Megami no Yuusha wo Taosu Gesu na Houhou (LN)

Volumen 1

Capítulo 3: El Acto Principal Está Por Venir

Parte: 2

 

 

“¡Ba-ha-ha! ¡Bien hecho, mi consejero!”, Exclamó el Rey Demonio.

Por fin, los ataques de los héroes habían terminado, y la paz regresó al castillo. Para celebrar la ocasión, el Rey celebró un gran banquete.

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“Todo es gracias a ti, Shinichi. Realmente no puedo agradecerte lo suficiente”, dijo Rino.

“También me gustaría darle las gracias desde el fondo de mi corazón”, dijo Celes, inclinando profundamente la cabeza para mostrar su gratitud mientras mantiene su expresión pedregosa.

“¡¡Sí!! ¡Nos salvaste a todos, moo!”

“Ahora por fin puedo ponerme a trabajar en la agricultura, oink.”

“¡Muchas gracias!”

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“Hmm, ¿también tengo que hacer algo bueno para mostrar mi agradecimiento?”

En el banquete, Kalbi y Sirloin también ofrecieron sus elogios, junto a muchos otros demonios en el mundo humano, incluyendo una mujer serpiente y una chica con alas como el diablo y una cola. (Al menos, pensó que era una chica.) Todos ellos agradecieron a Shinichi por lograr ahuyentar a los héroes.

“Gracias, pero esta solución es sólo temporal”, dijo.

Para asegurarse de que los cinco héroes nunca regresarían, Celes les lanzó un hechizo antes de dejarlos ir. Para ello, la otra parte primero tuvo que consentir sus condiciones, pero una vez lanzado, no pudo ser roto, por lo que era poco probable que los héroes les molestaran de nuevo. Por supuesto, había maneras de romper el hechizo, pero encontrar a alguien lo suficientemente poderoso como para deshacer la magia de Celes sería difícil….

“¡Eso es suficiente! ¡Muchacho! ¡Hoy celebraremos!”, gritó el Rey, dejando salir una animada ráfaga de risas para que Shinichi se relajara.

Le animó a tomar un trago.

“También hay un montón de platos”, comentó Rino.

“Fui al bosque a buscar ingredientes del mundo humano. Espero que estos alimentos se adapten a tu paladar”, dijo Celes mientras ella y Rino apilaban comida en un plato.

“Ah, gracias”, dijo, expresando su agradecimiento mientras tomaba el plato, pero su expresión todavía estaba un poco tensa.

La comida en el “banquete” no estaba a la calidad de su nombre.

Sólo tienen agua. ¿Y esto es carne de jabalí y butterbur hervido?

La carne no había sido debidamente drenada, llevando un fuerte olor a sangre congelada. También descuidaron la eliminación de la amargura del butterbur, haciéndolo algo no comestibles. Pero…

“¡Guau! ¡Incluso el agua del mundo humano sabe increíble!”

“¡No puedo creer que pueda comer carne tan deliciosa! Estoy tan contento de haber venido a este mundo, moo!”

“¡Estas verduras son tan buenas, también! Nunca podré volver al mundo de los demonios, ¡oink!”

Delirando por la comida, el Rey Demonio y sus inferiores continuaron riendo de alegría.

Bueno, supongo que es un verdadero placer si lo comparas con sus platos cuestionables en casa.

Por curiosidad perversa, había querido colarse en su mundo para ver su comida, pero sabía que probablemente no iba a tener la oportunidad de hacerlo.

Sobre todo porque volveré a la Tierra una vez que termine este banquete.


Préstanos tu poder para derrotar a los héroes que pueden resucitar indefinidamente. Eso es lo que se le había pedido que hiciera, y ahora que había tenido éxito, no había nada que lo mantuviera aquí.

Sé que soy un forastero, y podría causar algunos problemas si me involucro demasiado. Pero…

A pesar de que ahora podía regresar a Japón, no se sentía muy feliz. Sabía la razón, pero trató de ahogar sus emociones con un vaso de agua.

En ese momento exacto, oyó el sonido de la puerta del salón de banquetes.

“¡Su Alteza, tenemos una emergencia, woof!”

“Esta situación… ¡No puede ser…!”

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Shinichi tuvo un mal presentimiento cuando vio la expresión perturbada en el kobold cabeza de perro.

“¡Hay un humano fuerte que nunca he visto antes venir por aquí, woof!”

“Por supuesto”, dijo Shinichi, con la cabeza en sus manos al oír el informe que temía que vendría.

Aunque pueden haber derrotado a los cinco héroes, no había garantía de que no hubiera otros.

“… Gusanos. Por supuesto, han venido a faltarme el respeto”, murmuró el Rey.

Aplastó su copa en una rabia asesina, enojado de que habían llegado para arruinar el estado de ánimo.

“¡Sin duda tienen valor! ¡Si quieren morir tanto, los mataré a todos!”

“¡Su Alteza, por favor! Sólo los héroes….”, Shinichi trató de pedirle al Rey

que evitara que los humanos fueran aniquilados, pero el Rey se fue a través de un hechizo de Teletransporte a mitad de su súplica.

“Shinichi…”, murmuró Rino, mirando su cara con inquietud.

“Ah, bueno, él también me causa problemas”, dijo Shinichi, acariciando su cabeza con una sonrisa dolorida.

Permanecieron allí cinco minutos antes de que el Rey se teletransportara. Cinco minutos definitivamente no fue suficiente tiempo para acabar con toda la humanidad, así que Shinichi dejó salir un suspiro de alivio.

Junto a él, Rino dejó salir un pequeño grito.

“¡Papá, tu brazo!”

“¿Hmm? Oh, estoy sangrando”, dijo, notando la sangre azul goteando por su brazo izquierdo.

“¡¿Qué…?!”

Shinichi gritó en shock al ver la escena increíble en frente de él.

Sí, el corte era tan pequeño que apenas podía llamarse lesión, y desapareció sin dejar rastro cuando el Rey se sacudió el brazo. Pero este era el mismo Rey Demonio que no había sido completamente herido por los ataques combinados de los cinco héroes. Algo o alguien era lo suficientemente fuerte como para herirlo. Esto fue lo suficientemente serio como para hacer que todos en la habitación se congelaran en shock.

“El ser humano que llegó hoy era muy fuerte. Nos divertimos un poco antes de que huyera”, se rió el Rey.

Su estado de ánimo antes agrio desapareció por completo, reemplazado por una excitación infantil hacia su nuevo juguete.

“¡Oye, esto no es algo de lo que necesites estar contento!”, exclamó Shinichi.

El Rey se estaba riendo de una situación peligrosa. Alguien podría hacerle daño. Shinichi no podía contener sus preocupaciones y temores, pero las reacciones de los demonios eran completamente diferentes.

“¡Huh, es bastante impresionante que un humano fuera capaz de herir a Su Alteza, moo!”

“¿Qué tipo de estilo de lucha uso, oink? ¡Por favor, díganos, oink!”

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“Ja-ha-ha, les diré todo. Ahora no sean tan apresurados”, advirtió el Rey juguetonamente a la emocionada manada de demonios que se apiñaban a su alrededor.

“No. No, ¡¿qué pasa con esta reacción?!”, Interrumpió Shinichi, abrumado por la incredulidad.

La criada lo miró como si fuera el extraño.

“Sí, esta persona es un enemigo, lo suficientemente fuerte como para rivalizar con el Rey. Pero las personas de gran fuerza son venerables y virtuosas. ¿Cuál es tu problema?”, preguntó.

“¡¿Qué?!”, estalló Shinichi aturdido al oír que Celes también era una belicista musculosa.

Su última esperanza estaba con Rino, pero cuando la miró, vio una expresión complicada que sugería la resignación.

“No creo que sea correcto que puedan hacer lo que quieran sólo porque son fuertes…”, señaló Rino. Pero sabía que este era el status quo.

Incluso en el planeta natal de Shinichi, uno podría experimentar el choque cultural por el simple acto de cruzar un océano, y la gente estaba con armas todo el tiempo por la llamada paz o los derechos humanos. Pero siempre fue el más fuerte quien resolvió estos conflictos y se convirtió en el héroe.

Cuando Shinichi se perdió en sus pensamientos, el Rey terminó de relatar la historia, volviéndose hacia él.

“Bueno, eso fue un acontecimiento inesperado”, dijo, “pero continuemos con la celebración. Has hecho mucho por nosotros, y se reflejaría mal en mí como el Rey Demonio Azul si no mostrara adecuadamente mi gratitud antes de que te fueras”.

“… ¿Huh?”

Shinichi se encontró en una pérdida momentánea de las palabras. No lo había anticipado.

“¿Tengo permitido irme?”

“Bueno, sí, originalmente te llamé para manejar a ese grupo irritante.”

“Pero hay un nuevo héroe ahora, ¿verdad?”

“Lo hay, pero éste fue lo suficientemente inteligente como para retirarse al darse cuenta de la diferencia en nuestro poder. No me imagino que este humano se involucrará en el mismo plan idiota que los últimos.”


Debe haber captado algo durante su batalla. Parecía seguro de que el nuevo retador no iba a depender de la resurrección.

“Pero…”

Shinichi no estaba seguro de si debía decir esto en voz alta.

“Si este héroe se hace más fuerte y regresa, ¿qué pasa si pierdes o mueres?”

El Rey era innegablemente el ser más poderoso de este mundo. Pero a pesar de que no era capaz de envejecer o morir, ciertamente no era invencible. Después de todo, su nuevo retador fue lo suficientemente fuerte como para herirlo. Si esa persona se hiciera más fuerte y reuniera aliados de igual fuerza, podría ser derrotado de una vez por todas. ¿Podría el Rey ignorar a alguien que intenta matarlo?

Cualquier humano normal pensaría en otra forma de eliminar la amenaza, pero este era un mundo diferente, y el sentido de normalidad de Shinichi simplemente no se aplicaba aquí. Y para colmo, estaba hablando con el Rey del mundo de los demonios.

“Si pierdo, y honestamente no puedo imaginar que sucede, no hay nada que puede hacer. El más fuerte gana y se lo lleva todo; el más débil es derrotado y lo pierde todo. Ese es el camino de este mundo”, reflexionó el Rey sin un indicio de miedo en su rostro.

Más bien, parecía ansioso por luchar contra un oponente que realmente podría desafiarlo.

“Ya veo. Como se esperaba del Rey Demonio”.

Shinichi admiraba la sencillez de su determinación.

Me pregunto si los Reyes Demonios en los videojuegos sienten lo mismo.

Era demasiado débil para entender completamente las palabras del Rey Demonio, pero no tenía ningún deseo de menospreciarlo o criticarlo.

Mirando a su alrededor, vio no sólo a Celes, sino también al orco y minotauro de acuerdo con su rey. Sólo el rostro de Rino parecía dudoso, pero ella no expresó inquietud ni desaprobación.

Nadie intentaba mantener a Shinichi aquí. La tensión en su pecho eran sus propios miedos y ansiedades.

¿Qué les pasará si me voy a casa?

¿Terminarían todos muertos a manos de héroes más fuertes? ¿O el Rey podría seguir defendiéndolos? ¿Se rendirían y huirían de vuelta al mundo de los demonios? ¿O llamarían a otro humano como Shinichi?

Había tantas posibilidades.

Si Shinichi priorizara su propia vida, volvería a Japón, a la seguridad y la paz. Esa era la única certeza.

Pero, ¿puedo ser feliz si me voy ahora?

El Rey, Rino, Celes, todos los demás demonios con los que había conocido y hablado, todos podrían morir. Si fuera el único seguro, ¿podría actuar como si nunca hubiera pasado y ser feliz de nuevo?


No, eso sería terrible.

Por un momento, la imagen de una joven sonriente flotaba en su mente, y Shinichi lentamente negó con la cabeza. No le importaban tanto los demás. Era simplemente un humano egoísta.

De hecho, había niños al otro lado de la Tierra que se morían de hambre o se lanzaban a los campos de batalla con armas. Sin embargo, podía comer muy bien, jugar sus juegos y dormir en su cálida cama sin sentir ningún tipo de culpa, como cualquier humano normal.

Sus sentimientos no eran sobre justicia o integridad. Todo lo contrario. Su motivación era una razón muy egocéntrica: me entristecería saber que mis amigos murieron.

Sabía muy bien lo mal que estaba unir fuerzas con los demonios para hacer estragos a su propia especie. Sabía que un extraño no debería involucrarse tanto en otro mundo. Sabía cuáles eran las normas sociales establecidas.

Pero él no tenía ningún deseo de ceder a ellos. Era una persona normal y retorcida, muy lejos de algún tipo de santo. Sólo quería compartir alegría con la gente que le gustaba y reírse de la miseria de los que no la tenían, y sobre todo….

Sería muy aburrido irse ahora.

La boca de Shinichi se extendió en una gran sonrisa. Había sido convocado a un mundo de fantasía para actuar como asesor del Rey Demonio. No hay forma de que decida poner fin a una experiencia tan rara y maravillosa en tan solo unos días.

No es que tenga sueños que cumplir en la Tierra de todos modos.

No tenía grandes metas o habilidades para convertirse en alguien como un atleta o un químico. Y no hizo falta decir que no tenía novia. Estaba un poco preocupado por sus padres que podrían estar preocupados, pero realmente no deberían esperar más de su hijo idiota. No necesitaba que le dijeran que su vida estaría en peligro. La gente moriría cuando llegara su hora. Lo había aprendido hace diez años.

Con todo esto en mente, comenzó a verbalizar sus deseos internos hacia la existencia.

“Su Alteza, ¿puedo pedir mi recompensa por derrotar a los héroes?”, preguntó con gran formalidad.

“Hmm, oh sí. Puede que tenga cualquier cosa que desees, excepto mi hija”, advirtió el Rey con cautela, sintiendo un cambio repentino en la voz de Shinichi.

Sin decir una palabra, el niño se puso la máscara con la sonrisa retorcida para decir: “Bueno, por favor, mándame a derrotar al nuevo héroe”.

“Shinichi, tú…”, comentó el Rey.

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“¡¿Qué?!”, gritó Rino.

Mirando su rostro enmascarado, los dos pronunciaron su sorpresa.

“¿Es esto lo que deseas?”, preguntó Celes con una débil sombra de duda en su rostro normalmente impasible.

Había una posibilidad de que este frágil humano fuera destruido más allá de la resurrección si optaba por acompañarlos.

“¿No sería mejor para usted ir a casa y beber la leche de su hermanita?”

“¡Deja de hacer todo sobre el sexo! ¡Además! ¡Soy hijo único!”

Shinichi se rió con algo de fuerza. Esta podría haber sido su manera de expresar preocupación.

“Me quedo porque mi comida no sabrá tan bien mañana si decidiera abandonar a damas tan encantadoras como tú y Rino.”

“Shinichi…”, dijo Rino, sonrojada, casi conmovida hasta las lágrimas por su repentino cumplido.

Incluso las esquinas de la boca de Celes se estremecieron un poco.

“En otras palabras, ¿le gustaría beber la leche de Lady Rino?”, Preguntó nefastamente.

“¡¿Qué….?!”

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“¡¿Qué?! ¡Pero ni siquiera tengo pechos todavía!”, Objetó Rino.

“Shinichi, ven aquí por un momento”, gruñó el Rey.

Mirando hacia atrás la cara roja de Rino, Shinichi trató de volver a poner la conversación en marcha.

“¡De todos modos! Su Alteza, por favor permita que su consejero enmascarado derrote al héroe. Voy a alejar a cualquiera que se atreva a molestarlos a usted y a Lady Rino”, declaró Shinichi, poniendo un aire de rectitud mientras entregaba esta línea.

Siguiendo su ejemplo y finalmente entendiendo su determinación, el Rey habló con voz seria.


“Bien, entonces. ¡El Rey Demonio Azul, Ludabite Krolow Semah, te ordena usar tu sabiduría y derrotar a los tontos que están en contra de nosotros los demonios!”, anunció.

“¡Entendido!”

“¡Además, consíguele a mi encantadora hija, Rino, un poco de deliciosa comida!”, Añadió.

“¡Oh, vamos! ¿No puedes ser genial?”, dijo Shinichi mientras golpeaba juguetonamente a este enorme padre en el hombro.

No hace falta decir que el único dolor era en la parte posterior de la mano de Shinichi.

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