Megami no Yuusha wo Taosu Gesu na Houhou (LN)

Volumen 1

Capítulo 5: Sólo Los Perdedores Hablan Tonterías Sobre Los Cobardes

Parte: 1

“¡Es hora del entrenamiento de tres minutos de Shinichi! ¡Yay!”, Shinichi gritó emocionado.

“¡Yay!”, Imito Rino felizmente.

“… ¿Qué es esto?”, Preguntó Celes, abandonando su actitud normalmente juiciosa.

Para evitar sospechas, Shinichi y Celes habían dejado la ciudad como el comerciante y su criada, lanzando el hechizo “Volar” en medio de la noche una vez que estaban en una carretera del sur cerca del Reino Jabalí.

Fue el día después de su regreso al castillo del Rey Demonio….

“Oye, Rino, ¿está bien que juegues aquí?”, Preguntó Shinichi.

“¡Sí! ¡Papá está ocupado con el trabajo, así que me haría tan feliz si pudiera jugar contigo!”

“… ¿El trabajo de un Rey Demonio? ¿Cómo papeleo y esas cosas?”

Shinichi sonaba escéptico.

“¿Papeleo? Um, sabes que el trabajo de papá es golpear a los malos y seguir siendo más fuerte, ¿verdad?”

“¡Bien! ¿Sabes qué? ¡Eso ni siquiera me sorprende!”, Dijo Shinichi, forzando una risa enérgica para fingir un poco de entusiasmo.

“En realidad, voy a hacer lo mismo: entrenar para hacerse más fuerte. ¿Crees que podrías ayudarme, Rino?”

“¡Usted puede contar conmigo!”

“¿Por qué exactamente estás interesado en volverte más fuerte?”, Interrumpió Celes bruscamente, finalmente volviendo a sus sentidos.

“Me estoy preparando para derrotar a los héroes”, respondió Shinichi, también volviendo a su yo normal.

“¿Así que usted admite plenamente que va a fallar si continúa siendo débil?”

“Sí. Además, siento que moriré rotundamente si no entreno un poco”, admitió Shinichi.

Ya que era el consejero del Rey Demonio, el rey o Celes probablemente podría traerlo de vuelta usando el hechizo de Resurrección si muere. Pero si las cosas seguían así, alguien iba a quererlo muerto permanentemente. Así que un poco de preparación parecía importante.

“Está bien, pero un día de entrenamiento no va a cambiar nada.”, Celes planteó una preocupación válida.

Al igual que en la Tierra, el camino más rápido hacia la fuerza fue el entrenamiento regular lento pero intenso. Pero Shinichi estaba empezando a aprender que las reglas podían mejorar con el intelecto humano y la magia.

“Ya verás. Rino, ¿puedes lanzar el hechizo “Bloqueo del Dolor”?”

“¡Sí! Es el primer tipo de magia que aprendemos. Papá dice que debemos luchar con todas nuestras fuerzas hasta el momento antes de morir.”

“Ah… um. Claro. ¿Podrías lanzármelo?”

“¡Sí! ¡Mm!”, dijo Rino mientras hinchaba sus mejillas. Invocando adorablemente sus poderes, ella cantó: “¡Dolor, dolor, vete, vuelve otro día! ¡Bloqueo de dolor!”

“Espera, ¿ese lindo conjuro fue un hechizo?”, Preguntó Shinichi, pensando en la vez que Celes lanzó Bloqueo del Dolor para que pudiera quemar su cara.

Había usado un conjuro mucho más simple.

“Sí, los hechizos no tienen ningún conjuro establecido, por lo que son diferentes dependiendo del lanzador”, relató Rino.

“Ya veo”, dijo Shinichi mientras una luz brotó de las palmas de Rino y envolvió su cuerpo.

Se pellizcó los brazos, y por supuesto, no podía sentir ningún dolor.

“Muy bien, ahora un entrenamiento de fuerza de alta velocidad.”

Shinichi colocó ambas manos en el suelo y comenzó a hacer flexiones.

“Uno, dos, tres ¡Esto es increíble! Siento que podría seguir para siempre.”

Si estuviera en su estado natural, su pecho y brazos se entumecieran después de veinte flexiones, y llegaría a su límite justo antes de los cuarenta. Pero ese número iba y venía. No podía sentir nada, sin embargo, llegó a un límite físico donde simplemente no podía hacer más.

“Ciento dos, ciento tres… Augh, eso es todo.”

Shinichi fue incapaz de mover su cuerpo por mucho que lo intentara. Había usado todas sus fuerzas haciendo flexiones. Colapsando en el suelo, levantó la camisa para mirar sus pectorales, rojos e hinchados.

“Ah, eso parece que duele.”, dijo Rino.

“Si no tuviera ese hechizo en mí, probablemente habría muerto por el dolor.”

Para un atleta motivado, esta cantidad de entrenamiento era totalmente posible en la Tierra, pero su siguiente truco sólo era posible en un mundo de fantasía.

“Rino, ¿puedes lanzar un hechizo para sanar mis músculos rotos? No quiero un hechizo que retroceda en el tiempo o reconstruya mi cuerpo o algo así. Quiero algo que aumente mi proceso natural de curación”.

“Ah, no creo que lo entienda”, tartamudeó Rino, confundida y sacudiendo la cabeza ante la complicada explicación de Shinichi.

Celes soltó un fuerte suspiro y vino a sentarse junto a Shinichi.

“¿Y si mejoro la capacidad restauradora de tu cuerpo?”, Sugirió.

“Ah, eso sería perfecto.”

“Muy bien. ¡Impulso de poder de autocuración!”, dijo, lanzando el hechizo colocando sus palmas en el pecho hinchado de Shinichi.

Una energía incolora fluía de las manos de Celes y corría a través de su cuerpo. Su pecho estaba en llamas mientras todas las células se reproducían a un ritmo anormalmente rápido.

“¡Oh, puedo verlo sanando!”

El sangrado interno normalmente habría tardado al menos tres días en sanar, pero desapareció por completo en aproximadamente un minuto.

“Ahora veremos si mi idea funciona. Uno, dos, tres…”, dijo Shinichi cuando comenzó a hacer flexiones de nuevo una vez que sus músculos estaban completamente recuperados.

Y siguió adelante, incluso después de alcanzar su límite anterior de 103.

“Ciento veinte, ciento veintiún… ¡Todavía puedo moverme! ¡Funcionó!”

“¿Qué? ¿Te hiciste más fuerte con sólo hacer eso?”, Preguntó Rino en shock.

Shinichi no detuvo sus flexiones para explicarlos los detalles.

“Se llama recuperación post-entrenamiento. Los músculos se vuelven más fuertes porque se reparan a sí mismos después de que sus fibras están rotas. Normalmente, tendrías que descansar como dos o tres días para que sanara por completo, pero aceleré ese proceso con magia”, explicó Shinichi, alcanzando su nuevo límite de ciento cincuenta flexiones.

Celes lanzó el hechizo de nuevo, y los músculos de Shinichi sanaron de nuevo, haciéndose más fuertes.

“No es subir de nivel a alta velocidad, es entrenamiento de fuerza de alta velocidad. ¡Hombre, hacerse fuerte es divertido!”

“Estás haciendo trampa de nuevo. ¿Alguna vez te sientes mal por aquellos que si ponen su esfuerzo?”, preguntó Celes.

“Buscar el método de entrenamiento más eficiente es su propio tipo de esfuerzo. No se requiere mucho esfuerzo para dejar de pensar y hacer lo mismo una y otra vez y otra vez”, respondió Shinichi.

“¿Y cómo te sientes realmente?”

“¡Me encanta que pueda hacer trampa y tomar el camino fácil y aun así lograr hacerlo mejor que otros!”

“Degenerado.”

Shinichi empezó a hacer sentadillas, soportando los insultos a los que se había acostumbrado.

“Rino, siento preguntarte esto, pero ¿podrías correr a buscarme algo de comida y algo de beber? Empezaré a perder masa si no consigo suficientes nutrientes, incluso con todo este ejercicio y restauración muscular”.

“¡Sí! ¡Voy a preparar un banquete para ti!”, comento Rino, emocionada de que dependiera de ella.

Se fue hacia el comedor.

“¡Wow, ella es una buena niña! Nada como el Rey Demonio en absoluto.”

“Si la tocas…”, advirtió Celes.

“Sí, sí, sé lo que va a pasar. Pero eso no tiene sentido: ¡no haré nada!”

“….”

“¿Qué pasa con esa mirada? ¿Sabes qué? Sé exactamente lo que estás pensando: Eso es algo que diría un pedófilo”.

“Eso es algo que diría un pedófilo.”

“¿Así que tenía razón? ¡¿Eso es lo que has estado pensando todo el tiempo?!”

El grito de Shinichi llevaba un poco más de fuerza de la que había querido, lo que los sacó de sus bromas cómicas normales.

Shinichi tenía la sensación de que la criada disfrutaría de la comedia al estilo manzai.

“Bueno, en serio, creo que Rino es linda y todo eso, pero no hay ninguna posibilidad de que algo romántico suceda entre nosotros”.

Aunque era totalmente posible que Rino fuera en realidad mayor que Shinichi, ya que eran especies diferentes, todavía estaba fuera de cuestión. No podía sacudir las normas morales de su país de origen.

“No tengo hermanos, así que la veo como una hermanita. Quiero mimarla, eso es todo.”

“…. Al igual que yo”, coincidía Celes, respondiendo sin carácter en un tono

serio.

De hecho, su rostro parecía un poco más suave. Su relación con Rino estaba más allá de la de una criada y la hija de su amo, y parecía que realmente se preocupaba por ella.

“¡Sólo para ser claro, me gustan las tetas grandes, así que en realidad prefiero mujeres tetonas como tú, Celes!”, Declaró Shinichi, diciendo intencionalmente algo grosero para romper este momento vergonzosamente tierno.

Pensó que ella lo llamaría acosador sexual o pervertido, pero…

“…”

Celes no dijo nada, giro su cara de Shinichi y miro hacia abajo.

“Um, ¿Celes?”

“….”

“¿Te estás sonrojando, por casualidad?”

“¡Hyper Gravity!”

“¡¿Ah?!”

El cuerpo de Shinichi de repente se volvió tan pesado que no pudo permanecer de pie y se extendió en el suelo como si lo hubieran clavado.

“Voy a ayudar a Lady Rino. Volveré pronto”, bromeó Celes.

“¡No, espera, antes de que te vayas…! ¿Podrías deshacer…?”

“Es mi regalo para ti. Buena suerte en tu entrenamiento.”

Celes sonrió como una flor en plena floración al salir de la habitación. Justo antes de que se cerraran las puertas, ella miró hacia atrás a Shinichi como si fuera un cerdo a la espera de ser sacrificado.

“Ella es… sorprendentemente inocente.”

Shinichi encontró esta visión de Celes más linda, pero los huesos de su cuerpo estaban empezando a hacer un horrible crujido, y se preparó para su primera muerte.