Megami no Yuusha wo Taosu Gesu na Houhou (LN)

Volumen 3

Capítulo 5: Surgimiento Del Dios Malvado

Parte: 3

 

 

Dirigido por Hube, el ejército de héroes se estaba acercando al castillo del Rey Demonio.

Mientras tanto, liderados por el herrero Ivan, los demonios se reunieron frente al castillo, trabajando en la construcción de una gran estructura.


“Bueno. Ahora quiero que esto quede aquí… ¡Oye! ¡Sirloin! ¡¿No te dije que eso iba en otro lado?!”

“¡Esto es demasiado complicado! ¡No puedo, oink!”

Cuando el enano reprendió al orco llorón, Shinichi se interpuso entre ellos, con una jarra en una mano.

“Parece que te estás divirtiendo, jefe.”

“¡¿A quién llamas jefe?!”, gritó Ivan, pero aceptó la jarra llena de cerveza fría del Reino de Tigris y la tomo de un trago.

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“Los enanos odian los lugares brillantes, ¿sabes? Pero me tienes trabajando todo el día bajo este infernal sol rojo. ¡Si no fuera por esta cerveza, me habría ido!”

“Ja-ja-ja, lo siento, lo siento.”

Shinichi se rió entre dientes mientras miraba a la cosa en construcción.

“Has hecho un gran trabajo, convirtiendo mis diseños garabateados en esto.”

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“Hmph, puedo especializarme en herrería, pero somos una gente de artesanía insuperable.”

Él hinchó el pecho con orgullo y contempló su trabajo con Shinichi.

“Pero me tienes haciendo algo interesante de nuevo. Tal vez la próxima vez intente diseñar algo por mi cuenta.”

“Oh, ¿esto despertó tu interés?”

“UHuh. He hecho un buen progreso haciendo una espada que supera a Su Alteza. Tal vez sea hora de buscar un nuevo pasatiempo.”

“Uh, ¿la herrería es tu hobby…? ¿Supongo que la espada va bien?”

“Sí. Con tu método, pude forjar una cuchilla que puede cortar la piel de Su Alteza. Pero la hice un poco débil, por lo que fue frágil y se rompió después de un golpe.”

“Ah bien. Ahí está ese problema.”

Shinichi inclinó su cabeza hacia el cielo. Se había olvidado por completo de eso.

“Aunque los diamantes son la sustancia más dura del mundo natural, se rompen fácilmente si aplicas una fuerza paralela a la estructura reticular…”

“Es por eso que tuve la idea de mantener el filo de la cuchilla mientras flexiono el interior para que pueda doblarse. Pero eso ha sido difícil.”

“Duro por fuera, flexible por dentro. Es lo mismo que las espadas japonesas.”

Shinichi asintió, impresionado de que todos los expertos sacaran las mismas conclusiones, independientemente de su mundo natal.

Escuchó la voz de Arian sonar alegremente.

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“¡La cena está lista-!”

Con Celes, llevaba una olla masiva, y todos los demonios inmediatamente dejaron de trabajar y corrieron hacia ellas.

“¡Uf, he estado esperando esto, muu!”

“La sopa está hecha con carne de cabra de Tigris.”

“¡¿Eh?! ¿Sopa caliente en este clima sofocante?”

“Si así es como te sientes, tomaré tu parte, muu.”

“¡Nunca dije que no la tomaría, oink!”

Mientras el dúo continuaba haciendo escándalo, los demonios golpearon sus labios al saborear los deliciosos ingredientes del mundo humano. Mientras Shinichi los observaba con una sonrisa, Arian sirvió un poco de sopa en un tazón y se lo entregó.

“Aquí, Shinichi.”

“Oh, gracias.”

Tomó un sorbo con su cuchara antes de que su rostro se endureciera.

“Arian, debería haber preguntado esto antes, pero ¿estás segura de que estás bien si lo derroto?”

“¿Hmm?… Oh, sí.”

Su momentánea confusión se desvaneció cuando se dio cuenta de que se refería a Hube. Ella asintió, pero había una inexplicable tristeza en sus ojos.

“Todavía no he olvidado todo lo que hizo por mí. Pero hay muchas cosas aquí que no quiero perder.”

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Mientras miraba a los demonios comiendo su comida alegremente, sus ojos se arrugaron.

Este era un lugar seguro para ella. Ella podría vivir en paz sin enfrentar ninguna discriminación por ser mitad dragón. Y lo más importante, estaba el amable, aunque retorcido, joven que la había llevado hasta aquí…

“Lucharé contra el obispo incluso si la gente piensa que soy una mocosa ingrata.”

Ella lo miró con timidez, preguntándose si le disgustaría que fuera una chica mala. Pero él solo devolvió su usual sonrisa malvada.

“Je, je, je, dulce. Como dice la gente, “La traición es la mejor amiga de una chica”. “Cada rosa tiene sus espinas”. “Una chica buena con una mala racha es honestamente y ardiente”.”

“Una chica sexy con una mala racha… ji, ji, ji”, Arian se rió inocentemente, mirando el opuesto absoluto de una chica mala. Esta era la primera vez que alguien la llamaba así: durante toda su vida, ella había interpretado el papel de una buena chica.

Shinichi no pudo evitar soltar una sonrisa ante su ternura, pero tan pronto como lo hizo, sintió una mirada asesina que se arrastraba detrás de él.

Cuando se atrevió a darse la vuelta, vio a Celes, con los ojos helados y la cara inexpresiva mientras ella sostenía la enorme olla de sopa sobre su cabeza.

“Um, Celes. ¿Estoy seguro de asumir que no vas a tirar esa olla de sopa caliente sobre mi cabeza?”

“Por supuesto que no. Eso sería irrespetuoso con el cocinero.”

“¡¿No hay preocupación por mí?!”, grito Shinichi en voz alta.

Mientras tanto, Celes parecía volver en sí, perpleja por su arrebato mientras bajaba la olla.

La sonrisa de Arian se desvaneció mientras miraba a la criada.

“Celes…”

“Señorita Arian…”

En medio de sus expresiones abruptamente serias, podía sentir que sus miradas se agudizaban. Un momento después, Arian se rió nerviosamente y Celes suspiró con resignación.

Megami no Yuusha Volumen 3 Capitulo 5 Parte 3 Novela Ligera

 

“Um, ¿qué acaba de pasar…?”, preguntó Shinichi, pero las chicas solo sacudieron la cabeza.

“No pasó nada, esta vez”, enfatizó Arian.

“Sí, por ahora no ha pasado nada”, repitió Celes.

“Uh, cierto…”

Shinichi desde el principio entendió lo que había sucedido entre la pareja.

Pero todo lo que pudo hacer fue asentir y seguir tranquilamente.

El orco y el minotauro llegaron corriendo hacia la olla grande, sin darse cuenta de la extraña tensión entre los tres.

“¡Estaba delicioso, muuu! Si me acostumbro a esta comida tan buena, nunca podré volver al mundo de los demonios.”

“¡Shinichi, por eso tienes que vencer a los héroes, pase lo que pase, oink!”

“Déjamelo a mí.”

Cuando los demonios comenzaron a hablar, Shinichi sonrió y asintió, renovando sus votos para proteger a sus amigos, de los invasores llamados héroes.

***

 

 

Habían pasado diecinueve días desde que el ejército de héroes partió de la Ciudad Santa, y establecieron un campamento en la entrada de Dog Valley. Mientras atravesaban la tierra, más miembros del clero y cazadores de monstruos se unieron al escuchar los rumores. Hube les otorgó indiscriminadamente a todos el estatus de héroe. Su número había aumentado a diez mil hombres.

“Mañana marcará el comienzo de nuestra cruzada contra esas criaturas diabólicas. Descansen bien esta noche. Sus cuerpos deben estar exhaustos por el largo viaje”, anunció Hube.

“““¡Sí, señor!”””, respondieron los soldados.

“Sin embargo, no podemos bajar la guardia. Los demonios pueden lanzar una emboscada en la noche.”

“““¡Sí, cardenal Hube!”””

Al ver que el ejército se arrodillo respetuosamente, Hube asintió con

satisfacción antes de retirarse a su tienda por la noche, seguido de los

pasos mecánicos de los prisioneros sin emociones convertidos en

“muñecas”. En el momento en que Hube desapareció, los héroes liberaron

la tensión de sus hombros.

“Hombre, estaba emocionado de venir porque escuché que podía convertirme en un héroe y ser famoso por haber derrotado a los demonios, pero…”

“Ese cardenal a cargo tiene a esos tipos espeluznantes siguiéndolo. Realmente no entiendo su trato.”

Los héroes que se quejaban de lo asombroso de toda esta operación eran los novatos, los que se habían unido al ejército a la mitad de su marcha. Deberían haber sido reprendidos por el clero, ya que habían estado en esta posición desde el principio. Pero no intervinieron, y adoptaron expresiones sombrías similares a las de los recién llegados.

“He escuchado a personas decir que él es la reencarnación de Eument, pero si lo piensas lógicamente…”

“Pensé que fue encarcelado por ese escándalo. ¿Por qué se le daría el poder de la Diosa?”

“Hablando de la cárcel, estoy bastante seguro de que sus muñecas humanas eran todos prisioneros en el Pozo del Castigo Divino. Recuerdo haber visto algunos de ellos.”

Su agotamiento físico por el largo viaje estaba disminuyendo en su fervor inicial. Y debido a que estos sacerdotes y sacerdotisas estaban íntimamente familiarizados con el funcionamiento interno de la iglesia, la incertidumbre y la sospecha comenzaban a endurecerse en sus pechos.

“De cualquier manera, si derrotamos al Rey Demonio mañana, todo habrá terminado. ¿Qué es eso?”

“¿Algo anda mal?”

“No es nada. Simplemente sentí una corriente mágica…”

El sacerdote de mediana edad examinó sus alrededores, pero no vio nada sospechoso.

“No crees que el cardenal Hube está usando “Wire Tap” para escuchar nuestras conversaciones, ¿verdad…?”

“¡Mierda, no digas eso! Si es cierto, seremos convertidos en una de sus muñecas.”

“Tal vez es una emboscada de demonios. Bueno, no tiene sentido sentarse a especular. Echemos un vistazo alrededor.”

A sugerencia del sacerdote más viejo, los demás obedecieron, buscando.

Nunca se les ocurrió que podría ser una sirvienta volando alto en el cielo, envuelta en la oscuridad con un hechizo de ilusión y usando “Wire Tap” para escucharlos.

Mientras el ejército de héroes luchaba con sus dudas, Hube estaba solo en su tienda con una sonrisa alegre en sus labios.

“Pronto. Pronto destruiré a ese bastardo hereje… ¡Je, je, je!”

Se imaginó la desesperación en la cara del chico cuando arrancara el símbolo de Arian, despojándola de su estado eterno y destrozándola en pedazos.

“¡Ah, no puedo esperar!”

***

 

 

En la madrugada del día veinte, el cielo oscuro todavía estaba cubierto de niebla cuando la tierra tembló violentamente, y los diez mil guerreros saltaron de su sueño.

“¡¿Q-Qué está pasando?!”

Escucharon un ruido sordo cuando algo enorme se acercó a través de la niebla.

“¡¿Q-Que es eso…?!”

Permanecieron completamente incrédulos cuando emergió de la niebla, una figura tan masiva que tuvieron que estirar el cuello para mirar su cara. Sus brazos y piernas hercúleas eran más gruesas que los troncos de los árboles. Su piel azul era más dura que el acero, y los cuernos brotaban de ambos lados de su cabeza antes de curvarse hacia el cielo y terminar en puntas afiladas. Como si sugiriera arrogantemente que cualquier armadura real era innecesaria, solo vestía un taparrabos y una capa. Todo esto le dio al espécimen imponente la apariencia de la manifestación física de la fuerza cruda y furiosa. Pero había algo extrañamente maravilloso en la forma en que sus músculos se curvaban alrededor de su monstruoso cuerpo.

“¡Es el Rey Demonio…!”





Los héroes se quedaron congelados frente a su abrumadora presencia, pero el Rey Demonio Azul Ludabite no hizo ningún intento de ataque sorpresa.

En cambio, se puso de pie y cruzó los brazos, como para decir: Muévanse.

Prepárense y vengan a mí.

Los héroes se apresuraron a armarse y asumir la formación de batalla. Hube y su escuadrón de muñecas aparecieron rápidamente a la vanguardia del ejército.

“Bien, bien, bien. Muy amable de tu parte salir de tu castillo. Me preocupaba que hubieras huido al mundo de los demonios.”

“Así que debes ser su líder.”

El Rey Demonio no respondió a su provocación. Luego, extrañamente, se dirigió en silencio a los diez mil héroes.

“Huyan, soldados. Venimos a la superficie de la tierra para solo poder comer comida decente. Esa era la naturaleza de nuestra misión. No tenemos deseos de pelear con ustedes.”

“… ¿Comer comida decente?”

Esa fue una decepción para los héroes. ¿No estaban los demonios tratando de dominar el mundo o eliminando a la raza humana?

Hube rugió hacia el Rey en un intento de cortar esos pensamientos.

“¡Silencio, demonio asqueroso! ¡Eres una bestia diabólica que se interpone en el camino de las enseñanzas de la iglesia! ¡Tus innumerables actos de maldad al haber desplegado a ese chico nunca serán perdonados, incluso si te quitaras la vida!”

“… ¿Ese chico?”, murmuraron algunos de los héroes con creciente incertidumbre mientras miraban al joven cardenal. No estaban al tanto del Asesor Retorcido del Rey Demonio.

Para dejar de lado las dudas, Hube libero un grito de guerra.

“¡No nos rebajaremos a hablar con estas bestias corruptas! ¡Demuestren su valía en la batalla como héroes de la Diosa!”

“““¡Uh, SÍ!”””

Los héroes lograron sacudirse sus dudas, rugiendo en un grito de batalla mientras cargaban contra el Rey Demonio.

“Tontos… “Flechas de luz, perforen sus corazones, Homing Rain””, canto el Rey Demonio, lanzando una esfera de luz hacia el cielo. Explotando en fragmentos de luz, continuaron destrozándose hasta formar tres mil flechas mágicas, capaces de atravesar el acero.

“¡¿Ah?!”

El ejército dejó escapar un grito de terror al ver las miles de flechas apuntando hacia sus corazones, pero…

“Lady Elazonia, por favor conceda a estos soldados su protección, “Escudo Protector”.”

Hube formó un enorme escudo de luz sobre los héroes, repeliendo las flechas.

“Hmm, no está mal”, señaló el Rey Demonio con un poco de respeto, sabiendo que cada flecha individual era débil, pero había fuerza en los números: repeler tres mil flechas requeriría una cantidad considerable de poder. “Pero puedo decir que esta fuerza no es toda tuya.”

Frunciendo el ceño, el Rey Demonio podía sentir rastros de una fuente alternativa a la magia de Hube, como si estuviera atrayendo poder de un conductor de magia.

“Qué aburrido.”

Dicho eso, no tuvo intensiones de contenerse.


“Perforarlos, “Land Bite”.”

Afilados dientes de tierra surgieron del suelo, golpeando los pies de los héroes, donde el hechizo de protección era menos efectivo. Atravesando las plantas de los pies hasta los muslos, desgarrándolos hasta el estómago, treinta héroes del frente fueron brutalmente destripados en un abrir y cerrar de ojos.

“¡Agh! ¡Gah!”

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“¡Gack!”

Ante la desgarradora visión de sus compañeros, los héroes detrás de ellos se detuvieron en seco.

Pero Hube no perdió el tiempo para regañarlos, alzando la voz.

“¡No tengan miedo! ¡Nos han otorgado la protección de la Diosa! ¡Somos héroes eternos!”

“¡S-Sí, eso es correcto!”

Al vislumbrar su símbolo grabado en el dorso de sus manos, los héroes reunieron su coraje y se estabilizaron antes de atacar al Rey Demonio por segunda vez.

“¡Vamos!”

“““¡“Bola de Fuego”!”””, cantaron veinte usuarios mágicos mientras el fuego explotaba frente a ellos, asfixiando al Rey Demonio fuera de la vista.

Él agitó su mano.

““Ráfaga de viento”.”

Un poderoso vendaval estalló, arrojando hacia atrás las bolas de fuego.

“Huh… ¡Gyah!”

Los héroes no pudieron esquivar el ataque, quemándose directamente por sus propios hechizos.

Sin embargo, para la comodidad de los otros héroes, presenciaron que estos cadáveres desaparecían del campo de batalla.

“¡No tengan miedo! ¡No podemos morir!”

“¡Sí! ¡Somos invencibles!”

Incluso sin un cuerpo físico, fueron consolados por el hecho de que resucitarían en una iglesia cercana, sin importar lo que les sucediera.

“¡Adelante, mátenlo!”

“¡No vacilen! ¡Incluso si tus ataques son ineficaces! ¡Seguiremos haciendo esto hasta que el enemigo caiga!”

La horda se lanzó hacia adelante, pero sus hechizos fallaron, sus espadas se rompieron y sus compañeros se dividieron en dos.

“… Gusanos.”

Los ojos del Rey Demonio ardieron con desprecio.

“Esto se está volviendo muy irritante.”

El Rey Demonio aplastó la cabeza de un héroe con su puño.

Esta batalla se prolongó durante una hora. Al comienzo de la batalla, el ejército tenía diez mil hombres; a estas alturas, se había reducido a la mitad. Y, sin embargo, no había ni una pequeña herida en el Rey Demonio.

Pero su respiración estaba bastante agitada, debido al cansancio.

Hube sonrió para sí mismo.

“Pensé que tendríamos que repetir esto dos o tres veces, pero si las cosas siguen así, podríamos matarlo hoy.”

Había usado casi todos sus dones divinos, la magia de la Diosa, pero sabía que tenía lo suficiente como para lanzar un hechizo de alto nivel: Holy Torrent. Podría terminar esta batalla aquí mismo, ahora mismo, una vez que los cinco mil héroes desgastaran al Rey Demonio, reduciendo su poder poco a poco. Cuando todos sus hombres finalmente fueran destrozados, él desataría este hechizo.

“¡Este es el momento! ¡Aquí es cuando destruiremos al malvado Rey Demonio!”

““¡Aaaah—!””

Habían perdido la cuenta de sus ataques, pero volvieron a cargar. No tenían forma de saber que eran peones, para ser utilizados, maltratados y tirados.

Pero sus avances se vieron truncados por el sonido bullicioso de la risa que resonaba a lo largo de todo el campo de batalla.

“¡Je, je, je, ja, ja, ja, HA-HA-HA-HA!”

“¡Esta voz!”

Fue una risa magnífica de tres niveles, que señala la llegada de un villano.

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Los ojos de Hube se entrecerraron.

“¡Tú, bastardo! ¡Muéstrate!”

“Je, je, je, no me estaba escondiendo para empezar”, dijo una voz burlona desde el cielo.

Levantaron la vista, y vieron a un chico con una máscara blanca con una sonrisa pintada, flotando en el aire junto con una criada. Hube los miró con una sonrisa intrépida.

“Ja, ja, ja, es posible que hayas venido a salvar a tu maestro, ¡pero ya es demasiado tarde! ¡Voy a hacerte sufrir la muerte más espantosa, junto con el Rey Demonio! ¡Yo personalmente hare que eso pase! Y no tengas miedo: ¡Enviare a la chica al infierno contigo!”

“¿Cardenal Hube…?”

Cuando el cardenal abandonó su comportamiento habitual, la perplejidad invadió al ejército.

Pero el chico de la máscara blanca volvió a reírse, esperando su discurso dramático.


“Ja, ja, ja, ¿acaso crees que le soy fiel a Su Alteza, no, al Rey Demonio? Todo es un acto.”

““¡¿Qué?!””, los héroes respondieron a gritos.

Sacó una segunda máscara, superponiéndola a la primera: completamente negra con un solo ojo rojo en el centro. Incluso sin ningún contexto, parecía diabólico.

“Soy un fiel servidor de Elazok, el Dios del Mal. ¡Soy su sacerdote impío, conocido como el “Verdadero”!”

Con eso, el chico de la máscara negra, Shinichi, dejó escapar otra risa depravada.

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