Shin no nakama janai to Yuusha

Volumen 5

Capítulo 2: Compañeros De Camino

Parte 2

 

 

“Aquí es donde está Gideon”, murmuró Yarandrala mientras miraba el letrero de la botica.

Una mezcla de anticipación e inquietud cruzó su rostro, y había una belleza impresionante en el matiz de ansiedad en su mirada. Sin embargo, era el tipo de encanto que le daba un aire distante.

“Bueno, sin embargo, ahora están fuera”. Godwin señaló con poco entusiasmo el cartel de CERRADO en la puerta, como si ya estuviera cansado de ver esa mezcla de emociones en el rostro de Yarandrala. “Tampoco hay señales de ellos adentro. Tal vez decidieron tomarse el día libre e ir a una cita en algún lugar”.

Yarandrala miró a Godwin por una fracción de segundo antes de presionar suavemente con un dedo en la puerta. Con sus habilidades, sería sencillo abrirlo a la fuerza, pero retrocedió después de un segundo.

“Entonces, ¿a qué tipo de lugar irían los dos?”

“¿Cómo debería saberlo?”

“Entonces, ¿dónde está el puesto de guardia más cercano?”

“E-Espera. Solo espera un minuto. Estoy pensando”, suplicó Godwin. No era como si fuera especialmente cercano a Red o Rit. Sin embargo, si se lo admitía ahora a Yarandrala, ella ya no tendría ningún uso para él.

Si hiciera eso, realmente me entregaría a los guardias.

Yarandrala parecía ser una conocida de Red. El hecho de que Godwin había afirmado ser amigo de Red probablemente era la razón por la que ella no lo había traído a pesar de darse cuenta de que era un criminal. Su escape seguro de Zoltan dependía de reunir a Yarandrala y Red.

“Por ahora, ¿qué tal si intentamos verificar dónde vivía Rit antes de que se mudara aquí?” sugirió Godwin.

“Muy bien. Lidera el camino”.

Godwin se dirigió hacia la antigua morada de Rit en el centro.

No me puedo imaginar a los dos estando allí, pero solo necesito detenerme un poco de tiempo hasta que regresen a la tienda.

Con eso en mente, Godwin eligió una ruta ligeramente indirecta, una decisión que finalmente resultó desafortunada.

Mientras caminaban, una voz llamó desde el otro lado de la calle.

“¡Yarandrala!”

“Gk”. Un sudor frío se formó en la espalda de Godwin. El mercader que había estado viajando a Zoltan con el elfo noble corría hacia ella.

“¡Yarandrala! La cara y la voz de ese tipo son diferentes, ¡pero estoy seguro de que es Godwin! Verifiqué con la policía local y aparentemente Godwin escapó de la prisión y desapareció”.

“S-Seguramente esto es solo un caso de identidad equivocada”. Godwin mostró una sonrisa halagadora, tratando de parecer una persona común e inofensiva, pero el comerciante señaló con el dedo al hombre disfrazado.

“¡Esa sonrisa de comemierda es cien por ciento Godwin! ¡Hace mucho tiempo, trabajó en mi tienda como aprendiz y robó el dinero de mi tienda! ¡Tuve que cerrar por su culpa! ¡Y tenía exactamente la misma expresión entonces también!”

Godwin estaba cada vez más nervioso por segundos.

Durante su mandato bajo el empleo del comerciante, Godwin había sido un don nadie de bajo nivel en el Gremio de Ladrones, lo que significaba hacer ese tipo de pequeños robos. Godwin no consideraba la idea de una retribución predestinada a menudo, pero seguro que eso parecía ser lo que era.

Mientras el rostro de Godwin se tensaba mientras se apresuraba a conjurar una excusa, Yarandrala lo miró con desdén antes de suspirar y volverse hacia el comerciante.

“Este hombre aparentemente es amigo de Rit el héroe y de Red, así que tal vez realmente sea solo un caso de identidad equivocada”.

“¡Absurdo! ¡Envió un montón de demonios tras Rit y secuestró a un niño llamado Al a quien ella estaba protegiendo! ¡Este hombre es el peor tipo de criminal! ¡No hay forma de que un rufián tan despreciable sea amigo de ella!”

De repente, el aire alrededor del grupo cambió. Había una intención asesina diferente a todo lo que la gente que vivía en Zoltan había sentido alguna vez. Los dientes apretados de Yarandrala rechinaron audiblemente, y estaba agarrando su bastón con tanta fuerza que sus nudillos se pusieron pálidos.

¡Oh, mierda! ¡Algo allí tocó un nervio!

Solo por instinto, Godwin entendió que esta mujer furiosa era tan poderosa como Rit el héroe, si no más. La máscara amarilla que cubría el rostro de Godwin cayó al suelo.

“¿También traicionaste su confianza?”

“¡N-No! ¡Esto es un malentendido! ¡E-Estábamos en lados opuestos entonces, pero hubo una reconciliación después de que sucedieron otras cosas!”

El camino pavimentado se combó, hinchándose antes de hacerse añicos. La vegetación que habría tardado siglos en abrirse paso repentinamente estalló en un solo instante. Un enorme monstruo verde se formó ante Yarandrala. En el centro de la masa de enredaderas que se retorcían había una gran flor roja.

“¡¿Un gran espíritu de flor de saúco?!”

El pánico se apoderó del desventurado Godwin. Este era un tipo especial de bestia espiritual que incluso un alquimista de nivel relativamente alto como él nunca había visto antes.

“Me los voy a llevar conmigo. No dejaré que nadie les haga daño otra vez”.

Las vides cubiertas de espinas viciosas se elevaron en el aire para golpear a Godwin contra el suelo. Un solo golpe sería suficiente para matarlo.

Godwin no tenía idea de por qué Yarandrala se había enfurecido tanto, pero sabía que no era algo de lo que pudiera escapar. El hombre miró a su alrededor, buscando algún tipo de ayuda, pero como era de esperar, el comerciante que lo había expuesto a él y a los demás que estaban cerca no le prestó atención mientras huían.

No estoy seguro de lo que esperaba.

Era un criminal, un verdadero villano. Sus compañeros habían desaparecido después de la caída de Bighawk. No había forma de que alguien se enfrentara a un temible monstruo floral para ayudar a alguien como él.

Siempre supe que este era el tipo de final que me esperaba, pero ahora que ha llegado el momento… me doy cuenta de que estar solo apesta…

A pesar de que estaba atenazado por el miedo, Godwin intentó alejarse tambaleándose, aunque solo fuera para prolongar su vida unos momentos más.

De repente, hubo un relincho y Godwin sintió que algo invisible tiraba de su cuerpo. Justo cuando estaba a punto de desplomarse, un caballo ensillado con un abrigo castaño galopó a su lado. Godwin se aferró reflexivamente al animal y, en el momento en que lo hizo, pasó junto al monstruo verde. Las enredaderas se derrumbaron, pero el caballo evadió los ataques con gracia, como si estuviera siendo dirigido por un hábil jinete.

“¿Qué demonios?”

No había nadie montando el caballo.

“¡Ah!” Pero entonces Godwin notó la diminuta figura en la cabeza del caballo. “¡Tú eres esa araña!”

El Señor Crawly Wawly estaba moviendo sin prisas sus ocho piernas hacia arriba y hacia abajo. Él era el que dirigía el caballo. Volvió a mirar a Godwin y levantó una de sus patas delanteras a modo de saludo.

“¿P-Por qué me salvaste?”

Godwin luchó por comprender qué estaba ocurriendo exactamente. Sin embargo, sin importar cómo lo mirara, la realidad de la situación estaba justo frente a él.

Esta pequeña araña me rescató.

Consideró la posibilidad de que el arácnido estuviera aquí por orden de Tisse, pero si ese fuera el caso, habría sido más seguro que la chica viniera ella misma. Y no era como si Tisse tuviera alguna razón para arriesgarse por Godwin.

“Oye, araña, ¿por qué me salvaste?”

Godwin no esperaba respuesta, por supuesto, pero el Señor Crawly Wawly, todavía mirando hacia adelante, simplemente inclinó la cabeza con evidente confusión. Luego comenzó a gesticular confiadamente con sus patas delanteras. El mensaje era claro, incluso sin palabras reales.

“Somos amigos porque luchamos juntos… y es natural ayudar a un amigo que lo necesita”.

Godwin era un criminal que había trabajado con el gremio de ladrones, pero eso no significaba nada para el Señor Crawly Wawly. Cosas complicadas como esa no le preocupaban.

“Tú…”

Godwin había sobrevivido por el capricho de una pequeña araña. Aun así, el hombre sintió algo cálido dentro de sí mismo mientras observaba al arácnido dirigir al caballo.

“Lo siento. Y gracias.”

Obviamente, las arañas no tenían expresiones. Sin embargo, cuando Godwin vio que el Señor Crawly Wawly le devolvía la mirada, sintió que la criatura estaba sonriendo.

Ha pasado mucho tiempo desde que sentí una gratitud tan sincera.

Sin darse cuenta, una suave sonrisa cruzó los labios de Godwin.

Desafortunadamente, justo cuando el capullo de la amistad brotaba entre la pequeña araña y el villano Alquimista, el monstruo verde clavó sus enredaderas en el suelo. Yarandrala tocó su flor y cerró los ojos mientras tejía un hechizo.

“Niño de mana que habita debajo de la tierra, escucha mi llamada y levántate. ¡Lazo de Espinas!”

Siguiendo su canto parecido a una canción, una oleada de poder mágico recorrió la tierra. El camino frente al caballo se resquebrajó y brotaron varias zarzas, listas para atrapar.

“¡Dame un pequeño hilo!” Gritó Godwin.

Tomando la seda de araña del Señor Crawly Wawly, la mezcló en su mano con algunos pelos de la crin del caballo, un puñado de tierra y varias gotas de su propia sangre.

“Habilidad: ¡Alquimia Instantánea! Alquimia Avanzada: ¡Red de Constricción!”

Godwin arrojó la sustancia pastosa que había creado. Se expandió en el aire para convertirse en una red que cubría los setos espinosos que se interponían en su camino. Y al momento siguiente, se contrajo violentamente, comprimiendo las vides en un solo paquete.

“¡Ahora!”

Las piernas del Señor Crawly Wawly bailaron y, pareciendo entender, el caballo se precipitó a través de la brecha que había creado la red de Godwin.

“¡Hoooo! Eso es algo. ¿Este caballo también es amigo tuyo?”

El Señor Crawly Wawly se balanceó en respuesta, y el caballo relinchó como si estuviera de acuerdo.

Godwin se rio de sí mismo por haber preguntado algo tan absurdo. Sin embargo, no pudo evitar sentir que quería ser amigo de los dos.

Realmente estoy empezando a perderlo ahora, ¿no?

Godwin hizo una mueca, pero rápidamente volvió a una especie de sonrisa agradable que realmente no le sentaba bien. Empezó a creer que escaparía. Yarandrala estaba muy atrás ahora, y su bestia vegetal era bastante lenta. El caballo amigo del Señor Crawly Wawly era tan poderoso y rápido que Godwin solo podía preguntarse dónde se había escondido este magnífico corcel en Zoltan.

Si pudieran despejar la plaza del centro, llegarían a un área con más personas, con la esperanza de evitar que la elfa noble usara habilidades tan llamativas.

Sin embargo, las esperanzas de Godwin se desvanecieron rápidamente cuando se volvió y vio a Yarandrala agarrando las enredaderas conjuradas y poniéndose en una especie de postura.

Ella murmuró algo.

“Liberar.”

Y luego ella salió volando.

“¡¿D-Diablos?! ¡Usó ese gran espíritu como una catapulta!”

La alta elfa se arqueó en el aire y estuvo de vuelta sobre los talones del caballo en unos momentos.

“¡Oh gran monarca de los bosques de antaño! ¡Regente del maná, origen de todo!”

Las fracturas recorrían toda la plaza donde la capa superior de la sociedad de Zoltan se dedicaba a su ocio. Las diez o más personas en el área corrieron aterrorizadas cuando vieron una figura surgir de debajo del suelo.

“¡¿Q-Qué estás haciendo convocando algo tan grande aquí?!” Godwin gritó.

Yarandrala no pareció prestarle atención, y un gran espíritu del árbol destruyó la plaza mientras se levantaba lentamente del suelo.

En una inspección más cercana, los zarcillos estaban agarrando a aquellos que eran demasiado lentos para escapar y los llevaban con cuidado a un lugar seguro. Afortunadamente, Yarandrala al menos se aseguraba de que sus acciones no dañaran a transeúntes inocentes. Godwin todavía tenía que creer que había una manera de que alguien tan poderoso peleara sin tanto daño a la propiedad.

Era desconcertante que un héroe pudiera participar en estas acciones decididamente poco heroicas, pero cuando Godwin vislumbró el rostro de Yarandrala, se dio cuenta de lo que estaba pasando.

“¿Está tan enojada que se rompió?”

Sintió un escalofrío recorrer su espalda. Un alma valiente como ella se había enfurecido tanto con un miserable como él que se había perdido en la ira. ¿Qué había hecho para provocar eso?

Yarandrala había convocado un espíritu aterrador en medio del pueblo. Godwin nunca antes había visto esa clase de entidad en persona, pero entendía lo suficiente como para saber que podría destruir todo Zoltan si Yarandrala lo deseaba.

“¡Corre!”

No había manera de luchar contra eso. El Alquimista, la araña y el caballo continuaron huyendo, pero un enorme zarcillo tan grueso como ancho era el camino se balanceó hacia ellos.

“¡¿Uoohhh?!”

Ni siquiera el increíble caballo pudo evadirlo por completo a tiempo y fue derribado, arrojando al suelo a Godwin y al Señor Crawly Wawly.

“Argh. ¿Estás bien?”

“Neeeeigh…”

Godwin se puso en pie tambaleándose y vio que una de las patas del caballo estaba herida. No sería capaz de funcionar con eso. Todo lo que Godwin podía hacer ahora era escapar con sus propias piernas, así que comenzó a buscar al Señor Crawly Wawly.

“¿Q-Qué estás haciendo?”

La pequeña araña miraba fijamente al enorme espíritu del árbol que se elevaba sobre la plaza y agitaba sus patas delanteras para bloquear su camino.

¿Por qué? Incluso Godwin entendió la respuesta esta vez. El Señor Crawly Wawly tenía un amigo que necesitaba protección.

La araña se volvió hacia Godwin.

“Yo… yo…” Godwin inconscientemente retrocedió, sintiéndose patético cuando sus piernas se doblaron.

El Señor Crawly Wawly hizo un gesto con las patas delanteras. Al ver eso, el caballo caído relinchó suavemente.

“¿Me estás diciendo que huya?”

Parecía que el caballo y la araña asentían.

Godwin sintió que algo curioso brotaba de su interior. Golpeó su puño contra sus piernas temblorosas y rápidamente reunió varias cosas esparcidas por el suelo.

“Fragmentos de vidrio, barro, alas de insectos… Puedo hacer el agua que falta usando mi sangre y un poco de tierra… ¡Alquimia instantánea! Alquimia Intermedia: ¡Cristalización Vulcanizada!”

Godwin movió la muñeca mientras se formaba un líquido en la palma de su mano. La sustancia se endureció en el aire y se transformó en un cristal fino, dentado y parecido a una espada, un arma alquímica instantánea. Godwin sostuvo la espada en su mano derecha y se paró junto al Señor Crawly Wawly.

“No te preocupes, caballo. Soy un maestro alquimista, así que te haré un medicamento que puede curar esa pierna en poco tiempo”.

¿Qué se ganaba ayudando a un caballo o a una araña? No eran ricas, ni eran mujeres hermosas. Godwin no había sido ordenado por algún pez gordo para protegerlos.

“Esto es un poco refrescante”.

Una sonrisa cruzó el rostro de Godwin mientras preparaba su espada improvisada. El Señor Crawly Wawly saltó alegremente sobre su hombro.

“¡Muy bien, haz lo mejor que puedas, maldito monstruo! ¡Soy el mayor alquimista de Zoltan!”

El gran espíritu levantó sus ramas verdes y las lanzó hacia Godwin y el señor Crawly Wawly.

“¡¡¡Uooooooooohhhhhhhhhhhhh!!!” Godwin rugió mientras balanceaba su arma…

“No importa cómo lo mires, no tienes ninguna posibilidad de ganar, así que por favor, simplemente huye”. Una pequeña sombra apareció frente a los zarcillos que se precipitaban hacia ellos. “Sin embargo, admito que has subido un poco en mi libro”.

Las vides mortales fueron cortadas en pedazos.

“¡Tisse!”

 

Había un toque de amabilidad en los ojos de la chica cuando miró a Godwin y la araña que montaba en su hombro. Ella le arrojó una bolsa con la mano libre. Al atraparlo, Godwin rápidamente se dio cuenta de lo que era solo por la sensación.

“¡Un set de alquimia! ¡Gracias!”

“Por favor, usa eso para escapar con el caballo”.

“¡¿Pero qué hay de ti?!”

Tisse levantó la mano izquierda en lugar de una respuesta. El Señor Crawly Wawly saltó del hombro de Godwin a su mano.

“No tengo idea de lo que está sucediendo, pero si alguien se está volviendo loco en Zoltan, entonces, como aventurero de Zoltan, tengo la responsabilidad de detenerlo”.

“¡Oh, hey! ¿Dónde está la Sra. Ruhr? ¿Y Rit y Red?”

“Están todos fuera de la ciudad en este momento. Soy la única que sigue aquí.”

Tisse saltó para evadir el zarcillo que se le venía encima. Una docena más de enredaderas la rodearon en el aire, pero Tisse se limitó a extender la palma de su mano izquierda y luego cambió de trayectoria como si algo estuviera tirando de ella.

“Esto es bonito. Muchos obstáculos altos alrededor y muchos lugares para esconderse. Perfecto para mí para pelear realmente correctamente”.

Tisse estaba controlando el hilo del Señor Crawly Wawly con su mano izquierda. Al pegar la seda de araña a un edificio cercano, podía moverse libremente incluso cuando no estaba en el suelo.

Tisse y el Señor Crawly Wawly esquivaron los ataques del gran espíritu y cortaron sus zarcillos uno tras otro a medida que se acercaban a Yarandrala. Mientras tanto, Godwin hizo que el caballo herido bebiera la medicina que había preparado con el set de alquimia mientras contemplaba la batalla.

“Maldita sea. ¿Qué debo hacer…?”

Si pudiera lograr que Yarandrala se calmara un poco, podrían explicarle que Tisse y Red eran amigos cercanos. Pero Godwin no tenía ni idea de cómo hacerlo.

“¡Espera un minuto, por favor, Yarandrala! ¡Por favor escucha! ¡La persona con la que estás luchando en este momento es Tisse! ¡Es amiga de Red!”

Desafortunadamente, los gritos de Godwin cayeron en oídos sordos mientras Yarandrala continuaba luchando usando el gran espíritu del árbol. Tisse y el Señor Crawly Wawly siguieron coqueteando con el desastre, esquivando a duras penas las enredaderas que venían de todas direcciones mientras Godwin intentaba desesperadamente pensar en algo que hacer.

La desesperación se apoderó de Godwin cuando la valentía recién descubierta en su corazón comenzó a marchitarse. Y fue entonces cuando escuchó una voz familiar.

“Bueno, esto es un verdadero desastre”.

Al darse la vuelta, Godwin vio a una anciana con un bastón suspirando mientras observaba la escaramuza entre Tisse y Yarandrala.

“¡¿M-Maestra Mistorm?!”

“Oh, si no es Godwin. ¿Sigues haciendo travesuras? ¿No te dije que dejaras eso y fueras un buen chico?”

“¡Este no es el momento para eso! ¡Por favor, haz algo para detenerlas!”

La Maestra Mistorm se llevó la mano a la barbilla mientras miraba a Godwin. “Dime todo lo que sepas.”

***

 

 

¡Humanos! ¡Malditos humanos!

Los elfos nobles no se enfadaban sin razón, pero su furia era como un fuego furioso cuando eran provocados. Valoraban la confianza por encima de todo, viendo la deslealtad como el peor pecado.

Para Yarandrala, que Gideon hubiera desaparecido era incomprensible. Que sus camaradas se rindieran con él sin tratar de buscar al hombre no solo era más difícil de creer sino que también era absolutamente imperdonable. Por eso había abandonado la búsqueda para salvar el mundo. Para ella, la traición del grupo a Gideon pesaba más que el destino del mundo.

Después de que ella dejó el grupo, Yarandrala había ido al Ducado de Loggervia, pensando que Gideon iría a Rit si se sentía herido. Sin embargo, él no había estado allí, y tampoco Rit.

Rit había luchado y sangrado por su país y lo había dado todo por la restauración de su tierra natal, aunque eso significaba dejar el lado de Gideon. Esa misma mujer que había hecho tanto por Loggervia se había ido porque se había convertido en un obstáculo para la sucesión al trono del príncipe heredero.

Hirió a Yarandrala como un cuchillo. Dos a los que amaba mucho habían sido traicionados por las mismas personas a las que habían protegido. No habían sido recompensados y abandonados por sus problemas.

Después de eso, Yarandrala continuó por su cuenta, rastreando a Rit. Cada vez que escuchaba rumores sobre los viajes de Rit, su corazón se sentía como si se partiera en dos. Sin embargo, cuando escuchó de Godwin que había alguien a su lado, alguien que podría ser Gideon, se sintió eufórica. La idea de finalmente volver a encontrarlos a los dos había sido la última esperanza que apoyaba su corazón atribulado.

Pero ellos no habían estado aquí. Además, el humano que había afirmado ser su amigo resultó ser un enemigo que había traicionado su confianza.

¿Por qué Gideon y Rit tienen que sufrir ese destino? ¿Por qué todos los humanos deben tratar de hacerles daño?

Las súplicas desesperadas de Godwin nunca serían suficientes. Yarandrala aplastaría a los enemigos de sus amados amigos y luego los llevaría con ella al país de los elfos nobles de Kiramin para que nunca más tuvieran que sufrir tal maltrato.

Yarandrala fue impulsada por una mezcla de amor y rabia salvaje mientras continuaba luchando.

“¡Aplástala!”

Innumerables zarcillos rodearon a Tisse, pero ella continuó evadiéndolos usando el hilo del Señor Crawly Wawly y su exquisita habilidad con la espada. Tisse se acercó a Yarandrala varias veces, pero la elfa noble era hábil con su bastón y no permitió que Tisse le diera un golpe.

La batalla parecía estar en una especie de punto muerto.

“¡Oh vientos polares, oh frío que roba la vida! ¡Tormenta de Nieve!”

De repente, un escalofrío violento envolvió al espíritu del árbol, sellando su cuerpo con hielo.

La mirada furiosa de Yarandrala se disparó hacia la fuente de la magia.

“¿Quién es usted?” exigió.

De pie, había una anciana empuñando un bastón.

“Realmente hiciste un número en nuestra ciudad”, comentó la anciana.

“¡Tú eres—!” gritó Tisse.

“Tisse. No tenía idea de que fueras tan hábil.”

“Y nunca hubiera imaginado que podrías usar una magia tan poderosa, Mistorm”.

“Ah-ha-ha-ha. Me alegro de que podamos conocernos mejor. Entonces, ¿has calmado un poco tu cabeza, señorita elfa?”

“No quiero que alguien que no ha vivido ni la mitad de lo que yo he vivido me llame ‘señorita’”, replicó Yarandrala.

El hielo que sellaba al gran espíritu comenzó a resquebrajarse mientras su cuerpo temblaba.

“Personalmente, me gustaría que me llamaran así sin importar cuántos años tenga en mi haber… ¡Sin embargo, parece que mi magia no es suficiente para detenerte!”

“Sin embargo, con las dos peleando juntas, sería bastante difícil para ti, ¿verdad?”

Incluso con las palabras de Tisse, Yarandrala no mostró ningún signo de retroceder.

“¡Yarandrala! ¡Escucha! ¡Somos amigos de Red y Rit!” Mistorm llamó.

“¡No se puede confiar en las palabras insignificantes de un humano!” Yarandrala gritó de vuelta. Ella permaneció impasible. Sin embargo, Tisse se sorprendió al escuchar el nombre de la alta elfa.

¡¿Yarandrala?! ¡¿La que era compañera de Ruti?!

Ciertamente explicaba por qué era tan fuerte.

“¡En ese caso, solo pregúntales tú misma!” insistió Mistorm.

Yarandrala frunció el ceño ante eso. “¡¿Dónde están?!”

“Ah, puedo responder a eso”, intervino Tisse.

“¿Quién es usted?” exigió la alta elfa indignada.

“Uh, umm… Soy amiga de ellos”.

Tisse decidió ocultar el hecho de que ella misma había sido miembro del grupo de la Heroína. Al igual que el de Ruti, su rostro era en gran parte inexpresivo y difícil de leer, pero entendía mejor los sentimientos de los demás.

Ella había sido agregada al grupo de la Heroína como el reemplazo de Red, Gideon. Sin embargo, mencionarle eso a Yarandrala solo avivaría las llamas.

“Entonces, ¿dónde están?” Yarandrala volvió a preguntar, clavando en Tisse una mirada penetrante.

“Deberían estar de camino al Muro del Fin del Mundo”.

“¿Qué? No hay paso a través de las montañas hacia el este desde aquí.”

“Estás bien. Red, quien sospecho que es la persona que crees que es, irá allí a buscar una piedra preciosa para un anillo para dárselo a Rit”, explicó Tisse, observando la expresión de Yarandrala mientras elegía sus palabras con cuidado.

¿Cómo reaccionará la alta elfa?

“¿Gideon? ¿Un anillo para Rit?”

Tisse entró un poco en pánico cuando Yarandrala usó el nombre real de Red, pero afortunadamente, la voz de la alta elfa era poco más que un susurro, por lo que solo los agudos oídos de Tisse la captaron.

“¿En serio?”

“Sí.”

La grieta en el hielo que sostenía al gran espíritu se ensanchó de repente. Una vez libre, la cosa monstruosa rugió antes de desaparecer en una nube de flores y maná blanco. Los pétalos se arremolinaron alrededor de Yarandrala, bajándola gradualmente al suelo. Con su adversario finalmente sofocado, Tisse también aterrizó. La elfa noble seguía claramente cautelosa, pero al menos no estaba atacando a nadie.

“Uf.”

Tisse se secó el sudor de la frente mientras envainaba la espada. El Señor Crawly Wawly se movió hacia su bolsillo, cansado por todo lo que había sucedido, y se acurrucó para descansar.

“““¡¡¡Hoorayyyyy!!!”””

Para asombro de Tisse, las personas que se habían estado escondiendo en las afueras de la plaza se reunieron a su alrededor.

“¡Muchas gracias! ¡Esa fue una batalla magnífica!”

“Estaba preocupado por qué hacer cuando Rit la Heroína se retiró y Albert y Bui se fueron, ¡pero es un alivio saber que alguien como tú está en la ciudad!”

“¡Por favor, permíteme invitarte a cenar en mi mansión en algún momento!”

“¿Te importa si vendo bollos al vapor con tu cara en mi tienda?”

“¡Estaba volando como un ángel, señorita!”

Yarandrala, la causa del alboroto, todavía estaba viva y bien, pero los relajados Zoltanis no pudieron evitar colmar a Tisse de elogios por el heroico espectáculo que les había brindado.

Aunque internamente desconcertada por los elogios, Tisse permaneció inexpresiva. Esto era algo de lo que un Asesino normalmente no debería estar en el extremo receptor. Estaba muy avergonzada.

“Aun así, realmente hiciste un lío llamativo de las cosas aquí”, dijo Mistorm con exasperación mientras Yarandrala permanecía estupefacta.

El gran espíritu había desaparecido, pero la plaza era un escenario de destrucción total. El suelo estaba arrancado y los edificios circundantes estaban descompuestos, inclinados hasta los cimientos. Iba a ser necesaria una reconstrucción masiva.

“…Mis disculpas.”

Yarandrala aún no confiaba en estos humanos, pero al menos reconoció sus propias fechorías.

“Bueno, lo hecho, hecho está. Afortunadamente, nadie parece haber resultado herido. Tuviste cuidado de no herir a ningún transeúnte, ¿verdad?” Mistorm dijo con una sonrisa.

Sin embargo, dada la destrucción, Tisse sospechó que no todos los residentes podrían simplemente reírse. Y efectivamente, un hombre de mediana edad, bien vestido y con bigote, se acercó a Yarandrala.

“Tú, alta elfa. No sé qué pasó, pero me gustaría una explicación. ¿Quién te dio el derecho de causar estragos en nuestra ciudad de esa manera?”

Yarandrala miró a Godwin. El hombre había estado tratando de escabullirse mientras ocultaba su rostro de la multitud. Y al ver al caballo caminando frente a Godwin para ayudar a ocultarlo, Yarandrala sonrió muy levemente. Luego se volvió hacia el hombre bien vestido que se le había acercado.

“Estaba buscando a alguien. Pensé que la persona que me estaba guiando hacia ellos me había engañado por un malentendido y me enojé”.

“¿Eh? ¿Eso es todo?”

“Si, eso es todo.”

“¡Absurdo! Causar un incidente tan enorme por algo así es…” El hombre inspeccionó la destrucción a su alrededor antes de volver a enfrentarse a Yarandrala, mirándola como si fuera un monstruo.

Yarandrala sacó una pequeña bolsa y se la entregó al hombre.

“Mis circunstancias personales no tienen nada que ver con todos ustedes, así que me disculpo por el problema. Entiendo que, independientemente de mis disculpas, lo que hice no es algo que pueda perdonarse fácilmente, pero al menos me gustaría proporcionar una recompensa adecuada”.

“Hmph. ¿Pagar con una bolsa tan pequeña? Incluso si son monedas de oro, no puede haber más de diez en… ¡¿Qué?!”

El tono formal del hombre se quebró cuando fue superado por la sorpresa. Curiosos por lo que había sucedido, otros se reunieron para mirar, pero al ver el brillo del interior de la cartera, simplemente sacudieron la cabeza confundidos.

“¿Qué está mirando boquiabierto el barón? Son solo unas pocas monedas de plata.”

“¿Pero no son los payrils de un tamaño diferente? Y el color también es un poco diferente”.

“¡T-Tontos! ¡Estas son monedas élficas! ¡Uno solo vale diez mil payrils!”

“¡¿D-Diez mil?! Ummm, ¿cuántas platas son diez mil payrils de todos modos…?

“¡Diez mil, idiota! ¡Y hay siete monedas élficas aquí! ¡Setenta mil payrils son suficientes para reconstruir la asamblea desde cero con mucho de sobra!”

“¡¿Qué?!”

“¡Eso es una locura! ¡¿De verdad nos estás dando tanto?!”

Cuando Yarandrala asintió, los residentes comenzaron a gritar y gritar alrededor de la plaza en ruinas sobre cómo iban a hacer una gran fiesta con todo ese dinero.

No parecía haber nadie todavía enojado con la elfa noble. Ella había estado lista para huir si intentaban arrestarla. Por lo tanto, su repentina absolución fue desconcertante.

“Qué grupo tan desesperanzado”, comentó Mistorm con una risita mientras observaba a la gente celebrar lanzando al barón de mediana edad y a Tisse por los aires. “Así es como actúa la gente aquí, supongo. No tiene sentido preocuparse por el pasado.”

“Pero la plaza sigue destruida”, le recordó Yarandrala.

“¡Eso no es poco común! Zoltan es golpeado por tormentas todo el tiempo. Cada año, algunos edificios se derrumban y los cultivos se destruyen. Puede ser un verdadero desastre. Pero al clima no le importa lo que piensen los que están en tierra, ¿verdad? Si algo se destruye, simplemente constrúyelo de nuevo. Es mejor sonreír que estar triste. Solo te estás perdiendo si no lo haces. Esa es la forma de pensar de Zoltan, al menos.”

El ceño de Yarandrala se arrugó levemente. “¿Me estás llamando tormenta?”

“En un sentido. Confío en que si realmente hicieras todo lo posible, no habría nada que te detuviera. Enfadarse contigo sería como agitar el puño ante un huracán.”

“…” Yarandrala observó en silencio a la gente vitoreando.

Sintiendo que la ira de la alta elfa se había calmado por completo, Mistorm respiró aliviada.

Mientras seguía siendo arrojada al aire, Tisse llamó a las dos mujeres. “Está muy bien que continúes charlando, pero ¿crees que podrías ayudarme ahora?”

“Oops.” Al ver que Tisse estaba completamente perdida sobre qué hacer con la adulación repentina, Mistorm se dirigió a la multitud con una sonrisa en su rostro.

***

 

 

“Muy bien.”

Tisse, el Señor Crawly Wawly, Yarandrala, Mistorm y Godwin se dirigieron a un pequeño restaurante después de salir de la plaza.

“Pensé que deberíamos tener algo para comer. Este lugar es uno de mis favoritos”, dijo Mistorm mientras comenzaba con el gran plato de pasta con una salsa roja carnosa que le habían puesto frente a ella.

“Eso no viene al caso. Necesito encontrar a Gid…”

“Red, ¿verdad?” Tisse cortó apresuradamente a Yarandrala.

La elfa noble la fulminó con la mirada, pero Tisse se limitó a mirar a la mujer.

“Dijiste que Red y Rit se dirigen al Muro del Fin del Mundo, ¿verdad?” preguntó Yarandrala.

“Sí”, confirmó Tisse.

“¿Para qué Red pueda hacer un anillo para dárselo a Rit?”

“Sí.”

“Huh, siempre parece un cobarde, pero supongo que tiene algunas piedras después de todo”, bromeó Godwin, provocando un ceño fruncido de Yarandrala que lo obligó a mirar hacia otro lado apresuradamente.

“…Gracias a dios…”

Tisse no se perdió el susurro de la alta elfa. Nunca antes había interactuado con Yarandrala. Cuando conoció a Ruti y los demás, Yarandrala ya se había ido del grupo. Hubo muchas historias, pero ahora que Tisse había interactuado con Yarandrala de primera mano, la elfa noble causó una impresión bastante diferente de lo que Tisse había imaginado al principio.

“Eso da en el clavo”.

Mistorm había limpiado la mitad del gran plato de pasta en un abrir y cerrar de ojos. Ninguno de los otros tres había siquiera tocado sus órdenes. El Señor Crawly Wawly parecía estar disfrutando de una mosca que había atrapado después de que el olor de la pasta la hubiera atraído.

“Vamos a perseguir a Red y Rit, ¿sí? Va a ser mucho más que un viaje de un día, así que deberías comer ahora mientras puedas”, reprendió Mistorm.

“¿’Nosotros’?” Yarandrala preguntó sospechosamente.

“Si quieres encontrar a esos dos, Tisse tendrá que guiarte. Da la casualidad de que tengo negocios con Mogrim, que viaja con Red y Rit, y Godwin aquí está solo para el viaje.”

“¿Eh? ¿Yo también?”

“Sí, vas a venir, chico”.

“¿Por qué debería?”

“Vamos, vamos, no te quejes. Tengo mis razones, así que sé un buen chico y haz lo que te digo”.

“‘Sé un buen chico’… Sabes que estaba bastante arriba en el gremio de ladrones, ¿verdad? Sin embargo, nunca he podido tratar contigo”, admitió el Alquimista.

Tisse se sorprendió al ver que Godwin aceptaba las instrucciones de Mistorm con tanta facilidad. Se volvió hacia la anciana y le preguntó: “No me importa guiar a Yarandrala, pero ¿qué negocio tienes con Mogrim?”

Mink, la esposa de Mogrim, dijo que probablemente se dirigía al Muro y me pidió que le echara una mano.

“Ah. Sí, fue con Red y Rit para tratar de conseguir un cristal de la tierra”, explicó Tisse.

“No esperaba eso. Estaba segura de que Mogrim reuniría un grupo de aventureros, pero nunca hubiera imaginado que iría con Rit y Red. Había planeado atraparlo en el Gremio de Aventureros, pero cuando Mink me dijo lo que su esposo estaba planeando, ya se había ido de la ciudad. Estaba preparándome para partir justo cuando empezó ese lío en la plaza.”

“Lo siento”, se disculpó Yarandrala.

“Funcionó a su manera. Tenemos un buen grupo de compañeros para el viaje”, dijo Mistorm antes de volver a su plato.

“¿Realmente necesitamos hacer tal esfuerzo? Solo se fueron temprano esta mañana, y ahora es mediodía. Si los perseguimos a caballo o montando dragones, deberíamos alcanzarlos mañana por la noche”, comentó Tisse.

“Un viaje es un viaje, sin importar la duración”, respondió Mistorm con una sonrisa.

“Por supuesto.” Yarandrala asintió antes de volverse hacia la pasta frente a ella con elegante aplomo.

“Mientras no termine colgando de la horca, eso es suficiente para mí. Y si voy a terminar muriéndome de todos modos, prefiero que sea después de comer algo delicioso”, declaró Godwin mientras se sumergía en su comida con entusiasmo.”

“¿No vas a comer?” Mistorm le preguntó a Tisse.

“Lo hare.”

La joven Asesina estaba preocupada por Ruti, la verdadera identidad de Red y varias otras cosas, pero decidió dejarlas en paz y confiar en que Red resolvería algo mientras volvía su atención a la pasta que tenía frente a ella.

“Delicioso.”

“¿Cierto?”

El sabor ciertamente mereció la atención de Tisse. Hizo una rápida nota mental del nombre del restaurante.

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