Tate no Yuusha no Nariagari (NL)
Volumen 21
Prologo: El Uso de las Armas Flotantes
“¡Hah!” Recibí el rápido golpe con mi escudo mientras miraba hacia mi compañero de entrenamiento—Ren. “¡Esfuérzate más!” Yo estaba entrenando con Ren en la aldea. La razón era simple: Ren me había pedido específicamente entrenar, pero yo no estaba seguro de por qué. Raphtalia habría sido una mejor opción para entrenar con la espada, o incluso Eclair— especialmente porque él estaba enamorado de ella.
Él para colmo había establecido todo tipo de restricciones locas que yo debía cumplir. Para empezar, en vez de defender, él me había pedido tratar de usar una espada. Yo usé un largo y delgado escudo que era posible usar como una hoja. Después me pidió usar los Escudos Flotantes y controlarlos como si tuviera espadas flotando en el aire. Yo ahora estaba luchando con Ren con los Escudos Flotantes y usando Cambiar Escudo para darles varias formas diferentes. Por supuesto, él también me había prohibido usar habilidades, magia, y fuerza vital. Incluso habíamos fijado emparejado nuestras estadísticas para que fueran similares a las del otro. Parecía demasiado trabajo para una sesión de entrenamiento.
Ren retrocedió un poco, se puso de cuclillas, y arremetió hacia mí mientras dejaba salir un grito. Todavía era una sesión de entrenamiento, así que Ren además había transformado su propia espada en una sin lados afilados. Él había estado entrenando con una sola espada hace solo un momento, pero después de retroceder, cuando arremetió nuevamente, de pronto estaba atacando con dos. Recibí los entrantes ataques con mi escudo, conteniéndolo mientras también enviaba escudos flotantes por detrás suyo para un ataque de pinzas.
Ren dejó salir un gruñido en respuesta, con sus ojos todavía fijos en mí mientras usaba una de sus espadas para detener uno de mis escudos flotantes. Eso fue impresionante—casi como si tuviera ojos en la nuca. Tampoco era como si mi ataque hubiera sido difícil de predecir. Después usé un segundo escudo flotante de forma más furtiva, colocándolo muy pegado al suelo.
“¡También predije ese!” gritó Ren, rápidamente dando un paso hacia atrás para evitar el escudo flotante. Su dependencia de las tácticas de golpear y correr no era problema, pero era verdad que se veía más preciso—dejando de lado sus estadísticas—que cuando él luchó contra Eclair. Ren había estado entrenando con muchas personas diferentes desde entonces.
“¡Naofumi, esfuérzate más! ¡Quiero que uses todos los trucos posibles para atacarme!
¡Sé que puedes hacerlo mejor!” me provocó Ren.
“Es fácil para ti decirlo,” respondí. Ren parecía estar esforzándose más de lo normal. Nuestro entrenamiento ya había atraído la atención de Eclair, Raphtalia, Fohl, y los demás de la aldea, quienes estaban observando desde una distancia segura. Eclair se veía especialmente interesada, como si tal vez hubiera algo que ella podía aprender de nuestro enfrentamiento.
“Había estado esperando ver a Iwatani-sama usando una espada… y los resultados son muy interesantes. ¿Es así como él normalmente usa una?” preguntó Eclair, mirando hacia Fohl. Yo normalmente luchaba para proteger en vez de atacar, lo cual probablemente creó una diferencia fundamental en mi enfoque general hacia los combates.
“No. La postura con la espada de Nii-san normalmente es más como la usada por Raphtalia, y usaría los mismos tipos de ataques rápidos que Atla copió de tus técnicas, Eclair. Él admitió que todo era un poco parecido a la frase lo que el mono ve, el mono hace, si no me equivoco—ciertamente ahora mismo no está luchando así.” Fohl proporcionó un análisis detallado. Él estaba hablando de cuando yo luché contra Takt. Le había dado una verdadera paliza, basando mis movimientos en los de Raphtalia y Atla después de haber entrenado con ellas por tanto tiempo, mientras liberaba mis propias copias de los ataques de Eclair. “No quiero ser grosero, pero él no se ve muy cómodo luchando de esta forma.” Eso era porque yo normalmente era el que bloqueaba los ataques, y no los ejecutaba como Raphtalia, Atla, Fohl, Ren, o Eclair. No estaría sorprendido si mis intentos de luchar se veían un poco como una danza loca y sin sentido. “Dicho eso,” continuó Fohl, “el estilo de batalla que él está usando ahora también es muy difícil de leer. Si lucharas contra él solo mirando sus movimientos, definitivamente saldrías lastimado.”
“Él se mueve de una forma muy hábil… debido a que normalmente está muy concentrado en defendernos,” intervino Raphtalia.
“Tienes razón, Nee-san,” estuvo de acuerdo Fohl.
“Mmm. Definitivamente es una forma extraña de atacar. Muy interesante,” observó Eclair.
“¿Hay otros ejemplos de este estilo de batalla que el Héroe de la Espada le pidió a Naofumi-sama usar?” preguntó Raphtalia.
“Un libro de artes marciales que leí hace mucho tiempo lo menciona—un estilo que usa armas flotantes mediante la magia. Parece que los cuatro héroes sagrados del pasado lo han usado,” reveló Eclair. El pequeño grupo de espectadores parecía estar divirtiéndose mientras Ren y yo nos atacábamos—y Ren no me estaba dando la oportunidad de unirme a la discusión.
De hecho, concentrado completamente en entrenar, Ren solo se estaba esforzando cada vez más. Él arremetió nuevamente hacia mí mientras dejaba salir un rugido.
“¡Naofumi!” gritó él. “¿Por qué no estás usando escudos gemelos para luchar con dos armas?”
“Lamento decirlo, pero todavía no he encontrado esa habilidad,” admití. La idea de un estilo de combate con un escudo en cada mano sonaba bastante loca para mí. Incluso si ofrecía un incremento en defensa, recibir los ataques entrantes con ambos escudos se sentía como si fuera a ser muy difícil. Podría darle un incremento a habilidades como Muro de Estrella Fugaz… Es decir, yo podía realizar simulaciones de estilo videojuegos todo el día en mi mente, pero nunca obtendría una respuesta real sin ponerlo en práctica.
Al ver que yo solo podía tener un escudo en mis manos, me pregunté si eso contaba como una desventaja. Después de todo, este era un mundo completamente diferente de Japón, con la existencia de estadísticas como un videojuego, así que era un error dar por sentadas incluso las cosas más insignificantes.
“Ya veo…” dijo Ren, sonando un poco decepcionado. Él trató de retroceder para volver a poner algo de distancia entre nosotros, pero con un grito yo agrupé mis dos escudos flotantes con el escudo en mi brazo, formando un muro horizontal y después me acerqué a él.
Un ruido sonoro se escuchó mientras nuestras armas chocaban, como también los gruñidos de Ren mientras era forzado a defenderse con su espada. Uno de mis escudos flotantes dio en el blanco, por lo que a continuación corté con el otro directamente detrás suyo.
Ren procedió a detenerlo con su otra espada. Si su plan era seguir esquivando, entonces mi mejor curso de acción sería continuar con el ataque con los escudos flotantes y después cerrar la brecha una vez que él estuviera ocupado bloqueándolos. Solo necesitaba tomarme un momento para ver cuál iba a ser su respuesta.
“Eso estuvo bastante bien… ¡pero no es suficiente!” exclamó Ren, girando sus espadas para formar un gran círculo que pareció dejarlo completamente expuesto. Yo estaba listo para sacar ventaja de eso cuando él cruzó sus espadas en frente suyo y dio un poderoso corte hacia abajo en forma de cruz. Incluso si yo bloqueaba este nuevo ataque con los escudos flotantes y trataba de atacarlo desde el costado, no iba a ser lo suficientemente rápido. No me gustaba, pero no había una regla que dijera que no podía esquivar en vez de recibir los golpes, incluso siendo el Héroe del Escudo. De hecho, necesitaba tratar de pensar más allá de lo que Ren esperaba de mí, y eso me llevaba a que esquivar podría llegar a sorprenderlo.
Di unos pasos hacia atrás, esquivando el ataque descendente de Ren, y después coloqué los escudos flotantes en el lugar en el que aterricé para prevenir cualquier ataque de continuación. Las hojas de Ren cortaron donde yo había estado de pie, con una incluso incrustándose en el suelo y la otra golpeando a uno de los escudos. Ren se detuvo por solo un momento antes de liberar un ataque de continuación mientras dejaba salir un rugido mudo. Él pasó por un lado del lugar y arremetió directamente hacia mí, balanceando rápidamente sus espadas, pero sin mucha fuerza en ellas. Estaba impresionado de sus reflejos. Esta clase de sucesión incesante de ataques ciertamente sería abrumadora para alguien que no estuviera tan bien entrenado en la defensa como yo. Después de todo, incluso los ataques ligeros y rápidos podían crear una abertura, si suficientes de ellos eran realizados. Yo tenía los dos escudos flotantes y el escudo en mi brazo—tres escudos en total, y aun así me estaba presionando.
“El Héroe de la Espada ha mejorado, ¿no?” comentó Raphtalia. “Desde un nivel puramente técnico, ya no estoy segura de poder igualarlo.”
“En efecto. Es verdad que Ren tiene una concentración impresionante, pero no creo que le esté poniendo atención a nadie más que Iwatani-sama. Dentro del caos de una batalla real, eso podría dejarlo incapaz de responder a los ataques inesperados desde los costados,” dijo Eclair, yendo al corazón del asunto y una vez más probando que ella misma era una guerrera experimentada. “¿Has notado la diferencia con Iwatani-sama? Él ha estado mirando hacia acá de vez en cuando durante todo el tiempo que ellos han estado luchando. Un buen indicador de que él está tomando en cuenta sus alrededores.”
“Sí, me di cuenta. Incluso mientras lucha contra el Héroe de la Espada, Naofumi-sama nos está escuchando hablar,” dijo Raphtalia.
“Ren también entrenó con el Héroe de la Lanza, pero él no mostró este nivel de concentración. Iwatani-sama es muy impresionante por ser capaz de presionar a Ren hasta este nivel,” respondió Eclair. Yo no estaba seguro de que fuera algo tan impresionante. Esto solo era la tendencia de Ren a concentrarse en una sola cosa, lo cual yo no consideraba algo bueno. Su concentración intensa en un solo adversario en situaciones como esta era un problema a ser corregido, no alabado. Él era mucho más fuerte en batallas uno a uno.
“Yo estoy más interesado en cómo Nii-san está usando esas armas flotantes. Nee-san,
¿no hay algo así en las armas de las siete estrellas? Un arma vasalla de otro mundo es lo suficientemente similar a las armas de aquí, ¿no?” preguntó Fohl.
“Me temo que lo mejor que puedo hacer es empuñar dos espadas,” admitió Raphtalia. “Probablemente es algo que no puede ser copiado con tanta facilidad. Estoy bastante
segura de que me volvería loca tratando de hacer algo así. Tienes que usar fuerza vital y
poder mágico en una situación de combate estresante. Solo pensar en ello me marea,” dijo Eclair.
“Sé a lo que te refieres,” estuvo de acuerdo Raphtalia.
“Aunque hay algo… los héroes de las siete estrellas también tienen armas que pueden flotar, ¿correcto? Como las que he visto usar a Iwatani-sama mientras entrena,” dijo Eclair.
“Es cierto… Él las usó cuando tomó prestado el Bastón del Gran Rey de la Sabiduría,” recordó Raphtalia. “Tal vez deberíamos buscarlas.”
“Sería maravilloso si aparece algo, pero no puedo imaginar que sean fáciles de encontrar,” dijo Fohl.
“En efecto… al menos en cuanto a esto, parecen bastante diferentes en comparación a las armas sagradas,” estuvo de acuerdo Raphtalia. Tanto ella como Fohl parecían bastante pesimistas al respecto.
Volviendo a Ren y a mí, él ahora estaba respirando con dificultad después de ejecutar una sucesión de ataques. Yo no iba a dejar pasar esa abertura, así que empujé mi escudo hacia el frente—Ren lo evitó, pero yo ya estaba cortando hacia él con mis escudos flotantes. El mayor esfuerzo que tenía que hacer aquí era el control mental de los escudos, lo cual quería decir que no estaba gastando la misma clase de energía que Ren.
Ren gruñó y mantuvo su defensa mientras yo movía los escudos flotantes hasta detrás suyo, fuera de su visión. Después rápidamente los dejé caer hacia él desde el aire. Estaba esperando el instante en que la atención de Ren estaría concentrada en los escudos en movimiento. Yo ya estaba poniéndome detrás suyo y comenzando a ejecutar cortes hacia él una vez más. Mi escudo hizo contacto con su abdomen, sin ser un golpe fuerte, pero lo suficiente para hacerlo jadear por aire. Entonces Ren bajó sus espadas, aceptó la derrota, y comenzó a respirar profundamente.
“Fiu… tal parece que me venciste,” dijo Ren.
“Te estuviste moviendo muy bien,” le dije. “Solo tienes que dejar de concentrarte tanto en lo que está justo en frente de ti.” Tal como Eclair ya había destacado, Ren tendía a concentrarse demasiado en la batalla. La concentración intensa no era algo malo, pero también podía limitar excesivamente tu perspectiva—así que era una forma extremadamente inflexible de luchar.
“Ya veo,” respondió Ren.
“Oye, ambos estábamos luchando con extrañas desventajas con las cuales normalmente no tendríamos que lidiar. No creo que una batalla normal requiera tanta concentración,” dije.
“No, es importante que reflexione al respecto,” destacó Ren, sin aceptar la salida que le había ofrecido. Él definitivamente tenía una actitud estoica. “No sabemos qué clase de enemigos estaremos enfrentando en el futuro. Naofumi, espero que vuelvas a entrenar conmigo. Mientras mejoro, ¿podrías también comenzar a usar magia para disparar ataques a distancia sobre mí? Piedras, rocas, cualquier clase de proyectil estaría bien,” solicitó Ren.
“Claro, supongo,” respondí monótonamente. No necesitaba que una roca voladora lo noqueara, pensé en mi interior, girando mis escudos flotantes ociosamente. Ren los estaba observando mientras giraban. “Supongo que hay algo más que debo decir.”
“¿Qué?” preguntó Ren.
“Si estás tan obsesionado con mis escudos flotantes, ¿por qué no usas una habilidad similar?” sugerí. Había escuchado que su arma de los materiales de la Tortuga Espiritual había incluido una habilidad que le permitía atacar con espadas flotantes. Si él pudiera atacar libremente con espadas desde todas las direcciones sobre una zona amplia, terminaría siendo una situación bastante difícil de contrarrestar.
“Para ser honesto… No soy muy bueno controlando las armas flotantes,” admitió Ren. Él silenciosamente invocó una espada flotante y trató de moverla en frente suyo. Parecía que lo estaba haciendo bastante bien.
“A mí me parece que lo haces bien,” le dije.
“Tal vez cuando nada más está ocurriendo. Pero si me estoy moviendo o tengo que concentrarme en atacar, las espadas dejan de moverse. No creo poder seguir moviéndolas con tanta libertad en batalla como lo haces tú, Naofumi,” admitió Ren.
“Para mí es más fácil porque yo normalmente solo estoy bloqueando ataques,” le dije. Todo lo que yo tenía que hacer era observar los movimientos de mi oponente y mover mis escudos cuando quería redirigir el impacto de un ataque enemigo. Si tuviera que atacar también, eso me dificultaría mucho las cosas.
“No creo que eso tenga importancia. Tú estabas usando los escudos hábilmente en nuestra batalla. Si yo tratara de hacer eso, las espadas solo se quedarían inmóviles en el aire. Observa.” Ren comenzó a correr dándole la espalda a su espada flotante, mostrándome cómo ni siquiera lo seguiría si no se concentraba en ello. “Si estuviéramos hablando de dos o tres espadas, sería aún peor,” dijo él.
“Mmm,” reflexioné. Este era el mismo problema que Eclair había mencionado antes. Por un momento me pareció divertido que hubiera algo que yo podía hacer con facilidad pero que Ren tenía tantos problemas para lograr. Por otro lado, yo también tenía habilidades que Itsuki y Motoyasu tampoco podían usar. “¿Tal vez deberías tratar de entrenar con las espadas materializadas todo el tiempo?” sugerí.
“Lo intentaré, pero por favor no esperes demasiado de mí. No creo que pueda igualarte, Naofumi, o… a cierta persona…” dijo Ren. Había estado sintiendo que algo más estaba pasando aquí, y su mención de esta otra persona lo evidenciaba.
“Oye, Ren. Has estado tratando de luchar contra alguien más a través de mí, ¿no?” pregunté. Basándome en la manera que Ren estaba actuando, y las cosas que había dicho desde que comenzamos este entrenamiento especial, estaba seguro de que él estaba tratando de hacerme igualar los movimientos de alguien de su pasado.
“Sí, tienes razón. Lamento hacerte esto, pero no podía pensar en nadie más que pudiera hacer esto por mí,” admitió Ren.
“Tenía una corazonada,” le dije. “¿Esto es de tus días de juegos de realidad virtual?” En su propio Japón, Ren había estado obsesionado con un juego muy parecido a este mundo.
Imaginé que algún jefe u otro personaje en ese juego había usado un patrón de ataque como el que él me hizo copiar. Había sido poco ortodoxo, pero para ser honesto, también había sido un buen entrenamiento para mí, así que no me iba a quejar.
“Es algo así, pero… no tanto,” respondió monótonamente Ren. “¿A qué te refieres?” lo insté.
“No fue en Brave Star Online, sino alguien que conocí en la red. Quería que trataras de copiar los mismos movimientos que usó,” explicó Ren, sonando como si estuviera arrepentido de haberlo hecho. Yo no estaba enojado al respecto, así que no había la necesidad de estar tan arrepentido. Él realmente podía ser insulso en ocasiones.
“Ren, ¿estabas usando a Iwatani-sama para luchar contra un oponente poderoso del pasado?” preguntó Eclair, interviniendo en nuestra conversación.
“Sí. Lamento no haberlo dicho desde un principio, pero pensé que Naofumi podría igualar el mismo estilo de combate,” admitió Ren.
“Entonces de eso se trataba esto,” dije. Alguien haciendo girar armas flotantes… ¿acaso era alguna clase de psíquico? “¿De qué clase de persona estamos hablando?”
“Tenía una personalidad como la mitad de la tuya de ahora y la mitad de tu personalidad cuando te conocí,” explicó Ren.
“Suena como una verdadera molestia—pero no sé cómo era Nii-san en el pasado,” intervino Fohl.
“Oye, ¿Fohl?” le advirtió Raphtalia. “Es mejor que escojas tus palabras con más cuidado. Naofumi-sama te está mirando.” Eso me hizo preguntarme una vez más qué era lo que Fohl pensaba de mí. Si no me gustaba la respuesta, podría tener que castigarlo—como enviándolo en un largo viaje con la molesta y ruidosa cachorra Kiel. Tratar de seguirle el ritmo a todas las locuras que ella hacía podía ser extremadamente agotador. Ella era diferente, pero tan tonta como los filoriales. Kiel además pensaba que Fohl era increíblemente genial, mientras que por su parte Fohl no estaba muy seguro de cómo actuar cuando estaba cerca suyo. Ponerlos juntos sonaba como un gran castigo, al menos para uno de ellos.
“No había una habilidad como las armas flotantes en Brave Star Online, y esa es la razón por la que fui capaz de ganar ahí,” continuó Ren.
“¿Esta es la misma persona que mencionaste cuando me derrotaste esa vez?” preguntó Eclair, ante lo cual Ren asintió. En el pasado, cuando Ren todavía era muy arrogante, él había estado arrinconado en una lucha contra Eclair antes de ganar liberando un torrente de diferentes habilidades. Cuando eso ocurrió, lo recordaba diciendo algo acerca de vencer a un jugador profesional de un juego diferente a Brave Star Online. Él todavía parecía recordar bien esa victoria—el hecho de que había derrotado a este jugador fuera de su zona de confort.
“Cuando pienso en ello ahora, estoy seguro que me lo dejó fácil en Brave Star Online. Incluso si solo es una ilusión, quiero tratar de igualar a esta persona… si es que puedo,” explicó Ren.
“¿Este jugador era así de fuerte?” pregunté. Ren asintió sin dudarlo.
“En su zona de confort, incluso ahora yo no tendría una oportunidad. Estoy seguro de ello. De seguro sería más fuerte que yo en este mundo, debido a la existencia de las armas flotantes,” declaró él. Eso era impresionante. Ser más fuerte que Ren ahora mismo significaba que debía ser un gran oponente.
“Yo solo espero que no aparezca dentro de los renacidos en un futuro,” comenté sarcásticamente. Todo esto estaba comenzando a sonar como una premonición de algo.
“Ciertamente espero que no. En cuanto a personalidad, parecía ser una persona bastante madura,” respondió Ren. Probablemente estábamos hablando de la persona más fuerte que conocía Ren—lo cual me dejaba inseguro acerca de cómo reaccionar al ser comparado con esa persona. Podía enojarme por ser visto como una mera copia de esa persona—o sentir orgullo de que me pusiera en la misma posición que alguien a quien respetaba como un poderoso rival.
Aunque lo mejor parecía ser no darle mucha importancia.
“¿Estamos hablando de alguien similar a Nii-san? ¿También en personalidad?” preguntó Fohl.
“Ya deja eso, ¿quieres?” dije. Eso pareció calmarlo, pero definitivamente era algo que debíamos solucionar. Miré hacia él y Fohl sacudió su cabeza, rogando por clemencia con sus ojos.
“Esta persona estaba involucrada con la administración de un gran gremio dentro de Brave Star Online, así que no tenía ninguna falencia aparente. Tampoco oí de que estuviera envuelta en alguna clase de problema. Supongo que esas son las razones por las que la comparo a Naofumi,” explicó Ren. No me convencía mucho su respuesta—no sonaba exactamente como si estuviera de mi lado. Aun así, supongo que él estaba tratando de decir que nosotros éramos similares debido a cosas como yo haciéndome cargo de la aldea. “Si yo fui invocado como un héroe, me pregunto si esta persona también fue escogida,” admitió Ren.
“Suficiente de eso. Suena como si te estuvieras despreciando a ti mismo, y si las personas escuchan a un héroe hablar de esa forma, afectará la moral. Si tienes que decir algo más así, mejor guárdatelo,” le advertí. Ren había sido así—una persona que se despreciaba a sí misma—desde que había llegado a la aldea. ¡Él había estado envuelto en tantos problemas mientras nosotros estábamos en el mundo de Kizuna que había terminado colapsando! Hablando de alguien débil bajo presión. Claramente era por eso que no quería tomar tanta responsabilidad. Él no quería hacerse cargo de todo y terminar lastimado por su fracaso.
“Solo quiero volverme fuerte… tan fuerte como esa persona,” terminó Ren.
“Y así es cómo luchaba,” respondí. El combate cercano con una mezcla de armas flotantes—era como luchar contra alguien empuñando varias armas.
“Si quisiéramos acercarnos aún más, creo que tendríamos que ponerte sobre un filorial con estadísticas más altas que yo. Por supuesto, mantendrías las armas flotantes provenientes de todas las direcciones,” reflexionó Ren.
“Por favor, ¿de qué clase de monstruo estamos hablando?” exclamé, medio en broma. Tenía que asumir que algo de esto se debía a que Ren simplemente había santificado a este individuo en su propia mente—hasta convertirlo en alguna clase de dios de la guerra blandiendo armas flotantes. Ahora estaba teniendo problemas imaginándolo. “Ren, creo que deberías dejar de hablar de esta persona completamente. Estás comenzando a sonar como cuando Motoyasu habla de Filo,” le advertí. La Filo imaginaria que existía en la cabeza de Motoyasu se había convertido en un ángel de la compasión—mientras que en la realidad era una cabeza de pájaro codiciosa que no pensaba en más que su siguiente comida.
“¿Tú crees?” preguntó Ren.
“Sí. Sabes que estas cosas pueden terminar siendo exageradas en tu mente. Si de verdad vuelves a encontrar a esta persona y luchas contra ella, podrías descubrir que es mucho más débil que antes,” le dije. Mientras más pensaba en la relación entre Motoyasu y Filo, más convencido estaba de mis palabras. “En cualquier caso, si esta clase de rutina puede ayudarte a mejorar, te ayudaré cada vez que pueda. Solo sigue entrenando,” le dije.
“¡Bien!” respondió él.
“Lo más importante en lo que debes trabajar es ser capaz de responder con flexibilidad en batalla. Estar concentrado no es algo malo, pero necesitas permanecer alerta de tus alrededores,” le dije.
“Eso no es fácil para mí,” admitió él.
“Tienes que dejar de lado tu creencia de que no puedes usar las habilidades flotantes y continuar practicando con ellas con tanta frecuencia como puedas. Estas cosas no van a mejorar de un día para otro sin ningún esfuerzo. Tal como con los métodos de incremento de poder, tus ideas preconcebidas podrían estar conteniéndote,” le advertí. Este rival con el que Ren estaba tan obsesionado usaba armas flotantes. Eso puede haberle creado un complejo relacionado a ellas. Definitivamente abriría más opciones de ataque que usar dos espadas al mismo tiempo, así que dominar su uso proporcionaría una gran ventaja en el futuro.
“Sí, tienes razón, Naofumi. Seguiré entrenando,” respondió Ren.
“Si aún con eso no puedes dominar su uso, al menos trata de proteger tu espalda. Mantén tus espadas detrás de ti en todo momento—imaginar que tienes una cola o alas podría ayudar,” le aconsejé. Las armas flotantes se movían cuando pensabas en ellas, así que no debería ser tan difícil. Todo se resumía en tu fortaleza mental.
“¿Sabes qué? Esa persona me dijo lo mismo,” dijo Ren, mirándome sospechosamente. “¡Deja de recordarlo!” respondí. Era hora de poner punto final a esta conversación sin
sentido.
“Mmm. Verlos a ustedes dos luchar me dio ganas de entrenar con usted también, Iwatani-sama. Es una lástima que el Estilo Hengen Muso no ofrezca técnicas de ese tipo,” dijo Eclair.
“Podrías ser capaz de idear algo similar—tal vez aplicando algo de magia,” le sugerí.
Tal vez algo de magia de viento—Shildina ya la usaba para volar.
“Mmm. No creo tener la capacidad mágica adecuada, pero veré si puedo hacer flotar cosas concentrando mi fuerza vital,” reflexionó Eclair. Ahora nos estábamos adentrando en el dominio de las habilidades psíquicas. Por un momento me pregunté si la fuerza vital era así de versátil—pero entonces recordé la técnica Muro que formaba una barrera por un instante, o la técnica Reunir que podía cambiar la trayectoria de proyectiles en movimiento, y decidí que era bastante probable. La Anciana podría tener algunas ideas acerca de crear nuevas técnicas de esa clase, pero no había forma de preguntarle ahora ya que ella ni siquiera estaba en la misma época.
“¿No creen que Itsuki sería el más peligroso si ataca con armas flotantes de esta forma?” sugerí.
“Oh… ¿el Héroe del Arco usando armas flotantes?” dijo Raphtalia.
“Sí, piénsalo. Él puede usar arcos y armas de fuego. Itsuki ni siquiera necesitaría moverlas mucho—solo apuntar desde cierta distancia y disparar,” dije.
“Cuando lo plantea de esa forma… sí, esa sería una táctica aterradora,” estuvo de acuerdo Raphtalia.
“Sin mencionar que él también podría sacar montones de instrumentos diferentes y crear su propia orquesta—pero eso podría ser más difícil de lograr,” continué. Nosotros habíamos determinado que, si estábamos al mismo nivel, Itsuki tenía el poder de ataque más alto dentro de todos los héroes, pero también la defensa más baja. Desde cierta perspectiva, era como si Itsuki y yo fuéramos el opuesto del otro cuando se trataba del ataque y la defensa. Por supuesto, a diferencia de mi completa falta de poder de ataque, Itsuki todavía tenía algo de poder defensivo, así que no era exactamente igual. Tomando eso en cuenta, mi ancestro Héroe del Escudo, Mamoru Shirono, estaba más cerca de ser el opuesto de Itsuki.
Eso me recordaba que debíamos enfrentar nuestra situación actual. Esto no era algo fácil de explicar, pero ahora mismo estábamos viviendo en el pasado del mundo al cual habíamos sido invocados. Un ataque misterioso, probablemente lanzado por las fuerzas enemigas a las cuales pertenecían la hermana de S’yne y Perra, nos había mandado de regreso al pasado junto con la aldea entera. Nosotros ahora no teníamos forma de contactar a nadie de los que quedaron atrás en el futuro, los cuales incluían a Filo, Motoyasu, Itsuki, y Rishia. Aquí en el pasado, habíamos forjado una alianza con Mamoru Shirono, mi ancestro Héroe del Escudo, y la nación a la que él estaba afiliado, Siltran. En cuanto al propio Mamoru, él fue bendecido con estadísticas que me daban un poco de celos. Él era un Héroe del Escudo, pero también era capaz de atacar. Además, ahora que lo pienso, Mamoru tenía un buen manejo del Escudo Flotante. Tal vez debería pedirle que venga a entrenar con nosotros la próxima vez. Desde la perspectiva del crecimiento futuro de Ren, eso definitivamente nos sería de utilidad.
Mientras estaba reflexionando estas cosas, algo más se me vino a la mente—las armas flotantes en realidad eran muy parecidas a las armas a distancia y a control remoto que con frecuencia aparecían en los animes del estilo mecha. En ese entonces había creído que las armas de ese tipo se veían tan geniales en la pantalla que habría amado poner mis manos sobre ellas, pero una vez que de verdad puse mis manos en ellas… a decir verdad no eran tan geniales. Me entristecía experimentar todas estas cosas nerd y no estar tan emocionado como creí que estaría.
Era como cuando veías a alguien usar equipo que de verdad querías en un juego en línea, y entonces lograbas conseguirlo… para no terminar sintiéndote tan fuerte.
“Tiene una mirada muy triste en su rostro, Naofumi-sama. En cualquier caso, creo que entrenar usando los escudos flotantes como hojas enemigas es muy útil. Es como entrenar para evitar una lluvia de ataques,” dijo Raphtalia. Yo expresé mi acuerdo. Aunque no quería imaginar el caos que se formaría si todos en nuestro grupo atacaban con una horda de armas flotantes, así que tal vez estábamos mejor sin tantos cambios. Ren, Raphtalia, y S’yne podrían lograrlo, pero una vez que incluías a las personas como Fohl, simplemente se vería como alguna clase de broma—el Héroe de los Guanteletes creando guantes flotantes para atacar con ellos. ¡Acababa de pensar en los animes de mechas, y ahora en puños cohete! Todos quienes me conocían se daban cuenta cuando yo estaba teniendo una de mis ideas locas, así que decidí ponerle fin de inmediato a esa línea de pensamiento.
“Algo que podríamos intentar para hacerlas más efectivas sería encontrar o crear un accesorio que las haga atacar automáticamente a tu objetivo,” reflexioné. Los accesorios permitían que efectos adicionales fueran agregados sobre aquellos que ya contenía un arma. Un ejemplo era un accesorio que le permitía a Glass causar cortes a través del aire cuando agitaba su abanico. Algo como eso parecía una forma práctica de hacer más efectivas las armas flotantes de Ren.
Los accesorios también podían mejorar habilidades específicas, y había una gran variedad de ellos… pero tampoco estaban libres de problemas. Pero más importante que nada, solo podías descubrir los efectos que ofrecían probándolos. Algunos efectos—tales como la rapidez adicional—podían ser difíciles de determinar incluso cuando los probabas. Otro problema era la resiliencia de los propios accesorios. En algunos casos, usarlos en rápida sucesión podía romperlos. Así que necesitabas buscar el efecto y tratarlos con cuidado para no romperlos… Involucraba mucho trabajo adicional.
Pero ya que estábamos atrapados aquí hasta encontrar una forma de volver a casa, tenía bastante tiempo para eso. Por suerte, yo había aprendido a crear accesorios, e Imiya—otra estudiante del arte—estaba aquí con nosotros. Nosotros podíamos usar los recursos de la aldea y los nuevos materiales que habíamos descubierto aquí para ver si podíamos crear algún impresionante accesorio nuevo.
“Es una idea interesante…” dijo Ren.
“¡Tendremos mucha suerte si podemos encontrar uno, así que no cuentes con eso!” le advertí.
“Eso está bien. Si vas a fabricar algunos accesorios, yo puedo trabajar para forjar y crear armas para todos,” respondió Ren. Él también había tomado clases con el Viejo. “No soy tan diestro como mi maestro o los otros estudiantes, pero tengo algunas habilidades de herrería que pueden ayudar a cerrar la brecha.” Sonaba a que él había sido un buen estudiante. Tal vez era como crear accesorios en cuanto a que la mitad del trabajo solo era aprender los patrones para sacar el atractivo de los materiales. Él también podía usar la fuerza vital, lo cual quería decir que podría crear algunas armas muy poderosas. La forja que habíamos añadido cuando expandimos la aldea sería de mucha ayuda. “Fabricar armas es muy interesante,” continuó Ren. “Especialmente para alguien como yo, que siempre ha tenido que depender de los objetos raros dejados por los monstruos. Ahora estoy deseando un día ser capaz de fabricar armas que tengan raros efectos adicionales, como lo hace el maestro.” De los aldeanos actuales, Ren probablemente era el mejor herrero, así que ciertamente no hacía daño tenerlo creando algunas armas.
“Bien. Muéstrame lo que puedes hacer,” le dije.
“Naofumi-sama, creo que es hora de ir con Kiel y los demás al puesto en Siltran. Después tenemos que ir a encontrarnos con Ruft y Melty en el castillo, ¿no?” dijo Raphtalia.
“¿Mm? Sí, ya es hora. Vamos a dar por terminado el entrenamiento. Que todos vuelvan a lo que sea que estaban haciendo,” dije.
Gracias a los misteriosos ataques de las fuerzas de la hermana de S’yne, la aldea entera había sido teletransportada al pasado de este otro mundo—a la frontera de un país llamado Siltran, el cual en el futuro se convertiría en Siltvelt. Esa era la situación con la que estábamos lidiando.
INSTRUCCIONES PARA LA ZONA DE COMENTARIOS
1- No Puedo Comentar: Toca los botones que estan debajo del recuadro de comentarios, aquellos que le cambian el estilo a Negrita, Cursiva, etc. (B, I, U, S)
2- No Aparece Mi Comentario: Es por nuestro sistema de moderación, luego de revisar y aprobar tu comentario, este aparecera. NOTA: Usa un correo real o no se aprobara tu comentario.
3- ¿Como Escribo un Spoiler?: Toca [ + ] (es el botón spoiler) y aparecera una ventana, ahí debes poner el TITULO de tu spoiler (recomendamos poner simplemente SPOILER), luego en el codigo que aparecera en el recuadro del comentario debes escribir dentro de los simbolos ] [
Nota: Todo el texto que coloques antes o despues del codigo del spoiler sera visible para todos.