Lazy Dungeon Master (NL)

Volumen 16

Capítulo 1: Comienzo

Parte 9: Fiesta Del Té De Soto

La hija de Keima, Soto, había encajado en la ciudad de Goren sin ningún problema. Y ahora, estaba organizando una fiesta de té para aumentar su número de amigos. Se estaba llevando a cabo en el comedor del Posada de la Muñeca Bailarina. Si uno evitaba la fiebre del almuerzo, había muchos asientos y bocadillos gratis. Una mesa tenía té, purines y remolachas golem locales para comer alineados encima.

Participando en la fiesta del té junto a Soto estaba la pandilla de los hijos de Goren: Niku, Maiodore y Michiru, así como Cid, el jefe de la ciudad de Dragg.

“¡Soy la hija de papá, Soto Goren! ¡Siéntete libre de llamarme Soto!”. exclamó Soto, presentándose sin una pizca de timidez. Cada palabra exudaba una excesiva confianza en sí mismo.

“Soy Maiodore Tsia. Lady Kuro es mi prometida”, dijo Maiodore, inclinando la cabeza. Era la hija del archiduque de Tsia y tenía más sentido común que nadie allí.

“¡Soy Michiru! ¡Una monja aprendiz en la iglesia local! ¡Creo que seremos grandes amigos!”. Michiru exclamó a su vez, sonriendo alegremente. Era como un diminuto sol enérgico, y era agradable de inmediato.

“¿Realmente debería estar aquí? Soy Cid Pavella. Jefe de la ciudad de Dragg”, dijo Cid, sintiéndose un poco incómodo como el único hombre allí.

“…Yo también me presentaré. Soy Niku Kuroinu”, dijo Niku. Conocía a todos allí, pero se sentiría mal por ser la única que no se presentara.

“¡Aquí, ten calcetines como símbolo de nuestra amistad! No te preocupes, son todos nuevos y de la mazmorra.”

“Oh vaya. ¿Gracias…?” Maiodore fue la primera en recibir calcetines nuevos de Soto. Estaban desnudos sin ningún envoltorio, pero sin duda eran de alta calidad.

“¡Seguro que estaría agradecido si te los pusieras de inmediato! Ah, y aquí tienes una caja para poner tus calcetines viejos.”

“Soto. El Maestro dijo que no hiciera eso aquí.” “Ngh, hermana… Maldito seas, papá…”

Niku detuvo suavemente a Soto de perder el control con sus fetiches. Su extraño comportamiento… es decir, su fetiche por coleccionar calcetines, había sido mayormente permitido hasta este punto, pero eso solo era cierto con la familia: los subordinados de Keima, Niku e Ichika, las chicas monstruosas, etc. Naturalmente, hacer todo lo posible con extraños era un poco demasiado. Gracias a Niku, parecía que la fiesta del té podía comenzar con seguridad.

“Lady Soto, usted es la hermana pequeña de Lady Kuro, ¿correcto?” preguntó Maiodore.

“¡Uh-huh! Así es, Mai-mai. Soy su hermanita, hehehe… Ah, y tú eres su prometida. ¡Supongo que eso significa que también debería llamarte hermana mayor!”

“¡H-Hermana mayor…! ¡S-Sí, de hecho! Oh, qué lindo, sabio e inteligente eres. Ciertamente eres la hija de Lord Keima.”

Y así, Maiodore fue inmediatamente conquistada.

“Aun así, pensar que Keima tenía otra hija. ¿Qué tal si también me llamas tu cuñada mayor?”

“Espera, ¿quieres que te llamen hermana aunque seas un niño? ¡Eso es bastante gracioso!” exclamó Soto, interesado, pero Maiodore intervino.

“¿Señor Cid? No seas obsesivo; Lady Kuro ya ha rechazado tu compromiso.”

“Ahaha, simplemente estaba bromeando”. “¡Así es! ¡Cid es mi presa!”

“¡¿M-Michiru?!”

“¿Hmm? Oh vaya, vaya, vaya ¿Tanto se han desarrollado las cosas entre ustedes?” Maiodore preguntó, poniendo una mano sobre su boca y riendo.

Michiru terminó de cambiarse los calcetines y luego habló con Soto. “¡Soto, Soto!”

“¿Sí, Michimichi?” “¿Eres un Beddhist?”

“¡Uh-huh! ¡Soy un Beddhist!”

 “¡Yaaay!”

“¡Yaaay!”

Soto y Michiru chocaron los cinco. Inmediatamente estuvieron en completa sincronía. Y mientras Niku no podía ver, Michiru se quitó los calcetines y se los dio a Soto.

“Pido su apoyo en los próximos asuntos relacionados con la iglesia”. “Geheheh, qué chica tan mala. No temas… Hablaré con papá.”

Fue un intercambio de aspecto bastante villano. Sin embargo, el hecho de que fuera un intercambio de calcetines en lugar de dulces para adultos lo hizo conmovedor. Y solo lo hacían por diversión; no tenían planes malvados reales. Probablemente.

“Qué están haciendo esos dos… ¿Se conocieron en secreto antes? Es como si fueran guisantes en una vaina… ¿Es esta realmente su primera reunión?” preguntó Maiodore, exasperada.

“¡Seguro que lo es! Soto, ¡sí!” “¡Michimichi, yaaaa!”

Soto y Michiru volvieron a chocar los cinco. Estaban tan sincronizadas que era como si hubieran sido amigas desde el nacimiento.

“… Aun así, los purines en esta posada son ciertamente de alta calidad. Estoy usando la receta para hacer la mía en casa, pero simplemente no se pueden comparar”, dijo Maiodore.

“¡¿Qué dices?! Mai, ¿cuándo conseguiste la receta?” Gritó Cid, tan celoso que se puso de pie abruptamente.

“Oh, oh, oh. Soy la prometida de Lady Kuro, ¿sabes?” “¿Hmm? Pero puedes comerlos aquí cuando quieras, ¿no?”

“Sí, pero… Pasar por el túnel cada vez es un poco doloroso”, dijo Cid. “Pero no puedo comerlos a menos que lo haga. Ha sido un poco molesto.

“¿Por qué no usar {Almacenamiento}?”

Las cosas puestas en {Almacenamiento} tuvieron su tiempo detenido. Podrías comprarlos y comerlos cuando quisieras.

“Esa es una opción, pero… Cuando tenga que ir a la academia imperial, si mis chefs pueden hacer purines o no, hará una gran diferencia, ¿no?”

“La capital imperial ciertamente está muy lejos”, estuvo de acuerdo Maiodore.

“Contratar aventureros con {Almacenamiento} solo para traer comida es una opción, pero los costos son tan altos como cabría esperar”.

“¿Qué hay de preguntarle a Wataru?” Niku sugirió. Cid parpadeó.

“Wataru el Héroe no haría un trabajo de baja categoría como ese, seguramente”.

“Él lo haría. Sólo tienes que preguntar.”

“¡No te preocupes, hermana mayor! ¡Wataru definitivamente lo haría!” exclamó Soto.

Uno de los trabajos de Wataru era llevar arroz desde Goren a la capital imperial. En realidad, estaban usando funciones de mazmorras para descargar una tonelada allí, pero estaban usando a Wataru para cubrir la mayor parte de eso. (Exportar arroz a través de [Playa de Marfil] fue uno de los flujos de efectivo más importantes de [Cueva de la Codicia]).

“Hrm… Los calcetines de Wataru el Héroe, que viaja por todo el imperio… Bastante calientes”.

“Soto”.

“¡Ya sé! ¡Hoy no, hoy no!”. Niku bajó el pie.

“¡Niku, no me importa!” exclamó Michiru. “Acepto el amor de Soto, ¡eso es ser monja Beddhist! ¡Diablos, sí!”

“¡Michimichi, eres tan linda! ¡Te amo!”

Soto y Michiru se abrazaron en un fuerte abrazo. ¿Se estaban viendo realmente por primera vez?

“¡Disculpa, Michiru! ¡¿Qué dije acerca de llamar a Lady Kuro por ese nombre?!” Maiodore ladró.

“… Pero prefiero ese nombre”.

“¡No, no, Dama Kuro! ¡Es desvergonzado…! U-Una vez que nos casemos, erm, te llamaré por ese nombre en la cama, así que… ¡Hasta entonces, ten paciencia!” Maiodore se puso rojo. Fue… fácil de olvidar para el grupo de Keima, pero ‘niku’ sí tenía una connotación sexual cuando se usaba como nombre de mujer.

“Oye, oye, Soto. Mai huele súper bien”.

“¡Uh-huh, ella es súper linda! ¡Me encanta este tipo de cosas!” “Realmente debería ser una segunda esposa…”

“¡Oye! ¡¿De qué están hablando ustedes tres?!” “… ¿Alguien quiere otro purin?”

Y así, Soto fue aceptada normalmente— ¿normalmente…? — como hija del jefe de la ciudad.