Kumo Desu Ga Nani Ka?

Volumen 14

L2: El Señor Que Una Vez Fue una Rata de Laboratorio

De manera bastante exasperante, el hombre llamado Potimas Harrifenas ha jugado un papel inextricable en gran parte de mi vida.

Desde el momento de mi nacimiento hasta el día de hoy, siempre me ha perseguido la sombra de ese hombre.

La razón es simple, aunque me disgusta especialmente reconocerlo: Él es mi padre, aunque solo sea por sangre.

Ciertamente, nunca me ha tratado como a una hija.

Eso ahora no importa, y no tengo forma de confirmarlo de todos modos, pero sospecho que ni siquiera registró mi nacimiento en su registro familiar ni nada por el estilo.

En otras palabras, se negó a reconocerme.

No hace falta decirlo, ya que para él no era más que una rata de laboratorio para sus experimentos.

Mi primer recuerdo es el de estar acostada en una cama en un laboratorio, o algo por el estilo.

Obviamente, no recuerdo los detalles en este momento, pero sé que estuve acostada en ese lugar durante mucho tiempo.

O tal vez sería más exacto decir que no tuve más remedio que quedarme allí.

Estaba postrada en la cama día y noche, sin la capacidad siquiera de sentarme.

En el momento en que tuve algo de autoconciencia, ya estaba en aquella condición.

Afortunadamente, adquirí de manera natural la capacidad de entender el idioma, probablemente porque la televisión siempre estaba encendida en aquella sala.

Dado que Potimas generalmente elegía programas educativos para que yo viera, también adquirí una cantidad decente de conocimiento sin siquiera levantarme de la cama.

Aunque estoy segura de que aquello tan solo era parte de su experimento, para ver si podía desarrollar inteligencia al ritmo de un humano normal.

Sí, todo fue un experimento.

Esa es la razón por la que nací.

Nunca conocí a mi madre.

De hecho, no sé si alguna vez tuve una.

Porque no soy un ser humano ordinario.

Soy una quimera, el tema que Potimas estudiaba en ese momento.

Una quimera se crea cuando los factores de diferentes criaturas se combinan para crear nuevas especies. Yo soy el resultado de uno de esos experimentos.

Cuando digo que Potimas es mi padre, no me refiero a que él embarazara a mi madre hipotética, y luego ella me diera a luz.

Solo quiero decir que soy una quimera basada en los genes de Potimas.

Todavía no sé si nací en un tubo de ensayo o si realmente tuve una madre. En este punto, no tengo forma de averiguarlo.

Aunque sospecho que es más probable lo primero. Supongo que mi creación no involucró el útero de una madre.

A juzgar por mi constitución física, dudo que alguna madre hubiera sobrevivido llevándome a término.

Es la misma razón por la que fui confinada a la fuerza a este estilo de vida postrada en una cama.

Concretamente: soy venenosa.

Evidentemente, fui creada usando ADN de varias criaturas, con los genes de Potimas como base, pero parece que la influencia más fuerte de todas vino del ADN de una araña.

Mi cuerpo tiene la capacidad de crear veneno.

No había forma de saber en ese momento que esto provenía de la araña; mi apariencia era completamente humana, y no tenía ningún otro rasgo de araña.

Solo aprendí esto mucho más tarde, cuando el sistema se implementó, y muchas de mis habilidades y títulos estaban relacionados con las arañas.

En aquellos días, todo lo que sabía era que el veneno estaba carcomiendo mi cuerpo.

Sí, mi cuerpo producía veneno pero desafortunadamente no tenía la capacidad de procesar ese veneno.

Por lo tanto, mi cuerpo estaba constantemente corroído por mi propio veneno, haciéndome imposible vivir una vida normal.

La única forma en que mi cuerpo podía sobrevivir a todo eso era permanecer en la cama y recibir nutrientes y medicinas neutralizadoras de venenos a través de un goteo intravenoso constante.

Realmente no estaba viviendo. Simplemente me mantenían con vida.

Y me trataron como nada más que una rata de laboratorio todo el tiempo, de vez en cuando me tomaban muestras de sangre y cosas por el estilo.

Potimas no tiene ni una pizca de emociones o empatía. Tal vez tarde o temprano me habría sacrificado una vez hubiera finalizado de recolectar datos de mi cuerpo.

Afortunadamente, fui rescatada por Lady Sariel antes de que eso pasara.

En un extraño momento para Potimas, aparentemente cometió algún tipo de error importante poco antes de que me rescataran, y los resultados de la investigación se extendieron por todo el mundo.

Luego, otros niños quimera como yo que estaban siendo utilizados como ratas de laboratorio se fueron encontrando por todo el mundo, y Lady Sariel dirigió la Fundación Sariella para acogerlos.

Debido a que muchos de los otros niños quimera tenían circunstancias como yo, los orfanatos normales no podían acogerlos, y las instituciones medicas tenían que verse involucradas.

Primero, la propia sociedad tampoco estaba segura de como tratar con quimeras como nosotros, por lo que a menudo también había peleas por la ciudadanía y esas cosas.

Y algunos de estos niños tenían rasgos únicos que podían ser peligrosos, útiles o ambos, lo que hacía que el manejo de las quimeras fuera un asunto delicado.

Por lo tanto, de todas las partes interesadas, fue la Fundación Sariella la que fue elegida para tratar con el asunto: una organización benéfica que no pertenecía a ninguna nación en particular.

La Fundación Sariella tenía vínculos tanto con la atención médica como con la administración del orfanato, y como no tenían una afiliación regional, podían ser completamente neutrales.

Sin duda no usarían las quimeras como armas vivientes.

Era la organización perfecta para confiarles su cuidado.

Algunas naciones intentaron quedarse con las quimeras que parecían más útiles para ellas, pero como la presidenta de la Fundación, la misma Lady Sariel, siempre aparecía en la escena en persona, hubo pocos casos de éxito.

Por supuesto, fue solo después de que se incrementara el sistema que descubrimos que hubo algunas excepciones.

Incluso Lady Sariel y la Fundación Sariella no pudieron salvarlas a todas.

Pero aun así, Lady Sariel lo dio todo para salvar a todas las que pudo, para acogernos a todas.

Incluso las quimeras como yo, que realmente estábamos al borde de la muerte.

Tanto física como mentalmente.

Puede que terminara en tragedia, pero el hecho es que Lady Sariel nos acogió y nos salvó.

Los niños quimera vivieron juntos en un orfanato sin nombre.

Ellos eran mis hermanos y hermanas.

Y aquellos días en el orfanato con ellos fueron de lejos, los momentos más felices de mi vida.

***

Es exactamente por eso por lo que no puedo dejar que Potimas se salga con la suya robando esa preciosa felicidad.

Lo destruiré con mis propias manos.

… No importa el costo.

***

“Qué patético.”

Una voz profundamente desagradable resuena desde algún altavoz oculto.

“Por supuesto eso fue lo mejor que pudiste hacer. El único del que debo tener cuidado es de Güliedistodiez. ¿Realmente creías que podrías derrotarme, cuando me he preparado para la batalla contra nada más y nada menos que un dios? Es por eso por lo que nunca serás nada más que una niñita patética.”

¿Es mi imaginación, o está hablando más de lo normal?

Tal vez debería estar feliz por eso, al menos.

“Aun así, nos conocemos desde hace tantos años. Sería de mala educación contenerte en tus horas finales. Creo que te has ganado el derecho de ser derrotada por el alcance total de mi poder. Así que te he considerado digna de usar esta Gloria Tipo Ω, la cual creé para derrotar a Güliedistodiez.”

La voz del orador da una apreciación fríamente la cual no pedí.

Ante mis ojos, mirándome desde arriba, hay un arma mecánica.

“Qué momento tan emotivo. Nuestros largos años juntos finalmente llegarán a su fin, aquí y ahora. Finalmente puedo hacer borrón y cuenta nueva sin dejar rastro. Adiós, mi mayor fracaso.”

Entonces la máquina ataca con su espada hacia mí.