Rakuin no Monshou (NL)

Volumen 4

Capitulo 2: La Hora Del Té De Las Princesas

Parte 2

 

 

de su despiadada profesora, la expresión de Hou Ran cambió completamente al empezar a cuidar a los dragones.

Por alguna razón, la expresión de Vileena se puso tensa. Originalmente no había venido aquí para pedirle a Krau que le enseñara a pilotar una aeronave. Vileena no era tímida con los extraños, pero esta era la primera vez que tenía una charla cara a cara con Hou Ran. Era alguien que era difícil de entender. Incluso más que ese príncipe.

Publicidad M-AR-1

¡Ha! Alentando a su corazón que ahora era tímido, Vileena se acercó a donde estaba Hou Ran.

— Señorita Hou.

— Sólo ―Ran‖ está bien.

Ran habló sin darse la vuelta. Les dio a los dragones su alimento, acariciando suavemente el cuello de los Tengos.

Después de que le su entusiasmo, Vileena:

Publicidad G-M2



— Hum, eh… —e inclinando la cabeza, titubeó un poco.

Publicidad G-M3



— ¿Qué?

Rakuin no Monshou Volumen 4 Capitulo 2 Parte 2 Novela Ligera

 

Preguntó ella. A medida que se acercaba, Vileena no pudo evitar tener la impresión de una belleza diferente de la elegancia y el comportamiento refinado que tanto se elogiaba en la Corte. Más que nada, sus ojos que recordaban a un lago claro fueron los que espontáneamente captaron la atención de Vileena.

— Bueno… Tengo algo de lo que quiero hablar contigo.

— Conmigo.

Su voz era monótona, lo que hacía imposible adivinar sus pensamientos más íntimos. De alguna manera, Vileena continuó sin inmutarse,

— Sí. El príncipe y tú son cercanos, o mejor dicho, parece que comparten una relación de confianza.

— El príncipe —repitió Ran en un murmullo y luego asintió con convicción—. Ah, bueno, no sería extraño si eso es lo que parece.

— ¡Espera, espera, espera! —Krau, que había estado escuchando la conversación entre ambas, mitad curiosa mitad nerviosa, no pudo soportarlo más y se entrometió—: Ran, cuida cómo hablas. ¡Esta es la princesa de Garbera! La que se convertirá en la legítima esposa del príncipe. Sé un poco….

— No importa, Krau —Vileena la detuvo—…. Ese príncipe se encuentra ahora mismo en su habitación. ¿Hace a menudo este tipo de cosas? Al fin y al cabo, siempre me irrito con el comportamiento del príncipe, me enojo o lo regaño inmediatamente, pero cada vez el príncipe produce resultados que me dejan estupefacta. Aunque otras personas no puedan verlo, él siempre está pensando en algo. Al mismo tiempo, he llegado a creer que siempre está sufriendo y preocupándose él solo.

— ……

— Pero esta vez… Tengo la sensación de que es diferente de lo habitual. Y aunque es vergonzoso, no lo entiendo. Así que pensé que tú, que eres cercana al príncipe, podrías ser capaz de entender lo que está pasando esta vez.

Durante un corto tiempo, Ran siguió atendiendo a los dragones sin decir palabra.

Krau, que estaba mirando, se sintió nerviosa mientras el silencio se prolongaba.

— Ya no es un niño —Ran dijo con la espalda todavía girada—. Si hay cosas que cree que necesita hacer, las hará. Tal vez en este momento, él no cree que haya nada que hacer.

— Pero…

La guerra con Taúlia se resolvió por el momento, se enviaron refuerzos a Garbera; esta vez era con Ende y quizás incluso con su propio país, Mephius, con el que podría haber contiendas. En una situación como la actual, es imposible que no haya nada que hacer.

Tal vez al darse cuenta del significado implícito de Vileena, Ran giró su cabeza – y sólo su cabeza – hacia ella.

— Si crees que es tan extraño, deberías entrar sin invitación y preguntarle directamente.

— …Si hago eso, entonces seré yo quien haya fallado. Hay muchas maneras de entender a otra persona.

— Si no puedes preguntárselo a la persona en cuestión, será mejor que lo dejes en paz.

Incluso Vileena se sintió un poco enfadada por su forma brusca de hablar.

— ¿En serio piensas así?

— No sé qué quiere decir ella con ―en serio‖.

— Esta ella [*], ¿a quién te refieres? (* NTI: En el texto original, esta es la primera vez que Hou Ran se dirige directamente a Vileena y lo hace usando “omae”, que es normalmente una forma de casual a grosera de decir “tú” a un igual social o a un inferior. En este caso, dadas sus respectivas posiciones sociales, es muy grosero.)

Vileena entrecerró los ojos, finalmente presionó demasiado. Ella había mostrado calma y tolerancia por su forma de hablar, pero no hace falta decir que el título de Tercera Princesa de Garbera no era algo insignificante para ser menospreciado hasta ese punto. Porque no era un problema que sólo le preocupaba a ella.

Ran, por otra parte, sonreía débilmente, y en cuanto al dragón que estaba acariciando con su mano, uno sólo podía preguntarse qué sentía, ya que había estado agachando la cabeza como si estuviera aterrorizado desde hacía algún tiempo.

Justo cuando Krau, que podía sentir la atmósfera explosiva, volvió a contener la respiración con un suspenso nervioso, se acercó una sombra digna.

***

 

 

— Oh vaya. ¿Interrumpo, me pregunto? La que apareció era otra chica, Ineli Mephius.

— Su Alteza Imperial.

Vileena no pudo ocultar su sorpresa. En este tipo de lugar, encontrarse con este tipo de oponente era algo que no se esperaba. En cuanto a Ineli, aunque ella había ido allí abiertamente, mostró claramente su incomodidad por estar cerca del polvo y del hedor de los dragones. Cubriéndose la nariz con la mano:

— Hermana mayor, ¿puedo hablar contigo un momento?

Se llevó a la princesa Vileena de las jaulas de dragones a un lugar más privado. Seguramente porque ya había perdido el interés, Hou Ran permitió que el entrenamiento se reanudara en campo abierto.

Publicidad M-M3

Una vez que las dos estuvieron solas, Vileena sintió tensión por razones diferentes a las anteriores. Ya sea en la ocasión de la fiesta del Festival de la Fundación de Mephius, o en el momento de la rebelión de Zaat, o por supuesto ahora que las dos estaban solas, era algo parecido.

Parece que le va sorprendentemente bien.

Naturalmente, Vileena no se hacía ilusiones sobre el día en que Ineli aterrizó en Apta o sobre el significado de la sonrisa que le estaba mostrando. Ineli había tenido una hostilidad inconfundible hacia ella. La Ineli que ahora se enfrentaba a ella era completamente igual que antes, pero cuando llegara el momento, no sabía qué tipo de pelea iba a empezar.

Vileena se preparó mentalmente, sin embargo, Ineli dijo algo inesperado.

— Parece que la princesa de Taúlia, Lady Esmena Bazgan, llegará pasado mañana. Con mi hermano en ese estado, no tendrá el ánimo para recibirla adecuadamente. ¿No estás también preocupada por eso, princesa?

— S-sí.

— Por supuesto, no se puede decir que Su Alteza Imperial el Príncipe Heredero ponga una barricada contra Lady Esmena todo el tiempo. Además, tú, hermana mayor, no tienes ningún falso orgullo, así que…

— ¿Así que?

— ¿Confiarías la recepción a Ineli?

Ni por un momento pudo Vileena adivinar las verdaderas intenciones detrás de esta sonriente petición.

Después de eso, Ineli realizó una muestra de trabajo tan vigorosa que parecía difícil imaginar que se había encerrado en Solón.

Como no se podía utilizar el Gran Salón bombardeado, decidió de inmediato que la fiesta se celebraría en el vestíbulo de la planta baja del Cuartel y dio a los artesanos instrucciones sobre las elegantes decoraciones en las que debían empezar a trabajar. Desde el castillo, les pidió que trajeran los muebles que habían quedado intactos: taburetes, mesas, etc., así como pinturas y telas trenzadas; luego, con un impecable sentido del balance, los reordenó.

Escogió el menú para las comidas. Además, fue personalmente a las bodegas y, tras escuchar atentamente la opinión de una persona que conocía las preferencias de los de las regiones occidentales, seleccionó diversas variedades de vino. Como si de repente se le hubiera ocurrido, llamó al segundo al mando de la Guardia Imperial, Shique.

— Me gustaría tener una danza de espadas delante de nuestros invitados de Taúlia. ¿Serías tan amable de elegir a un buen número de espadachines? —le ordenó.


En respuesta a la repentina convocatoria, Shique se había limitado a adoptar una postura respetuosa, pero al hacerlo escudriñó abruptamente su rostro.

— También participarás en la danza de espadas. Será bueno si montas un espectáculo, ya que complacerá a nuestros huéspedes. Te lo dejo a ti.

Era una orden que no dejaba espacio para el desacuerdo. La amante de los combates de espadas, Ineli, había llegado a conocer a Shique en su época de gladiador.

Después de eso, Ineli dio órdenes a los funcionarios y también a la gente del pueblo para que se prepararan para la recepción.

Vileena sólo veía cómo avanzaban los preparativos. Aunque era hábil en el manejo de armas y aeronaves, era extremadamente pobre en asuntos como estos. Por encima de todo, Vileena era mala con cosas como banquetes o fiestas, y no tenía experiencia en cumplir con el deber del anfitrión de dar una cálida bienvenida a todos.

Y así, como ser la única que no tenía nada que hacer en medio de un entorno ajetreado era insoportable para su naturaleza, le preguntó a Ineli si había algo que pudiera hacer para ayudar.

— ¿No prometiste que me confiarías esto? —Preguntó Ineli en voz alta, a lo que añadió una sonrisa demasiado atractiva para su edad.

— Hermana mayor, está bien que estés presente cuando Lady Esmena esté  aquí.  De  todos  modos,  como  la  prometida  del  señor  de  este castillo, también es posible que ella sospeche si los dos no aparecen juntos. Parece que Esmena Bazgan nunca ha puesto un pie fuera de

Publicidad M-M1

Taúlia antes. Estoy segura de que le encantaría que le contaras divertidas historias sobre Garbera.

— ¿Historias divertidas?

Después de lo cual, en su habitación, Vileena se encontró en un aprieto, con la cabeza llena de preocupaciones sobre estos temas. La princesa nunca había considerado si ella misma tenía o no sentido del humor. Theresia no podía simplemente mirar y permanecer indiferente.

— Princesa. Una ―historia divertida‖ no tiene por qué ser una historia en la que uno se mantiene a su lado con risas. Está bien si hablas de cosas perfectamente normales. Después de todo, deberían poder disfrutar de una conversación que es simplemente sobre culturas y modales extranjeros.

Sin embargo, incluso con este consejo, Vileena era incapaz de hacer las cosas negligentemente y una vez que se había convencido de que algo había que hacer de cierta manera, no iba a cambiar fácilmente esa creencia. Con tantas cosas desconocidas a su alrededor, Theresia estaba preocupada de que en cualquier momento pudiera tener una erupción de madurez mental tan intensa que podría desarrollar fiebre y colapsar.

Y así, el tiempo pasó en un abrir y cerrar de ojos hasta que muy poco quedó antes de la llegada de Esmena.

Publicidad M-M5

Durante este tiempo, el príncipe Gil Mephius nunca salió de su habitación, y mientras Shique y los otros Guardias Imperiales estaban preocupados por ello, sólo podían practicar la danza de espadas tal y como les ordenó Ineli.

En medio de toda esta confusión, Oubary Bilan era el único cuya actitud era indiferente. Cuando un enemigo no amenazaba con atravesar la frontera, sino que era bien recibido, había otro pequeño detalle que un hombre que, como él, que dependía de las artes militares podía hacer. Desde la mañana se dedicaba a la bebida.

Cada vez que Oubary se emborrachaba, los subordinados que estaban presentes pensaban que era extraño cómo se acariciaba la herida en la mejilla, diciendo ―duele‖.

Aparte del príncipe imperial, había otra cosa que Oubary no podía soportar. Los refuerzos para Garbera.

La primera vez que Oubary se enteró de que el príncipe los estaba organizando, tenía dudas al respecto. Todavía tenía un afecto persistente por Garbera. Como Noue Salzantes lo valoraba más que su tierra natal Mephius, en un principio había pedido su ayuda para hacer uso del plan de Zaat. Pero ahora que el plan para Solón había fracasado y que él mismo había sido enviado como refuerzo, sentía que esta vez le gustaría ser el que le ofreciera un favor a Noue y le impusiera una deuda.

Sin embargo, sabía muy bien que su país no tenía intención de enviar refuerzos a Garbera. Debido a que había incurrido en el disgusto del emperador al desaparecer en el momento de la rebelión de Zaat, el hecho es que quería evitar seguir provocando la ira de Guhl Mephius.

Así, Oubary, en conflicto debido a este dilema, se irritó por su actual situación de tener tiempo libre entre sus manos.

— ¡No soy la clase de hombre que está hecho para terminar como un mero general!

Mientras Oubary repetía eso mientras se acariciaba la herida en la mejilla, los soldados de la División Blindada Negra que le hacían compañía se sentían profundamente incómodos.

Mientras se realizaban los preparativos en Apta, Esmena Bazgan había cruzado la frontera tan pronto como todo estuvo listo. Como era la primera vez que viajaba en una nave, admiraba cada parte del paisaje y sus ojos brillaban como los de una niña.

— Las aeronaves están hechas de fósiles de dragones, ¿no?

— Sí. El armazón está hecho con metal refinado de fósiles. Las espinas dorsales de las embarcaciones marítimas se llaman ―quillas‖, que están escritas con los caracteres de ―dragón‖ y ―esqueleto‖, pero estos aquí son literalmente huesos de dragón.

— Entonces, el hecho de que pueda volar, ¿es porque el poder de los dragones aún habita en sus huesos que se han convertido en fósiles?

— Ah, no —el capitán de la nave, a quien se le había asignado el papel de dar explicaciones, hizo un gesto con la mano para enfatizar—. Que pueda volar en el cielo es porque repele el campo magnético de la tierra gracias al éter. El metal obtenido de la refinación de los huesos de dragón se llama dragonstone y es muy ligero, lo que lo hace extremadamente conveniente para su uso en naves o aeronaves más grandes.

A bordo de la nave, Esmena miró por aquí, por allá y por todas partes, acercándose a cualquiera sin preocuparse, y les preguntaba cada detalle sobre cada cosa nueva, uno por uno. Ni una sola de las personas que se ocupaban de ella tenía una expresión de preocupación. Se rumoreaba que la princesa estaba plagada de pesadillas extrañas. Fue conmovedor ver que en su rostro demacrado, que siempre llevaba un aire de aflicción, sus ojos brillaban ahora con curiosidad y vivacidad.

Sin embargo, la distancia entre Taúlia y Apta cuando se viajaba en un crucero aéreo de tamaño mediano no era más de medio día de viaje. Antes de que la curiosidad de Esmena por el cielo pudiera ser satisfecha, las aeronaves que les daban la bienvenida a Apta aparecieron para guiarlos.

Publicidad M-M4

Cuando Esmena Bazgan se bajó en el puerto de aterrizaje, un gran número de personas se reunieron en el espacio abierto debajo de ella. Se levantaron estandartes para dar la bienvenida y mientras la gente de Apta agitaba las manos, Esmena devolvió el saludo con un tímido movimiento de mano.

Las mujeres de Taúlia exponían su piel lo menos posible. Desde la cabeza, estaba cubierta con una bufanda y el largo manto de la tela envuelto alrededor de todo su cuerpo se arrastraba mientras caminaba. Muchos de los mephianos pensaban que su figura era exótica y en algunos lugares se escuchaban suspiros de admiración por parte de la multitud. Aunque durante muchos años habían sido enemigos encarnizados -históricamente, Apta en particular había sufrido muchos ataques de Taúlia-, en esta ocasión la invitada era una joven que ayudó a calmar el sentimiento nacional.

Sintiéndose nerviosa al ser observada como si estuviera a punto de ser devorada, Esmena no olvidó observar fugazmente las calles de la ciudad castillo. Todo sobre lo que sus ojos se posaban ahora era nuevo y deslumbrante. Aunque no estaba separada de Taúlia por una gran distancia, cuando pensaba en un país extranjero, sentía que incluso el cielo azul añil al atardecer se veía diferente al de su tierra natal.

— Aunque había escuchado que la gente de Mephius, todos ellos, eran forzados a vivir como esclavos del emperador, todos aquí parecen ser felices.

— Princesa —junto a ella Natokk, el oficial que servía de escolta, fue sacudido por un violento ataque de tos—. Por favor, no diga algo así delante de los nobles mephianos.

— No estoy equivocada. Nadie me enseñó la verdad.

Debido a que Esmena, de diecinueve años de edad, era sofisticada en algunos aspectos, su sonrisa se veía despejada. Los soldados taúlianos atribuyeron sus mejillas sonrojadas y sus ojos nublados a su excitación por estar en un país extranjero por primera vez, pero esa no era la única razón.

Naturalmente, el príncipe imperial Gil Mephius estaba en Apta. Por alguna razón, cuando pensaba en ese joven, Esmena no podía calmarse. El latido de su corazón se aceleraba, y una vez que aparecía en su mente, su figura no desaparecía fácilmente de ella. Aunque sólo lo había visto una vez en persona, esa figura le había venido a la mente tantas veces después de acostarse y le había impedido dormir.

Los pasos de Esmena eran ligeros a medida que avanzaba por el camino y su corazón se alegraba.

— Debe estar cansada después de su largo viaje, Lady Esmena. Nosotros, los súbditos del emperador Guhl Mephius, les damos la bienvenida a todos.

No fue el príncipe heredero quien se inclinó ante ellos en la entrada del salón, sino una muchacha a la que Esmena veía por primera vez. Fue presentada como la princesa de Mephius, Ineli Mephius, y Esmena le devolvió el saludo apresuradamente. Mientras Ineli guiaba a los invitados al salón, dijo:

— No, no, no, no, no, no: Le agradecemos las molestias que tuvo que soportar al venir aquí, pero mi hermano y el señor de Apta, Gil Mephius, no se siente bien y está ahora en cama.

— Oh, Dios mío —la tez de Esmena se veía nublada por el pesar—. ¿Es bastante malo?

— La enfermedad no es algo muy grave. Sólo le preocupa transmitirla a nuestros invitados. El mensaje de Gil Mephius para usted es que aunque él no esté presente, Princesa, por favor, diviértase en su tiempo libre—. El tono de Ineli nunca vaciló—. Si por buena suerte se siente mejor mañana, le hará una visita para saludarla adecuadamente, princesa.

Después de eso, Esmena fue invitada a un banquete que se celebró en el salón hasta que se agotó por completo. La comida y la bebida preparadas apresuradamente eran ideales, y los militares de Taúlia, empezando por Natokk, se asombraron de la danza de espadas realizada por Shique y sus compañeros. Después de todo, aunque se les llamase Guardias Imperiales, eran antiguos gladiadores. Debido a que tenían una gran experiencia en participar en espectáculos dentro de la arena, cruzaron espadas con una sincronización tan espléndida que parecía increíble que sólo hubieran entrenado para ello durante uno o dos días.

Esmena observaba con miedo y curiosidad, mientras la compañía de hombres blandían espadas al ritmo de un tambor, Ineli le sonrió,

— Como esto es lo mejor que podemos hacer en esta fortaleza fronteriza, debe pensar más que nunca que los habitantes de Mephius no somos refinados. Que esta sea toda la hospitalidad que podemos ofrecer a una princesa de Taúlia me avergüenza.

— En absoluto. No puedo agradecerles lo suficiente por la maravilla que nos han dado, no hay nada de lo que avergonzarse. En cuanto a mí, es la primera vez que estoy en suelo mephiano y es tan agradable que siento que me voy a dejar llevar por todo este júbilo, así que si en mi ignorancia hago algo para ofenderlos, por favor, no me lo reprochen.

Aunque al principio Esmena se había arrepentido de la ausencia del príncipe, pronto empezó a divertirse charlando con Ineli. La princesa mephiana tenía una gran cantidad de temas de conversación y conocía las antiguas costumbres e historia de Taúlia. Cuando hablaron de lo que les gustaba a los dos, ella dio los nombres de todos los poetas famosos de las diversas provincias tauranas y luego ella y Esmena recitaron versos que habían memorizado. Sentada con ellos estaba Vileena Owell, que después de saludarla había permanecido casi totalmente en silencio.

— Hermana mayor, ¿cuáles conoces?

Aunque Ineli de repente le preguntó eso, la princesa apenas conocía a los poetas de su país natal, Garbera. ―Er.‖ Sólo podía bajar los ojos, sintiéndose extremadamente agobiada por su falta de cultura.

Queriendo tener en cuenta a Vileena, Esmena sonrió y sacó a relucir un nuevo tema de conversación,

— También me gustaría mucho oír hablar de Garbera.

Por supuesto, ella tenía sentimientos encontrados hacia la chica que se convertiría en la esposa legal de Gil. Sin embargo, como Esmena no era tan tonta como para dejar que esas emociones se manifestaran, ni siquiera su rival Vileena tenía margen para comprenderlas.

Con una mirada nerviosa, Vileena sacó a relucir las “historias interesantes” que había preparado para la ocasión. Como la princesa de catorce años no estaba acostumbrada a divertirse, tampoco estaba acostumbrada al arte de contar historias, y aunque podría haber sido encantador, ya que estaba muy incómoda,


era doloroso para los espectadores. Sobre todo, mientras contaba sus historias tal y como las había preparado, su nerviosismo se transmitía a los que la rodeaban, lo que era un problema mayor que la cuestión de tener sentido del humor.

Desde el momento en que sintió la atmósfera a su alrededor, cerró la boca y apenas la volvió a abrir.

Por el lado de Ineli y Esmena, cuanto más tiempo pasaban juntas, más se acercaban.

— Mañana, si hace buen tiempo, ¿qué tal si bajamos por el río Yunos? Por supuesto, yo también iré contigo.

— Sí, lo espero con ansias.

Aunque no había una delimitación clara, el río Yunos siempre había servido como frontera entre Mephius y Taúlia. Que las dos princesas se divirtieran juntas viajando en el mismo barco era sin duda significativo, es decir, que Esmena aceptara alegremente la oferta implícita de Ineli. Para Esmena, que tenía pocos amigos de su edad, esto también sería una experiencia nueva.

Finalmente, se hizo tarde y Esmena fue guiada al salón de invitados. Al despedirlos con una pequeña reverencia, Ineli se dio cuenta de la mirada de Vileena a su espalda. En cuanto a ella, ésta fue su mayor victoria. No había duda de que había logrado lo que la princesa Garberana no pudo. No sólo eso, sino que era muy significativo que una princesa de Mephius, que a menudo era denigrada como ordinaria y rústica, hubiera triunfado en esta esfera sobre una princesa de Garbera, el país de los caballeros que se conocía por su refinada cultura.

Vileena estaría ciertamente angustiada por su impotencia, pensó Ineli mientras se daba la vuelta con petulancia.

Y se sorprendió al encontrar a Vileena más cerca de lo que esperaba.

— Estaba impresionada.

— ¿Eh?

— Hay muchos tipos de dificultades. Para mí habría sido imposible entretener a lady Esmena sin que dudara de mí. Me salvé gracias a la presencia de Lady Ineli.

— Es, es eso tan…

Aunque Ineli estaba extrañamente sorprendida, la princesa de Garbera asintió con la cabeza unas cuantas veces. La cogió de la mano,

— Uniendo fuerzas, podemos superar esta dificultad.

En verdad, Vileena quedó profundamente impresionada. Ineli se sintió un poco avergonzada por haber escogido una pelea y se puso en guardia esta vez.

Rakuin no Monshou Volumen 4 Capitulo 2 Parte 2 Novela Ligera

 

— ¿Eh? Er, por supuesto.

Frente a ella, Ineli apenas podía mantener una sonrisa.

¿Qué es esto?

En su corazón, por supuesto, estaba asombrada, y también disgustada. Vilena debería haber comprendido desde hace tiempo que había intentado humillarla en el momento del baile del Festival de la Fundación. Habían intercambiado miradas hostiles. Que fueron exactamente como comandantes militares que tomaban nota de cada uno mientras cruzaban espadas había disparado su determinación.

Hmph,

Ineli sintió internamente un nuevo desprecio. Esto se debía a que mentalmente una vez más llevaba una sensación oculta de superioridad hacia Vileena.

Es porque crees que los refuerzos llegarán a Garbera que puedes lucir tan despreocupada.

Publicidad G-AB



En otras palabras, ni Gil ni la princesa sabían todavía que enviar refuerzos al país natal de la princesa equivalía a desafiar al emperador. Con toda probabilidad, a los refuerzos enviados especialmente se les impediría viajar. Una vez que se enteraran de que Ineli no había revelado a propósito el mensaje del emperador a su hermano, ella observaría cómo, ante sus propios ojos, saboreaban la desesperación y el conocimiento de que sus esfuerzos habían sido en vano.

Francamente, qué ridícula ingenuidad. Aunque seas buena manejando una nave, no sabes nada de una batalla entre mujeres.

Su sentimiento de satisfacción por su victoria se había enfriado un poco, pero al menos por ahora había recuperado su sentido de autoestima. Después de esto será….,

— Mi hermano, ¿verdad?

Ineli murmuró sigilosamente en voz baja.

Mantente Enterado
Notificarme
guest
This site uses User Verification plugin to reduce spam. See how your comment data is processed.

INSTRUCCIONES PARA LA ZONA DE COMENTARIOS

1- No Puedo Comentar: Toca los botones que estan debajo del recuadro de comentarios, aquellos que le cambian el estilo a Negrita, Cursiva, etc. (B, I, U, S)

2- No Aparece Mi Comentario: Es por nuestro sistema de moderación, luego de revisar y aprobar tu comentario, este aparecera. NOTA: Usa un correo real o no se aprobara tu comentario.

3- ¿Como Escribo un Spoiler?: Toca [ + ] (es el botón spoiler) y aparecera una ventana, ahí debes poner el TITULO de tu spoiler (recomendamos poner simplemente SPOILER), luego en el codigo que aparecera en el recuadro del comentario debes escribir dentro de los simbolos ] [

[spoiler title="Titulo de tu spoiler"]Aqui va tu spoiler[/spoiler]

Nota: Todo el texto que coloques antes o despues del codigo del spoiler sera visible para todos.

0 Comentarios
Respuestas en el Interior del Texto
Ver todos los comentarios