Tatoeba Last Dungeon Mae no Mura no Shōnen ga Joban no Machi de Kurasu Yō na Monogatari (NL)

Volumen 8

Capítulo 1: Un Cliché Encarnado — Supongamos Que Te Despiertas En Otro Mundo

Parte 1

En una esquina de una isla en los mares del sur… detrás de paredes blancas, largas y altas, que rodeaban una extensa franja de tierra… había edificios, y también eran blancos.

Enmarcados por hojas verdes nuevas, brillaban al sol como algo sagrado. Las paredes circundantes y el contraste entre el verde y el blanco le daban un aire de secreto. Pero antes de que nadie lo confundiera con una ruina antigua, verían los camiones que transportaban cargamentos dentro y fuera, la vida silvestre huyendo de los ojos vigilantes de las cámaras ocultas y lo que casi con certeza eran sensores infrarrojos, todo lo cual los arrastraría rápidamente de regreso a realidad.

El grupo de edificios que albergaba esta tecnología de punta era el Instituto de Investigación Cordelia.

A casi una hora en coche de la capital de una potencia mundial emergente, la instalación estaba realizando una investigación que era prácticamente desconocida para los forasteros, aparte de que habían reunido lo mejor de lo mejor de todo el mundo y estaban haciendo algo que ningún profano podría esperar para comprender.

Para atravesar esos muros, tenía que ingresar por una puerta cargada con tarjetas de seguridad y software de reconocimiento facial, como una empresa nueva con dinero para gastar. Más allá de las puertas había un salón lleno de sillones listos para negocios, decorado con macetas con plantas, dispensadores de agua y acuarios con peces tropicales.

Tan temprano en la mañana, el único sonido era el burbujeo de estas peceras.

Justo cuando el sol de la mañana asomaba entre las montañas y sus rayos entraban por las ventanas, un hombre entró por la entrada, escudriñando furtivamente su entorno. Se dirigía hacia la parte de atrás.

“… No hay nadie aquí todavía”.

Tenía veinticinco años, era delgado y tenía el cabello claramente desordenado. Era difícil saber si este era el estado natural de su cabello. una elección de estilo intencional que salió terriblemente mal, o si simplemente era terrible usando cera… Por lo menos, su peinado te hacía pensar.

Su camisa y sus pantalones estaban arrugados, el nudo de su corbata suelto y un ligero olor a alcohol se adhería a él, y eso definitivamente era una mirada de culpabilidad en esos ojos ligeramente caídos. Las probabilidades eran altas de que regresaría después de una juerga de toda la noche.

Seguro de que estaba solo, dejó escapar un suspiro de alivio.

“Uf… bueno, ahora solo tengo que llegar a mi habitación sin que nadie—”

“Hmm, ¿otra noche en vela, Seta?”

Una voz desde atrás. Seta se estremeció.

“¡Aghhh! ¿D-Director Ishikura?” Se dio la vuelta y se encontró frente a un hombre alto y demacrado con una bata blanca de laboratorio.

Ishikura tenía mejillas hundidas y ojos estrechos que lo hacían parecer una serpiente. Y esos ojos miraban a través de Seta.

“¿Saludándome con un grito de horror? Creo que la respuesta adecuada es ‘buenos días’.”

“B-Buenos días, Director Ishikura”.

“Buenos. ¿Saliste a correr? Tu apariencia le daría otras ideas a cualquier japonés. Trate de evitar estos malentendidos”.

Ishikura era un maestro del rencor inexpresivo.

Seta logró soltar una risita cortés. Sus dedos se deslizaron en su peinado, rascándose torpemente.

El director suspiró como un padre con una constante decepción por un hijo. Su interacción dejó en claro que Seta tenía la costumbre de estar fuera hasta la mañana.

“La reunión no es hasta la tarde, pero… tus juergas de toda la noche se están volviendo demasiado frecuentes”.

Esta era una observación perfectamente razonable, pero Seta trató de argumentar en su contra.

“Sí, pero mi anfitriona favorita está siendo atraída por otro— ¿Sabes qué? ¡No importa! Uh, realmente arruiné la presentación ayer, ¿eh?”

“Por supuesto. Tus palabras carecieron de fuerza, y tus intentos de aligerar el estado de ánimo no tenían absolutamente ningún sentido”.

Claramente, Ishikura sabía muy bien que había estado curando esas heridas en un cabaret. Seta inmediatamente comenzó a balbucear excusas. “Así que ya ves… ¡Pensé que sería un buen entrenamiento! ¡Hazte mejor hablando con las chicas!”

“¿Eres un completo idiota?”

“¿No? Quiero decir, ¡me gradué de la mejor escuela de Japón! ¡Y el entrenamiento salió bien! ¡Todos se rieron de mis chistes! Estoy seguro de que la próxima presentación será mucho mejor. Ojalá pudiera ser tan gracioso cada vez…”

“Es su trabajo hacer que las conversaciones superficiales parezcan emocionantes y reírse de los chistes aburridos de un cliente. Claramente es mucho mejor en su ocupación que tú en la tuya.”

Esta mirada era tan intensa que Seta se estremeció visiblemente. “¡La siniestra mirada de serpiente!” “No soy una serpiente”.

“¡Tú hierves como uno! Pero como dijiste, la reunión no es hasta esta tarde.

¡Tengo tiempo! Así que déjame divertirme un poco durante la noche”.

La gente comenzaba a llegar, y Seta juntó las manos en oración, con la esperanza de poner fin a este regaño. Pero el director simplemente negó con la cabeza. “No”, dijo rotundamente. “Te quedarás dormido todo el día. Si tienes que ir, guárdalo para el fin de semana. Y…”

“¿Y qué?”

“Si los peces gordos llegan a la reunión, es posible que no pueda cubrirte. Podría conducir a…”

Ishikura se pasó el pulgar por la garganta. Seta tragó saliva.

“¿E-El presidente realmente pasa por aquí tan a menudo?”

El director frunció el ceño ligeramente y asintió. “Estaba encantada con el éxito del experimento de la lluvia. ¡Todos preocupados por derribar meteoritos a continuación! Ella está extrañamente metida en eso”.

“¿Seriamente? No parecía del tipo al que le gustaban las cosas del espacio.

“Esperemos que eso sea lo que es. Ella podría estar en algo completamente diferente…”

“¿Como?”

“Bueno, esta es solo mi opinión personal, pero…”

Antes de que dijera otra palabra, una voz sonó detrás de él.

“Mueva su trasero, Director.”

Se dieron la vuelta para encontrar a una mujer de pelo negro, con las manos metidas en los bolsillos de su bata de laboratorio. Ella sólo medía metro setenta y cinco, y su cabello negro azabache fluía hasta su cintura. Apenas había entrado en los veinte y todavía tenía un poco de cara de bebé, pero la mirada en sus ojos era toda adulta y parecía atravesarlos. Actuó como si el mundo fuera una fuente de perpetua decepción y estuviera librando una guerra silenciosa contra él.

“Ruka Akizuki… Oh, te pido perdón”. Ishikura se hizo a un lado, claramente intimidado. La multitud a su alrededor era muy consciente de su presencia… Obviamente, ella era la estrella del espectáculo aquí.

Había otra mujer siguiéndola de cerca.

“Sí, sí, muévete. Tú también, Satán. ¿Qué, tú y el director haciendo una autopsia ayer? No hay forma de salvar ese desastre. Nada de lo que dijiste llegó a nadie, por lo que bien podrías haber estado hablando en un espejo.”

También en el lado pequeño, la mujer tenía cabello azul claro y una sonrisa sarcástica. Parecía más una estudiante universitaria que una investigadora, pero claramente tenía algo contra Seta.

“¿Tienes que ser siempre tan duro, Eung? ¡Alka, llámala! Ella es tu amiga, ¿no?”

“………”

“¡Alka! ¡No me ignores!

Akizuki nunca disminuyó la velocidad, pero Ishikura la llamó.

“Akizuki, sé que has estado ayudando al otro grupo con su restauración biológica, pero eso ha sido pospuesto. Primero tenemos que poner en forma el experimento del meteorito. Al menos tenlo listo para ir en papel.”

“Bien.”

Esta breve respuesta hizo que el director se rascara la mejilla.

Eung parecía molesto. “¿Qué soy, hígado picado?”

“Eung, tu ayuda es… ¿Hmm?” Se interrumpió a mitad de la relajación.

Akizuki se había dado la vuelta para mirarlo.

“¿Estás seguro?” Ella chasqueó.

“¿Acerca de?”

“¿No era la restauración biológica su principal prioridad?”

“… Surgieron otras cosas. Las regulaciones me atan las manos”.

“Hmph”.

“Todavía tenemos tiempo. Por favor, haz lo que puedas, Ruka Akizuki. Y tú también, Lena Eung”.

“Bien.”

Akizuki asintió y se dirigió hacia las profundidades del laboratorio.

“¡No se limite a agregarme al final, director! ¡Agh, espérame, Alka!” Eung salió corriendo, tratando de alcanzarla.

Cuando se fueron, Seta suspiró. “Uf. Nuestros mejores artistas nunca defraudan. Pero volvamos a nuestro tema anterior: Director, ¿su opinión personal?”

Ishikura negó con la cabeza y fijó otra mirada de serpiente en Seta.

El Dominio Ascórbico. En las montañas por encima del laboratorio subterráneo de Eung…

La luna brillaba sobre las rocas. Aquí solo crecía hierba corta y escasos árboles desaliñados. Iluminado como por las luces de un escenario, un hombre con atuendo noble estaba encaramado en una roca, frotándose las sienes, una mirada de consternación en su rostro angustiado.

Un señor demonio— Satán.

Se había llamado a sí mismo el señor demonio de la noche, pero ahora parecía haber recordado algo importante, y sus gestos se habían vuelto claramente humanos. Casi como un niño que se encuentra en un lugar desconocido.

Junto a él estaba un chico de aspecto desconcertado, claramente de una disposición amable. Lloyd Belladonna.

Provenía de Kunlun, un pueblo poblado por descendientes de héroes. Convencido de que era débil, el chico había ido a los campos de entrenamiento sagrados, el Dominio Ascórbico, solo para redoblar su olvido innato. Y eso lo había llevado a convertirse de alguna manera en el estudiante de un señor demonio… sin darse cuenta de la verdadera naturaleza de su maestro.

En cuanto a Satán, conocer a Lloyd le había despertado recuerdos de su pasado.

Aprendió runas de… ¿Jefa Alka?

¿Alka? ¡¿Runas?! …Si ella es Ruka, y ese es su proyecto de investigación…

La mente de Satán estaba teniendo recuerdos de un pasado lejano, antes de que lo llamaran señor de los demonios, cuando era humano. Cuando recobró el sentido, se encontró haciéndole la pregunta a Lloyd.

“¿Qué año es? ¿AD?”

“¿AD?” —preguntó Lloyd, desconcertado. Como un estudiante que había sido llamado inesperadamente por su maestro. “¿Qué es eso? Puedo decirte el año de fundación de Azami, pero nunca antes había escuchado a nadie dar un año en AD. Lo siento.”

Satán deslizó sus dedos en su peinado, rascándose. “Cierto… Debería haberlo adivinado. ¿Por qué sabrías eso?”

Golpeó sus rodillas, moviéndose. “¿Entonces, qué piensas? ¿Te gusta el movimiento que te enseñé?”

“¡Es genial! Estoy mejorando mucho en el control de Aero. ¡Eres un monstruo increíble, Satán! Como un verdadero maestro.”

Satán se rio a carcajadas. “Ha-ha, un monstruo, ¿verdad? Pero con magia real… ¡Es como si estuviéramos en un juego! ¿Qué diablos le pasó al mundo?”

Se llevó una mano a la barbilla, sondeando sus recuerdos.

“Hmm… el señor demonio de la noche… ¿o el emperador? Recuerdo que me llamaban así. Argh, mis recuerdos son tan confusos… Siento que algo le sucedió a las personas que me importan, pero…”

Se apagó.

Mientras tanto, Lloyd de repente dejó escapar un grito extraño.

“¿Qué pasa, Lloyd?”

“¡Yo—yo no le dije a nadie que vendría aquí! Y la luna está tan baja en el cielo que casi es de mañana. Si no vuelvo, comenzarán a preocuparse por mí”.

Lloyd hizo una profunda reverencia. “¡Odio correr! Especialmente en medio del entrenamiento. ¿Podemos continuar en otro momento? ¡Me encantaría aprender más!”

“Vas a volver… ¿adónde?”

“Regresar con mis amigos. Sé que es muy repentino, lo siento. Pero… se preocupan por mí.

“Oh. Entonces… no es por imponer, pero ¿te importaría si te acompaño?”

Lloyd parpadeó ante esta sugerencia, pero rápidamente esbozó una sonrisa y asintió. “¡Oh sí! Vamos a hacer eso. ¡Me permitirá agradecerte por todo lo que has hecho!”

La sonrisa de Lloyd era contagiosa, y Satán pronto sonrió también. “Entonces, ¿dónde podrían estar estos amigos?”

“Eh… bueno. El otro lado de esas montañas…”

“Eso es… bastante lejos. ¿Qué dices si te doy un paseo?”

“¿Un paseo? ¡¿En tu espalda?! ¡Dios mío!” Lloyd quedó convenientemente impresionado.

Ante sus propios ojos, Satán se transformó. Su nueva forma se parecía bastante a un león, pero con alas de color negro azabache.

Los ojos de Lloyd brillaron como estrellas. “¡Una segunda forma! Wow, ¡realmente eres un monstruo! Todo este tiempo, me preguntaba en secreto si en realidad eras solo un humano normal, oops, lo siento”.

Según los estándares de cualquier otra persona, tener una segunda forma era prueba de que alguien era un señor demonio.

Las fauces de león de Satán se curvaron en una mueca, y él encogió sus alas. “Tomar esta forma no debería sentirse tan natural… y ahora me pregunto qué me pasó a mí, y mucho menos al mundo. ¡Pero puedo guardar eso para más tarde! Primero, vayamos a la civilización y aprendamos más sobre esta situación”.

Se arrodilló para que Lloyd pudiera subir a bordo.

“¡Correcto, Lloyd! ¡En mi espalda!”

“¡Sí señor! ¡Caramba, tu pelaje es tan suave!”

Lloyd debe haber estado exhausto. Tan pronto como se apoyó contra la melena del señor de los demonios, se estaba quedando dormido.

Satán lo miró y sacudió la cabeza. “¿Quién baja la guardia alrededor de un señor demonio?” murmuró, impresionado en lugar de sorprendido. Descansa si quieres, Lloyd. No me importa.

“¡N-No! Estoy despierto. ¡Quiero repasar lo que me enseñaste mientras volamos!”

Este chico era demasiado dedicado. Satán suspiró. “No vas a descansar cuando regresemos, ¿verdad?”

La imagen de una chica cruzó por su mente. Una niña tan perdida en su investigación que trabajó hasta que se le acabaron las pilas. “Alka… ¿estás sana y salva?”

Estaba tan “saludable” que su edad había retrocedido y tan “abundante” que había dejado caer un meteorito sobre su propia cabeza y no se dio cuenta.

Queriendo darle un descanso a Lloyd, Satán le lanzó un leve hechizo para dormir. Los ojos del señor de los demonios adquirieron un brillo espeluznante… Y Lloyd comenzó a roncar.

Seguro de que el niño estaba dormido, Satán asintió. “Él me señaló de esa manera. Tal vez tomaré la ruta escénica, le daré tiempo para descansar”.

Voló, haciendo un círculo lento hacia su destino.

Mirando por encima del hombro como si estuvieran conduciendo a casa desde el parque de diversiones y los niños se hubieran quedado dormidos en el asiento trasero, Satán se tomó su tiempo para llegar a la sede del clan Kyounin.

Esa mañana, en dicho cuartel general… El imponente templo estaba bañado por la luz de la mañana y los sonidos del pánico desenfrenado.

“¡Aaaaaaaah! ¡Auuughhhh!”

Este grito espeluznante provenía de la mayor acosadora psicópata de Lloyd, la mismísima Princesa del Cinturón Maldito: Selen Hemein. Pisándole los talones estaban la mercenaria Riho, el artista marcial Phyllo y la compañera de cuarto de Lloyd, la bruja Marie.

“¡Cálmate, Selen! ¡Siempre estás loca, pero hoy estás extra loca!”

“…Quédate quieta… Quédate quieta…”

“Argh, ¡¿por qué está pasando esto?!”

Esa fue una buena pregunta… y aquí hay una explicación para ella.

Habiendo preparado a Lloyd un plato de veneno (una poción de amor, dijo), Selen no aprendió nada de este fracaso y se había levantado temprano para preparar un nuevo brebaje.

“No puedo creer que mi poción de amor fuera veneno… y los venenos no afectan a Lloyd, así que fue una completa pérdida de dinero”.

Uno habría esperado que ella viera el otro inconveniente, pero… Selen probablemente lo habría envenenado felizmente si eso fuera posible. Pero parecía que el golpe financiero al menos la había animado a probar una comida real esta vez.

“¡Si las pociones de amor no funcionan, entonces tendré que hacer un afrodisíaco!”

Este acosador había visto una nueva oportunidad educativa.

Si hubiera sido un programa de computadora, su “proceso de aprendizaje” habría requerido una recodificación completa desde la primera línea, pero tal como estaba, Selen no dudó en incluir todos los ingredientes que había escuchado que podrían alentar el “vigor”.

“¡Ahora bien, la prueba de sabor vital! Quiero que a Sir Lloyd le encante tanto que diga: ‘¿Puedo tener otro plato… y una ración tuya, Selen?’ ¡Un desarrollo tanto idealista como realistamente alcanzable!”

La forma en que se retorció dejó en claro que “realista” no jugó ningún papel en esto, pero Selen tomó un sorbo de su plato estimulante. Era esencialmente una papilla de arroz, con una viscosidad misteriosa, y el sabor provocó un leve ceño fruncido.

“Le falta algo”, murmuró.

Normalmente, las otras chicas podrían haber intervenido aquí… Pero nadie detuvo a Selen mientras tomaba algunos condimentos cercanos y los espolvoreaba abundantemente en su plato.

“¡Ugh! ¡Demasiado salado! Supongo que será mejor que agregue un poco de azúcar.

La sal y el azúcar en realidad no se equilibraban entre sí, pero los hechos nunca detuvieron a Selen. Naturalmente, esto no iba a hacer que el plato supiera bien. Su ceño se profundizó. Ella hizo una mueca.

“Ugh. Qué regusto con más cuerpo. ¡Ni la sal ni el azúcar están tirando de su peso! Tendré que diluirlo con agua.”

Culpando a sus ingredientes, ajustó los condimentos una y otra vez, probando el plato de nuevo cada vez. El resultado…

“Hissssssssssssssssss…” Ella ganó demasiado vigor, y sus motores entraron en Overdrive.

El cinturón en sus caderas, Vritra, se dio cuenta de su condición demasiado tarde. “¡S-Señora! ¡Oh querida! ¡Está completamente fuera de control!”

“¡Uhoooooooooooooo!”

Un grito de lujuria animal resonó durante la mañana.

Los guerreros del clan Kyounin irrumpieron en los pasillos, naginata en mano, buscando enemigos. Los amigos de Selen escucharon la conmoción, se vistieron rápidamente y también salieron apresuradamente.

“¿Qué sucede…? ¡¿Selen?!”

“¿Qué en el…? ¡Yo, señorita!”

“… Oh no… Se ha vuelto loca…”

Y así, la mañana se convirtió en un espectáculo de terror.

Selen estaba usando su cinturón como un tentáculo, agarrando vigas y pilares para lanzarse a sí misma a velocidades vertiginosas.

“¡Mis disculpas, amigos estudiantes!” llamó Vritra. “Ya ves, ella bla, bla, bla…”

“¿Disparates? ¿Estás bromeando? Sabía que era tonta, ¡¿pero así de tonta?!”

¿Quién se volvió loco con las pruebas de sabor? Las objeciones de Riho se multiplicaron por diez.

“¡Debería haberlo notado antes!” Vritra se lamentó. “¡Ella ha tomado el control del cinturón! ¡Tendrás mi carta formal de disculpa en tu escritorio en una fecha posterior!

“Si está aumentando la vitalidad, entonces su objetivo era…” Marie hizo una mueca.

El grito de amor de Selen sacudió las paredes. “¡Ahhhhhhhhhhhhhhh!

¡Señor Llooooooyd!

“””¡Lo pensaba!”””

¿Qué pasaría si Selen, el monstruo de la lujuria, se acercara a Lloyd? Solo el pensamiento hizo que las otras chicas se unieran instantáneamente para evitar eso a toda costa.

“¡Detenla si te mata!”

“………… Mm.”

“¡Es hora de ponerse realmente serio!”

Los vengadores improvisados se habían enfrentado a muchos organismos desconocidos antes. Con un motivo en común, rápidamente entraron en modo de equipo completo.

“Ahhhhh… ¿ah?”

El tentáculo (cinturón) hizo que Selen azotara las vigas como una criatura sobrenatural, pero con tres chicas poderosas pisándole los talones, su instinto animal percibió el peligro y cambió rápidamente de rumbo.

“… ¿La perdimos?”

“¡No! ¡Va a salir para poder entrar en la habitación de Lloyd a través de la ventana!”

¡La predicción de Marie resultó precisa! Selen rebotó en un pilar y saltó al exterior.

En la distancia, las mujeres guerreras Kyounin gritaban: “¡Ella ha cruzado las líneas defensivas!”

“¡Maldita sea, está tratando de irrumpir en el templo principal!”

Tenían que darse prisa… pero mientras lo hacían, una nueva voz llamó: la voz cordial de esa chica mayor que siempre te cubre las espaldas en un apuro.

“¿Qué es todo el alboroto?”

“¿T-Tú eres…?”

En kimono completo, con un tachi rojizo en las caderas.

“Heh… Parece que el papel es justo para mí”.

Interviniendo como si fuera dueña del lugar (porque lo era) estaba la actual líder del clan Kyounin y gobernante de todo el Dominio Ascórbico—Anzu Kyounin.

“… Señora Anzu”.

“Perdona que haya tardado tanto. Tuve mi cabeza enterrada en la investigación toda la noche… pero ¿a qué nos enfrentamos? ¿Los Audoc? ¿Un asesino del clan Tigre?”