Megami no Yuusha wo Taosu Gesu na Houhou (LN)

Volumen 1

Capítulo 4: Charla Y Dinero Hacen Que El Mundo Vaya Girando

Parte: 1

Gracias al río que fluye desde Dog Valley, el Reino jabalí controlaba grandes franjas de tierra fértil, ideal para la agricultura. Esto lo convirtió en un objetivo para muchos países vecinos. Como resultado, la ciudad estaba rodeada de altos muros, y las puertas del castillo estaban custodiadas por muchos soldados, interrogando duramente a cualquier individuo sospechoso.

Obviamente, no iban a dejar que un granjero desaliñado y de mediana edad entrara con una hermosa y pálida doncella rubia.

“¡Usted allí! ¿De dónde vienes?”

“Oh, sí, mi nombre es Manju de la aldea Daifuku en el sur. Estoy aquí para encontrar trabajo”, respondió el agricultor.

“¿Daifuku? Nunca había oído ese nombre”, dijo el guardia, mirando incrédulo al amable agricultor que sonreía de oreja a oreja.

“¿Y por qué un viejo de remanso como tú busca trabajo con una belleza como esta?”, se dirigió a la criada de pelo rubio.

El granjero se puso más cerca del guardia para interrumpir su mirada lasciva.

“Sí, bueno, es la chica más hermosa de nuestro pueblo, así que ha sido llamada a servir a una casa noble”, dijo, pescando unos pequeños trozos de oro brillante de su bolsa y presionando los trozos firmemente en la mano del guardia.

“Así que has venido a servir a la nobleza. Impresionante.”

Con una sonrisa, el guardia rápidamente deslizó el oro en el bolsillo de su pecho. Su comportamiento cambió por completo.

“También me gustaría el servicio de una mujer tan hermosa.”

El guardia sabía que habría tenido una carta de presentación si hubiera sido invitada a servir a una casa noble. Al ver que no la tenía, sabía que su historia era una mentira y adivinó que probablemente la venderían a un burdel.

“Sí, por supuesto. Por favor, ven cuando tengas la oportunidad.”

“Espero con ansias. Muy bien, adelante”, dijo el guardia con una sonrisa vulgar mientras abría el camino para el granjero de pequeña sencitud y su compañera.

Los dos pasaron por la puerta, caminando por la carretera antes de agacharse en las sombras entre algunos edificios.

En ese momento, el hechizo de la ilusión se derritió de ellos, y el agricultor de mediana edad se convirtió de nuevo en un chico de escuela secundaria.

“No vio a través de nuestra magia y se derrumbó ansiosamente a un soborno. Parece que el soldado promedio no tiene mucho talento o interés en el trabajo”, Shinichi se burló.

“¿Hicimos ese pequeño juego de rol para que pudieras confirmar eso?”

La criada cuestionó a Shinichi, encogiéndose de hombros con cierta molestia. La mujer, por supuesto, era Celes, pero ella continuó sosteniendo su ilusión, ya que sus largos oídos inmediatamente la delatarían.

“Por si acaso. Quería hacerme una idea de este país”.

Si querían entrar en la ciudad, podrían haber esperado hasta el anochecer y volar sobre las paredes, pero Shinichi insistió en caminar a través de la puerta para investigar.

“No es seguro hacer suposiciones, pero el portero no parecía temer a la ejecución por aceptar un soborno. Sus leyes probablemente no son súper estrictas en esas cosas”, señaló mientras sonreía mal.

Desde el punto de vista de un criminal, estaba agradecido por esto.

Le dio unas palmaditas a la bolsa pesada que estaba llena de piezas de oro.

“El Rey nos dio acceso a su montaña de oro, para usarlo todo si es necesario. No funcionó con el caballero y su grupo, pero con esto puedo arreglar las cosas con la nobleza y los comerciantes”, continuó.

“¿Resolver las cosas con dinero? La cultura humana es completamente incomprensible”, dijo Celes, en total confusión.

Shinichi había asumido que este método era universalmente aplicable.

“Huh, pensé que también tenían un sistema monetario en el mundo de los demonios, quiero decir, tienen oro.”

“Sí, pero por lo general intercambiamos y comerciamos.”

“¿Así que nunca pagas dinero para evitar guerras o sobornar al general del enemigo?”

“¿Por qué haríamos algo así? Uno sólo debe apuntar a ganar esas peleas. Si pierdes, ¿no es tu culpa por ser débil?”

“Ah, sí, tienes completamente la razón”, dijo, mirando a Celes, mientras ella perseguía su peculiar lógica.

Decidió dejar de tratar de explicárselo.

Si su cultura es tan avanzada que construyen castillos y usan cubiertos, ¿por qué en sus cabezas solo piensan en músculos…?

Shinichi adivinó que podría tener algo que ver con la magia.

Ahora que lo pienso, armados con el conocimiento del fuego, los monos evolucionaron en humanos precisamente porque eran débiles. No eran como los osos con su increíble fuerza y garras. No tenían reflejos rápidos ni los colmillos de los tigres. Y definitivamente no tenían los enormes cuerpos de los elefantes. Con el fin de sobrevivir en ese mundo cruel, se vieron obligados a forjar un arma que ningún otro animal poseía: el intelecto.

Aprendieron a afilar rocas, coordinar ataques con sus compañeros y atraer a los enemigos a trampas. Todo porque eran débiles. Si tuvieran la fuerza para derrotar a los osos y a los tigres con sus propias manos, los monos nunca habrían evolucionado en humanos, y todos seguirían viviendo libres y fácilmente en el bosque.

Pero los demonios nacieron con magia, un poder mucho mayor que las garras o los colmillos. Esta fue la razón por la que cada situación se resolvió con ella, y definitivamente no era coincidencia que pensaran que cada problema podría ser resuelto por su destreza mágica.

Si ese es el caso, no estoy seguro de por qué los demonios fueron capaces de desarrollar intelecto a la par con los humanos. A pesar de que había tantas diferencias físicas entre ellos, todos parecen compartir un nivel base de inteligencia. ¿Debería ser una coincidencia también?

Sería más fácil creer que un ser superior los creo.

“¿Cuál es nuestro plan desde aquí?”, Preguntó Celes, sacando a Shinichi de sus pensamientos.

“Bueno, primero, vamos a reunir más información”, respondió Shinichi, caminando por la calle de nuevo.

“¿Información? ¿Tiene la intención de encontrar la ubicación del héroe?”, Celes le dijo a él.

“Esa es una pieza de información, pero la comida es primero.”

“… ¿Qué?”

Shinichi ignoró la voz exasperada de la criada y caminó por la calle en busca de una tienda adecuada.

“Muy bien. Vamos con éste”, dijo al abrir la puerta de un edificio que apareció, basado en el letrero de enfrente con un barril de cerveza en él, para ser una taberna.

En el interior, había cuatro mesas de madera redondas, bien pulidas, en una fila ordenada y un propietario sombrío de mediana edad de pie en el mostrador delantero, cortando algunas verduras similares a las papas.

“Bienvenido. Por favor, tome asiento en el mostrador”, invitó.

Parecía que acababan de abrir, ya que eran los únicos clientes. Tomando un asiento en el mostrador como se indicó, Shinichi colocó tres piezas de oro delante de él cuando ordenó.

“Dos de las comidas más caras y deliciosas de su tienda, por favor”, dijo.

“¡Idiota! Todo lo que servimos es delicioso.”

El propietario parecía perturbado por la orden arrogante de Shinichi, pero sonrió mientras tomaba el oro.

“¿Usted no tiene monedas de plata? ¿De qué lugar vienes?”

“Desde la aldea de Senbei en el sur”, respondió Shinichi.

“Hmm, esta es la primera vez que he oído hablar de ella”, dijo el propietario, haciendo pequeñas charlas mientras sacaba una veintena de monedas finas de plata de su caja y las colocó frente a Shinichi.

“Tu cambio. La tienda de cambio de divisas está justo por este camino hacia el castillo. Es la tienda con básculas en el cartel.”

“Ah, está bien. Gracias.”, sinceramente agradecido, Shinichi colocó las monedas de plata en su bolsa.

No estaba seguro de que le hubieran dado el cambio correcto, pero el dueño no parecía un mal tipo, ya que les había devuelto algo de dinero. Incluso les había hablado de la tienda de cambio de divisas.

“¿Así que ha habido algo interesante pasando últimamente?”, Preguntó Shinichi.

“En realidad no. Veamos. Esos demonios legendarios aparecieron en Dog Valley. Oh, y perdimos horriblemente contra ellos. Dondequiera que mires, sólo tenemos malas noticias.”

El propietario suspiró mientras colocaba vasos de madera llenos de un líquido marrón pálido frente a Shinichi y Celes.

… He oído que en la antigua Europa, bebían alcohol porque no llevaba parásitos, a diferencia del agua.

Es cierto que era demasiado tarde, pero comenzó a preocuparse de si el agua en el castillo del Rey Demonio había sido segura para beber. No importa. Bebiendo su vaso, optó por olvidar la edad legal para beber.

Celes lo observó y siguió su ejemplo. Cuando tomó su primer sorbo, sus ojos se abrieron de par en par, y ella apretó su mano sobre su boca.

Justo como esperaba. El alcohol en el mundo de los demonios también debe ser horrible.

Recordó que había consumido una pequeña cantidad de cerveza en el mundo humano. No sabía exactamente tan bien. Y cuando era un niño, su tío le dejó beber un poco de alcohol sólo por diversión.

Son los ingredientes o sus habilidades culinarias…. Si esto continúa,

entonces la comida debe ser…

“Estoy calentando la sopa, pero come esto mientras tanto. Aquí tienes”, dijo el propietario, bajando un plato con jamón en rodajas finas y pan negro.

“Gracias”, respondió Shinichi, bajando sus expectativas al levantar el jamón y pan a la boca.

Hmm. El jamón es un poco salado, pero no está mal. Este pan, aunque…

es duro y agrio.

No era como los panes blancos vendidos en Japón y sabían similar al pan de centeno en Alemania. La harina en el siglo XXI era muy superior a este grano de trigo amargo.

Mientras pensaba, Shinichi miró a su lado a Celes, cuyos ojos se abrieron por asombro y deleite.

“Es delicioso…”, dijo, en su rostro se mostró una leve sonrisa.

“Así que este es el pan del que Lady Rino habló. Nunca pensé que sería tan maravilloso.”

Estos platos eran reales, auténtica cocina del mundo humano, completamente diferente de la comida sin refinar en el banquete. Los ojos de Celes brillaban como los de un niño mientras ella medía furiosamente los bocados en su pequeña boca. Shinichi se vio mirando sus manierismos poco infantiles y deslizó el plato con sus sobras frente a ella.

“Puedes tener el resto si lo deseas. Es un poco salado para mí”, dijo.

“Señor Shinichi… No sirve de nada tratar de darme algo parecido a un afrodisíaco. Nunca me acostaré contigo”, insistió.

“¡No te estoy dando esto para llegar a eso! ¡No tengo ninguna idea de hacer eso!”

Aunque estaba empeñada en tratarlo como a un pervertido y acusarlo de malas acciones, siguió adelante y se comió su pan y jamón sin reserva.

Después, el propietario les entregó sopa con patatas (o algún vegetal similar), simplemente sazonado con sal pero definitivamente comestible. Por primera vez desde que llego a este mundo, Shinichi se sacio. Sonrió y volvió a la tarea en cuestión.

“Por cierto, escuché que hay un héroe que ha venido a vencer a los demonios de los que acabas de hablar”, le dijo al dueño.

“¿Héroe? Sí, estás hablando de esa joven doncella Arian. Si no me equivoco, ella se queda aquí en mi posada”, respondió.

“… Hmm, ¿es así?”, Shinichi se tragó su sorpresa.

Miró más allá del dedo extendido del propietario, señalando los dormitorios en el segundo piso.

Había oído que estaba en la ciudad, pero pensar que en realidad estaría en esta tienda…

Aunque fue una simple coincidencia, la mente de Shinichi era tan corrupta que lo hizo sospechar que esto era una especie de trampa.

“Esta héroe, Arian, ¿es realmente tan fuerte?”, Preguntó.

“Sí, no lo he visto con mis propios ojos, pero he oído que tiene la fuerza de una bestia.”

“Oh, eso es impresionante.”

Sabía que había sido capaz de herir al Rey Demonio, así que era obvio que era más poderosa que esos cinco héroes, todos los cuales no dejaron un solo rasguño. Shinichi consideró esto mientras trataba de cambiar los temas de la forma más natural posible.

“Los héroes de la Diosa… si son tan increíbles, me pregunto si podría ser uno.”

“……”

Temiendo que pudiera estar contemplando traicionarlos, Celes agudizo en silencio su mirada. Pero no estaba pensando en eso en absoluto. El propietario dejó salir un fuerte suspiro como para soplar el aire frío entre sus dos clientes.

“¡No seas estúpido! ¡Si un chico escuálido como tú podría ser un héroe, entonces yo también podría convertirme en un héroe!”, dijo.

“Jaja, sí. Me tienes ahí.”, Shinichi sonrió.

“Hay cincuenta mil personas en el Reino Jabalí, pero la leyenda dice que sólo seis… No, siete personas han sido elegidas por la Diosa para servir como héroes. ¿Eres tan bueno luchando con espadas o magia?”

“No, no hay manera. Supongo que debería dejarlo”, dijo Shinichi con una cálida sonrisa que coincidió con la del dueño. Por dentro, su sonrisa era mucho más siniestra.

Así que hay siete personas. Si sacas al caballero y a su grupo de cuatro, eso nos deja con Arian y uno más.

También se había enterado de que los héroes no eran elegidos por la sangre o la herencia, sino por ser los más fuertes. Sólo había otra cosa que quería comprobar.

“Oye, ¿es verdad que si te conviertes en uno de los héroes, puedes resucitar sin un cadáver?”

Esto no fue sólo una inferencia; era un deseo. Si cada persona podía resucitar de la nada, los demonios no tenían ninguna posibilidad de ganar. Shinichi esperó nerviosamente su respuesta, y el propietario asintió con la cabeza con una sonrisa irónica.

“Sí, bueno, suena bien resucitar en cualquier condición o circunstancia. Pero la gente normal como nosotros no muere de maneras horribles de todos modos”, respondió el dueño.

“Mm, sí, tendría que ser bastante terrible si su cuerpo tuviera tanto daño que lo volviera incapaz de la resurrección… Supongo que podría suceder si estás incinerado o algo así.”

“O si un cazador es tragado entero por una serpiente gigante, digiriendo tus huesos.”

“Estarías bastante traumatizado incluso si pudieras volver a la vida.”

“Quiero decir, están los pobres, a quienes se les dice que no donaron lo suficiente a la iglesia para recibir el hechizo. Es un lujo resucitar sin ataduras”, reflexionó el propietario.

“Ya veo.”

Shinichi asintió con la cabeza de acuerdo, pero estaba bailando en la victoria por dentro.

¡Muy bien! Sus condiciones normales para la resurrección son casi las mismas que las de los demonios. Los héroes son sólo un caso especial.

Shinichi no sabía la razón detrás de esto, pero la Diosa parecía miserable, sólo salvando a sus pocos elegidos. Gracias a eso, sin embargo, sólo necesitaba preocuparse por los héroes.

“Por cierto, si yo visitara la catedral sin dinero, ¿me tratarían de ahuyentar y obligarme a salir?”, Preguntó Shinichi.

“… ¿Es el sacerdote de tu pueblo tan cruel?”

“Ah, um, ¿no? Es sólo que la ciudad es un lugar tan aterrador, así que no estaba seguro de si los sacerdotes también eran un poco testarudos o algo así”, respondió Shinichi a toda prisa.

Había preguntado por curiosidad, pero el dueño expresó tal lástima por él que Shinichi se encontró a sí mismo retrocediendo.

“Nuestros sacerdotes no son tan miserables. De hecho, incluso esperarán a que pagues tus donaciones. Pero una deuda es una deuda. Se ve mal si nunca pagas, así que si eres un viejo sin trabajo, no hay mucho que puedas hacer…”

“Bueno, eso no se puede evitar.”

A la respuesta extrañamente vaga del propietario, Shinichi lo miró con curiosidad.

Supongo que resucitar a los muertos tiene sus propios problemas, ¿eh?

Sólo imaginar las secuelas de resucitar a algunas personas era aterrador, como una mujer que había sido asesinada por su marido por cometer adulterio. Si hubiera tenido más tiempo, Shinichi estaría interesado en aprender más sobre sus leyes y problemas de población.

“Gracias, señor. Definitivamente volveremos en algún momento”, prometió Shinichi, levantándose de su asiento.

Estaba agradecido desde el fondo de su corazón por escuchar información tan útil. Celes lo siguió, y pusieron sus manos en la puerta para salir.

En ese momento exacto, una llamada enérgica resonó desde el segundo piso de la taberna.

“¡Buenos días, señor!”

“Ah, buenos días, señorita. Hoy estás despierta más tarde de lo habitual”, saludó el dueño.

“¡Sí, yo estuve despierta toda la noche por el entrenamiento y

accidentalmente me quede dormida!”, dijo la chica pelirroja mientras limitaba las escaleras para tomar asiento en el mostrador.

La bufanda en su cuello era del mismo color que su cabello y servía como símbolo de justicia. Parecía enérgica y honesta, y caminaba por el camino de la luz, muy lejos de una persona segura y su personalidad retorcida.

Esta era la héroe de la Diosa, la única persona que había sido capaz de herir al Rey Demonio.

“Ella realmente es sólo una niña…”, observó Shinichi.

Sólo la había visto por un momento, pero no pudo ocultar su sorpresa, incluso después de escuchar la historia del Rey sobre su lucha.

“¿Es tan extraño que sea una chica?”, Celes preguntó.

“No, eso no es todo.”

En este mundo, la magia eliminó cualquier apariencia de una brecha de género. Una mirada a Celes fue prueba suficiente. No, lo que llamó su atención fue mucho más simple, más peatonal.

“Es sólo que pensé que era un poco linda”, admitió.

“¿Y sería divertido conseguir que se moje con sus lágrimas y una sustancia blanca sin nombre? Eres un pervertido.”

“¿Qué? ¿Realmente parezco un delincuente sexual?”

¿Por qué se obsesiona tanto con sus insinuaciones sexuales?

Esto fue quizás un misterio mayor que los métodos inexplicables que los héroes usaron para reaparecer.

***

Después de salir de la taberna, Shinichi y Celes pidieron indicaciones de los transeúntes para encontrar su camino al centro de la ciudad, donde estaba el castillo. Justo al lado, había un enorme edificio de piedra, sobrecargado de decoraciones deslumbrantes. Este era un lugar de culto para un ser cierto que había surgido en su conversación antes y era la mayor amenaza para el Rey Demonio.

“Bienvenidos, viajeros. ¿Qué te trae a la Catedral del Reino Jabalí de Nuestra Diosa Elazonia?”

Una mujer de mediana edad que saludaba a Shinichi y a Celes, estaba envuelta en una túnica de color blanco puro con un símbolo dorado y parecía ser un miembro del clero. Habló con una sonrisa suave que parecía cansada.

Una iglesia dedicada a la Diosa que eligió a los héroes. Muy bien, veamos qué está pasando.

Shinichi habló con una sonrisa perfectamente natural en su rostro, a pesar del hecho de que estaban a punto de infiltrarse a la base de su enemigo.

“Soy del pueblo de Senbei en el sur, y pensé que me gustaría ofrecer mis oraciones a nuestra diosa en esta magnífica Catedral del Reino Jabalí.”

“Oh, qué idea tan maravillosa. Las cosas están un poco agitadas en este momento, pero por favor entren”, ofreció la mujer.

Los dos siguieron su ejemplo, pasaron por la puerta y pusieron un pie en la catedral de la diosa.

En el interior, su construcción compleja y hermosa presentaba muchos arcos hechos de mármol finamente pulido, sus pisos y pilares tenían una cierta grandeza.

“Parece que lo están haciendo bastante bien por sí mismos. Tal vez debería inventar una religión para hacer algo de dinero.”

“¿Esa es tu única impresión?”

Shinichi y Celes hablaban en susurros silenciosos para que la sacerdotisa que caminaba delante de ellos no pudiera oír, pero de repente, Shinichi vio algo que le interesaba.

“Esto es…”

Había una enorme pintura en la pared que representaba a un demonio con cuernos sentado en un dragón negro siniestro, ambos cayendo en un abismo sin fondo.

“Esta pintura muestra la derrota del Dios Maligno y del Dragón Maligno, arrojado a las entrañas del mundo hace mucho tiempo por los poderes de los buenos dioses que fueron dirigidos por nuestra Diosa Divina”, explicó amablemente la sacerdotisa, pero había una sombra de miedo y enojo en su rostro.

“A veces, pienso en lo aterrador que es que haya seres tan malvados sellados debajo de la tierra por la que caminamos”, continuó.

“Estoy de acuerdo”, dijo Shinichi, respondiendo apropiadamente y luego haciendo una pregunta rápida.

“Puedo entender cómo el Dios Maligno puede ser temido, pero ¿es el dragón realmente tan malvado?”

No estaba particularmente sorprendido por los dragones en este mundo. Después de todo, estaban en un mundo fantástico donde existía magia. A pesar de que las bestias masivas tendían a tener una reputación de mal en la Tierra, había muchas leyendas de buenos dragones en Asia y Oriente Medio, como el Dragón de Los Cuatro Símbolos de Azure. También recordó vagamente escuchar que ciertos tipos con colores en sus nombres, como el Dragón Rojo, eran malvados, pero los asociados con el color oro eran buenos.

Este era el pensamiento que pasaba por su cabeza cuando hizo su pregunta, pero los ojos de la mujer se abrieron con sorpresa y sospecha dado que era un extranjero.

“Se ha dicho que el dragón comió y mato a todos los dioses, pero menos a nuestra Divina Diosa, Elazonia. Son existencias verdaderamente malvadas. Nuestra diosa te castigará si alguna vez eres tan tonto como para pensar que hay cosas como dragones buenos”, advirtió.

“Por supuesto. Lo siento.”

Shinichi hizo todo lo posible para parecer apologético después de ser reprendido, como un niño por actuar traviesamente. Luego lanzó una mirada a Celes junto a él.

“¿Lo que dijo es cierto?”, Susurró.

“… Es completamente diferente de los cuentos que se nos enseñan cómo demonios”.

La cara de la criada parecía un poco alterada cuando ella respondió.

“No tenemos idea de cuánto tiempo ha estado allí o de dónde vino, pero los demonios hablan de un Dragón Negro durmiendo en las profundidades del mundo de los demonios”.

También explicó que consideraban al dragón como un ser poderoso y noble, aunque no necesariamente “bueno” si se mide por el concepto humano del bien y del mal.

“Déjame hablarte de una leyenda. Hace algún tiempo, había un demonio que se llamaba a sí mismo el Rey Demonio Negro. Como resultado de su propio deseo hubrístico de ser la única criatura negra, lideró un ejército masivo contra el Dragón Negro”.

“Siento que puedo ver a dónde va esto.” Shinichi gimió.

Celes sacudió la cabeza contra Shinichi, quien había llegado a la conclusión de que todo el ejército había sido eliminado.

“No, se dijo que él y todo su ejército regresaron sin una sola víctima. Sin embargo, renunció a su título como el Rey Demonio Negro, y al oír esto, ni un solo demonio tomó el nombre de Negro nunca más”.

“¿Por qué?”

Shinichi pensó en el Rey Demonio Azul. Tener un título asociado con un color debe ser todo un honor para los demonios. Cuando Celes continuó su explicación, era bastante obvio por qué el Rey Demonio Negro había renunciado a su nombre.

“Todo su ejército puso todo lo que tenían para atacar al Dragón Negro, pero no pudieron herirlo, y mucho menos despertar al dragón de su sueño”.

“¡¿Qué?!”

Shinichi exclamó accidentalmente, haciendo que la sacerdotisa lo mirara sospechosamente. Trató de ocultarlo con una sonrisa vaga.

“¿Así que me estás diciendo que este Rey demonio auto-proclamado se rompió con sólo ser tratado como una plaga?”

“La historia ha sido transmitida como una lección para seguir mejorándose humildemente a uno mismo, así que no hay pruebas de que sea verdad”.

Aun así, muchos demonios creían que el Dragón Negro existía, y adoraban y aspiraban a tal poder absoluto.

“¿Y nuestro propio rey demonio?”, Preguntó.

“Dijo que le gustaría ir a buscarlo una vez que Lady Rino haya crecido y se vaya de su lado”.

“En serio, no puedo imaginármelo salir del lado de Rino dada la forma en que actúa.”

Shinichi se burló de él, pero no pudo evitar estar nervioso en lo más profundo.

Hmm, dragones, ¿eh…? En los últimos lanzamientos, ha habido juegos en los que los cazarías por sus escamas y garras, pero supongo que ese no es el caso aquí.

Lo tomó como algo bueno que no hubiera ninguna posibilidad de que se encontrara con este ser legendario. Quería pedir más detalles sobre el dragón, pero estaba preocupado de que pudieran parecer sospechosos si su conversación continuó por más tiempo, y los dos se alejaron de la pintura.

Casi de inmediato, algo más llamó la atención de Shinichi: al final de un pasillo muy amplio, había filas de figuras blindadas. Había varios cientos de ellas, y cada una tenía un agujero limpio en su pecho. Eran los cadáveres de los soldados.

“Eso no puede ser…”, comentó Shinichi.

“Sí, estos son los soldados reales que dieron su vida en una valiente lucha contra el malvado Rey Demonio”, confirmó la mujer, inclinándose profundamente para mostrar su respeto por su servicio, aunque expresó amargura visible hacia los demonios.

“Gracias a la protección de nuestra Diosa, sus cuerpos resucitarán, pero hay demasiadas víctimas. Lo hemos intentado todo, la mitad de ellos fueron llevados a iglesias cercanas, pero son demasiados para que el obispo los maneje…”

Se había lanzado un hechizo para evitar que los cadáveres se descompusieran mientras esperaban la resurrección.

“He tratado de ayudar donde puedo, pero teniendo en cuenta los otros deberes del Obispo, sólo podemos salvar a cincuenta personas por día…”, continuó.

“Ya veo. Gracias por su servicio.”

La expresión de Shinichi era sombría, pero estaba alegre por obtener más información.

Así que no tienen mucha gente capaz de lanzar el hechizo de resurrección.

Por parte de los demonios, el Rey y Celes eran los únicos dos que podían lanzar estos hechizos, aunque Rino podría ser capaz de hacerlo con gran esfuerzo. Tendrían serios problemas si los humanos tuvieran hechizos como ellos por todas partes.

Son relativamente débiles, pero parece que pueden ayudarse mutuamente. Me pregunto si pueden prestar su ayuda a otros o dividir sus poderes.…

Un manga de batalla en particular me viene a la mente.

De cualquier manera, no deberían tomar a los humanos a la ligera ni menospreciar su potencial.

El trío finalmente llegó a la sala de oración al final de la catedral, ya que Shinichi todavía estaba profundamente en el pensamiento. La sala de oración, más alta y ancha que cualquiera de las otras, no contenía ningún cadáver. En cambio, la luz se filtraba a través de las ventanas de cristal para iluminar lo único presente: una estatua blanca santa de una mujer.

“Así que esta es la Diosa…”, comentó Shinichi.

Era una mujer hermosa con el pelo largo y una sonrisa serena, pero no tenía alas y se parecía a un humano en físico.

Shinichi y Celes fingieron dar sus oraciones apropiadas tomando el ejemplo de otra familia que estaba orando en la cámara. Después, Shinichi le pidió a Celes un pañuelo, que utilizó para envolver una gran cantidad de oro para colocar en las manos de la sacerdotisa.

“Gracias por tomarse el tiempo de su ajetreado día para ayudarnos. No conocemos los caminos de la ciudad”, dijo, “pero me gustaría darle esto a la Diosa…”

“Oh, eso no es necesario”, objetó la sacerdotisa.

“Por favor. Hemos podido vivir en paz gracias a las bendiciones de nuestra Divina Diosa. Es lo menos que puedo hacer”.

Repitió para que ella lo tomara.

“Eres muy bueno imitando a los plebeyos”, susurró Celes.

“Oye, sé que eso no es un cumplido.”

Shinichi dejó ir su comentario sarcástico antes de hacer una cara como si de repente hubiera recordado algo.

“Por cierto, me preguntaba si podría hacerle una pregunta”, dijo a la sacerdotisa.

“Por supuesto. ¿Qué es?”, Respondió ella.

“Mi hermano menor ha escuchado esas historias sobre los demonios últimamente, y se ha puesto nervioso, diciendo cosas como: “¡Voy a convertirme en el héroe de la Diosa y vencerlos a todos!””

“Oh, suena como un niño enérgico”, dijo la sacerdotisa.

“Sería demasiado peligroso para él, por lo que no planeamos dejar que lo haga, pero yo me preguntaba si podría preguntarte un poco sobre los héroes.”

“Definitivamente puedo hacer eso.”

Después de haber aceptado una gran cantidad de oro de ellos, la sacerdotisa felizmente los invitó a tomar asiento en algunas sillas contra la pared.

“En primer lugar, ¿cómo se eligen los héroes?”, Preguntó Shinichi.

“Primero, deben sobresalir en las artes marciales o mágicas, y también deben tener el valor y la fuerza para derrotar a los monstruos que amenazan a la humanidad. Una vez que reciben la bendición de la Diosa, son aceptados como héroes por primera vez”.

Shinichi notó que la sacerdotisa usaba la palabra monstruos en lugar de demonios, pero continuó preguntando por los héroes por ahora.

“Ya veo. ¿Cómo es esta bendición?”

“No es nada difícil. Aquellos que confían en su valentía y fuerza se paran frente a la estatua de la Diosa en la iglesia, se ofrecen a ella y juran luchar por el pueblo”, explicó la sacerdotisa.

“¿Eso es todo?”, Shinichi sonaba incrédulo.

“Sí, y si eres aceptado por la Diosa, la prueba de tu condición de héroe aparecerá en algún lugar de tu cuerpo.”

Señaló el símbolo de la Diosa representado en su propia túnica.

“¿Eso es realmente todo? Quiero decir, si ese es el caso, pensaría que habría muchos héroes”, dijo Shinichi.

Su punto dejó a la sacerdotisa confundida.

“Bueno, si el criterio fuera sólo el dominio de la esgrima o la magia, probablemente habría muchas más personas capaces de convertirse en héroes, pero cuando piensas en el valor y la pureza necesarios para ser elegidos…”

“¿Estás diciendo que algunas personas que son lo suficientemente hábiles no pueden ser elegidos por ella?”, Preguntó Shinichi.

Reescribió su pregunta inicial, sintiendo que era difícil para ella responder, la sacerdotisa se inclinó para evitar que otros escucharan.

“Ser elegido como un héroe es uno de los mayores honores. Aquellos que aspiran a altos cargos en la iglesia, como un cardenal o arzobispo, deben recibir la bendición de la Diosa. Pero si no son elegidos… ¿Sabes adónde va esto, cierto?”, Preguntó.

Había muchas personas que no buscaban la bendición de la Diosa por temor a que pudieran ser etiquetados como impuros. Sería un golpe particularmente duro para aquellos en posiciones de poder o aquellos vulnerables a rumores, como la familia real. También cerraría las posibilidades de avances futuros para los sacerdotes, ya que serviría como prueba de que los había rechazado. En el peor de los casos, se verían obligados a abandonar la iglesia, en esencia, una sentencia de muerte.