Tatoeba Last Dungeon Mae no Mura no Shōnen ga Joban no Machi de Kurasu Yō na Monogatari (NL)

Volumen 9

Capítulo 3: Venganza A Vapor — Supongamos Que Un Tipo Arruina Tu Negocio Y Se Enfada Contigo Por Ello. Deberías Golpearle Con Una Locomotora

Parte 3

Todos los que conocían la fuerza de Lloyd estaban seguros de que ganaría.

“… Está condenado”.

“Sí, con mucho gusto cambiaría de lugar con Marie”.

“Cielos, Princesa del Cinturón, ¿no puedes dejar de actuar por un segundo?”

“¡Preferiría estar en el lugar de Lloyd Belladonna!”

Chrome se acercó a los tres peces gordos, luciendo confiado.

“Solo observa”, dijo. “Él es el orgullo de nuestro ejército. Un verdadero soldado.”

Pero entre asimilar el ridículo disfraz y el descaro de Lloyd, Zalko estaba alcanzando nuevos niveles de furia.

“¡¿Te atreves a sermonearme vestido así?! ¡Muere! ¡Muere! ¡Tienes que morir! Aplastaré a esta mujer…”

Pssht.

“¿Hngg?”

Un destello Y se acabó.

Un viento salió de la nada—

“¡¿M-Mi mano?! ¡Se fue!”

—y cortó la muñeca de Zalko.

Era como si alguien hubiera golpeado con un mazo y lo hubiera roto limpiamente.

“¿Con qué la vas a aplastar?”

Una voz muy tranquila vino desde arriba. La cabeza de piedra de Zalko crujió cuando miró hacia arriba.

Contra el cielo azul sin nubes estaba Lloyd, flotando en el aire, sosteniendo a Marie, así como la mano de Zalko. La escena era como algo sacado de una pintura religiosa.

“¡¿Volado?! ¡Mi mano! ¿Por qué? ¡¿Tan rápido?! ¡¿Cómo?!”

Zalko hablaba en fragmentos, su mente era incapaz de seguir el ritmo.

Lloyd quitó la mano de Zalko de Marie, un dedo a la vez, cada uno convirtiéndose en polvo, que voló por el aire debajo de ellos.

“¿Te duele en alguna parte, Marie?” “N-No…”

Marie nunca lo había visto así.

“¡Micona!” Llamó Lloyd, bajando a su nivel. Le entregó a Marie. “Cuida de Marie”.

Micona se la llevó como un niño a un regalo de cumpleaños. “¡Buen pase! ¡Lo tienes, Lloyd Belladonna!”

“Y una vez que haya dejado la academia, cuida del resto de mi clase por mí”.

“Hmph, supongo que podría conceder una última solicitud”.

Lloyd le dedicó una sonrisa tan fuerte como triste y voló de regreso a Zalko.

“¡¿Qué eres?! ¿Eres humano? ¿Cómo estás volando? ¿Aero? ¡Eso es una locura!”

Nadie más usó Aero para flotar. Aunque nadie más usó el poder del señor demonio para convertirse en un gigante de piedra, así que…

“Respuesta normal.” Anzu se río entre dientes, rascándose la cabeza. “Básicamente lo que dije”.

“¡Lloyd está mejorando tan rápido! ¡Nunca imaginé que pudiera volar!” Sardin dijo efusivamente, bajándose las gafas de sol para ver mejor.

“Habiendo peleado contra él… tengo suerte de estar vivo”, dijo Ubi, sudando.

10/10 reacciones de la pareja real.

“¡Oh! ¡Esto es un truco! ¡¿Aún te atreves a burlarte de mí, ejército de Azami?!”

Olvidando que ya no tenía una mano, Zalko dio un golpe enojado… y se encontró clavado al suelo como una polilla, con el brazo torcido detrás de la espalda.

El impacto fue tan grande que el suelo se partió debajo de él. Lloyd ni siquiera estaba usando ambas manos.

“Ni siquiera pusiste tu espalda en eso”, dijo Lloyd. “Si puedo detenerlo con una sola mano, claramente no has entrenado lo suficientemente duro”.

“¡¿Hah?!”

“¡Siempre he sido débil! ¡Pero encontré un buen maestro! ¡Entrené en los terrenos sagrados del Dominio Ascórbico! ¡He trabajado duro! ¡Y ahora puedo pelear así!”

Lloyd soltó su brazo, Aero se deslizó a su lado para patear a Zalko con fuerza en el costado.

“¡Mwa-ha-ha! ¡Pero por supuesto! Lloyd siempre tuvo el potencial, ¡así que una visita a nuestras tierras lo desató todo! ¡Se podría decir que mis músculos lo llevaron a este punto!”

“No tengo idea de por qué estás reclamando crédito cuando no hiciste nada. Aunque estoy tentado a hacerlo yo mismo, con elegancia, por supuesto.”

Nexamic y Renge sonrieron a Lloyd como un sobrino favorito.

“Caray”, murmuró Anzu. “Dándonos crédito cuando quien realmente lo entrenó fue Satanás, un señor demonio pasajero… Lo que sea que lo haga feliz, supongo”.

Estaba sonriendo como sus compatriotas. La única persona que no sonreía era el pobre Zalko.

Estaba experimentando una nueva forma de terror reservada para aquellos que han sido golpeados con tanta fuerza que su cuerpo se quiebra.

“¡Gahhh!”

Arrojado a un lado, trató, en el aire, de recuperar el equilibrio y agarrarse a sí mismo, pero antes de que pudiera golpear el edificio más cercano…

“¡Todavía no he terminado!”

Lloyd llegó allí primero, pateando el bulto de Zalko antes de que pudiera estrellarse contra la pared.

Con un golpe sordo, la estatua salió disparada hacia arriba… como una bolsa de frijoles.

Y tan alto, no tenía forma de evitar la ira de Lloyd. “Siguiente…”

¡Crack! El puño de Lloyd destrozó una de las piernas de Zalko. “Antes de tocar el suelo…”

¡Snap! Giró, usando el movimiento para cortar con kárate la otra pierna. “…Te voy a reducir…”

¡Bam!

¡El otro brazo, destrozado de un cabezazo! “…a escombros!”

¡ Bam! ¡Crack! ¡Wham! ¡Thnnnk! ¡Pow, pow, pow!

El aleteo mejorado del Aero de Lloyd fue un aluvión completo.

Como si estuviera siendo desgarrado por aves rapaces en el aire, el mismo Zalko permaneció suspendido, trozos y pedazos de él arrancados y pulverizados hasta que—

THUD.

Solo su cabeza y su torso golpearon el suelo.

“Oh… oh… oh…” Zalko estaba sollozando ahora.

Cuando Lloyd aterrizó, su puño también destrozó el torso de Zalko. Nadie lo había visto nunca tan enojado.

“Te he dejado la cabeza. Úsalo para arrepentirte”.

Lloyd había destruido por completo a este horrible monstruo, y la audiencia se quedó sin palabras con asombro.

Pero aquellos que ya conocían sus habilidades rápidamente comenzaron una ronda de aplausos.

“¡Wow!”

“¿Quién es ese mayordomo?” “¡¿Él puede volar?!”

Los cadetes echaban espuma. Para aquellos fuera de su círculo íntimo, esta era su primera oportunidad de ver lo que realmente podía hacer.

“Siempre pensé que Lloyd era bueno, pero ¿así de bueno?” “¡Increíble! ¡Toda nuestra clase son monstruos!”

“Maldita sea”, dijo Riho, riendo. “¡Finalmente lo hizo frente a todos! Nadie puede discutir con este, Lloyd.”

“¡Dios mío… va a tener tantos admiradores! Pero tengo un bloqueo en el papel de primera esposa”.

“……Tiene más confianza… Ahora solo necesita… autoconciencia. Varios tipos.”

Con Zalko derrotado, Lloyd se dirigió directamente a Marie. “Marie, ¿estás bien? ¿Sin heridas?”

“N-No. Solo… un calambre en la pierna…”

Lloyd pareció aliviado. Y luego inclinó la cabeza.

“Lo siento. Fui y destruí la estatua de Profen. Ahora seré expulsado de la escuela militar. Has sido de gran ayuda para mí, es una pena terminar así”.

“Pero lo hiciste por mí”, dijo. “No te veas triste. Vendré a disculparme contigo. Como la princesa de este reino.”

“Marie, este no es el momento para bromas”.

Ambos se rieron, pero la risa de Marie definitivamente fue un poco desesperada. ¿Cómo podía hacer que él la creyera?

“No coquetees cuando estoy mirando…”, gruñó Micona, claramente peor por el desgaste; esta exhibición de travesuras de comedia romántica la había dejado llorando lágrimas de sangre.

Mientras tanto, el rey miraba a Lloyd y Marie con los ojos muy abiertos.

Su   hija   estaba   claramente  enamorada  del   chico   del   uniforme       de mayordomo.

“……Ese es el chico que vive con Marie y la ayuda con las tareas del hogar,

¿verdad? Pero… ¿es tan fuerte? ¿Tuve una idea equivocada?”

Finalmente se dio cuenta de que Marie estaba enamorada de Lloyd, no de Allan, y fue este chico quien lo salvó de Abaddon.

“Las hazañas de Allan fueron tan vertiginosas que nunca me di cuenta…

¡Aha! Así que es este chico”. El rey intentó acercarse… “””¡Su Majestad!”””

…y su camino fue bloqueado una vez más por los tres jefes militares, todos haciendo una profunda reverencia.

El jefe de seguridad levantó la cabeza primero.

“Lo siento, Su Majestad. El robo de la estatua Profen y toda esta situación es mi responsabilidad. Yo asumo toda la culpa, ¡ninguna mentira sobre ese chico!”

El diplomático se unió a él. “No, esto es un fracaso de la diplomacia y de nuestras relaciones con el Reino de Profen. Asumiré toda la responsabilidad, así que, por favor, ¡nuestros ejércitos necesitan a ese chico! ¡Es el soldado perfecto!”

Finalmente, el jefe de relaciones públicas inclinó la cabeza. “¡Los dos aceptan toda la responsabilidad! Deja que ese chico siga siendo un soldado. ¡Nuestra campaña de relaciones públicas necesita a alguien así de lindo y poderoso!”.

“”¡¿Que—?!””

Los puños agarraron su camisa por ambos lados.

“Quiero decir… no he pagado el préstamo de mi casa, así que…”