Shijou Saikyou No Daimaou Murabito A Ni Tensei Suru (NL)

Volumen 6

Interludio 3: Un Mundo, Transformado

En su interminable mar de conciencia, Sylphy escuchó una voz. “Señorita… ¡hy…! ¡Bebe… esto…!”

Las palabras estaban fragmentadas. Por el tono de la voz, Sylphy se dio cuenta de que era su amiga. Ginny debe haber estado tratando de salvarla.

¿Lo que se vertía en su boca era la poción que Ard les había proporcionado antes de la batalla?

Sylphy logró mantener su conciencia mientras tragaba el líquido. Cuando lo hizo, las heridas de su batalla con el Frenético Rey de los Dragones sanaron en un instante. El dolor paralizante había desaparecido y ya no se sentía a punto de desmayarse.

Las pociones de Ard siempre funcionan a las mil maravillas. Pero… parece que ni siquiera él podría hacer una poción sin efectos secundarios.

No es que ella lo culpara. Las pociones eran una medicina que rejuvenecía a la fuerza el cuerpo objetivo y obligaba a curar sus heridas. Sus efectos secundarios pueden ser graves, dependiendo de las lesiones que deban tratarse. Curar algo menor podría causar fatiga, pero para alguien tan fatalmente herido como Sylphy, el costo de curar su cuerpo era indescriptible.

Tengo mucho sueño. Creo que esto es todo lo que puedo hacer. Dejaré el resto a Ard. Creo que tomaré una siesta larga y agradable…

Definitivamente salvaría a Ireena y Ginny. Sylphy rápidamente se durmió, segura de esto.

¿Cuánto tiempo he estado fuera? Sylphy sintió un peculiar balanceo y recobró el sentido.

Algo sólido estaba sacudiendo su pequeño cuerpo. Pensó que podría ser Ireena, Ginny o tal vez Ard y…

“Nnnn. Solo un poco más largo. Déjame dormir”, murmuró con el ceño fruncido.

“Graghhh…”

Oh. Eso no sonó humano. De hecho, no era humano en absoluto.

Con un hormigueo en la columna, Sylphy se obligó a abrir los ojos. Lo que la saludó… fue impactante.

Debería haberse desmayado en las ruinas del castillo en la capital de Asylas… pero por alguna razón, estaba en un bosque.

Árboles densos y follaje. El constante zumbido de bichos y bestias. Y… quien la despertó no fue Ireena, Ginny, Ard o incluso Olivia.

Era una forma de dragón bípedo tan grande que tenías que mirarlo. Un dragón gaia, para ser exactos.

Ella miró su enorme rostro.

“Umm, gracias por despertarme. Bueno, tengo un poco de prisa, así que realmente tengo que… “

“¡Graaaaaah!” El dragón abrió sus fauces abiertas y atacó, listo para hacer una comida con ella. Sylphy saltó hacia atrás y esquivó las garras que se abalanzaron sobre ella. Después de confirmar que todavía estaba equipada con Demise-Argis, lanzó un poderoso grito.

“¡Joder! ¡Hay abundancia de dragones hoy, eh!” Sin mostrarle a su adversario gigante una pizca de miedo, preparó su arma. “No tengo ni idea de lo que está pasando, ¡pero también podría derribarte! ¡Toma esto, lagarto gigante!”

Sylphy desató su espada sagrada y derrotó a su enemigo de un solo golpe… O le hubiera gustado hacerlo, de todos modos.

“… ¿Eh?” Sylphy había puesto toda su magia en extraer el poder de la espada. Pero ahora estaba silencioso como la tumba. “¿Oye, eh, Demise?

¿Qué estás haciendo? Danos un haz de luz llamativo o algo así. ¿Hola?”

Continuó inyectando magia en ella, pero la Espada Sagrada ni siquiera emitió un sonido.

“¿Quizás surgió algún tipo de problema debido a mi enfrentamiento con Elzard?”

En ese caso, fue un pequeño inconveniente, pero aún podía luchar con sus propias habilidades mágicas. Sylphy intentó lanzar un hechizo de ataque.

Sin embargo… “… ¿Eh?”

No pasó nada. No se materializaron hechizos.

“Umm…” La situación hizo que Sylphy comenzara a sudar frío. “Creo que los dragones y las personas pueden ser amigos. Así que comerme sería…”

“¡GRAAAAAAAAAAAAAGH!” El dragón cargó contra ella sin pensarlo dos veces. Sylphy se dio la vuelta y corrió tan rápido como sus piernas la permitieron.

“¡Agh! ¡Vamos! ¡¿Qué está pasando?!”

En medio del vasto bosque, el solitario juego de supervivencia de la Campeona Furiosa apenas estaba comenzando.

***

Ireena había golpeado con fuerza al temido Rey de los Dragones. Una sonrisa se había formado en los labios de Ginny cuando lo vio, y aunque Ireena no estaba allí para escucharlo, colmó de elogios a su amiga.

“Hee-hee. Sabía que podrías hacerlo. De lo contrario, me habría decepcionado mucho”.

Ireena era una amiga importante, una rival en el amor… y la inspiración de Ginny. Ginny sintió que su propia conciencia se debilitaba.

“Es un milagro… lo logré… tan lejos…”

Después de que Elzard le desgarró el estómago, Ginny había tomado la poción de emergencia de Ard. Esto la había ayudado a escapar de la muerte, pero… sus efectos secundarios, junto con la anemia, la habían dejado casi inmóvil. Ginny lo había soportado mientras corría al lado de Ireena, pero ya no había peligro inmediato. Se tiró al suelo y cerró los ojos.

Ginny asumió que para cuando volviera en sí, seguramente todo estaría resuelto, y cayó en un profundo sueño.

Ella sintió que algo estaba mal en el momento en que se despertó.

Algo bastante suave presionó contra su mejilla. Ginny sabía que debería haber estado tendida sobre adoquines rotos… ¿Quizás la gente del pueblo la había llevado a una clínica?

No, no fue eso. El olor y la textura de su mejilla le dijeron que no era una almohada ni una cama.

Era tierra. Ella estaba tendida en el suelo. Abrió los ojos confundida. “¿Dónde estoy…?”

Por lo menos, sabía que esta no era la capital de Asylas. La escena que la recibió fue una llanura desconocida. Una densa niebla flotaba y solo podía ver las inmediaciones.

Ginny se destacó en la espeluznante llanura. “… Esperar aquí no me servirá de nada”.

No entendía lo que estaba pasando, pero era mejor seguir moviéndose por ahora. Ginny partió con cautela y siguió avanzando sin bajar la guardia ni un instante.

En ese momento, apareció una especie de silueta en la espesa niebla.

“¿Es esto… un tótem?” Ginny no estaba realmente segura de lo que se suponía que era y se llevó la mano a la barbilla mientras miraba las peculiares figuras. “Ahora que lo pienso, la señorita Ireena dijo que había tótems en su aldea”, murmuró para sí misma.

Los detalles de su conversación anterior coincidían con las características del objeto que tenía ante ella.

En ese caso, ¿podría ser esta la ciudad natal de Ard?

“Ah, pero su pueblo casi nunca tiene niebla. Además, ¿por qué me han enviado a otro lugar de todos modos…?”

Ella no tenía ni idea. La situación era un completo misterio para ella y estaba empezando a cansarse de esta inquietante realidad.

En ese momento, vio algo que se movía a través de la niebla. “¿Podría ser un aldeano?”

Perfecto. Si pudiera saber dónde estoy, me tranquilizaré.

Ginny atravesó la niebla y se acercó a lo que parecían ser aldeanos— Entonces, sus ojos se agrandaron.

“E-Esto es…” chilló mientras miraba a los seres frente a ella.

Un espectáculo terrible se desarrolló ante ella en la aldea desconocida.

***

Cuando la caja blanca se abrió y la brillante luz dorada me cegó, inmediatamente caí en la inconsciencia.

“… ¡—ey! ¡Des—…! …— ¡d! … ¡Despierta, Ard!”

Escuché una voz familiar y me sentí ingrávido, casi. He venido a. “¡¿Mmm?! ¡¿Estás despierto?!”

Abrí los ojos y vi a un niño elfo. Elrado.

Observé lo que me rodeaba. … Estaba en un aula de la Academia.

¿Alvarto me envió aquí? ¿Pero por qué?

… Sus motivos me molestaban, pero había algo más que era más importante.

“Oye, Ard. No sabrías lo que está pasando, ¿verdad?” Preguntó Elrado mientras me miraba. Su pregunta tenía mucho que ver con la extrañeza de esta habitación. “¿Qué pasa con esta niebla?”

Una densa niebla llenó el salón de clases… tanto por dentro como por fuera.

“Simplemente apareció de repente, luego, de repente, estabas aquí”. Eché otro vistazo a mí alrededor mientras escuchaba a Elrado.

… Los estudiantes que asistían a la escuela de verano y los profesores que la dirigían me miraban fijamente. Todos parecían inquietos. …

Honestamente, no tuve tiempo de preocuparme por ellos. Ireena fue secuestrada y no pude encontrarme para decir nada.

“Ya veo. Algo realmente malo debe haber sucedido, ¿eh?” Elrado interpretó desde mi silencio. Puso su mano en mi hombro. “No hay necesidad de explicar. Solo piensa en lo que tienes que hacer”.

“¿Lo que tengo que hacer…?”

Eso era obvio. Tuve que salvar a Ireena. Nada más era mi problema.

“Parece que has encontrado la respuesta. Está bien, entonces, apúrate y ve a cuidar tu… ”Elrado comenzó a decir con una sonrisa. “¡¿Urgh ?!” Su expresión de repente se contrajo de dolor.

No fue solo Elrado. Todos en el aula estaban en una agonía increíble. “¡A-Ard…!”

“¡M-Mi cuerpo se siente raro…!” “¡Ayuda…!”

Sus lamentos que resonaron por la habitación crearon una escena demasiado terrible para describir.

“Ggh-gah-ah”.

Elrado y los otros estudiantes comenzaron a transformarse. “Guh-geh-gah”.

“Gwagh-gah-gah”.

“Geh-geh-geh”.

Emitían sonidos extraños mientras sus cuerpos pulsaban.

“¡¿Qué está pasando…?!” Mis ojos se abrieron ante la vista anormal.

La gente se estaba convirtiendo en monstruos. A algunos les crecieron tentáculos. Otros se convirtieron en quimeras. Otros todavía se convirtieron en monstruos más allá de toda descripción.

Y luego estaba Elrado.

“¡Guh-geh-guh-geh-geh-geh-geh-geh-geh-geh!”

Se convirtió en una bestia repulsiva, parecida a un cerdo.

… Esto tenía que ser obra de Alvarto. Esa caja fue la causa de todo esto.

“¿Me trajiste aquí solo para que pudiera ver a mis amigos convertirse en monstruos…?”

En ese momento, comprendí con absoluta claridad que estaba haciendo todo esto para que yo lo odiara.

“…Bien. Cumpliré mi promesa”.

No solo había secuestrado a mi más querida amiga, había vuelto sus colmillos hacia aquellos que querían construir un futuro brillante conmigo. Mi misericordia solo llegó hasta cierto punto.

Derrotaría a Alvarto y recuperaría a mi amiga.

Miré a mis amigos transformados. “Antes de salvar a Ireena, será mejor que arregle a todos primero”.

Lo más probable es que fuera obra de algún tipo de magia. Podría usar mi habilidad única de análisis para desarrollar un hechizo que los volviera a la normalidad. Realmente una hazaña simple.

“Sólo un momento. Analizaré la magia ahora y…” le dije a Elrado, pero luego comencé a sentirme incómodo. “… ¿Qué significa esto?”

Traté de usar mi análisis, pero algo no estaba bien.

Mis habilidades especiales no se activarían. Y eso no fue todo. La magia de mi cuerpo se estaba disipando. Esto tenía que ser—

“¡Alvarto! ¡Cretino! ¡Así que te has llevado a mis amigos y mi magia también…!”

Lo máximo que pude hacer fue apretar los dientes. Este fue el peor de los casos.

***

Kingsglaive. La capital del Imperio de la Hechicería de Laville.

Terminada con sus asuntos oficiales, Olivia vel Vine decidió regresar a este nostálgico pueblo. Su antiguo colega, Verda al-Hazard, caminaba a su lado.

“Maldita sea, no puedo creer que me hayas hecho perder todo ese tiempo corriendo reuniendo ingredientes. Si este dispositivo termina siendo estúpido, te mataré”.

“¡Gweh-heh-heh-heh! ¡No te preocupes en ese frente! ¡Vamos a necesitar esto por completo algún día pronto!” Verda respondió.

La chica de cabello dorado estaba vestida con su característico atuendo blanco. La erudita-genio nunca se quedó en un lugar por mucho tiempo, pero por alguna razón, había hecho de Kingsglaive su base de operaciones y había estado desarrollando fervientemente un artículo encantado. Ésta era parte de la razón por la que se había puesto en contacto con Olivia.

“… ¿No puedes darme una mejor idea de exactamente qué tipo de cosas estás haciendo?”

Naturalmente, Olivia tenía sus preocupaciones.

Verda se mantuvo evasiva hasta este momento, y Olivia asumió que mantendría su acto inocente, pero el erudito desafió sus expectativas.

“Sí, supongo que tienes razón. Si mi suposición es correcta, debería comenzar muy pronto. Si te voy a dar la verdad, supongo que debería hacerlo ahora”, dijo con una expresión sorprendentemente seria.

Verda estaba a punto de explicar los detalles del dispositivo cuando… Olivia sintió un frío extraño. Fue una especie de presagio antes del desastre.

Algo extraño surgió alrededor de la calle principal por la que caminaban los dos. Una espesa niebla creció sin previo aviso y se extendió por toda el área. Poco después de eso, vieron como todos los ciudadanos comenzaban a retorcerse miserablemente y…

“Gah-gah-gah”.

“Gee-eh eh.”

“Guh-guh-geh-geh”.

Se transformaron, haciendo ruidos extraños, un espectáculo extraño y espantoso.

Olivia y Verda, sin embargo, eran famosos reyes celestiales. Se necesitaría más que algo como esto para deshacerse de ellos.

“Hmph. ¿Es este el evento para el que preparó su máquina? ” “¡Bingooo, Livvy! ¡Podría ayudarnos a vencer a Al en su propio juego!” “… ¿’Al’? No te refieres a… “

“Sí, nuestro antiguo colega”.

Olivia pudo obtener la esencia general de lo que estaba sucediendo. Así que este espectáculo de terror fue obra de Alvarto.

Todo lo que había sucedido hasta ese momento, incluida la guerra desordenada, probablemente se debió a que él estaba moviendo los hilos detrás de escena. Todo para poder librar una batalla total con Ard Meteor… es decir, el Señor Demonio Varvatos.

“Verda. ¿Sabías que esto pasaría?”

“Bueno, en realidad no. No sabía cuándo ni cómo se desarrollaría. Sabía que se avecinaba algo y supuse que podría ser hoy o mañana”.

Incluso cuando todos a su alrededor se convirtieron en monstruos, Verda tenía una sonrisa tonta en su rostro mientras continuaba. “Al me contactó hace unos días, ya sabes. Bueno, hablamos de todo tipo de cosas, pero al final, me dijo esto: ‘¿Por qué no te unes a mí en una pequeña batalla divertida con nuestro maestro?’”

“… ¿Y cómo respondiste?”

“Si me uniera a Al, él tendría tres Reyes Celestiales de su lado. Eso dejaría a Var solo contigo, Livvy. No suena muy justo, ¿verdad? Por eso le dije que me quedaría con Var, y me dedicó una gran sonrisa. Parece que él también quiere hacerlo conmigo”.

Verda se rio a carcajadas ante su enloquecido deseo de batalla. Mientras lo hacía, los ciudadanos continuaron transformándose en bestias.

“Pueden parecer grotescos, pero en cuanto a si todavía poseen voluntad humana…” dijo Olivia, mirando a la horda de monstruos ante ellos.

Las personas convertidas en monstruos vieron a los dos e inmediatamente dejaron escapar poderosos gritos.

“¡Graaaaaaaaaaaah!”

Estaba claro que ya no se controlaban a sí mismos. El enjambre corrió hacia ellos con toda la intención de matar.

“Tch. Qué maldito dolor”. Olivia desenvainó su espada y se preparó para enfrentarse a los monstruos que se acercaban. Ella era conocida como la maestra de espada más grande del mundo. Sus habilidades eran divinas. Incluso frente a tales cosas, podría hacerse cargo de la mafia en un abrir y cerrar de ojos.

Sin embargo, no se perdió una sola vida. Cada uno fue herido con el dorso de la espada. Aunque se habían convertido en monstruos, probablemente podrían volver a sus formas originales en algún momento.

Con la ayuda del genio erudito con intelecto divino autoproclamado, es decir.

“…Honestamente. Pensar que llegará un momento en el que necesitaríamos tu ayuda para ganar una pelea”, refunfuñó Olivia con un suspiro mientras miraba a Verda.

“¡¿Gah?! ¡Oye!” gritó el erudito. “¡Um, queridos clientes de este establecimiento! ¡Tenemos una política de no tocar aquí!”

Sudando por todas partes y luciendo frenética, Verda esquivó los ataques de los monstruos. Olivia la miró inquisitivamente.

“¿Qué demonios estás haciendo? Solo contraataque”. “¡No puedo ni aunque quiera! ¡Mi magia ha sido sellada!” “… ¿Qué fue eso?”

Tan pronto como Olivia escuchó esto, se dio cuenta. La magia que recorría su cuerpo se había ido. ¿Era este otro de los planes de Alvarto?

Sin embargo, ella no estaba perturbada en lo más mínimo. Después de todo, a ella no le gustaba la magia.

Ella siempre había sido así. Ella no tenía un don para eso y en su lugar eligió perfeccionar su habilidad con la espada y las habilidades físicas únicas para ella como teriantropo. Olivia nunca había lanzado ni un solo hechizo en batalla. Por lo tanto, una situación como esta, en la que se cortaba toda la magia, no significaba nada para ella. Sin embargo…

“Verda. Esto es bastante difícil para personas como tú que se especializan en magia, ¿eh?”

“¡Si! ¡Totalmente! ¡Así que date prisa y ayúdame! ¡Te lo ruego!” la erudita- genio gritó, su voz entrecortada. Lo estaba pasando mal, eso era seguro.

Con un suspiro, Olivia se acercó al enemigo en un instante y se encargó de cada uno.

“¿Estás bien?”

“¡Hah… hah…! ¡S-Sí, gracias…!”

Todos los monstruos en el área inmediata ahora estaban fuera de la cuenta.

Sin embargo… la población de Kingsglaive era de más de diez mil. Si todos se convirtieran en monstruos…

“¡Graaaaaaaaaaaaaaaargh!”

Obviamente, eso significaba que había un torrente de refuerzos.

“No tenemos tiempo para ocuparnos de todos y cada uno. Corramos a por ello, Verda.”

“¿Qué? No sé, no soy exactamente la persona más atlética. Llévame a caballito, Livvy” exigió Verda, hundiéndose en el suelo como si estuviera exhausta por toda su reciente evasión.

“… Tch. Será mejor que empieces a ejercitarte cuando todo esto termine.

¿Entendido?”

“¡Entendido! Prepararé la droga perfecta”.

Depender de la ciencia en lugar de la capacidad física era una idea muy parecida a la de Verda.

Olivia la recogió y corrió por la ciudad neblinosa; su destino era el laboratorio de investigación que Verda había convertido en su base de operaciones.

“Tenemos que darnos prisa y terminar ese dispositivo, ¿verdad?”

“Sí. Definitivamente lo necesitaremos si queremos ganar”, respondió Verda con indiferencia.

Olivia hizo su siguiente pregunta en el tono más tranquilo. “… ¿Cuáles son nuestras posibilidades de ganar?”

“Buena pregunta. Honestamente, estamos en el peor de los casos aquí. Mucho peor de lo que suponía. Estoy bastante segura de que nuestras probabilidades están en algún lugar del rango de un solo dígito. Incluso si Var hace todo lo posible, no cambiará nada”.

Olivia resopló. “Un solo dígito, ¿eh? Entonces eso significa—” “Uh-huh. Eso es básicamente tan bueno como el cien por ciento”.

Todo lo que importaba era que no era cero por ciento. Mientras ese fuera el caso, podrían seguir aumentando sus posibilidades de victoria. Después de todo, así era como habían ganado la guerra varios miles de años antes.

Y eso despertó la confianza en estas dos. Verda sonrió mientras se aferraba a la espalda de Olivia.

“El juego acaba de empezar”.

***

La capital de la Federación Asylas, Hearl-Si-Pearl.

La ciudad, conocida por su paisaje urbano lleno de edificios de madera atmosféricos, era ahora una escena de pesadilla repleta de monstruos. Un paraíso neblinoso y diabólico.

En el corazón de la ciudad, el castillo que cayó a la destrucción de Elzard fue bellamente restaurado… y ahora era su fortaleza.

“Un hombre solo esperando en un castillo vacío rodeado por una turba inhumana. Heh. La misma imagen del Señor Demonio de nuestros cuentos de hadas. ¿No estás de acuerdo, Lizer Bellphoenix?”

En la enorme sala de audiencias, Alvarto se sentó en el trono con las piernas cruzadas mientras el viejo general estaba frente a él.

Lizer asintió levemente y expresó su opinión sobre la situación. “Nuestra utopía esencialmente se ha realizado. Las mentes de la gente están ahora bajo el control del Cubo Extraño, y tú y yo hemos unido fuerzas contra un enemigo común: el Señor Demonio. Todo está yendo de acuerdo al plan.”

El extraño cubo. Un dispositivo que podría activarse con el alma de un Dios Maligno y usarse para alterar la realidad. Había sido dejado atrás por uno de esos Dios Maligno: el hombre que fue el antiguo maestro de Alvarto, el padre de la Campeona Lydia, el antepasado de Ireena y el rival de toda la vida de Varvatos. Y Alvarto había utilizado este terrible mecanismo para cambiar el mundo. En la superficie, parecía que estaban creando el paraíso que esperaba Lizer.

Alvarto estuvo más que feliz de elogiar los detalles de su plan. “La mitad del continente estará repleto de monstruos y cubierto de niebla. La otra mitad será una sociedad para humanos donde brille el sol. La gente puede unir sus manos y pasar sus días libres de discriminación y prejuicios. Sin embargo, la paz da lugar al aburrimiento y el aburrimiento se convierte en locura. Así que tenemos que darles algún tipo de adrenalina para evitar que todos se vuelvan locos. Ese papel lo desempeñarán el ejército de monstruos y yo: Alvarto, el Señor de los Demonios”.

El núcleo de la humanidad nunca cambiaría, incluso si modificaran por completo su forma de pensar. Sabiendo esto, Lizer tenía la intención de unir a la gente enfrentándola a un enemigo común. Esa fue su forma de realizar su utopía. Un enemigo reforzaría los lazos entre los humanos y mantendría vivo su sueño.

“Primero usaremos este continente como modelo y monitorearemos cómo van las circunstancias”, comenzó Lizer. “Después de hacer los ajustes necesarios, el fruto de nuestro trabajo…”

“… se extenderá desde el continente al mundo entero”.

“Por supuesto. Y cuando llegue ese momento, me ayudarás una vez más”. Lizer no aceptaría un no por respuesta.

Una hermosa sonrisa se deslizó en los labios de Alvarto mientras miraba la expresión tensa del anciano.

“Prometo cumplir todos tus deseos. Después de todo, ese es el pacto que hemos tenido desde el principio. Sin embargo, Sir Lizer, no trabajo gratis.

¿Sabes lo que eso significa, verdad?”

“…Sí. Por más aterrador que pueda ser ese hecho,” respondió Lizer, asintiendo.

A sus ojos, su utopía estaba completa en un noventa por ciento. Lo que significaba que no había terminado.

Algunos factores fueron los culpables de esto, uno de los cuales fue Ard Meteor.

Era completamente posible borrar a personas como él con el Cubo Extraño, pero Alvarto decidió que no lo haría, todo para tener su batalla final y… terminar con su propia vida de la mejor manera posible.

Debido a que Lizer era consciente de esto, solo pudo dejar escapar una lenta exhalación.

“… Ya estuve de acuerdo con los términos, ya sabes. Hablamos sobre cómo los rebeldes pueden ser molestos, pero no es que sean inmunes a que los matemos. ¿No es así?”

“Sí. De hecho, deberíamos hacer una campaña para acabar con ellos. Ya sabes, sé más proactivo al respecto. Su magia está sellada en este momento, pero podemos desatar la nuestra con toda su fuerza. Puede que sea una batalla completamente unilateral, pero deberíamos darles una muestra del verdadero infierno”.

Lizer sabía que él no quiso decir nada de eso.

Alvarto estaba esperando, esperando el momento en que Ard y sus amigos superarían las pruebas que les había preparado Lizer y acudirían corriendo hacia él.

“… Mantendré nuestro pacto, pero no creo que su escenario ideal se cumpla”, declaró Lizer.

Y con eso, regresó a su propia fortaleza.

Como para llenar el vacío, Kalmia apareció junto a Alvarto.

“Ah, has vuelto. Entonces, mi fiel compañero, ¿qué ha sido de ese Frenético Rey de Dragones?”

“… He determinado que es imposible localizarla en poco tiempo”.

“¿Justo ahora?” Los hermosos rasgos de Alvarto se transformaron en una sonrisa de júbilo. “¿Qué piensas tú que sucederá? ¿Se congraciará con nosotros? ¿Actuar indiferente? O tal vez…”

“Ella podría hacer algo inesperado. No es del todo imposible”.

Ante la respuesta de Kalmia, Alvarto miró hacia arriba con una expresión hechizada.

“Entonces, otro toque de drama a nuestra batalla final. Maravilloso. Ah, esto será un placer”, murmuró con un tono de autosatisfacción.

Permaneció perdido en su mundo de fantasía durante algún tiempo antes de continuar.

“Todo esto es gracias a esa chica”.

Mientras decía esto, Alvarto y Kalmia se teletransportaron a otro lugar: una espaciosa habitación de invitados.

En una lujosa cama con dosel en el mismo centro… una hermosa chica elfa, Ireena, yacía boca abajo.

“Ah, Fräulein. Me pregunto qué sueños estás teniendo ahora mismo. ¿Una terrible pesadilla donde tú propia existencia se ve invadida? ¿O un sueño en el que tus amigos se apresuran a su propio sufrimiento? … De cualquier manera, necesito un poco más de tiempo antes de poder hacer realidad tus sueños”.

Alvarto acarició suavemente el cabello plateado de Ireena con una sonrisa cautivadora.

“Mientras tanto, haré que escuches la historia de mi vida, si puedes llamarla así. Me temo que no es muy interesante, pero puede proporcionarle suficiente diversión para evitar el aburrimiento”.

-FIN DEL VOLUMEN 6-