Shijou Saikyou No Daimaou Murabito A Ni Tensei Suru (NL)

Volumen 7

Interludio 2: El Fracaso, Insatisfecho

Desde que podía recordar, Lizer Bellphoenix sintió que le faltaba algo en el corazón.

Siempre estaba insatisfecho, falto de algo. Por eso su existencia parecía gris.

Todos los demás prosperaron en su maravilloso mundo, vibrantes y alabando sus vidas. Mientras tanto, caminó hacia adelante, con los ojos bajos.

El anciano encontró su existencia frustrante. Estaba celoso de todos los demás. Y así continuó buscando, para descubrir lo que se estaba perdiendo.

Había imaginado que sería capaz de unirse una vez que lo encontrara, para liberarse de su aburrida vida y soledad, para vivir una vida plena. Pero… no sabía lo que se suponía que debía encontrar.

Lo que significaba que estaba condenado a una vida que lo dejaba sintiéndose eternamente insatisfecho, pura agonía. Esas décadas deambulando fueron un infierno personal.

Al final del largo camino, Lizer Bellphoenix, de setenta y seis años, más allá de la flor de su vida, finalmente había conocido el deseo de su corazón. Lo indescriptible podría ser descrito por fin. Era lo que había querido durante todos esos años…

Fue amor.

Había llegado a esta conclusión cuando conoció a la joven huérfana María.

Lizer había llegado a vivir una buena vida en el orfanato desde el día en que lo salvó mientras agonizaba en la calle.

“¡Wow, mira toda esta comida!” “¡Y la carne…!”

“Y las verduras, ¡tan frescas!”

Era de noche, y la mesa de la cena en el orfanato había sido puesta con abundante generosidad. Esta no era una vista que esperarías ver. El orfanato estaba en una situación financiera desesperada y los niños siempre pasaban hambre. Pero ahora… tenían a Lizer, quien pasaba sus días ganando dinero para comprar comida para María y los otros niños.

“¡Deberías haber visto a Lizer hoy! ¡Derribó a un dragón gigante con sus propias manos!” María exclamó, cantando sus alabanzas mientras saboreaba la fiesta.

“¡¿En serio?!”

“¡No me sorprende!”

“¡No lo acapares, María! ¡No es justo! ¡También queremos ir a una misión con Lizer!”

María tenía afinidad por la magia, razón por la cual se desempeñó como asistente de Lizer, a pesar de su edad. Tenía la intención de introducir la magia a los otros niños una vez que tuvieran la edad suficiente. Si se convirtieran en aventureros, nunca más tendrían que preocuparse por el dinero.

“Eres una bendición, Lizer”. “¿Cómo podemos pagarte…?”

“Realmente no tenemos nada que ofrecer…”

Los cuidadores del orfanato expresaron su gratitud.

Lizer negó con la cabeza. “No hay necesidad. Soy el aprovechado. En todo caso, debería estar haciéndote esto por proporcionarme un santuario”.

Él realmente creía eso. Lizer no estaba buscando una compensación. Todo lo que quería era estar al lado de María.

Vivió para traer alegría a ella ya sus amigos. No requería nada más que sus sonrisas.

Después de la cena y un baño, llegó el momento de apagar las luces.

Antes de Lizer, el orfanato no tenía camas, y mucho menos habitaciones para los niños. Pero con su dinero, habían remodelado el edificio, proporcionándoles sus propias habitaciones y camas caras para garantizar una buena noche de sueño.

Noche. El ritual nocturno de Lizer era leer libros ilustrados en voz alta en la habitación de María. Fue una gran oportunidad para que ella mejorara su comprensión de lectura y para que pasaran tiempo juntos.

“Y Kaiser el Campeón gritó: ‘¡Yo llevo la esperanza de la gente! ¡Me dan mi fuerza!’”, leyó Lizer con emoción.

Solía ser terriblemente monótono, pero se había convertido en un actor mucho mejor bajo la guía de María. Ahora recitó estas líneas con la elocuencia de un actor.

“El monstruo aulló: ‘¡Aaaaaaaargh! ¡Nadie me dijo que eras tan fuerte!’” “¡Ah-ha-ha-ha-ha! ¡Lizer, tu cara es demasiado graciosa!”

Nunca en su vida había usado sus músculos faciales antes. Desde que conoció a María, el rango de expresión de Lizer parecía expandirse día a día.

María comenzó a quedarse dormida. En cualquier otro día, habrían intercambiado sus buenas noches y lo habrían llamado tarde. Ese día, sin embargo, María hizo algo inesperado.

“…Hey, Lizer. ¿Por qué este mundo no puede ser como los de mis libros ilustrados?”

No podía decir si sus ojos entrecerrados eran por somnolencia… o tristeza.

Ella siguió adelante. “Si puedo renacer, me gustaría ser un santo. Entonces me uniría a los campeones y crearía un mundo maravilloso para todos”.

Su pequeña voz rompió el corazón de Lizer. ¿Por qué estaba diciendo esto ahora? Estaba seguro de que tenía algo que ver con lo que había sucedido en su camino a casa durante su última búsqueda. Después de recoger la recompensa y comprar algunos comestibles, se encontraron con el cadáver de un niño al costado del camino.

“… Me pregunto si todos terminaremos así también”.

María apareció al borde de las lágrimas. Lizer la abrazó con fuerza.

Se quedó casi ciego de rabia hacia las personas que la lastimaron… o quizás más exactamente, con el estado del mundo en el que vivían.

“Un mundo maravilloso donde todos puedan sonreír y vivir en paz. Si ese es tu deseo…”

Quiero concederlo, pensó para sí mismo.

Por un mundo que la dejara sonreír, uno donde nunca sentiría tristeza.

A partir de ese día, Lizer tuvo una nueva meta en la vida, y un día… encontró la manera de hacer realidad el sueño de María.

En los últimos días, se había levantado cierto movimiento que desafía a la sociedad… un ejército rebelde dirigido por Varvatos. Lizer instantáneamente se dio cuenta de que ese sería el camino más rápido hacia su objetivo.

Había posibilidad en la fuerza que poseían Varvatos y sus subordinados. Para que el mundo ideal de María tome forma, tendrían que expulsar a los demonios y a los Externos. Solo cuando la humanidad estuviera libre de sus garras podría existir una verdadera utopía.

Entonces, Lizer decidió unirse al ejército de Varvatos, racionalizando que tomar prestados sus poderes era la clave para hacer realidad los sueños de María.

Golpeaba cuando el hierro estaba caliente. Lizer no perdió tiempo en transmitir su plan a todos.

Este fue un período en el que el orfanato estaba lleno y él había terminado de enseñar a los niños sobre magia. Ya no lo necesitaban, eran autosuficientes, capaces de mantener su estilo de vida actual sin él.

Los cuidadores lamentaron verlo irse, pero no se resistieron, ni siquiera con una sola palabra. Los niños, por otro lado, se opusieron ferozmente. Para ellos, era un maestro respetado y un abuelo de facto.

Pero el corazón de Lizer estaba decidido.

“…Sé que serás como una Campeona, Lizer. Te estoy apoyando.”

María lo instó gentilmente a seguir su camino. Lizer estaba segura de que estaba complacida, de que su utopía cobraría vida. Que Lizer lo haría posible.

Se dijo a sí mismo que haría cualquier cosa para responder a esas esperanzas.

—Entonces llegó el día exacto.

Pasaron días antes de la fecha prevista para la partida de Lizer. No lo trató de manera diferente, aceptando una misión, viajando a un área peligrosa y cazando a su presa, su rutina diaria.

Excepto que María no lo acompañó ese día. Estaban planeando organizarle una gran fiesta de despedida, por lo que se había quedado en el orfanato con los otros niños para organizarla.

“…Realmente he cambiado. Nunca pensé que estaría triste por despedirme de alguien”.

Los rostros de María y los otros niños, sonriendo, pasaron por su mente. Solo la idea de dejarlos le dolía el corazón, aunque sabía que sería solo por un corto tiempo.

Pero esto no fue un adiós para siempre. Una vez que Lizer ascendiera de rango, eventualmente se le otorgaría su propia tierra. Una vez que eso sucediera, invitaría a todos a unirse a él, y todos podrían vivir juntos nuevamente. El pensamiento puso una sonrisa en su rostro.

Este fue el primer sueño real de Lizer en su vida. Lizer creía que construiría un futuro glorioso para todos ellos—

Sus esperanzas, sin embargo, se hicieron añicos en un millón de pedazos.

Lizer vio algo cuando regresaba al orfanato con su recompensa. Una realidad imposible ante sus ojos.

Era un cadáver, un cuerpo tirado a lo largo del camino. Lizer contempló la figura golpeada y maltratada.

Su cuerpo se estremeció incontrolablemente. “¡María…!”

Sí. El cadáver arrojado al borde de la carretera era el cadáver de la persona más querida de Lizer.

Su mente se quedó en blanco. Incluso él no pudo decir cuánto tiempo permaneció inmóvil.

Finalmente, Lizer vomitó. Su estómago se convulsionó, sus dientes castañetearon, sus piernas se doblaron debajo de él.

Lizer se derrumbó en el suelo. Arrastrándose por la tierra, se acercó a María.

Una vez que confirmó que su espíritu astral estaba realmente perdido, instintivamente usó magia para leer el último recuerdo almacenado en su cuerpo.

Poco después de que Lizer emprendiera su búsqueda en la peligrosa región, María había dejado el orfanato para visitar una tienda de accesorios. Allí, compró un par de anillos, uno para Lizer y el otro para ella. No era solo para expresar su gratitud… Serviría para recordarles a los dos que sus corazones siempre serían uno.

“Espero que le guste.”

María caminó por el camino, su corazón cantaba de esperanza y latía de nervios.

… Ella había bajado la guardia.

Cuando la chica dobló una esquina, se topó con alguien. Un demonio. Uno de alto rango que dirigía la ciudad.

Su feo rostro estaba coloreado con odio… y su mano se extendió hacia María.

—Fue el recuerdo que siguió lo que rompió psicológicamente a Lizer.

Se encontró sollozando incontrolablemente, aullando, medio loco por un dolor insuperable.

Finalmente, se tambaleó de regreso al orfanato. Su mente no podía aceptar esto como su realidad. Se dijo a sí mismo que el cadáver no era el de María. Tan pronto como regresara al orfanato, ella estaría allí esperándolo con una sonrisa.

Lizer imaginó su cara, caminando penosamente hacia su destino—

Pero ahí era donde se enfrentaría a algo más inquietante.

El orfanato estaba ardiendo.

Su segunda casa era roja. Un grupo se estaba volviendo loco frente a él. “¡Ha-ha-ha-ha-ha! ¡Se lo merecen!”

“¡Y eso es para vivir a lo grande!”

“¡Ha llegado el día del juicio! ¡Quemad!”.

Era un grupo de humanos. Los cuerpos de los niños estaban a sus pies. Estaban pateando los cadáveres y sonriendo.

—No recordaba lo que pasó después de eso.

Era como aplastar hormigas. No hay emoción detrás. Ni siquiera se sentía como si estuviera tomando vidas. Lizer se dio cuenta de que estaba en un mar de sangre. “………”

Estaba goteando con eso. Corrió por su cuerpo. Lizer estaba empapada en sangre como una rata mojada, sin siquiera oler el hedor metálico que flotaba en el aire. Siguió mirando el orfanato en llamas.

Estaba pensando en la parte de su corazón que le faltaba, el espacio en blanco que se había llenado con el amor de María y el orfanato. Ahora, se estaba oscureciendo con nuevas emociones.

Asco. Odio por este mundo. Desprecio hacia las personas que habían masacrado a sus seres queridos. A partir de ese momento, Lizer Bellphoenix se desvió del camino de la humanidad.

“Todo tu arrepentimiento, todo tu miedo y resentimiento. Te vengaré.” Partió, huellas carmesí siguiéndolo a través de la ciudad.

Su primera orden del día fue el demonio que había asesinado a María. Lo desgarró miembro a miembro. Después de eso, apagó el fuego en el orfanato y mató a todos los que estaban relacionados con los perpetradores.

La amargura en el corazón de Lizer permaneció.

Lo detesto. Lo detesto. Lo detesto este mundo y el mal que lo invade. Lo detesto todo.

Y así emprendió un viaje, uno de carnicería. Dondequiera que iba, Lizer derramaba sangre. Demonio o humano, no importaba. Mató sin dudarlo a cualquiera que considerara repulsivo. Esto se convirtió en su razón de ser, su razón de ser.

Un fuego oscuro quemó lentamente su alma. Disfrutaba de este sentimiento. Cuerpos apilados alrededor de Lizer. Pensó que era la única ofrenda adecuada que podía dar a los niños del orfanato; a María Solo la agonía de muerte de las alimañas sería suficiente.

Pasaron días, meses y años antes de que Lizer se encontrara con cierto ser.

Mephisto Yuu Phegor.

Era uno de los Exteriores, conocido como la encarnación del mal puro. Incluso Lizer era consciente de su poder.

Lizer no tenía ninguna posibilidad de victoria. Si desafiaba a un Exterior, moriría. Y entonces decidió hacer de Mephisto su objetivo final.

Lizer viajó durante varios años más, con el corazón cada vez más cansado. Al final, el dolor había pintado su corazón de negro. Todo terminaría aquí. No le importaba lo que pasara después. Listo para enfrentarse a la muerte, Lizer se dirigió a su objetivo final.

Era la oscuridad de la noche cuando Lizer se coló en el patio del palacio de Mephisto.

Él estaba allí esperándolo. Los ojos brillaron en la oscuridad. Mephisto Yuu Phegor le dio la bienvenida a Lizer.

“Hey, Lizer. Ya era hora de que llegaras aquí.”

Esto preocupaba a Lizer. Era como si Mephisto hubiera leído sus planes… De hecho, Mephisto estaba hablando como si esto fuera lo que había anticipado desde el principio.

No hay forma.

“… ¿Estabas viendo mis viajes?” Mephisto. El monstruo. El diablo.

Confirmó la pregunta de Lizer con una sonrisa elegante. “Sé cuándo, dónde y cómo nacerán todos mis juguetes. Así que sí, te estaba observando, Lizer. Te he estado observando desde que eras un bebé.”

Si lo que dijo era cierto, entonces…

“Esto fue obra tuya. Tú causaste este mal.” Efectivamente, Mephisto tampoco negó esto.

“Así es. Quería sacudir tu corazón vacío, así que destruí tu aldea. Ni siquiera pestañeaste, y ahí fue cuando te volviste especial para mí. Despertaste mi curiosidad y me hiciste preguntarme si podría romper una muñeca sin vida. Te debo una, Lizer.” Su sonrisa se hizo más brillante.

Por otro lado… una oscuridad particular se extendió por el viejo rostro de Lizer Bellphoenix, algo más oscuro que el abismo.

“… ¿Fuiste tú quien mató a María y quemó a todos en el orfanato?”

“Bueno sí. Técnicamente, todo lo que hice fue empujar a la gente hacia el camino de la oscuridad. No hice nada directamente…”

El corazón exhausto de Lizer, aplastado por el dolor…

…inundado con alquitrán negro—aborrecimiento. “¡¡¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaagh!!!” Fue el. Fue el.

Fue el.

Fue él quien causó la angustia. El que quemó a mis seres queridos que había encontrado por fin. El que me quitó la paz.

Fue el. Fue este hombre.

Lizer Bellphoenix reconoció que Mephisto Yuu Phegor era el hombre más malvado del mundo. Mephisto ya no era una forma de vida orgánica. Era el mal personificado.

Y así, si nadie más, Lizer sabía que tenía que destruir a esta criatura, y solo a esta criatura.

Sería para limpiar su odio. Para vengar a María y los demás, liberarlos del arrepentimiento.

—Sin embargo…

“Eso es todo, Lizer. Quería verte hacer esa cara. Bueno, ¿vamos al clímax?”

Nunca tuvo la oportunidad de ganar. El mundo interior de Lizer podría cambiar, pero este hecho permanecería constante.

En un mero instante, estaba flotando al borde de la muerte.

“Bueno, Lizer, transmite mis saludos a María al otro lado… Oh, espera. Supongo que eso no es posible. Quiero decir, su espíritu astral fue destruido, después de todo, lo que significa que nunca te volverás a encontrar. ¡Angustioso! Pero… eso es lo que hace que las cosas sean interesantes.”

El dolor se extendió en el pecho de Lizer. Derramó lágrimas amargas.

Su maldito enemigo viviría y continuaría haciendo el mal con una sonrisa. El pensamiento desgarró su alma.

“¡Maldito seas, y cualquier camino que tomes…!”

Lizer enfureció que él no pudiera hacer nada más que lanzar maldiciones.

—Entonces fue su momento final.

Mephisto se preparó para liberar un orbe oscuro de su palma…

“Tomaré la custodia de la vida de ese hombre”.

Trueno aplaudió. Una ráfaga de viento estalló frente a él. La visión de Lizer se volvió negra.

Entonces estaba de pie en otro lugar completamente diferente, una habitación refinada y amueblada. En el centro… había un hombre en una silla opulenta, con una copa de vino en una mano y mirándolo fijamente.

“Eso estuvo cerca.” “… ¿Y usted es?”

“Alvarto Egzex. Nunca nos hemos conocido, pero supongo que sabes mi nombre.”

Lizer recordaba ese nombre. Había oído que Alvarto era un hombre encomiable que se había unido al ejército de Varvatos a pesar de ser un demonio. Fue Alvarto quien aparentemente lo había salvado. Sus motivos ocultos eran un misterio… pero Lizer vio esto como una oportunidad.

“¿Dijiste que tomarías la custodia de mi vida?” “Sí. Tu existencia está ahora en mis manos”. “En ese caso… úsalo como mejor te parezca”.

“¿Oh? ¿Estás diciendo que deseas convertirte en mi subordinado y cumplir mis órdenes?”

Lizer asintió. Por supuesto, esta no era toda la historia. Todo fue para vengarse de Mephisto.

No sería capaz de hacerle un rasguño al Dios Maligno por sí mismo, pero si unía fuerzas con este hombre, jugaba bien sus cartas y comandaba el ejército de Varvatos, sus probabilidades ya no serían cero.

Y haría cualquier cosa si eso significaba enviar a Mephisto Yuu Phegor al infierno.

Ocultó sus verdaderos motivos a este hombre. Puedo serte útil. No es el ego el que habla, sino la verdad indiscutible. Por lo tanto-“

“No”, respondió Alvarto rotundamente, tomando un sorbo de su vaso.

Lizer fulminó con la mirada mientras el hombre le sonreía. Él tenía una pregunta propia. “¿Por qué no?”

“Tu corazón es dolorosamente aburrido”, respondió Alvarto con cuidadosa deliberación mientras removía su vino. “Como cierta persona, te he estado observando, aunque no sabía de tu existencia hasta hace poco. Eres un villano que anda matando indiscriminadamente: humanos y demonios. Quería ver cómo operabas.”

Cruzando las piernas y apoyando la barbilla en las manos, Alvarto miró directamente a Lizer. “Tus actos fueron ejecutados brillantemente con una precisión salvaje pero impecable, y no mostraste una pizca de vacilación. Y lo más importante… pude sentir tu resentimiento. Verte me puso nervioso, pero aun así no fue suficiente. ¿Por qué crees que es eso?”

La respuesta tenía que estar relacionada con su declaración anterior de que el corazón de Lizer era aburrido. ¿Pero por qué? No tenía ni idea.

Alvarto debió haber leído la mente del anciano; tomó otro sorbo de vino y elaboró.

“Tu corazón solo contiene odio. No hay lugar para nada excepto para el mal. Eso simplemente no funcionará. Cualquier poder que nazca de eso solo puede producir una espada sin filo de violencia. Nunca alcanzará a ese monstruo… y sobre todo, no me excitará. Alvarto terminó su vino, se levantó de su silla y señaló el pecho de Lizer. “Adquiere algo de convicción, Lizer Bellphoenix. Deje que sus propias creencias brillen más que todo lo demás. Eso completará tu carácter y me convencerá de que eres un digno subordinado.”

“¿Convicción…?”

“En efecto. Tienes los ingredientes necesarios para darle forma. Piensa en todos los seres queridos que has perdido. Recuerda los días felices. Ahí es donde se esconden tus metas y creencias. Puedes quedarte aquí como mi invitado hasta que los encuentres.”

Una sonrisa paternal estalló en el rostro de Alvarto.

Pasaron los días, los meses y los años. Después de un largo período de meditación, examen de conciencia y de deshacerse del odio… Lizer Bellphoenix finalmente encontró sus creencias.

“Construiré un paraíso en la tierra. Un mundo donde ningún niño jamás sentirá tristeza. Voy a lograr esto por mi propia mano.”

Durante años, había pensado en deseos incumplidos. Los niños. Los cuidadores. De María. Todos estos pensamientos pasaban constantemente por su mente.

Al final, descubrió que se reducía a una utopía para niños. La venganza no haría felices a María ni a los otros niños. Pero si creó un mundo en el que nadie se encontrara con el mismo destino que ellos, ¿no estarían todos finalmente libres de su agonía? ¿No podrían finalmente dejar de lado su arrepentimiento?

Lizer Bellphoenix viviría para proteger y cuidar a los niños y su futuro. La justicia vencería al mal.

Ahora él no era un hombre enojado. Con una nueva meta, el hombre imperfecto caminó por el camino que tenía por delante.

—Y nunca notó al diablo sonriendo detrás de él.

***

“… ¿Ese sueño otra vez?”

La luz del sol se filtraba a través de las cortinas. Los pájaros gorjearon. Todavía era temprano. Lizer se sentó en la cama y dejó escapar un pequeño suspiro.

“Ansiedad, miedo e irritación… Ciertamente tienen mente propia”.

Si no hubiera poseído nada más que convicción, si fuera la fuerza de voluntad personificada, entonces tal vez no tendría tanto miedo de saludar el presente y enfrentar el mañana.

El día que se unió al ejército del Señor Demonio como subordinado de Alvarto, Lizer renació como una muñeca viviente cuyo único propósito era seguir su propio código moral y crear su utopía. Estaba seguro de que viviría y moriría por esto. Sin embargo…

“El Cubo Extraño… Una herramienta omnipotente de cumplimiento de deseos… ¿Quién podría resistir su tentación…?”

Al principio, Lizer se conformó con crear su utopía.

Pero cuando vio el Cubo Extraño, la cara de María había aparecido en su mente. Aunque se dijo a sí mismo que semejante ridiculez no servía para nada… Lizer revivió a María. Sin embargo, podría ser más exacto decir que él la reconstruyó.

Sabía que todo no tenía sentido, pero quería ver a la chica una vez más. Al traerla de regreso, los días de Lizer estuvieron llenos de angustia.

“Debo proteger… esta utopía… y María… y su felicidad…”

Por eso había obligado al diablo a cumplir sus órdenes. Había logrado tenerlo bajo control.

Su plan estaba procediendo según lo previsto. No hubo problemas de los que hablar.

“… Meditar sobre los detalles no me servirá de nada”.

Lizer sabía que necesitaba desesperadamente optimismo en este momento. Solo necesitaba creer que todo iba a su favor. Protegería el paraíso de María, le traería felicidad, eliminaría cualquier amenaza a su sueño y mantendría a ese monstruo bailando en la palma de su mano.

¿Y no había tenido éxito hasta ahora?

Lizer suspiró y se sacudió el pesimismo que acechaba en su corazón.

“No puedo dejarme atrapar por los detalles. Este es un día auspicioso. Debo celebrar apropiadamente.”

Lizer podía ver el futuro de María, cegadoramente brillante, justo adelante. La gente la reverenciaría con sonrisas en sus rostros.

Hoy llamó a una celebración fortuita.

—Hoy, María se convertiría en Santa.

***

Después de activar el Cubo Extraño, el mundo se había convertido básicamente en un universo paralelo.

De hecho, se había partido en dos. La mitad era una utopía humana con Lizer como líder. La otra mitad era un paraíso de monstruos controlado por Alvarto.

Para explicar cómo sucedió todo, Lizer había entretejido una historia falsa que era sorprendentemente similar a la del libro ilustrado que solía leerle a María. Esto no fue una coincidencia, por supuesto. Lizer estaba tratando de hacer realidad la ficción, como parte de su deseo de convertir a la María resucitada en la estrella de su narrativa.

En este mundo transformado, Lizer era un rey que solo actuaba como personaje secundario. Su papel real… era permanecer en un segundo plano y actuar como contraste para el Campeón y la Santa.

Pero eso le sentaba bien a Lizer.

En este día, haría su parte y cumpliría su deseo más querido. Desde una plataforma alta que dominaba la plaza central de Megatholium, que ahora era la capital sagrada de su utopía humana, Lizer observó a la multitud.

“¡Como todos saben, estamos en desventaja en nuestra batalla contra el Señor Demonio Alvarto! ¡Pero no hay necesidad de desesperarse! ¡Dios ha derramado bendiciones sobre nosotros!”

Las palabras de Lizer agitaron a la multitud muy peculiar, un grupo de niños.

No había nadie más allá de cierta edad para ser encontrado. Todos, además de Lizer, eran extremadamente jóvenes. Y él sirvió como su rey.

“¡Nuestra salvación fue predicha en el Libro Sagrado! ¡Habla de un Campeón y un Santo que aparecen cuando la amenaza del Señor Demonio se cierne sobre nosotros! El Campeón aún no ha llegado… ¡Sin embargo…! ¡He encontrado a nuestra Santa por fin!”

Lizer avivó su entusiasmo con sus gestos expresivos. Luego la invitó a unirse a él.

“¡Permítanme presentarles a nuestra salvadora! ¡La Santa Sagrada!”

Con los brazos abiertos, Lizer le hizo señas a la joven detrás de él para que se acercara.

Fue María Sus rasgos sencillos estaban cubiertos de maquillaje, su ropa era tan sublime como cabría esperar de una figura sagrada. Estar en el centro del escenario debe haber puesto nerviosa a María. Su rostro estaba tenso, sus pasos lentos. Se paró al frente como se le indicó y se reveló a la multitud.

Hubo una explosión de vítores. “¡Santa Sagradaaaaaaaaaaa!” “¡Por favor sálvanosssssss!”

La expresión de María se volvió aún más rígida, aparentemente abrumada por su fervor.

… Su reacción hirió el corazón de Lizer. Él esperaba que esto le diera alegría, pero claramente fue contraproducente. María ni siquiera estaba tratando de sonreír, sudando y saludando a la multitud.

… Originalmente había planeado que ella diera un discurso aquí, pero no parecía que eso fuera a suceder.

“¡El Campeón debe llegar pronto! ¡Cuando llegue el momento, finalmente seremos testigos de la verdadera armonía y disfrutaremos de la paz y la prosperidad eternas!”.

Lizer finalizó su habitual conferencia con los ciudadanos de su utopía. Posteriormente, la pareja regresó al palacio.

Poco tiempo después, Lizer se dirigió a la habitación de María. Llamó a la puerta y entró después de que ella le invitó a entrar. Se había quitado el maquillaje y se había puesto un sencillo traje de lino. Cuando María se sentó en la cama y lo miró fijamente, su expresión se volvió algo rígida.

Lizer frunció el ceño. “¿Te he ofendido de alguna manera?”

“…No, en absoluto. Has hecho realidad mis sueños, Lizer. Estoy agradecida. Lo digo en serio.”

Y, sin embargo, María no parecía complacida en lo más mínimo.

¿Qué ocurre? ¿Por qué no está sonriendo?

Lizer no podía comprender lo que estaba pasando y regresó a su oficina insatisfecho. Esta incertidumbre no era propicia para tratar los asuntos gubernamentales. María llenaba sus pensamientos, y era incapaz de hacer otra cosa que suspirar y revolcarse en su miseria.

“¿María se ha cansado de mí…?” murmuró antes de rechazar rápidamente la idea.

¡Imposible! Ella lo amaba, y él la amaba. Estos sentimientos fueron para siempre. Dudar de ellos era de mala educación. Lizer sacudió la cabeza para sofocar estas emociones cuando—

“Es el mismo viejo problema. No has recibido nada a cambio”, gritó una voz.

Una voz melódica y tranquilizadora… y que albergaba una incómoda estática, totalmente contradictoria con los demás adjetivos. La rabia y la preocupación chocaron en su mente.

Lizer levantó la vista del montón de documentos en su escritorio.

El diablo se paró frente a él. La sonrisa en el rostro de Mephisto Yuu Phegor mientras miraba a Lizer era radiante, enfermizamente.

“…Pensé que te había ordenado que acabaras con mis enemigos. ¿Ya terminaste?”

Ignorándolo, Mephisto continuó. “Tú también te has dado cuenta, ¿no? Esa chica es solo una farsa.”

Eso golpeó a Lizer donde más le dolía, abriéndole un agujero en el corazón.

“Ella murió ese día, espíritu astral y todo. Nunca la resucitarás, incluso si lo intentas. Lo entiendes, ¿no? Ella nunca será la misma.”

“………”

“Ella puede compartir los mismos recuerdos, el mismo corazón, la misma forma que la persona que te amo, pero siempre será una imitación, y nada más. Una copia elegante que depende de tus recuerdos. Ella nunca será la verdadera María”.

“………”

“Es por eso que no me sorprende que haya algunas inconsistencias. Después de todo, ella no es real”.

“………”

“Hey, Lizer. ¿Entiendes lo que estoy tratando de decir aquí?” “………”

“Je, je. El tratamiento silencioso, ¿eh? Bueno, entonces, voy a seguir así. Si crees que el Cubo Extraño, un pedazo de chatarra, te devolverá todo lo que perdiste, estás muy equivocado. Todo es mentira. Una ilusión. Un espejismo. Una fabricación. Más endeble que el papel maché. Idiotez sin sentido.”

“………”

“La verdad duele, ¿eh? ¿No se siente como si tu corazón se rompiera? Claro que lo hace. Después de todo, ella no está reaccionando de la manera que esperabas. Estás nervioso, ¿verdad? ¿Te sientes un poco asustado? Después de todo, todo lo que temías resultó ser verdad.”

“………Cállate.”

“Puede que no quieras aceptarlo, Lizer, pero esa es la realidad. Acabas de huir, mostrándole al mundo tus vulnerabilidades. Esa no es la chica que amabas. Ella es parecida. Es por eso que las cosas no se están alineando y nunca lo harán”.

“………Dije que te calles.”

“No, no lo haré. Me estoy acercando a la mejor parte… Oye, Lizer, tan sabio y tan tonto. Lo entiendes ahora, ¿no? Nunca recuperarás lo que perdiste. La pequeña María se ha ido. Ella no se encuentra en ninguna parte de este mundo. Esta chica contigo es una farsa. Una farsa. Por eso nunca amará…”

“¡¡Cállate!!”

Antes de que Mephisto pudiera atravesar su psique… Lizer sostuvo su mano izquierda frente al Dios Maligno—

“¡¿Aaargh…?!”

De repente, se formaron cadenas negras alrededor del pequeño cuerpo de Mephisto, enrollándose alrededor de él y apretándose con fuerza.

“¡¡A-aaaaaaaaaaaaaaaaaagh!!”

Mephisto dio un salto mortal, se derrumbó en el suelo y se revolcó en agonía como un pez.

“Por-Por-Por… P-Por favor perdóname… Por favor, te lo ruego… ¡Agh!” Solo podía suplicar perdón mientras su cuerpo se convulsionaba de dolor.

Lizer miró hacia abajo a su patética forma. “¿Has olvidado? Tengo el poder aquí y siempre lo tendré. Tu vida está en mis manos. Grabaré eso en tu cuerpo y alma.”

El tormento se intensificó. Este era el poder del Cubo Extraño.

Lizer había hecho más que liberar a Mephisto usando el Cubo Extraño. El anciano ahora controlaba el destino del demonio, obligándolo a obedecer como un peón.

Incluso un Dios Maligno era impotente contra el dispositivo de deseo.

“¡G-Gah! ¡Agh-gh-gh-gh! D-Duele; me duele… ¡Me-duele-me-duele-me- duele-me-duele!”

Era difícil creer que este era el monstruo que había traído sufrimiento a toda la creación.

Lizer vio que su peón aún estaba firmemente bajo control y dejó escapar un suspiro de alivio. Dio una orden al demonio que rodaba por el suelo.

“Date prisa y mata al Señor Demonio y sus seguidores. Mantente fuera de mi vista hasta que tengas sus cabezas, o haré que te arrepientas de haber venido a este mundo. Para siempre.”

“¡O-Okay! ¡Yo—yo entiendo! Por favor, no ma…

¡Gaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!”

Todavía había cierta incertidumbre que pesaba mucho en el corazón de Lizer mientras veía a Mephisto retorcerse de dolor, pero se mantuvo optimista y se dijo a sí mismo que esta incomodidad eventualmente desaparecería. Después de todo, podía hacer que el monstruo más deplorable del mundo cumpliera sus órdenes. Nada estaba más allá de su alcance. Una vez que aquellos que se interpusieron en su camino fueran eliminados, solo tendría que seguir adelante y cumplir su sueño. No había duda de que su camino estaría inundado de luz.

Lizer estaba convencida de esto mientras escuchaba el grito del diablo.

***

“Algo está mal. No me siento bien”, murmuró María para sí misma en la espaciosa habitación que le dieron. Se acostó en la mullida cama con una expresión triste.

“¿Que pasa conmigo…?”

Ella no tenía control sobre sí misma. No había nada restrictivo en su forma de vida actual. Ella tenía todo a su alcance. Ella podría tener cualquier cosa que pidiera. Esta habitación era prueba de ello.

Una cama digna de la realeza. Peluches abrazables. Y—la muñeca amiga que Lizer le había dado.

Saltó del suelo y aterrizó en la cama.

“Hey, María. ¿Qué ocurre? Esta decaída. Estás triste, ¿eh? ¿Eh?” Su tono era tranquilo y relajante. La muñeca era tan dulce como un ángel. Llevaba un vestido blanco puro. Un par de alas, una blanca y otra negra, revolotearon detrás de ella. María llamó a la muñeca “Mary” y la trató como a una verdadera hermana pequeña.

“No es nada. Lo siento por preocuparte.”

“De nada. Entonces, ¿por qué estás tan triste? Vamos, puedes decírmelo.”

“Hmmmm… Realmente no sé por qué, tampoco”.

Estaba en una utopía, pero no la hacía feliz por la razón que fuera. Una extraña sensación se apoderó de cualquier alegría que pudiera sentir. Cuando María le dijo esto a María, la muñeca se cruzó de brazos y asintió.

“¿Tal vez te sientes mal porque estás mejor que tus amigos? ¿Es así?”

“…Mmm. No me parece. Después de todo, todos menos yo estamos emocionados”.

El mundo fue amable con ella, y con todos los huérfanos. Cada uno recibió un hogar palaciego en la ciudad del castillo y fue atendido por un equipo de sirvientes. Vivían en el lujo, y todos siempre sonreían mientras saboreaban su nueva fortuna. Esto debería haber traído alegría a María.

Sin embargo…

“¿Por qué no puedo sonreír? Todos están felices y se divierten mucho… y Lizer también está aquí conmigo. No podría pedir nada más.”

“Ese Lizer. Oh, Lizer. Qué triste se ve. Qué triste.”

María se mordió el labio mientras hablaba. Ella recordó la ceremonia varias horas antes. Lizer estaba tan desconsolada. La desesperación había sido clara en sus ojos.

“Estoy seguro de que se sintió así porque no sonreí. Molesté a Lizer porque no pude demostrarle que era feliz…”

Ella realmente planeaba sonreír. Era una ocasión alegre, así que era natural. Se convirtió en una santa como siempre había soñado, así que

¿por qué no sonreía?

…Pero a pesar de este hilo de pensamiento, María no había entendido las intenciones de Lizer y había herido sus sentimientos. Se reprendió a sí misma por esto… pero al mismo tiempo, solo podía obsesionarse con la desconcertante sensación dentro de su pecho.

“Algo está mal. Puedo sentirlo. Simplemente no sé qué es… Ni siquiera puedo empezar a adivinar”.

María no tenía forma de explicar la extraña sensación dentro de ella. “Quiero sonreír con todos. Si soy la única infeliz…”

Las lágrimas comenzaron a acumularse en sus ojos. Justo cuando la incomodidad estaba a punto de enviarla a un ataque de llanto—

“Está bien. No te preocupes. Te diré. María te dirá todo lo que quieras saber, María.”

“… ¿Eh?”

La muñeca Mary hinchó el pecho mientras hablaba. “¿E-En serio? ¿Usted puede hacer eso?”

“Sí. Uh-huh. Claro que puedo. Te diré. Lo hare. Te lo contaré todo. Todo, hasta el último detalle, toda la historia”, dijo la muñeca con una dulce sonrisa.

¿Qué está pasando? El rostro de Mary era tan encantador y, sin embargo… María sintió que era extraño.

“Pero hey. Escucha. Hay tanto que querrás saber.”

Probablemente estaba cometiendo un error, pero ya no había vuelta atrás. La muñeca no la dejaba.

“Hay algunas cosas que es mejor que no sepas. ¿Sabía eso? Pero—”

“Incluso si cambiara de opinión ahora, no te detendrías, ¿verdad?”

María estaba atrapada, atrapada desde el principio. Desde el momento en que fue revivida y reunida con Lizer y todos los del orfanato. Había estado cautiva todo el tiempo.

El demonio que miraba a María mientras colgaba boca abajo del techo la tenía en sus garras.

“¿Q-Quién eres?”

“Keh-keh-keh-keh”.

La muñeca se rio. El diablo se rio. “Hola. ¡Soy tu amigo, Mephisto! “Hola. ¡Soy tu amiga, Mary!”

La voz del diablo salió de la boca de la muñeca— La voz de la muñeca salió de la boca del diablo— Y luego ambos se acercaron a María.

“¡N-No…! ¡Detente…! ¡Quédate atrás…! ¡No…! ¡No—!”

“¡Keh-keh-keh-keh-keh-keh-keh-keh. Keh-keh-keh-keh-keh-keh-keh-keh- keh-keh-keh-keh-keh-keh-keh-keh-keh-keh-keh-keh-keh-keh-keh-keh- keh-keh-keh-keh-keh-keh-keh-keh-keh-keh-keh-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-

ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-

ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha-ha!

Las carcajadas ahogaron el grito de la joven.