Maou no Ore ga Dorei Elf wo Yome ni Shitanda ga

Volumen 13

Extra 2: Recordando

“Maestro Bifrons. ¿Sabes lo que significa limpiar?”

“Qué pregunta tan extraña, Nephteros. Por supuesto que conozco el concepto. ¿Necesita una explicación?”

Había grimorios, dispositivos experimentales, drogas y ropa esparcidos por todo el lugar. El Archidemonio sonrió a su asistente haciendo muecas en medio de ese lío.

“Mientras lo entiendas”, respondió Nephteros. “Solo espero que puedas poner ese conocimiento en práctica”.

“Ha ha ha. Otra cosa extraña que decir. ¿Para qué crees que estás aquí?”

Un puño tejido de hechicería de repente salió volando, obligando a los Bifrons a levantarse de su silla. Este era un fragmento del poder que Archidemonio Zagan había creado para matar a los otros Archidemonios. La silla que había estado ocupando Bifrons se hizo añicos. Esta chica había estado actuando de esa manera desde que Bifrons la había usado en cierto experimento el otro día.

“¿Puedes dejar de esquivar ya?” ella preguntó. “Simplemente estás empeorando el desastre”.

“H-Hee hee… Nephteros, parece que todavía necesitas aprender a respetar a tu maestro”.

“He aprendido que mostrar respeto irreflexivamente a alguien es el acto de un tonto. Deberías aprender a comportarte como alguien que merece ser mi maestro primero.”

“Hmmm…” murmuró Bifrons, con los ojos muy abiertos por la admiración.

“¿Qué es?”

“Oh nada. Hee hee hee… Lo entiendo. Diciéndome que aprenda, ¿eh? Qué queja tan refrescante”.

“Creo que es normal que la gente espere un mejor tratamiento”.

Esto solo mejoró aún más el estado de ánimo de Bifrons. Fue bastante agradable que se arrepintieran de haber esquivado el ataque anterior.

Incluso si poseían un ego, un homúnculo seguía siendo un títere. Uno nunca se rebelaría contra su amo, sin embargo, aquí había uno que le decía tanto a su amo e incluso lo atacaba cuando estaba enojado. Los homúnculos que poseían egos eran raros, pero Bifrons nunca había oído hablar de uno así. Fue muy interesante. Querían ver todo tipo de reacciones de ella. Incluso comenzaron a preguntarse cómo meterse con ella como resultado.

En ese momento, Bifrons se despertó. Aparentemente se habían desmayado en algún momento. La herida que sufrieron del Archidemonio Zagan fue fatal, devorando su brazo derecho y continuando invadiendo su vida.

“Un sueño… Se siente como si todo eso fuera hace mucho tiempo”.

Esos eventos solo habían tenido lugar medio año antes. Para alguien que había vivido durante trescientos años, eso fue prácticamente ayer. Y, sin embargo, se sentía como en un pasado lejano. ¿Qué tipo de reacción mostraría ese títere después de que todo terminara?

Bifrons rezó para que todas sus expectativas se derrumbaran mientras continuaban esperando el final.