Watashi, Nouryoku Wa Heikinchi De Tte Itta Yo Ne! (NL)

Volumen 10

Capítulo 78: El regreso de los Dragones Antiguos.

Parte 3

 

 

A mitad de su conjuro, Pauline había insertado las palabras: “Petardo Explosivo”. Aunque ella no podía conjurar el tipo de magia de fuego necesaria para detonar una ojiva, Mile había compartido con ella un concepto diferente con esas palabras, haciendo mímica de un petardo explotando, con esa misma detonación.

Con la palabra clave dicha, las puntas de las lanzas de tierra se auto destruyeron, rompiéndose para liberar algo rojo que había sido metido dentro…

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Junto con el ataque de Pauline, Reina liberó su ira contra el enemigo también. “Hagan arder a nuestros enemigos hasta las cenizas… ¡Dragon-Crushing Inferno!”.

Una masa de llamas apareció a su lado.

“¡Fuego!”.

La bola de fuego salió volando a alta velocidad en una dirección distinta a la de los taladros de Pauline, hacia el otro dragón.

“Nuestras barreras son hasta más eficientes contra magia que contra proyectiles físicos. Tus ataques serán elimin—”.

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¡Bwomf! La llama se debilitó por un momento, su velocidad bajando al mismo tiempo que atravesaba la barrera, pero aun así atravesó limpiamente, interrumpiendo lo que fuera que estuviera diciendo el dragón.

“¡Guh!. El dragón rápidamente batió su cola, esperando desviarla, pero pequeñas lenguas de llamas comenzaron a arrastrarse por todo su cuerpo. “¡Hmph! Mis escamas lo re… pele…

¡Guh! ¡¿Cómo?!”.

Las llamas que no deberían haber sido rivales para las escamas y piel fortificadas con magia de un dragón antiguo continuaron esparciéndose. Sin importar cómo moviera sus extremidades contra sí mismo, no podía extinguir el fuego. De hecho, al hacerlo, las llamas se pegaron a sus brazos también, esparciéndose aún más.

“¡Water Ball!”. El dragón invocó una esfera de agua y se empapó—pero no tuvo caso. “¡¿¡¿P-Por qué no se apagan?!?!”.

La magia que Reina había usado operaba en un principio físico diferente al de la magia de fuego típica. Un arma famosa usada en la Tierra era la bomba de napalm, la cual se componía de nafta (gasolina cruda) y un agente gelatinoso agregado para lograr viscosidad. (Este agente gelatinoso se componía de las sales de aluminio co-precipitadas: ácido nafténico y ácido palmítico, cuya unión en forma de palabra compuesta dio origen al nombre “napalm”). Este ataque era una maligna imitación de tales incendiarios basados en aceite, compuesto de materiales similares que existían en este mundo, y dio como resultado llamas que no podían removerse fácilmente al ser aplicadas, y que no se extinguirían ni con el uso de agua… En otras palabras, esta no era una bomba mágica, sino una química.

“¡Hmph! ¿Realmente creíste que una genio en combate como yo no prepararía contramedidas para un oponente contra el que luché desesperadamente antes? ¡No subestimes a los humanos!”.

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“¡Gah! ¡Gwaaah! ¡¡¡Gweeeeh!!!”.

“¡Wah! ¡Arde, arde, arde, arde! ¡Quema! ¡Quema! ¡Mis escamas! ¡Mi cuerpo! ¡¡¡Está ardiendo…!!!”.

Los dragones estaban atrapados en el círculo más bajo del infierno. Esta era probablemente la única forma correcta de describir la escena. Uno rodaba violentamente en el suelo, tratando de extinguir las llamas que quemaban su cuerpo. El otro se retorcía con agonía. Y el tercero, mientras tanto, yacía en el suelo, ojos en blanco, sin siquiera moverse en lo más mínimo… Su raza poseía fuerte energía vital, así que este probablemente no estaba muerto todavía.

Reina y Pauline comenzaron nuevos conjuros, listas para dar el golpe de gracia. Justo entonces, el dragón que había estado retorciéndose por el ataque de Pauline, aguantó el dolor y rápidamente atacó a las chicas, batiendo su cola. “¡¡¡Mueeeeraaaaannn!!!”.

Por un momento, Reina y Pauline, quienes no poseían habilidades de combate mano a mano, se congelaron. Los poderosos hechizos que habían estado preparando no podrían recitarse a tiempo, y era demasiado tarde para cambiar aquello que preparaban. Solo podían ver con pasmo la cola moviéndose hacia ellas.

Hasta que…

¡Corte!

La cola cayó frente a ellas, crispándose… sin seguir pegada al dragón antiguo.

“Técnica Secreta, EX True Godspeed Blade, tercera forma: ¡¡Dragon Guillotine!!”.

“¡¡Mavis!!”, gritaron las dos, corriendo hacia la espadachina, quien mostraba una amplia sonrisa.

“¡Gracias al cielo! Logré llegar justo para el clímax…”, murmuró Mavis, dejando salir un poco de sus verdaderas intenciones.

“¡T-T-Tu brazo! ¡¿Qué es ese brazo?!”, preguntó Reina. Por otro lado, Pauline se había congelado con asombro al momento de ver el brazo izquierdo de Mavis.

“¡Con la magia de la amistad de nuestro lado, la forma de un caballero es invencible!”.

“Tonta”, dijo Reina, con una leve pero exasperada sonrisa.

Lágrimas cayeron de los ojos de Pauline. Cuando finalmente abrió su boca, una declaración despiadada resonó. “Rápido, démosles el golpe de gracia. Podemos sentarnos a hablar después”.

El dragón que había estado a mitad de su ataque empezó a retorcerse de nuevo. Llantos de “¡Mi cola! ¡Mi cola!” estaban mezclados con sus gritos, y aunque parecía muy preocupado, no se sabía cuándo podría atacar de nuevo. Necesitaban erradicar esta fuente de peligro cuanto antes.

Watashi Nouryoku Volumen 10 Capitulo 78 Parte 3 Novela Ligera

 

“Bueno, hora de magia conclusiva”, dijo Reina, mirando a Mile, quien había seguido a Mavis fuera de detrás de las rocas.

Justo entonces, sin embargo…





“¡Esperen! ¡Por favor denles la oportunidad de rendirse!”, Berdetice, quien había estado observando la batalla desde lejos, llegó rápidamente. “¡La batalla ya acabó! ¡Por favor, si los tres admiten la derrota, permítanme salvar sus vidas!”.

Era cierto que no tenía sentido matar a los tres dragones. Las cosas sólo empeorarían para Pacto Carmesí si incurrían en la ira de un clan entero de dragones al matar a sus compañeros. Además, este era probablemente el rol exacto que Berdetice había esperado cumplir al acompañar a los otros dragones como guía y al no participar en batalla. Era admirable que un joven como él aguantara el menosprecio de sus colegas para luego rogar por las vidas de los mismos aliados que lo habían menospreciado.

Reina vio al resto de miembros de Pacto Carmesí, quienes asintieron afirmativamente. “Supongo que se acabó. Si todos ustedes admiten la derrota, y prometen no volver a molestarnos, podríamos dejarlos ir, ¿qué les parece?”.

“¡Oh, muchas gracias! ¡Denme un minuto!”, Berdetice corrió hacia el par que yacía llorando y retorciéndose, confirmando algo con ellos. “Uno todavía sigue inconsciente, así que por favor discúlpenlo. Bien podría haber sido asesinado en este punto, así que por favor consideren esa su rendición. El resto de nosotros acepta sus términos, al cien por ciento. Si alguien tiene problema con ello, juramos resolverlo nosotros mismos”.

Aunque lágrimas seguían cayendo por sus caras, los otros dos asintieron fervientemente. Pacto Carmesí consideró esto suficiente. Era poco probable que el primer dragón escuchara los resultados de la batalla de sus aliados y tratara de contraatacar, y realmente, él no estaba en un estado que se lo permitiera. Él, de hecho, estaba en una condición tan mala que sería preocupante si no recibía curación de inmediato.

“Ahora… ¡Remueve todas las entidades ajenas a este cuerpo y elimínalas! Poder de la recuperación, arregla el cuerpo de este dragón y cura sus heridas”.

Tras erradicar la capsaicina del cuerpo de la victima de Pauline, Mile se giró para aplicar curación al primer dragón, a quien habían empalado por completo. Si era dejado así, pronto estaría en condición crítica, considerando especialmente que sus entrañas se veían por el gran corte de Mavis.

Por otro lado, Reina removió el agente incendiario adhesivo del cuerpo de su víctima con una poderosa versión de su usual magia de limpieza, mientras que Pauline se encargó de sus quemaduras. Justo como una bomba de racimo, aunque el agente estaba separado en varias pequeñas partículas, cada pequeña parte no era particularmente combustible por su cuenta. A pesar de cuanto se había retorcido el dragón, el agente corrosivo no había alcanzado su interior, así que a pesar de todo su pánico, su vida ya no corría riesgo ahora que las llamas se habían extinguido.

Por supuesto, de haber sido dejado quemándose, habría sido otra historia por completo…

En todo caso, los dragones deberían ser capaces de evitar los peligros tanto de la muerte como de efectos secundarios duraderos… ignorando sus traumas mentales.

“Mi cola. Mi cola…”.

Aparte del infierno de capsaicina, el segundo dragón no había recibido heridas particularmente graves. Sin duda, era el menos lastimado de los tres, pero aun así, estaba murmurando, meciendo entre brazos el muñón de su cola limpiamente cercenada.

“¿Qué le pasa?”, murmuró Reina, haciendo una cara mientras veía fijamente al dragón.

“Ah, eso. Bueno…”. Berdetice empezó a explicar. “Él todavía sigue soltero. Y nuestro cortejo se basan en nuestras colas. Juegan un increíblemente importante rol en nuestras muestras de afecto, tales como enrollar nuestras colas, darnos empujones juguetones y así. Si se queda con su cola así, pues…”.

Los otros dos dragones bajaron su cabeza. Aparentemente, este era el tipo de situación donde las palabras no eran suficientes.

Las miembros de Pacto Carmesí guardaron silencio. Esto era incómodo. Dolorosamente incómodo…

“Mi   cola.    Mi    cola.    Mi   colaaaa…”,    el    dragón    continuó murmurando vacíamente, lágrimas desbordándose.

“¡Oh, rayos! ¡Ya entendimos!”. Mile levantó la cola cercenada y retorciéndose, y se acercó al dragón. “¡Puedo pegarte esto de nuevo si te das la vuelta!”.

“¿Eh?”, los cuatro dragones dijeron al unísono.

Aparentemente, reemplazar una parte del cuerpo perdida estaba más allá incluso de las capacidades de un dragón antiguo. A decir verdad, no era para nada como curar un corte. Incluso con la medicina moderna de la Tierra, pegar una extremidad cortada y esperar una recuperación total había sido casi imposible hace tan poco como medio siglo. Incluso con magia a disposición, sin el conocimiento anatómico y médico, sería difícil visualizar apropiadamente los pasos correctos para la regeneración y emitir los pulsos mentales necesarios para dirigir a las nanomáquinas. Pensar “péguenselo de nuevo” significaría que los nervios no estarían conectados, y los vasos sanguíneos cortados se atrofiarían. En resumen, los resultados no serían bonitos.

Los cuatro dragones miraron a Mile con escepticismo, pero al mismo tiempo, sus miradas colectivas cayeron en Mavis, parada a su lado.

“¿Qué…?”.

Todos excepto el dragón que había quedado inconsciente estaban seguros que habían visto el brazo izquierdo de Mavis bañado en llamas. Sin duda, estaban seguros que había sido calcinado hasta desaparecer.

Mantuvieron silencio, incrédulos. Era impensable. Miraron con dudas el brazo izquierdo de Mavis, ojos abiertos de par en par. El cuarto dragón veía sin hablar, sin conocer las circunstancias o el por qué sus compañeros se veían tan perplejos.

Notando sus miradas, Mavis sacó su espada con una sonrisa, girándola con solo su mano izquierda en pequeña demostración.

Los tres mantuvieron silencio, incapaces de quitarle los ojos de encima.

“¡P-por favor!”, dijo finalmente el dragón a Mile, “¡Vuelve a ponérmela! ¡Haré lo que quieras! Me recostaré y te mostraré mi vientre, te dejaré montarme como un caballo— ¡siempre y cuando no me pidas traicionar a mi familia, haré lo que quieras!

¡¡Te lo ruego!!”.

 

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Si las cosas salían mal aquí, podría terminar soltero toda su vida…

y la vida de un dragón era muy larga.

Mile giró sus ojos con cansancio hacia el dragón, quien prácticamente estaba postrado llorando. La joven chica dragón, Shelala, les había mostrado su vientre, pero ella había sido una niña que había sentido que verdaderamente estaba en peligro. Un dragón adulto haciendo lo mismo frente al enemigo era otra historia por completo.


Como se prometió, el dragón le entregó su cola a Mile, quien acercó la parte cortada. Primero, tenía que remover la suciedad y desinfectarla.

“Limpia    este    segmento,     remueve    todo    cuerpo    ajeno, ¡Esterilizar!”.

Ahora, para pegarlo…

“Activar regeneración celular, unir huesos, reacomodar tendones, remendar nervios, unir vasos sanguíneos, unir superficie… ¡¡¡Tera Heal!!!”.

“¡¡¡Whoooooaaaa!!!”.

“Por favor no te muevas todavía… y ¡listo!”. Mile golpeó con su dedo en un lugar justo delante de la porción reacomodada.

“¡Duele!”. El dragón antiguo por reflejo dejó salir un grito, y pareció sorprenderse, su rostro crispándose. “¡¿Cómo puede ser que el dedo de un humano pueda doler tanto?!”.

Normalmente, un humano podría tocar a un dragón antiguo con tanta fuerza como para romperse los dedos, y aun así el dragón ni siquiera lo notaría. Que tal acción realmente doliera en este caso…

Si esta niñita fuera a blandir una poderosa arma contra el dragón de frente, o si lo golpeara con todas sus fuerzas…

“¡¿Cómo pueden ser tus manos tan fuertes?! Y más importante, ¡¿cómo puede haber dos guerreras de nivel legendario como tú, juntas?!”, gritó el dragón.

El dragón que Reina había quemado tocó a este otro en el hombro. “Aún más importante, sentiste ese dolor en tu cola, ¿no es así?”.

“S-Sí, es cierto… Uh. ¿Eh? ¡¿Eeeehhh?!”. El dragón estaba desconcertado, ríos de lágrimas cayendo por su cara de nuevo.

“Lo sentí… El dolor. La sensación. ¡Pude sentirla!”. Luego, hizo un movimiento tentativo con su cola. Crisparse.

Crisparse crisparse.

“Se mueve. ¡Se mueveeeeee…!”.

“Creo que debería estar completamente unida, pero por si acaso, trata de no moverla mucho los próximos dos o tres días. Después de eso, deberías regresar a la normalidad”.

¡Ka-fwoosh!

“Uh-guh… ¡Gracias, grandiosa chica humana!”.

Mile sólo pudo ver, confundida, mientras el dragón caía sobre su

espalda, con sus brazos y patas abiertos…

***

 

 

Los dragones antiguos agradecieron a Pacto Carmesí, juraron jamás molestarlas de nuevo, y partieron. Por supuesto, esto solo aplicaba a Berdetice y a los otros tres dragones. Ellos no podían tomar decisiones o hacer promesas en nombre del clan entero. Pacto Carmesí tenía muy presente que la verdadera fuente de sus problemas era el nuevo joven líder.

En cuanto a Wence, el dragón del encuentro en las ruinas a quien Berdetice se refería como “joven”, no se sabía si se abstendría también o si se vería tentado por una revancha… ¿Y quién sabe cuál era la posición de Shelala en todo esto?

Incluso si los dragones adultos eran incapaces de mantener a raya a su joven líder, era poco probable que desearan una guerra contra cada raza humanoide (enanos y elfos incluidos), al comenzar algo contra los humanos—y era impensable que lograran convencer a cada dragón de su clan para llevar a cabo un asalto contra los mismos. Incluso los dragones podían reconocer que, a veces, un héroe aparece para enfrentarlos. Y a veces, justo como ahora, resultaba que ese héroe era una buena persona, razonable, quien perdonaba y curaba a los dragones que habían atacado unilateralmente.

Los dragones antiguos nunca habrían perdido contra una persona normal, pero si su oponente era tal héroe excepcional… Visto de esa forma, esta situación podía cerrarse sin problemas.

O eso pensaban los miembros de Pacto Carmesí.

“Y bien, Mavis, ¿qué es ese brazo?”. “¿Qué es esa cosa?”.

No podía evitarse la forma molesta en que Reina y Pauline cuestionaban a Mavis, no después de haberlas preocupado tanto.


“O-Oh, bueno…”, comenzó a responder, mirando a Mile en busca de ayuda.

Como siempre, era cuestión de las habilidades de Mile, aunque con seguridad diría que esto era otro de esos “secretos de familia”. Aun si eran compañeras de grupo, Mavis no estaba segura de cuánto podía divulgar a otras personas.

Entendiendo esto, Mile lanzó su explicación. “¡Es un secreto familiar!”.

“Me lo imaginaba”, respondieron las otras tres.

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Esta vez, sin embargo, no iban a dejarlo pasar tan fácilmente. Las miembros de Pacto Carmesí eran inquisitivas por naturaleza, pero más importante, necesitaban entender cada faceta de las capacidades de Mavis por el bien de batallas futuras. Si Mavis se encontraba mal en medio de su batalla, y su brazo izquierdo dejaba de responder, podría ser un problema fatal—y podría costarle la vida no solo a Mavis, sino probablemente también al resto del grupo. Incluso ignorando esto, era imposible que Pauline, quien había estado casi segura que tanto el brazo izquierdo de Mavis como su futuro como caballero habían desaparecido por su culpa, fuera a rendirse sin recibir una explicación.

“¡Explícalo!”.

“¡Dinos que es lo que está pasando!”.

“A mí también me gustaría saber más de esta cosa. Habrá algo así como… ¿un manual de instrucciones que deba tener en mente?”.

Escuchando la pregunta de Mavis, Reina y Pauline miraron su brazo con sorpresa. A este paso, una explicación era más o menos obligatoria, y Mile pretendía ofrecer una desde un principio. Era imposible salir de esta sin dar información.

“Como sabrán, el brazo izquierdo de Mavis se perdió por el aliento de un dragón antiguo. El brazo que tiene ahora es artificial. Por favor considérenlo un brazo de un golem, manufacturado para parecer uno humano”.

“¿Eh…?”.

Reina y Pauline estaban desconcertadas, probablemente habiendo asumido que Mile había recuperado la extremidad de Mavis con magia curativa. Anteriormente, sus expresiones habían sido ligeras, casi de reprimenda hacia Mavis y Mile por haberlas preocupado. Ahora, sus caras estaban crispándose.

“E-Entonces eso significa que el brazo izquierdo de Mavis…”. “Sí. Ella puede moverlo con normalidad, pero no es una extremidad viva; es artificial, sin sangre que corra a través de ella.

Pero sus capacidades son mucho mayores que las de la mayoría de prótesis, así que no creo que vayan a haber problemas con ella”.

Estas noticias sacudieron a Pauline hasta su más profundo ser. Ella había asumido que la extremidad había sido curada. Por un momento, había sentido alivio, pensando que Mavis se había recuperado gracias a la magia curativa de Mile y que podría dejar atrás sus sentimientos de culpa. Sin embargo, la realidad era que la extremidad era falsa, y que Mavis de hecho había perdido su brazo, tal y como ella había temido en primer lugar.

Una prótesis.

Mavis, la diligente y amable líder de su grupo, quien había puesto mucho más empeño que nadie en busca de convertirse en caballero.

Mavis, la hija de un conde, hija que probablemente se casaría con alguna otra familia noble algún día.

Pauline lo había arruinado todo para ella.

“Uh… uuh… Waaaaah…”, lagrimas recorrían el rostro de Pauline.

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Oh no, pensó Mile. Aun así, sabía que consolar a Pauline justo ahora sería una pérdida de tiempo, así que la dejó continuar.

“Ahora, Mavis, quitemos ese brazo para que pueda aplicar magia y restaurar tu extremidad perdida. Tomará algo de tiempo restaurarla sección por sección, así que será débil por alrededor de un mes. Las cosas serán un poco inconvenientes hasta entonces, pero te pido que lo aguantes”.

“¿Eh?”, dijo una voz.

“¿EEh?”, dijo una segunda. “¿¿¿Eeeehhhh???”, dijeron tres voces.

“¡¿¡¿Puedes arreglarlo?!?!”.

“¡Quiero decir, me imaginaba que podrías hacer algo así!

¡Eres , después de todo!”, dijo Reina.

“¡Yo igual! Imaginé que si alguien sería capaz de hacer algo por una extremidad perdida, serías tú, Mile”, asintió Pauline.

“Vaya, ¡realmente pensé que me cumplirías sólo una de aquellas opciones cuando me diste a elegir!”, rio Mavis amargamente.

Era Mile, después de todo. Todo saldría bien al final.

Y sin embargo, Mavis continuó. “Aun así, dado lo ocurrido, creo que está bien que me quede con el brazo así”.

“¡¿Quééé?!”, las otras tres dijeron al unísono. Incluso Mile se unió a sus gritos de sorpresa.

“¿P-Por qué?”, tartamudeó Mile.

“¿Podrías darme más detalles sobre este brazo?”, preguntó Mavis, en lugar de dar una respuesta. “Cosas como sus habilidades, mantenimiento, qué hacer si se rompe— todo lo que deba saber”.

“P-Por supuesto… Bueno, por fuera, se ve como un brazo normal. Usé tu brazo derecho como referencia. Aunque fue construido con materiales similares a carne y hueso real, tiene más aguante que uno verdadero y debería ser también más poderoso. No requiere mantenimiento regular, y cuando se rompa, puede repararse automáticamente con magia. Es a prueba de agua, así que no deberías tener problemas en días de lluvia, o al nadar o bañarte. Y es tratada igual que tu espada”.

Es tratada igual que su espada.

El comentario final de la explicación de Mile era una que sólo Mavis podía entender.

En otras palabras, el “espíritu” de Mavis podía circular fácilmente a través del brazo, y podría utilizarlo al “liberar su espíritu, usando técnicas de respiración especiales”. Eso significaba que podría usar su Wind Edge, aun sin tener su espada… con un poco de práctica.

“Entonces en serio es más fuerte que mi brazo original. Me lo preguntaba después de haber podido cortar al dragón. Además, cuando di aquella pequeña demostración, estuve segura de que se movía más rápido que mi brazo normal, con más agilidad… Mile, dilo sin rodeos. Este brazo es mejor que mi original, ¿no es así? Mucho mejor, ¿verdad?”.

Era cierto. Este brazo era uno manufacturado por las nanomáquinas como reemplazo para el de Mavis, bajo la dirección de Mile, así que las nanomáquinas se habían esforzado al máximo… Tanto que era cientos de veces más capaz que su brazo original. Además, las reparaciones y mantenimiento serían manejadas completamente por nanomáquinas exclusivas.

“S-Sí. De hecho, podría decirse que, con ese brazo, podrían llamarte ‘La Mujer de 6,000 Monedas de Oro’”.

Mavis sonrió ante estas palabras.

“¡Lo sabía! Por favor, ya que ya lo tengo, déjame seguir usándolo. En realidad siento que esto me acercará mucho más a mis sueños. Te parece bien, ¿verdad, Mile?”.

“Uh… S-Sí, bueno, si a ti te parece bien, y si no te importa, entonces a mí tampoco”. Mile estaba un poco agotada, por haber asumido que este brazo sería una medida temporal, pero no era como si continuar usándolo fuera a causarle inconvenientes a Mavis.

¡HÚRRA!. Las nanomáquinas en el nuevo brazo gritaron con alegría. Su nuevo trabajo, el cual pensaron que duraría poco tiempo, se había extendido. No había nanomáquina alguna que no se emocionara con la idea de tener algo como esto para llenar su tiempo—especialmente cuando significaba ser de uso para la chica con autorización de nivel 5, sin importar que fuera de forma indirecta. Se deleitaban con el prospecto de trabajar al lado de Mile.


Las expresiones en la cara de Reina y Pauline, eran, sin embargo, complicadas.

“Bueno, supongo que está bien…”, dijo Reina.

“Está bien… Si el brazo puede… Bueno, tomaría un mes, pero… Si puede regresar a la normalidad en cualquier momento si Mavis quiere…”, dijo Pauline. Repentinamente, jadeó con un nuevo pensamiento. “M-Mavis… no pensarás dejar que un enemigo te arranque tu brazo derecho y piernas a propósito con la esperanza de tener un cuerpo más fuerte, ¿verdad?”.

Por un momento, Mavis puso una cara que sugería que ni siquiera lo había considerado, pero entonces miró a las otras tres, quienes la veían fijamente con terror, y sacudió su cabeza con énfasis.

“¡No! Por supuesto que no…”.

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