86 [Eighty Six]

Volumen 9: Las Valquirias Han Arribado

Interludio 1: La Interminable Y Demasiado Tribal Disputa Del Rey De Picas Y La Reina De Corazones

<<¿Por qué estás aquí, Serpiente? ¿No ha comenzado tu próxima operación?>>

“Ese es un buen saludo, Zelene.”

Zelene había sido devuelta a la Federación. Sentada en su contenedor dentro del laboratorio, planteó su pregunta a Vika, a la que él respondió con un encogimiento de hombros indiferente. No ofreció ninguna respuesta real, sino que se limitó a mirarla con la fina y venenosa sonrisa de una serpiente.

“¿No es hora de que empieces a hablarle a Nouzen de la misma manera que me hablas a mí? Esa es tu verdadera naturaleza como unidad de la Legión, después de todo. Hace sólo unos días, te reías, y aún no se había dado cuenta de la tensión que eso suponía para ti…”

<<————————>>

La Legión era una máquina de matar y nada más. Y las máquinas de matar normalmente no necesitan ser capaces de hablar o mostrar emociones. Al ser una unidad Pastor, Zelene podía recordar esas cosas, pero la Legión no estaba equipada con los medios para replicar esas funciones.

En realidad, incluso la charla ociosa le suponía una tensión que amenazaba con freír su cerebro de Micromáquinas Líquidas. Y aun así, no quería interactuar con Shin utilizando su léxico mecánico normal. A pesar de todo, Shin intentaba tratar a Zelene no como una unidad de la Legión, sino como una persona. Y ella no quería responder a las emociones de Shin con un comportamiento que demostraba que no era más que otra máquina de matar sin sentido.

Porque ese hecho probablemente causaría un gran dolor a ese dulce y problemático niño.

<<… ¿Qué quieres de mí?>>

Vika se volvió a encoger de hombros y decidió no seguir con el tema. “Usted mencionó una ‘unidad Morpho número cuatro’, que debía servir

como vanguardia de la segunda ofensiva a gran escala. Hemos encontrado un modelo que corresponde a esa descripción en los Países de la Flota. Una unidad de combate naval, equipada con un cañón de riel. Un acorazado, o mejor dicho, un buque de asalto anfibio.”

Por un momento, Zelene permaneció en silencio. Había planteado que podían estar construyéndose unidades de Morpho de producción masiva, pero… ¿un acorazado? ¿En los Países de la Flota?

<<Desconocido. Más allá de los límites de la jurisdicción de esta unidad. Los datos relativos a las bases de mando de cada zona y a la construcción de unidades prototipo experimentales sólo los conocen las unidades comandantes de cada zona de combate.>>

“Eso tiene sentido, sí. Para mantener la información confidencial en secreto, esta no se transmite a ninguna unidad excepto a los encargados de ella.”

<<Además… es desconcertante.>> “Estoy de acuerdo.”

La cámara externa reflejó el débil brillo de los ojos violetas imperiales de Vika.

“Lo que quería confirmar con usted es que el núcleo de control de este acorazado Legión tenía las redes neuronales de otras personas añadidas a su

Pastor, como una base de datos externa. Incluso como un método de mejora de la Legión, esto es realmente una elección inusual. Podrían haber cambiado simplemente el antiguo Pastor por uno nuevo.”

La Legión eran máquinas de matar. El procesador central de una unidad no era más que un componente. No había forma de que cambiarla, si era necesario, no fuera una opción.

“Además de eso, está el tipo de alta movilidad. Dijiste que había sido desarrollado como parte de la investigación de la inteligencia artificial. Y también dijiste… que le habíamos dado un nombre interesante.”

Phönix. El pájaro inmortal que inmolaba su cuerpo cuando estaba a punto de morir, para renacer de sus propias cenizas.

“La vida eterna es la característica principal del Phönix. Fue un producto de la investigación sobre la inmortalización de la inteligencia artificial. La Legión puede ser producida en masa, pero hay unidades que no pueden ser reemplazadas. El propósito de la investigación era encontrar una manera de que esas unidades se mantuvieran vivas a perpetuidad. En otras palabras, se trata de un proyecto para la inmortalización de los Pastores.”

Y el hecho de que los Pastores busquen la inmortalidad por encima de la sustitución… El hecho de que insistan en conectar nuevas redes neuronales en lugar de sustituirlas por completo significa…

“Los Pastores actuales están persiguiendo obstinadamente la preservación de sus personalidades o —si se me permite ser tan inusualmente poético— su propia supervivencia, ¿no es así? Es casi como si…”

… temiesen a la muerte, igual que los frágiles y débiles humanos que los Pastores habían sido en vida.

“Producir en masa a los Phönix y traer a la Noctiluca al redil. No tiene

sentido en el ámbito del refuerzo de los Pastores.”

Ese fue el consenso entre los oficiales del frente occidental tras el informe del Grupo de Ataque. Cuando el general de división Altner dijo esto, Willem

—el jefe del Estado Mayor— y Grethe, que había vuelto a la base para dirigir la operación de tres frentes, asintieron con la cabeza. Estaban todos en el cuartel general integrado del frente occidental, en la sala del jefe del Estado Mayor.

“Usar el Phönix para reunir las cabezas de los comandantes es una cosa.

¿Pero cargarlos en un barco de asalto anfibio como unidades de infantería? Ese tipo de aplicación no tiene sentido. Un Grauwolf habría sido suficiente

—. No, un Grauwolf habría sido en realidad la mejor opción.”

El Phönix se centró en la velocidad hasta el punto de descartar el armamento vivo y el blindaje pesado, lo cual era un defecto fatal desde la perspectiva de Richard. La guerra moderna contaba con cañones con alcances efectivos tan cortos como varias decenas de kilómetros y tan lejanos como cien kilómetros.

El Phönix, que sólo disponía de armas cuerpo a cuerpo, estaba indefenso ante una descarga de artillería, a menos que cruzara grandes distancias bajo un fuego letal. Su relativa agilidad y su camuflaje óptico carecían por completo de sentido cuando se enfrentaba al alcance y al radio de acción de los explosivos de gran potencia.

Incluso cuando se había acercado con éxito al Grupo de Ataque y a su Reina, éstos eran capaces de establecer contramedidas eficaces para derrotarlo. Y, de hecho, había perdido repetidamente ante Undertaker, que estaba optimizado para el combate cuerpo a cuerpo pero, a diferencia de él, era una unidad tripulada.

El Phönix no produjo ningún resultado que animara a la Legión a producirlo en masa. Y aun así decidieron hacerlo.

“Para empezar, la Noctiluca es un concepto extraño en sí mismo. Probablemente pretendían introducirla contra los Países de la Flota o en su lucha contra el Reino Unido. Pero el primero no era un oponente al que necesitaran el elemento sorpresa para derrotar. Podrían haberse limitado a asfixiarlos con sus fuerzas existentes hasta que se extinguieran.”

Mientras Grethe hablaba, apoyó la mejilla en su mano y agitó la otra con desprecio. No le gustaba la crueldad de este tema, pero no habría alcanzado el rango de coronel si no se diera cuenta de que ese pragmatismo insensible era necesario a veces.

“Y el Reino Unido tampoco tiene sentido como oponente. Es un país del norte, su clima es demasiado frío y su población es relativamente pequeña. Sobre todo, su terreno está lleno de acantilados que deberían ser imposibles de cruzar para la Noctiluca. Todo esto significaría que si la Legión llevara la Noctiluca allí, sólo acabaría en campos de batalla donde no sería útil.”

“Pero el hecho es que tiene un nivel de potencia de fuego que no podemos ignorar. Apesta a una distracción. Probablemente deberíamos asumir que tienen algún tipo de ángulo. Aun así, por muy obvio que sea el señuelo, tenemos que manejarlo. Por muy irritante que sea.” Continuó Willem, claramente frustrado.

Esto era sorprendentemente sincero viniendo de él. No había nada que odiara más que la lectura de sus emociones, y sólo mostraba este tipo de honestidad ante personas como Richard y Grethe, que lo conocían desde hacía muchos años.

“Creo que el verdadero objetivo de la Legión estaba en la base Torre Espejismo.” Dijo Richard. “No había ninguna razón real para construirla sobre el mar. Ya sea una planta de producción o un puesto de mando, podrían haberla construido en tierra. Como bien dijo el Príncipe Viktor, es un desperdicio de recursos. Y es exactamente por eso que…”

“La Legión debió de tener alguna razón que les obligó a construir una base marítima… ¿Qué opinas, Grethe?” Willem dirigió la conversación hacia ella.

“No tenemos suficiente información para formar una hipótesis, señor. Excepto… Bueno. Creo que le dieron mucha importancia a hacer una base difícil de encontrar. Estamos vigilando sus territorios terrestres. Pero como no han desarrollado ninguna unidad naval conocida, unido al hecho de que no se conocen batallas de la Legión que hayan tenido lugar bajo el agua, nunca habríamos pensado en buscarlos en el mar.”

Richard miró sus palabras con un “hmm”. El razonamiento se ajustaba y coincidía con la información adicional que habían recibido de la Santa Teocracia durante la expedición en ese lugar: las tendencias claramente antinaturales entre la Legión en su territorio. El comportamiento de la Legión, y quizás incluso su objetivo, parecían coincidir perfectamente.

Era como si trataran de desviar la atención de la humanidad hasta el momento oportuno, tal vez de algún tipo de instalación que se estaba construyendo o su propósito.

“Willem, ¿es posible analizar y reproducir con exactitud la estructura de la Torre Espejismo utilizando la grabadora de misiones del Reginleif?” Preguntó Grethe.

“Se está trabajando en ello, pero no tenemos suficientes datos de imagen para crear una reproducción perfecta.” Respondió. “Y como la Noctiluca fue más allá y destruyó su propia maldita base, no podemos investigar más… Aunque, creo que el hecho de que la Noctiluca decidiera destrozar el lugar da crédito a la idea de que la propia Torre Espejismo era el objetivo principal.”

“Así que en la próxima operación, tendremos que intentar obtener la información de su base. Y por eso, por fin, harán lo que han estado evitando todo este tiempo y organizarán los ejércitos privados de la vieja nobleza en regimientos del ejército libre.”

Durante la Era del Imperio, cada noble poseía una fuerza militar formada por sus subordinados y parientes de sangre. Cuando surgió la Federación, los nobles influyentes conservaron sus posiciones como altos mandos. Mientras tanto, la revolución había conseguido que la clase media tuviera derecho a unirse al ejército y a ampliar su número e influencia sobre el mismo.

Debido a los motivos ocultos de ambos grupos, los ejércitos privados que los nobles de alto rango conservaban para proteger su propiedad privada nunca se habían organizado en el ejército de la Federación, a pesar de los once años de guerra y las innumerables bajas.

El hecho de que se introdujera esta organización privada significaba que el ejército de la Federación estaba perdiendo por fin la compostura. Aunque la unidad de élite de los nobles, que se había incorporado al ejército de la Federación, aún no había hecho nada importante.

“Lo diré para que conste, pero los Regimientos Libres no están bien vistos…” Señaló Grethe. “No importaba cuántos soldados plebeyos tuvieran que morir, los nobles sólo se preocupaban por sus luchas de poder. Y así sus soldados aprendieron a perseguir el mérito por cualquier medio.”

A pesar de su mordaz comentario, a Willem —que era uno de esos nobles

— no pareció importarle.

“Las quejas de los plebeyos suenan huecas. Son ellos los que rechazaron organizar los ejércitos privados en el ejército porque no querían que los nobles tuvieran más influencia marcial.”

Dicho esto, la verdadera razón por la que se pospuso la introducción de los ejércitos privados fue porque estaban esperando a que el número de plebeyos disminuyera naturalmente tras su combate contra la Legión. Una razón fría, reflexionó Richard, y ciertamente no una que pudiera decirse en voz alta. Los nobles contemplaban la guerra de la Legión sin preocuparse por la muerte de la mayoría de los soldados civiles en el conflicto. Y luego, cuando la guerra se acercará naturalmente a su conclusión, proporcionarían sus ejércitos privados al ejército de la Federación como fuerzas fuertes y sanas, permitiendo a la vieja nobleza hacerse con el control.

Este era el verdadero objetivo de los nobles. Se estaban preparando para el conflicto entre la aristocracia, que seguramente estallaría cuando la guerra se intensificara. Durante los últimos días del Imperio, la corte imperial se había dividido en facciones, sin que la mayoría de la gente lo supiera. La facción imperial, que tenía como objetivo declarado la protección de la familia real imperial, se había reducido a una turba desordenada con la extinción de la línea imperial.

Pero había una facción que pretendía instalarse como la nueva línea imperial. Una facción que conservaba su poder e influencia incluso ahora y que conspiraba para derrocar al gobierno.

“La Archiduquesa Brantolote se cree la reina de la nueva línea imperial, y de hecho, no le importa que muera alguno de los plebeyos. Por eso enviaron ese regimiento, Myrmecoleo.”

Ese era el regimiento que había sido enviado a la Santa Teocracia con el Grupo de Ataque. Antlion: un monstruo con cabeza de león y cuerpo de hormiga. Un patético mestizaje de una criatura que podía cazar a su presa pero que nunca sería capaz de digerirla, muriendo inevitablemente de hambre.

… En efecto, una cosa lamentable.

“Sinceramente, los nobles no dejan de lado sus antiguas luchas internas ni siquiera con el Imperio en ruinas.” Mientras Richard entornaba los ojos con autodesprecio y una pizca de melancolía, la voz de Grethe interrumpió sus pensamientos. “El largo antagonismo y rivalidad entre los Onyx y los Pyropes que se ha mantenido desde los albores del Imperio… Se sospecha que la unidad enemiga en la Santa Teocracia ayuda a la Noctiluca en sus reparaciones y que es una especie de nuevo modelo que está relacionado de alguna manera con ella. No necesitas obtener ninguna información de la Noctiluca, así que probablemente utilizarás ese nuevo prototipo de arma para destruirla. No puedes dejar que los Pyropes —el Regimiento Myrmecoleo— pongan sus manos en cualquier información crucial, ¿verdad?”

Richard se encogió de hombros. Grethe tenía razón, hasta cierto punto. La Noctiluca no servía para recoger información. Shin lo había confirmado. El pastor que la poseía no era un oficial imperial. No tenía la información que más necesitaban.

“Los Pyropes tienen sus propios motivos ocultos, al igual que nosotros. Después de todo, la 1ª División Blindada tiene al Capitán Nouzen. Está bajo la protección del presidente temporal, Ernst Zimmerman. Y lo más importante, es un Nouzen.”

Ernst fue presidente porque había liderado la revolución y contaba con el apoyo de los ciudadanos, pero el éxito de la revolución no podía atribuirse únicamente a él. Era un Jet —que se consideraba una subraza de los Aquila

— y un siervo. Contaba con el apoyo de las familias Onyx, que, bajo las instrucciones de su líder, impulsaron la democracia. Esa facción incluía a la Casa Altner, la familia de Richard; y la casa de Willem, Ehrenfried.

Y estaba la mayor facción de Onyx, que, después de la guerra, probablemente se enfrentaría a la Casa Brantolote y a las familias de Pyrope bajo ella en su intento de coronar a su archiduquesa.

El líder de esa facción de Onyx era la Casa Nouzen.

La espada maldita del Imperio, los generales negros. Guardianes de la Casa Adel-Adler y descendientes de los destructores.

“Son ellos los que no quieren que le arrebaten el mérito de haber hundido brillantemente a la unidad más poderosa de la Legión hasta la fecha. Desean impedir su capacidad y la de los Ochenta y Seis para mostrar a las masas más hazañas de heroísmo. Eso es lo que pretenden la zorra de los Brantolotes y su nueva facción dinástica.”