Shin no nakama janai to Yuusha

Volumen 5

Capítulo 4: Reencuentro Con Yarandrala

Parte 2

 

 

Me sorprendió la reunión totalmente inesperada con Yarandrala. Afortunadamente, Tisse, que había acompañado a mi vieja amiga, ayudó a suavizar las cosas. Siendo los planes lo que eran, decidimos seguir moviéndonos hasta la noche, cuando montaríamos el campamento y tendríamos una conversación real.

Tisse y Godwin tenían la intención de acompañarnos hasta la mañana, cuando regresarían a Zoltan.





Con Mistorm y los demás alrededor, Yarandrala y yo no podíamos discutir lo que había sucedido después de que me fui del grupo, pero afortunadamente, ella pareció entenderlo. No había sondeado en absoluto mientras caminábamos juntos.

Actualmente, ella y yo estábamos sentados uno frente al otro en la fogata.

“Siempre pensé que nuestra reunión sería más dramática que esto”, admitió Yarandrala en voz baja.

El trípode y una pequeña olla de agua estaban sobre el fuego.

“¿Dramática cómo? Definitivamente no esperaba verte aquí”, respondí.

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“Como… tú apareciendo mientras lucho contra una horda de dragones. ¡O luchando espalda con espalda contra el ejército del señor de los demonios!”

“Ah-ha-ha. Sí, creo que lo dejaré pasar”.

“Hee-hee. Sin embargo, siempre has sido así. ¿Recuerdas cuando nos conocimos en Loggervia? ¿Cuándo estaba luchando contra el ejército del señor de los demonios allí?”

“Me sorprendió cuando escuché que estabas en Loggervia. Y admito que me apresuré a ayudar. Pero no pude ayudar a los aldeanos a ponerse a salvo, así que terminé teniendo que dejarte todo a ti y regresar”.

“Eso solo significa que confiaste en mí, ¿verdad? Loggervia está tan lejos de la capital, pero aun así viniste a salvarme… Estaba emocionada”.

“Llamar suerte a todo parece incorrecto ya que el pueblo donde vivían tus amigos fue atacado, pero sí, no puedo negar que fue dramático”.

La fuerza de Yarandrala había sido decisiva durante el contraataque de Loggervia; Ella nos guio a través de los bosques hechizantes que se creían intransitables, lo que nos permitió romper el asedio del enemigo y suplicar ayuda a los países vecinos. No se sabe qué habría ocurrido si Yarandrala no hubiera estado allí.

“Esta vez, sin embargo, estabas tomando una siesta y disfrutando de la vista cuando te encontré”, dijo la alta elfa.

“Nos detuvimos para disfrutar de la vista en un lugar muy visible y despejado. No es sorprendente que te hayas encontrado con nosotros cuando lo hiciste”, respondí. Yarandrala sirvió una taza de té de la tetera. Hice una pausa para disfrutar de la fragancia mientras tomaba un sorbo. “Impresionante como siempre.”

El té de la tarde de Yarandrala tenía solo un toque de amargura y dejó una sensación refrescante. Era un sabor muy relajante. Las hojas de té habían sido mezcladas con varias hierbas, solo algunas de las muchas que llevaba Yarandrala.

“Siempre he buscado igualar este sabor”, comenté.

“Es una mezcla que he estado elaborando toda mi vida. Incluso si eres mi alumno favorito, aún te llevará al menos ochenta años descubrirlo”.

“Ochenta años, ¿eh? Eso es tan largo.”

“Pasará antes de que te des cuenta”.

Yarandrala tomó un sorbo de su propia taza y luego exhaló una bocanada blanca que se deslizó hacia el aire fresco de la noche.

“Continuando donde lo dejamos…”, comenzó.

Ladeé la cabeza hacia un lado. “¿Mmm?”

“Me alegro de haber podido tener una reunión tan tranquila contigo”.

“Ah sí. Disfrutar del té en paz es agradable”.

“Siempre has estado luchando, heroicamente decidido a emprender un viaje para salvar el mundo algún día. Apuesto a que el viejo tú nunca hubieras podido imaginar una reunión tan idílica”.

“En aquel entonces, pasé cada momento de mi vida luchando, tratando de volverme incluso un poco más fuerte. Si nos volviéramos a encontrar, habría sido dramático, en medio del combate… Tienes razón, probablemente no hubiera pensado que algo así fuera posible.”

“Sin embargo, aquí estamos en un entorno tan tranquilo. Siempre quise que tú y Rit vivieran por ustedes mismos. Para disfrutar el tipo de vida en la que podrías existir felizmente con la persona que amas”.

“Yarandrala…”

Su rostro se veía hermoso en el resplandor del fuego.

Los altos elfos poseían rasgos bien proporcionados, pero la expresión salvaje y libre de Yarandrala se oscurecía con sombras de dolor y soledad de vez en cuando. Para mí, ese encanto era solo de Yarandrala, algo completamente diferente de la belleza impecable de sus parientes.

Según mi propia estimación, Yarandrala era bastante mayor, incluso para ser un alto elfo. Nunca había oído un número real, pero tenía que ser mayor que cien. Se había escapado de Kiramin a una edad temprana y pasó varias décadas como aventurera. Después de que todos sus antiguos compañeros cayeran en combate o murieran de viejos, ella se retiró. Mientras visitaba a Kiramin de vez en cuando, Yarandrala había elegido continuar viviendo en la sociedad humana.

El otro nombre para los altos elfos era elfos urbanos y, fiel a ese nombre, tenían una tendencia a reunirse en un solo pueblo o grupo. Yarandrala probablemente era un caso un poco extraño entre los altos elfos, pero eso era parte de su encanto único.

Si las cosas hubieran sido diferentes… Si hubiera sido un poco más consciente de lo que pasaba a mí alrededor cuando estaba en la capital, tal vez…

“Si nos hubiéramos conocido en diferentes circunstancias, ¿crees que podríamos haber terminado juntos?”

Shin no nakama Volumen 5 Capítulo 4 Parte 2

 

La repentina pregunta de Yarandrala me dejó sin palabras. Sin embargo, después de un momento, negué con la cabeza y dejé de lado las reflexiones.

Al final, mientras siguiera siendo yo mismo, sin importar cuántas vidas viviera, todavía habría priorizado proteger a Ruti. Eso me llevó a conocer a Rit y dejarla en Loggervia, Ares me echó del grupo y encontré a Rit en Zoltan. Estaba pasando por todo lo que me había preparado para establecerme para una vida pacífica.

No creo que pudiera haber vivido de otra manera. “Probablemente no”, respondí. “Si.”

Antes de que me diera cuenta, mi taza se había secado y Yarandrala me estaba sirviendo una nueva.

“Eso es lo mejor. Tener que ver morir a alguien que amo frente a mis ojos otra vez sería horrible. Rezaré por tu felicidad, y cuando llegue el día en que nos separemos, podremos hacerlo de manera amistosa”.

“Todavía estoy trabajando en proponerle matrimonio a Rit, ¿y tú ya te preocupas por las despedidas?”

“Los humanos viven sus vidas con tanta prisa. Si me detengo a mirar un poco, desaparecen”, dijo Yarandrala.

“Como niños que crecen”.

“De hecho, como niños. Y, sin embargo, de vez en cuando, hay momentos en los que pueden parecer mucho más maduros que yo con todos los años que he vivido. Un atisbo de sabiduría que los enanos y los orcos nunca exhiben. Probablemente por eso los elfos nobles somos capaces de enamorarnos de los humanos.”

Yarandrala se inclinó para mirarme a la cara. Un poco avergonzado, desvié la mirada. Su risa alegre cantaba en mi oído.

“Red ha elogiado mucho mi té, ¿así que a ustedes dos les gustaría probarlo?” Yarandrala llamó.

Hubo un susurro en la maleza cuando Rit y Ruti se asomaron desde las sombras.

“Eh-heh-heh. Nos atrapó, ¿eh?” preguntó la primera.

“No pude engañar a las plantas”, afirmó esta última.

“Por supuesto. Incluso si me engañas, no puedes engañar a mis amigos. Así que no te sientes ahí afuera en el frío. Ven aquí y toma un poco de té caliente.”

Rit y Ruti se sentaron a mi lado mientras Yarandrala tomaba dos tazas más y los llenaba. Luego sacó las hojas de té de la tetera vacía y añadió algunas frescas y agua caliente.

“Estoy segura de que querrás una segunda taza”, dijo la elfa con confianza.

Ruti y Rit probaron cada uno el brebaje.

“Delicioso… Esto es como el té que hace el Hermano Mayor”.

“Sí, Red hace un tipo con un sabor similar”.

“Hee-hee. Naturalmente, ya que fui yo quien le enseñó cómo hacerlo.”

Rit tomó otro sorbo y asintió, mientras que Ruti bebió el suyo mucho más rápido, evidentemente disfrutando el sabor. Una sonrisa amable cruzó los labios de Yarandrala mientras miraba.

“Ruti, ¿te gusta mi té?”

“Mhm. Es delicioso, como el de Hermano Mayor.”

“Te preparé té antes cuando viajábamos juntos”, recordó Yarandrala.

“Mhm, lo sé. Pero en ese entonces, yo…” Ruti se apagó, luciendo preocupada.

Las muchas inmunidades y resistencias de la bendición del héroe habían aumentado el sentido del gusto de Ruti para permitirle detectar el más mínimo rastro de veneno. A cambio, se había vuelto increíblemente insensible a los sabores típicos. Además, siempre estuvo en óptimas condiciones y nunca necesitó comida. Por lo tanto, aunque pudo reconocer el sabor del té, nunca lo entendió como delicioso.

Al ver que Ruti estaba preocupada, traté de explicarme, pero Yarandrala me detuvo suavemente.

“Me alegro de que finalmente puedas decir que disfrutas mi té, Ruti. Se siente como si finalmente nos hubiéramos hecho amigos”.

“¿Amigos?” cuestionó Ruti.

Yarandrala asintió. “La Heroína y yo confiábamos el uno en el otro, pero no podrías describir nuestra relación como amistosa. Pero las cosas son diferentes ahora, ¿verdad?”

“Mhm”.

“Por eso me alegro. Me gustas como estás ahora”.

Los altos elfos no eran del tipo que se abría a cualquiera, pero una vez que dejaban entrar a alguien, expresaban su afecto físicamente. Yarandrala abrazó suavemente a Ruti y rio melódicamente.

“Tengo una propuesta para ustedes tres”, dijo.

“¿Qué es?” Yo consulté.

Sin dejar de abrazar a Ruti, Yarandrala respondió: “¿Te gustaría mudarte a Kiramin conmigo?”.

Rit y yo quedamos impactados.

“Delicioso.”

Ruti, sin embargo, no se conmovió, de pie allí en el abrazo de Yarandrala mientras bebía el té.

***

 

 

El Reino de Kiramin era el país de los altos elfos, y la única nación en el continente de Avalon gobernada por no humanos que podía reclamar legítimamente ser un reino.

“El clima en Kiramin es similar al de Loggervia. Es una ciudad-estado establecida en las frías llanuras del norte. La magia mantiene el clima primaveral dentro de las fronteras de Kiramin. Es el asentamiento más grande del continente, un hermoso lugar habitado por innumerables altos elfos y sus amigos. El gran templo está repleto de cristales, y el santuario interior rivaliza con la fortaleza del Último Muro. Los muros de Kiramin están construidos con rocas eternas y son una defensa absoluta contra las invasiones de los gigantes de hielo”, detalló Yarandrala, tomando la mano de Rit y la mía. “Los altos elfos no son perfectos, tienen sus defectos. Y Kiramin no es un paraíso utópico, pero… nunca te traicionaremos”.

“E-Espera un minuto allí. ¿Podrías explicar un poco? Apenas hemos hablado de lo que nos ha pasado desde la última vez que nos vimos” dije.

“Fuiste traicionado por Ares y expulsado del grupo, y nadie intentó encontrarte”, resumió Yarandrala.

“Eso es…”

“Y en cuanto a ti, Rit, salvaste Loggervia. Luchaste innumerables batallas por tu patria, perdiste a tu maestro y camaradas, pero aun así luchaste hasta el amargo final. Sin embargo, a pesar de todos tus esfuerzos, terminaste dejando en paz a Loggervia.”

El agarre de Yarandrala se hizo más fuerte en mi mano. Probablemente también hizo lo mismo con Rit.

“E-Espera. Dejé Loggervia, pero fui yo quien lo sugirió. Eso no fue culpa de nadie más”.

Rit era la heroína que había salvado su patria. Incluso durante la reconstrucción después de la lucha, lo había dado todo por el Ducado de Loggervia, usando tanto su autoridad real como todo lo que sabía sobre la gente del pueblo de su época como aventurera. Sus esfuerzos habían dado esperanza a la gente, desde los niveles más bajos hasta la nobleza.

No había nada de malo en eso, por supuesto, pero se había vuelto demasiado famosa, era demasiado heroica. Algunos comenzaron a preguntarse si ella estaba mejor preparada para gobernar que el actual sucesor. La idea comenzó a extenderse silenciosamente por toda la sociedad Loggerviana.

“Mi hermano menor ya había sido elegido para ser coronado como el próximo rey, y no quería interponerme. Eso es todo”, dijo Rit.

“No te habría dejado partir sola así. Si fuera por mí, se te habría permitido permanecer en tu tierra natal, sin importar las reglas que se tuvieran que doblar. Así como salvaste Loggervia, tu país debería haberte salvado a ti. Esa es la perspectiva de los altos elfos sobre el asunto, de todos modos.”

“Yarandrala…”

Había lágrimas en los ojos de Yarandrala. Parecía desconsolada.

“Desde el principio, Red siempre hizo todo lo posible por el grupo. Sin embargo, nadie se molestó en buscarlo”.

“Llegué a un punto en el que ya no podía seguir en la batalla. Ares ciertamente tenía su propia agenda, pero definitivamente vi lógica en su decisión. Así que no creo que se pueda culpar a Theodora o Danan por no haberme perseguido de inmediato” dije.

“¡¿No se puede culpar?! ¡No, tú también!”

Yarandrala se acercó tanto que nuestros rostros casi se tocaban.

“Yo—solo quiero decir que no pienso menos en ellos…”

“¡Incluso si realmente te hubieras convertido en un obstáculo, quería viajar contigo! ¡Si estabas sufriendo, quería que te apoyaras en mí! ¿Dejar de lado a alguien que te apoyó durante tanto tiempo solo porque dejó de ser útil? ¡No puedo aceptar eso! ¡No quiero! Éramos camaradas, ¿no?” La respuesta de la alta elfa fue tan seria y sincera que no supe qué decir. “Nunca te traicionaría”.

Así se sentía genuinamente Yarandrala. Era tal masa de emoción que no sabía cómo responder.

Rit habló en mi lugar. “Pero Yarandrala…”

“¿Vas a decirme que ellos también son inocentes por lo que le hicieron?”

“No, en ese punto, al menos, estoy completamente de acuerdo contigo. No importa cuánto Red pueda pensar lo contrario, no puedo perdonar eso. Estaban absolutamente equivocados al expulsarlo”.

¿Eh?

“¡Sabía que lo entenderías!”

“¡Por supuesto!”

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“Umm, ¿Rit?”

No había previsto que se pusiera del lado de Yarandrala. Los dos se abalanzaron sobre mí, apretándose contra mí hasta que estuve a punto de caerme. Sin embargo, antes de que pudiera, Ruti empujó contra mi espalda.

“Te apoyaré, Hermano Mayor”.

“Uh, ummm”.

Rit y Yarandrala me empujaban por delante mientras Ruti se agarraba y me sostenía por detrás.

“E-Espera, todos ustedes están un poco cerca…” protesté débilmente.

Acorralado por todos lados por tres hermosas señoritas, Yarandrala parecía una señorita al menos, incluso si técnicamente estaba subiendo allí, comencé a vacilar.

“De todos modos, cuando volvamos a Zoltan, podemos explorar en detalle cuánto ayudaste al grupo y cuán equivocado estuvo Ares al alejarte”.

“Oh, sí.”

“Mira, Yarandrala”. Rit desvió su atención de mí hacia la elfa noble. “Tienes razón en que forzarlo a salir estuvo mal. Y sí, tal vez Loggervia debería haber hecho más para complacerme. Pero aun así, no vamos a ir a Kiramin”.

“¿Por qué?”

“Porque estamos felices de vivir aquí en Zoltan”, dijo Rit sin rodeos. “Si hubieras encontrado a Red justo después de que lo expulsaran, o a mí justo después de dejar Loggervia, o a Ruti antes de que se reuniera con Red, entonces probablemente nos habríamos ido contigo. Pero ya hemos hecho un hogar para nosotros aquí. ¿Verdad, Red?” Rit me sonrió.

Esa expresión siempre fue tan impresionante.

“Sí, Rit tiene razón. Tengo una gran vida aquí en Zoltan. Por primera vez, estoy viviendo para mí. Lo mismo ocurre con Rit, Ruti, Tisse, Mogrim, Mistorm, Gonz, Tanta, Nao, Mido, Al, Dr. Newman, el artesano Stormthunder, Mink, Oparara, Moen e incluso Godwin. Todos están viviendo para sí mismos. Tengo muchos amigos en Zoltan y me alegra vivir allí. La razón original por la que elegí Zoltan fue que era un lugar donde podía vivir en paz sin preocuparme de que nadie descubriera mi verdadera identidad. Aun así, ha crecido en mí y quiero pasar mis días allí”.

Yarandrala todavía parecía insegura. “…Pero es posible que te traicionen de nuevo…”

“Eso es cierto. No hay garantía de que no seamos agraviados de nuevo. Nuestros amigos en Zoltan no son héroes de ninguna manera. Son solo personas normales. Dudo que estén dispuestos a mantener su amistad sin importar el costo si se trata de eso”.

“¡Entonces deberías venir conmigo!” suplicó Yarandrala.

“Sin embargo, nuestras amistades y felicidad actuales siguen siendo reales”.

Esta vez, Yarandrala no sabía cómo responder.

“Cuando alguien me saluda con la mano por la noche y sugiere ir a tomar una copa, si digo que no puedo ir sin Rit, Ruti y ellos, se burlan de mí por eso, pero inmediatamente sugieren que hagamos una cena familiar. Estoy muy feliz con ese tipo de relación”.

“Solo estoy… preocupada de que te lastimes…”

“Lo sé. Nunca esperé que aceptaras esto de inmediato”, respondí. “Entonces, ¿qué tal si te quedas en Zoltan con nosotros por un tiempo?”

“¿Eh?”

“No hay prisa real para que nos dirijamos a Kiramin, ¿verdad? ¿Por qué no esperas a decidirte? De esa manera, puedes pasar un tiempo con nosotros y ver el tipo de vida que tenemos en Zoltan”.

“…Hee-hee…” Yarandrala se rio suavemente. “El viejo que habrías elegido en el acto. Solías ser tan vehemente sobre lo malo que era posponer las cosas.

“Diferentes tiempos requieren diferentes medidas. Y, bueno, me he vuelto más abierto a un ritmo relajado”.

“Los humanos siguen cambiando a pasos agigantados. Siempre me estoy quedando atrás”.

Yarandrala puso sus manos en mis mejillas.

“Está bien, podemos volver a esta discusión más tarde. A cambio, me quedaré aquí en Zoltan por un tiempo. ¿Eso funciona para ti?”

“Bien por mí.”

Yarandrala y yo sonreímos.

Eso me recuerda que solíamos discutir de vez en cuando en la capital.

“Esta conversación ha terminado”.

Ruti me jaló hacia atrás y los dedos de Yarandrala dejaron mis mejillas.

Ruti seguía abrazándome, todavía un poco molesta.

“De todos modos, la respuesta fue obvia desde el principio”, murmuró Ruti.

Ella tenía un punto. Si solo Rit y yo hubiésemos sido una cosa, pero Ruti estaba con nosotros. A diferencia del diminuto Zoltan en la frontera, Kiramin era un miembro vital de las fuerzas aliadas. Si la Heroína estaba allí, pesaría mucho en el equilibrio de poder entre los aliados. No habría manera de mantener una vida fácil y lenta como esa.

“Sí”, dije mientras acariciaba la cabeza de Ruti.

Sus ojos se entrecerraron felizmente mientras se apoyaba contra mí.

Nuestra decisión ya estaba tomada. Si Ruti no pudiera ir a Kiramin, entonces yo no me iría de Zoltan.





“¿Has terminado tu conversación?”

“¡¿Wah?!”

Una pequeña figura apareció de la oscuridad. Rit y yo estábamos obviamente sorprendidos, pero incluso Yarandrala fue tomada por sorpresa a pesar de su habilidad para detectar seres invisibles a través de las plantas circundantes. La única que no se inmutó fue Ruti.

“T-Tisse, no me asustes así”, insistió Yarandrala.

“Mis disculpas”, respondió ella, sin cambiar su expresión. No, había el más mínimo rastro de un aire impaciente en ella.

Tal vez esta era su forma de vengarse de Yarandrala.

“Entonces el siguiente paso es mi negocio”, dijo Tisse.

“¿Tu negocio?” Pregunté, mirando a Yarandrala. A pesar de que habían venido aquí juntos, tampoco parecía saber de qué estaba hablando Tisse.

Tisse colocó un gráfico hecho a mano frente a nosotros.

“¿Qué es esto?” Yo consulté.

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“Es un mapa elaborado con toda la información que recopilé de los zoogs”.

Revisé el gráfico. “Hooo, está bastante lleno, incluso hasta el pueblo de los gigantes de gemas. Entonces, ¿qué marca este símbolo?”

“Una fuente termal”.

“Ah”.

Cierto, ese rumor sobre una fuente termal en el Muro del Fin del Mundo. Evidentemente, Tisse se las había arreglado para obtener alguna información al respecto de los zoogs.

“Está a unos quince minutos a pie de aquí”. Tisse permaneció inexpresiva mientras hablaba, pero sus ojos brillaban.

Entonces, ¿la razón por la que nos acompañó al campamento en lugar de irse una vez que nos conocimos fue que quería visitar las aguas termales? Bueno, me imagino que probablemente estaba preocupada tanto por nosotros como por Yarandrala, pero…

“Deberíamos ir a comprobarlo”, dijo Tisse.

“¡¿Qué?!” La expresión de Yarandrala se iluminó. “Si tenías información crítica como esa, ¡¿por qué no dijiste nada antes?!”

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“Ah, ¿tú también eres fan de los baños, Yarandrala?” Tisse cuestionó. “¡Pero por supuesto!”

Yarandrala siempre fue un poco exigente con la limpieza. Incluso durante nuestros viajes, se lavaba el cuerpo todos los días sin falta, y si había un río cerca, a menudo se bañaba en él. Que una fuente termal la atrajera no fue una sorpresa.

Tisse asintió. “Entonces nos vamos Yarandrala y yo. ¿Y el resto de ustedes?”

“Cuenta conmigo”, declaró Rit.

“Si el Hermano Mayor se va, yo también iré”, agregó Ruti.

Cuatro pares de ojos se posaron en mí.

“Una fuente termal, ¿eh? Quiero decir, me gustaría darme un chapuzón…

pero es natural, ¿verdad? Podría estar siendo mantenido por monstruos…”

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Había criaturas además de humanos y elfos que disfrutaban de baños relajantes. Muchas aguas termales naturales fueron atendidas por monstruos. Esto significaba que había una advertencia: “Dudo que tengan una división para el baño de hombres y el baño de mujeres”.

Los monstruos no sentían vergüenza cuando se trataba de hombres y mujeres que se exponían entre sí.

“Entonces, ¿qué tal si todos ustedes van primero, y cualquier hombre que quiera darse un chapuzón puede ir después?”, Sugerí.

“¿Ehhh? Sin embargo, quiero disfrutarlo contigo”, se quejó Rit.

Fruncí el ceño ligeramente, argumentando: “Sí, pero Tisse también está aquí, y todo”.

“No tienes que preocuparte por mí. Voy a entrar en mi propio pequeño mundo mientras disfruto de las aguas termales”, respondió la Asesina.

“Espera un minuto. No solo estamos hablando de mí. ¿Qué pasa con Godwin y Mogrim?” les recordé

“Ahh, sí, eso sería un poco…”, admitió Rit.

“¿Ves lo que quiero decir?” Dije.

Sin embargo, Rit negó con la cabeza. “Todavía necesitamos un vigía mientras estamos en las aguas termales. Así que tú solo puedes venir.”

Supongo que tenía razón. Dudaba que algún monstruo pudiera ganarle a Ruti, incluso si estaba desnuda, pero me gustaría que pudieran relajarse y olvidarse de estar en la ladera de una montaña repleta de monstruos peligrosos por un tiempo.

“En ese caso… bien, te acompañaré”, concedí.

“¡Hurra!” animó a Rit.

“Está bien, todos ustedes prepárense. Voy a avisar a Mistorm.”

Fue encantador ver con qué entusiasmo Tisse y los demás prepararon sus artículos de tocador mientras me levantaba y me dirigía hacia Mistorm. Ella, Mogrim y Godwin habían presentido que íbamos a hablar sobre el pasado y habían establecido cuidadosamente un campamento fuera del alcance del oído.

Dirigiéndome hacia el resplandor del fuego, vi a Mistorm sentada con las piernas cruzadas sobre una estera y meditando.

“¿Eres tú, Red?” preguntó ella sin abrir los ojos.

Mogrim estaba puliendo sus armas y Godwin estaba comiendo lo que parecía un caramelo duro hecho con azúcar tostada.

“Aparentemente, hay una fuente termal cerca. Rit y los demás planeaban darse un chapuzón, así que vine a ver si querías unirte”.

“Una fuente termal, ¿eh? Ah, eso estaría bien, pero actualmente estoy recuperando mi poder mágico, como puedes ver. Cuando llegas a mi edad, simplemente no vuelve como antes. Una vez que termine, planeo irme directamente a la cama. Gracias por la oferta, pero tendré que pasar.”

“Okay.”

Miré a Mogrim y Godwin.

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“Ya estoy vencido. No quiero dar un paso más”, se quejó Godwin, rechazándome.

“Me encanta una buena sauna, pero no me gustan mucho los baños grandes”, respondió Mogrim evasivamente.

Oh sí, él no puede nadar.

“No es como si te fueras a ahogar en un baño”.

“Sí, pero los humanos y los enanos tampoco pueden respirar bajo el agua. Eso significa que no estamos destinados a ser sumergidos.”

“Ya veo…”

Mogrim lavó su cuerpo y se mantuvo limpio, así que supongo que no importó mucho.

“Hace mucho tiempo, solía pensar que lavarme el cuerpo tal vez dos veces por semana era suficiente”, admitió el enano.

“Eso es un poco demasiado infrecuente…”, comenté.

“Sí, en poco tiempo, la señora comenzó a darme un buen lavado todos los días”.

“Suena como un perro mascota”.

“Ha-ha-ha. Una mascota, ¿eh? No estás demasiado lejos, en cierto modo. De todos modos, gracias a ella, me he acostumbrado a mantenerme limpio. Es hasta el punto en que me siento mal si no me lavo”, dijo Mogrim con una risa alegre y llena de dientes.

Godwin y yo nos unimos a él, y Mistorm también se rio de mala gana mientras nos decía que no interfiramos con su concentración.

“Es tu culpa que ella se enojara con nosotros, Red”.

“¿Mi culpa? De todos modos, tienes una esposa maravillosa.”

“Ahí le has dado. Mi señora es la mejor del mundo… Está perdida con alguien como yo.”

“Ella te atrapó tratando de escabullirte para recolectar materiales, ¿eh?”

Había oído de Mistorm que Mink le había pedido que le echara una mano a Mogrim. Había intentado irse sin darle motivos para preocuparse, pero descubrir que ella sabía lo que él estaba haciendo hizo que la pequeña y robusta figura de Mogrim se encogiera de vergüenza.

“No hay nada de malo en eso”, le aseguré, palmeando su espalda mientras me sentaba a su lado. “Estabas tratando de hacer todo lo que estaba a tu alcance para ayudar a Mink, y como ella quería echarte una mano, le pidió ayuda a Mistorm. Tienes una buena relación”.

“Hmm”, gruñó Mogrim.

“Si hubieras sido sincero con Mink, Mistorm no habría tenido que ir detrás de ti, pero te alcanzó sin demasiados problemas. Creo que la rotonda también es algo bueno. Validando, en cierto modo”.

“… ¡Si! ¡Estás bien! ¡Mi esposa es la mejor!”

“Han estado casados por tanto tiempo, pero todavía son románticos empedernidos en el fondo”, comenté.

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“Heh, podrías aprender una o dos cosas de nosotros, Red”.

“Sí, sí… Nosotros también seremos románticos empedernidos, sin importar cuántos años pasen”.

Hubo un fuerte crujido, el sonido de un caramelo duro rompiéndose.

“¡Gah! ¡¿Qué es esta conversación?! ¡Ponte en mi lugar por un minuto y ten un poco de autocontrol!” Godwin lloró.

Arqueé una ceja. “¿Qué? ¿Algo te está molestando?”

“¿Algo me molesta? ¡Maldita sea, algo me está molestando!” Godwin me tiró un poco de tierra. Sheesh, qué tipo tan incómodo.

Con la esperanza de cambiar de tema, pregunté: “Dime, ¿qué vas a hacer después de esto, Godwin?”

“Voy a bajar de la montaña con Tisse.”

“Quise decir más allá de eso”.

Godwin era un hombre buscado, habiendo escapado de prisión y todo. Mistorm lo había ayudado esta vez, pero sería un viaje de ida a la horca si lo atrapaban nuevamente.

“Heh-heh-heh. Todo eso está detrás de mí ahora”. Godwin sonrió. “El trato fue que ayudé a la Maestra Mistorm a investigar el peligroso Muro en el Fin del Mundo y recuperar los registros de esas investigaciones y, a cambio, ella barre todo el asunto de la Bendición del Diablo debajo de la alfombra”.

“Whoa ahí. No estamos hablando solo del poder judicial de Zoltan aquí. Esto también involucra a la iglesia, ¿verdad? Incluso para ella…”

Miré a Mistorm. Tenía un ojo abierto y sonreía.

“El jefe de la iglesia de Zoltan es un viejo amigo mío”.

Cuando Mistorm era una aventurera, uno de los miembros de su grupo había sido un obispo llamado Shien. En el tiempo transcurrido desde entonces, se había levantado para dirigir la secta local.

“Tengo suficiente influencia para impulsar eso”, declaró Mistorm.

Sin estar seguro de si eso estaba realmente en el nivel, simplemente me reí nerviosamente. Bueno, fue Zoltan. Ese tipo de método laxo y relajado era apropiado.

***

 

 

Mi nombre es Tisse Garland. En la actualidad, soy un cazador de aguas termales de ojos acerados.

Es el crepúsculo en la cadena montañosa inexplorada conocida como el Muro del Fin del Mundo.

Deslicé mi cuerpo en el agua, sumergiéndome en las aguas termales.

“La temperatura es un poco cálida. Un poco demasiado para los niños, tal vez, pero sería difícil venir aquí con niños de todos modos”.

El Muro no era una cordillera volcánica, por lo que tal vez los huesos de un dragón rojo yacieran enterrados bajo tierra cerca.

Los dragones rojos eran una especie que ya no existía. Los más fuertes de los monstruos, una vez establecieron un imperio que se extendía por todo el mundo. La leyenda decía que no eran ni buenos ni malos y, por lo tanto, durante la batalla entre Demis y los señores demonios, no intentaron ponerse del lado de ninguna de las facciones. Esto los llevó a dividirse por la mitad, la división dio lugar a los dragones radiantes de luz y los dragones de ceniza de la oscuridad.

No podía hablar de la veracidad de eso, pero era un hecho documentado que aparecían aguas termales y tipos únicos de plantas en áreas donde los huesos de dragón rojo descansaban bajo tierra.

“No sé qué tipo de batalla puede haber ocurrido aquí, pero si es por eso que podemos disfrutar de esta fuente termal ahora, entonces que las bendiciones sean con el alma del dragón”.

Si bien el agua se sentía bastante bien, de hecho estaba un poco demasiado caliente. Afortunadamente, se habían colocado piedras del tamaño adecuado para alguien de mi altura alrededor del borde de las aguas termales. Podía mantener una posición perfecta sentándome en uno: la parte superior de mi cuerpo estaba expuesta al aire frío mientras que la mitad inferior estaba sumergida. Sonreí cómodamente mientras soplaba la brisa de la montaña.

“Verdaderamente soberbio. Altas calificaciones de hecho. Y esta vista…”

El atardecer bañó de rojo el cielo, la tierra y el mar. El acercamiento de la noche era claro de ver. Fue una vista impresionante.

“Noventa y cinco puntos. El único problema es la distancia de Zoltan”.

Fue una caminata de cuatro días por un sendero de montaña habitado por monstruos mucho más fuertes que los que estaban cerca de Zoltan. Estaba tan aislado que incluso yo estaba considerando venir solo una vez cada seis meses.

“Es una pena.”

Sin embargo, en el momento, fue sin lugar a dudas una experiencia perfecta de aguas termales de cien puntos. Estaba rebosante de satisfacción, totalmente contenta con el baño.

“Tal vez debería subirlo a una vez cada cinco meses…”

“Tisse”, me llamó Ruti. Desviando mi atención de la vista, vi a Ruti y Yarandrala acercándose a mí a través del agua. Rit parecía estar llamando a Red para que viniera. Por lo general, no era tímido para coquetear con ella, pero poseía un sentido de la virtud extrañamente fuerte cuando se trataba de ciertas cosas, por lo que probablemente no se acercaría.

“Tisse” repitió Ruti.

“Oh, lo siento. ¿Qué es?”

“Escuché que tú y Yarandrala pelearon”.

“Ah… umm, fue solo una situación desafortunada fuera de nuestro control.

Lamento haber apuntado con un arma a su compañera, Sra. Ruti”.

Ignorante de la relación de Yarandrala con Ruti, había estado completamente decidido a detener al elfo noble, aunque me costara un brazo. ¿Quién sabe qué hubiera pasado si Mistorm no hubiera ayudado?

“No es eso.” Ruti negó con la cabeza. Luego tiró del brazo de Yarandrala.

La elfa noble se movió justo frente a mí, de pie allí con una expresión seria.

“Umm… ¿sí?” Yo pregunté.

“Ruti me contó más sobre ti… así que me gustaría decir algo de nuevo”.

Y luego uno de los camaradas del Héroe, uno que había salvado a innumerables personas, bajó la cabeza hacia mí como disculpándose.

“Aprendí lo preciosa que eres para Ruti. Mis intentos de lastimarte fueron incorrectos, y lo siento mucho”.

“E-Está bien. Además, al final ninguno de los dos resultó herido”.

“También aprendí cuánto importa Zoltan a Red y Rit. Mi intento de destruirlo fue tan bueno como tratar de herirlos”, continuó Yarandrala sin levantar la vista. “Si no me hubieras detenido, habría hecho algo imperdonable. Estoy realmente agradecido contigo. Gracias, Tisse.”

“Los residentes lo han olvidado todo, así que está bien”.

Yarandrala estaba genuinamente expiando y ofreciendo su gratitud. Entendí que eso era importante, pero… estábamos en una fuente termal y ella estaba desnuda. Su gran pecho y cintura estrecha, la curva de sus caderas y sus muslos suaves… El cuerpo esculpido de alto elfo de Yarandrala se posó ante mí como una obra de arte. Ella no intentó ocultar nada.

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Habiéndome ganado la vida como asesino a sueldo, estaba acostumbrado a que me odiaran, pero las disculpas y la gratitud eran algo nuevo. Por eso, bueno, incluso si hubiera estado acostumbrado a tales cosas, probablemente aún no hubiera sabido cómo responder.

“Entiendo. Con mucho gusto aceptaré tanto su remordimiento como su aprecio. Así que, por favor, levanta la cabeza”.

“Gracias.” Yarandrala sonrió aliviada mientras miraba hacia arriba.

De hecho, ella era el tipo de persona en la que Red y los demás pondrían su fe.

Después de eso, disfrutamos de las aguas termales y charlamos sobre las aventuras que Ruti y yo habíamos vivido después de que Yarandrala se fuera del grupo.

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