

Rose la mira con una expresión complicada.

El caldo embotellado que Gabu-chan acababa de probar era el exclusivo sabor secreto de Nishino extraído del cuerpo de Rose. Normalmente se guardaba en la nevera de su habitación, hoy estaba escondido en el compartimento de las verduras de la nevera de la cocina, ya que lo utilizaba para preparar la fiesta de bienvenida.

Es un sustituto que normalmente debe mezclarse con los alimentos.

Gabriella se lo bebe con dilución cero.

—Oye, ¿qué estás bebiendo sola?

Rose se pone nerviosa por dentro. Si por casualidad se descubre la verdadera identidad del caldo dashi, su posición en la casa compartida tocará fondo. Naturalmente, su relación con Nishino también se arruinará. Habla de sus sentimientos sin mostrar ninguna preocupación por ellos.

—Onee-sama, este caldo está podrido. Hay que tirarlo inmediatamente.

—Lo tiraré por aquí, dámelo.

—Yo lo haré.

Gabriella puso la botella boca abajo y vertió el contenido en el fregadero en un chapoteo.

Rose miró hacia las alcantarillas con una mirada indescriptible.

***

 

 

Rose y Gabriella se instalaron en la cocina durante un rato.

El alboroto se produjo cuando la cocina de Rose estaba a punto de terminar. Gabriella cogió agua en un palito de queso que estaba a punto de freír. La segunda estaba lavando verduras en el fregadero junto a la primera, que estaba de pie frente a los fogones.

—… ¿Qué estás haciendo?

—Lo siento. Las hojas de col eran ásperas.

Como explicó Gabu-chan, el agua salpicaba las hojas de la col.

El chorro de agua que golpeó el núcleo duro salpicó sobre el fregadero y en el plato del escurridor de aceite.

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—¡No culpes a la col!

—No, nunca fue así…

—Aah vamos..

Rose se movió con pánico, a pesar de las acusaciones. De alguna manera logró salirse con la suya usando papel de cocina para limpiar la humedad. ‘Tendré que volver a freírlos ligeramente,’ murmuró, mirando las pieles de los rollitos de primavera ligeramente empapados.

Es una mujer que no compromete la calidad si va a la boca de su amado.

—Apártate de mi camino. Vuelve al comedor.

—Ah..

Rose toma la hoja de col de la mano de Gabriella.

Luego, como si quisiera meterla de golpe, la metió en la esquina triangular.

—Onee-sama, no creo que debas ser tan descuidada con tu comida.

—Eso es exactamente lo que debería responderte, ¿no? ¿O es autodesprecio?

—Guut..

Ambas de pie en el espacio de la cocina, con las miradas entrelazadas.

Últimamente han estado en un curso de colisión. Justo el otro día, se enfrentaron por la instalación de ambientadores en el baño, debido a sus diferentes gustos, y Rose tuvo que meter la cabeza en la taza del váter. Fue Nishino quien estaba usando el baño justo antes, así que fue un más-menos-cero para ella.

Ambas tienen un profundo resentimiento hacia los palitos de queso y el repollo porque es una ocurrencia de cada día.

Al momento siguiente ambas estaban peleando.

De Rose, un golpe dirigido a la mejilla de Gabriella.

El intercambio se realiza a una distancia en la que pueden alcanzar y tocarse.

Gabu-chan no es tan ágil y sensible en la expresión de sus habilidades como Nishino. El ataque era un plan para conseguir una oportunidad, dependiendo de su poder instantáneo.

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Sin embargo, su brazo es bloqueado por algo invisible.

Se detuvo justo antes de tocar la piel del oponente.

Al mismo tiempo, todo su cuerpo está ligado por la misma fuerza.

—Caliente..

Inmediatamente después, una voz salió de la boca de Gabriella.

La otra mano se dirigió a su mejilla, y el aceite pareció salir volando de las pinzas que sostenía. Gabriella se limpia rápidamente una de sus mejillas con la mano, atrapando una pequeña salpicadura. Se frota la piel con la punta de los dedos.

—Ara, lo siento.

Rose tiene una bonita sonrisa después de su inesperada primera estrella blanca. Pronuncia una disculpa despiadada.

‘Ya veo, así que este tipo de ataque es efectivo,’ empieza a pensar para futuras batallas contra Gabriella. Al mismo tiempo, ella misma retrocede, y la situación se acaba. Si ataca más, es obvio que será atacada de vuelta.

—Aah, mi cara está ardiendo…

Hervidor eléctrico de marca famosa en el mostrador.

Gabriella comprueba el estado de su piel, reflejándola desde el cuello hacia arriba en su brillo metálico.

—Es terrible herir la cara de una mujer, onee-sama.

—Has tenido grandes palabras, dando carpetazo a tus propios hechos pasados, ¿verdad? Quiero decir, me han presionado todo el cuerpo, me han quemado hasta la saciedad, sí, he tenido algunas historias terribles que contar.

—Onee-sama se cura sola, así que no hay problema.

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—¡Hay un gran problema!

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Gabriella levanta la vista de la tetera y dice con tono casual.

Naturalmente, Rose también vio su cara en sus ojos.

—Quiero decir que no te has quemado.

—Eso no es cierto. Mira aquí.

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Señalando su propia mejilla con la punta del dedo, Gabriella dijo.

Rose, en cambio, echó un vistazo a la zona afectada y respondió secamente.

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—¿Podría haber sido un acto para llamar la atención?

—E-Eso no es cierto…

‘Miro mis mejillas con seriedad.‘

‘Entonces la mejilla que acababa de comprobar, era hermosa.‘

‘No pude encontrar ni un solo rastro de quemaduras.‘

—… No hay nada allí, eso es seguro.

—Creo que estás viendo esto mal, ¿no? No creo que el aceite de las pinzas estuviera tan caliente si hubiera salido directamente de la olla. Lo más probable es que hayas entendido mal la suciedad de la tetera.

—Puede que sí.

—¡Claro que sí!

Las repetidas comprobaciones no muestran ninguna quemadura de esta naturaleza.

Gabriella asintió con sinceridad, sintiéndose inexplicable. Es bueno que no tenga quemaduras. Al mismo tiempo, confirmó que la oponente que tenía delante había perdido las ganas de luchar, y dejó de usar su habilidad.

Una vez recuperada su libertad física, Rose volvió inmediatamente a cocinar.

—Vamos, quédate atrás en el comedor. Fuera del camino.

—… Lo entiendo.

Sintiendo su propia derrota, Gabu-chan volvió tranquilamente a su asiento.

En su lugar, se abordó a Francisca.

—Francisca, al menos ayúdame a preparar los platos.

—¡Qué dolor de cabeza!

—Si no me ayudas, no te daré comida extra.

—Va-Vale vale..

Francisca está en la cocina, sustituyendo a Gabriella.

Rose, de pie a su lado, le soltó.

—Ya has experimentado con mis fluidos corporales, ¿no?

—¿Qué pasa con eso?

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Las cejas de Francisca se movieron ante la inesperada pregunta.

El intercambio es en voz baja, inaudible para Nishino y Gabriella, que están esperando su comida en el comedor, frente al mostrador de la cocina. Si el agua ha empezado a salir del grifo del fregadero, es difícil situarse frente al mostrador y escuchar.

—No obtuvimos ningún resultado de esto, ¿verdad?

—Si hubiera sido así, te habría enseñado el informe, ¿no?

Francisca la mira con desconfianza mientras se pone a su lado, preguntándose de qué está hablando esta chica. Es de común acuerdo por ambas partes que este no es un tema que deba plantearse en un lugar público a propósito.

Al ver la reacción de su subordinada, que estaba fuera de lugar, la supervisora continuó sus palabras.

—Incluso volviste a revisar lo del ojo de [Normal], ¿no?

—Sí, lo hice.

—Habrías estado de acuerdo en que era un caso raro, ¿no?

—… Bien.

Se trata de un acontecimiento que tuvo lugar hace apenas unas semanas.

Rose asintió y cerró el grifo.

Mirando la palanca de la batidora, Francisca gira sobre sus talones hacia el armario donde está guardada la vajilla. Saca un plato de tamaño adecuado a la cantidad de comida adicional depositada en la grasera junto a la placa de cocción y se dirige a la encimera.

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—Eres una chica muy extraña…

—Lo siento.

La comida se colocó solemnemente en los platos y volvieron al comedor.

‘Sabía que ella se equivocó.’

El monólogo de Rose nunca llegó a oídos de nadie y se desvaneció en el bullicio de la mesa del comedor.

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