Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 19

Epilogo: Regreso

Tres días después del ataque de los Leones Celestiales, por la tarde, el Rey Francois de Galarc visitaba la mansión de Rio por primera vez desde el ataque.

Parte del motivo era escuchar los testimonios de los residentes, pero ya había recibido un informe anticipado de eso de parte de Charlotte, quien reunió la información necesaria inmediatamente después del ataque. El principal motivo de su visita fue agradecer a quienes más contribuyeron a repeler a los insurgentes y conocer al grupo de Gouki por primera vez.

El motivo de la espera estaba relacionado con la razón por la cual Francois estaba visitando la mansión en persona en lugar de convocarlos al castillo.

La batalla con el Asesino de Héroes Draugul había sido presenciada en toda la capital, incluso por aquellos en el castillo. Estaba claro que llamarlos al castillo inmediatamente después de la pelea daría como resultado que los nobles entrometidos intentaran hacer contacto.

Sin embargo, gran parte de la información del informe de Charlotte era mejor mantener la confidencialidad. Liberar la información sin cuidado podría provocar la antipatía de Satsuki o Rio, lo que tampoco era deseable para Francois. También hubo algunos asuntos para los que quería obtener el consentimiento de Rio al divulgar la información. Esperar antes de la visita también le permitió ganar tiempo antes del regreso de Río, razón por la cual Francois solo estuvo de visita después de tres días.

Por cierto, Sara y Gouki no habían revelado todos sus secretos al Reino de Galarc. Por ejemplo, habían explicado la existencia de las artes espirituales y cómo Hel, Ifritah y Ariel eran espíritus, pero el hecho de que el grupo de Sara eran demi-humanos, como los llamarían los humanos, se mantuvo oculto. El grupo de Gouki se presentó como personas conectadas con los padres de Rio, pero se abstuvieron de explicar los detalles del nacimiento de Rio sin su permiso.

Pero aparte de eso, acababan de terminar de intercambiar los saludos necesarios entre ellos.

“Entonces, les doy la bienvenida al Reino de Galarc”, dijo Francois a Gouki y Kayoko.

“Estamos extremadamente agradecidos por su perdón por cómo entramos en su castillo sin invitación”. Gouki inclinó la cabeza, expresando su respeto por el rey extranjero a través de su comportamiento.

Actualmente estaban en el comedor de la mansión. Aunque era comparativamente menor, la mansión de Rio había sido dañada en el ataque de los mercenarios. La ventana del salón todavía estaba rota, por lo que se reunieron en el comedor. También se les serviría el almuerzo después de esto.

Presentes en la sala estaban Francois, Gouki, Kayoko, así como Charlotte, Satsuki, Miharu, Celia, Sara y Orphia. Alma estaba completamente curada, pero descansando solo para estar segura, y Latifa le hacía compañía.

“Ahora que lo pienso, tu gente ingresó a los terrenos del castillo desde los cielos. Ha ha, está bien, no me molesta”, dijo Francois con una gran sonrisa. Luego se volvió hacia Gouki. “Podemos guardar los detalles para el regreso de Haruto, pero me gustaría confirmar tus intenciones desde aquí. ¿Sería correcto considerar a tu gente como el ejército privado de Haruto, o más bien, vasallos? Tu relación con él parece algo diferente a la de Sara y las otras chicas. Estoy preparado para ofrecerle un estatus digno como recompensa por su contribución para repeler a los insurgentes, si así lo desea.

“Ese es otro asunto complicado de abordar… Por el momento, puedes pensar en nosotros como cooperadores en lugar de vasallos. Sir Haruto está más bien en contra de la idea de vernos debajo de él”, respondió Gouki con una sonrisa algo preocupada.

“Ya veo… Ese tiende a ser un aspecto preocupante de su personalidad”, dijo Francois, devolviéndole la sonrisa. “Pero yo entiendo. Quizás sería mejor dejar esta discusión hasta su regreso después de todo.”

“Estoy segura de que regresará en poco tiempo si puede volar. Incluso podría pasar de la nada hoy”, agregó Charlotte.

“Las artes espirituales que mencionaste, ¿verdad? La existencia de espíritus es bastante difícil de creer, pero así fue como se rastreó a la santa, dijiste.”

Las palabras de Francois fueron pronunciadas con el conocimiento de la identidad de Aishia como un espíritu humanoide. Esto no era algo que Sara y los demás le hubieran dicho intencionalmente: la revelación de sus espíritus le había permitido a Charlotte adivinar que Rio también tenía uno, lo que luego llevó a suponer que Aishia rastreó al santo estando en forma de espíritu.

“Umm… Haruto puede haber regresado hace un momento”, interrumpió Sara, levantando la mano.

“Por qué, iré a encontrarme con él en la puerta principal de inmediato”. Charlotte se puso de pie encantada.

“¿No   se sorprendería  de   verte  esperándolo  a  sabiendas?”           Satsuki preguntó, señalando que él no sabía que ella sabía sobre espíritus ahora.

“Eso es lo que lo hace interesante”, respondió Charlotte con una mirada emocionada.

Satsuki se sintió atraído por una sonrisa. “En ese caso, también podría acompañarme”.

Y así, se decidió que un grupo de ellos saldría al encuentro de Río.

***

Charlotte, Satsuki, Miharu y Celia habían salido a encontrarse con Rio en la puerta principal del castillo.

Vieron como Rio y los demás caminaban hacia ellos desde el distrito noble con Liselotte.

“Realmente la trajo de vuelta… Increíble…” murmuró Satsuki. Su tono era más esperanzado y asombrado que exasperado. Él era mucho más héroe que ella, pensó.

“Es Sir Haruto, después de todo”. Charlotte asintió con una expresión triunfante, como si fuera natural.

“Es increíble lo convincentes que pueden ser esas palabras”. “¿Cierto?”

Satsuki y Miharu intercambiaron sonrisas tensas.

“Tal como esperábamos, parece sorprendido de vernos. ¿Vamos a él?” Celia miró los ojos redondos de Rio desde lejos y se rio con una sonrisa con hoyuelos.

“Si vamos. ¡Oye, Haruto!” Satsuki agitó los brazos mientras comenzaba a trotar. Charlotte la siguió. Eventualmente se acercaron lo suficiente para hablar con él.

“¡Bienvenido de nuevo, Haruto! ¡Liselotte, Aishia y Aria también!” Satsuki dijo, radiante.

“Hola… Hemos regresado.” Rio todavía estaba confundido.

“Hee hee. Sucedieron muchas cosas mientras estuvo fuera, Sir Haruto.” Encantada por su confusión, Charlotte se acercó a Rio y se enredó alrededor de su brazo. Luego tiró de él una vez antes de girarse para hablar con Liselotte. “Estoy tan contenta de que estés a salvo, Liselotte. Bienvenido de nuevo.”

“Gracias, princesa Charlotte”.

Al igual que Rio, Liselotte parecía desconcertada.

“He completado sus procedimientos de entrada, así que cuénteme todo lo que sucedió. Gouki y los demás también están esperando en la mansión”, dijo Charlotte en broma, mirando el rostro de Rio.

“…”

Rio se quedó sin palabras. Claramente se estaba preguntando qué demonios había sucedido mientras él no estaba.

“Detente, Char. Estos dos aún no han dado sus saludos”, dijo Satsuki, regañando a Charlotte por tratar de monopolizar la atención de Rio. “También tengo muchas cosas que quiero decir, pero Celia y Miharu trabajaron muy duro mientras Haruto no estaba, ¿recuerdas? Así que deja que ellas también hablen con él. Adelante, ustedes dos.”

Empujó a las vacilantes Miharu y Celia hacia Rio. “Em…”

Intercambiaron miradas ligeramente avergonzadas entre ellos. “Bienvenido de nuevo.”

Celebraron el regreso de Rio con amables sonrisas.