Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 18

Capítulo 5: Rescate

Parte 2

¿Se puede volver invisible? ¡Wow! Pensamientos simples pasaron por la mente de Liselotte mientras daba una respuesta corta pero encantada, sosteniendo la mano izquierda de Aishia con fuerza como se le indicó.

“…” Aishia abrió la puerta con su mano derecha y en silencio activó sus artes espirituales. Un suave viento los envolvió.

Al momento siguiente, Liselotte ya no podía ver su entorno. Era como si estuviera separada del mundo por una capa de niebla. Aishia, que podía visualizar la esencia mágica, no tuvo problemas para ver fuera de la niebla. Al mismo tiempo, nadie fuera de la niebla podría verlos dentro.

¿Qué…? ¿Esto no es magia?

La confusión en la mente de Liselotte fue superada por el asombro. No tendría fin si actuara sorprendida por todo lo que sucedió.

“No toques la niebla que puedes ver. El espacio temblará y deshará la ilusión”.

“C-Correcto”.

Había una cosa que ella entendió: Haruto, Aishia y Aria eran las personas más fuertes en el Reino de Galarc en este momento. Y los tres actualmente se estaban arriesgando por ella. Había sufrido sola desde que la trajeron a este país, haciéndola más feliz porque los tres habían venido por ella. Eran tan confiables que no pudo reprimir sus emociones eufóricas.

“Muchas gracias.” En lugar de responder en voz alta, Liselotte le dio un fuerte apretón a la mano de Aishia.

“No te preocupes. Todo lo que queda es caminar en silencio hacia Haruto y Aria. Vamos.” Aishia tomó a Liselotte de la mano, llevándola hacia un futuro brillante.

***

Al mismo tiempo, Rio y Aria esperaban en un callejón desierto a unos cinco minutos del edificio donde Liselotte estaba cautiva. Estaban listos para ejecutar su plan de rescate, por lo que Rio vestía su abrigo negro de wyvern.

“Acaban de salir de la habitación de Liselotte. Podremos reunirnos con ellos en cinco minutos como mínimo. Finalmente es el momento”, le informó Rio a Aria. Debían actuar como distracciones y guardias si algo sucedía, pero si Liselotte y Aishia podían salir de la habitación en un estado invisible, entonces no deberían tener ningún problema para llegar aquí.

Una vez que se encontraron, el plan era continuar a pie si nadie se daba cuenta de la desaparición de Liselotte, o volar por los cielos y alejarse a toda velocidad si se producía una conmoción.

“Esperemos que puedan comunicarse con nosotros sin ningún problema…”

“Mientras el arte de la invisibilidad esté activo, será difícil detectarlos sin tener sentidos extremadamente agudos. Estoy seguro de que estará bien.”

“Si puedo preguntar por curiosidad… ¿Cómo se ve realmente cuando desaparecen?” Aria preguntó vacilante.

“¿Te gustaría verlo por ti misma?”

Rio activó sus artes espirituales. Un suave viento envolvió su cuerpo. Desde la vista de Aria, el aire donde estaba Rio se distorsionó durante unos segundos antes de que desapareciera por completo. Quedaba un espacio vacío sin ninguna distorsión. No importa cómo lo miraras, no había señales de nadie parado allí.

“Ya veo… Eso es impresionante. Te vuelves uno con el fondo en cuestión de segundos”. Los ojos de Aria se agrandaron.

“Solo te hace invisible a los ojos, por lo que las voces aún se pueden escuchar y las presencias aún se pueden sentir. La ilusión solo elimina la información visual. Un movimiento vigoroso deshará la invisibilidad, y cualquier cosa que toque la barrera hará temblar el aire. Cualquiera que pueda visualizar la esencia mágica notará esa anormalidad. No es un truco todopoderoso, por lo que no se puede confiar demasiado…”, dijo Rio, enumerando las desventajas de las artes de la invisibilidad.

No era como si desaparecieran de este plano como cuando un espíritu se convirtió en su forma espiritual, por lo que era difícil de usar en combate. Contra un usuario de arte espiritual que podía visualizar la esencia, era poco más que un truco de fiesta.

“Sigue siendo muy útil, creo. Es extremadamente difícil detectar tu presencia desde lejos. Cualquiera que no conozca el truco será completamente engañado. Gracias a eso también podemos hacer un plan de rescate tan audaz”, dijo Aria, impresionada.

Fue en ese momento que lo escucharon.

Una explosión en auge rugió desde la dirección del edificio oficial, varias veces seguidas. Inmediatamente después…

Lo siento, Haruto. Alguien vio a través del arte de la invisibilidad.

Un mensaje telepático de Aishia llegó a Rio.

***

Poco antes de que Rio mostrara el arte espiritual de la invisibilidad a Aria, Aishia y Liselotte marchaban por la mansión.

Realmente no podemos ser vistos por nadie… Increíble.

Pasaron junto a numerosos soldados que patrullaban el edificio, pero ninguno los había notado.

El único problema fue que el guardia frente a la habitación de Liselotte desapareció; si alguien notaba eso y revisaba dentro de la habitación, vería que había desaparecido. Pero era poco probable que eso sucediera en el tiempo que les llevó abandonar el edificio. Tampoco había señales de que alguien se apresurara por los pasillos.

Sin embargo, el verdadero problema ocurrió justo cuando estaban a punto de dejar la puerta y salir. Iban caminando por el patio hacia la puerta, cuando…

“¡Oye, el rehén está tratando de correr! ¡Es Liselotte! ¡Liselotte Cretia se está escapando!” alguien gritó en voz alta.

Aishia no había disipado su invisibilidad. Ella echó su aguda mirada a su alrededor.

“Te voy a llevar”. De repente recogió a Liselotte en un acarreo nupcial. En el momento en que lo hizo, el arte de la invisibilidad fue cancelado. Apenas había hecho eso—

“¡Aah!”

Orbes de luz de decenas de centímetros de diámetro llovieron donde ella estaba. ¡Boom! un sonido explosivo rugió.

No fue un solo orbe lo que llovió: un segundo, tercer, cuarto y quinto disparo en breve sucesión. Cada uno tenía bastante poder detrás de él, y cayeron a una velocidad moderada. Con Liselotte en sus brazos, Aishia dio pasos ligeros para evadir cada disparo. Cada orbe aterrizó con una fuerte explosión, abriendo la tierra. Aishia miró hacia el cielo, esperando un ataque de seguimiento, pero el bombardeo parecía haber terminado. Sin embargo, la sucesión de ataques había enviado un rugido a través de la ciudad. Naturalmente, los guardias que los rodeaban habían notado la anormalidad y se estaban acercando a ellos.

Lo siento, Haruto. Alguien vio a través del arte de la invisibilidad, Aishia informó de inmediato a Rio.

Plan B. Vuela de inmediato y prioriza la seguridad de Liselotte. Te respaldaré desde los cielos, respondió Rio rápidamente.

“Liselotte, vamos con el Plan B”. “¿P-Plan B?”

Liselotte pareció desconcertada ante la primera mención de un Plan B.

“Aquí va.” Aishia pateó el suelo, saltando. Ganó más y más altura, justo cuando los guardias de la finca se reunían fuera del edificio. Erica, Andrei y Natalia estaban entre ellos.

“E-Espera… ¿Qué? ¡¿Qué?!”

Fácilmente habían saltado varios metros de altura. Aparentemente, el salto se realizó sin un destino en mente, por lo que Liselotte se preguntó al principio hacia dónde estaban saltando. Ese pensamiento fue seguido por la comprensión de que no estaban cayendo, sino que se elevaban cada vez más contra la gravedad, lo que hizo que sus ojos se abrieran de par en par.

Liselotte había decidido no sentirse más sorprendida por todo, pero los eventos consecutivos que superaron su sentido común la dejaron atónita.

En ese momento, orbes de luz pasaron sobre la cabeza de Aishia en un suave arco. Eran más pequeños que los anteriores, pero había muchos más y mucho más rápidos.

“Guh…” Aishia de repente bajó su altitud, deslizándose bajo la avalancha de orbes. Si hubiera seguido subiendo como antes, habría recibido el ataque directamente.

En el momento siguiente, llovieron más orbes. Esta vez no llovían hacia abajo para suprimir su vuelo, sino directamente hacia ella. Era un ataque claramente calculado para controlar sus movimientos.

“Abrázame fuerte”.

“¡C-Correcto!”

Aishia despegó en un estallido en zigzag. Pero incluso mientras esquivaba los orbes, le dispararon más sin fin.

Haruto, hay un enemigo disparando tiros de larga distancia para evitar que gane altitud. Un hábil lanzador de artes espirituales. La misma persona que vio a través de mi invisibilidad, creo.

Aishia contactó a Rio mientras evadía los ataques. Habría podido manejar la situación sola, pero era difícil hacer movimientos finos y aumentar su velocidad mientras cargaba a Liselotte.

Lo tengo, respondió Rio. Al mismo tiempo, Santa Erica salió disparada del suelo hacia Aishia, que volaba a una altura baja de unos cinco metros.

“No te vas a escapar”.

Ella balanceó su bastón de obispo, aparentemente intentando tirarlos al suelo a los dos por la fuerza.

Hemos llegado, la voz de Rio hizo eco en la cabeza de Aishia cuando alguien saltó hacia Santa Erica. Era Aria.

“¡¿Eh?!”

Erica notó la sombra sobre ella y apoyó su bastón sobre su cabeza. Inmediatamente chocó con la espada que Aria balanceó hacia abajo con todas sus fuerzas.

“¡Haaah!” Aria usó el impulso de su caída para aumentar la fuerza física de su cuerpo mejorado, blandiendo su espada vigorosamente. Habiéndose preparado tarde, Erica fue golpeada con el ataque.

“Guh…” Su cuerpo fue derribado, y se estrelló pesadamente contra el suelo. No pudo hacer un aterrizaje seguro y rebotó ferozmente, rodando sobre él. Aria aterrizó tras ella ligeramente.

Mientras tanto, Rio cayó al lado de Aishia y balanceó su espada cubierta de viento, cortando los orbes de luz que llovían sobre ella.

Aria… ¡Señor Haruto! Liselotte miró entre los dos, abrumada por la emoción.

Aishia. Otro cambio de planes. Aria y yo nos haremos cargo aquí. Vuelas fuera de la ciudad así. No te preocupes por los tiros de larga distancia. Los bloquearé a todos.

Tan pronto como Rio envió ese mensaje, él mismo creó docenas de orbes de luz. Tenían menos de diez centímetros de diámetro, y eran suficientes para no bloquear su visión.

Okay. Aishia asintió, luego aceleró hacia el perímetro de la ciudad.

“¡N-No dejes que se escapen! ¡Ve! ¡Ve tras ellos! ¡Alguien, ayude a Santa Erica!” Andrei, que había estado aturdido por la serie de eventos que se desarrollaban, volvió en sí y dio órdenes a los guardias cercanos.

“Está bien. No seré derrotado por algo como esto.” Erica se puso de pie lentamente y luego alzó la voz para declarar que estaba a salvo. Se sacudió la suciedad de la ropa con molestia, aparentemente sin haber sufrido ningún daño.

“¡Santa Érica!”

“¡Oh, Santa Érica!” Los que miraban hablaron con asombro. Erica levantó su bastón como si fuera a responderles.

Fue golpeada contra el suelo con tanta fuerza y se levantó sin un rasguño. Es tan dura como Aria la describió… Rio observó a Erica debajo de él y tragó saliva.

“Me preguntaba quién estaba causando esta conmoción, pero ahora veo. Y el chico de arriba es el del Castillo de Galarc. ¿Entonces me seguiste?” Erica miró entre Aria parada frente a ella y Rio flotando sobre ella, luego suspiró con cansancio.

“¡Déjame el santo a mí!” Aria le gritó a Río. Parte de su intención probablemente era tener a Rio de guardia con sus habilidades para cubrir el cielo y el suelo, pero debe haber tenido sus propias emociones hacia Erica después de lo que sucedió en Amande. La intención y resolución de acabar con la vida de Erica si la situación lo requería se podía ver en sus ojos.

“Entendido… No dejaré que nadie interrumpa”.

Ni los soldados sobre el terreno, ni el usuario de artes espirituales que se esconde para brindar apoyo de largo alcance. Rio centró su atención en el área con su aguda mirada.

“¡Estas personas son sirvientes de los nobles de Galarc que han venido a recuperar a Liselotte Cretia! ¡Les infligiré el castigo divino!”

Con esa declaración, Erica levantó su bastón de obispo y cargó contra Aria. Al mismo tiempo, Aria dio un paso adelante para cerrar el espacio entre ellos. Una vez que estuvieron al alcance del otro, balancearon sus armas y comenzaron un feroz intercambio. Erica tenía más fuerza física, pero Aria la enfrentó con maniobras y técnicas de combate superiores.

Aria dijo que la Santa Erica tiene una poderosa mejora del cuerpo físico, pero sus movimientos siguen siendo los de un aficionado. Estoy de acuerdo, mientras nadie los obstaculice, este encuentro será de Aria.

Rio observó los movimientos de Erica desde arriba y consideró seguro dejárselo a Aria.

“¡A-Apoya a Santa Erica ahora! ¡Prende a esa mujer insolente!” Andrei ordenó a los soldados que se reunieran en la finca, intentando bloquear los movimientos de Aria con sus números.

“¡Raaaargh!” Los soldados comenzaron a cargar contra Aria desde todas las direcciones. A este ritmo, el campo de batalla se convertiría en un caos desordenado.

Previendo sus movimientos, Rio dispersó los orbes de luz que había colocado a su alrededor, haciéndolos llover sobre los soldados desde una altura de diez metros. Ninguno de los orbes tenía la fuerza suficiente para matar a menos que golpearan puntos críticos, pero tenían la fuerza suficiente para enviar a un hombre grande volando varios metros con un golpe directo.

“¡Guh!”

“¡Whoa!”

Cada orbe dio en el blanco, dejando inconscientes a los soldados. En el lapso de unos segundos, más de una docena de soldados cayeron al suelo. Todavía había soldados de pie, pero…

“Eek…”

Vacilaron al ver a sus camaradas siendo arrastrados por la lluvia de luz que apareció de la nada. Una vez que se dieron cuenta de que acercarse a Aria significaba estar bajo el fuego de Rio, sus piernas se detuvieron. Rio repuso sus orbes de luz tan pronto como los disparó, por lo que su voluntad de luchar se desvaneció.

“¡¿Q-Qué estás haciendo?! ¡Peleen! Si no puedes acercarte a esa mujer descarada, apunta al hombre que vuela allí. ¡Liberen sus hechizos, sus flechas!” Andrei ordenó a los soldados que lo rodearan de nuevo.

“Ngh…”

“¡Glacies Projectilis!”

Varias personas con los medios para atacar a distancia dispararon sus arcos y cantaron hechizos para magia de ataque de bajo nivel, apuntándolos a Rio. Dio vueltas en el aire, girando para obtener una vista de 360 grados del suelo. Una vez que confirmó de dónde venían los ataques dispersos, envió todos sus orbes de luz disparados al mismo tiempo. Los orbes se lanzaron erráticamente, como si tuvieran mente propia, mientras perseguían cada hechizo de ataque y flecha. Algunos orbes adicionales incluso fueron a hacer un contraataque a los soldados, dejándolos inconscientes.

“¿Q-Qué es ese hombre…?”

“¿Cómo puede un ser humano flotar en el aire?” “¿Qué son esas bolas de luz?”

Rio había ganado el control completo de su entorno. Al sentir eso, los soldados restantes en el suelo perdieron la voluntad de luchar.

“¿No hay nada que podamos hacer más que mirar…?” Andrei cayó de rodillas desesperado.

Sin nadie que los interrumpiera, la batalla entre Aria y Erica se había vuelto más intensa. Erica seguía siendo la más fuerte en habilidades físicas, pero parecía que Aria tenía la ventaja ganadora. Sus habilidades de combate le habían permitido tomar la delantera con contraataques.

La lucha se inclinaba a favor de Rio y Aria. Si continuaban así, el resultado sería claro en cuestión de minutos. Pero por alguna razón, la Santa aún tenía que mejorar su cuerpo físico. Su fuerza oculta aún era desconocida.

Algo es extraño. He tenido control sobre el aire todo este tiempo, pero la persona que le disparó a Aishia no ha intentado atacarme.

A diferencia de cuando Aishia intentó escapar con Liselotte, todos los ataques aéreos habían cesado. Rio había tomado posición en el aire desde que había sido el más cauteloso del misterioso usuario de artes espirituales, por lo que encontró esto bastante extraño.

“Parece que estoy en desventaja aquí después de todo. No puedo luchar con todas mis fuerzas.” Erica de repente se detuvo en el suelo.

“¿Negarse a aceptar su derrota?” Aria dijo, haciendo una pausa con cautela.

“No puedo ejercer mi poder al máximo. Los ciudadanos a los que debería estar protegiendo han caído a mí alrededor, retorciéndose de dolor. Si tuviera que usar mi poder en estas condiciones, serían asesinados. Este hombre en el cielo puede parecer un caballero, pero sus métodos son bastante astutos”, dijo Erica mientras miraba hacia arriba.

Aishia, ¿cómo están las cosas allí? ¿Algo extraño? preguntó Rio, ignorando a Erica.

Nada aún. He llegado al borde más al sur de nuestro rango de comunicación. En otras palabras, estaba aproximadamente a un kilómetro al sur de Río, muy probablemente a poca distancia de la ciudad.

Muy bien. El usuario de artes espirituales que te obstruyó ha dejado de atacar aquí. Es posible que se hayan ido por tu camino, así que ten cuidado. Estamos a punto de terminar las cosas aquí.

Okay.

Con eso, su transmisión terminó.

“¿Fingiendo que no existo? Qué hombre tan frío”, se lamentó Erica desde abajo.

“No veo a la persona que interrumpió tu escape antes de que llegáramos. Tengo un mal presentimiento al respecto, retirémonos pronto”, dijo Rio a Aria abajo mientras ignoraba las palabras de Erica una vez más.

“Entendido” respondió Aria.

Si tuviera que elegir entre luchar contra Santa Erica y asegurar la seguridad de Liselotte, priorizaría lo último. Ella no estaba dispuesta a olvidar eso a través de su odio. Aria seguía tan tranquila como siempre.

“¿Oh? ¿Pensaste que podrías escapar tan fácilmente después de hacer tal conmoción en terreno enemigo?” Erica levantó su bastón, sonriendo desafiante.

“Tú fuiste quien lo inició en nuestro reino. No tienes derecho a criticar a los demás” espetó Aria de inmediato.

“Hehehe…”

Aria levantó su espada, lista para detener a Erica en cualquier momento. Pero al momento siguiente, Rio lanzó todos sus orbes de luz al suelo, rodeando a Aria en forma de cono. La pared de orbes separó a Aria de Erica, y en ese único instante Rio descendió al suelo para recoger a Aria en sus brazos.

“Vamos.”

Se elevó en el aire una vez más, continuando a una altitud de diez y tantos metros de altura.

Todavía no hay ningún ataque que impida nuestro escape…

Al mismo tiempo, no hubo informes de un ataque sorpresa de Aishia. ¿Por qué? Rio se estrujó el cerebro por una razón mientras se apresuraba a encontrarse con Aishia y Liselotte. Mientras tanto…

Entonces ella no puede usar su poder completamente con gente alrededor. Pero si los deja salir de la ciudad, estará indefensa… ¿Qué hará la Santa ahora, hmm?

Desde lo alto de los cielos, Reiss observaba cómo se desarrollaba todo.

***

Mientras tanto, en el jardín de la propiedad, inmediatamente después de que Rio y Aria se fueran, un ambiente sombrío flotaba en el aire. Todos en el jardín acababan de probar cómo era la desesperación. Fue su primera derrota desde la revolución, y se filtró en ellos como un veneno. La Santa República Democrática de Erica carecía de experiencia real en combate; la mayoría de las batallas que tuvieron lugar durante la revolución se ganaron con el poder de Erica, fueron victorias inalcanzables sin ella. Por lo tanto, los soldados eran mucho menos competentes en comparación con los ejércitos de otros reinos. Su oponente esta vez fue un mal enfrentamiento, pero les había dado una lección vívida. Estaban completamente mal preparados. Totalmente impotente.

“¡Aah! ¡Oh, Santa Érica! ¡Perdóname, perdónanos! ¡Estábamos indefensos contra él! ¡No pudimos hacer nada, dejándote luchar solo!” Andrei estaba tan conmocionado como un hombre hundiéndose en un pantano de desesperación, disculpándose con Erica con todo lo que tenía.

“Está bien, Andrei. Todos los demás también. Todos ustedes lucharon valientemente”.

Erica les dedicó una sonrisa amable y maternal y negó con la cabeza. “¡Santa Érica!”

“¡Santa Érica!” “¡Santa Érica!”

Todos gritaron el nombre de Erica, buscando la salvación.

“¡Liselotte Cretia es una bruja después de todo! ¡Una bruja! ¡Ella trajo la desgracia a este país! ¡Ella es el símbolo del desastre!” El rostro de Andrei se retorció con furia asesina cuando declaró que la existencia de Liselotte era el mal mismo.

“Lo siento. Yo fui quien la trajo aquí. Todo esto fue por mi pobre juicio”. Erica de repente adoptó una mirada triste mientras admitía su propio error.

“¡No! ¡Para nada! ¿Quién podría haberlo sabido? ¡Quién podría haber sabido que su comportamiento gentil y santo escondía su verdadero rostro como una bruja! ¡Ella simpatizaba con la gente y nos recitó palabras impresionantes para ganar nuestros corazones! ¡Esa mujer es una bruja astuta!” Andrei insistió en que no se podía culpar a Erica por expresar desprecio por Liselotte.

“Aquellos que nos invadieron hoy son los poderes que posee la malvada clase noble de una nación importante. El mal que derrotamos a través de la revolución era pequeño en comparación. Mientras existan grandes naciones como la de ellos, nuestro país siempre estará en peligro”.

“¡Oh, oooh! ¡Qué ignorantes éramos, de verdad! ¡¿Cómo pudimos haber sido tan tontos?!”

“No debes ser engreído, Andrei. Siempre te lo he recordado: los humanos son criaturas tontas.”

Andrei jadeó, luego pareció aún más arrepentido. “Fui verdaderamente, verdaderamente tonto… Cómo pude haber sido tan ciego…”

“Pero tampoco debes olvidar esto: los humanos solo son capaces de enfrentarse a su verdadero ser cuando se enfrentan a su desesperación.

¡Así que enfréntalo! ¡Aprende, sin salir corriendo! Sobre ti como persona, sobre tus emociones que quedan después de la desesperación. ¡Entonces usa esas emociones como combustible para dar un paso adelante! ¿Aún tienes la voluntad de seguir moviéndote? La democracia no progresará sin aplastar por completo a la clase noble del continente. Debes ser muy consciente de eso. ¿Dejarás que eso te detenga? ¡¿Todavía deseas hacer un mundo para la gente?!” Erica elevó en alto su bastón de obispo, avivando las emociones de su audiencia con sus preguntas.

“¡Yo-yo quiero seguir adelante!” “¡Queremos seguir adelante!” “¡¿Pero cómo podemos?!”

“¡¿Tenemos el poder para hacer tal cosa?!” Quienes la escuchaban alzaron la voz.

“¡Lo tienen! Les diré esto: ¿pensaban que podrían escapar tan fácilmente después de hacer tal conmoción en terreno enemigo? Así que no se preocupen, ¡me tienen contigo! ¿Pueden creer en mí? ¡¿En mí y en los milagros que he realizado hasta ahora?!”

“¡Por supuesto!” “¡Sin duda!”

“¡Yo creo!” “¡Creeremos en ti!” “¡Yo también!”

Las voces gradualmente se hicieron más animadas.

“¡En ese caso, te mostraré otro milagro hoy! Estaba planeando guardar mi poder para invadir las principales naciones, pero no se puede evitar. ¡Una gran nación ha pisoteado todo nuestro suelo!”

Con el bastón de obispo en su mano derecha, Erica abrió los brazos y miró hacia el cielo.

“¡Protector de los débiles, del pueblo, de esta nación! ¡La bestia divina más grande, la bestia guardiana, protegerá a la gente y matará todo mal! ¡Ahora es el momento del juicio! ¡Te convoco, Bestia de la Tierra!”

Una sombra gigante cubrió inmediatamente el patio interior como una nube.