Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 19

Capítulo 7: Señales De Más Problemas

Los vítores resonaron en toda la capital. Sin embargo, lejos en los cielos arriba…

Fui tan lejos como para usar el Asesino de Héroes Draugul, pero su número no se ha reducido en absoluto. Un resultado insatisfactorio de hecho…

Reiss observó cómo Gouki y los demás descendían al suelo sobre la espalda de Ariel.

Celia Claire… Sabía que no era una hechicera promedio, pero pensar que podía usar magia celestial… Así que los descendientes de los hechiceros divinos creados por los Siete Dioses Sabios se convirtieron en la familia Claire. Ella debe haber heredado una gran cantidad de ese talento. Teniendo en cuenta su apariencia juvenil, podría tratarse de un caso de atavismo.

Reiss se centró especialmente en Celia.

En su estado actual, no puede lanzar la magia sin el conjuro, y no tenía la fuerza para manejar a Draugul por su cuenta. Pero no se sabe cuánto crecerá a partir de aquí… Debe ser eliminada con la máxima prioridad después del Caballero Negro y la chica espíritu humanoide.

La gran cantidad de aparecidos que envió habían sido subyugados, los mercenarios tenían las tornas en su contra y el Asesino de Héroes secreto había sido derrotado.

No puedo convocar a Draugul sucesivamente en este momento. Tampoco me quedan cartas bajo la manga.

En una rara muestra de frustración, Reiss se resignó a darse por vencido.

Aparte de eso, el descendiente de un hechicero divino y tres chicas talentosas, probablemente demi-humanas, cada una con un espíritu de contrato de clase media. Luego está el hombre y la mujer formidables que probablemente vinieron de la región de Yagumo, y el héroe del Reino de Galarc, aunque aún no ha despertado. Liderándolos a todos está el Caballero Negro, que es lo suficientemente fuerte como para rivalizar con una bestia divina controlada por un héroe despierto y su poderoso espíritu humanoide. En términos de poder de combate, es una amenaza tan grande como ese santo despierto. Aunque probablemente ella sea el mayor problema con su hostilidad activa.

Ahora que no había logrado asegurar un rehén contra el Caballero Negro y reducir la fuerza de combate a su lado, Reiss no estaba seguro de cómo proceder.

No será suficiente tener a un Asesino de Héroes y un Malvado Wyvern Negro como mis fuerzas principales cuando ejecute el plan. Si el Caballero Negro se entera de la supervivencia de la santa, su atención podría dirigirse a ella. Por el momento, sería mejor que los dos peleen mientras aseguro nuevas fuerzas. Todo lo que queda es…

Si las fuerzas de su oponente eran mayores de lo que esperaba, no tenía más remedio que reponer las suyas. Hacerlo no fue una tarea fácil, pero Reiss no tuvo más remedio que encontrar una solución.

Ya era hora de que el Duque Arbor tomara medidas contra Rodania.

Contempló el otro plan que tenía gestando a puerta cerrada.

Oh, parece que lograron recuperar la espada encantada de Lucci y Lucius.

Reiss vio al pequeño escuadrón de Arein que se había infiltrado en el castillo y sonrió. La operación esta vez había sido un fracaso, pero habían logrado la mínima recuperación en el último momento.

Y finalmente, para silenciar a los sobrevivientes…

Reiss sacó una pequeña bolsa llena de pequeños cristales parecidos a gemas y los aplastó en su puño. Vació los fragmentos de polvo de la bolsa y los vio caer.

Es hora de que yo también me retire.

Luego voló lejos del Castillo de Galarc.

***

Algún tiempo después de que Ariel trajera a Celia y a los demás al suelo, el rey Francois recibió una visita en el jardín de la azotea, donde dirigía los esfuerzos de limpieza.

“¡Su Majestad!”

Era Clement Gregory, cabeza de una familia de duques a la par del duque Cretia.

“¿Qué pasa, Clement?” Francois respondió en un tono molesto. “Escuché que el objetivo del enemigo era la mansión de Sir Amakawa”.

El duque fue al grano. Cualquiera que observara la conmoción habría notado que la lucha se centró en la mansión de Rio. Todavía se podía ver a los caballeros aéreos dando vueltas en los cielos desde su posición actual en el jardín. Las fuerzas terrestres corrían hacia y desde la mansión con las instrucciones de Francois, por lo que el duque Gregory pudo haber escuchado las noticias de alguien a lo largo de la cadena.

“Las noticias viajan rápido. Esa es la suposición más probable para esta situación, pero no hay forma de saber si es verdad”.

“En cualquier caso, Sir Amakawa debe ser interrogado de inmediato”.

“Desafortunadamente, eso no será posible. Haruto no está en la capital en este momento”, dijo Francois encogiéndose de hombros molesto.

“¿Qué? ¿En un momento como este? Espera, recuerdo algo acerca de un mensaje transmitido desde el territorio de Baudrier no hace mucho tiempo…”, murmuró el duque Gregory, buscando entre sus recuerdos.

Durante su búsqueda de la santa, Rio había usado un artefacto de transmisión mágica del territorio de Margrave Baudrier para enviar un informe a Francois. Cualquiera dentro del rango de transmisión podía ver los mensajes enviados desde los artefactos de transmisión, por lo que no era demasiado extraño que el Duque Gregory lo supiera.

“Seguro que escuchas las cosas rápido, ¿no?” Francois suspiró medio disgustado, medio asombrado.

“Primero la hija de Cretia, ahora esto. Los jóvenes en estos días no tienen respeto por su posición. La forma en que deambulan precipitadamente sin establecerse solo muestra la poca conciencia que tienen de sí mismos como nobles”. El duque Gregory sacudió la cabeza con desaprobación.

“Sin embargo, Haruto se está moviendo actualmente bajo mis órdenes”, dijo Francois con una mirada desafiante.

“Ah, ¿es así? Perdóname. Aunque tengo curiosidad por saber por qué se está moviendo por orden directa de Su Majestad…” Los ojos del duque Gregory brillaron con curiosidad mientras buscaba la expresión de Francois. Solo unas pocas personas selectas sabían de la misión de Rio de rescatar a Liselotte, ni siquiera el duque Gregory estaba al tanto.

Si vio el mensaje del artefacto de transmisión, debería haber adivinado que Haruto ya se está moviendo bajo mis órdenes… Este viejo zorro nunca cambia.

El duque Gregory probablemente estaba aprovechando esta oportunidad para investigar lo que había adivinado. No había necesidad de venir a sondear el momento en que los enemigos se retiraron, pero sus intenciones eran evidentes: no podía dejar pasar esta oportunidad de cumplirlo.

Esto se debió a que, durante generaciones, las dos grandes familias nobles del Reino de Galarc eran las respectivas familias del duque Cretia y del duque Gregory, pero el surgimiento del Gremio Ricca de Liselotte había provocado que el poder de la casa Cretia aumentara drásticamente.

Con la reciente aparición de Haruto Amakawa, un nuevo noble con muchos logros a su nombre, las conexiones del Duque Cretia solo se hicieron más fuertes.

A este ritmo, la brecha entre las familias del duque Gregorio y del duque Cretia se ampliaría enormemente en la generación de Clement.

Por lo tanto, Clement Gregory quería encontrar todas las fallas que pudiera. Si hubiera algo por lo que pudiera derribar al duque Cretia, aprovecharía la oportunidad para hacerlo solo para hacer sentir su presencia. Había estado atento a tales oportunidades, por lo que esta situación en la que podía encontrar fallas con el noble recién llegado Haruto Amakawa, que estaba en términos amistosos con Liselotte, era la oportunidad perfecta.

“Planeo publicar la información sobre lo que Haruto está haciendo una vez que regrese. Espera hasta entonces.”

“Comprendido.” Clement inclinó la cabeza con respeto. “Sin embargo, los residentes de la mansión deben ser interrogados sobre este incidente. Sé que Su Majestad está extremadamente ocupada, así que si me delega la tarea, puedo comenzar el interrogatorio de inmediato…”

Inmediatamente cambió su enfoque y se ofreció a investigar a los que estaban alrededor de Río.

“No hay necesidad. He dejado la mansión en manos de Charlotte.” Francois descartó el asunto mencionando el nombre de Charlotte.

“Ah, ¿entonces es así? Por supuesto, eso tiene sentido. Entiendo.” Clement retrocedió sorprendentemente fácilmente.

“Sin embargo… He escuchado muchos relatos de testigos curiosos en mi camino aquí. Como recién llegado a estas partes, Sir Amakawa ya está rodeado de misterio. Entiendo la necesidad de tener cuidado, ya que el héroe está en términos familiares con él, pero hay una gran cantidad de personas que desean saber qué causó el ataque…” dijo Clement mientras miraba el rostro de Francois, insinuando su deseo de que los detalles del ataque se hagan públicos.

Ya veo, entonces su objetivo era hacerme prometer un compromiso aquí…

En otras palabras, era una forma indirecta de ejercer el control.

Mucha de la información sobre Rio y las personas que lo rodean se mantuvo confidencial por orden de Francois. Esto en sí mismo era de conocimiento común, y ni siquiera  los grandes nobles como Clement podían objetar fácilmente la orden directa del rey.

Sin embargo, era otra cosa cuando tenían una razón justificada.

Por ejemplo, en esta situación en la que la mansión de Rio había sido claramente el objetivo del ataque, si se enfatizaba el asunto del daño al castillo y a su personal, Francois tendría dificultades para negarse a divulgar la información.

“Por supuesto, se compartirán los detalles esenciales del ataque. En una fecha posterior, eso es.”

Francois asintió con la cabeza y agregó una cláusula solo para los detalles esenciales. Con eso, el asunto se volvió más fácil para que Clement lo mencionara en el futuro.

“Estoy aliviado de escuchar eso. En ese caso, me despediré ahora.” Clement hizo una profunda reverencia y se fue con paso ligero.

Dependiendo del objetivo y las circunstancias de los mercenarios, las cosas podrían ponerse bastante problemáticas. Cielos…

Francois suspiró profundamente para expulsar su agotamiento, mirando hacia la mansión de Rio como si viera los problemas que se avecinaban en el futuro.

***

El día después de que Gouki y los demás repelieran al Asesino de Héroes, en la Santa República Democrática de Erica. El congreso acababa de aprobar un voto unánime.

“Entonces está decidido”, anunció solemnemente Erica, la primera jefa de Estado.

“…”

El salón del congreso estaba lleno de miembros que representaban al pueblo, pero estaba extrañamente silencioso por haber pasado una votación.

Todos estaban conteniendo la respiración por la declaración de voto de Erica.

“Nuestra nación ahora invadirá el Reino de Galarc”. Era una declaración de guerra.

“¡Oooooh!”

La sala de congresos estalló en vítores. Todos en la sala estaban locos por la guerra. Una pequeña nación en las afueras de Strahl estaba desafiando a una de las principales potencias del continente.

No fue una decisión sensata de ninguna manera, pero todos creyeron. Creyeron en su victoria.

Y creyeron que Santa Erica los conduciría a esa victoria. “¡Santa Érica!”

“¡Santa Érica!” “¡Santa Érica!” “¡Santa Érica!” “¡Santa Érica!” “¡Santa Érica!” “¡Santa Érica!”

Los congresistas gritaron su nombre con todo su corazón y alma. Mirándolos, Erica sonrió suavemente. “Hehe”.

Sus labios se torcieron y las comisuras de su boca se estiraron hacia arriba. Como si fuera una santa.

Como si fuera una bruja.

Ni una sola persona en la sala sabía del futuro que ella imaginaba, pero creían en ella.

Creían que ella los conduciría a la victoria.

Pero el día en que se enterarían del futuro que les esperaba estaba mucho más cerca de lo que pensaban.