Mushoku Tensei: Isekai Ittara Honki Dasu (NL)

Volumen 16

Capítulo 1: La Primera Misión

Parte 2

Probablemente estaba pensando en cien años en el futuro. Cada pequeño paso que diéramos se sumaría, alterando el curso de la historia en el proceso. Como resultado, el mundo sería muy diferente en otro siglo. Por ejemplo, podríamos persuadir a la princesa para que se centrara más en la investigación mágica o en el fortalecimiento del ejército. Incluso podríamos sentar las bases necesarias para erosionar todo el reino, si quisiéramos.

“¿Estás seguro de que está bien hacer eso?” pregunté, perturbado por mi último pensamiento.

“Por supuesto. La historia, tal y como la conozco, tenía a Arielle como reina para empezar”.

“¿Oh? Me encantaría escuchar más sobre esta historia, si no te importa”.

“Muy bien”. Asintió. “Originalmente, Arielle Anemoi Asura iba a convertirse en reina. Su curso estaba protegido por un fuerte destino, como si estuviera predeterminado”.

“Me resulta un poco difícil creerlo, viendo cómo es ella ahora”, dije.

“Estoy seguro de que es cierto”.

La posición de Ariel sólo había empeorado últimamente. Desde mi punto de vista, parecía muy probable que ella se pusiera completamente en contra de Perugius. Por eso Sylphie estaba constantemente ocupada corriendo aquí, allá y en todas partes. Estaban haciendo todo lo posible, pero era una batalla difícil.

“Para que se convierta en reina, Ariel necesita el respaldo de tres personas”, explicó Orsted.

“El primero de ellos es el mago guardián Derrick Redbat”.

Según recordaba, ése era el nombre del hombre que había servido como guardaespaldas de Arielle antes de Sylphie. Estaba bastante seguro de que había fallecido durante el Incidente del Desplazamiento.

“Derrick era muy inteligente, y también ambicioso. Incluso sin el Incidente del Desplazamiento, Ariel estaba destinada a conocer algún día a Perugius. Y fue Derrick quien convenció a Perugius de unirse a su lado”.

Así que básicamente, si Derrick estuviera vivo, ella no estaría en la terrible posición en la que se encuentra ahora.

“Derrick continuó aconsejándola después de eso, eventualmente lo llevó a tomar la posición de primer ministro”.

¿Primer ministro, eh? Bueno, ese es un cargo bastante importante.

Sacudí la cabeza. “¿Y dices que el Incidente del Desplazamiento se cobró la vida de alguien tan fundamental?”

“Efectivamente. Se suponía que estaba protegido por su propio y fuerte destino… pero murió”.

Lo que significaba que el destino de uno no era absoluto. Yo supuestamente tenía el destino de mi lado protegiéndome de la muerte también, pero si el sangriento final de Derrick era una indicación, mejor no dejar que se me subiera a la cabeza.

“Así que lo que intentas decir es que tenemos que encontrar a alguien que lo sustituya, ¿verdad?” pregunté.

“No. Si vamos a convertirla en nuestra marioneta, un primer ministro sólo nos estorbaría.

No necesitamos eso”.

“¿Estás seguro de que será capaz de dirigir el país sin uno?”

“Venir a la Ciudad Mágica de la Sharia la ayudó a crecer y cambiar como persona. No será un problema”.

Si tú lo dices.

Temía que nos volviera a morder en el trasero si jugábamos demasiado rápido. Al menos no me estaba diciendo que tomara el mando y me convirtiera en primer ministro. Yo no era un cerebrito como Derrick.

“La otra persona clave es Eris Boreas Greyrat.”

“¿Eris?” Mis ojos se abrieron de par en par. ¿Qué tenía ella que ver con todo esto? Claro, ella era parte de la nobleza asuriana, pero no tenía ninguna conexión con Arielle hasta donde yo sabía.

“Originalmente, la guardia asuriana la seleccionó por su habilidad con la espada. Se unió a sus filas, y así fue como conoció a Luke. Se suponía que los dos se casarían”.

Algo se me revolvió en el pecho.

“No puedo imaginarme a los dos casándose”, murmuré.

“Para él fue amor a primera vista”.

“¿En serio?”

¿Qué se supone que es Luke? ¿El descendiente de algún héroe o algo así? Aunque podía verlo enamorado de Eris. Ella tenía una cara hermosa y enormes pechos. No podía culpar a nadie por dejarse engañar por su apariencia.

Orsted continuó: “No importaba cuántas veces lo golpeara, él seguía persiguiéndola, y eso ablandó su corazón. Después de que los dos se casaran, fueron muy cariñosos el uno con el otro”.

Una pareja cariñosa, ¿eh? Hm… Bueno, es cierto que una vez que te abres paso en su corazón, ella empieza a mostrar su lado más lindo. Pero toda esta conversación me hace sentir como si fuera cornudo de alguna manera. Eso lo hace. Cuando vuelva a casa, tendré que acercarme a Eris por detrás y meterle mano. Estoy seguro de que me golpeará por ello, pero es un precio que estoy dispuesto a pagar. Si eso significa tocarle el pecho, me parece bien ser su saco de boxeo.

“Bueno, es una historia a la que estoy seguro de que no le encuentras la gracia”, dijo Orsted.

“Para ser sincero, no, no lo encuentro”.

“Muy bien, entonces haré un resumen breve”.

No podría importarme menos cómo la historia podría haber jugado de manera diferente. En esta línea de tiempo, Luke y Eris no estaban juntos.

¡Soy el único al que nuestra bella dama se digna a otorgar su afecto! ¡La dama Eris me pertenece a mí y sólo a mí!

“La Eris Boreas Greyrat que yo conocí era una espadachina experta -aunque menos que la actual-, pero aun así llegó a alcanzar el rango de santa. A pesar de su bella apariencia y su impresionante estatus, su ardiente personalidad le valió el epíteto de León Rojo”.

León Rojo, ¿eh? Hace mucho tiempo, la gente la comparaba con un mono salvaje. Un león era un gran paso en comparación. Actualmente, era conocida como el Perro Loco.

Supongo que al final sigue siendo una bestia.

“Eris y Luke trabajaron juntos para proteger a Ariel del asesinato en numerosas ocasiones, protegiéndola en su camino hacia la realeza”.

“En otras palabras, Sylphie ha asumido el papel que originalmente se suponía que era de Eris.”

“Correcto.”

“¿Qué pasó con Sylphie en esta línea temporal alternativa?” Aunque sabía que probablemente no tenía nada que ver con el tema principal, no pude evitar preguntar.

“Sylphiette se convirtió en la aprendiz de Roxy Migurdia y luego pasó a ser una aventurera. La gente solía odiarla por su cabello verde, pero al final, conquistó varios laberintos notables y se hizo un nombre como una de las exploradoras de mazmorras más importantes del mundo.”

“Vaya.”

¡Impresionante, Sylphie! No esperaría menos de mi esposa. Tendría que darle un buen toque en la oreja cuando llegara a casa.

“¿Y? ¿Con quién terminó enganchada?”

“No voy a tener esta conversación contigo simplemente para satisfacer tu curiosidad”, refunfuñó Orsted.

Uy. Perdón por eso. Mis hombros se desplomaron.

Orsted suspiró antes de continuar, claramente exasperado. “Que yo sepa, ni Sylphiette ni Roxy Migurdia se casaron con nadie. Vivieron la totalidad de sus vidas como mujeres solteras”.

“Interesante. Gracias por decírmelo”.

Huh, así que así fueron las cosas. Roxy y Sylphie nunca estuvieron con nadie más. Supongo que eso significa que las dos realmente me pertenecen a mí y sólo a mí. Eso realmente calienta mi corazón. Especialmente después de escuchar cómo Eris se casó con Luke. Supongo que esto es lo que quieren decir cuando hablan de que un hombre es posesivo. ¡Esas dos chicas son mías! No dejaré que nadie más las tenga.

“¿Te gustaría escuchar sobre el resto de tu familia también?”

“No, volvamos al tema”, dije.

Por mucho que quisiera preguntar, la línea temporal de la que hablaba era una en la que yo nunca había existido. Saber lo que pasó allí no cambiaría nada del presente. Era mejor limitarse a la información necesaria. Había oído lo suficiente para saciar mi curiosidad.

“De acuerdo, como Sylphie ha asumido la posición de Eris, no hay ningún problema en ese sentido, ¿verdad?”

“Efectivamente. El hecho de que Ariel siga viva es una prueba de ello. Aunque tener a Eris a su lado también significaba que Ariel tenía el apoyo de Philip Boreas Greyrat y Sauros Boreas Greyrat.”

También fueron víctimas del incidente del desplazamiento. Su ausencia hizo que nuestra situación fuera aún más grave.

“De acuerdo, pero has dicho que había tres personas. ¿Quién es el último?”

“Tristina Purpa”.

Tristina Purpa- ¿Qué? Desde luego no era un nombre que hubiera escuchado antes.

“Ella es la hija de la nobleza de alto rango-la casa de Purplehorse. Fue secuestrada cuando tenía ocho años. El Alto Ministro Darius Silva Ganius la ha mantenido como su esclava sexual”.

Ese nombre me sonaba. Si recordaba bien, él estaba disfrutando de un mayor apoyo e impulso en el reino en este momento. Estaba bastante seguro de que estaba apoyando al primer príncipe. Pero una esclava sexual de ocho años, ¿eh? Qué asqueroso.

“Tristina iba a ser eliminada en secreto, pero afortunadamente, Ariel pasó a salvarla. Incluso con su estatus, Darius no pudo escapar a los reproches por haber confinado a una hija de la casa Caballo Púrpura durante años. Perdió su posición como resultado del escándalo, que también marcó la caída del Primer Príncipe Grabel”.

Así que el nombre del primer príncipe es Grabel. De acuerdo, ¡lo tengo!

“De acuerdo”, dije. “Entonces, ¿dónde está esta persona Tristina en esta línea de tiempo?”

“Desaparecida”.

“¿Y estás seguro de que no está muerta?”

“No lo estoy. Darius tiene la costumbre de registrar inmediatamente todo lo que le rodea cada vez que ocurre un incidente. Eso incluye deshacerse de los esclavos, así que hay una alta probabilidad de que ya esté muerta”.

“En ese caso, supongo que es mejor asumir que ya no está entre nosotros”.

“Bueno, el que entrena y supervisa a estos esclavos para Darius suele vender los que están marcados para su eliminación con el fin de obtener beneficios de ellos. Suponiendo que lo mismo haya sucedido con Tristina, es probable que siga siendo una esclava, sólo que con un nuevo amo. O tal vez, si todavía es lo suficientemente joven, ha aprendido suficientes habilidades para convertirse en una ladrona en las calles”. Orsted palmeó mi diario sobre la mesa. “Me viene a la mente esa ladrona llamada ‘Triss’ que se mencionaba en tu diario”.

Triss… Así es, había una ladrona que ayudó a mi futuro yo a colarse en el Reino de Asura.

Aunque no había muchos detalles sobre ella.

“Sí”, dije, “pero el nombre ‘Triss’ no es precisamente raro en Asura”. Los asuranos parecían tener una preocupación por los nombres que llevaban “ris”, ya fuera Eris o Triss.

“Es cierto, pero hasta donde yo sé, no había ninguna ladrona llamada Triss en esa zona. Además, Tristina tiene una serie de características únicas que coinciden con la mujer descrita en tu diario”.

Ah, eso tiene sentido.

Como Orsted sabía cuál era la línea de tiempo original, naturalmente tomó nota cuando alguien fuera de lugar apareció en mi diario, y además con un nombre similar. Tal vez realmente eran la misma persona. ¿Pero alguien llamado Tristina realmente acortaría su nombre a Triss? Esto me daba una sensación de “Spirited Away”.

“De acuerdo, así que estás diciendo que mientras pongamos nuestras manos en ella, podemos acabar con el alto ministro”.

“Sí, porque ella es un testigo vivo de sus crímenes”.

En otras palabras, si íbamos a tener algún éxito en hacer a Ariel rey, necesitábamos encontrar a esta persona Triss.

“¿Por qué no vuelve a casa?” Pregunté.

“El secuestro fue una tapadera. En realidad, su familia la vendió”.

“Entonces, aunque su familia la vendió a propósito, ¿crees que la noticia de que la mantuvieron como esclava sexual haría que Darius perdiera su posición?”

“Lo creo. Hasta donde el público sabe, ella realmente fue secuestrada. Además, la verdad es sólo un pretexto para hacer caer a Darius”.

Lo entiendo.

Darius tenía varios enemigos, y no les importaban los detalles de su escándalo. Todo lo que querían era una excusa para deshacerse de él. Mientras pudieran decir al público que había secuestrado por la fuerza a la hija de un aristócrata de alto rango, eso sería suficiente para despojarlo de su estatus.

“Uf, este país es un gran dolor de cabeza”, me quejé.

“Estoy de acuerdo. Sin embargo, es precisamente porque allí reside gente tan retorcida que Asura tiene el mayor poder del mundo. Sería así incluso si la tierra en la que viven no fuera tan abundante”.

Eso tenía sentido. En mi opinión, los que se peleaban entre ellos de esa manera tendían a desarrollar mejores habilidades de negociación, lo que les beneficiaba cuando surgía la necesidad de la diplomacia. Pero tal vez mis opiniones eran un poco parciales.

“En cualquier caso”, continuó, “podremos eliminar al Alto Ministro Darius mientras tengamos a Tristina. Sin él, no tendremos problemas con el resto de la oposición”.

“¿Es realmente una figura tan poderosa?”

Orsted asintió. “Lo es. No es exagerado decir que el actual rey no podría mantenerse en el trono sin Darius”.

Vaya, ¿es tan importante? Supongo que es como un hacedor de reyes, alguien que reúne el oro y sienta todas las bases.

“Si Ariel de alguna manera no logra destituirlo de su actual cargo, entonces te tocará a ti matarlo”.

“¿Qué?” Me quedé boquiabierto. “¿Quieres que lo haga yo?”

“Sí. Tienes un fuerte destino propio. Debería ser un asunto sencillo para ti deshacerte de él”.

¿Mi destino tenía realmente algo que ver con ser capaz de matar a alguien o no? Ahora que lo pienso, el Hombre-Dios dijo algo sobre que yo podría ser capaz de matar a Orsted donde otros habrían fracasado.

Tras una larga pausa, finalmente dije: “De acuerdo. Lo entiendo”.

No me gustaba la idea de matar a alguien, pero si eso significaba proteger la vida de mi familia, sin duda haría todo lo posible. Mi objetivo era un ministro malvado, de todos modos. Seguramente podría acabar con alguien así. Si mi oponente era tan insidioso -como un Zaku Gundam- entonces ni siquiera era humano para empezar.

“Pero por todo lo que he oído, ¿no se supone que hay un segundo príncipe y su grupo de seguidores? ¿Seguro que no tenemos que enfrentarnos a ellos?”

“¿Te refieres al segundo príncipe Halfaust? Nunca tuvo la oportunidad de convertirse en rey. No la tiene y, además, son pocos los que le creen honestamente capaz de sentarse en el trono”.

Aha, así que Halfaust es el nombre del segundo príncipe. No tengo ni idea de cómo es o de qué tipo de persona es, pero supongo que tiene que ser al menos algo capaz para ser considerado un candidato al trono. Más vale prevenir que curar: nunca se sabe lo que puede pasar.

“No hay nada de qué preocuparse”, me aseguró Orsted. “Incluso si fracasamos, siempre hay una próxima vez”.

“¿La próxima? ¿Como nuestro próximo movimiento?”

“Ah… Sí, eso es exactamente lo que quería decir”.

“¿Y qué pasará con Ariel si fallamos?”

“Ella va a morir, estoy seguro.”

Tal vez dos mil años de vida lo habían insensibilizado al fracaso. Un plan que muchos años en la fabricación tendría su parte de las trampas. No siempre se podía conseguir lo que se quería, y si estaba jugando a largo plazo, con todo un siglo de antelación, entonces probablemente no tenía importancia si había un par de errores en el camino.

Pero aun así…

“No nos arriesguemos. Hablar así a la ligera sólo provocará una sonrisa en la cara del Hombre-Dios”.

Las mejillas de Orsted se colorearon de rabia, lo que me aterrorizó.

Me apresuré a continuar. “Pueden esperarnos otros fracasos si no nos comprometemos ahora. Esos fracasos se suman. Podrían afectar a la victoria final o no”.

No me importaba que estuviera más centrado en la victoria que en el camino para llegar a ella, pero si Ariel moría, había muchas posibilidades de que Sylphie quedara atrapada también. También había prometido presentar a Ghislaine a Ariel. Si mis allegados sufrían, yo también lo haría. Y ciertamente no quería sufrir.

“En cambio, debemos planificar cada paso con cuidado. Mantengamos la guardia alta y asegurémonos de salir victoriosos cada vez que nos enfrentemos a él”.

“Eso no hace falta decirlo”. Orsted seguía con el ceño fruncido, pero asintió con la cabeza.

“Ahora”, dije, “con eso fuera del camino, nuestra primera orden del día será poner a la princesa Ariel en el trono. Tú darás tus órdenes y yo las cumpliré. ¿Te parece bien?”

“Sí.”

Era como si me hubiera ganado un padrino. ¡Como si ahora tuviera a Señor Orsted de la renombrada Sociedad de Dioses Dragón apoyándome! El único inconveniente era el trabajo que me obligaba a realizar, que era un poco molesto.

“Muy bien”, dije. “¡Preparemos un plan para lidiar con el Segundo Príncipe Halfaust entonces!”

“Puedo encargarme de eso yo mismo. Sólo necesito derrocar a los principales nobles que lo apoyan. Ya que, para empezar, no desea el trono, eso será más que suficiente para disuadirlo de luchar por él”.

Me di cuenta mientras escuchaba a Orsted. Desde su punto de vista, probablemente no importaba quién se convirtiera en rey. Incluso si Halfaust se hiciera con el trono de alguna manera, podría simplemente hacer que me infiltrara en su círculo íntimo.

“En aproximadamente un mes, debería llegar la noticia de que el actual rey ha caído enfermo. Hay algo que debemos hacer antes de eso”, dijo Orsted.

“¿Qué es eso?” pregunté.

Su expresión era sombría, dejando claro que no permitiría errores. Eso es aterrador. Probablemente siempre tenía ese aspecto cuando hablaba en serio, pero eso no lo hacía menos intimidante. Si las miradas pudieran matar, ahora mismo estaría en el suelo.

“Necesitamos traer a Perugius Dola al lado de Ariel. Su apoyo será crítico si ella va a tomar el trono”.

A pesar de la ansiedad que causaron sus palabras, en cierto modo lo vi venir. Derrick Redbat estaba destinado a persuadir a Perugius para que se uniera a Ariel, pero no estaba aquí. Perugius, sin embargo, seguía siendo un activo necesario. Tendría que asumir el papel de Derrick y encontrar alguna manera de ganárselo.

“Así que, básicamente, tendré que pasar el próximo mes acercándome a Ariel y a Luke mientras también intento convencer a Perugius de que se una a ella. ¿Es eso cierto?”

“Sí.”

“Muy bien entonces.”

Al menos habíamos hecho un plan concreto para abordar nuestro actual enigma. Íbamos a cambiar el presente con la esperanza de alterar el curso del futuro dentro de cien años. Para ello, necesitábamos hacer a Ariel rey.

Esto debería ser suficiente para nuestra primera reunión de estrategia.

Mientras pensaba eso, Orsted dijo: “Toma esto”. Sacó algo de su bolsillo -un pergamino- y me lo entregó. Lo desplegué y descubrí que tenía dibujado un círculo mágico.

“¿Qué es esto?”

“Un círculo de invocación de la Bestia Guardiana”, dijo.

“¡Ooh!”

Era lo mismo que me había mencionado ayer. Me impresionó que cumpliera su promesa tan pronto después de haberla hecho. Me imaginé que tardaría un poco, ya que probablemente daría prioridad a la lectura de mi diario.

“Vierte tu maná en él e imagina algo en tu mente que proteja a tu familia. Puede ser incluso una palabra. Eso debería ser suficiente para atraer lo que necesitas”.

“¿Una imagen tan vaga será realmente suficiente?” Pregunté.

“Tu reserva de maná es enorme. Obtendrás un mejor compañero de esta manera que si tratas de convocar algo específicamente”.

No estaba del todo convencido, pero si él lo decía, valía la pena intentarlo.

“Sólo espero no acabar invocando algo raro. Ya sabes, como una niña cuyo título empieza por Demonio y termina por Emperatriz”.

“Lo que invoques depende totalmente de ti. Dicho esto, Kishirika Kishirisu posee una enorme cantidad de poder. Un círculo de invocación tan pequeño no podría traerla hacia ti”.

¿Así que el tamaño es el único problema? ¿Significa eso que si hiciéramos un círculo de invocación más grande, en teoría podría llamarla aquí?

No es que quisiera hacerlo. Era demasiado odiosa. “En cualquier caso”, dije, “me aseguraré de convocar a esta Bestia Guardiana mañana”.

“Muy bien”.

Mi corazón palpitaba de emoción. ¿Qué clase de criatura podría invocar? Esperaba que fuera una bestia. Con ella a mi lado, me vería el doble de impresionante que ahora, lo suficiente como para que Sylphie y Roxy se enamorasen de mí de nuevo.

Oh, es cierto. Hay un asunto más importante que olvidé preguntarle.

“Así es. Supuestamente, uno de mis descendientes va a ayudarte en el futuro. ¿Significa eso que debo tener un montón de hijos sólo para estar seguro? ¿O eso supone el peligro potencial de que uno de ellos dé a luz más tarde a Laplace?”.

Me miró fijamente en silencio antes de decir finalmente: “Ninguno de tus hijos dará a luz a Laplace. Haz lo que quieras”.

“Entendido. Entonces haré eso”.

¡Eso significa que soy libre de sacar los bebés! Seguramente Orsted estará encantado de tener un gran número de compañeros también.

“En ese caso, permítame excusarme. Necesito ver cómo funciona este círculo de invocación que me diste”.

“De acuerdo”.

“Te veré de nuevo en unos días. Si ocurre algo mientras tanto, por favor, asegúrate de volver a enviar una carta a mi casa”. Cuando empecé a levantarme, recordé una cosa más. “Por cierto, milord, ¿ha ido ya a visitar a Nanahoshi?”

“No, todavía no”.

“Sé que no me corresponde decir esto, pero si te molesta que me haya ayudado a tenderte una trampa, espero que tengas a bien perdonarla. Básicamente la chantajeé para que cumpliera”.

No dijo nada, sus labios una línea fina y estrecha. No quería que se pelearan por mi culpa.

“Nanahoshi siempre estuvo en contra de que luchara contra ti”, continué. “Dijo que habías hecho mucho por ella”.

Orsted guardó silencio.

“De hecho, parece que todavía se siente culpable por haber aceptado ayudarme. Si puedes encontrar dentro de ti la forma de perdonarla, espero que puedas organizar un encuentro con ella y darle la oportunidad de disculparse, al menos”.

“Muy bien. Haré lo que sugieres. Nanahoshi es… con todos sus defectos, una mujer útil”.

¡Así es! Definitivamente lo es. ¡Muy útil!

“Ah, hay otra cosa”, dijo Orsted. “Aunque puedo ponerme en contacto contigo cuando quiera, sería un inconveniente si hubiera una emergencia y no tuvieras forma de contactar conmigo. Lleva esto contigo”. Sacó un anillo del bolsillo del pecho y lo puso sobre la mesa.

Ya había visto algo así antes, y muy recientemente. De hecho, se trataba de un anillo que había tenido Nanahoshi, el mismo que había utilizado para atraer a Orsted a mi trampa.

“Si es necesario, usa esto para llamarme”.

Cuando se utilizaba, el anillo emitía un poder mágico que le permitía actuar como una piedra de alojamiento, guiando a su compañero hasta su ubicación. Si fuera un instrumento mágico, podríamos convertirlo en algo parecido a un radar, pero, por desgracia, era increíblemente difícil reproducir el efecto de los objetos mágicos. Casi no existían duplicados de este tipo.

El hecho de que Orsted me devolviera esto demostraba su confianza en que podría acabar conmigo si lanzaba otro ataque secreto contra él. O tal vez era una prueba de que confiaba en que no volvería a intentarlo.

Opto por creer esto último.

Seguramente Orsted no deseaba desatar su verdadero poder por segunda o tercera vez, agotando así su precioso maná una vez más. Si confiaba en mí para esto, dependía de mí no decepcionarle.

“De acuerdo. Nos veremos más tarde”. Me guardé el anillo en el bolsillo y me puse en camino a casa. Por supuesto, no me olvidé de recoger a Zanoba al salir.