Seiken Gakuin No Maken Tsukai (NL)
Volumen 1
Capitulo 5: La Prueba De La Espada Sagrada.
Fue así que Leonis hizo a Lyseria su sirviente…
Antes de ir a la Oficina Administrativa para lo que se denominaba: [Prueba de la Espada Sagrada], ambos se detuvieron para una comida ligera. En cualquier caso, Leonis ya no era un no-muerto. Necesitaría sustento, o no sería capaz de usar su hechicería apropiadamente.
“¿Qué harías si expusiera tu identidad a la Oficina?” “… No me preocupa eso”.
Si Lyseria lo expusiera, también se sabría que ella era un vampiro. Esa no era una opción para alguien que aspiraba a ser un Espadachín Sagrado.
“… L-Lo sé”. Murmuró Lyseria con malhumor.
“De todas formas, un sirviente no puede traicionar a su maestro”. Un sello apareció en la mano de Leonis, y se lo mostró a la joven.
“¿Qué es eso?”
“Un sello de dominio y subordinación. Puede ser utilizado para obligar a un sirviente a obedecer…”
“¡N-No…! ¿Te refieres también a cosas pervertidas?” Las lágrimas se acumularon en los ojos de Lyseria.
“… Bueno, es posible. Aunque no haré nada de eso”.
“… ¿E-En serio?”
“En serio”. Respondió Leonis, un poco exasperado.
… Algunos Reyes Demonio… eran conocidos por utilizar a sus sirvientes para tales propósitos inapropiados. Como el Rey No Muerto, Leonis nunca había sometido a sus sirvientes a tal tratamiento.
“… Muy bien. Te creo, Leo-kun”. Lyseria asintió. “Fuiste un caballero cuando estuvimos juntos en el baño. Pero, ¿qué se supone que hace un sirviente?”
“El propósito de un sirviente es defender a su maestro, ya que este cuerpo es débil…”
Lyseria se rió con sus palabras.
“No te preocupes, tu Onee-san te mantendrá a salvo”. La chica le dio unas palmaditas en la cabeza con cierta alegría.
Ambos entraron entonces a uno de los restaurantes de la academia y tomaron una mesa.
(… Un cuerpo humano realmente es problemático).
Los sentimientos de Leonis habían cambiado completamente desde su estadía en el baño. La nueva no-muerta Lyseria, por otro lado, parecía un poco ansiosa.
“Hey, realmente no estoy tan hambrienta, pero todavía puedo comer con normalidad, ¿verdad?”
“Los Vampiros de alto rango pueden comer comida normal. Sin embargo, les lleva tiempo convertir los nutrientes en mana, por lo que es poco eficiente”. Leonis habló en un susurro. “Además, a diferencia de la mayoría de los vampiros, puedes caminar durante el día”.
Una Reina Vampiro estaba entre las criaturas no muertas de más alto rango, rivalizando incluso con los Liches Ancianos11 y los Dark Knights12. Era un Caminante Diurno de alto nivel, diferente al Caminante Nocturno de los muertos vivientes.
“… Oh, gracias a Dios”. Lyseria suspiró aliviada.
Un vampiro que comía alimentos normales también resultaba útil en términos de camuflaje.
“Erm, si alguna vez sientes la necesidad de beber sangre, siéntete libre de tomarla de mí”.
Puede que lo haya hecho para salvar su vida, pero aun así había convertido a esta chica que aspiraba a ser un Espadachín Sagrado en un Vampiro. Lo menos que podía hacer era compartir su sangre siempre que lo necesitara.
Pero cuando lo dijo, Lyseria emitió un pequeño y apenas audible sonido como si tragara.
“…”
Sus ojos azules como el hielo se fijaron intensamente en el cuello de Leonis.
“… Um. Aunque sólo un poco, ¿de acuerdo?”
“¡N-No, eso no es lo que yo…!” La chica se apartó, con su rostro enrojecido como un tomate.
“No voy a beber sangre, y no quiero olvidar mi humanidad”.
“… Ah, ¡baja la voz…!” Leonis miró a su alrededor a las mesas cercanas, nervioso.
Afortunadamente, habían llegado a eso de las tres de la tarde, por lo que no había demasiados estudiantes. Los pocos que había miraban su mesa y parecían susurrar entre ellos.
(… ¿Habrán escuchado lo que acabamos de decir?)
Utilizó un hechizo de expansión sensorial para escuchar sus conversaciones.
“¡Míralo! ¿No es ese chico, súper lindo?”
“Uhhh. Todavía es pequeño. ¿Estás metida en eso o algo así?”
“¡Sí! Hay que elegirlos cuando son jóvenes y frescos”.
“Uwah, tienes una seria vibra criminal. Cuando los niños así de guapos crecen, se convierten en Reyes Demonio de la habitación, ¿sabes a lo que me refiero?”
“Detente, eso suena terrible… Ah, miró hacia aquí♪”
Una de las chicas esbozó una sonrisa maliciosa y le hizo un gesto con la mano… el cual Leonis ignoró de inmediato. Sin embargo, escuchar la palabra Rey Demonio hizo que su corazón palpitara con fuerza.
“Ten cuidado con lo que dices…” Le advirtió a Lyseria.
La chica de cabello plateado escondió su rostro torpemente detrás del menú.
“¿Has decidido lo que vas a ordenar?” Preguntó.
“… Bastará con pan”.
“¿Pan…? ¿Te refieres a este pan recién horneado?”
“Sí, ese”.
“Hay muchas otras cosas que podrías probar. La comida de esta cafetería es realmente buena”. Dijo, señalando algunos platillos del menú.
“El pan estará bien. No sé realmente qué son todas estas otras cosas…” Dijo Leonis, ladeando su cabeza con duda.
(¿Qué es todo esto? ¿Gratinado… lasagna, pasta…?)
Todos eran platillos de los que Leonis nunca había oído hablar. Probablemente no existían hace mil años. O quizás sí, pero sólo adornando las mesas de la realeza y la nobleza. Fuera lo que fueran, ciertamente no habían sido parte del mundo de Leonis.
De repente, Lyseria pinchó la frente de Leonis con su dedo índice.
“Solo pan no es suficiente. Necesitas una nutrición equilibrada”.
“No me interesa que un no-muerto me sermoné sobre nutri… Ah”.
Para cuando se detuvo, ya era demasiado tarde.
“… ¡Nnnnn…!”
Lágrimas comenzaron a surgir en los ojos de Lyseria.
“Lo… Lo entiendo, ¿de acuerdo? Lo siento”.
Leonis ofreció una disculpa apresurada. Un Rey Demonio pidiendo perdón a su sirviente era una visión extraña, sin duda, pero no era como si ella hubiera estado dispuesta a convertirse en un no-muerto.
“… Malo”. Susurró Lyseria hurañamente.
“… Lo siento”. Leonis se disculpó una vez más, a lo cual ella respondió con un pequeño resoplido.
“En ese caso, prueba esta pasta aderezada con verduras de temporada. ¿De acuerdo?”
“Bien, tomaré eso”. Leonis asintió.
Lyseria ordenó la pasta y una ensalada.
“Tu Onee-san pagará por hoy. Una vez que emitan tu tarjeta de identificación permanente, usa tus propios créditos, ¿de acuerdo?”
“¿Créditos?”
“Es la moneda que usamos en los Assault Gardens. Completar tareas para la academia te otorga recompensas”.
“Oh, dinero. Ya veo…”
Leonis sonrió con fanfarronería y extrajo una moneda de oro de su sombra. Era una moneda de oro de Reidoa, emitida por el Imperio de Schkarest. Un plebeyo podía vivir el resto de su vida con una de estas monedas, y Leonis tenía más de veinte mil escondidas en el Reino de las Sombras. Las había tomado como fondos militares de las bóvedas de Necrozoa, planeando utilizarlas para el futuro resurgimiento de los Ejércitos de los Reyes Demonio.
Sin embargo…
“… ¿Qué? ¿Qué es esto?”
La reacción de Lyseria al ver la moneda fue floja, por no decir otra cosa.
“¿Huh…? Es una moneda de Reidoa. Una de estas vale lo suficiente como para comprar todo este restaurante”.
“Bueno, erm… No creo que acepten ese tipo de dinero aquí…” Dijo Lyseria con una expresión confusa. “El Séptimo Assault Garden sólo acepta créditos”.
“¿Q-Qué…?” Leonis quedó atónito. “P-Pero incluso si no puedo utilizarla como moneda, ¿no es el oro puro raro y valioso…?”
“Oh, es oro puro. Pero el oro no es un metal tan raro”. Lyseria le sonrió alegremente.
“¿Huh…?”
“Es utilizado en la decoración, pero… en realidad, el oro que refinamos es probablemente aún más puro que éste”.
“…”
En un instante, las vastas riquezas amasadas en el Tesoro de las Sombras se volvieron inservibles.
Leonis sólo pudo lamentarse con desesperación.
Pero mientras lo hacía…
“Oh, ¿no es esa una moneda antigua? Vaya cosa más elegante tienes ahí”.
Una voz fresca como el viento, llegó a los oídos de Leonis. Al darse la vuelta, se encontró con una chica que miraba con curiosidad la moneda en su mano. Su cabello era de un tono azulado que recordaba al cielo.
Llevaba el cabello corto. A primera vista, uno podría confundirla con un apuesto joven. Sin embargo, sus regordetes pechos dejaban ver con claridad el contorno de su traje blanco. Era bajita, apenas un poco más alta en comparación con el cuerpo de diez años de Leonis. Su traje era diferente al de Lyseria. La parte superior de su uniforme estaba cubierta por una especie de atuendo excéntrico. Sus ojos mostraban la compostura serena de una mujer joven y hermosa.
“Ah, Sakuya…” Lyseria levantó la mirada para encontrarse con la de Sakuya y le saludó.
(… Se conocen, según parece).
“¿No hay hoy un ejercicio táctico?”
“Sí, pero era terriblemente aburrido. Me escapé”. Dijo la belleza de cabello corto y luego dirigió su mirada a Leonis. “¿Eres el chico que es capaz de usar una Espada Sagrada…?”
“¿Has escuchado de Leo-kun?”
“Sí, Elfine-senpai me habló sobre él. Te encontraron en una ruina, ¿verdad?»
“Sí, fui secuestrado por los Void hasta que Seria-san me salvó…”
“Hmm. Bueno, independientemente de lo que haya pasado, es bueno que estés a salvo”. La chica de cabello corto extendió silenciosamente su mano derecha. “Soy Sakuya Sieglinde. Encantada de conocerte”.
“Leonis Magnus”. Leonis respondió al apretón de manos.
Su mano era pequeña y ligeramente fría. Inconfundiblemente la mano de una chica. Pero en el momento en que la cogió, Leonis se dio cuenta de algo.
(… Esta es la mano de una persona que vive por la espada).
Parecía tener alrededor de catorce o quince años. ¿Cuánto entrenamiento había soportado para llegar a tal nivel a su edad…?
“Hmm, Leo. Es un buen nombre. Evoca la imagen de un león”. La chica sonrió, soltándole la mano.
“Sakuya es la atacante en la vanguardia de nuestro pelotón” Explicó Lyseria.
(… Ya veo, están en el mismo pelotón).
Leonis estaba realmente curioso por saber cómo Lyseria se las había arreglado para tentar a su lado a una espadachina como Sakuya.
“Senpai, ¿están aquí para almorzar?”
“Sí. Vamos a comer y luego a registrar la Espada Sagrada de Leo-kun”.
“Hmm. Perdón si estoy interrumpiendo entonces”.
“No estás interrumpiendo nada, Sakuya. ¿Has almorzado ya?”
“Mmm, bueno…” Sakuya desvió la mirada y se quedó en silencio por un momento. “En realidad, hoy no tengo ningún crédito disponible”.
“¿Qué? ¿En qué has gastado todos tus créditos?” Lyseria levantó la voz sorprendida.
“Apostando”.
“… Así que fue tu culpa”.
“Así es”.
Lyseria llegó a una fría conclusión, a la que Leonis asintió y estuvo de acuerdo.
“… ¡Q-Quiero decir…!” Sakuya sacudió su cabeza a la defensiva. “Es solo que, bueno, me encendí un poco, y…”
“…” El escrutinio de Lyseria se hizo más agudo.
… Contrariamente a lo fría y serena que se mostraba Sakuya, era una chica sin esperanzas.
“Me quedé sin créditos, así que la otra parte accedió a dejarme ir si les mostraba mis pechos. Estaba a punto de quitarme la camisa cuando entró un profesor que estaba de guardia…”
“¡S-Sakuya! N-No puedes hacer eso… ¡eres una chica!” Lyseria agarró a Sakuya por los hombros y empezó a sacudirla.
“No te preocupes. La otra persona también era una chica”.
“… Yo, uh, ¿eso lo hace mejor?” Se preguntó Lyseria con expresión perpleja.
Sakuya tenía una apariencia que parecía que podría ser popular entre las
chicas, pero…
“De todos modos, una cosa llevó a la otra, y estoy en quiebra”. Las palabras casi sonaban presuntuosas viniendo de Sakuya.
Lyseria emitió un pequeño suspiro.
“¿Qué voy a hacer contigo? Bien, te invitaré a almorzar”.
“No, Lyseria-senpai, no podría…”
“Está bien. Tengo algunos créditos de la investigación de las ruinas”. La chica de cabello plateado le mostró su tarjeta.
“Entonces te debo una. Sinceramente, mi estómago ha estado gruñendo bastante desde hace tiempo”. Sakuya inclinó profundamente su cabeza y tomó asiento cortésmente en la mesa.
“¿Qué has ordenado, chico?”
“Alguna comida de la que nunca he oído hablar”.
“¿Eres un temerario? Creo que pediré algunos panqueques”.
“Sakuya, no puedes vivir sólo de dulces”. Lyseria replicó.
“No tienes que preocuparte en absoluto. No voy a ganar peso”.
“Eso no es lo que yo…” Lyseria dijo, agarrándose las sienes en un gesto de cansancio.
Mientras esperaban a que vinieran a tomar sus órdenes, Leonis planteó una cuestión que le molestaba.
“Erm… Sakuya-san, ¿qué es ese traje que llevas puesto?”
“Oh, ¿esto? Es de mi tierra natal… el traje tradicional de la Orquídea Sakura”.
Sakuya asintió. “… Es un recuerdo de mi hermana mayor”.
La expresión de Sakuya se volvió seria al instante. Leonis juró que podía ver una llama negra ardiendo en sus ojos.
“El clan de mi pueblo fue asesinado por los Void”. Dijo con una voz escalofriantemente fría. “Matar a esas cosas es mi vocación”.
Su tono estaba lleno de una determinación tan fría que hizo que los estudiantes de las mesas cercanas se voltearan para mirar. Leonis había visto antes a algunas personas con ese mismo fuego ardiendo en sus ojos.
(… Ella es alguien que busca venganza).
“Sakuya…” Dijo Lyseria con voz solemne.
Y…
“Lo siento, esta no es una historia que deba contar a alguien que acabo de conocer”. Sakuya se encogió de hombros, como si quisiera relajarse.
“No, no debería haberme entrometido”.
“Mi aspecto viola el reglamento de la escuela, pero no hay forma de que no lleve este tributo a mi hermana. Tengo un permiso especial”.
“Sakuya tiene unos registros muy altos en cuanto a eliminación de Void en misiones en solitario. Es una de las pocas estudiantes que lo ha conseguido durante sus primeros años en la academia”.
“No son tan buenos… Oh, aquí vienen”.
Un camarero acudió a tomar sus órdenes, y Leonis pidió la pasta aderezada con verduras de la temporada.
La pasta terminó siendo muy del gusto de Leonis. La gastronomía de la humanidad parecía haber evolucionado en gran medida en los últimos mil años.
Ahora disponían de una variedad mucho mayor de condimentos. Sakuya Sieglinde volvió a su dormitorio, diciendo que necesitaba empeñar algunas de sus cosas.
… Leonis no pudo evitar preguntarse si una apostadora de su edad estaría realmente bien.
Al salir del restaurante, Leonis fue guiado a los terrenos de entrenamiento de la academia. El lugar era un laberinto de instalaciones de entrenamiento utilizadas para una variedad de propósitos diferentes.
El complejo era lo suficientemente grande como para que cupieran dos o quizás tres castillos de la época de Leonis.
(Sólo estos terrenos son lo suficientemente vastos como para albergar un ejército de diez mil guerreros esqueléticos…)
Esperando por ellos había una mujer con uniforme militar, con las manos en sus caderas.
“Justo a tiempo. Bien. Soy Diglasse Alto, la instructora a cargo de tu prueba”.
“Soy Leonis Magnus”.
“… El chico rescatado de las ruinas, ¿verdad?” La mujer le miró de arriba abajo, aparentemente evaluándolo. “No tienes que estar tan tenso. La prueba sólo pretende confirmar qué tipo de Espada Sagrada tienes”.
“¿Tipo?”
“Registran la habilidad de tu Espada Sagrada para que puedan ajustar tu programa de entrenamiento a ella”. Explicó Lyseria.
Dado que las Espadas Sagradas tenían habilidades variadas, un programa de estudios único sería ineficiente para desarrollarlas. Por lo tanto, los Oficiales de las Espadas Sagradas tenían que examinar cada espada con sus propios ojos y tomar decisiones sobre qué tipo de entrenamiento sería el mejor.
“Sí, así es como funciona. Ahora, ¿podrías mostrarme tu Espada Sagrada?” “Entendido. Aparece, Báculo de los Pecados Sellados”. Gritó Leonis. Su Báculo apareció desde su sombra y se instaló en su mano.
“Así que tu Espada Sagrada toma la forma de un Báculo. ¿Qué tipo de habilidades tiene?”
“Hmm… Es de tipo apoyo, supongo. Exhibe diferentes poderes dependiendo de la situación”. Leonis dio una vaga respuesta para describir todo lo que su magia podía hacer.
“Ya veo. Un tipo de apoyo polivalente…” Dijo Diglasse, introduciendo algo en el dispositivo en forma de tableta que tenía en sus manos. “Muy bien. ¿Podrías mostrarme tu poder?”
Manipuló la tableta y una masa metálica situada en el borde del campo de entrenamiento se activó. Tenía ocho extremidades y una forma parecida a una araña. En las articulaciones donde las patas se unían al cuerpo del autómata había cristales de mana rojos y brillantes, cada uno del tamaño de un puño.
“¿Qué es eso?”
“Un simulador del vacío desarrollado para fines de entrenamiento por el Departamento de Magia y Tecnología”. Dijo Lyseria. “Está programado para luchar como lo haría un Void”.
“Hemos configurado su rendimiento a un nivel bajo para la prueba. Intenta luchar con él”.
“… Entendido”.
(… ¿Qué es este juguete?)
Leonis levantó su Báculo con una pizca de disgusto.
(Solo lanzaré Tiro gravitatorio destructivo de Segundo-Orden y terminaré con eso).
Quería acabar con esta formalidad inútil tan pronto como fuera posible. Con un movimiento de su Báculo, el Rey No Muerto desató el hechizo de tipo gravedad.
*¡Voooooooooom!*
El Simulador del Vacío fue aplastado con un sonido ensordecedor.
“… ¡¿?!”
Diglasse y Lyseria miraron en shock.
(… Demonios, ¿me he excedido?)
“¿Aplastaste un Simulador del Vacío hecho de Metahalcum…?”
“¿N-No dijiste que tu Espada Sagrada era del tipo apoyo polivalente? ¡¿Qué fue eso de hace un momento…?!”
“Yo, erm, ¿supongo que lo golpeé en un punto débil?”
“¡Parece como si fuera mucho más que eso! Necesitaré revisar más detenidamente tu Espada Sagrada”. Diglasse miró fijamente a Leonis.
(… No es bueno. Todo lo que hice fue hacerle sospechar).
“Ahora, ¿qué debería usar para la próxima prueba…?”
Tan pronto como las palabras salieron de los labios de la mujer, entonces…
“Espere un momento”. Una voz familiar intervino.
Un joven rubio y delgado, rodeado de un grupo de chicas, se acercó a ellos.
Muselle Rhodes.
“¿Qué sucede, Vizconde Muselle? Estamos en medio de una prueba”. La instructora Diglasse entrecerró sus ojos hacia él, claramente disgustada por su interrupción.
Muselle simplemente sonrió en respuesta, acercándose a Leonis.
“Instructora, ¿le importaría que yo me encargue de su prueba?”
“¿Qué?” Diglasse frunció el ceño. “Vizconde, ¿necesito recordarle que los duelos no oficiales están prohibidos en la academia?”
“No estoy proponiendo un duelo, sino una prueba. Con su aprobación, no debería haber problema. Siendo un Espadachín Sagrado de alto rango, estoy más que calificado”.
Había una sonrisa sádica en los labios de Muselle. Estaba claro que buscaba venganza.
“… Chico, ¿le hiciste algo?” Preguntó Diglasse en un susurro, mirando a Leonis.
“… Nooo”. Respondió el chico.
Diglasse se encogió de hombros ante su ignorancia fingida.
“Hmm”.
La mujer miró el Simulador del Vacío en ruinas. Claramente comprendiendo algo, sus labios se curvaron en una sonrisa de complicidad.
“Bueno, supongo que no hay inconveniente, dado que el simulador está estropeado por completo”.
(… Esta mujer está usando esto para medir mi poder).
Involuntariamente había captado su interés con lo que había hecho antes.
(Bien, que así sea…) Pensó Leonis con una especie de cansada resignación.
“No me importa. Asumiendo que Muselle-sama aquí presente pueda sustituir a esa chatarra arruinada”.
“… ¡¿Qué acabas de decir, mocoso?!” La expresión complaciente del joven rubio fácilmente dio paso a la ira.
Tenía que ser un hombre realmente débil para caer en tan evidente provocación.
(Tener a este tipo buscando peleas una y otra vez podría llegar a ser agotador…)
Leonis pensó que esta podría ser una oportunidad para aplastarlo públicamente.
“Leo-kun, ¿qué estás haciendo?” Lyseria levantó la voz sorprendida, pero…
“¡Te haré comer esas palabras…! ¡Hey!” A la señal de Muselle, las cuatro chicas con las que había llegado sacaron sus armas.
Dos de ellas sostenían espadas, otra una maza y la última llevaba una lanza. Probablemente todas eran Espadas Sagradas. Se movían de forma desprovista de voluntad, como marionetas con cuerdas.
“¡Son cuatro contra uno! ¡No es justo!” Lyseria protestó.
“Este es el poder de mi Espada Sagrada… Dominion, el Bastón de la Obediencia Absoluta. Estas cuatro son una extensión de mi arma”.
Muselle materializó un Bastón corto con forma de batuta de director de orquesta.
(Así que esa es su Espada Sagrada…)
“¡Eso todavía no es…!” Lyseria miró a Diglasse.
La instructora simplemente se encogió de hombros de nuevo y negó con la cabeza.
… Era obvio que lo encontraba interesante en algún nivel.
“Supongo que puedo entender eso…” Dijo Leonis en respuesta a su oponente.
Su ejército de no-muertos era una extensión de su propio poder. Resultaba lógico que cualquiera bajo el dominio de la Espada Sagrada de este joven, fuera considerado parte de su poder del mismo modo.
“Leo-kun…”
“Sólo necesito derrotarlo a él y a esas cuatro chicas, ¿verdad?” Preguntó el Rey No Muerto.
“Así es”. Respondió Diglasse con un asentimiento.
“Espere, si ese es el caso, lucharé junto a él”. Intervino Lyseria. “Soy sirviente de Leo-kun… su protectora”.
“Seria-san…”
“Pfft… ¡Ah, ha, ha, ha! Por mí está bien”. El rostro de Muselle se contorsionó con diversión.
A juzgar por su expresión, parecía que esperaba que Lyseria se entrometiera.
“Pero tengo una condición”. Añadió.
“¿Qué?”
“Si pierdes, tienes que unirte a mi Pelotón”.
“… ¡¿Qué?!”
“Estoy de acuerdo en tomar un handicap13 aquí, así que se me debería permitir establecer eso como una condición”.
“… ¡!” Lyseria apretó sus dientes con frustración.
Unirse a su Pelotón significaba convertirse en una de las chicas que le seguían, y Lyseria era muy consciente de la retorcida lujuria que Muselle albergaba por ella… El destino que le esperaba era obvio. Era natural que dudara en este punto…
“Bien”. Leonis fue quien respondió.
“… ¿Huh?”
“Pero si pierdes, Muselle-sama…” Leonis apuntó con un dedo en dirección a Muselle. “… tienes que dejar de meterte con Seria”.
Intencionadamente la llamó Seria y no Seria-san para provocar a su oponente.
“… Ugh. Bien. Lo juró por mi Espada Sagrada”.
“Leo-kun…” Lyseria susurró, un poco nerviosa.
“No tengo intención de dejar que le ponga una mano encima a mi sirviente”.
Leo susurró en respuesta.
La joven de cabello plateado asintió, pareciendo haberse decidido también.
Había sido una interrupción inesperada, pero sería una buena oportunidad para evaluar el poder de Lyseria como su nuevo sirviente no muerto.
(Y mientras tanto, haré el papel de apoyo para eliminar las sospechas de la instructora).
“Instructora, ¿podría prestarme una espada de entrenamiento?”
“Claro, siéntete libre de usarla”. Diglasse lanzó un arma parecida a un estoque en dirección a Lyseria.
Cuando Lyseria la atrapó, la hoja se iluminó.
“¿Qué es eso?”
“Una Artificial Relic14, una réplica de una Espada Sagrada, hecha con fines de entrenamiento. No es eficaz contra los Void, pero…”
Leonis lo entendió. Era un arma que utilizaba mana.
“¿Tienes experiencia en esgrima?”
Ella había utilizado un arma de fuego en las ruinas, por lo que Leonis estaba un poco sorprendido por su elección aquí.
“… He mantenido mis habilidades afinadas para cuando mi Espada Sagrada finalmente se manifieste”. Exhibió unos cuantos ataques de práctica.
Su forma era en efecto bien pulida.
“Una Espada Sagrada toma la forma de tu alma. Pensé que, si la mía se manifestaba, debería tener la forma de una espada”.
Lyseria dio un paso al frente, empuñando el arma de entrenamiento con ambas manos.
“Actuaré como vanguardia, y tú serás el apoyo. ¿De acuerdo, Leo-kun?” El chico asintió en respuesta.
Mirando a su alrededor, vio que una pequeña multitud de espectadores se había reunido en algún momento. Aparentemente, un duelo entre Espadachines Sagrados durante una prueba era todo un espectáculo.
“Las reglas son las mismas que en los combates de entrenamiento habituales. Si alguien pierde el conocimiento o se rinde, es declarado perdedor. Si considero que hay riesgo para la vida de alguien, estoy capacitada para terminar el encuentro en ese momento”.
“Así que sólo tienen que decir que se rinden, ¿verdad?” Una sonrisa maliciosa se dibujó en el rostro de Muselle.
“¡Entonces que comience el duelo de Espadas Sagradas!” Con las palabras de Diglasse, el duelo de prueba comenzó.
En el instante en que la batalla comenzó…
“¡Haaaaaaaaah!”
Un grito de batalla resonó. Lyseria pateó contra el suelo y cargó hacia adelante. Se movió rápidamente hacia la chica que estaba más cerca de ella y pasó a la ofensiva.
(¿Oh?)
Leonis levantó una ceja con sorpresa. El convertirse en Vampiro podría haber potenciado las habilidades físicas de la chica, pero sus habilidades con la espada estaban más que entrenadas. Sus movimientos habían sido obviamente bien ensayados y estaban respaldados por un riguroso entrenamiento.
La chica que empuñaba la lanza se tambaleó, recibiendo un golpe en el torso. Lyseria dio otro paso adelante y empujó la punta de su espada de entrenamiento contra el pecho de la chica. En ese momento, el mana de Lyseria estalló, mandando a volar a la otra chica.
“¡Ooooh!” Llegó el grito de los espectadores.
“… ¡¿Qué?!” Muselle maldijo sorprendido.
Parecía que el hecho de que Lyseria no pudiera usar una Espada Sagrada le había hecho subestimar sus verdaderas habilidades.
“¡Te tengo!” Ella cargó contra Muselle.
Su Espada Sagrada tenía la habilidad de controlar a otras personas. Tenía sentido que intentara derribarlo rápidamente.
“Kuh… ¡Idiota inferior!”
Muselle bloqueó el corte aéreo que se dirigía hacia él con su Bastón corto.
(… Ya veo. Así que no era todo palabrería. Es ágil y hábil a su manera).
El ataque podría poseer algo de mana, pero todavía era sólo una espada de entrenamiento. No era rival para la fuerza de un arma que era la manifestación del alma de su portador. El chico rubio desvió fácilmente el golpe.
“¡Tu esgrima carece de elegancia!” Dijo Lyseria.
“¡Cállate!”
Lyseria blandió su espada de entrenamiento y se preparó para presionarlo de
nuevo, cuando…
“… ¡¿Qué estás haciendo?! ¡Protégeme!”
El Bastón de Muselle se iluminó, tomando el control de una de las chicas.
La marioneta que blandía una espada ancha se interpuso entre Lyseria y Muselle, con un rostro inexpresivo y sin rastro de voluntad propia.
“… ¡No escuches a ese idiota…!”
“Pierdes tu tiempo”. Dijo Muselle con una mueca de desprecio. “Todas ellas han hecho voluntariamente un pacto con mi Espada Sagrada”.
(… Así que no las está obligando por completo a obedecer).
Estas chicas eligieron convertirse en sus armas; la Academia Excalibur no lo hubiera aprobado de otra manera. Durante la batalla, Muselle actuó como director de orquesta y unificó sus voluntades. Eso también era una estrategia viable.
(… Es una relación de beneficio mutuo. O tal vez todas sienten afecto genuino por este tipo… aunque resulte difícil de creer).
Mientras Leonis analizaba tranquilamente la situación, sintió una mirada aguda en su espalda. Era la instructora Diglasse, que lo estudiaba atentamente, con su tableta firmemente sujetada.
(… Oh, casi me olvido de que esta es mi Prueba de la Espada Sagrada. Estaba demasiado preocupado evaluando el poder de mi sirviente. Ahora, ¿qué debo hacer…?)
Reducir a ese hombre a cenizas sería fácil, pero expondría la verdad sobre Leonis… Y matar a Muselle podría causarle ciertos problemas.
(… Supongo que trataré de causar una impresión moderada).
Leonis balanceó su Báculo y comenzó a recitar un hechizo. Dándose cuenta, Muselle se alejó de Lyseria y emitió una orden a sus seguidoras.
“¡Hey! ¡Eliminen al niño!”
La chica de la lanza que Lyseria había derribado antes se levantó de un salto y cargó contra el chico.
“… ¡Leo-kun!” Lyseria rompió su concentración por un momento.
“¡Estoy bien! Concéntrate en él, Seria”. Leonis retrocedió de un salto, todavía recitando su hechizo.
Actualmente, Leonis sólo tenía la capacidad atlética de un niño de diez años. Su cuerpo poseía un gran potencial, dado que pertenecía a un antiguo héroe. Sin embargo, su alma era la de un Rey Demonio, lo que parecía generar algún tipo de interferencia. Leonis no pudo moverse como quería.
Habiendo juzgado como inferiores las habilidades de su objetivo, la chica de la lanza se acercaba rápidamente.
“… Ven, Difunto del Reino de las Sombras… ¡Mano Sombra, Mesta Mord!” “¡Aaah!”
Manos de las Sombras se enroscaron alrededor de las piernas de la chica, haciéndola tropezar y caer al suelo.
Los ojos de Diglasse se abrieron de par en par con sorpresa.
En ese mismo momento, conjuró también varios hechizos de fortalecimiento, recitados al mismo tiempo, para aumentar discretamente la habilidad de Lyseria. Todos eran hechizos de Primer-Orden: Agilidad, Protección de los Espíritus y Expansión Sensorial.
(… Supongo que con esta ayuda debería ser suficiente).
Leonis hizo lo que pudo para mantener su mana al mínimo. Se preguntó si
Blackas se burlaría de él por ser demasiado protector con sus sirvientes…
Con la asistencia de la magia fortalecedora de Leonis, los movimientos de Lyseria se aceleraron. Derrotó fácilmente a la chica que empuñaba la maza y que se interponía en su camino. Su siguiente corte derribó a la chica de la espada ancha. Esprintó entre las Espadachinas Sagradas con una velocidad sobrehumana.
Todavía parecía estar ligeramente abrumada por sus propios poderes vampíricos, pero superó a sus oponentes de todos modos. Sólo quedaba la chica que blandía una espada corta para proteger a Muselle.
“¿Pretendes correr de un lado a otro usando a las chicas como tu escudo, Muselle Rhodes?” Lyseria se burló provocativamente, logrando que el público gritara con entusiasmo.
Parecía que el joven no era muy popular entre sus compañeros.
“¡Es correcto!”
“¡Deja de correr, Muselle!”
“¡Acaba con él!”
“… ¡¿Seria ojou-sama?!”
(¿Oh?)
Una voz familiar se mezcló entre los vítores.
Leonis se dio la vuelta, mirando hacia el balcón del segundo piso de la instalación. Allí vio a Regina, con sus coletas rubias ondeando en el viento.
Sin embargo, Lyseria no pareció darse cuenta de su presencia.
“¡Tch!” Muselle chasqueó la lengua y levantó su Bastón.
Al parecer su intención había sido obtener un placer sádico atormentando a Lyseria delante de Leonis por no tener una Espada Sagrada propia. Sin embargo, las cosas habían resultado bastante diferentes de lo que el joven rubio esperaba.
(… Jamás se hubiera imaginado que ella es en realidad una Reina Vampiro).
“¡No me subestimes! ¡O, el poder de mi Dominion…!” Una luz brotó del Bastón de Muselle.
(… ¿Qué?)
Lyseria se congeló de repente, apenas un paso delante de Muselle.
“… ¡!”
El Bastón de Muselle se iluminó como si de un rugido se tratara, y las Espadas Sagradas de cada una de las chicas brillaron en respuesta.
“¡Activate!” “¡Activate!” “¡Activate!” “¡Activate!” “¿Sacaste a la fuerza el poder de sus Espadas Sagradas?”
“¡Se acabó el juego!”. Gritó Muselle, con una sonrisa cruel extendiéndose por su rostro.
“¡Hyaaaah!”
Las chicas que empuñaban la espada corta, la maza y la espada ancha cargaron contra Lyseria. Pero esta vez, sin expresión alguna. Estaban en un completo frenesí.
“… ¡Rock Break!15”
La chica que se encontraba justo delante de Lyseria bajó con fuerza su brillante espada sagrada en forma de maza. La fuerza del ataque estalló hacia afuera, destrozando el suelo de piedra del campo de entrenamiento.
(… Nada mal. Eso parecía bastante poderoso). Pensó Leonis, impresionado.
Igualaba en potencia de fuego al hechizo [Ráfaga de rocas] de Segundo-Orden llamado [Blag]. En otras palabras, era lo suficientemente poderoso como para matar a una persona si le asestaba un golpe directo…
Leonis miró en dirección a Diglasse, pero la mujer no mostró ninguna reacción en particular a lo que había sucedido. Aparentemente, esto era algo cotidiano en la Academia Excalibur.
“¡Yaaah! ¡Lightning Charge!16”.
La chica de la lanza que había sido inmovilizada por el hechizo [Mesta Mord] de Leonis desató el poder de su Espada Sagrada. Incluso así, la descarga de rayos que disparó no fue lo suficientemente fuerte como para atravesar la defensa mágica de Leonis. Chasqueó los dedos y más sombras envolvieron a la chica.
“… Whoaa, ¿qué es eso?”
“Eso es bastante sombrío para un niño”.
“Me pregunto qué tipo de Espada Sagrada tendrá…”
Leonis se dio cuenta de que estaba llamando la atención de la multitud, pero sinceramente, no le importó. Retomó su atención en la lucha de Lyseria. Con las tres chicas habiendo aprovechado el verdadero poder de sus Espadas Sagradas, se encontraba visiblemente en dificultades.
“… ¡Aerial Smash!17”
La estudiante que empuñaba la espada corta descargó su ataque, golpeando a Lyseria justo en el pecho. Su pequeño cuerpo fue lanzado hacia atrás, rebotando varias veces contra el suelo antes de derrapar hasta detenerse.
“… Kuh… ¡Ugh…!”
“Ah, ha, ha, sí, esa es la expresión que quería verte hacer”.
Lyseria emitió un sonido de dolor mientras Muselle la observaba, extasiado.
“Vamos a mostrarle a ese mocoso insolente, lo inútil que eres… ¡Ahhh!”
El cuerpo de Muselle de repente se retorció de terror.
(… Maldición. Dejé que mi sed de sangre se mostrara por un momento, y él lo notó).
“… Aaah, Meiya, ¡¿por qué estás teniendo tantos problemas con él?! ¡Es sólo un niño! ¡Aplástalo!” El joven apuntó su Bastón Espada Sagrada en dirección a la chica restringida por las sombras.
“No te molestes”. Dijo el Rey No Muerto encogiéndose de hombros.
La marioneta que empuñaba la lanza podía forcejear todo lo que quisiera, pero nunca escaparía.
“… Ugh, ¿tu Espada Sagrada controla las sombras?” Preguntó Muselle, mirando a Leonis como si estuviera viendo algo repugnante.
Entonces sucedió.
“… ¡no… due…!”
Lyseria clavó la espada de entrenamiento en el suelo y se puso de pie tambaleándose.
“¿Qué…?” El rostro de Muselle se torció por la desagradable sorpresa.
Nunca esperó que ella se volviera a levantar después de recibir el golpe de una Espada Sagrada.
Y aun así…
“¡Esto… ni siquiera duele!”
Su cabello plateado brillaba con una intensa oleada de mana, y sus ojos azul hielo se habían teñido del color de la sangre. Lyseria Christaria era una Reina Vampiro… La más fuerte de todos los no muertos. Puede que no haya despertado todavía, pero la cantidad de mana en su cuerpo sobrepasaba ampliamente la de un humano.
“¡Tú, sucio tramposo…!” Lyseria prácticamente voló por el terreno mientras corría, con su cuerpo envuelto en mana. Las tres chicas que empuñaban Espadas Sagradas se levantaron y se apresuraron a proteger a Muselle. La espada de Lyseria centelleó en el aire, colisionando con la maza que blandía uno de los peones de Muselle.
“… ¡Water Jail!18”
Tal vez concluyendo que no podrían igualar a Lyseria en fuerza bruta, la chica de la espada ancha liberó el poder de su Espada Sagrada. Una prisión de agua surgió de la nada, tragándose a Lyseria.
“… Esto es… ¡Gah, pah…!”
“¡Ah, ha!… ¡Ah, ha, ha, ha! ¿Qué te parece el poder de la Espada Sagrada de Tipo-Agua de Millis?” Muselle se rió ruidosamente.
Pero su expresión de confianza rápidamente se desmoronó.
“Te dije… que no perderé”.
El mana surgió del cuerpo de Lyseria, formando una especie de alas mientras atravesaba su jaula acuática.
“… ¡Esto no puede ser…!”
Lyseria blandió la espada de entrenamiento con todo su poder, derribando fríamente a la chica que se interponía en su camino. Continuó cargando hacia delante, apartando a la chica de la espada corta a su paso. No quedaban más marionetas para proteger a Muselle. Pero cuando se acercó a él…
“… ¡¿?!”
Se congeló justo cuando estaba a punto de bajar su espada de entrenamiento.
“… ¡¿P-Por qué…?!” Susurró con voz vacilante.
La espada de entrenamiento cayó al suelo con un sonido seco y metálico. La punta de la Espada Sagrada de Muselle fue empujada contra su frente.
“Heh, heh, heh… No sé de dónde has sacado esa clase de poder, pero…” Muselle mostró una sonrisa confiada. “¡Al final, no es rival para una verdadera Espada Sagrada!”
“U… Ugh…!” Lyseria se quedó rígida como una estatua, incapaz de moverse.
(¿Qué es lo que hizo)?
Muselle se rió, como si respondiera a la pregunta de Leonis.
“Este es el poder de mi Bastón de Obediencia Absoluta… ¡Forced Dominion!19”
Muselle recogió la espada de entrenamiento que Lyseria había dejado caer y con ella le golpeó en la cabeza.
“¡Ugh, aaah…!” Lyseria cayó al suelo, incapaz de resistirse.
“Esto es todo culpa tuya, Lyseria. Deberías haberme obedecido”.
La golpeó una y otra vez mientras permanecía tendida, incapaz de levantarse.
“¡¿Qué sucede, mocoso?! ¡¿Sólo vas a mirar?!” Muselle se burló.
“¡Hey, déjalo ya!” “¿Molestar a una estudiante débil es tan divertido?” “¡Ni siquiera puede moverse!”
Los espectadores levantaron sus voces expresando sus quejas. Sin embargo, Diglasse no hizo ningún movimiento para interrumpir la pelea.
(Esto se ha prolongado lo suficiente, supongo…) Pensó Leonis.
Como Maestro de Lyseria, no podía permitir que esto continuara.
(He visto suficiente. Puede que sea inexperta, pero… ha demostrado ser prometedora).
Alzando su Báculo, comenzó a recitar su hechizo.
(Supongo que debería contenerme, incluso contra un bastardo como él. Al menos para no aniquilarlo por completo…)
Todavía estaba dispuesto a tomar un brazo o ambos como retribución por la forma en que Muselle había jugado con su sirviente. Pero en seguida… Leonis notó algo. Los ojos de Lyseria todavía no habían sido sometidos.
“… Nunca, perd…”
“¿Huh?”
“¡Incluso sin una Espada Sagrada, nunca, nunca perderé contra ti!”
“¡¿Qué?!”
Lyseria se puso de pie.
“No puede ser… ¡¿Cómo has superado mi Forced Dominion?!” El chico rubio se tambaleó unos pasos hacia atrás, con sorpresa en su mirada. “Grr… ¡La resistencia es inútil!”
Recurrió al poder de su [Forced Dominion] por segunda vez…
Pero…
Todas las miradas de los alrededores se volvieron hacia Lyseria como si el tiempo se hubiera detenido.
“… ¿Huh?”
Pero nadie estaba más sorprendido que la propia Lyseria. Mientras se ponía de pie… una única espada apareció ante ella, brillando con una luz solemne. Una espada corta tan hermosa, la cual sólo podía ser contemplada en un respetuoso silencio. Su empuñadura mostraba una hermosa artesanía.
“No puede… ser… Esto es…” Los ojos de Lyseria se abrieron de par en par mientras agarraba la empuñadura. La Espada Sagrada le sentaba perfectamente, como si la hubiera empuñado toda su vida.
“… ¡¿Una Espada Sagrada?! ¡Eso es imposible!” Muselle exclamó con pánico.
No había ninguna duda. Se trataba de una Espada Sagrada nacida del alma de Lyseria.
“¡Whoooooooo!”
Los estudiantes de los alrededores vitorearon.
“Ooh. Muchos despiertan sus Espadas Sagradas en el fragor de la batalla, pero esa hija de la Familia Christaria, sí que hizo una invocación dramática…” Leonis escuchó a Diglasse susurrando para sí misma. “Me pregunto si tendrá relación con su encuentro con ese chico”.
Lanzó una mirada sospechosa a Leonis.
Él simplemente apartó la vista, volviendo a mirar a su sirviente. Sus ojos se encontraron, y ella asintió antes de blandir su Espada Sagrada.
“… ¡Este es el poder de mi Espada Sagrada!”
“… ¡¿Y qué?! ¿Crees que puedes vencerme con una Espada Sagrada recién desper…?”
En un instante, el sonido del aire desgarrado silbó. Lyseria había desaparecido de la vista de Muselle.
“… ¿Huh?”
Al momento siguiente, Lyseria estaba parada justo detrás de él. La Espada Sagrada de Muselle se había partido en dos y se dispersó en partículas de luz.
“Ah… Aaah… M-Mi… ¡Mi Espada Sagrada…!”
Leonis pudo escuchar el momento en que el corazón de Muselle se rompió.
“… ¿Qué vas a hacer?” Preguntó Lyseria, bajando el filo de su espada hacia su cuello.
“¡Me rindo! ¡Me rindo!” Exclamó Muselle, levantando ambas manos en el aire.
Grandes vítores estallaron desde todas las direcciones alrededor de la joven victoriosa.
“¡Seria ojou-sama!” Regina bajó corriendo de la plataforma y abrazó a su amiga.
“Felicidades, Lyseria Christaria”. Dijo Diglasse con una sonrisa amable.
“Tus esfuerzos al fin han sido recompensados”.
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