Maou no Ore ga Dorei Elf wo Yome ni Shitanda ga

Volumen 13

Capitulo 4: Superar Todas Las Probabilidades Es Lo Que Hace Un Héroe

Parte 3

Con eso, Zagan se paró al lado del chico.

“Ya veo”, dijo el niño con una sonrisa encantada. “Entonces empecemos de nuevo. Podemos luchar contra ellos juntos, Zagan.”

Zagan nunca le había dado su nombre, pero el chico aún se refería a él por ese nombre.

“¡Hmph! No me detengas.”

Zagan no se dio cuenta de que, incluso mientras pronunciaba palabras tan frías, una sonrisa se dibujó en su rostro. Y al verlos a los dos así, la vampira en la distancia derramó lágrimas en silencio.

***

“¿Por qué…? ¿Padre…?”

El Dragón Negro Marbas había sido pulverizado de un solo golpe. Foll cayó en picado de su cabeza e incluso se olvidó por completo de las alas en su espalda. Las enormes alas y escamas del dragón que tenía delante ni siquiera eran una sombra de lo que eran antes, pero aún sabía quién era. No había forma de que ella no lo reconociera. Ese repugnante y enconado dragón zombi no era otro que el padre de Foll, Orobas.

Zagan y Nephy eran sus padres actuales… y ambos la aceptaban y amaban como si fuera su hija real, tal vez incluso más que Orobas. Ella lo sabía muy bien, pero tener tal ser empujado frente a ella, y atacarla, además, le hizo imposible mantener la compostura.

A medida que el suelo se acercaba, finalmente se dio cuenta de que estaba a punto de morir, pero ya era demasiado tarde para comenzar a batir sus alas. Justo cuando estaba segura de que estaba muerta, alguien de repente la tomó en sus brazos.

“¿Estás bien, pequeña dama?”

Era un hombre joven con ojos delgados como rendijas. No parecía un hechicero, pero de alguna manera giró su cuerpo en el aire y aterrizó suavemente, absorbiendo el impulso de caer al suelo en una espléndida maniobra aérea.

“¿Quién eres…?” preguntó Foll. No podía reconocer su rostro ni su olor, pero había un leve olor a alguien a quien reconoció flotando en él. “Hueles a Alshiera…”

“Hmm, ¿puedes decirlo? Como habrás supuesto, he venido por orden de Lady Alshiera. Mi nombre es Bato. Puede que no sea tan fuerte, pero he venido a apoyarte”.

¿Apoyo? ¿Cómo en pelea? ¿Contra quién?

A pesar de que había sido reducido a tal estado, ese seguía siendo su padre. Era el legendario Dragón Sabio Orobas, el ser más cercano a un dios. Como su hija, conocía su grandeza mejor que nadie. ¿Este hombre iba a desafiar una fuerza tan abrumadora? Foll tembló, incapaz de pronunciar palabra, cuando el dragón zombi abrió la boca.

“¡OoooooOOOoOooOoOH!”

Podía ver la luz acumularse en sus fauces, por lo que toda la sangre se drenó de su rostro. Su ataque de aliento no apuntaba al campo de batalla, sino a Kianoides.

“¡Deten—!” Foll rugió, extendiendo su mano y arañando el aire mientras la luz de la destrucción brotaba.

“En el nombre de Hypnoel y el Rey de los Ojos Plateados, demuestra tu fuerza: Espejo del Más Allá”.

“Ainselph de Neptunia canta para ti, Lagrimas de Neptune”.

Una cúpula de luz se extendió sobre Kianoides como si protegiera la ciudad.

¿Los Tesoros Sagrados de Liucaon?

Foll había visto esta misma escena cuando una maldición se había apoderado de ella. El aliento de destrucción chocó con el escudo de luz. En un instante, se formó una grieta sobre el escudo, pero el ataque de aliento también se dobló y salió disparado al azar hacia el cielo.

“¿Son esos los descendientes del Rey de los Ojos Plateados?” Bato preguntó con admiración.

Foll mejoró su vista con hechicería, y vio a Lilith en la torre de la catedral con el apoyo de Selphy. Lilith sonrió mientras se hundía débilmente en el suelo.

“Heh. Heh… Heh… ¿Qué te parece eso? El resto depende de usted…”

Estaba demasiado lejos para ser audible, incluso con brujería, pero eso era lo que parecían decir los labios de Lilith.

“¡Tocar el asunto exacto! ¡Déjamelo a mí, Lilith!”

Después de eso, una esfera negra apareció frente a Orobas.

“Furcas”.

El chico que debería haber olvidado toda su hechicería voló por el aire y se paró frente a Orobas, empuñando un Cazador Serafín blanco en su mano.

“Mi amiga. Permíteme ponerte a descansar—Metatron de Confesión Angélica.”

La llama carmesí tomó la forma de un caballero con nada menos que Rafael cabalgando sobre su espalda.

Todos están peleando…

Zagan había dicho que Foll era lo más parecido a ser un Archidemonio. En términos de fuerza, ese fue seguramente el caso. Esto no era arrogancia. Era simplemente la realidad.

Pero de repente todo se pone patas arriba…

La extralimitación podría llevar al fracaso. Incluso reducido a tal estado, ese seguía siendo el Dragón Sabio Orobas. Desafiar a un ser así era la definición misma de extralimitarse imprudentemente.

“Pero…” murmuró Foll, volviendo a poner los pies en el suelo. “Pero aun así, ese es mi padre”.

Nephy y Zagan la amaban y le dieron un lugar al que pertenecer. Eran su querido papá y mamá. Pero también era cierto que Foll era un dragón, y el dragón al que admiraba como su ideal era su verdadero padre. Por lo tanto, ella no podía permitir que él fuera profanado.

“Soy la que más llora por el Dragón Sabio Orobas”.

Por eso Foll lucharía.

“Te acompañaré,” dijo Bato con una reverencia.

Y así, Foll extendió sus alas y volvió a la batalla.

“¡Oh! ¡Por favor, espera un momento, pequeña, quiero decir, mi señora! ¡No puedo volar!”

Sintió como si escuchara a alguien gritar detrás de ella, pero Foll no se detuvo.

***

“¡Kurosuke! ¡Aguanta, Kuroka!”

Unos momentos antes, Kuroka había abierto los ojos al ser sacudida por los hombros.

“¡G-Gah! ¡Hak!”

De repente, sintiendo que no podía respirar, le dio un ataque de tos.

¿Me desmayé?

A lo sumo, había estado inconsciente durante diez segundos más o menos.

La situación a su alrededor no había cambiado tanto.

Shax dejó escapar un suspiro de alivio. Con eso, finalmente se dio cuenta de que estaba en sus brazos. Ella sin querer se sonrojó debido a eso, pero sus siguientes palabras la devolvieron a sus sentidos.

“¡Rafael! Kurosuke está bien. Parece que el poder de sus espadas la protegió.”

Kuroka miró su propio pecho, donde vio un enjambre de mariposas de colores del arcoíris revoloteando.

Cierto. Me apuñalaron, pero…

Aunque estaba segura de que la espada había atravesado su corazón, Kuroka todavía estaba viva. Cielo Sin Luna aparentemente la había protegido. Aun así, ella no había salido ilesa. Un dolor agudo aún recorría su cuerpo.

Los ojos de Shax se dirigieron a la batalla entre Raphael y Andreaphus. Rafael agitó su Espada Sagrada envuelta en llamas, pero Andreaphus atrapó el golpe con bastante facilidad. El suelo a sus pies se derrumbó, pero esto no agitó en absoluto al Archidemonio cuando dio un golpe por su cuenta. Los Caballeros Angelicales que los rodeaban estaban tratando de brindar apoyo a Raphael, pero ninguno fue capaz de acercarse, y mucho menos de abrirse paso en la batalla.

“¡Llévate a Kuroka y aléjate de aquí!” gritó Rafael. “¡Soy el único que puede servir como su oponente!”

Con el manejo de la espada de Raphael y las llamas de la purificación que obstruyeron la hechicería, apenas estaba en igualdad de condiciones contra Andreaphus. Incluso Ginias y los dos Juutilainens no podrían representar una amenaza para el Archidemonio.

¡Padre…!

Kuroka agarró sus espadas cortas e intentó levantarse, pero Shax intensificó su agarre sobre sus hombros para detener su movimiento.

“Bueno… supuse que no te escaparías”, dijo con una sonrisa débil, sonando más comprensivo que resignado. “¿Tienes esto, Kurosuke?”

“¡Sí!”

Después de responderle, de repente se dio cuenta de lo que había sucedido antes y comenzó a mirar alrededor.

“Umm, pero me duele un poco, así que me gustaría… um, un poco de ánimo”, susurró para que Raphael no la escuchara.

“¿Eh?”

“Tú… me llamaste por mi nombre antes, ¿verdad?”

El rostro de Shax se puso notablemente rojo, lo que en realidad fue suficiente para animar a Kuroka por sí solo. La boca de Shax se abrió y se cerró mientras oscilaba entre sonrojarse y palidecer, pero después de un rato, cedió y acercó su boca al oído humano de Kuroka.

“Haré algo con respecto a la brujería de ese vejestorio, así que vuélvete loco por el contenido de tu corazón, Kuroka”.

“¡C-Correcto!”

Su corazón latía como si le hubieran dado un martillo, mientras que su cabeza de repente estaba tan clara como podía ser.

Tal como estoy ahora, ¡incluso puedo derrotar a un Archidemonio!

En el siguiente instante, Kuroka se abalanzó directamente sobre Andreaphus.

“¡¿Kuroka?!” gritó Rafael.

La espada en su mano derecha apuntaba a la espada de Andreaphus, mientras que la izquierda se balanceaba en un arco desde sus piernas hasta su cabeza.

Andreaphus retorció su cuerpo para esquivar, pero un chorro de sangre se derramó de su mejilla. Ahora que su equilibrio estaba roto, Shax entró a continuación.

Su puño estaba cubierto de círculos mágicos y golpeó limpiamente el flanco abierto de Andreaphus. La armadura del Archidemonio se hizo añicos con un crujido sordo. Incapaz de soportar el golpe, cayó al suelo y se alejó un poco del trío.

“Kurosuke y yo lo llevaremos. Ve a ayudar a la damita. Si Foll cae, no tenemos ninguna posibilidad de ganar”.

“Shax, bastardo…”, murmuró Raphael, tanto con ira como con desconcierto.

“¡Protegeré a Kuroka!” Shax gritó como si se estuviera armando de valor para lo que estaba por venir. “¡Definitivamente la protegeré! ¡No importa lo que pase! ¡Ella es la única persona a la que nunca dejaré morir!”

Kuroka podía sentir la sangre corriendo por su rostro. Los ojos de Raphael se abrieron de golpe, pero luego dejó escapar un breve suspiro.

“Muy bien… te la dejo a ti”, dijo. Luego, se volvió hacia Kuroka y agregó:

“No mueras, Kuroka”.

“Estará bien. Como estoy ahora, no perderé contra nadie”.

“Hmph, ¿es así?”

Con eso, Kuroka volvió su mirada a Andrealphus. Parecía que su Armadura Ungida ya no funcionaba, pero ese equipo era bastante decorativo cuando lo usaba un Archidemonio. No podía competir con él en términos de fuerza bruta.

¡En ese caso, tendré que confiar en mi velocidad!

Andreaphus cargó con una estocada, la punta de su espada apuntaba precisamente al corazón de Kuroka.

“¡¿Eso es todo?!”

Kuroka esquivó por un margen delgado como el papel y blandió ambas espadas. Sin embargo, dada su habilidad, era difícil compensar su alcance más corto. Las puntas de sus espadas atravesaron su armadura, pero estuvo a un paso de llegar a su carne. Las mariposas de colores del arco iris luego bailaron como para protegerla.

“¿Cielo Sin Luna…?”

Había visto este fenómeno antes cuando cruzó espadas con Asura y Bato el otro día. Y ahora, Kuroka sentía que sabía cómo usar esto correctamente.

Andreaphus hizo llover una cadena de cuchilladas. Su espada rasgó el aire. Incluso si se alejaba de su borde, estaba segura de que todavía la cortaría en dos. Como tal, Kuroka se atrevió a dar un paso hacia su enemigo. Naturalmente, esto significaba que la espada de Andreaphus la cortaría en dos… o se suponía que debía hacerlo. El cuerpo dividido en dos de Kuroka se derrumbó en un enjambre de mariposas, y ella se manifestó justo en frente de él. Luego, inmediatamente levantó su espada hacia el cielo. Andreaphus se arrojó al suelo para escapar, pero aun así ella logró hacerle un corte profundo en la mandíbula.

Es un poco diferente de teletransportarse. Se siente como si mi cuerpo estuviera cambiando a otro espacio.

Definitivamente podía sentir que sus extremidades y espadas estaban allí, pero también se sentía como si estuvieran en otro lugar completamente diferente. Era como si las partes de ella que se alejaban estuvieran siendo complementadas por mariposas. Como tal, quedó claro que este era un poder que intercambió su cuerpo con estas mariposas luminosas. Quizás Papillon sería un nombre apropiado para él.

¡Con esto, puedo compensar mi alcance!

Andreaphus continuamente lanzaba golpes fatales, pero cada vez, Kuroka usaba Papillon para anularlos y acercarse para atacar a su vez. Aun así, su oponente fue elogiado como el Archidemonio y Arcángel más fuerte, por lo que, naturalmente, también logró bloquear todos sus ataques.

Vestida de mariposas, Kuroka estaba en pie de igualdad con los más fuertes. Algunas de las marionetas sin sentido incluso dejaron de pelear y quedaron fascinadas con el espectáculo. O tal vez era Shere Khan quien miraba a través de sus ojos.

Chispas esparcidas. Las mariposas bailaron. Y mientras continuaba el fantástico cruce de espadas, Andrealphus cambió repentinamente su enfoque.

“Aaargh…”, murmuró, y el maná brillante envolvió su espada. Este golpe había sido el que cortó el aliento de un dragón. Kuroka no tuvo más remedio que defenderse con Papillon.

No, obviamente predijo que lo haría. Probablemente tenga algo listo para el momento en que lo use. ¡En ese caso, intervendré en su lugar!

Kuroka invirtió el agarre de la espada en su mano izquierda y usó la derecha para interceptar el corte. Era imposible para ella detener la espada cargada de maná de esta manera, por supuesto, pero pateó el suelo y aprovechó el impulso del ataque de Andreaphus para girar como un trompo y contraatacar con su espada izquierda. Andreaphus esquivó rápidamente y trajo su espada hacia atrás para bloquear el ataque de seguimiento de Kuroka.

“¡Gah!”

En el momento en que bloqueó, su otra espada golpeó exactamente el mismo lugar. Esa era su técnica Espada Cazadora. Cuando se usa desde ambos lados como una tijera, incluso las hojas más finamente elaboradas pueden partirse en dos.

¡Pero todavía no se romperá…!

Ella no pudo romper su espada, pero el intenso ataque envió el cuerpo de Andreaphus volando.

“¡Myaaaah!”

Al ver eso como una oportunidad perfecta, Kuroka desató una tormenta de cortes con ambas espadas. Andreaphus logró bloquear los tres primeros golpes con su espada, pero ese era su límite. Incluso un Archidemonio era incapaz de defenderse contra el aluvión interminable de Kuroka sin al menos tener los pies plantados en el suelo. El hecho de que incluso hubiera bloqueado tres golpes en realidad era digno de elogio. La sangre voló en todas direcciones, pero Andreaphus no era el único enemigo aterrador presente.

“¡Kurosuke, detrás de ti!”

El viejo Galahad se acercó por detrás, empuñando una espada que había recogido de otro soldado caído. Kuroka bloqueó el ataque, pero eso significaba que una de sus espadas ya no estaba a la ofensiva. Aprovechando esa oportunidad, Andrealphus rodó por el suelo y salió de su alcance. Entonces otra voz resonó en el aire.

“¡Hya haaa ha! Eres fuerte, ¿sí? ¿Realmente fuerte? ¡Pero yo soy el más fuerte!”

“¡Ugh! ¡Decarabia!”

La última vez que pelearon, Kuroka había perdido. Tal como estaba ahora, confiaba en poder vencerlo, pero enfrentarse a estos tres al mismo tiempo era un asunto completamente distinto.

“¡No te dejaré, Confesión Angelical Raziel!”

Un vendaval verde sopló a través del área, y un momento después, un enorme caballero empuñando una gran espada embistió a Decarabia y lo inmovilizó contra el suelo.

“¡Owowowowowow! ¡¿Diablos eres tú?!”

¿Todavía está en su sano juicio…?

Los otros Nephilims eran marionetas desprovistas de sus egos, pero Decarabia hablaba normalmente. Bueno, para empezar, era bastante incomprensible, así que nada de lo que se lamentaba tenía sentido de todos modos.

“¡Padre!”

El chico que había estado temblando e incapaz de sostener sus espadas hace unos momentos ahora audazmente golpeó al mayor Galahad.

“¡Yo mantendré las cosas aquí abajo! ¡Cuida de Lord Diekmeyer!”

“¡Comprendido!”

Confiándole la espalda al chico inesperadamente confiable, Kuroka cargó contra Andreaphus. Aun así, su oponente era un Archidemonio… y el Archidemonio Jefe, además. Su hechicería, que dejó inmóviles a todos sus oponentes, ya se había completado.

“Vacío.”

Todo el color se desvaneció. Todo el sonido se disipó. Un mundo silencioso y ceniciento se extiende con Andrealphus en su núcleo. Incluso las mariposas que protegían a Kuroka dejaron de moverse y se volvieron grises como si fueran simplemente parte de una pintura vieja.

El tiempo se detuvo. No, para ser estrictamente exactos, Andreaphus aceleró hasta el punto en que parecía que el tiempo se había detenido. La última vez que fue testigo de este poder, Kuroka ni siquiera había sido consciente de lo que estaba pasando, pero aquí y ahora, definitivamente lo vio y podía decirlo claramente.

“He estado esperando este… Vacío”.

Escuchó a Shax murmurando detrás de ella.

“Te he concedido poder. Te digo esto porque creo que puedes hacerlo”.

Kuroka no tenía forma de saber que, antes de la batalla, Zagan le había dicho a Shax que probablemente Andreaphus aparecería en el campo de batalla. El poder que Zagan le había otorgado a Shax era exactamente lo que se estaba empleando ahora. Shax usó Vacío, el símbolo mismo del poder de este Archidemonio. Y no solo lo estaba usando, lo había visto en el más mínimo instante para que Kuroka pudiera moverse en este mundo. Este hombre también había llegado al reino de los Archidemonios.

“¡No retengas nada y hazlo bien!”

Impulsado por la voz de Shax, Kuroka cargó contra el Archidemonio una vez más. Andreaphus se arrancó la Armadura Ungida. Kuroka bajó su cuerpo hasta el suelo y entró de un solo paso.

La espada de Andreaphus cayó directamente hacia abajo. Kuroka lo interceptó, deteniendo el golpe e incluso empujándolo hacia atrás. Esa simple colisión dividió la tierra y envió rayos eléctricos de maná corriendo por el aire.

La velocidad era la fuerza. Y aquí, la espada de Kuroka era incluso más rápida que la de Andreaphus. Enfrentarse a alguien incluso más rápido que él dentro de este mundo tenía que ser una novedad, incluso para él.

¡Pero no puedo dejar que esto continúe por mucho tiempo!

Mientras chocaban a una velocidad tan rápida que parecía que el tiempo se había detenido, las ondas de choque causaron estragos en su entorno. Una vez que este espacio se deshiciera, los Caballeros Angelicales y los soldados enemigos quedarían atrapados en la explosión.

Kuroka de repente se dejó caer al suelo y pateó los pies de Andrealphus debajo de él. Habiendo sido tomado por sorpresa por eso, Andrealphus perdió el equilibrio. Usando su impulso, Kuroka torció la parte superior de su cuerpo y golpeó con sus espadas cortas.

Apuntó a la muñeca que empuñaba la espada de Andrealphus. Sin embargo, vio a través de esto y levantó su brazo izquierdo. Por lo tanto, cortó su mano izquierda con un crujido, enviando dedos desgarrados por el aire.

¿Él sacrificó su mano?

Andreaphus luego usó su mano sin dedos para agarrar una de las espadas de Kuroka, deteniendo sus movimientos por completo. Su mano que empuñaba la espada todavía estaba bien. En este rango, no podría evadir incluso si soltara su espada, y Papillon no podría activarse en este mundo.

Andreaphus giró con todas sus fuerzas. Trató de detener el golpe con la espada que le quedaba, pero no pudo resistir la fuerza y la dejó caer. La sangre brotó en el aire. Su espada la había hendido desde el pecho hasta la cintura.

¡Todavía no!

Su ropa había sido bendecida por un Archidemonio y un alto elfo. Incluso después de haber sido cortada de una manera tan brutal, Kuroka aún tenía la fuerza para moverse. Sacó su espada corta de las manos de Andreaphus con fuerza bruta, reuniendo sus últimas fuerzas para un último corte.

El brazo de la espada de Andreaphus revoloteó en el aire, amputado del codo para abajo. Con eso, Vacío se deshizo. El color volvió al mundo y un intenso dolor recorrió el cuerpo de Kuroka.

“Gah…”

Ella vomitó sangre. Sus rodillas se debilitaron. Ella no podía soportar. La carga de entrar en ese mundo asaltó sin piedad el cuerpo de Kuroka, sin prestar atención a su estado herido. Pero aun así, Andreaphus se mantuvo en pie. Levantó su mano sin dedos sobre su cabeza, dejándola caer sobre Kuroka.

¡No puedo escapar!

Y en el momento en que su cuerpo se congeló ante ese pensamiento…

“¡No dejaré que toques a Kuroka!”

… El puño cubierto de un círculo mágico de Shax se clavó en la mandíbula del Archidemonio. Andreaphus cayó violentamente por el suelo, derribando a los soldados a su paso. Cuando el polvo se asentó, permaneció de pie sobre un montón de cadáveres.

“¿Todavía está de pie…?”

Kuroka estaba fuera de combate. Y habiendo usado el Puño del Archidemonio, el brazo de Shax era un desastre total. Shax se había colocado frente a Kuroka, resolviéndose a sí mismo por una muerte segura, cuando el enorme cuerpo de Andreaphus comenzó a balancearse.

“Gah… Gah…”

Los ojos de Andreaphus se desviaron y se derrumbó boca abajo en el suelo. Esta vez, el aterrador Archidemonio dejó de moverse por completo.