Lazy Dungeon Master (NL)

Volumen 16

Capítulo 3: Final

Parte 5

*Perspectiva de Ragil

Llegó el momento de darle al Sacerdote Narikin su segunda prueba.

Ragil estaba cumpliendo el deber él mismo en la capilla de la iglesia. El Papa no estaría de visita esta vez. Él supervisaría el tercer juicio, pero si Narikin fallaba en el segundo juicio, ese sería el final de la participación del Papa.

“Padre Ragil, el clima es simplemente maravilloso hoy, ¿no?”

“Oh, Barakd. De hecho, es. Los rayos del Dios de la Luz realmente brillan sobre nosotros”.

Antes de que se diera el segundo juicio, Ragil se reunió con Barakd, un compañero arcipreste de la facción del Papa.

“Por cierto, Padre Ragil. ¿Sondeaste a Narikin para ver si se unirá a nuestra facción?”

“Por cierto. Sin embargo, parece que el simple hecho de enviar un mensajero lo ha dejado mortalmente asustado.”

“¿Y el hecho de que no haya oído hablar de él huyendo debe significar…?”

“Él no ha dado una respuesta, pero el juicio de hoy, sin embargo, podría ser como lo discutimos antes”.

Esa es una prueba para demostrar que realmente era un discípulo de Santaku. Exigirían una presentación sobre algo que Santaku había estado investigando. Incluso el Arcipreste Magni, que se suponía que era la Suma Sacerdotisa, estuvo de acuerdo en que esta prueba era agradable: si Narikin era su discípulo directo, entonces seguramente había escuchado algo de su investigación.

Sin embargo. La “investigación de Santaku” era, de hecho, una enorme trampa.

A decir verdad, Santaku no había investigado en absoluto, y sus informes solo existían de nombre. ¿Por qué Ragil sabía eso cuando Santaku supuestamente era de la facción opuesta? Porque Santaku era de hecho un espía enviado por la facción del Papa.

Santaku había recibido inteligencia y financiación de la facción reformista para su investigación como parte de su misión de debilitar la facción reformista de adentro hacia afuera.

Los documentos de investigación que produjo habían sido preparados por Ragil y, a pesar de que se trataba de una imposibilidad, la facción reformista había sido engañada como una tonta. El hecho de que Santaku se hubiera asegurado un alto estatus en la facción usando el dinero que le dieron fue infinitamente divertido para Ragil.

En cualquier caso, Santaku finalmente eligió usar los fondos que ahorró para rebelarse contra la facción del Papa, pero antes de eso había sido el perro leal de Ragil. Naturalmente, Ragil tenía sus documentos de investigación. Los manuscritos básicos, de los que incluso a Santaku solo se le habían mostrado partes, todavía estaban con él.

Si Narikin se unía a la facción del Papa, solo preguntaría lo que sabía Santaku, y si no lo sabía, solo tendría que preguntar sobre las partes más complejas.

“Aun así, pensar que Santaku tenía un discípulo directo. Nunca lo habría adivinado”, reflexionó Barakd.

“De hecho, nunca oí hablar de él. Y Santaku fue tan útil precisamente porque no sabía ocultar cosas… Si este Narikin realmente es su discípulo, debe haber sido todo un actor”.

Entonces, ¿sigue sospechando, padre Ragil?

“Tengo pruebas: el oro que Santaku adquirió el día de su muerte. Si asumimos que ese chico compró su estatus como discípulo de Santaku, todo encajaría.”

Y si ese fuera el caso, era muy posible que ni siquiera supiera que la investigación de Santaku existía en primer lugar. Eso significaría que no podría dar ninguna respuesta, incluso sobre las cosas que sabía Santaku.

¿Quién en el mundo era Narikin? Ese también puede ser un misterio que resolvieron hoy en el juicio.

***

*Perspectiva de Narikin (Keima)

La luz llovía en la capilla desde las vidrieras. Parecía que el juicio se llevaría a cabo aquí hoy.

Según Hugo, me estarían interrogando sobre los resultados de la investigación de Santaku. Lo que a su vez significaba que uno tendría que demostrar los resultados por sí mismos. Y seguro que lo haría yo mismo. Después de todo, habría agujeros en mi historia de tapadera si no me preparara con anticipación. Por lo tanto, seguí adelante y poseí a Narikin. A juzgar por la investigación de la que Hugo nos había hablado, esto sería demasiado para que Hugo lo manejara solo.

Sin embargo, como no quería que ningún eufemismo religioso me hiciera tropezar, tenía a Tran (Narikin) en el bolsillo del pecho.

Los tres jueces y Alca ya estaban reunidos y esperando en la capilla. Había bancos alineados frente al altar, y caminé por la alfombra roja entre ellos para acercarme.

“Ahora bien, Sacerdote Narikin. Por la presente presentaré su segundo juicio.”

“¡Si padre!” Declaré, arrodillándome.

El arcipreste Ragil abrió un trozo de pergamino. “Por la presente le preguntaremos sobre la investigación de Santaku. No en una fecha futura, sino en este mismo momento. Creemos que entenderás naturalmente la investigación de tu maestro, si eres verdaderamente su discípulo”.

“Como desees,” entoné, aceptando el pergamino y examinándolo. Parecía ser exactamente lo mismo que acababa de decir, sin trucos. Me paré en el podio como si fuera el podio de un maestro, y los jueces se sentaron en sus asientos para comenzar el interrogatorio.

“Para empezar… ¿Cuál fue el tema de la investigación de Santaku?” comenzó Barakd.

“…Movimiento perpetuo,” respondí. Efectivamente, movimiento perpetuo. El fenómeno que bien podría haber sido llamado uno de los últimos sueños de la humanidad. Maldito Santaku, seguro que estaba persiguiendo las estrellas con su investigación. O no, en realidad; Hugo solo había podido aprender los conceptos básicos más básicos de la investigación, lo que probablemente indicaba que solo existían los conceptos básicos más básicos. Aparentemente, Santaku había estado reuniendo dinero con el pretexto de investigar el movimiento perpetuo.

“El poder de los sueños, que no depende de la lluvia ni del viento. Creo que Santaku dijo una vez que si se lograba el movimiento perpetuo, la guerra se desvanecería en la nada, y también lo harían las mazmorras”, continuó Barakd. Por cierto, había reunido dinero con la posición muy perezosamente construida de que se necesitaba inversión para el futuro, y también que probablemente ayudaría a conquistar mazmorras de alguna manera. Fue bastante divertido que al decir que tomaría hasta la próxima generación, estaba garantizando de antemano que no podría hacerlo él mismo. Si no pudiera convertirme en la próxima generación en cuestión, usaría esa frase yo mismo. Gracias profesor.

“Qué nostalgia. Me dijo esas palabras cuando me pidió donaciones, ya sabes. Aunque no pagué”, dijo Magni.

“Yo personalmente doné unas cincuenta monedas de oro, madre Magni”, respondió Alca con orgullo. Alcaaa, te engañaron.

Dicho esto, incluso en el Japón del siglo XXI, todavía había algunas personas que caían en el truco de la máquina de movimiento perpetuo. A pesar de que la física demostró que el movimiento perpetuo es imposible en el siglo XVIII, nosotros, como especie, todavía encontramos la idea infinitamente atractiva.

“Eso fue solo el comienzo. Ahora haremos preguntas para ver cuánto sabes realmente, Sacerdote Narikin”, dijo Ragil.

“Bastante. Incluso yo sé eso”, dijo Barakd con una sonrisa. Sí, y eso fue todo lo que Hugo logró aprender por sí mismo. Es por eso que estoy aquí.

“Movimiento perpetuo. ¿Te importaría explicar qué implica eso, exactamente?” Ragil preguntó.

“Sería un poco difícil de explicar con palabras,” dije.

“¡Ah! ¿Pretendes evadir la pregunta con giros de frase? Si es así, esto no es un juicio, serás…”

“Afortunadamente, tengo un modelo en mi {Almacenamiento} que ahora usaré para explicar”, dije, interrumpiendo a Ragil y sacando una caja de doce lados. En el centro del dodecágono había un eje, de modo que uno podía girarlo todo a su alrededor como una máquina de lotería que uno podría encontrar en una calle de mercado. Había doce secciones dentro de la máquina, cada una con bolas dentro. Además, el eje estaba conectado a pequeños morteros con engranajes, de modo que al girar el eje se movían.

“¿Qué? ¿U-Un modelo? Ya veo, un modelo, hm”, dijo Ragil, atónito. Lo siento, pero tuve suficiente tiempo de preparación para hacer esto. En como dos horas.

“Oh, no está mal. Girar las cajas gira los morteros. Fácil de entender de un vistazo. ¿Parece una rueda hidráulica?” preguntó Magni.

“Tienes razón, Madre Magni”.

Toqué las cajas y las hice girar experimentalmente, haciendo que las bolas dentro tintinearan mientras el mortero comenzaba a bombear.

“Al igual que una rueda hidráulica, y al igual que un molino de viento, el trabajo de esta caja es girar. Si esto fuera real, el grano del interior se estaría moliendo mientras hablamos”, expliqué. Alca y Barakd se levantaron para acercarse a la modelo.

“¡Narikin, esta es la primera vez que veo un modelo con tantas partes móviles!” exclamó Alca.

“Permíteme ver también… ¡Oh, cada parte juega una función tan clara!

¡Este es todo un modelo!” Barakd también exclamó. Ambos estaban pasando el mejor momento de sus vidas aquí.

¿Estás seguro de que deberías estar aquí, Barakd? Ragil parece enojado contigo.

“¡Ejem! Atención, me gustaría continuar con mi interrogatorio del Sacerdote Narikin, si me lo permiten”, tosió Ragil, tratando de poner las cosas en orden.

“¿Qué, Ragil? ¿No es esto suficiente? Santaku nunca nos mostró nada como esto”, dijo Magni.

“¡De nada! Los principios. Narikin, debes explicar los principios sobre los que se basa el movimiento perpetuo. ¿Puedes hacerlo?”

“Si padre. Permítame usar el modelo para explicarlo”, respondí, agarrando el triángulo formado desde el eje central hasta el borde de una caja y abriendo la parte superior para revelar el interior. Naturalmente, tenía una tapa; Lo hice específicamente para propósitos de explicación.

“¡¿Podemos ver el interior?! Veo que la fuente de los sonidos son estas bolas”, observó Alca.

“Por cierto. Además, hay protuberancias y crestas dentro de cada sección triangular que determinan dónde pueden moverse estas bolas”, expliqué. Pero ahora los principios. Hay una ley de la realidad en la que sostener lo mismo por encima de la cabeza y cerca del fondo se siente diferente en peso. El movimiento perpetuo usa este principio para funcionar”, dije. Cuando estaba en el lado derecho, una pelota rodaba por la superficie lisa hacia el exterior, alejándose del eje central. Cuando está en el lado izquierdo, el interior lleno de baches de la sección conduce la pelota hacia el centro. “¿Puedes ver cómo a pesar de que la izquierda y la derecha tienen la misma altura, las bolas tienen pesos diferentes?”

“Ciertamente lo hacen”, dijo Alca asintiendo.

“Esta rueda gira y su lado derecho es más pesado. Luego, las bolas se mueven en otra área, haciendo que el lado derecho vuelva a ser más pesado. Esto continúa, por los siglos de los siglos. Este es un principio del movimiento perpetuo; la rueda desequilibrada, como se le llama.”

“¡¿Uno?! ¡¿Solo uno?!” exclamó Ragil, saltando de su asiento.

“Por cierto. Hay varios otros, pero solo a mí me confiaron los detalles de esta rueda. Diseñé este modelo sobre la teoría que me dieron. Y creo que esto es suficiente para explicar el principio del movimiento perpetuo, ¿no, Arcipreste Ragil?” Yo pregunté. Mi explicación ya tenía a Alca y Magni mirando a la modelo con ojos brillantes. Incluso Barakd parecía muy interesado en él.

“Padre Narikin, ¡¿esto realmente funciona?!” exclamó Alca. “¡Ah, debemos convocar a una multitud a la iglesia y anunciar estos resultados oficialmente de inmediato!”

“De acuerdo”, dijo Magni. “A juzgar por el sonido, seguiste adelante e hiciste cada sección con precisión, ¿no? Chico, adelante y gíralo. Debería funcionar según tu explicación.”

Los dos me empujaron.

“Er… Sí, de hecho. Seguramente funcionaría, según los principios que acabas de explicar”, dijo Ragil. Y de hecho, funcionaría de acuerdo con esos principios. Pero cuando cerré la tapa y giré la caja, lo hizo un poco por inercia, luego se detuvo abruptamente.

La energía de las bolas de la izquierda coincidió con la energía de las bolas que intentaban caer hacia la derecha, finalizando el movimiento rápidamente. Era ciencia simple. Si este diseño realmente girara para siempre, no habría necesidad de que hubiera ruedas de hámster en ningún otro lugar. Un rodamiento de bolas habría sido el único mortero que se necesitaba. Podrían ser morteros con electricidad, pero en fin.

“Es como lo ves”.

“En resumen, ¿no funciona?” preguntó Magni.

“Por cierto. Sin embargo, creo que transmitió los principios de todos modos.” Yo pregunté.

Ragil frunció el ceño. “Explícate”.

“Un modelo tan simple podría construirse con una moneda de oro o menos. No habría ninguna razón para no probarlo. Esta es solo mi teoría, pero creo que el Padre Santaku nunca mostró tales modelos a la Suma Sacerdotisa y otros que tan amablemente donaron su dinero para no decepcionarlos cuando fallaron en la práctica. Estaba siendo considerado” dije. En el sentido de que si decepcionaba a sus patrocinadores, dejarían de darle dinero.

“Ya veo, ya veo… Así que la investigación de Santaku fue hacer que esta máquina realmente funcionara”, dijo Magni.

“Sería realmente maravilloso si lo hiciera”, dijo Alca.

“Dios mío, incluso yo estaba bastante sorprendido”, dijo Barakd. “Tal vez yo mismo debería donar a la investigación de Narikin algún día”.

Uh, ¿cómo? ¿No eres parte de la facción del Papa, Barakd? ¿Por qué te engañan?

“Hmph, pero si no funciona, bien podría ser la gran espada de Papala. Estás diciendo que la investigación de Santaku fue inútil”, dijo Ragil.

“Ragil, esa es la forma incorrecta de verlo”, dijo Magni. “El chico demostró que era discípulo de Santaku, ¿no? Diría que pasó la segunda prueba con esto.”

“P-Padre Ragil, ¿qué piensas?” Barakd preguntó con vacilación. Ragil guardó silencio, masajeándose las cejas con los dedos.

Seguro que está siendo terco, ¿eh…? Bueno, supongo que no puedo culparlo. Después de todo, la facción del Papa sabe que Santaku fue un fraude y no investigó nada. Supongo que también tendré que anular ese hecho.

“No diría que su investigación fue completamente inútil. Este modelo funciona en las condiciones apropiadas”, dije.

“¡¿V-Vamos otra vez?!” exclamó Ragil.

Por cierto. Si pensaban que Santaku era un fraude, solo tenía que hacerles creer que había hecho una investigación real y que, de hecho, había progresado más que la investigación que la facción del Papa tenía para ellos mismos. Sabían que las máquinas de movimiento perpetuo eran falsas, así que todo lo que dije a partir de ese momento eran cosas que no sabían.

“A decir verdad, este modelo funciona dentro de las mazmorras”, continué.

En circunstancias normales, las máquinas de movimiento perpetuo no funcionaban. Si lo hicieron, probablemente había un hámster adentro girando la rueda. Y por supuesto, el hámster en este caso es un Golem que hice con {Crear Golem}. Dentro de una mazmorra, podría recibir maná y continuar funcionando para siempre. Por lo tanto, lo configuré para que se moviera solo cuando estaba dentro de una mazmorra.

¿Seguramente el Golem solo funcionaría dentro de mi propia mazmorra, dices? No, estoy haciendo los Golems con mi magia, y no están directamente conectados a ninguna mazmorra. Esto funciona porque simplemente absorben maná a su alrededor por su cuenta. Así es como viven.

De hecho, ser capaz de absorber energía del entorno y convertirla en tu propia energía para moverte para siempre se conocía como el segundo principio del movimiento perpetuo. ¡Eso hizo que los Golems fueran verdaderas máquinas de movimiento perpetuo! Aunque esa lógica es realmente tonta, ya que es como decir que pedir prestado un enchufe en un restaurante convirtió a su teléfono en una máquina de movimiento perpetuo. Simplemente robó maná en lugar de electricidad.

De todos modos, eso fue un desvío. Afortunadamente, todos estaban paralizados en estado de shock por la revelación de que la máquina realmente funcionaba, así que aproveché la oportunidad para repetirme para enfatizar dramáticamente.

“Este modelo, de hecho, funciona dentro de una mazmorra”. “¡S-Sí, ¿muchacho?! ¡¿No es increíble?!” preguntó Magni.

“¿Se mueve? ¿Realmente se mueve? ¡Deseo verlo, Narikin!” exclamó Alca.

“¡E-Esto no puede ser! ¡¿Padre Ragil?!”

“¡Cálmate, cálmate! ¡Me niego a creerlo hasta que lo vea en la práctica!” Hm. Sí, eso tenía sentido. ¿Quién no querría verlo?

“Suma Sacerdotisa. ¿Puedes llevarnos a las mazmorras más cercanas?” Pregunté, levantando el modelo.

“¡Por supuesto! ¡Vámonos ahora, ahora mismo! ¡Vamos, todos, levántense!”

“Estoy deseando que llegue esto yo mismo”, dijo Barakd. “La mazmorra más cercana es… ¿El [Laberinto de Caballos Majimanji] que está a una semana en carruaje?”

“No, espera. Hay una mazmorra artificial debajo de la iglesia, ¿no?”

“¡Magni! ¡Eso no debe saberlo un sacerdote médico! ¡Incluso pocos arciprestes saben eso!” Ragil ladró, pero Magni negó con la cabeza.

“Relájate, Ragil. Bien podría ser ya un arcipreste; además, escuché que es un sacerdote especializado. ¿No es así, Alca?”

“Por cierto. Le asigné el papel y lo instruí yo mismo. Por lo tanto, él ya conoce la mazmorra artificial.”

“Esto es una novedad para mí”, dijo Barakd. Parecía que él era el único de todos nosotros que no lo sabía.

Y así, fuimos a la mazmorra artificial debajo de la iglesia. Dicho esto, no había necesidad de ir hasta la instalación de producción de mazmorras artificiales; el pasillo ya contaba como parte de la mazmorra.

“Me preguntaba qué había detrás de esta puerta… Oh, este es un hermoso pasaje subterráneo”, dijo Barakd.

“También sirve como ruta de escape si es necesario. No lo uses todos los días ahora. Pero en cualquier caso… Chico, esta parte del pasillo ya debería ser parte de la mazmorra. Déjame ver el modelo.”

“Aquí tienes, Madre Magni”, dije, entregándole el modelo. Primero verificó dos veces que no funcionaba fuera del territorio de la mazmorra. La vieja bruja fue cautelosa.

Luego, lo metió en el territorio de la mazmorra artificial y giró las doce cajas. El mortero conectado comenzó a subir y bajar lentamente.

“Funciona, como puedes ver. Y dentro de una mazmorra artificial, también… Creo que este es un nuevo descubrimiento”, dije, a lo que Barakd aplaudió.

“¡Maravilloso! ¡Absolutamente maravilloso, Padre Narikin! ¡Simplemente estoy conmovido!”

“Padre Narikin… ¡Aaah, mi corazón late tan fuerte que me duele! ¡No me había sentido tan conmovido desde el día en que me salvaste la vida!” Alca lloró.

Oh Suma Sacerdotisa, creo que te refieres a Keima allí, que es alguien completamente diferente.

“D-Debe haber algún truco para esto”, dijo Ragil.

“Por supuesto que lo hay, Padre Ragil. Te lo acabo de explicar hace unos momentos.”

“¡¿Entonces por qué funciona solo dentro de las mazmorras?!”

“Planeo identificar y probar eso con más investigación”, dije, y no había nada más que pudiera decir a eso. Después de todo, el juicio era para demostrar que había heredado la investigación de Santaku, no para explicar en el acto cómo funcionaba un fenómeno misterioso que aún estaba bajo investigación.

“Chico, ¿cuál es el nombre de este dispositivo? No es una máquina de movimiento perpetuo. ¿No necesita otro nombre?” preguntó Magni.

“Hm… Cierto. Las cosas que funcionan con agua se llaman impulsadas por agua, mientras que las cosas que funcionan con viento se llaman impulsadas por viento. Dado que esto funciona con el poder de la mazmorra, ¿tal vez podríamos llamarlo una máquina impulsada por la mazmorra?”

“Supongo que difícilmente podríamos llamarlo de otra manera”.

“Espera un momento, eso hará que parezca que las bendiciones naturales son las bendiciones de las mazmorras. ¡Yo digo que tomemos el nombre del padre Narikin y las llamemos máquinas Narikin!” exclamó Barakd.

“Oh.”

“Bueno, bueno, Barakd. ¿Quién sabía que tenías un buen sentido de los nombres? Máquinas Narikin es. El Dios de la Luz seguramente se regocijará si decimos que estamos robando el poder de las mazmorras para que funcione”, dijo Magni antes de que pudiera negarme. Espera,

¿está grabado en piedra ahora?

“¡Ahora tu nombre está grabado en este invento que cambiará la historia para siempre! Ohoho, qué final feliz”.

Eh, ¿Barakd? Si las miradas pudieran matar, estarías muerto ahora mismo, a manos de Ragil. ¿Estás seguro de que deberías decir todo esto?

“Erm, todo lo dicho, todavía estoy investigando esto. Todavía no sé por qué funciona en las mazmorras, así que…”

“Chico, ¿podrías hacerme uno de estos modelos? No es necesario el mortero, y la parte superior tampoco tiene que desprenderse. Y hazlo lo más pequeño posible. Donaría cien oros por esto”, dijo Magni.

“¡Oh, y yo también desearía uno! ¡Como el padre que los nombró! ¿Ojalá cinco oros sean suficientes?”

“Um, Narikin. ¡Yo también deseo uno…! ¡Donaré todo lo que pidas!” dijo Alca.

Los tres estaban rogando mucho por uno. Pero, bueno, incluso si no pudiera producirlos en masa, sería extraño si no pudiera hacer algunos más para demostrar que mi investigación es recreable.

“Sólo este. Oh, ¿tú también quieres uno, Padre Ragil?” “…Tomaré uno. ¿Serán suficientes treinta monedas de oro?” Espera, ¿realmente quiere uno? Eso es sorprendente.

En cualquier caso, pasé la segunda prueba con los votos de todos. Ahora el último estaba mostrando un milagro. Fue difícil decidir cuál mostrar. Aunque antes de eso, tuve que hacer cuatro de estas máquinas Narikin. Suspiro.