The New Gate (NL)

Volumen 1

Capítulo 3: El Zorro

Parte 2

Unas horas después de que Shin comenzara su investigación en la biblioteca, el sol había salido bastante alto en el cielo: como ocurría con todas las instalaciones públicas, era hora de que la biblioteca también cerrara por el día.

En la pantalla del menú aparecían las 16:50. Shin no estaba seguro de si el horario era el mismo aquí que en la Tierra, pero murmuró “Igual que un ayuntamiento o una oficina de correos eh…” para sí mismo.

Pensó en volver al distrito sur, el comercial, para echar un vistazo a los puestos, cuando le rugió el estómago. Todavía era pronto para cenar, pero vio por casualidad un puesto con pinchos de pollo deliciosamente asados, así que compró algunos.

Las brochetas de pollo, a diferencia del “Yakitori” japonés, consistían en grandes porciones de pollo clavadas en pinchos de 30 cm de largo.

“Incluso en un mundo diferente, los pinchos de pollo nunca traicionan… pero supongo que compré demasiado”.

Con una risa irónica, Shin sacó otro pincho de la bolsa. Había 4 pinchos largos en la bolsa que compró: un poco demasiado para comer antes de la cena. Como no tenía ganas de comérselo todo mientras caminaba, se acercó a una fuente en una pequeña plaza y se sentó en su borde. Shin siguió comiendo mientras miraba a la gente que pasaba.

Había muchos aventureros, probablemente debido a la difusión de información sobre el Skullface. La noticia de la derrota del monstruo debería haberse hecho pública también, pero parecían seguir en alerta. Shin también tuvo la impresión de que el número de puestos que vendían artículos a esa gente era mayor hoy: sin embargo, llevaba pocos días en la ciudad, así que era sólo una sensación.

Mientras miraba la ciudad y masticaba pollo, Shin hizo un resumen mental de la información que había recogido en la biblioteca.

Las cosas importantes que aprendió hoy fueron tres

1, había muy pocos documentos con algo sobre el Crepúsculo de la Majestad.

Cabía la posibilidad de que tales documentos no se guardaran en la biblioteca, sino que estuvieran incluidos entre los títulos prohibidos o los que requerían permiso para ser consultados. Cualquiera de ellos estaba fuera del alcance de Shin por ahora, así que lo dejó de lado por el momento.

2, la geografía de este mundo

El mundo de THE NEW GATE tenía 4 continentes, con los 3 primeros dirigidos respectivamente a los jugadores principiantes, intermedios y avanzados. El cuarto continente era para jugadores cansados de los campos normales.

Shin había explorado completamente las cuatro áreas, por supuesto, así que su mapa mostraba todos los campos. En este mundo, sin embargo, la función del mapa carecía casi por completo de sentido.

La razón era muy sencilla: debido a los cambios geomorfológicos que se produjeron tras el Crepúsculo de la Majestad, la propia forma de los continentes había cambiado. Debido al desplazamiento de los continentes y a los cambios en su geografía, los continentes eran ahora cinco y muchos países insulares estaban también dispersos en los mares.

Mirando el mapa, todo parecía muy desordenado. Esa podría ser otra de las razones por las que no había documentos que detallaran el Crepúsculo de la Majestad.

El continente en el que se encontraba Shin, por cierto, se llamaba Eltnia.

Por último, el número 3: el estado actual de las grandes ciudades que los aventureros utilizaban como base en el pasado.

Cada continente contaba con 2 o 3 de estas ciudades, utilizadas como base de acción por los jugadores.

Cada una tenía su propia característica: algunas se especializaban en armas, otras en comercio. La concentración de razas y trabajos era diferente en cada lugar, pero todos eran prósperos.

Las catedrales utilizadas para la resurrección de los jugadores sólo se encontraban en estas grandes ciudades, por lo que los jugadores tendían a reunirse allí. Estos lugares se llamaban ahora “Lugares Sagrados” y se consideraban “lugares que debemos recuperar”.

Las ciudades apenas se habían visto afectadas por los cambios geográficos y mantenían en su mayoría su aspecto original, pero tras el Crepúsculo de la Majestad, todas se convirtieron en territorios donde merodeaban monstruos de alto nivel. Se habían enviado equipos de exploración una y otra vez, pero en estos “Lugares Sagrados” los niveles de los monstruos eran de al menos 500, por lo que nadie había regresado con vida.

Sin embargo, por alguna razón, estos monstruos de alto nivel nunca abandonaban los “Lugares Sagrados”. El peligro que representaban podía ser la mutación que el alto poder mágico de los Lugares Sagrados causaba en la tierra y la flora que los rodeaba: a veces, también aparecían monstruos de bajo nivel en grandes cantidades.

“¿Qué debemos hacer ahora, entonces…?”

Shin se sujetó la barbilla y reflexionó.

Si la geografía del mundo había cambiado, no podía confiar en sus recuerdos del juego. Los jardines de los elfos y las aldeas de hadas de los pixies, los asentamientos de las especies con gran longevidad, estaban probablemente en lugares diferentes a los que él recordaba. Su recopilación de información probablemente será difícil.

“¿Hmmm……eh?”

Shin estaba considerando preguntarle a Tiera o a Els, cuando sintió que alguien lo miraba y levantó la cabeza. Lo que encontró fue una niña con orejas de gato, probablemente de 7 u 8 años, mirándolo a una distancia de 2 mel.

“………”

“………”

“………(babeando)”

“Hey……”

Corrección: la niña de orejas de gato de 7 u 8 años, desde 2 mel de distancia, estaba mirando fijamente a los pinchos de Shin. Parecía que los deseaba más que nada en el mundo.

“………”

“Ah, er……”

“………..”

“aaahm……..”

“……….”

“…….¿Quieres uno?”

Ni siquiera Shin pudo soportar eternamente la penetrante mirada de la chica.

Sus ojos inocentes (pero llenos de deseo) hicieron que Shin sintiera, misteriosamente, que él era el equivocado.

De todos modos, había comprado demasiado, así que, con el pincho a medio comer en la boca, sacó uno nuevo de la bolsa y lo acercó a la chica.

Shin quiso decir “¿quieres uno?”, pero el pincho que tenía en la boca lo convirtió en un incomprensible “¿quierun?”. La chica probablemente descifró sus palabras, o tal vez se dejó llevar por su hambre: se acercó, cogió rápidamente el pincho y empezó a masticarlo tras sentarse junto a Shin.

Tras el primer bocado, sus orejas de gato se erizaron, lo que sorprendió a Shin.

Miró a la niña, totalmente concentrada en comer, y le pareció una visión adorable. Shin pensó por primera vez que podía ser una vagabunda o una mendiga, pero su aspecto disipó tales dudas.

Llevaba ropa adecuada, aunque andrajosa aquí y allá, y tampoco estaba demasiado delgada o demacrada. Tampoco parecía tener como objetivo su cartera. Shin pensó que, al menos, debía tener un hogar al que volver y alguien que la cuidara.

“Aaah… gracias por la comida”.

La chica comió limpiamente hasta el último trozo, y luego se inclinó hacia Shin.

“De nada”.

“Eres una buena persona”.

“Por qué, gracias”.

La chica miró a Shin, sonriendo. Sus orejas de gato indicaban que probablemente era una Bestia de tipo felino. A juzgar por las puntas marrones de su pelo rubio, probablemente era un Tipo Tigre.

Tsugumi había dicho que un tercio de los habitantes de Bayreuth eran Bestias, así que no era realmente inusual.

“Soy Millie, ¿cómo te llamas?”

“¿Yo? Me llamo Shin, sólo Shin”.

“¡Como Millie!”

“¿Como tú?”

“Yo también, sólo soy Millie”.

“Oh sí, somos iguales.”

Shin usaba su nombre de jugador tal cual, así que no tenía apellido. No hubo ninguna pregunta al respecto cuando se registró en el gremio, así que probablemente no era un problema.

A su lado, Millie parecía muy contenta, diciendo “somos lo mismo, justo lo mismo”.

“Bien, ya he comido, así que tengo que irme. ¿Qué vas a hacer, Millie? Puedo llevarte a casa si quieres”.

“No hay problema. Ha venido a recogerme”.

Millie señaló una silueta que se acercaba a ellos. Shin miró y se sorprendió, de nuevo.

“¿Hm? ¿Vinieron a recogerte…?”

Al notar que Shin estaba con Millie, la silueta se acercó a ellos rápidamente.

“Hola, nos encontramos de nuevo, Shin”.

“Sí, después de hoy en el almuerzo, Wilhelm”.

El hombre que vino a recoger a Millie no era otro que el aventurero de pelo negro y aspecto de bestia, Wilhelm Avis.

“¡Will!”

Millie corrió rápidamente y abrazó a Wilhelm. Shin se sorprendió aún más.

“¿No me digas que es tu… hija…?”

“¡¡De ninguna manera!! Sólo estoy cuidando de ella en el orfanato!”

“¿Orfanato?”

“Ah, sí, acabas de llegar a este país, ¿verdad?”.

Wilhelm explicó brevemente mientras acariciaba la cabeza de Millie. Una iglesia en el distrito oeste -el distrito residencial- también actuaba como orfanato, cuidando de los niños que habían perdido a sus padres. Millie también era uno de ellos.

“A esta mocosa siempre se le ha dado bien salir a escondidas, así que la estaba buscando”.

“¿Salió sin permiso? Eso no es nada bueno”.

Shin también habló mientras miraba a Millie.

“Uh, yo, lo siento.”

Era consciente de que lo que había hecho estaba mal, así que Millie se disculpó honestamente. Sus orejas de gato plegadas en sincronía eran realmente fantasiosas.

“Es raro que no se asuste de la gente, sin embargo”.

“¿Suele tenerlo?”

Shin ladeó la cabeza.

“Sé que ahora no lo parece en absoluto, pero es realmente muy tímida. Ni siquiera se acerca a la gente que ve por primera vez”.

“De verdad”.

Shin se giró hacia ella, pensando que sólo la atraía el pollo, pero Millie negó con la cabeza. Quizá le leyó la mente: era como si le rogara que no dijera nada al respecto. Probablemente, Shin adivinó que tenía razón.

“Bueno, no tengo mucho tiempo que perder aquí, así que. Vamos, Millie”.

“Espera, espera”.

Millie detuvo a Wilhelm y corrió hacia Shin.

“¿Qué pasa?”

“Tengo que decirte, algo”.

“¿De acuerdo?”

Shin se agachó, poniendo sus orejas a la altura de Millie. Millie susurró algo y corrió de nuevo hacia Wilhelm.

“¡Adiós!”

Shin devolvió el saludo a Millie, mientras ella desaparecía entre la multitud, guiada por Wilhelm. Pensando en sus palabras, Shin regresó al Pabellón de la Punta del Oso.

***

De vuelta en el Pabellón de Punta del Oso, Shin se tomó un descanso hasta la cena. Tumbado en su cama, reflexionó sobre lo que Millie le dijo antes de irse.

“Salva al zorro en el bosque del norte…..hmm”.

En el juego, podría haber adivinado a qué se referían basándose en la información de la zona, pero ahora que la disposición del terreno había cambiado, era difícil hacer una estimación.

Ningún monstruo de tipo zorro atacó a Shin en su última exploración del bosque del norte; la mayoría eran de tipo oso, serpiente y perro, con algunos raros voladores.

Debido a la gran cantidad de monstruos, había pocos animales salvajes: Shin sólo observó algunas serpientes y ratones.

La mayoría de los monstruos nacían de animales afectados por el poder mágico, pero aun así Shin no recordaba haber visto ningún zorro.

“No es bueno, no lo entiendo”.

Ya que Millie preguntó así, no podía ser un zorro normal. Millie dijo “salvar al zorro”, así que tenía que haber un peligro acercándose. El bosque del norte, a pesar de estar justo al lado del Reino de Bayreuth, era una zona muy arriesgada.

A Millie le resultaba extraño preguntarle así a Shin, a pesar de ser la primera vez que se veían, pero como era amigo de Wilhelm, probablemente pensaba que era un aventurero. Es difícil adivinar lo que piensan los niños, así que Shin decidió no insistir demasiado en ello.

Shin no creía que tuviera que hacer algo sólo porque Millie se lo pidiera, pero tampoco se sentiría bien sin hacer nada.

También podría echar un vistazo: así que Shin decidió sus planes para el día siguiente. También visitaría a Tiera para dejarle un mensaje a Schnee.

“Ahora que todo está resuelto… es hora de comer algo”.

El pollo ya estaba digerido: Shin bajó a cenar.

***

A la mañana siguiente, Shin salió del Pabellón de la Punta del Oso, recorrió la gran avenida bordeada de puestos y salió por la puerta sur. Al otro lado, una larga cola de gente esperaba para entrar en el país. Probablemente no llegaron a tiempo el día anterior y se pusieron en fila en cuanto se abrieron las puertas.

Había muchas caravanas de mercaderes, que probablemente estaban ralentizando los trámites de inmigración. Shin se alejó de ellos, a lo largo de las murallas. Tsuki no Hokora se encontraba entre las puertas sur y este, ligeramente más cerca de la puerta sur.

Tras unos minutos de caminata, el destino de Shin se hizo visible. El Tsuki no Hokora, gracias a los árboles de un metro de ancho que lo rodeaban, estaba claramente separado de los alrededores.

Originalmente, Tsuki no Hokora se encontraba en una zona exterior del continente Arkreed; por tanto, el continente Eltnia posiblemente formaba parte de Arkreed.

El continente Arkreed era la zona superior al continente Houzand, orientado al jugador avanzado. Albergaba misiones y monstruos de mayor nivel que los otros 3 continentes, pero al mismo tiempo también ofrecía misiones para principiantes y jugadores intermedios: a menudo era visitado por jugadores que querían enfrentarse a misiones o monstruos inusuales y extraños.

En cierto modo, era un lugar donde se reunían jugadores de cualquier nivel o trabajo.

Sin embargo, Tsuki no Hokora estaba en un campo exterior, por lo que sólo lo visitaban los jugadores avanzados. Aparte de ellos, había el raro jugador que llegaba a él por casualidad mientras era perseguido por un monstruo.

Los monstruos que merodeaban por Tsuki no Hokora eran de nivel 600 por término medio: empezaban en torno a 200 y llegaban hasta 1000.

Al estar situado cerca de la morada de los monstruos de nivel de jefe, muchos jugadores visitaban Tsuki no Hokora para abastecerse de objetos antes de enfrentarse a los jefes.

“…. Ahora que lo pienso, ¿qué pasó con los monstruos que estaban en el continente Arkreed? Si la geografía cambió, sus hábitats también deben haber cambiado. ¿Podrían haberse extinguido cuando ocurrieron los desastres naturales y el cambio?”

Si los monstruos estuvieran cerca, como los tenía el juego, el reino de Bayreuth ya habría desaparecido. Después de todo, había incluso monstruos con hábitos como los de las hormigas soldado.

Estos monstruos, que aparecían aleatoriamente en todas las zonas, tenían todos niveles superiores a 600: para los jugadores avanzados eran un dolor, mientras que los intermedios sólo podían correr o aguantar y los principiantes sólo podían esperar a morir.

La probabilidad de encontrarlos era mayor cuanto más grande era el grupo, así que, naturalmente, un país, donde se reunía mucha gente, sería fácilmente un objetivo. Sin embargo, como no aparecían, o bien se había establecido una contramedida, o bien no había posibilidad de que tales monstruos atacaran desde el principio. De lo contrario, no habría sido posible construir países o carreteras.

Incluso era posible que toda la tierra fuera de Tsuki no Hokora procediera de otro continente. Sin respuesta a sus dudas, Shin llegó frente a la tienda.

En su primera visita estaba demasiado contento de ver que Tsuki no Hokora seguía allí como para darse cuenta, pero había un tablero de madera de 20 cemeles de alto y 10 cemeles de ancho cerca de la entrada, en el que se leía “El propietario está luchando”, lo que significaba que Tsuki no Hokora estaba abierto al público.

En el reverso del tablero se leía “El dueño huyó de casa”, que se utilizaba cuando Shin estaba desconectado o estaba recogiendo ingredientes, por ejemplo. Contento de ver que todavía estaba en uso, Shin abrió la puerta, haciendo que el timbre sonara en todo el interior.

Estaba configurado para que sonara cuando la tienda estuviera vacía, como ocurría en el juego. Parece que los caballeros no estaban por aquí hoy.

“¡Bienvenido! Oh, eres tú, Shin”.

“Hola, he venido a dejar el mensaje que olvidé”.

La expresión de Tiera se convirtió en una sonrisa cuando notó que el cliente era Shin. La luz del sol que entraba por la ventana hacía brillar su pelo, ahora plateado.

“¡Oh! Yo también lo había olvidado por completo”.

No era extraño para ella, con todo lo que había pasado ese día. Para ella, era suficiente para hacer volar algo pequeño como un mensaje.

“Entonces, me gustaría que le dijeras que si se acuerda de esto, me gustaría hablar con ella”.

Shin sacó una katana de la caja de objetos y la colocó sobre el mostrador.

Era una katana azul oscuro para ninjas, con un patrón de flores que Tiera nunca había visto antes en la vaina. El intrincado patrón hacía que la katana pareciera más una pieza de arte que un arma.

“……..”

“¿…..Tiera?”

“Oye, Shin. ¿Podría ser esto… un arma de grado antiguo?”

Tiera parecía no poder creer lo que veían sus ojos. Sus ojos se entrecerraron, como si estuviera mirando algo demasiado brillante.

“¿Se puede saber? Sí, esto es de grado Antiguo, es el arma exclusiva de Schnee, llamada『Luna Azul』”.

“¿Esto es del maestro?”

“Sí. Ella no está usando armas exclusivas ahora, ¿verdad?”

“Bueno, en realidad, no estoy segura de saber qué es un arma exclusiva…”

“¿No lo sabes?”

Shin se sorprendió al saber que las armas exclusivas no eran de conocimiento común.

“Las armas exclusivas sólo pueden ser utilizadas por las personas que están registradas….no, por personas específicas. Esta 『Blue Moon』 también puede ser usada por mí, ya que la forjé yo, Schnee, y cualquiera de Schnee o yo le dimos permiso para usarla. Ahora he hecho posible que tú también la toques, pero nadie más puede hacerlo”.

En el juego, esta función se implementó para que los objetos ganados en las misiones no fuesen robados, y se utilizó, por ejemplo, en las armas utilizadas como símbolos de los gremios.

Era una función bastante conocida, pero sólo los herreros y los alquimistas de más alto nivel podían aplicarla para fabricar armas exclusivas, por lo que no muchos se tomaban la molestia de crearlas.

“Limitación de usuarios…. Por cierto, he oído que hay algunas armas encontradas en las ruinas que nadie parece poder utilizar. ¿Podría ser esa la razón?”

“Podrían ser armas exclusivas de alguien. Es un desperdicio, así que aconsejaría investigar una forma de usarlas de alguna manera. La mayoría de las veces sólo se pueden hacer armas de grado Antiguo y Mitológico en armas exclusivas, por lo que suelen ser muy buenas. Con una de esas incluso un guerrero de nivel 1 podría derrotar fácilmente a un Tetra Grizzly, apuesto”.

“…de acuerdo, no puedo entender eso…”

Tiera no pudo evitar suspirar con incredulidad.

Si Shin sólo hubiera explicado sobre esto con palabras, a Tiera le habría costado creerle. Sin embargo, con la katana ninja llena de poder mágico frente a sus ojos, no tuvo más remedio que creer.

La katana ninja 『Blue Moon』 había sido colocada sin pensar en el mostrador. Shin sólo la había puesto allí, pero el espacio que la rodeaba le parecía deformado a Tiera. A pesar de su relativa falta de experiencia en el combate, incluso ella podía decir lo poderoso que era un arma.

“Esta katana realmente tiene un poder increíble… Sin embargo, no me gustaría usarla”.

“¿Oh? ¿Por qué?”

“Porque… me tragaría, creo”.

Tiera lo entendió instintivamente, y se sintió positiva al respecto: esa arma seguramente otorgaría un gran poder a su usuario. Sin embargo, si el usuario no poseía habilidades acordes, seguramente se corrompería.

“Tragado… hmm. Supongo que eso se debe a los materiales utilizados para fabricarla”.

Las palabras de Tiera hicieron pensar a Shin en la penalización que se generaba al equipar equipo de nivel superior al propio. Todas las armas tenían ciertos requerimientos de estatus que debían ser satisfechos para poder equiparlas; si eran equipadas sin satisfacer estas condiciones, el estatus del usuario se vería afectado negativamente.

Sin embargo, seguía siendo diferente a ser “tragado”, así que a Shin se le ocurrió mencionar los materiales del arma.

“¿Qué demonios has utilizado para fabricarla?”

“El ingrediente principal es una aleación llamada Chimeradite. La combiné con Colmillos de Dragón de la Muerte Negra, Escamas de Bestia Marina Asaltante y Lágrimas de Cola de Elemento. Hay otros materiales necesarios, pero estos son los 4 principales. ¿Supongo que los Colmillos de Dragón de la Muerte Negra o las Escamas de Bestia Marina Asaltante son los que te hacen sentir así? Ambos son monstruos de la clase más alta, después de todo”.

“…….”

“¿Tiera?”

Tiera, mientras escuchaba la explicación de Shin, se sujetaba la frente, con el ceño fruncido como expresando que le costaba entender sus palabras.

“…..no, no me sorprenderé más. Incluso si los monstruos que has mencionado son todos criaturas legendarias… está bien. Sí, está perfectamente bien”.

“Sin embargo, no me parece que estén bien en absoluto…”

El sentido común de Tiera acababa de recibir un fuerte golpe, y negaba con la cabeza en respuesta. Shin no pudo evitar comentar su negación.

Shin había estado muy por encima de los estándares del mundo desde el principio, pero esta vez se había superado a sí mismo con creces. Como había dicho Tiera, los monstruos que había mencionado tan casualmente eran todos nombres que, hoy en día, sólo aparecían en cuentos y mitos.

Monstruos lo suficientemente poderosos como para causar cataclismos, utilizados como materiales… normalmente, eso sonaría como una broma.

La “presencia” de la katana frente a los ojos de Tiera y el hecho de que fuera una de las posesiones de Shin la instaron a creer que en realidad no era una broma en absoluto.

“Cuanto más hablo contigo, más siento que mi sentido común se rompe…”

“¿Qué, es culpa mía?”

“Por supuesto que lo es. Sacas armas de grado antiguo como si nada, ¡es más que increíble!”

“No hay mucho que pueda hacer al respecto… si Schnee me recuerda o no, todo depende de esto”.

Shin habló mientras miraba el 『Blue Moon』. Se la había quitado a Schnee antes de ir a luchar contra Origen (en términos de juego, la había guardado). Coger todas las armas de sus personajes de apoyo antes de luchar contra un jefe era algo que Shin siempre hacía como amuleto de buena suerte.

El equipo de sus otros personajes de apoyo también estaba esperando su turno en la caja de objetos de Shin.

Podría haber dejado un mensaje para Schnee, pero Shin era un nombre demasiado común, así que decidió dejar también un objeto para probar su identidad.

“Sería extraño que alguien recibiera un arma como ésta, pero se negara a conocerla, supongo. Pero en el caso del maestro, tal vez…”

Tiera también miró a 『Blue Moon』 y asintió.

Schnee no era del tipo que se conmoviera con objetos comprados con decenas de monedas Jul Platino o incluso con objetos de grado Leyenda: era fácil imaginar que podía tratar un equipo simplemente valioso o raro como si no fuera nada. Esta vez, la solicitud era para contactar a Shin si recordaba el artículo que trajo, por lo que Tiera pensó que Schnee no lo ignoraría. Ella se había encogido de hombros ante los artículos de grado Leyenda antes, así que a los ojos de Tiera ella también estaba más allá del sentido común normal.

“Si Schnee se pone en contacto contigo, por favor avísame con esto. Debería llegarme sin importar dónde esté”.

Shin entonces colocó una tarjeta de mensaje en un sobre con un diseño simple junto a 『Blue Moon』.

“¿Puedes enviar una carta con esto?”.

“Aunque sólo de una manera. Escribe un mensaje en la tarjeta y el nombre de la persona a la que se la quieres enviar en el sobre. Luego sólo tienes que decir “Enviar””.

Shin explicó cómo usar la tarjeta mientras señalaba cada una de sus partes. En el juego, este objeto se utilizaba para enviar felicitaciones de cumpleaños o de Navidad. Algunos incluso hacían tarjetas que producían efectos luminosos al abrirlas.

En el juego usar el correo electrónico era más rápido, por lo que este ítem sólo se usaba en períodos específicos, pero en este mundo el correo o el registro de amigos no estaban disponibles, por lo que esto podría ser muy útil.

“Seguro que hay artículos convenientes por ahí…”

“Sin embargo, los usé muy poco, así que todavía tengo muchos”.

Había muchos otros objetos, recibidos como recompensas de misiones o eventos, que tenían poco o ningún uso. Estos objetos, inútiles en el juego pero útiles en la vida real, abundaban en la caja de objetos de Shin.

“Si estas cartas se volvieran comunes, serían muy populares, apuesto”.

“Por supuesto”.

Para Tiera, poder contactar con alguien sin importar dónde esté era una gran revolución tecnológica. Shin, sin embargo, decidió esquivar la pregunta oculta en el comentario de Tiera: “¿No quieres hacerlas populares?”

Las nuevas tecnologías, las tecnologías convenientes, no siempre se utilizaban como su inventor pretendía. Hubo innumerables casos de este tipo en la historia de la humanidad. A Shin tampoco le interesaba ni tenía intención de provocar revoluciones tecnológicas.

Este objeto existía originalmente en THE NEW GATE, así que pensó que alguien lo inventaría tarde o temprano.

“….hey, he estado pensando, pero ¿no podrías contactar directamente con el maestro con esto, en lugar de dejar un mensaje?”

Tiera habló mientras sostenía la tarjeta de mensajes entre sus dedos.

“Lo haría si pudiera, créeme. Esto sólo funciona con gente que has conocido en persona, pero por alguna razón no puedo enviársela a Schnee, a pesar de haberla conocido antes”.

Shin también había pensado en enviar la tarjeta directamente, pero por alguna razón desconocida no funcionó.

Tiera adivinó que la tarjeta no funcionaba bien, así que salieron y trataron de enviar una.

Tiera se sorprendió primero al ver que el sobre aparecía de repente ante sus ojos, y luego llegó a la conclusión de que la tarjeta tenía que funcionar correctamente.

(Parece que mi lista fue restablecida).

Shin adivinó la razón por la que no podía enviar cartas. La descripción del objeto decía “Transmite tus sentimientos a las personas que conozcas durante tus aventuras”. Probablemente no era posible enviar mensajes a personas que no se conocieran en el “nuevo” mundo, aunque se conocieran en el mundo del juego.

“Oye, si tienes tantos de estos, ¿puedes darme algunos más?”

“No hay problema, pero creo que es mejor no enviarlos a alguien que no los conozca”.

“No quiero usarlos, sino investigarlos. Aspiro a ser una maga, ya sabes. Cuando veo objetos mágicos misteriosos como estos, quiero saber cómo funcionan”.

En efecto, los ojos de Tiera brillaban como los de un niño con un juguete nuevo desde que había probado a usar las cartas.

“Está bien, entonces. Te daré 5 más. Una de ellas es para que Schnee me responda, así que no las uses todas, ¿vale? Y ya que te doy tantas, dale mi mensaje gratis, ¿trato hecho?”

Aunque a Shin le sobraran tarjetas de mensajes, no le apetecía darlas gratis, así que propuso un intercambio.

“Entendido, entendido. No voy a usarlas sin pensar, así que estate tranquilo. Si lo hiciera, apuesto a que causaría un alboroto de todos modos. Tampoco pensaba llevármelos gratis, así que me parece bien darle al señor su mensaje gratis. Espero el resto”.

Además de que el mensaje era gratis, parecía que también había algunas bonificaciones. Shin asintió, aceptando esperar lo que fuera.

Shin pensó que si Tiera quería investigar, sería mejor que apuntara a ser alquimista, pero no había nada extraño en que los magos también investigaran, así que prefirió no mencionarlo.

Había un buen número de jugadores con Mago como trabajo principal y Alquimista como sub trabajo, después de todo.

“Bien, me voy entonces. Saluda a Schnee de mi parte”.

“Le avisaré al maestro tan pronto como esté de vuelta, tenlo por seguro”.

Shin saludó a Tiera y dejó el Tsuki no Hokora. Fue un poco después de que se fuera que Tiera se dio cuenta de que, si hubiera enviado la tarjeta de mensajes a Schnee, podría haber contactado con ella allí mismo.