Otome Game no Hametsu Flag shika nai Akuyaku Reijou ni Tensei shite shimatta… (NL)

Volumen 11

Capítulo 3: La Ciudad Natal de María

Parte 1

 

 

A la mañana siguiente me levanté bien descansada y feliz de saber cuánto iba a durar la trama del juego. Conseguí soportar la nueva sensualidad de Keith que tantos problemas me había dado el día anterior y me dirigí sin problemas al Ministerio de Magia.

Al bajar del carruaje, cuando me dirigía al Laboratorio de Herramientas Mágicas, vi a alguien por detrás, alguien con quien hacía tiempo que no hablaba.

Publicidad M-AR-1

“¡Buenos días, Dewey!” Lo llamé.

Dewey Percy, con sólo trece años, era más joven que yo, pero habíamos entrado en el Ministerio al mismo tiempo. Lo había hecho a través de una prueba de admisión increíblemente difícil, ya que no tenía poderes mágicos pero lo compensaba siendo un genio que se saltó varios cursos.

“Buenos días, Lady Claes.” Respondió con una voz algo sombría. “¿Pasa algo? ¿Estás bien?” Pregunté, preocupada.

“Sí… estoy bien.” Eso dijo, pero parecía todo menos eso. No parecía enfermo ni nada, sólo muy preocupado por algo.

“Puedes hablar conmigo si quieres, ¿sabes? ¿Qué pasa?” Le pregunté, y me miró. “P-Pero…”





Antes de que pudiera dar una respuesta, pareció notar algo detrás de mí que empeoró aún más su aspecto abatido.

Seguí su mirada y vi a María y a Cyrus, que se divertían charlando mientras caminaban juntos.

Ya veo, sus problemas deben tener que ver con María, me di cuenta al instante gracias a mis reconocidos poderes de deducción.

“¿Pasó algo entre tú y María?” Le pregunté, y su rostro pasó de ser sombrío a ser abiertamente triste.

“En absoluto… Esa es la cuestión.”

No tenía ni idea de lo que quería decir, así que seguí escuchando.

“Es una chica encantadora. Todo el mundo la adora.” Explicó Dewey.

Seguro que sí.

“He oído que ha sido convocada recientemente por el príncipe.” Continuó.

Bueno, en realidad fue el rey quien la convocó, pero eso es un secreto.

“Y me di cuenta de que está completamente fuera de mi alcance.” Murmuró, mirando al suelo.

¡Pobre Dewey! ¡Se ha quedado sin confianza!

“Awww, Dewey, no digas eso. ¡Tú mismo eres increíble! Has pasado la prueba de admisión del Ministerio a tu edad.”

Esa prueba era difícil incluso para los adultos inteligentes, que decir para niños de trece años. Por si fuera poco, Dewey trabajaba en el Departamento de Poderes Mágicos, donde se reunían todos los empleados más capacitados del Ministerio. A pesar de ser tan joven, todo el mundo tenía ya enormes expectativas en este niño prodigio.

“Probablemente fue sólo suerte. No tengo poderes mágicos, y la familia de la que provengo no es lo suficientemente buena como para darme el derecho de anhelar a María. Cualquier comparación con ella me avergonzaría.” Mirando a su enamorada mientras caminaba junto a su superior, concluyó: “Ojalá pudiera ser un hombre tan maravilloso como lo es Sir Lanchester. A diferencia de mí, él es apto para caminar junto a ella.”

“¡Eso no es cierto!” Objeté, dejando a Dewey sorprendido.

Puede que Cyrus lo disimule bien, pero apenas puede hablar con las chicas fuera del trabajo. María está sonriendo, pero sólo mira lo rígido que parece su rostro. Probablemente esté hablando con ella de artes marciales. En realidad, definitivamente está hablando de eso. Es imposible que hable de otra cosa con ella.

Cyrus era demasiado tímido incluso para sentarse en el mismo carruaje que María o salir a comprar con ella, pero desde que ella le había pedido que le enseñara defensa personal, había encontrado un tema sobre el que podía mantener una conversación. Probablemente Dewey era más cercano a ella que Cyrus, ya que al menos podía hablar fácilmente con ella durante las comidas en la cafetería.

Me gustaría poder explicárselo a mi preocupado amigo, pero le había prometido mantener en secreto la verdadera personalidad de Cyrus. Sabía que le daban un miedo terrible las chicas por el tiempo que pasamos juntos en el campo, pero la mayoría de la gente, incluido Dewey, lo confundía con un tipo extremadamente genial e intrépido.

“Eres tan maravilloso como él.” Logré decirle finalmente. “Lo siento. No debería haberte mencionado eso.” Respondió. Lo malinterprete por completo…

Por desgracia, como trabajábamos en departamentos diferentes, tuve que separarme de Dewey antes de poder consolarlo de alguna manera. Todavía preocupada por mi amigo, entré en el Laboratorio de Herramientas Mágicas.

“Buenos días.” Le dije a Sora, que ya estaba limpiando el despacho, antes de unirme a él en esa actividad.

Me planteé pedirle consejo a Sora sobre los problemas de Dewey, pero entonces recordé lo adulta que había sido su respuesta la última vez que le pregunté por un romance. Probablemente no sería capaz de simpatizar con las complejas luchas románticas de un niño de trece años.

“¿Por qué esa mirada de lástima que tienes en la cara?” Me preguntó, notando la forma en que lo estaba mirando. “Estás pensando en algo grosero sobre mí, ¿verdad?”

“No, en absoluto.” Le contesté a mi agudísimo colega. “Sí, claro. Apuesto a que sí. Sólo escúpelo.”

“¡No es nada grosero! Sólo pensaba que no entenderías las delicadas cuestiones románticas del primer amor de una persona.”

“¡Eso es definitivamente grosero! ¡No puedes ir y decidir lo que puedo y no puedo entender!”

“¡¿Así que los entiendes?!” Jadeé, y él empezó a frotar sus nudillos contra mi cabeza como siempre hacía. “¡Oye! ¡Para! ¡Me vas a despeinar!” Grité, tratando de resistirme, pero sin éxito.

¡Ja! ¡Sólo intenta distraerme porque no entiende nada de eso! Pensé, pero en lugar de expresar mis dudas, decidí devolverle el gesto también frotando mis nudillos contra su cabeza.

Una vez que el cabello de Sora estaba ligeramente revuelto y el mío completamente erizado, nuestra pequeña pelea se vio interrumpida por la llegada de nuestros colegas. No obtuve ningún consejo útil de esa interacción, pero conocía al tipo al que debía acudir en busca de ayuda. Mientras nos dirigíamos a la sala donde me enseñaría sobre Magia Oscura, le conté a Raphael el problema de Dewey.

“Y por eso ha perdido toda la confianza. Quiero ayudarle, pero no sé qué hacer.” Concluí.

Raphael tenía facilidad para entender los sentimientos de la gente, como había demostrado con sus maravillosos consejos sobre cómo tratar a un chico al que ni siquiera conocía. Siempre lo había admirado como compañero de escuela y colega con talento, pero ahora lo admiraba como un sabio profesor en el que siempre podía confiar. Estaba segura de que podría ayudarme con la situación de Dewey.

Publicidad G-M1



“Creo que tú…” Comenzó después de pensar un rato. “¡¿Sí?! ¡¿Qué debo hacer?!”

“Bueno, nada.”

“¿Eh?” Grité, sorprendida por esta sugerencia completamente inesperada. Había imaginado que Raphael me daría algún consejo práctico sobre qué decir o hacer para Dewey.

“¡Pero está tan triste! ¡No puedo dejarlo estar!” Expliqué desesperadamente, y Raphael me sonrió.

“Deberías estar ahí para escucharle cuando quiera hablar, sí, pero probablemente deberías limitarte a eso.”

“¿Pero por qué? Me disté esas líneas perfectas cuando tuve que lidiar con Liam…” “Eso es porque sentí que Liam quería la ayuda de alguien.”

“¿Y Dewey no?”

“Sí. Probablemente no quiere que nadie resuelva este asunto por él. Es algo con lo que tiene que lidiar él mismo.”

“¿Sin ayuda?”

Publicidad G-M2



“Exactamente.” Confirmó, asintiendo con la cabeza. “He hablado con él en algunas ocasiones y creo que tiene un problema de autoestima.”

“¿En serio…?”

“Se infravalora porque no tiene suficiente confianza en sí mismo. No conozco bien los detalles, pero he oído que viene de una familia pobre. Tal vez esa sea la razón por la que piensa tan duramente de sí mismo.”

Eso parecía coherente: sabía de su familia gracias a la nota sobre el juego y por haber escuchado de ella directamente de Dewey. Sus padres eran tan pobres que él tuvo que trabajar de niño, mientras seguía yendo a la escuela. Probablemente por eso, a pesar de ser tan inteligente, nunca le dio importancia. Solía pensar que sólo era humilde, pero tal vez no era así.

“O tal vez alguien cercano a él siguió menospreciándolo…” Murmuró Raphael con la mirada triste de quien entiende cómo se siente. “Cuando te falta confianza en ti mismo, lo que haga la gente que te rodea apenas importa. Debes hacer el cambio tú mismo.”

“Entonces… ¿no puedo ayudarle de ninguna manera?”

“Eso no es del todo cierto. Puedes estar a su lado y escuchar sus problemas. Y si acaba pidiendo tu ayuda, por supuesto que puedes prestársela.” Respondió con una sonrisa.

Las palabras de Raphael me golpearon como un camión.

Por supuesto. Siempre pensaba que debía hacer esto o aquello… ¡pero sólo puedo escucharlo! A veces, cuando me siento mal, también quiero que alguien me escuche.

“Además, recuerda que Dewey es un hombre, con todo el orgullo que eso conlleva. Probablemente no quiera que una mujer se preocupe por él.” Explicó Raphael con una sonrisa ligeramente burlona.

“Jejeje, Raphael, sabía que podía contar contigo, y me alegro de haberlo hecho. Gracias.” Sonreí a mi sabio profesor.

“Ni lo menciones. Ahora, vamos.” Respondió, dirigiéndose a la sala donde teníamos las clases de Magia Oscura.

Huh, esa reacción fue un poco extraña. ¿Soy yo o se está sonrojando? Extraño. Supongo que ahora ha vuelto a la normalidad…

Una vez que llegamos a nuestra “aula”, empezamos con la continuación de la lección anterior: dar forma a la Oscuridad. Los dos días anteriores lo había hecho sin ningún problema, pero esta vez, por alguna razón, sólo pude hacer que la Oscuridad se tambaleara un poco sin adoptar ninguna forma precisa.

“No te preocupes, estás empezando.” Me consoló Raphael con su habitual sonrisa.

Publicidad G-M2



Me preocupa si lo haré bien en los seis meses que me queda…

***

 

Cuando terminé de enseñar a Katarina su lección de Magia Oscura, le dije que volviera al despacho del departamento antes que yo, y me quedé en la habitación, sentado solo. Normalmente nunca haría algo así, pero mi corazón palpitante necesitaba un respiro.

Sentí que estas lecciones nuestras nos habían acercado a Katarina y a mí, pero la distancia entre nosotros se había acortado mucho y se había cerrado mucho más rápido desde que le aconsejé sobre aquel huérfano fugitivo. Parecía que ahora estaba dispuesta a abrirme su corazón.

Por supuesto, me alegraba que confiara en mí, pero conocía la mala costumbre de Katarina de bajar completamente la guardia cuando se trataba de personas en las que confiaba. Eso suponía un problema. Pasábamos tiempo juntos, a solas, literalmente sólo divididos por un brazo de distancia, y allí estaba ella halagándome, mirándome con ojos centelleantes. Intentaba ocultar lo mucho que me afectaba, pero después de que ella se marchaba, siempre se me aceleraba el corazón.

Durante años, las palabras de despecho de esa espantosa mujer hacia Raphael habían envenenado mi mente: “Eres un joven tan encantador, Sirius, a diferencia del hijo de esa asquerosa ramera.”

Publicidad M-M3

Sin embargo, ahora por fin me había liberado de ese veneno. En cambio, las palabras de Katarina me dieron fuerzas para seguir adelante.

“¡Eres increíble, Raphael!”

Me levanté de la silla, sintiendo que tenía toda la energía que necesitaba para el largo día de trabajo que tenía por delante.

***

 

Por la tarde, como de costumbre, debía leer el pacto junto con María. Encerrada en una pequeña habitación con un diccionario delante de mí, el mero hecho de permanecer despierta era una hazaña en sí mismo. Como siempre, tampoco avanzaba mucho. Por fin había conseguido leer más allá de las advertencias iniciales, y había llegado a la parte en la que se enseñaba a convocar Oscuridad de la nada, como había aprendido recientemente con Raphael.

Eso sigue siendo tan básico…

Después de luchar por no quedarme dormida durante un buen rato, por fin llegó la hora de nuestro descanso. En la mayoría de los días, me lo tomaba como una oportunidad para dejar de luchar y simplemente echarme una siesta, pero hoy no podía dejar de pensar en cómo estaba Dewey.

En particular, recordé lo que Raphael había dicho sobre tener a alguien que siempre lo menospreciaba. Intenté recordar todo lo que sabía sobre Dewey, pero me di cuenta de que no era mucho. Venía de una familia pobre, estudiaba solo, iba a la escuela mientras trabajaba, y luego se las arregló para pasar la prueba de admisión del Ministerio. Eso era prácticamente todo.

No era fácil hablar con él, ya que trabajábamos en departamentos diferentes. Lo mismo ocurría con Cyrus, pero al menos siempre nos encontrábamos en el campo, donde ya me había enterado de lo bueno que era con la agricultura, lo malo que era con las chicas, etc. En otras palabras, de todos los personajes románticos del juego en el Ministerio, Dewey era el que menos conocía.

¿Qué clase de persona es…? Pensé, mirando a la nada, hasta que una hermosa chica rubia entró en la mencionada nada.

Ah, sí. María probablemente sabe mucho más de él que yo. Trabajan en el mismo departamento e incluso son de la misma ciudad.

“Oye, María, ¿puedes hablarme un poco de Dewey?”

“¿Dewey Percy? ¿De mi departamento?” “Sí, él mismo.”

“¿Pasa algo?” Preguntó, probablemente con curiosidad por saber por qué preguntaba por él de repente.

“Me lo encontré hace un rato y parecía angustiado, pero no sé por qué.” Respondí. En realidad sabía el motivo, pero definitivamente no podía decírselo a María.

“Ya veo… Hoy me ha causado la misma impresión.”

Así que ella también se dio cuenta. Supongo que pasan mucho tiempo juntos mientras trabajan.

“Espero que no se haya esforzado demasiado.” Dijo, sonando extremadamente preocupada.

Publicidad G-M3



“Mencionaste que tiende a excederse con el trabajo, ¿no es así?” Pregunté.

Justo después de entrar en el Ministerio, María, Dewey y yo, entre otros, fuimos enviados a una misión juntos. Fue entonces cuando María comentó lo adicto al trabajo que era Dewey.

“Sí. No tenía a nadie en quien confiar en su familia, así que siempre ha hecho lo que ha podido por sí mismo. Creo que esto se ha convertido en un hábito para él.”


Debe estar tan preocupada por él porque ella es igual… Siempre trata de hacer las cosas por sí misma sin depender de nadie.

“Por cierto, dices que no tenía a nadie en quien confiar, pero ¿qué tipo de familia tiene?” Sabía que su familia era muy pobre, pero eso era todo.

¿Por qué un niño tiene que luchar para ir a la escuela? ¿Qué pasó con sus padres?

María pareció pensar profundamente en su respuesta; imaginé que no era un tema fácil de tratar. Me miró fijamente y yo le devolví la mirada, diciéndole en silencio que mantendría la confidencialidad de todo lo que me iba a contar. Entendiendo esto, asintió y comenzó a hablar.

“Tiene varios hermanos, pero todos tienen que trabajar para mantener a la familia.” “¿Y qué pasa con sus padres?”

“Ellos no hacen mucho…”

“¿Están enfermos o algo así?”

“He oído que son más que saludables, sobre todo cuando salen a beber y a divertirse.”

¿Hacen trabajar a sus hijos para ellos poder salir y divertirse? No lo dijo abiertamente, pero la mirada de puro asco en su rostro debe significar precisamente eso…

“¿Y cuándo empezaron a trabajar esos hermanos? ¿Cómo fueron a la escuela?” Pregunté. Sabía que Dewey apenas había conseguido ir a la escuela, así que, dependiendo de su respuesta, mi opinión sobre sus padres podría empeorar mucho.

“Recuerdo que a algunos de ellos les hicieron trabajar en casa desde antes de tener edad para hablar correctamente. Parece que Dewey es el único que pudo ir a la escuela.”

Resultó que eran unos padres terribles. En mi antiguo mundo, el bienestar infantil probablemente les habría quitado todos esos niños.

“¿No intervienen otras personas?”

Había estado una vez en el pueblo natal de María y Dewey, y recordaba que, a pesar de no estar tan avanzado como la capital, tampoco estaba tan deteriorado. Supuse que los vecinos o alguien más denunciaría este tipo de abusos a los niños.

“Algunos lo han intentado, pero sus padres son personas bastante… difíciles. Cada vez que oyen a alguien quejarse, responden tratando a sus hijos aún peor. Así que al final, todos dejaron de intentarlo.”

Vaya, Dewey lo tenía aún peor de lo que pensaba…

“Me pregunto.” Habló María en voz baja. “Si Dewey está molesto por algo que le dijeron sus padres.”

“N-No, no creo que sea eso.” Me apresuré a decir, ya que sabía que su problema era pensar que no era apto para María.

Recordé lo que Raphael me había dicho acerca de que alguien cercano a Dewey lo había menospreciado—sólo estaba adivinando, pero después de escuchar acerca de esos terribles padres, la suposición de Raphael comenzó a sonar bastante acertada.

Son el tipo de personas que enviarían a sus hijos a trabajar mientras ellos holgazanean… No puedo ni imaginar lo que podrían haberle dicho a su hijo. Seguro que no es nada bueno.

“Sabes, cuando lo piensas de esta manera, que Dewey haya entrado en el Ministerio es aún más impresionante de lo que pensaba.”

La prueba de admisión del Ministerio, que ya era extremadamente difícil, sólo podía empeorar por el hecho de que tenía que trabajar mientras asistía a la escuela. No podía ni siquiera empezar a entender cuánto esfuerzo había puesto en ello.

“Estoy de acuerdo. Realmente lo es.” Coincidió María, y al hacerlo, su expresión de preocupación se transformó en una sonrisa.

“Escucha, María, creo que… deberías cuidar a Dewey desde lejos como siempre lo haces, pero sin ayudarlo a menos que él te lo pida. Ya sabes, él tiene su orgullo de hombre, ¿no? Así que quizá le resulte incómodo que una chica le ayude.” Le dije a mi amiga, básicamente repitiendo lo que Raphael me había dicho antes.

“¿Orgullo de hombre? Ya veo… Seguiré tu sugerencia.” Asintió con una risita.

Lo sé, lo sé. Sólo tiene trece años, y parece aún más joven. No es realmente lo que piensas cuando dices la palabra “hombre”. También me reí un poco cuando Raphael dijo eso… Pero los chicos de esa edad deben estar pasando por muchas cosas. Recuerdo que Keith estaba de mal humor todo el tiempo por aquel entonces, y mi padre me explicó que debía dejarle ser. El consejo de Raphael tiene aún más sentido cuando lo pienso así.

Después de acordar que el mejor curso de acción con respecto a Dewey sería… no tomar ninguna acción, volvimos a leer nuestros respectivos pactos.

“Uf, ya he terminado por hoy. Incluso he conseguido mantenerme despierta todo el tiempo, aunque a duras penas.” Anuncié una vez terminada nuestra jornada laboral.

“Recientemente he visto a la venta un té que supuestamente ayuda con la somnolencia excesiva.” Declaró María.

“Oh, necesito eso. ¿Dónde lo venden?”

“En una tienda cerca del centro de la capital…” María explicó dónde se encontraba la tienda.

“En cierto modo se dónde está, pero no estoy segura de poder llegar… ¡Oh! ¡Ya sé! ¿Irías de compras allí conmigo?” Le pregunté. Así me aseguraría de encontrar el sitio y además podría comprar con mi amiga.

“Por supuesto, me encantaría.” Respondió, y decidimos que iríamos allí en cuanto coincidieran nuestros días libres, lo que, afortunadamente, iba a ser muy pronto.

Me separé de María, ya con ganas de salir con ella dentro de unos días, y volví al Laboratorio de Herramientas Mágicas para recoger mis cosas. Cuando entré en la oficina, encontré a mis compañeros dentro tomando un té.

“Oh, si es Lady Katarina. ¿Le apetece un té?” Me preguntó la increíblemente musculosa Laura, con su perfecto maquillaje y su traje de lolita gótica.

Podía parecer algo llamativa, pero, como sabía por haber ido a una misión con ella poco después de entrar en el Ministerio, Laura (oficialmente “Guy Handerson”) era una persona muy amable y con mucho talento. A veces almorzábamos juntas y me enseñaba sobre cosmética y otras cosas.

Comprobé la hora y, como aún no era tan tarde, acepté su oferta. “Gracias. Con mucho gusto.” Me senté a su lado.

Incluso me sirvió el té, la dulce y amable Laura.

Junto a ella estaban el perpetuamente perdido Nathan Hart, el incurable narcisista Nix Cornish y la amante de la ventriloquia Lisa Norman. No se veía ni una persona normal.

No es que haya ninguna persona normal en todo este departamento.

“Oh, oh, oh, estoy tan contenta de que últimamente hayamos podido terminar el trabajo a tiempo.”

“Pues sí, poder dormir bien ha hecho que mi piel brille más de lo habitual.” “Tener a la Srta. Larna en la oficina supone una gran diferencia.”

“Seguro que sí. Probablemente es la primera vez que está tan presente desde que es jefa de departamento.”

Escuché sorprendida a mis compañeros de charla. Sora y yo solíamos irnos a casa en cuanto terminaba la jornada laboral, sobre todo porque aún éramos novatos, pero al parecer todos los más experimentados tenían que quedarse horas extras.

“¿Siempre hubo tanto movimiento por aquí?” Pregunté.

“¡Ja!” Exclamó Nix, saltando de repente de su asiento. “¡Claro que sí! Tanto que a menudo teníamos que trabajar durante la noche, dejándome sin dormir y con la piel desprovista de su brillo natural. Era una tragedia.”

Fingía suspirar y llorar, y yo no podía hacer otra cosa que mirar fijamente, esperando a que terminara.

“Lo hace parecer inventado, pero así fue en realidad.” Añadió Laura, apoyando cansadamente la barbilla en una mano.

Lisa, o más bien el peluche que utilizaba para interactuar con el mundo, asintió con la cabeza.

“Debe haber sido duro, sobre todo si dicen que la señorita Larna nunca había estado tan presente…” Reflexioné.

“Sí, pero sigue siendo una buena superiora, eso sí. Nunca se queja de cómo me visto, por ejemplo.” Respondió Laura.

“Y también entiende la belleza de mis maravillosos trajes.” Añadió Nix, hinchando el pecho mientras presumía de sus relucientes ropas.

“En los otros departamentos no sabrían cómo tratar a un tipo tan raro.” Comentó Lisa (el peluche).

“¡Oh, Lisa! ¿Necesito recordarte que fui aceptado en el Ministerio Mágico por mis increíbles habilidades mágicas?”

“Pensé que te habían aceptado porque un pariente tuyo habló bien de ti.”

“¡H-Hey! ¡Como si fueses alguien para hablar! ¡Tú tampoco hiciste el examen de admisión! Has entrado por recomendación.”

“Sí, una recomendación que obtuve por mis buenas notas y mi destreza mágica. A diferencia de alguien.”

“¡¿Qué estás tratando de decir?!”

“En la Academia siempre fuiste uno de aquellos alumnos con peor rendimiento, ¿no?” “¡Simplemente no me esforcé lo suficiente en aquel entonces!”

Al ver que Lisa y Nix discutían así, pensé que era una buena oportunidad para preguntarles sobre algo que me rondaba la cabeza desde hacía tiempo.

“¿Se conocen desde hace tiempo?”


“Sí, desde hace bastante.” Respondió Nix.

“Sí, por desgracia.” Respondió Lisa casi al mismo tiempo.

Estas dos respuestas diferentes hicieron que empezaran a discutir de nuevo, y Laura tuvo que intervenir para darme una explicación: “Tienen la misma edad y son amigos de la infancia. Incluso fueron juntos a la Academia.”

La forma en que se enfrentaron hizo que pareciera que eran amigos desde hacía mucho tiempo.

“Mencionaron que ambos fueron recomendados para entrar en el Ministerio. ¿También fue lo mismo para ti?” Le pregunté a Laura.

Algunos ingresaban mediante la misma prueba de admisión que Dewey, y además de la puntuación obtenida en la prueba, necesitaban que alguien respondiera por ellos. Sin embargo, los estudiantes de la Academia especialmente prometedores solían ser reclutados por recomendación y podían saltarse la prueba. Como sabía que Laura tenía poderes mágicos bastante fuertes, supuse que esto último también era el caso de ella.

“En absoluto. Sólo hice la prueba de admisión estándar.” Respondió inesperadamente.

Todo en ella parecía dar a entender que procedía de una familia noble y que podría haber tomado el camino más fácil, así que conocer la verdad me impactó.

“Jeje. No sólo soy guapa, sino también inteligente.” Declaró al notar mi sorpresa. Pensé que era mejor no husmear más, por si ese era un tema desagradable para ella. “Nathan también entró de la misma manera.” Continuó.

“Sí, porque no tengo poderes mágicos.” Explicó Nathan.

“Pero es increíble, ¿sabes? Pasó esa prueba estudiando él solo.”

¡Igual que Dewey! Es increíble.

“Eso es muy difícil de hacer, ¿no?” Pregunté.

“Yo diría que sí.” Contestó después de pensar un rato. “Ya que el examen no es sólo sobre magia, sino también sobre una variedad de otros campos de estudio. Sin embargo, aunque nunca asistí formalmente a ninguna escuela, tuve varios tutores muy capacitados que me enseñaron. Decir que estudié por mi cuenta sería un poco falso.”

“¿Varios tutores? ¿Cómo es eso?”

“Mi familia forma parte de un grupo de mercaderes ambulantes. Cuando era joven, los otros mercaderes compartieron conmigo sus vastos conocimientos.”

“Ya veo. Aunque un grupo de mercaderes viajeros suena muy bien. ¿Por qué acabaste dejándolos?” Le pregunté, y Nathan se quedó callado.

Publicidad M-AB

“Era inteligente.” Respondió Laura por él mientras se reía. “Pero siempre se perdía mientras viajaban, así que lo echaron.”

“No me echaron. Sólo… me sugirieron encarecidamente que buscara un trabajo que no implicara viajar.” La corrigió.

Lo había visto perderse simplemente caminando dentro del Ministerio, por lo que formar parte de un grupo de mercaderes ambulantes debía ser muy duro, para el resto del grupo, claro.

“Dicho esto, incluso con tantos profesores con talento, aprobar ese examen no fue una hazaña. Hacerlo sin ayuda externa requeriría un enorme esfuerzo.” Dijo Nathan, posiblemente tratando de desviar la discusión de esa vergonzosa historia.

Una enorme cantidad de esfuerzo… El entorno en el que se encontraba Dewey hacía difícil estudiar en absoluto, y mucho menos aprobar un examen que incluso a los adultos les cuesta. Debió ser muy duro para él. Incluso más difícil de lo que antes pensaba.

Mantente Enterado
Notificarme
guest
This site uses User Verification plugin to reduce spam. See how your comment data is processed.

INSTRUCCIONES PARA LA ZONA DE COMENTARIOS

1- No Puedo Comentar: Toca los botones que estan debajo del recuadro de comentarios, aquellos que le cambian el estilo a Negrita, Cursiva, etc. (B, I, U, S)

2- No Aparece Mi Comentario: Es por nuestro sistema de moderación, luego de revisar y aprobar tu comentario, este aparecera. NOTA: Usa un correo real o no se aprobara tu comentario.

3- ¿Como Escribo un Spoiler?: Toca [ + ] (es el botón spoiler) y aparecera una ventana, ahí debes poner el TITULO de tu spoiler (recomendamos poner simplemente SPOILER), luego en el codigo que aparecera en el recuadro del comentario debes escribir dentro de los simbolos ] [

[spoiler title="Titulo de tu spoiler"]Aqui va tu spoiler[/spoiler]

Nota: Todo el texto que coloques antes o despues del codigo del spoiler sera visible para todos.

1 Comentario
Mas Votados
Mas Recientes Mas Antiguos
Respuestas en el Interior del Texto
Ver todos los comentarios