Tatoeba Last Dungeon Mae no Mura no Shōnen ga Joban no Machi de Kurasu Yō na Monogatari (NL)

Volumen 9

Capítulo 1: Una Conspiración De Carnaval — Supongamos Que Múltiples Casos Convergieron Como

Parte 5

Cuando sus mentes se dieron cuenta de la vista, se vieron obligados a aplaudir. El ruido creció constantemente en volumen hasta que retumbó como un trueno.

Lloyd estaba completamente desconcertado. Pero su confusión se sumó al encanto, y los aplausos se hicieron aún más fuertes, sin señales de que se detuvieran.

Solo Micona logró resistir el impulso, parecía que se había tragado un insecto.

“Hmph… no creas que has ganado todavía”. Estaba recurriendo a clichés.

“¡Yo no! ¿Por qué estamos peleando? ¡Pensé que esto era un café de sirvientas y mayordomos!”

Todo lo que dijo la sirvienta Lloyd tenía sentido, pero la chica de las gafas logró convertir su único gesto en uno triste.

“Me encantaría deleitar mis ojos con eso también, pero la ropa de mayordomo de alquiler aún no ha llegado. Deben estar en una caja grande marcada como ‘ropa’.”

“No he visto uno… ¿Alguien lo ocultó?” Micona miró fijamente al lado de los niños, preguntándose si era un plan para mantener a las chicas fuera de los trajes de mayordomo.

“¡Pensé lo mismo!” dijo la chica de las gafas. “Ya los cuestioné. Parece que realmente no lo saben.”

Todos los hombres interrogados parecían bastante entusiastas. Tal vez tener a la sirvienta Micona mirándolos con odio estaba abriendo la puerta al masoquismo.

“Bueno, lo odio, así que haz que todas usen ropa de sirvienta también”. “¡Servirá!”

La chica de las gafas pronto hizo que los chicos se pelaran y se pusieran ropa de sirvienta. En un abrir y cerrar de ojos, todos se habían convertido

en desastres y su entusiasmo dio paso a la etiolación. Hoy no se abrían puertas a este fetiche.

“¿E-Entonces   estamos   atrapados   así?”   dijo   Lloyd, genuinamente preocupado.

Selen y Phyllo asintieron con la cabeza.

“Por mucho que me guste el atuendo de sirvienta, también quiero verlo con un uniforme de mayordomo”.

“…De acuerdo… ¡De acuerdo!” Sus motivos: ocultos.

Los uniformes de mayordomo desaparecidos fueron una decepción, pero Lloyd decidió concentrarse en hacer que el café fuera un éxito. Se movió al área de la cocina, gritando.

“Vamos a preparar esta comida. ¡Todos, mantengan sus manos en movimiento!”

Estaba tratando de actuar como el jefe de los de primer año y motivar a todos, pero la ropa de sirvienta socavaba sus esfuerzos. Cuanto más fuerte hacía restallar el látigo, más se convertía en un toque juguetón. ¡Pero eso funcionó por sus propios méritos!

“Ser maternal con este atuendo… El rango de ataque de Lloyd es simplemente monstruoso”. Empujo la de gafas.

La forma en que regañó definitivamente estaba causando un daño crítico a varias personas presentes.

“Todo el mundo ha vuelto a la ‘reverencia’. ¡Se ve demasiado bien, Sir Lloyd!”

“…… ¿Puedo llevarlo a casa?”

Mientras tanto, la belleza de Lloyd había vuelto a poner a Riho en su modo principal. Tenía la barbilla apoyada en la mano, especulando sobre las ganancias.

“Vamos a ganar dinero a manos llenas. Si no surgen problemas, lo rastrillaremos con una guinda en la parte superior. El botín debería ser lo suficientemente grande como para comprar una casa entera en algún área provincial.”

Sin embargo, esa cláusula de “sin problemas” fue un problema.

Pero todos aquí estaban demasiado ocupados mirando boquiabiertos a la sirvienta Lloyd para darse cuenta de que acababa de hechizarlos a todos.

“Eso seguro fue un montón de aplausos. ¿Algo que celebrar?”

Un hombre paseaba entre la multitud de la academia militar, vestido como personal de limpieza, con un sombrero calado hasta los ojos.

Esos ojos pueden ser inmemorables, pero la forma en que se movía lo delataba: este era el ladrón, Zalko.

Su plan consistía en pasar disfrazado entre el caos de los preparativos matutinos.

“La seguridad se pone en alerta máxima una vez que comienza el festival y se permite la entrada a los civiles. Es mucho más fácil infiltrarse a esta hora. Todos están demasiado ocupados para detener a un conserje al azar y preguntarle a dónde va. Heh-heh-heh.”

Zalko sonrió, complacido de haber tenido razón. El uniforme no le quedaba del todo bien, y eso claramente lo estaba molestando, pero sobre todo parecía estar buscando algo.

“Este equipo de conserjería tiene sus usos, pero no me acercará al rey mismo. Y esa caja de ropa que robé era toda ropa de mayordomo…”

Fue su culpa obligar a los cadetes a vestirse como sirvientas.

El ladrón de dedos pegajosos se deslizó en un salón de clases vacío… “… ¿Mmm?”

…y encontré un uniforme militar masculino, cuidadosamente doblado en una esquina.

“¿Por qué un solo uniforme…? Bueno, es de mi tamaño, así que no mires los dientes de un caballo regalado”.

Rápidamente comenzó a cambiarse.

“Golpe de suerte al encontrar uno lo suficientemente pequeño para… Hmm, brazalete extraño. ¿Jefe de los de primer año? Mejor quítate eso. Luego usa mi flequillo para ocultar mi rostro…”

Se peinó el cabello hasta los ojos, mirándose en el cristal de la ventana. Esto debería hacer posible estar en una habitación con el rey. Hombre,

¿siguen aplaudiendo? ¿Qué diablos pasó? No importa. Tengo otros

pescados para freír…”

Y con eso, Zalko salió del salón de clases y se dirigió a las cámaras del rey.

En dichas cámaras, el rey observaba emocionado los últimos toques de los preparativos del festival.

“¡Ho-ho-ho! ¡Me alegra ver a los jóvenes trabajando tan duro!” Miró el folleto que había preparado personalmente.

“Este evento romántico… valió la pena el esfuerzo que tomó convencer a Profen. Ahora María encontrará la verdadera felicidad. ¿Cierto, Chrome?”

Sonrió a su guardia.

Chrome, sin embargo, estaba escuchando un informe de un subordinado, su mandíbula cuadrada apretada y muy sombría.

“¿Qué? ¿Pero cómo puede ser eso? Si el rey escucha… supongo que es lo mejor. ¿Alguien más…?! Oof, eso podría ser un problema.”

El rey olió problemas y su sonrisa se desvaneció. “Chrome, ¿pasó algo?”

“¡S-Su Majestad!” Chrome tartamudeó. “N-No, nada en absoluto. Solo un poco de problemas, no tomará mucho tiempo.”

“¿Oh? ¿Qué tipo de problema?”

“Nada de lo que debas preocuparte. Relájese y disfrute del festival, Su Majestad.”

El rey tuvo fe en su guardia y dejó el asunto.

“Si insistes. Me concentraré en mis propias tareas. ¿No debería estar la estatua en ese pedestal ahora?”

“Gah… B-Bueno, es la estrella del espectáculo, así que… no queremos sacarlo a la luz demasiado pronto, ¿verdad?”

“¡Ah! Buen punto, Chrome. Tienes el alma de un animador.” “Bueno, será mejor que me encargue de esto”.

Chrome agarró a algunos otros hombres y salió de las cámaras.

Solo ahora, el rey parecía algo excluido. Miró por la ventana, sintiéndose bastante melancólico.

“Si Chrome dice que no hay problema, estoy seguro de que no lo hay. Será mejor que me vista. ¿Alguien ahí?”

A su llamada, apareció un soldado. “¿Si señor?” “¡¿Puedes traer mi túnica—mmph?!”

En un instante, el soldado tenía un pañuelo sobre la boca del rey. El rey luchó valientemente, pero pronto quedó inconsciente.

Mientras se desplomaba en el suelo, el soldado, Zalko, guardó el pañuelo, sonriendo.

“Eso salió muy bien. Aterradoramente así.”

Colocó una carta cerca, agarró al rey y lo llevó al balcón.

Zalko aseguró una cuerda a la barandilla, revisó la bodega y puso al rey sobre sus hombros, como lo hacía todo el tiempo.

“No vi que el rey se quedara solo así… ¿Qué pasó con su equipo de seguridad?”

Todo esto había sido preocupantemente fácil. Y eso lo estaba molestando.

“Hay días buenos y días malos, ¿y supongo que hoy fue bueno? De cualquier manera, es mejor que me vaya de aquí.”

Hablando como si estuviera tratando de convencerse a sí mismo, descendió en rápel al jardín de abajo, recogió la cuerda y se fue como el viento.

Sin darse cuenta de lo que estaba pasando, los cadetes estaban ocupados poniendo en marcha su café de limpieza.

“¡Pon el pollo y el arroz preparados aquí mismo! ¡Ah, y no malgastes el agua! Habrá tráfico en el pozo hoy.”

Lloyd estaba gritando órdenes, aprovechando su experiencia en la cafetería. Tanto los de primero como los de segundo seguían su ejemplo sin quejarse.

“¡Absolutamente,  Sir   Lloyd!   ¡Me   encanta   este   lado adorablemente autoritario de ti! ¿Si pudieras volver tus ojos aquí?”

Selen estaba tomando fotos, no, espera, Riho y Phyllo ya estaban interviniendo.

“… No es el momento”. “Tienes trabajo que hacer.”

Selen mantuvo su ojo en el visor. Tenía el sentido del deber de un operador de cámara de noticias nocturnas, alimentado por sus propias pasiones.

“Este es un trabajo, un trabajo que debe hacerse, y que lo haga yo. ¡Mira lo que lleva puesto! Debe estar documentado. Y ambos obtendrán copias, lo prometo.”

“…… Mm.”

“Simplemente no lo lleves demasiado lejos”.

Ninguno de los dos debería dedicarse nunca a la política. Eran demasiado susceptibles a los sobornos.

Entonces, Riho vio a Micona preocupada por algo a un lado. “Micona, ¿qué estás haciendo?”

“Oh, Riho Flavin. ¿No es obvio? Estoy creando un postre nuevo y genial para sacar la alfombra debajo de Lloyd Belladonna”.

Parecía muy consciente de que él la estaba derrotando en el departamento de apariencia, y en su lugar estaba tratando de convertir esto en una pelea de cocina.

Pero también sabía que nadie podía vencer a Lloyd en un concurso de cocina convencional, por lo que estaba tratando de encontrar otros medios.

Riho no tenía problemas si servía bien al café, así que sonrió.

“¡Suena genial! Cualquier cosa que aumente nuestras ventas está bien para mí. ¿Qué estás haciendo?”

La chica de las gafas, ahora una sirvienta de gafas, se adelantó para explicar.

“Servicio suave”, dijo.

Riho volvió a mirar. Estaban usando magia de hielo y amasando algo con una espátula.

Ella hizo una mueca. Esto fue decepcionantemente ordinario.

“¿Eso es todo? Se venderá bien, pero no es exactamente un postre ‘nuevo y genial’.”

“¡Ahí es donde te equivocas!” Micona declaró. “Este no es un helado ordinario. Este es un servicio suave de especialidad local”.

“¿Quieres decir…?”

“Incorporar productos locales famosos en el servicio suave es una tradición comprobada”, insistió la chica de las gafas. “No importa cuán poco inspirado sea el ingrediente, una vez que está dentro del servicio suave, libera su verdadero potencial”.

“Bueno, ciertamente causa una impresión, te lo concedo. A la gente le gustan los sabores raros”. Entonces Riho frunció el ceño. “¿Pero qué es lo de Azami? No puedo decir que haya oído hablar de ninguno…”

Azami se encontraba en el nexo de varias rutas comerciales y tenía un puerto, lo que significaba que tenía la generosidad del mar y las granjas, y poco más que llamar propio.

Micona infló su pecho aún más.

“¡Pero lo hacemos! ¡La cosa por la que Azami es más famoso son las brochetas!”

“¡¿Oh…?!”

Sin prestar atención a la mirada de horror de Riho, Micona y sus secuaces levantaron un brebaje amarillento, presumiblemente el resultado de carne marinada molida mezclada con crema.

“Estás bromeando…”, logró decir Riho, temblando visiblemente, incapaz de apartar los ojos de esa espeluznante sombra.

Como Azami tenía lo mejor tanto de la tierra como del mar, había muchos puestos callejeros que servían kebabs con todo tipo de ingredientes asados. Eran famosos por eso.

Pero era algo que definitivamente solo se podía comer de una manera.

¿Molerlo y ponerlo en helado suave…? Eso envió un escalofrío por la columna vertebral de Riho. Estas personas estaban tan enfocadas en la originalidad que habían olvidado que las cosas tenían que saber bien.

“Un momento”, dijo Riho. Agarró una cuchara, la llenó con el helado suave y se dirigió en dirección a Phyllo.

“…… ¿Mm?” Phyllo parpadeó hacia ella. “Lo siento, Phyllo. Pruebe esto para mí.” La cuchara entró en la boca de Phyllo.

Hubo un largo silencio.

“…Eso es asqueroso. ¿Qué diablos es?”

¡La pura repugnancia la había llevado a desarrollar un acento! La expresión inexpresiva habitual de Phyllo ahora se convirtió en un rictus horrible.

“Phyllo comerá cualquier cosa, pero no esto… ¡y provocó una expresión visible!”

En el mejor de los casos, esto podría alimentar a los cerdos. Riho regresó a Micona.

“Está bien, damas y caballeros. ¿Lo has probado?” Eran todo sonrisas.

“¡Por supuesto! ¡Está un poco salado! La grasa es toda endurecida y blanca. ¡Pero es un sabor fascinantemente original!”

“Vaya, están demasiado idos”.

Al poner suficiente trabajo en un plato, uno podría convencerse a sí mismo de pensar que es realmente bueno. Estaban mostrando todos los síntomas, lo que dejó a Riho agarrándose la cabeza.

“Tenemos un producto que no podemos mover…”

Micona normalmente sería quien detendría esto, pero como ella estaba liderando el esfuerzo, no había forma de salvarlo.

“Bien, no es como si fuera a ser un problema real… ¿Mm?”

En este punto apareció un problema real, con un estruendo atronador.

¡Bam! Thud, thud, thud.

Las puertas se abrieron de golpe y un grupo de soldados entró como si estuvieran ocupando el lugar. Todos los cadetes parecían nerviosos.

Pero entonces vieron una cara familiar.

“¡Coronel Chrome! ¿Y el coronel Choline? ¿Qué está sucediendo?” “…Y mi hermana.”

Entre la multitud de soldados estaban Chrome Molybdenum, Choline Sterase y Mena Quinone.

Y en la parte de atrás del grupo… “¿Ugh, Rol?”

Rol Calcife. Había sido la figura de la hermana mayor de Riho en el orfanato en el que crecieron y se desempeñó como directora en la Academia de hechicería Rokujou antes de unirse al ejército de Azami.

Estaba mirando alrededor de la habitación, proyectando un aire de poder confiado.

Mientras tanto, Chrome parecía asombrado por todas las sirvientas. “¿Por qué estás vestido así?”

“¿Nadie te lo dijo?” Choline dijo. “Los cadetes tienen un café de sirvientas y mayordomos. No veo ningún mayordomo… ¿No lo aprobaste?”

“Dije que respetaríamos su iniciativa”.

“¡Se lo tomaron demasiado literalmente! ¡Ha-ha!”

Chrome hizo una mueca. Definitivamente era su trabajo estar al tanto de estas cosas.

Mientras tanto, Rol murmuraba para sí misma.  “Tienen el té y la habitación… y muchos cadetes para ayudar…”

En este punto, Riho se abalanzó. “¡¿Por qué estás aquí, Rol?! ¡Declare su negocio!”

“…Oh, mírate. ¿Hay dinero ahí?”

“¡Por supuesto! ¿Por qué más?”

Riho respondió tan rápido que Rol se echó a reír.

“Me alegro de que no hayas cambiado”, dijo. “Pero tenemos un problema real que se está gestando. Tendremos que apoderarnos de la habitación.”

“¿Eh? ¿Para qué? ¿Vale la pena sacrificar una ganancia inesperada garantizada?”

“… Muchas cosas lo son”, gruñó Phyllo. Luego se volvió hacia Mena en busca de una explicación. “… ¿Qué está sucediendo?”

“¡Phyllo! Veras…”

Pero antes de que pudiera responder, Rol la interrumpió. Este era su trato. “Este será nuestro cuartel general de investigación”.

“¿Investigar qué?” preguntó la sirvienta Lloyd.

Chrome se volvió hacia la habitación. “La estatua ha sido robada”, dijo. “Estatua… ¡¿La de Profen?! ¡Espera, Roll!”

Rol ya estaba empezando a derribar las decoraciones.

“¿Conoces    otras    estatuas    importantes?    Seguridad,    estás allí. Prepararemos el té. ¡Mena!”

“¡En eso! ¡Té para todos!” Mena ya estaba poniendo copas en las manos de los soldados.

“¡Mena! ¡Esos son para vender!”

“Cuéntanoslo más tarde, Riho. Y sabes qué Rol solo está aquí porque confía en ti y en Lloyd”.

“Esa es la cuestión, Riho”, intervino Choline, juntando las manos como disculpándose. “Esto no puede salir. Tenemos que mantenerlo en manos del personal de servicio y de la menor cantidad posible de soldados”.

Chrome inclinó la cabeza y pidió ayuda a todos los cadetes.

“Puede que seas un montón de chiflados, pero tienes habilidades y necesitamos tu ayuda aquí”.

“¡No son solo sus cabezas lo que me preocupa! Quiero decir… ¿mirarás a Allan?”

“¡Mena! ¡No patees a un hombre cuando está caído!”

“Oh, no me atrevería a tocarte. ¡Nunca volvería a dormir! … Ew, lo digo en serio. No toques tu falda así, tus pequeños gestos me están enfermando gravemente…”

El tono de Mena pasó rápidamente de la burla al disgusto genuino. Se tapaba los ojos para no verlo.

“¡Aghhhh! ¡Por favor, no suenes tan serio! Tengo un corazón, ¿sabes?”

Pero a pesar de los gritos de Allan, Rol se estaba instalando rápidamente. Desconcertada por esto, Selen tiró de la manga de Choline.

“Entonces, ¿por qué está siendo tan intensa?”

Choline suspiró. “Ella cree que puede usar esto para subir de rango”.

Phyllo le dirigió a su antiguo jefe una mirada entrecerrada. “… Exactamente cómo hacía las cosas en la Academia de Hechicería Rokujou”.

“¡Está bien, silencio! Tomen sus asientos. Sirvientas, ustedes también. La preparación puede esperar. Órdenes oficiales.”

Una vez que todos estuvieron sentados, Rol asintió y escribió “Cuartel general de investigación de alto secreto” en la pizarra. Todos se preguntaron si en realidad era una buena idea escribir “secreto” donde todos pudieran verlo, pero nadie se atrevió a decirlo en voz alta.

De repente, el estado de ánimo se había vuelto apremiante, porque un grupo de soldados de alto rango y muy condecorados se había sentado junto a Rol. Y se veían muy preocupados.

Lloyd no estaba familiarizado con los altos mandos, por lo que susurró: “Um, Allan, ¿quiénes son?”

“Desde la izquierda, el responsable de inteligencia y relaciones públicas, el que dirige las fuerzas de seguridad y el máximo enlace diplomático”.

Todo eso sonaba muy importante. Esto era como la sesión informativa sobre un crimen importante, y todos comenzaron a sudar.

Decidiendo que era el momento adecuado, Rol se lanzó a un resumen de los hechos.

“Antes del amanecer de esta mañana, alguien robó la Estatua del Amor, prestada por Profen”.

Un revuelo recorrió la habitación.

Rol fingió aclararse la garganta para calmarlos.

“Desde una perspectiva diplomática y de seguridad, y para evitar convertir el festival en un caos, nos gustaría manejar este incidente internamente. Solo unos pocos soldados selectos saben que ocurrió el robo, y hay una orden de mordaza en su lugar: si deja que esto se filtre, asuma que no tiene futuro en el ejército”.

Mientras recitaba su discurso, Rol no dejaba de mirar a los altos mandos que estaban a su lado. Sus títulos y medallas fueron más que suficientes para volver locos a todos los cadetes no probados.

“Así que ella está tratando de impresionar a los altos mandos, trabajando con nosotros hasta los huesos, ya que sabe que no podemos discutir”.

“……Ella es tan buena en eso.”

“Sí… podríamos tener otro año, pero los estudiantes de último año están a punto de ser colocados. No pueden discutir con nada”.

Pero incluso mientras susurraban, Rol concluyó las cosas.

“Contamos con su ayuda. Pasando a la escena en el momento del descubrimiento…”

Señaló a un soldado, quien saludó y tomó la palabra.

“Cerca del amanecer, las fuerzas de seguridad llegaron para su control regular del interior de la sala del tesoro y descubrieron que la Estatua del Amor, oficialmente llamada Estatua de Akizuki, ya no estaba presente. No había signos de que faltara nada más, por lo que creemos que la estatua era el único objetivo del ladrón”.

“Pasaron aproximadamente cuatro horas entre las rondas vespertinas y matutinas. ¿Se detectaron figuras sospechosas durante ese tiempo?”

“Hemos verificado con los que están de servicio y se han mantenido todos los registros, pero no encontramos tales informes”.

El diplomático superior miró al tipo de seguridad superior y murmuró: “¿Estamos seguros de que esto no fue causado por su seguridad laxa, entonces? Si esto tensa las relaciones con Profen, será mi equipo el que corra frenéticamente por toda la creación. Solo pensar en eso me hace…”

Y si esa era su toma diplomática…

El jefe de seguridad se mantuvo resuelto. “Difícilmente palabras propias de un hombre que sin pensarlo trajo una estatua valiosa el día antes del festival y nos descargó todos los arreglos de seguridad sin previo aviso”.

“Oh, ¿entonces esto es mi culpa?”

“Esto bien podría verse como un trabajo interno que su personal inventó para derribar a mi equipo”.

El diplomático se puso en pie de un salto, claramente alterado por esta acusación. “¡C-Cómo te atreves a hacer tal acusación!”

“Si no se vieron figuras sospechosas, entonces hay un trabajo interno sobre la mesa. Rol, asegúrate de tener en cuenta esa posibilidad durante la investigación”, dijo el jefe de inteligencia y relaciones públicas, interrumpiendo la fea pelea política. Parecía comprometido con un porte militar adecuado, claramente un profesional dedicado. Pero luego agregó: “¡Si la estatua no está, el panfleto es publicidad engañosa! Si sale a la luz que el ejército ha perdido la estatua de Profen, ¡nuestra reputación se hará añicos! ¡Todo nuestro trabajo de relaciones públicas se tirará por el desagüe! ¡Y me aseguraré de que ustedes dos asuman la culpa!”

“¡¿Es este realmente el momento?!”

“De lo contrario, será mi cabeza en el tajo…”

Con la política y el cambio de culpa involucrados, esto ya no era un simple robo.

“No estamos aquí para pasar la pelota. Si no encontramos la estatua, asuma que los tres serán degradados”.

“¡R-Rol!”

“N-No podemos permitir que eso suceda…”

“¡Debes hacer algo!”

Ahora estaban chillando como pajaritos, y Rol les dedicó una sonrisa muy similar a la de un Buda.

“Nunca temas. Es por eso que estoy aquí. Encontraré la estatua.” “B-Bien”.

“Si manejas este asunto, recordaremos tu nombre”. “Asegúrate de hacerlo”.

Parecían apaciguados, como niños que han sido regañados, pero después escuchan palabras amables.

Chrome   tuvo  que   quitarse  el   sombrero.  “Cuando   eres   tan bueno manipulando a la gente, no sorprende que llegues a la cima”.

“Ella siempre fue una maestra en eso, sí. Frustrante, pero ayuda en un momento como este”.

“El lema de Rol es ‘los problemas de otras personas son mi oportunidad de brillar’. Ella es la reina de la autopromoción”.

Rol, mientras tanto, se había vuelto hacia los cadetes, mirándolos.

“¿Están escuchando, cadetes? Quieren impresionarnos, trabajen hasta el hueso.”

“Caray, nunca deja una ventaja sin explotar”. “… Son muy parecidos”.