Shokei Shoujo no Virgin Road (LN)

Volumen 2

Capítulo 5: Doncella Bañada en Sangre

Parte 1

En cuanto apareció la niña ensangrentada, Menou hizo su movimiento. Levantó un Incremento y en menos de un segundo acortó la distancia entre las dos. No dudó ni trató de identificar la naturaleza de esta nueva entidad.

Simplemente le cortó la garganta con una precisión aterradora

—¿…mmm?

La niña, cuya garganta había sido cortada, se tambaleo aturdida. Su cuerpo se derrumbó sobre el suelo formando un charco de sangre.

Un único ataque limpio y fatal.

Sin embargo, Menou no bajó la guardia. Por la forma tan extraña en la que apareció, dudaba que matarla fuera tan sencillo. Evidentemente, era mucho más de lo que parecía. La razón por la que no vaciló e inmediatamente tiró a matar se debió a que ni siquiera se le cruzó por la cabeza la posibilidad de capturarla. Algo que saliera arrastrándose del estómago de otra persona no podría ser humano; no uno normal, al menos.

¡Esta cosa definitivamente tiene que ser un demonio o alguna entidad mucho peor—!

Y para su desgracia, no se equivocó.

Es de remarcar que la garganta de la niña había sido cortada de par en par. Un solo cuchillazo limpio y profundo—pero de aquella cisura empezó a emerger una pequeña mano.

—¡Ngh! —Menou jadeó.

Mientras tragaba saliva, una segunda mano desgarró la tráquea de la muchacha para salir de forma similar a la anterior. A su vez, ambas manos comenzaron a colaborar para agrandar todavía más la abertura en el cuello. Desgarraron violentamente el cadáver como si estuvieran desmenuzando un pedazo de carne para abrirse paso hacia la luz, hasta que finalmente apareció otra niña exactamente igual a la que fue asesinada.

—Mm-ah-ah–no te precipites. ¿No vez que todavía no hemos empezado?

Como emergida de una crisálida, la niña reprendió a Menou con regocijo.

Su propio cadáver estaba a sus pies, ¿o quizás era más bien una cáscara desechada? En cualquier caso, ese cuerpo definitivamente había estado vivo hace unos momentos. Ahora empezaba a pudrirse poco a poco, como si su propósito se hubiera cumplido. Y entre tanto el cadáver se descomponía, la segunda niña que llevaba la misma cara no podría haber estado menos conmocionada.

Todo el espectáculo fue tan grotesco y surrealista que habría hecho perder la cabeza a cualquiera. Y en realidad, Menou no veía la hora de despertar en tanto el color se le escapaba de las mejillas.

Pero esto era la realidad.

Concentrándose en su corazón palpitante y en su visión en forma de túnel, se lamió los labios. Respiró sin esmero y exhaló lentamente.

Eso fue suficiente para restablecer el balance de su debilitado estado mental.

—…siento que me estoy volviendo loca… — Refunfuñó.

—Nah, todavía no llegamos a esa parte. Es la siguiente vuelta la que realmente va a ser una locura divertida. Y ni siquiera ha sonado la campana de salida, ¿comprendes?

Mientras Menou mantenía con cuidado la cabeza nivelada y un tono uniforme, la niña soltó una carcajada, empapada de rojo por su propia sangre.

—No parece que seas… un demonio convocado Manon.

—¡Por supuesto que no! Soy una verdadera niña humana de pies a cabeza, ¿no lo ves?

Aunque lo dijo con una sonrisa, estaba claro que no era una humana ordinaria.

—Ya veo… supongo que debes ser humana, sí.

—Menou eligió sus palabras con cuidado mientras maldecía por dentro.

Debería haberse dado cuenta de que había algo raro en las imágenes que Momo le transmitió.

Los pinchos de la trampa en la doncella de hierro que Momo activó estaban recubiertos de veneno. Lógicamente, eso significaba que la niña dentro no debería haber estado viva en primer lugar.

Sin embargo, había sobrevivido a ser cortada por los pinchos envenenados porque ella era la encarnación del Mal.

Puede ser que la niña enfrente de Menou realmente se trataba de una humana. Pero incluso si eso fuera cierto, seguía siendo un tabú entre tabúes, más insidioso de lo que cualquier demonio o diablo podría aspirar a ser.

El encantamiento terriblemente espantoso que levanto era prueba suficiente.

No cabía duda alguna: Esta niña tenía que ser una Errante. Y encima de la peor calaña—ante Menou se hallaba una existencia espantosa que iba más allá de ser un simple Perdido.

Menou murmuró sombríamente el nombre especial que se les daba a estas calamidades andantes.

—Error Humano…

Los despojos de lo que alguna vez fue un japonés.

Esto era lo que permanecía cuando a un Errante ya no le quedaban recuerdos; se desprendían de su humanidad y se convertían en la mismísima encarnación de un Concepto.

Su apariencia angelical no significaba nada. Incluso por dentro, no era más que una imagen falsa. Esta niña se había transformado en su Pureza Conceptual hasta la médula.

Y lo que es peor, la Pureza Conceptual que la niña estaba utilizando probablemente se basaba en la invocación mediante sacrificios. Era seguro asumir que utilizaba su propia muerte como sacrificio para invocarse a sí misma. Esencialmente, matar a esta niña era lo mismo que ofrecerle un sacrificio.

En otras palabras, esta niña no podía ser asesinada. Ella era inmortal, aunque a través de un medio diferente al de Akari.

—…esto es malo. —Menou agarró con fuerza el mango de su daga.

Siendo francos, el dominio de esta niña sobre su Pureza Conceptual era tan completo que ni siquiera valía la pena compararlo con el de Akari, que había llegado a este mundo hacía poco tiempo. ¿Qué clase de Error Humano era ella? Menou tenía la sensación de saber la respuesta, pero no quería decirla en voz alta.

Un solo verso de las Escrituras cruzó su mente:

La desbocada imaginación de una niña dio a luz al Concepto de Pecado Original, y de su sangre y su carne lo nutrió como un regalo para todo lo que tuviera vida—

Cualquiera que estuviera familiarizado con la palabra tabú conocía ese verso, que parecía encajar demasiado bien con la niña que tenía delante.

Si la corazonada de Menou era correcta, entonces este era el peor escenario imaginable.

—¿Por qué esa cara de miedo, señora? Vamos.

Disfrute del paseo.

—¿Quién podría disfrutar esto, monstruo?

—Mmm, ¿un monstruo? Ouch. He practicado mucho mientras estaba dentro de esta chica y por fin he conseguido hablar. Así que platiquemos un poco más. ¡Por favor!

Entonces ella dio un paso. Luego dos. Luego

tres—

La niña entró en el radio de acción de Menou con pasos despreocupados y se inclinó hacia adelante.

—Dime, ¿cuáles son tus pasatiempos favoritos? Me gusta cantar, bailar y ver películas. Uno puede cantar y bailar por su cuenta, pero me da mucha pena no poder ver películas. ¿Qué me dice de usted, señora?

—¿Pasatiempos, hmm? La verdad es que no tengo ninguno.

Como la niña empezó una conversación sin sentido, Menou respondió sin rodeos.

Sorprendentemente, no percibió ninguna hostilidad por parte de la niña que tenía delante. Ni siquiera parecía enfadada o antipática. En realidad, se veía como una niña normal y corriente que podrías encontrar en cualquier lado.

—Ah, es una pena. ¿Sabes que los pasatiempos hacen que la vida valga la pena? Deberías intentar disfrutar un poco más de la vida.

—Estoy demasiado ocupada como para perder mi tiempo en algún jueguito. Después de todo, mi trabajo es matar a personas como tú.

—¡Mmm! ¿Tú? ¿Matarme?

—Sí, mi objetivo es destruirte. Más específicamente, a tu Pureza Conceptual. Esa es la razón de mi existencia.

—Mmm, ¿así que quieres destruir mi Pureza Conceptual?

De pie, lo suficientemente cerca como para que Menou pudiera estirar la mano y darle una palmadita

en la cabeza, la niña de aspecto inofensivo la miró con sus ojos grandes y redondos.

Entonces empezó a reírse.

Se tomó su amenaza con la gracia de quien escuchaba a un bufón.

—¡Wow, pero qué cosas tan divertidas dices! Matarme es fácil, sabes. Pasa siempre. Soy súper débil, así que muero seguido. Pero estoy bastante segura de que tú no puedes destruirme.

Era parecida a una niña a la que le habían regalado un juguete nuevo, aceptando a Menou como un regalo con el que se puede jugar. A lo sumo, su reacción puso a Menou todavía más nerviosa.

—Si crees que puedes destruirme, has lo que te de la gana, ¿vale? Nadie en este mundo lo ha conseguido, ni siquiera el héroe Marfil, ¡pero adelante! ¡¡ERES LIBRE DE INTENTARLO!!

—¿…el héroe Marfil? —Menou frunció el ceño ante el desconocido título.

—¡Mmm! ¡¡¿NO LO CONOCES?!! —La niña se puso la mano sobre la boca en una exagerada muestra de sorpresa. —¡¡NO PUEDO CREERLO!! ¡¡PERO SI EL POSEÍA LA PUREZA CONCEPTUAL MÁS FUERTE, MÁS GRANDE Y MÁS PODEROSA DE TODOS LOS TIEMPOS!! ¡EL BLANCO QUE TRAJO LA PUREZA Y LA NORMALIDAD AL MUNDO!

La niña extendió los brazos y alzó la voz.

—¡Eclipsando a Astro en el norte, convirtiendo en sal blanquecina a Dragón en el oeste! ¡¡Correteando a Recipiente por todo el este hasta el ocaso blanco y sellándome a mí en el sur dentro de una neblina blanca! ¡Marfil, el héroe que nos destruyó, selló y salvó tu mundo! ¡¡EL TRAIDOR QUE NOS VENDIÓ A NUESTRA SUERTE CUANDO INTENTAMOS DARLE LA ESPALDA A TU MUNDO…!! Mmm, aunque no puedo culpar a esa persona.

Hablaba y gesticulaba con un aire tan dramático que se sintió fuera de lugar. La niña se comportaba como una actriz audicionando para el papel de heroína trágica en una obra de teatro de un solo acto.

—Él era nuestro amigo, nuestro camarada, nuestra esperanza–¡y también el guardián de este mundo! La Pureza Conceptual de Marfil se quedó con el papel de proteger este estúpido planeta. Llego a un punto en lo que el pensara o deseara dejo de importar…

Su voz tembló de tristeza y bajó la cabeza.

Luego volvió a levantar la vista bruscamente, luciendo una brillante sonrisa sin rastro de pena.

—Pero ahora lo entiendo. Todo el mundo se olvidó del héroe. ¡Después de todo ese trabajo duro! A pesar de que el héroe dio todo de sí, ¿¡me estás diciendo que lo olvidaron…!? Ni mil años cambian el hecho por el que los odio tanto a todos ustedes.

Menou repitió las palabras de la niña en su mente.

El Astro en el norte, el Dragón en el oeste, el Recipiente en el este… supuso que la chica se refería a los Cuatro Mayores Errores Humanos.

El Astro en el norte debe ser el Crepúsculo Estelar. El Recipiente en el este era la Sociedad Mecánica. Menou no estaba segura de cómo la Espada de Sal en el oeste se convirtió en un Dragón, pero todo esto ocurrió hace mil años. Tenía sentido que la versión de la niña no coincidiera con las interpretaciones modernas de los Errores Humanos.

En cualquier caso, si lo que decía la niña era cierto, significaría que cuando esas cuatro infames Purezas Conceptuales amenazaron con destruir el mundo, fueron detenidos por un compañero llamado Marfil.

En otras palabras, un Errante salvo a este mundo.

Ni siquiera Menou había oído hablar de esa información. Según los registros de la iglesia, los Cuatro Mayores Errores Humanos fueron sellados o destruidos por la iglesia en su momento.

Pero lo más importante es que había una frase importante en su historia que contenía una pista sobre la identidad de la niña.

—…dijiste que te sellaron en la ‘neblina blanca del sur’…

—Mm, no es para tanto. Declaraste que me destruirías, ¿o me equivoco? ¡Estoy realmente feliz! Hacía mucho tiempo que alguien no me desafiaba en serio. ¿Porque lo dijiste con toda la seriedad del mundo, no? ¡Pues rengamos una emocionante y súper divertida batalla hasta la muerte! ¡Estoy harta de no hacer nada más que comerme a los de mi especie!

Interrumpiendo la pregunta de Menou, la niña sujetó el dobladillo de su vestido y realizó una refinada reverencia.

—¡Gracias a todos por venir hoy! ¡Les deseo un auspicioso día y muy buena salud! ¡Por favor, golpéenme, aplástenme y macháquenme hasta que sus corazones se contenten! ¡Hay mucho más de donde vino esto, así que no se repriman! Vamos a ver cómo te vuelves loca de verdad–

Levanto la vista de su acentuada reverencia y enderezó su columna vertebral. Y sin cortar su extraño y desagradable discurso, alzo la cabeza. Puso una mano bajo su barbilla mientras continuaba alzando lentamente la cabeza sin detenerse.

—¡Lo que están a punto de presenciar será la mejor película SERIE B de todos los tiempos! ¡Un juego de azar donde Lucifer será quien tire los dados!

Por supuesto, su cabeza no podía alzarse más allá de lo que permitía su cuello—no obstante, siguió empujándola hacia arriba.

Pronto, se oyó el sonido de fibras carnosas estirándose. La cara sonriente de la niña subió y subió conforme su cuello se estiraba de manera antinatural. Las fibras musculares poseen cierta elasticidad, pero ya había rebasado ese límite.

Y no se detuvo.

—¡Demonios! ¡Monstruos! ¡Señores de los habernos! ¡Diablos y dioses monstruosos! ¡¿Qué nos deparará la siguiente tirada de dados?! ¡No se levanten de sus asientos!

Su piel, sus venas y su carne excedieron su anatomía, rompiéndose y desgarrándose mientras su cabeza continuaba subiendo. No tardo mucho para que su cabeza se separara de su cuerpo.

Eventualmente, se oyó un último crujido de sus huesos al romperse.

Y sin vacilar, la niña giró bruscamente su propia cabeza.

Su cabeza se desprendió por completo.

La sangre salió a chorros. El cuerpo sin cabeza de la niña se desplomó sobre el suelo. Y su cabeza arrancada rodó como un grotesco troquel fundido.

La palabra anormal se quedaría corta para reportar un suicidio tan bizarro.

Y mientras Menou continuaba perpleja por lo que acaba de presenciar, la cabeza rodó hasta que se detuvo mirando al cielo.

Entonces, la sangre que brotaba ante los ojos de Menou adquirió un brillo rojo.

Fuerza Guía: Sacrificio—Colusión Caótica, Pureza Conceptual [Mal]—Convocar [¿Puedo llamar a cien amigos?]

La fuente de sangre agrieto el espacio mismo.

Al otro lado de la grieta recién formada en el aire se vislumbraba un oscuro abismo. La cantidad antinatural de sangre que brotaba del cuello de la niña se transformó en un vacío que conectaba al abismo.

Lo que se formó no fue otra cosa que una entrada a la Dimensión Conceptual del Pecado Original.

La sangre, la carne y el tejido del espacio se desgarraron, y monstruos comenzaron a emerger del abismo.

Uno tras otro; un desfile interminable. No había monstruos que se asemejaran. Ni siquiera Menou en sus años de perenigración había visto nunca monstruos como los que aparecieron.

Estos monstruos invocados procedieron a devorar inmediatamente el cuerpo de la niña. A fin de cuentas, su carne y su sangre fueron ofrecidos por ella misma como sacrificio. Y no había mejor sacrificio para estas criaturas que una doncella pura.

El cadáver de la niña fue consumido por los monstruos.

Sin embargo, uno de ellos empezó a temblar. Se agitó violentamente y abrió su boca como si estuviera a punto de vomitar algo.

Entonces del esófago del monstruo se deslizó otra niña.

Con rasgos refinados y un vestido blanco, dicha niña de no parecía tener más de diez años—era exactamente igual a la niña que acababa de ser devorada.

Se trataba de una verdadera amenaza, incluso más terrible que la mente maestra más diabólica.

Cuando la niña renació del cuerpo del monstruo y pisó el suelo, extendió sus brazos y sonrió.

—¡Porque ante ustedes se presenta una triple amenaza de miedo, emoción y suspenso! ¡La personificación bailarina y cantora de una película de catástrofes! ¡Nadie más que la que trae centenares de millones demonios–yo, la horda de monstruos Pandæmonium, acepto tu desafío.

El Error Humano que alguna vez estuvo a punto de destruir el mundo había resucitado en Libelle…

***

—Hrmm…

En la estación de los caballeros en Libelle, Ashuna suspiro.

Fue un suspiro lánguido y sombrío, muy alejado de su forma de ser habitual. El incidente con la monstrina estaba avanzando rápidamente hacia su resolución, y el Castillo Libelle había sido situado. No cabía duda de que todo eso fue resultado de la redada de Momo. Ella debió conseguir suficientes pruebas para que pudieran actuar en consecuencia.

Sin embargo, la hora acordada para su reunión llego—el tiempo paso y Momo nunca apareció…

Ahora mismo Ashuna observaba como un miembro de La Cuarta estaba siendo interrogado en la estación de los caballeros. Se trataba de un anciano arrugado que se había entregado en cuanto la isla fue situada y que al parecer era una figura central de la organización.

—¡Les digo que Manon Libelle tomo el control de La Cuarta! ¡Sólo somos víctimas! ¡Esa chica nos drogó con la monstrina y nos obligó a cumplir sus órdenes!

—El hombre desesperado insistió en que Manon Libelle estaba detrás de todo.

Pero en lugar de contribuir a los interrogatorios directamente, Ashuna estaba contemplando su próximo curso de acción.

—¿Qué debería hacer…?

A decir verdad, se sentía más preocupada por el bienestar de Momo que por los asuntos con La Cuarta. Podrá actuar todo lo indiferente que quiera, pero Ashuna sabía que esa chica no perdería una oportunidad para restregarle su éxito. Era el tipo de persona a la que le gustaba imponer su dominio siempre que fuera posible.

Así que como no apareció, a Momo probablemente le sucedió algo la noche anterior.

—……..

Ashuna era una devota creyente de la fuerza.

Y no era la fuerza de un grupo lo que buscaba, sino el fortalecimiento personal.

No es del tipo que actuaría solamente porque alguien hubiese sido potencialmente derrotado en batalla. Si Momo fallo en su ataque la noche anterior, entonces significaba que era débil. Lógicamente eso la convertiría en una decepción, y lo más sensato dentro de la lógica de Ashuna seria centrarse en otro individuo—véase, por ejemplo, la dama misteriosa de anoche.

Sin embargo, la realidad era que Ashuna le había agarrado cariño a Momo.

—Ashuna, acompáñame.

En el fondo de su mente, Ashuna pensó en su hermana mayor, que tenía más o menos la misma estatura que Momo.

Pocos de los que la conocían ahora lo creerían, pero a Ashuna le encantaba pintar cuadros cuando era pequeña.

Al fin y al cabo, a Ashuna le atraía todo lo bello. Siempre buscaba la belleza. Y en su búsqueda incesante por la belleza, la joven princesa recorrió todos los rincones del castillo y sus alrededores con la intención de encontrar algo que pintar; con la intención de capturar imágenes que le tocaran una fibra sensible.

Ciertamente fue una niña problema aun de pequeña (aunque solía serlo de una manera mucho más tierna) y acababa siendo la mayor de sus hermanas quien siempre tenía que vigilarla.

Irónicamente, también fue esa limitante hermana molesta quien un día tomó de la mano a la joven Ashuna y le presentó a ese peculiar caballero.

—¿Has visto alguna vez algo más hermoso?

El caballero más fuerte del continente.

En el momento que vio a ese caballero con una espada en la mano, Ashuna abandonó su pincel y lo cambio por la espada. Quería alcanzar la belleza de la fuerza por sí misma, en lugar de retratarla en un lienzo.

Ahí no tardaron en darse cuenta todos de que Ashuna poseía un talento natural. Rápidamente se convirtió en un hábil caballero y aprobó el examen con éxito.

—Tienes un verdadero don. Pero no importa lo fuerte que te vuelvas por ti misma, en cierto modo, eso no significa nada. El verdadero valor de la humanidad recae en los números. Bajo el líder adecuado, un grupo de humanos puede hacer frente a cualquier desastre. Es por eso, Ashuna…

Más o menos eso fue lo que su hermana mayor le dijo aquel día. Todavía lo recordaba vívidamente, con todo y su sonrisita altanera.

Pero lo que más le irrito del sermón de esta hermana mayor (una cabeza más baja que su ‘hermanita’) fue la oferta del final—

—¡Te daré el honor de servir como la segunda al mando en mi unidad!

¡Esa fue la cereza del pastel!, pensó Ashuna. Su propuesta le desagrado tanto que ese día huyó del castillo y, extraoficialmente, se mantuvo lo más alejada que pudo de la familia real.

Todo por un pequeño pleito con una hermana que pensaba la comprendía.

Pero de lo que se dieron cuenta Ashuna y su hermana ese día es que no eran tan cercanas como parecía. A Ashuna le fascinaba la belleza de los individuos, mientras que su hermana era la líder de un grupo. Con toda probabilidad, era su hermana mayor la que mejor se adaptaba a la realeza.

Rebelándose contra su hermana y su familia, Ashuna recorrió el reino, amontonando tantas hazañas que llegó a ser conocida como la Princesa Caballero que reformaría el mundo.

Sus escapadas ciertamente fueron gloriosas, eso sí. Pero conforme se inmiscuía más profundo en las sombras que asolaban al Reino de Grisarika, Ashuna notó algo extraño.

No importa que tan profundo desenterrara, nunca encontró ningún rastro de las fechorías de su hermana.

Sin duda, era imposible que nunca hubiera cometido algún acto turbio o crimen en su vida. Ashuna comprendía que su hermana era una retorcida de la realeza y que dentro de La Nobleza actuaba como una excepcional manipuladora. Incluso había presenciado con sus propios ojos como ella tenía regadas sus profundas raíces en el lado oscuro del reino.

Y, sin embargo, no pudo encontrar ninguna prueba de estas actividades ilícitas. No parecía que se estuvieran ocultando, sino que borraba por completo sus rastros.

Las dudas de Ashuna finalmente crecieron hasta el punto de no poder ignorarlas.

Pero entonces, algo sucedió…

Resulto que la inquisición sobre el incidente de la invocación de los Errantes no apuntaba a su hermana, sino a su padre. Incluso cuando la arzobispa fue ejecutada en la antigua capital de Garm, la hermana de Ashuna fue declarada inocente. Cuanto menos las inquisidoras de Las Fausto habían determinado que no había pruebas de que su hermana hubiera estado involucrada en ese incidente en particular.

—No sé en qué se metió, pero mi pobre padre siempre fue un necio… sinceramente. Con una hermana mayor como la mía, siempre deseé tener una hermanita propia.

Con un suspiro inusualmente deprimido, Ashuna murmuró algo que probablemente haría enfurecer a Momo si lo oyera.

Apoyando la barbilla sobre sus manos, se preguntaba si sería capaz de confirmar su seguridad si acudía a la iglesia—pero entonces algo sucedió.

Sintió que se producía un enorme encantamiento monumental y de naturaleza escabrosa.

—¡…!

Todos los poros de su piel parecieron abrirse dado que empezó a sudar frio. Se le pusieron los pelos de punta y hasta la piel de gallina.

Los agudos sentidos de Ashuna habían detectado una presencia tan intensa que casi le provocaba náuseas, asaltándola con una molestia que no podía ignorar. La sensación más parecida con la que podía compararla era la que sintió en el Reino de Grisarika después de caer del tren mientras luchaba contra Momo.

En aquel momento, sintió un malestar indescriptible. Se trató de una profunda perturbación, como si el mundo se desviara de su curso. Todo su cuerpo se estremeció como si un horrible monstruo hubiera nacido, liberándose del vientre del planeta.

Tenía claro que no fue sólo su imaginación.

—¡Si no detienen a Manon Libelle, yo también me convertiré en un monstruo! ¡Les doy mi testimonio! ¡¡Deben detener a esa chica antes que–ACK!!

El anciano que vociferaba sobre Manon Libelle se interrumpió de golpe.

Un cambio se apoderó de él. Su estructura de anciano comenzó a derretirse desde el exterior.

—¡¿Qué…?! —Murmuró horrorizado uno de los caballeros.

No era sólo el anciano. Todos los miembros de La Cuarta que habían sido retenidos temporalmente aquí estaban sufriendo la misma transformación. Los detenidos se fundieron hasta los huesos y perdieron sus formas por completo.

Mientras se desataba el caos en el puesto de los caballeros, Ashuna dirigió su aguda mirada hacia el Castillo Libelle.

—…el encantamiento provino de allí.

La Princesa Caballero agarró su espada y se aventuró al campo de batalla.

***

No era ninguna broma.

Cuando la Pureza Conceptual que había emergido del vientre de Manon reveló su espantosa identidad, Menou se estremeció.

—¡Pandemónium, creadora de la neblina…!

Uno de los Cuatro Mayores Errores Humanos que casi destruyo el mundo—el legendario Pandemónium del sur—había sido liberado.

Ni siquiera necesito pruebas para saber que la niña no estaba fanfarroneado. Eso le quedó muy claro a Menou luego de todo lo que presencio.

Frente a ella se hallaban los despojos macabros de una niña que había sido completamente sobrepasada por su Pureza Conceptual.

Llamarla humana a estas alturas no sería del todo correcto.

—¿Mmm? Eso no suena bien. Yo soy la horda de monstruos Pandæmonium. Marfil fue quien creó la neblina, no yo. No nos confundas, ¿vale?

—¿…te refieres al héroe del que hablabas antes?

—¡Correcto! —La niña formo un círculo con su pulgar y el dedo índice.

Todo lo que salía de la boca de esta niña del vestido blanco; de esta niña Pandæmonium, era una novedad para Menou.

Menou nunca había oído hablar de un héroe así. La palabra ‘Marfil’ le hizo pensar en lo que había sucedido con su ciudad natal, pero eso paso hace diez años. No es posible que esté relacionado con acontecimientos que tuvieron lugar hace más de un milenio.

Volvió a mirar a la niña.

Si uno entraba en el territorio maligno que la gente llamaba Pandemónium, nunca podrías escapar. Pero resultó que esa neblina que flotaba sobre el mar era en realidad una barrera que sellaba a Pandæmonium, por lo que Pandemónium sólo es el nombre del lugar donde se produjo el desastre.

Pandæmonium—la niña que había sido sellada dentro de la barrera de neblina, era el propio Mayor Error Humano en sí mismo.

Y tal y como dijo, se trataba de la encarnación misma del Mal. Una monstruosidad sin nombre.

Frente a esta amenaza insondable, Menou apretó los dientes.

—Pero que día más horrible estoy teniendo…

Creía haber acorralado a Manon, el cerebro de los incidentes de Libelle, pero mírala ahora. El cuerpo de Manon ya había desaparecido sin dejar rastro. Los monstruos deben haberla devorado.

Las bestias seguían arrastrándose desde la grieta que Pandæmonium había creado en el espacio. Había tantos de ellos, y en una gama tan amplia de formas y tamaños que ni siquiera aventurándose en la más dura de las Fronteras Salvajes podrías dar con una aglomeración así.

—¿Eso piensa? Pero el tiempo es tan perfecto– no hay ni una sola nube blanca a la vista. ¿No te parece que el azul es un color hermoso? Estoy harta de ver marfil.

Pandæmonium miró al cielo a través de la parte del muro que se había roto por la pelea con Manon. Luego retrocedió bruscamente.

—Quiero decir, han pasado mil años. Ni siquiera tú, que llevas una túnica de sacerdotisa, oíste hablar de su existencia… pero todavía puedo sentir un poco de su presencia. ¿No es extraño?

Menou no tuvo tiempo de responder a su pregunta.

Tan pronto como Pandæmonium retrocedió un paso atrás, los monstruos avanzaron. Al no quedar cadáveres, su siguiente objetivo era la humana viva que tenían delante.

Uno de ellos cargó contra Menou y esta le enterró su daga.

Todo el cuerpo de Menou brillaba con la Luz Guía. Utilizando como escudo al monstruo que había muerto al instante cuando ella le atravesó el cráneo, con la cabeza baja se lanzó hacia la espalda del siguiente monstruo. Por su extraña composición le sería difícil apuñalar el lugar dónde podría estar su corazón, así que lo golpeó en lo que parecía ser su cuello con la empuñadura de la daga y le rompió las vértebras cervicales.

Estos enemigos invocados no eran especialmente fuertes; de hecho, Manon había dado más batalla. Al menos, no era el enjambre de poderosos monstruos que relataba las leyendas.

El problema era su número. La grieta en el espacio a través de la cual llegaron los monstruos seguía abierta, produciendo más de ellos en todas las formas y tamaños por segundo.

En unos instantes, había abatido la primera oleada de monstruos, pero su número no mostraba signos de disminuir.

Su máxima prioridad era cerrar el agujero que conectaba con la Dimensión Conceptual del Pecado Original.

Menou utilizó la Fuerza Guía y la cresta de su daga para seguir masacrando a los monstruos mientras empezaba a levantar un encantamiento con sus Escrituras.

Fuerza Guía: Conectar—Escrituras, 12:1—Conjurar [«Martillea el clavo, martillea el clavo; todo con el fin de brindar un soporte»]

Del fulgor emergiendo de las Escrituras de Menou se materializaron innumerables clavos gigantes. Estaban hechos de poder, pero su naturaleza estaba más ligada al mundo espiritual que al físico.

Los clavos de luz que se formaron alrededor de Menou avanzaron como si fueran golpeados por un martillo.

Uno tras otro, atravesaron a los monstruos, formando agujeros en sus cuerpos, almas y espíritus. Asimismo, varios de los clavos gigantes fijaron cada uno de los extremos de la grieta en el espacio y la sellaron.

—¡Mmm! —Pandæmonium exclamó sorprendida por la destrucción simultánea de los monstruos y de la grieta.

Sin mediar palabra, Menou se abalanzo sobre ella, agarrándola y arrastrándola por el suelo sin dejar espacio para la resistencia.

Fuerza Guía: Conectar—Daga, Cresta—Conjurar [Hilo Conductor]

Si es inmortal, lo lógico sería inmovilizarla.

Menou sacó Hilo Conductor conectado a la cresta de su daga y amordazó las muñecas de la niña para que no pudiera moverse. Ningún ser humano ordinario sería capaz de escapar de esas ataduras. Ni siquiera los miembros de La Cuarta cuyos cuerpos se habían fortalecido con la monstrina habrían podido zafarse del duro y delgado hilo una vez se atará a sus muñecas.

No obstante, no por eso bajaría la guardia. Se trataba de una Pureza Conceptual con forma humana. Pensar que podría derrotarla con una mordaza sería demasiado optimista—

—Oh no, no puedo creer que me hayan atrapado tan fácilmente… —Pandæmonium se quedó boquiabierta por un momento, y luego miró a Menou con descaro. —¡Pero será mejor que te cuides la espalda! ¡Inmovilizarme no bastara para salvar el mundo! Sé que no me comparo a los otros tres. A fin de cuentas, soy Pandæmonium, la más débil de los Cuatro Mayores Errores Humanos…

Mientras la niña amordazada soltaba lo que sólo podría interpretarse como frustración por su propia debilidad, Menou empezó a sentir un poco de esperanza—pero ésta se rompió rápidamente en pedazos.

—…sin embargo, ¡también soy las más malvada!

Esa voz provino de detrás de Menou.

Un escalofrío recorrió su columna vertebral. Pero Pandæmonium estaba justo delante de ella, todavía sujeta por su hilo. Estaba viva, respirando, hablando y sonriendo.

Menou lentamente se giró para mirar la fuente de la voz.

Y Pandæmonium también se encontraba allí.

Ahora eran dos.

—…… —Menou miró de un lado a otro a las dos niñas.

Lo único que las diferenciaba era… nada, en realidad. La cuestión no era distinguir a la falsa de la verdadera.

Sin duda, las dos eran reales.

Mientras Menou estaba agachada y congelada, Pandæmonium se deslizó entre sus brazos y caminó hacia sí misma.

—No puedo creer que me hayan atrapado.

Tengo un largo camino por recorrer.

—Lo lameeeento. No se puede evitar. Soy débil.

—Lo seeee. Después de todo, soy tú.

Las dos niñas idénticas presionaron sus frentes, actuando con alegría por su reencuentro. Juntaron sus manos y se abrazaron como si fueran gemelas expresando su amor de hermanas.

Sin embargo, eso fue cualquier cosa menos una escena reconfortante de afecto familiar.

Se oyó el fuerte crujido de los huesos al romperse.

Una de las Pandæmonium se había acercado a la clavícula de la otra. Apenas unos segundos después de charlar alegremente con su otro yo, le agarro la garganta con ambas manos y rompió su delgado cuello.

La Pandæmonium a la que le habían roto el cuello cayó muerta y se deshizo. La otra, después de asesinarse a sí misma, se giró hacia Menou con una sonrisa.

—Buen trabajo con el calentamiento, señora.

A Menou la volvieron a dejar sin palabras.

Pandæmonium era la progenitora de todos los monstruos y demonios.

La encarnación de la Pureza Conceptual del Mal, que había creado el Concepto del Pecado Original.

Sus pensamientos se convirtieron en demonios y originaron al Pecado Original, y de su sangre y su carne nacieron los demonios que se dispersaron por todo el mundo. El Pecado Original había provocado la destrucción de una próspera civilización hace mil años.

Y aquí estaba el artífice de esos encantamientos impíos que amenazaban con llevar a la humanidad a su destrucción, sonriendo con la gracia de un querubín.

En ese momento, cualquier sacerdotisa o caballero ordinario habría perdido toda esperanza para entregarse a la desesperación.

Pero Menou no vaciló.

No apartaría los ojos del enemigo que tenía delante. Mantuvo su tranquila determinación mientras la apuntaba con su daga.

—Fuiste tú la que tentó a Manon a cometer todas esas atrocidades, ¿no es así?

—¡Mmm! Esa es una manera mezquina de contar los hechos. ‘Tentarla’. ¡Haces que suene como si no fuera lo que ella quería hacer por su propia voluntad! No creo que sea cortes despreciar los sentimientos de alguien que se preocupó y trabajó tan duro por su lugar en la vida.

Pandæmonium no parecía sentirse culpable por la muerte de Manon. De hecho, adoptó un tono de reprimenda y movió su dedo como si estuviera advirtiendo a un niño pequeño.

—Yo la ayudé, ¿sabes? Le tendí una mano para que pudiera disfrutar una vida mejor. Desde el primer instante que me conoció, ella vivió sabiendo exactamente lo que buscaba, aun siendo consciente de lo que le aguardaría al final. Opino que fue una manera feliz de irse. —La niña sonrió. —Claro, esa mano amiga era malvada, pero que se va a hacer, si al fin y al cabo yo soy el Mal. Cuando la gente se entrega a la oscuridad, ahí es donde entro yo. Ella misma lo dijo, ¿no? Se ofreció a la oscuridad, y por eso me metí en ella. Eso es todo lo que paso.

—¿Y el hecho de tenderle una mano fue suficiente para satisfacerla? —Preguntó Menou. —Vi el Recipiente Guía utilizado para producir la monstrina. Tu sangre debió ser la que se usó para crear esas píldoras rojas. Al hacer que consumieran una parte de ti, pudiste introducirte en otras personas y erosionarlas desde el interior, utilizando a los que tomaban la droga como sacrificios para tu resurrección. Todo el asunto con la monstrina no fue más que una treta tuya para conseguir sacrificios.

—Tienes la mitad de la razón. No es que quisiera ser resucitada–solamente pretendía hacer una película.

—¿Hacer una película…?

—Ajá.

Menou no pudo ocultar su confusión. Las palabras de la niña eran tan inusuales que fue difícil evaluarlas correctamente.

—Te lo dije, ¿recuerdas? Mis aficiones son cantar, bailar y ver películas. Pero en este mundo no hay películas, ¿sabes? La iglesia se guarda todos los encantamientos para grabar imágenes y sonidos. ¡Eso significa que no hay entretenimiento! Este planeta es tan aburrido, así que he decidido hacer por mí misma la clase de película que me muero por ver.

¿Hacer una película?

Menou entendía el concepto básico del medio cinematográfico. Como Verdugo, la educaron a fondo sobre todo lo que se sabía del país llamado Japón, que no existía en este mundo.

Pero las películas eran para verlas. No entendía cómo se podía hacer una película.

—¿Qué quieres decir?

—¡Es sencillo! Básicamente, quería hacer que ocurriera un desastre monstruoso en esta ciudad portuaria, como de una película. Esperaba propagar la monstrina y causar una especie de epidemia… pero ustedes estropearon toda mi visión. Así que, en lugar de eso, te colocare como la heroína de una película de monstruos. Sólo tienes que huir desesperadamente de mí, el gran monstruo que da miedo. —Dijo la niña con la absoluta seguridad de que ella era la depredadora aquí.

Menou arrugó la frente. El deseo de Manon de convertirse en tabú ya era bastante extraño, pero las motivaciones de Pandæmonium eran todavía más incomprensibles.

—No lo entiendo. Convertir a las personas de esta ciudad en monstruos, provocar el caos, intentar cazarme… ¿Si no fue para resucitar, entonces en qué te beneficia todo esto?

—¿Beneficiarme? —Pandæmonium parpadeó con sus grandes y redondos ojos. Su expresión fue la de una niña pequeña a la que un adulto le hacia una pregunta complicada. —No me beneficia de ninguna forma, en realidad. Al fin y al cabo, no me importa lo que hagas. Tanto si vives como si mueres, el destino de un mísero humano no podría importarme menos. ¿Cómo me beneficiaría?

El Error Humano que antes había sumido al mundo en el terror miró a Menou como si no le importara. Luego continuó con una expresión de autocomplacencia.

—Seré franca, señora… no creerá usted que es una persona súper importante sin la que el mundo no podría continuar girando, ¿o sí? Ah, ¿o piensa que toda vida humana es única y preciosa? Porque lo segundo seria todavía peor.

Habló como si estuviera regañando a un niño que ha crecido demasiado para sus pantalones.

—Escucha–lo divertido es ver a los humanos luchar desesperadamente. Así que no importa si la persona vive o muere. ¿Lo entiendes? Lo importante es el proceso. ¡Es ver a la gente poner su vida en juego!

¡¡VERLOS LUCHAR POR SUS VIDAS ES SÚPER DIVERTIDO!! —La niña extendió ambas manos, con sus ojos brillando.

No parecía sentir ni una pizca de compasión por los humanos. Era como si observara el mundo desde el otro lado de una pantalla. La forma en que hablaba desde la posición de un cuerpo celestial fue realmente aterradora.

—No hay ningún beneficio. Sólo estoy hambrienta de entretenimiento. Quiero ver una película sin director, en la que todo el reparto improvise, y con la que pueda reírme a carcajadas. Es sólo un juego para mí. Pero ustedes, los humanos, están poniendo sus vidas en juego, ¡así que es muy divertido verlo! Esa chica, um… he olvidado su nombre, pero ella también. La forma en que arriesgó su vida hizo que valiera la pena verla morir, ¿sabes?

¿Exactamente que piensa esta cosa que somos los humanos?

Pandæmonium fue quien tentó a Manon y le prestó su poder y, a pesar de eso, ni siquiera recordaba su nombre, riéndose de que su vida no fuera más que una fuente de diversión.

—Mmm, no te lo tomes a mal, ¿okay? Así son las películas de SERIE B.

Mientras Menou murmuraba en silencio, Pandæmonium todavía se expresaba libre de remordimientos.

—Verás, tiene que ocurrir una catástrofe repentina en la que mueran toneladas de personas y, de vez en cuando, todos los protagonistas mueren también, la humanidad queda destruida y termina con la victoria de unos monstruos grotescos. Ya sabes, el tipo de final insatisfactorio en el que te preguntas cuál era el objetivo de la película. Aquí no hay catarsis ni cierre, sólo autosatisfacción para quien hizo la película. Ese tipo de película es una verdadera joya que desafía el significado del entretenimiento, forzando la injusticia de la realidad sobre la audiencia.

La actitud de la niña no cambió a pesar de la evidente rabia de Menou. Se llevó las manos a la espalda y continuó explicando su teoría favorita.

—Pero creo que eso es parte de lo que hace a una verdadera película de monstruos. Monstruos grandes y gigantescos que aparecen en grandes cantidades sin previo aviso y que son demasiado fuertes para que los humanos puedan vencerlos. Se supone que los monstruos son injustos. ¡Esa es la realidad! Por eso la gente adora a los monstruos lo suficientemente grandes como para destruir la realidad.

Pandæmonium se montó encima de un monstruo, levantó las manos y sonrió:

—Porque a la realidad, al igual que al monstruo, no le importa lo que pienses. ¿Ahora estas feliz con mi respuesta?

Fuerza Guía: Sacrificio—Colusión Caótica, Pureza Conceptual [Mal]—Convocar [♪♪ ¡Los fantasmas también existen, boo~! ♪♪]

Cuerpos espirituales se arrastraron fuera de los cadáveres de los monstruos y permanecieron en el mundo como fantasmas.

—¡Adelante! ¡Intente entretenerme, señora!

—…me gustaría que no me subestimaras.

Los monstruos fantasmas arremetieron contra Menou. Habiéndose desprendido de los yugos de sus formas físicas, ya no podían considerarse seres vivos, pero trataban de morder directamente el espíritu de Menou.

Estas formas de vida imaginarias no se veían afectadas por la mayoría de los ataques físicos, ya que sólo estaban siendo solidificadas en el mundo por la Fuerza Guía. Serían increíblemente difíciles de tratar para cualquier humano que sólo pudiera utilizar la Fuerza Guía.

Pero para Menou, no representaban un problema.

Si bien las almas sin recipientes podían ignorar las interferencias físicas, eran mucho más débiles al poder de los encantamientos.

Fuerza Guía: Conectar—Escrituras, 9:3—Conjurar [«Conoce los escondrijos de los malvados, y que la luz alumbre sobre sus almas»]

El encantamiento de las Escrituras acribilló los cuerpos de los espíritus. Los fantasmas se disiparon sin oponer resistencia.

Menou miró a la madre de todos los demonios.

Cuando se trataba de sacrificar y utilizar a un ser vivo como material, siempre había condiciones que no podían ignorarse. Ni siquiera una Errante conocedora de su Pureza Conceptual podría ofrecer a una persona como sacrificio sin pasar por algún tipo de proceso. Los encantamientos de Pandæmonium ciertamente son grotescos, pero no eran imposibles de contrarrestar.

La única cuestión era cómo destruirla.

—Pandæmonium del sur. Si te detengo aquí, terminara todo.

—Ya dije que eres libre de intentarlo. —Los ojos de Pandæmonium brillaron con un destello rojo.

Fuerza Guía: Sacrificio—Colusión Caótica, Pureza Conceptual [Mal]—Convocar [Las ratas marchan al unísono]

Los montones de cadáveres de monstruos se fundieron en el suelo.

Un instante después, hubo un temblor. Algo retumbó bajo la tierra.

Sintiendo que el suelo bajo ella temblaba, Menou utilizo un Incremento Guía y saltó hacia arriba. En el momento en que saltó, se formaron enormes grietas en el suelo del salón de baile.

—Yo engendre a los monstruos que durante siglos han atormentado tu miserable mundo. No soy nadie más que la dama de las tinieblas y gobierno por encima de todos los demonios que acechan en la oscuridad.

Un enjambre de monstruos con forma de rata emergió desde el suelo.

Los cadáveres de monstruos que habían sido ofrecidos como sacrificios entraron en contacto con la vena terrenal del subsuelo, absorbieron su poder y renacieron con una especie de pseudo-alma y espíritu.

Llegaron como un géiser. Los monstruos royeron el suelo, agrietaron la tierra y cargaron contra Menou como una avalancha.

—Si realmente piensas que puedes detener a una bestia así, quiero ver lo que haces.

Fuerza Guía: Conectar—Escrituras, 2:5—Conjurar [«Regocíjate, porque el muro que rodea a un piadoso rebaño de ovejas nunca se derrumbará»]

Cuando las ratas gigantes mostraron sus dientes y se lanzaron hacia adelante, fueron repelidas por la barrera que Menou conjuró.

—¡Mmm, una pseudo-iglesia! ¡Qué molesto!

Fuerza Guía: Conectar—Colusión Caótica, Pureza Conceptual [Mal]—Conjurar [Como capturar a un monstruo utilizando un dedo del pie]

Los ojos de Pandæmonium volvieron a brillar en rojo. A juzgar por la construcción, todo lo que Menou podía decir era que esta vez no iba a ser una conjuración de sacrificio. El cuerpo de la niña estaba bañado en Luz Guía. Sin embargo, estaba compuesto por el poder del Pecado Original, lo que creaba un efecto diferente al de la Incremento Guía.

Mientras Menou se preguntaba cautelosamente cuál sería su próxima jugada, Pandæmonium extendió su mano izquierda, que aún brillaba en rojo.

Uno de los monstruos invocados mordió el delgado brazo. Luego otro.

Los ojos de Menou se abrieron de par en par. El brazo izquierdo de Pandæmonium estaba siendo devorado mientras ella seguía con viva.

Los monstruos rata que se habían comido el brazo de la niña aumentaron de tamaño. Pandæmonium había convertido su propia carne en un agente fortalecedor y se la ofreció a los monstruos.

Con sus músculos hinchados hasta el punto de que su piel sobresalía, las ratas comenzaron a atacar de nuevo, pero seguían siendo repelidas por la barrera.

—Vaya, ¿un brazo no fue suficiente? Entonces tomen otro bocadillo.

Sin dudarlo, ofreció su pierna derecha con una sonrisa.

En un instante, la delgada pierna de la niña fue devorada hasta quedar reducida a la nada, y los monstruos crecieron aún más. El repentino crecimiento casi les abrió la piel, y un nuevo par de piernas brotó de sus espaldas. Sin tener en cuenta la destrucción que conllevaba el incremento extremo, los monstruos rata royeron frenéticamente la barrera de Menou.

—¡……!

El proceso que utilizaba Pandæmonium para levantar sus encantamientos era tan desagradable que ninguna persona en su sano juicio sería capaz de llevarlos a cabo. ¿No experimentaba dolor, o simplemente lo apreciaba como el último sentimiento humano que le quedaba? El mero hecho de observarla auto-lacerarse resultaba lo suficientemente grotesco como para perturbar la mente de cualquiera.

Sin embargo, Menou no tenía intención de quedársele mirando.

Fuerza Guía: Conectar—Escrituras, 3:1—Conjurar [«Y el enemigo que se acercaba oyó el tañido de la campana»]

En paralelo con la barrera, conjuró un encantamiento de ataque. Una campana hecha de luz se formó directamente sobre Menou. La campana sonó en todas las direcciones, creando un amplio circulo que no permitió que ningún monstruo se escapara. Entonces, los monstruos rata se retorcieron de dolor por los desgarradores tañidos y se voltearon sobre sus espaldas, pataleando en agonía.

El sonido no pareció llegar a Pandæmonium. Sin embargo, en un segundo vistazo, Menou confirmo que definitivamente le estaba infringiendo daños. Cada vez que la campana sonaba, la pequeña estructura de Pandæmonium empezaba a quebrarse, con la sangre brotando de diferentes zonas de su cuerpo.

A pesar de ello, esta no se mostró agobiada en los más mínimo por sus propias heridas. Sonreía con la alegría de quien encontraba resistencia en un videojuego.

Luz carmesí empezó a brotar del cuerpo de la niña. Todavía atosigada por la avalancha de sonido, Pandæmonium ofreció la última pierna que le quedaba como sacrificio.

—Aquí tienen. Número tres.

Ella empujó su pierna chorreante de sangre en la boca de uno de los monstruos que se retorcían.

Llegados a este punto, las bestias supervivientes apenas parecían ratas. Le habían crecido nuevas extremidades al azar por todo el cuerpo. Se habían desprendido de sus pieles rotas, sustituidas por una armadura de fibras musculares endurecidas, y sus dientes delanteros sobredimensionados se tornaron en afiladas cuchillas que incluso cortaban en dos sus propias mandíbulas.

Estos monstruos potenciados comenzaron a reagruparse, empujando contra los ensordecedores tañidos de la campana. Sus cuerpos, originalmente del tamaño de un puño, se habían hinchado hasta el tamaño de un enorme sabueso. Sus innumerables miembros se retorcían y se aferraban a la pared exterior de la pseudo-iglesia, y golpeaban contra ella intentando afincar sus largos y afilados dientes delanteros.

A estas alturas, ya habían superado el punto de la excitación para convertirse en una turba desquiciada. Se estrellaban contra la pared salvajemente, uno tras otro, con los monstruos de la fila de enfrente siendo aplastados por la nueva ola.

Al final, su insano asalto empezó a crear grietas en la barrera.

Pero aun con esas, Menou no cedería a su perdición.

Fuerza Guía: Conectar—Escrituras, 8:12—Conjurar [«Arrodíllate ante la puerta, pues es el camino hacia el Señor»]

Siguiendo al muro exterior de la iglesia y el campanario, se formó un nuevo muro con una puerta principal. A su vez, las monstruosas ratas ya empezaban a filtrarse por las débiles grietas e intentaban ampliar el agujero con sus dientes delanteros. La sangre y los tendones de los monstruos emanaban del muro luz como una sustancia viscosa.

Pero justo antes de que pudieran romper el muro, la puerta de luz se abrió.

El enjambre de monstruos soltó un chillido.

La puerta recién abierta produjo un poderoso tirón. Los monstruos que habían puesto un pie dentro de la muralla fueron succionados hacia el interior.

Este encantamiento de varios pasos había creado la forma completa de una iglesia. Mientras Menou construía y sostenía todo esto con una mueca, la niña a la que sólo le quedaba un brazo miraba con una sonrisa satisfecha.

—Una triple conjuración de encantamientos. Eso es muy impresionante… pero no cuentas con demasiada Fuerza Guía, ¿cierto?

Había visto a través de Menou.

Menou ya había conjurado demasiados encantamientos, sin mencionar que ni siquiera se le dio un descanso luego del combate contra Manon.

Dejando a un lado su carne y su espíritu, el alma de Menou estaba llegando al límite de su poder. Sus reservas de Fuerza Guía se encontraban en su pique.

Fuerza Guía: Sacrificio—Colusión Caótica, Pureza Conceptual [Mal]—Convocar [El alto y enorme gigante extiende su brazo]

El brazo derecho de Pandæmonium se hinchó.

Reescribiendo la estructura del cuerpo humano, el brazo se estiró como la goma y salió disparado. Con un poderoso golpe, el enorme brazo atravesó el muro de luz agrietado y se dirigió a Menou.

Ella estaba tan concentrada en mantener su encantamiento que no pudo esquivarlo.

—¡Ngh!

El cuerpo de Menou se dobló y salió despedido hacia arriba. Con su concentración completamente arruinada, la campana y la puerta se desvanecieron en el aire. Los monstruos que habían sido atrapados por la estructura se soltaron.

¡Esto es malo! Una alerta se disparó en la mente de Menou. El brazo de Pandæmonium y los monstruos rata—tenía que ocuparse de ambos o moriría.

Un monstruo saltó hacia ella, con la boca abierta. A su vez, en un balanceo caricaturesco, el brazo de Pandæmonium cargo en su dirección desde arriba con la intención de aplastar el cráneo de Menou… hasta que el brazo fue arrancado por completo.

—¡Mmm! —Los ojos redondos de Pandæmonium se abrieron por la sorpresa.

Como un trueno, una espada que fue arrojada había atravesado el brazo de Pandæmonium y aterrizo clavándose en el suelo.

Era una magnífica espada con una elaborada cresta grabada en la empuñadura. Momentos después, la persona que la había lanzado se mostró. Agarró la empuñadura y la blandió para frenar las filosas fauces de los monstruos rata.

La cresta de la empuñadura brillo intensamente.

Fuerza Guía: Conectar—Espada Real, Cresta— Conjurar [Explosión Flameante]

El fuego estalló en las bocas abiertas de los monstruos rata.

—Cuando vi a esos prisioneros de La Cuarta derretirse, vine aquí esperando toparme con algo extraño, pero esto es sorprendente.

Mientras los monstruos se dispersaban, la intrusa habló con una voz tan segura de sí misma que rozaba la arrogancia.

Su cabello dorado teñido de rojo ondeaba con el viento, y su espada desenvainada se veía tan galante como esplendida.

—Tú…

—Encantada de conocerla, sacerdotisa… por lo menos, digamos que es la primera vez que nos encontramos, ¿de acuerdo?

La mujer que había rescatado a Menou del peligro alzo su espada y sonrió.

—Ashuna Grisarika. De nuevo, encantada.

La indomable tomboy del Reino Grisarika—la Princesa Caballero—entro en escena.