Gaikotsu Kishi-sama, Tadaima Isekai e Odekake-chuu (NL)

Volumen 1

Capitulo 1: Aventura en un Mundo Misterioso

Parte 1

Cuando volví en mí, no sabía dónde estaba ni qué hacía allí.

Las colinas cubiertas de pasto se extendían a mi alrededor. El sol todavía estaba en lo alto del cielo, así que debía ser un poco más del mediodía. El viento soplaba por el extenso mar verde, creando olas de hierba que fluían hacia donde me encontraba sentado sobre una roca. La brisa traía consigo el aroma de la vegetación fresca y de la tierra húmeda. Detrás de mí, podía oír el susurro del viento a través de un bosque mientras se movía entre los árboles.

Me levanté de la roca y observé la extensión que tenía ante mí. Habiendo vivido en la ciudad la mayor parte de mi vida, rara vez había estado expuesto a una escena tan tranquila. Lo único que podía hacer era quedarme allí y absorberlo todo.

Fue entonces cuando finalmente me di cuenta de mi cuerpo.

Estaba cubierto de pies a cabeza con una armadura plateada, acentuada con exquisitos detalles azules y blancos. Una armadura tan impresionante solía estar reservada para los caballeros que se leen en los cuentos de hadas. Mi capa, negra como la noche, se agitaba con el viento. Su forro brillaba ligeramente, haciendo que pareciera que la tela había sido arrancada directamente del cielo estrellado. En mi espalda había un gran escudo redondo decorado con un elaborado diseño y, debajo, una funda que contenía una enorme espada de dos manos que desprendía un aura misteriosa.

A pesar de ser una desviación bastante extrema de mi aspecto habitual, en realidad estaba bastante familiarizado con mi aspecto. Lo último que recordaba era estar jugando a un videojuego y haberme quedado dormido delante de la computadora, algo que hacía a menudo.

Lo siguiente que recuerdo es que me había despertado aquí como Arc, mi personaje del juego.

“¡¿Qué ha pasado?!” Grité con todas mis fuerzas. La voz que resonó en mi casco era mucho más profunda que la mía.

Teniendo en cuenta lo desolado del lugar, no esperaba precisamente una respuesta. Sin embargo no podía reprimir el deseo de gritarle a algo, cualquier cosa, por más tiempo.

Por capricho, saqué la espada de la vaina que llevaba a la espalda. Era una espada de doble filo que emitía una luz azul pálida, que reflejaba los rayos del sol. La hoja en sí tenía al menos cien centímetros de largo y era bastante ancha, lo que le daba una presencia bastante fuerte. Llevé la espada hasta a la altura de los ojos y corté el aire con un poderoso golpe.

“¡Guau!” Volví a gritar.

Era tan increíblemente ligera que apenas podía creer que el objeto que sostenía era realmente una espada de metal. El peso de la misma desafiaba mis expectativas y era capaz de blandirla fácilmente una y otra vez.

A continuación, intenté blandir la espada con una sola mano. A pesar de estar completamente equipado con armadura, mi cuerpo se sentía ligero, lo que me permitía moverme con gracia, sin que la armadura lo impidiera.

“¡Wyvern Slash!” Grité el nombre de un ataque del juego mientras blandía la espada.

La hoja liberó una explosión de energía directamente al bosque. Un momento después, un árbol con un tronco tan ancho como un niño comenzó a caer, haciendo un sonido de crujido en su camino hacia abajo mientras sus hojas rozaban los árboles de alrededor. Los pájaros que anidaban en las ramas cercanas echaron a volar y, un momento después, el árbol cayó al suelo con un ruido sordo.

“Supongo que esto es verdaderamente real…”

Por fin empecé a calmarme, aunque todavía no tenía ni idea de lo que estaba pasando realmente. Todavía algo somnoliento, consideré la posibilidad de que todo esto fuera un sueño. Después de todo, aquí estaba un caballero sagrado equipado con el arsenal y la armadura del personaje del juego que había interpretado hace unos momentos.

La armadura blanca plateada de clase mítica que llevaba era de la serie Belenus Holy Armor que solo podían llevar los Caballeros Santos. Formada por cinco piezas -cabeza, torso, brazos, cintura y piernas-, la armadura reducía los ataques de luz y fuego a la mitad, restablecía mi salud en intervalos regulares, aumentaba la defensa e incrementaba el poder de ataque. Era bastante poderosa.

Además, la capa que ondeaba al viento detrás de mí era la Capa del Crepúsculo, también clase mítica. Además de reducir el efecto de los ataques oscuros, también restauraba mi magia en intervalos regulares.

A mi espalda estaba el escudo de clase mítica, el Escudo Sagrado de Teutates. No sólo ofrecía una alta defensa, sino que su resistencia a los efectos de las estadísticas aumentaba con cada nivel que ganaba.

Muchos usuarios criticaron las estadísticas increíblemente altas de los objetos defensivos de los Caballeros Santos, lo que llevó a los desarrolladores del juego a realizar algunos cambios. Sin embargo, en lugar de cambiar las estadísticas de los objetos, decidieron (curiosamente) hacer que los Caballeros Santos no se pudieran equipar con accesorios.

Con esta restricción en la modificación de sus habilidades, el ya limitado número de jugadores de Caballeros Santos comenzó a disminuir. Ahora, eran increíblemente poco comunes.

El último de mis equipos era mi espada de dos manos, la Espada del Trueno Sagrado de Caladbolg. Contaba con una elevada estadística de ataque y proporcionaba una mejora de agilidad. Cada arma de clase mítica venía también con sus propias habilidades de ataque, pero éstas no eran más que potenciadores adicionales al resto.

Tras enfundar la espada en mi espalda, levanté la mano derecha hacia el cielo e invoqué el fuego. Al igual que en el juego, una llama envolvió mi mano derecha y empezaron a salir bolas de fuego de mi puño.

En realidad, no. Esto no era exactamente como el juego.

Sabía que mi clase principal era Caballero Santo y mi subclase había sido establecida como Sacerdote antes de irme a dormir. Fuego era una habilidad básica de Mago y Wyvern Slash era una habilidad de Caballero de nivel medio. Si esto fuera como el juego, no debería poder usarlas con esta configuración de clase.

Entonces, ¿por qué podía usar ambas habilidades de Mago y Caballero?

Todavía sin saber si se trataba de un sueño increíblemente realista, me golpeé el casco. Sin embargo, no estaba más cerca de despertar. Fue entonces cuando me obligué a formular la pregunta que tanto temía: ¿Y si esto no era un sueño, ni siquiera un juego, sino la realidad?

La sola idea me parecía absurda, incluso a mí, pero a medida que asimilaba lo que tenía delante, con mis cinco sentidos proporcionando información adicional, empecé a dudar de que fuera un sueño. Todo parecía demasiado real.

Si esto no era un juego, entonces eso podría explicar por qué podía usar todas las técnicas que había aprendido, independientemente de los cambios de clase. Después de todo, no era como si un practicante de judo perdiera su capacidad de utilizar todas las técnicas de judo que había aprendido en el momento en que empezó a practicar el boxeo.

En ese caso, me pregunté si eso significaba que podía utilizar las habilidades de clase de nivel superior que había aprendido.

Antes de convertirme en Caballero Santo, una clase de nivel superior, había subido de nivel otras nueve clases. Para convertirme en Caballero Santo, necesitaba tener las clases de nivel superior de Invocador, Caballero Sagrado y Sacerdote. Para conseguirlas, necesitaba las clases de nivel medio de Magus, Caballero y Obispo. Para ello necesitaba las clases de nivel básico de Mago, Soldado y Monje. Después de esas nueve clases, el Caballero Santo era la décima.

No aprendí todas las habilidades de cada clase, pero aún así adquirí un gran número de técnicas.

Con todas estas habilidades a mi disposición, puede que sea capaz de sobrevivir en este mundo desconocido. El hecho de no estar limitado a mi clase principal será una gran ayuda.

Para ser sincero, la clase Caballero Santo era básicamente una carta de amor de los desarrolladores. La habilidad con la espada del Caballero Santo era la única habilidad disponible, pero te permitía equipar una espada de dos manos en una mano y te daba bonificaciones de ataque adicionales si equipabas una en ambas. Con sus amplias opciones de equipamiento y sus elevadas estadísticas de ataque y defensa, la clase parecía perfecta para evitar la derrota. Por desgracia, era difícil usarla como clase principal, ya que carecía de la capacidad de atraer a los enemigos.

El romanticismo y el propio nombre de Caballero Santo fue lo que me atrajo. Habiendo pasado todo el esfuerzo para alcanzar esta clase de alto nivel, sentí cierta afinidad por ella. Aunque, incluso yo tenía que admitir que era difícil de usar. Pero, por otro lado, la clase era ciertamente más que lo suficientemente poderosa como para ganar un combate directo sólo con sus armas, sin necesidad de técnicas especiales.

Exhalé lentamente mientras reflexionaba sobre esto. Me di cuenta de que no podía seguir perdiendo el tiempo en la cima de esta colina. Necesitaba encontrar una persona, un pueblo, algo. Empecé a pensar en lo que haría a continuación.

A pesar de encontrarme en esta situación imposible, me sentí un poco orgulloso de lo tranquilo que estaba.

Invoqué otro hechizo, como había hecho antes. Esta vez se trataba de Portal de Transporte, una habilidad mágica de apoyo a los magos, que hizo aparecer a mis pies una columna de luz azul claro de tres metros de ancho. Este hechizo permitía a los jugadores transportarse instantáneamente a cualquier ciudad que hubieran visitado previamente.

En el juego, normalmente aparecía un mensaje que te permitía seleccionar el nombre de la ciudad a la que querías transportarte. Sin embargo, el espacio frente a mí permanecía en blanco. Pensé por un momento en lo que debía hacer. De repente, el mundo que me rodeaba se oscureció.

Un momento después, me encontré con la misma escena que había visto hacía unos momentos. Mirando a mis pies, supuse que había avanzado unos tres metros. Parecía que el hechizo no iba a funcionar sin que yo tuviera en mente una imagen clara de adónde quería ir.

No estaba seguro de dónde estaba en este mundo, así que quizás no podría viajar muy lejos. No era como si conociera otras zonas aparte de en la que me encontraba en ese momento.

“Bueno, esto es una mierda”, murmuré mientras miraba al cielo.

Aunque, puede que existan otras opciones. Golpeé mi puño en la palma de la mano mientras recordaba una habilidad de transporte diferente que podía utilizar: Paso dimensional, una habilidad complementaria de los magos. Después de ejecutar la habilidad, los jugadores podían trasladarse a cualquier lugar de su elección con un clic del mouse. A menudo se utiliza al principio del juego para salir del alcance de un ataque de área de efecto del enemigo o para escapar rápidamente de las hordas de enemigos, la habilidad se volvió casi inútil hacia mitad del juego. El área de efecto de los ataques de los monstruos grandes y de los jefes era simplemente demasiado grande para escapar. La habilidad sólo era útil para ajustar tu posición o para consumir MP mientras corrías por la pantalla.

Me concentré en un lugar frente a mí y luego ejecuté el Paso Dimensional. Un instante después, el mundo a mi alrededor comenzó a moverse. Mirando por encima de mi hombro, pude ver donde había estado parado hace unos momentos; estaba bastante lejos, tal vez a unos 500 metros o algo así.

En el juego, la habilidad sólo te permitía teletransportarte hasta el borde de la pantalla. Aquí, en el mundo real, sin embargo, el hechizo me permitía viajar instantáneamente a cualquier lugar que pudiera ver. Era muy conveniente poder volar como un esper sin necesidad de poner una cuenta contra mi cabeza cada vez. Además, el corto tiempo de recarga entre usos lo convertía en un hechizo de transporte bastante útil.

Alterné entre esperar a que el hechizo se recargara y usar el Paso Dimensional para teletransportarme. Mi estado de ánimo empezó a mejorar mientras más viajaba.

El día transcurría y el cielo empezó a adquirir un brillo carmesí a medida de que el sol se acercaba cada vez más al horizonte. Suponiendo que el sol estuviera al oeste de mí, eso significaba que estaba viajando hacia el suroeste.

A medida que avanzaba de una colina cubierta de hierba a la siguiente, iba apareciendo un río. Me teletransporté a la orilla del río y miré hacia el otro lado. El río parecía tener unos 200 metros de ancho. El único sonido era el suave flujo del agua, su superficie de cristal reflejando el profundo brillo anaranjado del sol poniente. El agua del río era clara, lo que me permitía ver sus profundidades, donde podía ver bancos de peces nadando.

Supongo que ya es hora de que me tome un descanso y beba algo, pensé mientras me desabrochaba el casco de mi armadura.

Ahora que lo pensaba, era un poco extraño que no sintiera ningún peso -ni siquiera el calor de la armadura, a pesar de estar completamente envuelto en metal. Con eso en el fondo de mi mente, me incliné sobre la superficie del agua.

Mi cara… estaba completamente blanca.

“¿Qué demonios…?” Las palabras escaparon de mis labios antes de ser rápidamente ahogadas por los sonidos del burbujeante río.

Me fijé en el rostro que me miraba desde el río. Bueno, eso no era del todo correcto. No había ojos en mi reflejo. Tampoco había nariz, ni siquiera piel.

Las llamas azul claro parpadeaban en las profundidades de un par de cuencas oscuras y sin ojos, que me devolvían la mirada sin emoción alguna. El esqueleto reflejado en la superficie del agua llevaba la misma armadura exquisita que yo.

Se me había olvidado por completo. Si mis habilidades aquí fueran tan limitadas como en el juego, probablemente me habría dado cuenta antes. Sin embargo, sin este recordatorio, yo había olvidado por completo con qué avatar estaba jugando.

Mi avatar habitual en el juego se basaba en un humanoide que había personalizado hasta el último detalle. El sistema permitía a los jugadores realizar todo tipo de personalizaciones en su apariencia, incluso inventar su propia especie. Podías darle a tu avatar orejas alargadas para hacer un elfo o una nariz parecida a la de un cerdo para hacer un orco, por nombrar algunos.

Por una cuota, podías acceder a más personalizaciones de avatares, una de las cuales era un avatar de esqueleto.

Mis amigos me habían criticado por elegir una personalización tan insignificante. Puede que fuera un avatar de pago, pero no era como si alguien pudiera verlo, ya que estaba cubierto de armadura.

Ni siquiera yo me había dado cuenta hasta que me quité el casco y vi mi reflejo en el agua… Sacudí la cabeza e intenté aclarar mis pensamientos para volver a centrarme, aunque el shock era más emocional que otra cosa. Me sorprendió lo tranquilo que seguía estando, aunque eso me reconfortó poco teniendo en cuenta la situación en la que me encontraba.

Esto va a ser un problema bastante grande, me di cuenta.

No había forma de quitarme el casco delante de la gente, no con este aspecto. Alguien podría pensar que soy una especie de monstruo e intentar matarme. Tampoco estaba seguro de cuál era mi posición en términos de fuerza en este mundo. Teniendo en cuenta que mi apariencia en el juego se había transferido aquí, era casi seguro que había otros monstruos que también se habían trasladado, monstruos a los que no podría derrotar solo.

Miré a mi alrededor mientras el peso de la situación empezaba a asentarse.

Hasta donde podía ver, no había nada más que una extensión serena frente a mí. No vi nada que pudiera suponer una amenaza. Saber que tenía un hechizo como Paso Dimensional para escapar de cualquier peligro, al menos me proporcionó algo de consuelo.

Pero ahora tenía que pensar en mi siguiente paso.

Decidí que debía pasar desapercibido y tratar de no destacar. Esa era realmente mi única opción.

Teniendo en cuenta mi apariencia bajo la armadura, no parecía una buena idea ir cerca de zonas pobladas. Por otro lado, no era como si pudiera vagar por el resto de mis días, escondiéndome en un mundo del que no sabía nada. Tal vez no necesitaría quitarme la armadura de inmediato, incluso en zonas pobladas. Pero incluso si ese fuera el caso, la armadura era demasiado extravagante; llamaría mucho la atención por sí sola. Y, de nuevo, no era como si pudiera quitármela.

Lo único que realmente tenía en este mundo -un mundo del que ni siquiera sabía el nombre- era mi armadura y mis armas. Había perdido todos los objetos del juego y el dinero. Así que, ante todo, necesitaba encontrar una manera de empezar a ganar dinero y de organizar una especie de estilo de vida.

Podía sentir que mi cabeza se calentaba cuanto más pensaba, así que la metí en el río. El agua fría empezó a refrescarme de inmediato al pasar por mi cráneo expuesto. Dudé en dar un trago. Podía sentir cómo el agua bajaba por mi garganta y se extendía por todo mi cuerpo. Sin embargo, cuando me llevé una mano a la garganta, lo único que sentí fueron las vértebras que formaban mi cuello.

¿Cómo podía un esqueleto beber agua y a dónde iba? ¿Y cómo podía yo probarla? Pensé que era mejor no preocuparse por las cosas pequeñas en este momento. Podía sentir que mi cabeza volvía a empezar a calentarse.

En primer lugar, tenía que recomponerme y empezar a buscar un pueblo o una ciudad. Si seguía río abajo, seguramente encontraría algún tipo de asentamiento humano. Saqué mi casco de debajo del brazo y me lo puse en la cabeza, reanudando mi viaje con el Paso Dimensional.

Había un camino que bordeaba el río, así que supuse que no podía estar lejos de algún asentamiento. Ni siquiera en mis momentos más caritativos podría decir que la carretera era bonita, ni siquiera que estaba bien cuidada. Consistía principalmente en tierra compactada y podía ver dónde habían pasado los carros a través de los surcos grabados en el suelo. A juzgar por el camino y el entorno circundante, la civilización que vivía en estos lugares no parecía estar muy avanzada.