Death March kara Hajimaru Isekai Kyusoukyoku (NL)

Volumen 16

Capítulo 4: Turismo en la Capital Real

Parte 4

“El centro de la ciudad no es precisamente una atracción turística, ¿verdad?” Arisa levantó las cejas mientras miraba a su alrededor.

Después de salir del museo, dimos un paseo hacia la puerta oeste, pero Arisa tenía razón: no parecía estar diseñada para hacer turismo.

Había muchos refugiados recientes del Condado de Lessau, muchos de que vivían en tiendas de campaña o en simples chabolas construidas en parques o solares vacíos cerca del muro. Por supuesto, también había una buena cantidad de ciudadanos pobres que ya vivían en los barrios bajos.

“Sí. Pronto estaremos en la puerta oeste, así que podemos entrar en la calle principal de allí y volver.”

Caminamos rápidamente por el centro de la ciudad.

Como era de esperar, se nos acercaron unas cuantas veces algunos grupos desagradablemente lascivos, pero las chicas bestia los repelieron con facilidad.

“¿Mew…?”

“Es la princesa que estaba en la aeronave, sir.”

Justo cuando la puerta oeste estaba a la vista, Tama y Pochi señalaron un carruaje y exclamaron.

Estaba custodiada por casi veinte caballeros, y pude ver a través de la ventana que la primera esposa del Duque Vistall y su hija menor estaban dentro.

La última vez que las había visto, huían con los atacantes de la aeronave, pero supongo que acabaron siendo atrapadas por los guardias.

“¡Mew!”

Las orejas de Tama se dispararon bajo su capucha.

Miré a mi alrededor y vi unas cuantas figuras imprecisas que observaban el carruaje custodiado desde la distancia. Según la información de mi mapa, algunos eran espías del Imperio de Saga y de la Provenza de Parion, y unos pocos eran miembros del grupo de adoración del Señor Demonio Alas de la Libertad, que acechaba en el lado occidental del continente.

El primero había incitado el incidente con los demonios cuando Lady Helmina visitaba Ciudad Laberinto.

Me había disfrazado de Kuro, el ayudante del héroe, y había acabado con la base de las Alas de la Libertad que estaba en la ciudad comercial Tartumina, la puerta de entrada al Reino de Shiga, pero supongo que el insidioso grupo había invadido de nuevo.

Antes de que pudiera buscar en el mapa a otros miembros de las Alas de la Libertad, mi radar se iluminó con innumerables puntos rojos.

“Amo…”

Siguiendo la mirada urgente de Liza, vi varias bombas de humo rodando hacia el carruaje, produciendo humo blanco.

La información de mi pantalla AR decía que estos atacantes eran del gremio criminal de la capital real Piernas de Serpiente. Utilizaba un método similar al del grupo que había ido antes a por el botín de los Amos de Piso, pero parecía ser de una organización totalmente diferente.

No podía dejar que un crimen se desarrollara delante de mí, así que decidí ayudar sigilosamente.

Usando Mano Mágica, tomé las bombas de humo y las puse todas en Almacenamiento.

El humo que ya habían producido seguía ahí, pero no era suficiente para ocultar todo por completo, lo que facilitaba a los guardias reducir a los atacantes del gremio criminal.

“¡Satou, mira!”

Mia señaló a un humano que empezaba a cambiar de forma.

Un demonio.

Uno de los miembros de Alas de la Libertad debe haber usado un cuerno corto para convertirse en un demonio.

GZRROOOOOOOOO.

Un demonio menor que parecía un cruce retorcido entre un gorila y un rinoceronte aulló hacia el cielo.

“¡Yahoooo!”

“¡Los vamos a atropellar, plebeyos!”

Justo en ese momento, oí voces familiares que venían de la intersección cercana. “¡Fuera del camino!”

“¡Kya-ja-ja-ja-ja!”

Un carruaje de gólems que ya había visto antes se acercó a la esquina.

Los nobles delincuentes vociferaban y se burlaban de los peatones que huían, pero sus rostros se congelaron cuando vieron el humo en la calle y al demonio menor parado en medio de su camino.

Teniendo en cuenta la rapidez y la imprudencia con la que conducían, era imposible que pudieran frenar lo suficientemente rápido.

“E-Espera, espe—”

“Oh, mierda—”

Antes de que nadie pudiera terminar una sola frase, el carruaje gólem desbocado de los nobles se estrelló contra el demonio menor.

La parte delantera del carruaje se arrugó y volcó hacia delante. En este mundo ni siquiera había leyes de tráfico, y mucho menos cinturones de seguridad; los nobles salieron volando del carruaje.

Utilicé Mano Mágica para ayudar lo suficiente como para que no murieran en el impacto, pero no me preocupaba demasiado si se rompían algunos huesos.

Esperemos que esto les enseñe una lección de conducción segura. “¡Ahora es nuestra oportunidad! ¡Acaben con ese demonio!”

Los guardias cargaron contra el demonio, que había sido arrojado al suelo por el choque.

GZRROOOOOOOOO.

El demonio menor aulló de rabia, se levantó y apartó a los guardias de un manotazo. “¡No bajen la guardia!” Gritó el capitán. “¡El demonio aún puede luchar!”

“Amo, una larva está en peligro, informo.”

Ups. Me había dejado distraer por los nobles delincuentes.

“Liza, ven conmigo. Nana, todas, ¡estén atentas a los refuerzos criminales!” Sólo llevé a Liza conmigo para derrotar al demonio.

Si entramos con un grupo grande, los guardias podrían confundirnos con más enemigos.

“¡Soy Sir Pendragon, caballero heredero de la Baronía de Muno! ¡Déjenme este demonio a mí!”

Gritando con fuerza, me abrí paso entre la multitud de guardias para ponerme delante del demonio.

Como hoy no llevaba mi Espada de Hadas, recogí una espada corta de hierro del suelo y la utilicé para parar el brazo del demonio menor cuando se abalanzó sobre mí.

“¡Haaah!”

Liza cargó detrás de mí y apuñaló al demonio menor en la mandíbula. “¡Al lado!”

“¡Es un monstruo con palillos, sir!”

Mientras Tama y Pochi exclamaban, otro demonio apareció entre las nubes blancas de humo.

Cubierto de escamas plateadas, era más o menos del mismo tamaño que el demonio menor que acabábamos de derrotar, pero definitivamente parecía mucho más fuerte.

Efectivamente, mi pantalla AR reveló que era un demonio intermedio de nivel 50. “¡YAAAAAAA!”

Cuando el demonio plateado se acercó a mí, una sombra revoloteó hacia él desde un lado, y ambos desaparecieron de la vista.

Inmediatamente después, la pared de un edificio cercano se abrió, enviando tierra y metralla por todas partes.

Sólo había echado un vistazo rápido, pero la sombra parecía ser un espadachín gigante.

GZRROOOOWN.

El demonio menor que Liza había ensartado con su Lanza Mágica empezó a contraatacar con sus brazos y cuernos, así que ambos retrocedimos para alejarnos de él.

Supongo que algunos demonios ni siquiera mueren si se les destruye el cerebro. “Liza, te dejo esto a ti.”

“Sí, Amo.”

Fui a ayudar al espadachín que había visto antes.

Se oyó un fuerte y sordo estruendo desde el otro lado del muro roto, y el espadachín volvió a saltar, con el polvo volando a su alrededor.

Guau, sí que está en forma.

Los firmes músculos que podía ver sobresalir a través de sus ropas rasgadas eran muy impresionantes.

Llevaba una gran espada de dos manos sobre los hombros y miraba con atención a través del agujero de la pared.

Este espadachín era de nivel 51 y, además, era miembro de los Ocho Espadachines de Shiga.

La luz roja parpadeó en la gigantesca espada de dos manos, convirtiéndose en un deslumbrante efecto de Hoja Hechizada.

“¡Acércate a mí!”

Justo cuando el musculoso espadachín gritó a través del muro, el demonio plateado irrumpió entre la nube de polvo. Sus garras de plata azulada, similares al tono de la adamantita, brillaron mientras se acercaban a toda velocidad al hombre.

“¡Impulso Cortante!”

Ese debe ser el ataque especial del espadachín. Su espada esculpió un semicírculo rojo en el aire mientras giraba, golpeando al demonio de escamas plateadas contra el suelo.

Ambos se movían tan rápido que era difícil seguirlos con la vista, pero justo antes de que las garras del demonio alcanzaran al hombre, su espada bajó desde arriba y se estrelló contra su cabeza.

“Tsk… bastardo terco. No puedo creer que haya sobrevivido a mi Técnica Secreta.”

El musculoso espadachín se preparó para atacar de nuevo al demonio mientras éste yacía boca abajo.

ZWROOOOWN.

Con un movimiento que recordaba a una técnica de breakdance, el demonio plateado volvió a levantarse, enviando trozos de adoquines que volaron por todas partes. El fornido espadachín saltó hacia atrás con una agilidad inesperada, y desvió tanto la metralla como la patada giratoria del demonio plateado con un movimiento de su espada.

El demonio de escamas plateadas giró, cayó de pie y volvió a cargar contra el caballero. “¡Hmph!”

Utilizando la fuerza centrífuga, el fornido espadachín giró su espada y la descargó directamente sobre el demonio que cargaba.

El demonio de escamas plateadas salió volando hacia una pared cercana como una pelota de béisbol y estuvo a punto de atravesarla, pero se enderezó en el último segundo y aterrizó en la pared, aferrándose a ella lateralmente como cierto tipo arácnido de los cómics americanos.

Sus escamas plateadas se pusieron de punta y se convirtieron en puntas afiladas.

Entonces los pinchos llovieron hacia el musculoso espadachín, que aún se estaba recuperando de su gigantesco golpe de espada.

“¡Esquiva!”

Al oír mi grito, el hombre se precipitó hacia adelante sin siquiera comprobar su entorno.

Mientras le observaba, recogí un escudo caído a mis pies y lo lancé, desviando las escamas voladoras que casi alcanzan al espadachín.

ZWROOOOOOOO.

El demonio plateado saltó de la pared, no hacia el fornido espadachín, sino hacia mí, ya que había bloqueado su ataque.

Unas afiladas garras se acercaron a mí. “Uh-oh, cuidado con eso.”

Utilicé la espada de hierro que tenía en mis manos para parar el ataque, empujando contra sus escamas.

La espada que había tomado era aparentemente una barata: el metal se raspó como la piel de una zanahoria contra un pelador.

Las chispas y las motas de metal que salían disparadas de la espada eran bonitas, pero en cuestión de segundos la espada quedó reducida a un mango.

Supongo que al menos debería haber usado Hoja Hechizada.

Mientras tanto, el demonio plateado trató de dispararme más escamas. Me dejé caer hacia el suelo y pateé al demonio en el aire.

“¡HIYAAAAAAH!”

El musculoso espadachín saltó hacia adelante y blandió su espada de dos manos magníficamente, golpeando al demonio plateado directamente en el pecho.

El demonio no tenía forma de sujetarse, ya que todavía estaba en el aire por mi patada, y fue enviado a estrellarse contra una pared cercana.

Intentó aterrizar de nuevo de lado en la pared, pero esta vez la propia pared se rompió con el impacto, haciendo que el demonio cayera dentro.

“Gracias por la ayuda ahí atrás, chico. No eres tan malo.” “Agradezco tus amables palabras.”

No me gustaba que me llamaran “chico”, pero se lo agradecí de todos modos, ya que parecía que tenía buenas intenciones.

“Soy Gouen. De los Ocho de Shiga.”

“Mi nombre es Satou Pendragon, caballero heredero y vasallo del Barón Muno.” “Así que tú eres ese Pendragon del que hablaba Mina, ¿eh? Qué curioso.”

El musculoso espadachín —quiero decir, Sir Gouen— esbozó una sonrisa de macho mientras se refería a su colega Lady Helmina con un apodo casual.

ZWROOOOWN.

El demonio salió volando del edificio con un aullido.

Una vez que aterrizó, casi un centenar de escamas plateadas flotaron de él y comenzaron a dar vueltas alrededor de su cuerpo. Probablemente se suponía que era ataque y defensa en un solo movimiento.

“Sigue mi ejemplo, Satou. No te mueras frente a mí, ¡ahora!” Con eso, Sir Gouen salió corriendo.

Sería descortés no aceptar su oferta. Recogí otra espada del suelo y corrí en diagonal junto al espadachín.

El demonio de escamas plateadas cargó hacia Sir Gouen, evidentemente eligiendo atacar en lugar de esperar y defenderse.

Algunas de las escamas flotantes formaron una cadena y volaron hacia nosotros.

Sir Gouen utilizó Hoja Hechizada en su espada de dos manos y apartó la cadena de escamas, lanzándose hacia el propio demonio a través de las escamas.

La cadena de escamas desviada golpeó el suelo, rebotó y voló hacia la espalda de Sir Gouen como si estuviera unida a él por una banda elástica gigante.

Usé “Parpadeo” para alcanzarlos y blandí la espada de hierro. “¡Hunh!”

El cuerpo de Sir Gouen se hinchó por un momento, y vi que su estadística de defensa subía mucho en mi pantalla de AR.

Parecía ser un efecto de su habilidad “Cuerpo Indestructible”.

Sentí cierta curiosidad por saber hasta qué punto esto endurecía sus defensas, pero resistí el tirón de la curiosidad y blandí mi espada, cortando las escamas que volaban hacia su espalda.

Aprendiendo de mi anterior paso en falso, me aseguré de activar Hoja Hechizada en el instante en que corté las escamas, para evitar que la espada se dañara.

El uso de Hoja Hechizada con espadas de hierro es un poco molesto, ya que no conducen la magia muy bien.

“¡HOOOOORYAAAAH!”

Sir Gouen bramó mientras cargaba contra el campo de escamas plateadas flotantes. Su armadura se resquebrajó y la sangre saltó por los aires.

Sin embargo, siguió avanzando, acercándose al demonio y blandiendo su espada de dos manos con todas sus fuerzas.

Los fragmentos rojos de Hoja Hechizada se dispersaron, y las chispas volaron donde las escamas flotantes golpearon la espada.

ZWRODDDYN.

Más allá de la enorme estructura de Sir Gouen, el demonio de escamas plateadas aulló cuando la espada se clavó profundamente en su hombro.

Sin duda, fue una estrategia contundente, pero le tengo cariño a la gente que es así de atrevida.

“¡Vamos, Satou!”

“¡Claro!”

A instancias de Sir Gouen, clavé mi espada recubierta de Hoja Hechizada en el torso del demonio, ahora indefenso.

Al sentir una resistencia similar a la de “Armadura de Poder Mágico”, utilicé discretamente el hechizo de Magia Práctica Drenaje de Maná con mi mano libre, robando la fuerza que estaba fortaleciendo sus defensas.

“¡Liza!”

“¡Sí, Amo!”

Llamé a Liza, que había derrotado al demonio menor y estaba observando nuestro combate.

Utilizó “Parpadeo” para acercarse y atravesó con su Lanza Mágica el corazón del demonio plateado por detrás.

“¡Esto es todoooooo!”

Mientras el demonio era ensartado por mi espada y la lanza de Liza, Sir Gouen atacó una vez más y lo partió en dos.

El cuerpo del demonio plateado se convirtió en polvo negro y desapareció, dejando que un largo cuerno cayera al suelo con un estridente chasquido.

“¡EEEEK!”

Uno de los miembros restantes de Alas de la Libertad estaba intentando secuestrar a la hija menor del Duque Vistall.

“¡Lady Somienna!”

Gritando su nombre, Sir Gouen le dio caza con “Parpadeo” y decapitó al miembro de un solo golpe.

La joven se desmayó por la repentina y espantosa escena, pero Sir Gouen pudo atraparla suavemente.

Espera, eso es…

Había algo preocupante en la mano del cadáver. “Amo.”

“Sí. Es un cuerno largo.”

Era una herramienta maligna que podía convertir a un humano en un demonio, uno intermedio, nada menos.

Tenía pocas dudas de que el demonio de escamas plateadas con el que acabábamos de luchar era un antiguo humano que también había sido transformado por un largo cuerno como éste.

Sir Gouen lo recogió antes de que tuviera la oportunidad y lo guardó en su Caja de Objetos, junto con el cuerno largo usado que el demonio de plata había dejado caer.

Como era miembro de los Ocho Espadachines de Shiga, los guardianes del Reino de Shiga, probablemente podría confiar en él para que se encargara de las cosas desde allí.

***

“Sir Gouen, ¡muchas gracias a usted y a sus seguidores por ayudarnos!” Uno de los jóvenes guardias se acercó corriendo a nosotros.

“¡Idiota! Estos dos no están conmigo. Son un par de luchadores increíbles que sólo pasaban por aquí y ayudaron.”

“¡¿De verdad?! Por favor, perdóneme, ¡no tenía ni idea! Lo siento mucho, pero ¿podría preguntar su nombre?”

Pensé en pasar el incidente diciendo: “No soy nadie digno de ser presentado” o algo así, pero como ya me había presentado a Sir Gouen, también le di mi nombre al guardia.

El joven guardia le contó a Sir Gouen las hazañas de Liza. Al parecer, mientras apoyaba a Sir Gouen, Liza había derrotado a cinco demonios menores por su cuenta.

“Un espadachín que puede enfrentarse a un demonio intermedio, y una usuaria de la lanza que puede acabar con cinco demonios menores ella sola… Los candidatos de los Ocho de Shiga esta vez son algo a tener en cuenta.”

Sir Gouen nos dio una palmada en la espalda a Liza y a mí, elogiando nuestros esfuerzos. “Amo…”

“¿Está usted bien, sir?”

Al notar que la batalla había terminado, Tama y Pochi corrieron hacia mí.

El resto de mi grupo también estaba detrás de ellas. Habían estado ayudando a escapar a los ciudadanos de a pie mientras estaban atentos a los refuerzos.

“Lo siento, Mia, ¿te importa curar a los heridos?” “Mm.”

Mia asintió y trotó hacia los guardias.

Lulu la siguió, explicando en lugar de la tranquila chica elfa que estaban aquí para curar a los heridos y dirigiéndolos a todos para que se pusieran en un solo lugar.

“Modo enfermeraaaa…” “¡Sir!” Tama y Pochi también se pusieron brazaletes médicos y corrieron a ayudar.

“¿Son esas tus asistentes, Satou?”

“Son más bien mis camaradas, pero sí.”

A Sir Gouen parecían gustarle los niños; observaba con el cariño de un anciano cómo iban a trabajar, y luego despeinaba a Tama y Pochi en la cabeza cuando volvían.

“Gran trabajo, pequeñas.” “Nie-jee-jee…”

“Je-je-je, sir.”

Tama y Pochi parecían satisfechas.

También intentó acariciar la cabeza de Mia, pero ella esquivó su mano con agilidad y se escondió detrás de mí.

“Te gustan los niños, ¿eh?” Preguntó Arisa.

“¡Claro que sí! Tengo hijas más o menos de su edad en casa.” Sir Gouen sacó del bolsillo algo del tamaño de un pequeño cuaderno y lo abrió. “Bonitas, ¿verdad?”

Sir Gouen nos enseñó un retrato en miniatura de su familia y nos habló largo y tendido de lo maravillosa que era su mujer y de lo adorables que eran sus hijas.

Hablar con un padre tan cariñoso me recordó a un viejo amigo mío que siempre me enseñaba montones de vídeos de sus hijos cuando le visitaba.

“¿No puedes traerlas a la capital real?”

“Sí, mi esposa no quiere dejar su ciudad natal…”

Parecía una situación personal, así que le indiqué a Arisa con mis ojos que cambiara de tema. Afortunadamente, un guardia se acercó en el momento justo.

“Sir Gouen, hemos terminado de curar a los heridos y de traer más guardias.”

“¡Muy bien! ¡Genial!” Sir Gouen se volvió hacia nosotros. “Lo siento, tendré que hablarles de mis preciosas hijas en otro momento.”

“Sí, me hace ilusión.”

“Estaré en el cuartel general de los Caballeros Santos más a menudo. Pásate cuando quieras. Eres más que bienvenido.”

Sin esperar a escuchar mi respuesta, Sir Gouen se alejó con los guardias que escoltaban el carruaje.

***

“¿Una carta…?”

Cuando volvimos a la mansión del Barón Muno, una de las criadas me entregó una carta que había llegado para mí.

No reconocí el sello, pero sin duda iba dirigida a mí. La abrí con cuidado, ya que se consideraba de mala educación romper el sello si era de un noble de mayor rango.

“¿De quién es?”

“Sir Juleburg de los Ocho Espadachines de Shiga.”

La carta nos invitaba a mí y a mi grupo a la base de los Ocho Espadachines de Shiga en el cuartel general de los Caballeros Sagrados.

“Dice que es una invitación, pero…” “Sí, es más bien una citación.” Negarse no parecía ser una opción.

Dado el momento, probablemente no tenía nada que ver con el musculoso espadachín Sir Gouen, pero eso no era mucho consuelo.

Tendré que idear un plan esta noche para evitar que presuma de sus hijas para siempre.

Esa noche, después de ayudar a mi grupo a entrenar rigurosamente en los “Disparos de Hoja Hechizada” de triple ráfaga hasta que estuvieran satisfechas, me transformé en Kuro, encontré el escondite del culto de las Alas de la Libertad, los adoradores del Señor Demonio, y lo asalté solo, atando a todos los miembros y metiéndolos en la cárcel.

Me aseguré de obtener primero el permiso del rey y del primer ministro, por supuesto.

Tardé más de lo que esperaba, así que no fui capaz de idear ningún plan para no escuchar sobre las hijas de Sir Gouen.

Como había escondites más pequeños por todas partes, no volví a casa hasta el amanecer. “Amo, realmente necesita dejar de trabajar en exceso.”

Me disculpé con Arisa, que se preocupó amablemente por mí, y dormí como un tronco durante una hora.