Tatoeba Last Dungeon Mae no Mura no Shōnen ga Joban no Machi de Kurasu Yō na Monogatari (NL)

Volumen 9

Capítulo 2: Un Sudoroso Desconcertado — Supongamos Que Un Jefe Se Da Cuenta De Que Su Personal Es Amigo Del Director General Y Del Director De Operaciones Del Cliente En La Presentación De Ventas

Parte 1

¡Estallido! ¡Estallido! ¡Estallido!

Pequeños fuegos artificiales rojos y amarillos se dispararon hacia el cielo azul.

A esta señal, la puerta adornada con banderas internacionales se abrió y la multitud inundó, locales y visitantes de fuera de la ciudad por igual. Algunos de ellos estaban tan ansiosos que echaron a correr.

La gente discutía sobre si buscar un buen lugar para ver el desfile o tomar una bebida y algunos kebabs primero: los sonidos de la paz. Personal disfrazado repartió globos, para deleite de los niños.

Los guardias cerca de las puertas estaban revisando cada rostro, ojos extra vigilantes.

Los soldados que buscaban a Zalko estaban frenéticos entre la multitud emocionada, y el caos del carnaval apenas comenzaba.

Rol estaba al frente del cuartel general de búsqueda, recibiendo informes. “Puerta delantera, todo despejado”.

“Roger, mantente alerta”.

“Entrada de servicio. Sin estatuas, sin gente sospechosa.” “Roger, asegúrate de revisar todo”.

“Mesa uno, dos tortillas con corazones de ketchup”. “Entendido, mesa… ¿eh?”

“La mesa dos quiere jugar piedra, papel o tijera”. “… ”

“¡Oye, Rol! ¡No te quedes ahí sentada! ¡Ayuda a preparar estas tortillas!”.

Riho estaba ocupada cocinando una tormenta, con su atuendo completo de sirvienta. Había sudor en su frente.

La estatua importaba, pero si cancelaban el café, la gente podría sospechar, y en el momento en que abrió, estaba repleto. Incluso cuando los soldados de búsqueda de estatuas informaron, los cadetes vestidos de sirvientas corrían de un lado a otro.

“¡Riho, ya estoy trabajando!”

“¡Y estamos abrumados! Puse a varios miembros del personal de cocina en su búsqueda. ¡Puedes calentar el pollo y el arroz mientras escuchas los informes!”

“¿Qué tipo de supervisor tiene doble función como—?”

¡Pop-pop-pop!

“¿Mmm? Lo siento, no puedo escucharte con toda esta fritura; ¡Tendrás que hablar más fuerte!

“¡Si ni siquiera puedo escuchar los informes, realmente no puedo ayudar!” Rol gritó.

Riho estaba haciendo un trabajo corto de su orden. “¡Omelettes arriba! Ponles corazones”.

“¡En eso!” retumbó una voz profunda. El cadete de segundo año frunció el ceño, dibujando sombríamente corazones en ketchup. Si se viera este frenesí, los clientes comenzarían a chillar sobre engaños y demandas.

“No nos vio alcanzando el pico máximo en el momento en que abrió el lugar”, se quejó Riho. “Pero el verdadero error de cálculo…”

Miró hacia el piso principal, donde— “¡Lloyd! ¡Aquí!”

“¡Lloyd-i-poo!”

“¡Lloyd! ¡Hah! ¡Hah!” “¡Voy! ¡Solo un momento!”

La mayoría de la multitud estaba aquí solo por Lloyd y Lloyd.

Mientras estaba acosado por clientes de todos los géneros, Micona trabajaba junto a él… y recibía mucha menos atención, para su disgusto.

“Maldita sea, me someto a esta humillación… ¡y soy una chica! ¡¿Cómo es que el aspecto de sirvienta de Lloyd Belladonna se está ganando el mío?!”

“¡Micona, piedra, papel o tijera!” “¡¿Qué?! ¿Quieres un puño en la cara?” “¡¿O-oh-ho?!” (Grito de alegría.)

Un subconjunto de su base de clientes realmente parecía entender su estilo.

Entre los dos, estaban manteniendo el lugar saltando.

Riho señaló a Rol hacia el bullicio y explicó: “Se suponía que él era el eje de nuestra cocina, pero es cinco veces más popular de lo que pensábamos, así que… necesitamos ayuda, de verdad”.

“¿Cuál crees que es la prioridad aquí? ¿La estatua o la dirección de tu café de sirvienta?”

Ambos son importantes, Rol. Si tenemos que cerrar y la gente hace preguntas, eso es un problema para ti. Y las multitudes traen información”.

Al igual que los videojuegos siempre te hacen ir a los bares para hacer preguntas, este lugar era menos un bar que una guarida de iniquidad.

Mientras hablaban, la sirvienta Allan regresó del piso. “Pregunté por ahí, mercenaria. Todos rieron. Fue mortificante”. “Espera, Allan.”

“Mi carrera está en juego, así que sí. Micona está recopilando información entre los combates de RPS”.

“¡Uno, dos—PAPEL!”

¡Craaack! (Ese es el sonido del golpe atronador de su palma contra la mejilla de un hombre).

“¡Eek! ¡Muchísimas gracias!”

“¡Si estás agradecido, dime todo lo que sabes! ¿Ves algún ladrón por aquí?”

“¿Eso técnicamente cuenta como piedra, papel o tijera?” “Allan… Mientras los clientes estén satisfechos…”

Rol tenía muchas preguntas, pero los cadetes estaban haciendo su parte para avanzar en la investigación, por lo que no podía quejarse.

“Caramba… bueno, no estoy friendo nada. No se puede estar ahogando los informes.”

“¿De verdad puedes cocinar?”

“¿Quién te mantenía alimentado cuando solo te funcionaba un brazo?” “Cierto. Eso fue hace mucho tiempo.”

Con los ojos empañados por recordar, Rol comenzó a pelar fruta.

Por un momento, realmente parecieron hermanas. “Dinero o promociones, ambos siempre tienen hambre, al parecer”, murmuró Allan.

“‘¡Discúlpame! ¡Tortilla y plato de frutas!” “”¡En ello!””

Lloyd parecía cansado y parpadeó cuando Rol y Riho respondieron como uno solo.

Algún tiempo después, en el edificio frente a su salón de clases…

En el techo bajo los cielos despejados, el cabello de un joven estaba revuelto por el viento.

“¡Qué brisa! Un hermoso día para filmar”.

Shouma. Había encontrado un panfleto en el que figuraba el café de Lloyd y se había dirigido directamente a un tejado con vistas, en espera.

“Sé que el café de Lloyd está ahí. Desde aquí, puedo obtener buenas imágenes de él trabajando”.

“Si puedo preguntarte una cosa, Shouma,” dijo el hombre mayor a su lado. “¡Claro, Sou!”

“¿Qué tipo de establecimiento es un café de sirvientas y mayordomos?”

La sonrisa de Shouma se amplió. “¿Como una tienda de fetiches para personas que no pueden pagar sirvientes?” dijo, posiblemente un poco demasiado en la nariz. Tienes que vender los sueños, hombre. Ese menú no era barato.

“Sin embargo, ¿ni siquiera vende bebidas? Que Lloyd esté trabajando allí es… difícilmente heroico”.

“¡No te preocupes! Estará en la cocina. ¡Es un gran cocinero! ¿O tal vez sirviendo mesas como mayordomo? Puedo verlo tomando órdenes como un jefe”.

“Personalmente, diría que un delantal sobre su uniforme del ejército sería lo suficientemente efectivo”.

“¡Oh, también apasionado! ¡No salvaste el mundo por nada, Sou!”

¿Apasionado cómo? …No importa.

“Perdóname”, dijo Sou, sin pestañear. “Todo lo que deseo es que Lloyd me arrebate el título de héroe para que pueda desvanecerme de esta espiral mortal”.

“Es cierto que… ¡Oh, están abiertos!”

Shouma colocó su cámara en el trípode y miró a través del visor. Y—

“…………”

Hubo un largo silencio. “¿Qué pasa, Shouma?” “…     ” Tug, tug.

Sin una palabra, Shouma instó a Sou a echar un vistazo por sí mismo. Una rara interrupción en el fuego de ametralladora de su verborrea… y le sangraba la nariz. Desconcertado, Sou se inclinó.

Y—

“…………………”

Sou, igualmente, se congeló en el lugar, incapaz de hablar.

Luego se apartó lentamente del visor, girándose para mirar a Shouma. “Shouma, recuérdame nuestro propósito aquí”.

“Sou, estamos aquí para obtener imágenes de Lloyd en el festival, amado por todos. Como parte de una narrativa, lo dejaremos para las generaciones futuras, mostrando cómo su heroísmo salvó al mundo”.

“Sí. Todo para que entiendan lo grande que realmente fue”. “”Pero…””

Sus voces se superpusieron. Se inclinaron sobre la barandilla, mirando dentro del salón de clases de Lloyd.

Y lo que vieron sus ojos fue a Lloyd con su uniforme de sirvienta. “¡Es un poco demasiado lindo!”

Armonía perfecta. Mejillas rosadas.

“¡No podemos! ¡Ni siquiera podemos convertir esto en una escena en la que ‘el héroe tiene su lado tonto’! ¡Es demasiado memorable! ¡Todo lo que realmente importa se olvidará instantáneamente! ¡La aventura heroica del chico se convertirá en el camino del travesti hacia la fama y la fortuna!”

“Se descarrilará. En el peor de los casos, la gente pensará: ‘¡Lo sabía! ¡Sou fue el verdadero héroe todo el tiempo!’ ¡Y aumentaré mi propia notoriedad!

¡Lo contrario de lo que quiero! ¡Lo contrario!”

“Imposible. Nunca podemos dejar que este metraje se haga público. Esto es solo para nuestros ojos”.

Shouma miró de nuevo a través de la lente, murmurando sobre los niveles de luz, ajustando el enfoque.

“Shouma… asegúrate de obtener una copia”. Ambos amaban a Lloyd.

Pero el aspecto de sirvienta sorprendentemente impecable estaba demasiado alejado de su ideal heroico. “¡Ese no es el tipo de amor que quería capturar!” Shouma gimió.

“Límpiate la hemorragia nasal”, dijo Sou, ofreciéndole un pañuelo. “Quiero decir, Sou… ¡es demasiado! ¡¿Qué pasó con los mayordomos?!”

Se metió el pañuelo por las fosas nasales, deteniendo la hemorragia. Dejó su voz un poco apagada.

“No podemos rendirnos todavía”, dijo Sou. “Ciertamente, este metraje es solo para nuestro uso, ¡pero él es un soldado! Tendrá deberes de patrulla más tarde.”

“¡Cierto! Suficientemente cierto. Eso debería permitirnos obtener algunas imágenes de él siendo amado en un sentido más típico”.

Se sacó el pañuelo de la nariz con un chasquido audible.

“Te quedas aquí, filmando cada segundo de la criada Lloyd. Revisaré las imágenes en mi tiempo libre más adelante”.

“¡Lo tienes, Sou! ¡Será realmente apasionante! ¿Mmm? Pero, ¿adónde vas?”

“Pensé que había visto una librería usada”.

“¿Libros? ¡Apasionado! Nos encontraremos más tarde, entonces.”

Sou asintió y cruzó la plaza; claramente, su negocio en la librería era urgente.

Mientras tanto, ¿qué estaba pasando con el rey secuestrado?

Estaba en un almacén a oscuras, con los ojos cerrados, esperando tranquilamente el rescate.

Desperdiciar energía gritando o forcejeando lo dejaría demasiado cansado para moverse cuando llegara el momento. Una sabia elección.

¿Y qué le permitió mantener la calma a pesar del peligro? En una palabra: fe.

Habían pasado cuatro años entre que Abaddon lo poseyó y su liberación. Su antiguo guardia, Chrome, y su hija, María, nunca se habían dado por vencidos, y no habían dejado piedra sin remover en su búsqueda para rescatarlo.

Cuando Jiou atacó, sus subordinados y esos cadetes realmente habían llegado.

Su absoluta fe en ellos le permitió mantener su ingenio sobre él, incluso con su vida en peligro.

“Eres un gran hombre. Ni siquiera bromeando. Esa es una cualidad que necesita un monarca”.

Zalko parecía estar deseando miradas de asombro o al menos… cualquier reacción. No pudo evitar empujar al hombre.

Entre la carta que dejó atrás y su renuencia a dar actualizaciones a sus clientes, podría llamarlo un “animador”, pero tal vez solo era una prostituta de atención.

El rey permaneció en un silencio sepulcral. Zalko siguió parloteando.

“Me he estado infiltrando en la academia militar y el Distrito Central durante un mes… y encontré el lugar perfecto para guardar un secuestrado. ¡Qué suerte, pensé!”

“…………”

“Este almacén claramente ha estado abandonado por años. A buena distancia de la plaza del campus, escondido por árboles que nadie ha podado, casi nadie sabe que el edificio existe.”

Por primera vez, el rey respondió, hablando en voz baja.

“Pero tengo fe. Mis guardias y los cadetes me encontrarán aquí.” Zalko parecía encantado con esta muestra de confianza—

¡Click! Rattle, rattle.

La puerta se abrió y se deslizó.

Allí estaba una chica rubia con los ojos inyectados en sangre.

Meros segundos después de insistir en que no podían ser encontrados, un soldado estaba aquí. Zalko no pudo disimular su sorpresa y se puso en pie de un salto.

“¡¿Q-Quién eres tú?!”

El rostro del rey se iluminó, seguro de que alguien estaba aquí para rescatarlo. Miró a través de la luz del sol que entraba.

“¡Oh! Tú eres—”

Su cinturón maldito se retorcía, Selen entró. Ojos como dagas, sudor en su frente, claramente había corrido todo el camino hasta aquí.

“La información del coronel Chrome era correcta. Este sería un lugar perfecto para esconder algo.”

Miró la lista que tenía en la mano.

“Pero no hay señales del objeto que buscamos, Ama”, dijo Vritra, mientras la hebilla escaneaba la habitación. “¿Mm?”

“¿Qué pasa, Vritra…? Oh.”

Ambos vieron al rey, atado y tirado en el suelo. Sus ojos se encontraron. El rey sonrió.

Había estado esperando, manteniendo la fe en su corazón, a pesar de sus miedos. Él llamó su nombre.

“Selen, ¿verdad? ¿La cadete a la que llaman la Princesa del Cinturón Maldito…?”

Justo cuando estaba a punto de gritar: “¡Ven, sálvame! ¡Soy el rey que buscas!”…

“Debo estar escuchando cosas”, dijo Selen, desviando la mirada. “¡¿Q-Queeeee?!”

La mandíbula del rey cayó tan fuerte que el ruido resonó. ¡Sus ojos se habían encontrado! ¡Y ella fingió no verlo! ¡Aunque claramente fue secuestrado!

Era como ser abordado por asaltantes y ver pasar a un policía de turno.

Pero el único objetivo de Selen era localizar la Estatua del Amor. Ella no tenía idea de que el rey había sido secuestrado, así que quizás podrías argumentar que tenía alguna excusa.

Y ella había recibido instrucciones específicas de ignorar al rey por completo, para que no dejara escapar accidentalmente la desaparición de la estatua.

Ella y Vritra susurraban furiosamente. No hay señales de la estatua.

“Entonces será mejor que nos vayamos antes de que el rey se entere de la desaparición, Ama”.

“En efecto. No reconozco a ese soldado con él… ¿Qué están haciendo?” “Probablemente practicando un acto de escape para este evento suyo”. “Eso lo explica. ¡Nadie ataría a un rey de otra manera! Vámonos.”

Y con eso, se fueron. Zalko había sacado un cuchillo para eliminarlos, pero se quedó sosteniéndolo inútilmente, con una mirada aturdida en su rostro.

El rey había estado seguro de que su salvación estaba cerca y no podía creer que alguien simplemente lo ignorara, por lo que estaba igualmente aturdido. Hubo un largo silencio, y luego se miraron. Ambas cabezas inclinadas hacia un lado.

“Um, ¿qué? ¿Lo arruiné?” preguntó el rey.

“Eso es lo que quiero saber, Su Majestad. No puedo creer que alguien nos haya encontrado, pero aún más asombrado ella simplemente se fue sin hacer nada”.

Por un momento, ambos consideraron el asunto.

“¡Oh! Ella fue a buscar refuerzos. ¡Sabía que no podía manejar esto por sí misma!”

“¡Aha! Eso tiene más sentido. Debe ser cierto. ¡Pero esas son malas noticias para mí! ¿Te importa si cambiamos de escondite?

“Oh, adelante. Tengo fe en mis hombres y en esos cadetes. Me encontrarán sin importar dónde estemos.”

“Sin embargo, seguro que parecías un cachorro abandonado allí…” Zalko se movió para poner al rey a dormir de nuevo—

Traqueteo, traqueteo.

—cuando la puerta se abrió una vez más.

Allí estaba una chica sin expresión: Phyllo. Tenía el mismo folleto de “Encuentra quién se esconde” en la mano. El esquema de Chrome estaba funcionando bien.

“…… Mm.”

Miró alrededor de la habitación, sin pestañear, pero vio algo parecido al objeto que buscaba y estuvo sobre él en un instante.

“¡Oh! ¡Ves! ¡Ella trajo refuerzos! Aunque parece un poco rápido para eso…”

“¡Maldita sea, debería haberme movido más rápido! ¿Debería noquearla a ella también?”

“¡Phyllo! Eres la hermana de Mena Quinone, la artista marcial, ¿sí? ¡Estoy por aquí!”

Phyllo se volvió hacia la voz y… “……Ugh.”

Ella no hizo ningún esfuerzo por ocultarlo. Las caras de póquer eran todo lo suyo, pero esas cejas definitivamente se habían movido un poco más juntas.

“¿Qué es esto? ¡¿Qué hice?!”

Seguro de que la estatua no estaba aquí, Phyllo intentó escabullirse, siguiendo las órdenes específicas de Rol de ignorar al rey.

“…No vi nada.”

“¡Eso es una mentira! ¡Nuestros ojos se encontraron! ¡No me ignores! ¡Soy el rey! ¡¿Cuál es tu problema?! ¿No ves lo que está pasando aquí?”

Phyllo echó otro vistazo.

El rey, atado. Un extraño soldado se inclinó a su lado.

Phyllo sabía… esto debe ser algún tipo de juego de roles. El rey realmente estaba haciendo todo lo posible por este evento romántico, revelando sus propios fetiches al mundo.

“…………… Diviértete,” dijo ella. Y ella se fue.

“¡¿Diviértete?! ¡¿Qué podría tener de divertido un rey atado?!”

La mirada en el rostro de Zalko sugirió que ya no estaba seguro de tener el rey correcto. El rey mismo estaba simplemente desconcertado.

¡De vuelta al floreciente café de sirvientas sin mayordomo!