Tate no Yuusha no Nariagari (NL)

Volumen 21

Capítulo 10: Filoria

Mamoru lloró por un tiempo y después recuperó la compostura y miró hacia mí. Su rostro se veía más confiado que antes.

“Mamoru, tu elección podría ser considerada arrogante y egoísta. Incluso si la persona que amas vuelve, podrías descubrir que no puedes aceptarla como la misma persona,” le advertí.

“Lo sé,” dijo él mientras asentía, mirando hacia la chica flotando dentro del tanque en la parte trasera. Desde mi perspectiva, ella se sentía como una forma de vida artificial que solo había sido creada para imitar a la original. Tal vez era debido a las partes de Suzaku en ella, pero tenía alas en su espalda. A primera vista, ella se veía solo como una filorial durmiendo en forma humana. “Aun así… a partir del fragmento de Suzaku que obtuvimos… hay una parte del alma de Filoria dentro de ese ser que regresará a este mundo…” explicó Mamoru. Entonces había una pequeña esperanza.

Estaba feliz por él. Sin embargo, también me hizo pensar si me había equivocado en escuchar el deseo final de Atla—si hubiera sido mejor seguir la ruta de Mamoru y tratar de traerla de vuelta, incluso si eso significaba crear vida artificial.

“Uno de mis aliados, un uhnte jimna, nos está ayudando a salvar el alma de Filoria. Puede que no seas capaz de aceptarlo, pero yo quiero traerla de vuelta, sin importar lo que deba hacer,” dijo Mamoru.

“¿Qué acabas de decir? ¿Una aunty qué? ¿Tienen alguna clase de poder especial?” pregunté.

“Naofumi, ¿no sabes acerca de los uhnte jimna? Supongo que podrías decir que se ven como… un semi-humano del tipo comadreja,” respondió Mamoru.

“¡Rafu!” dijo Raph-chan. En ese momento los recordé. Cuando vinimos por primera vez al castillo de Siltran, Raphtalia había visto a un semi-humano con orejas de comadreja.

“Ellos son una aburrida raza con poderosas almas. Con suficiente entrenamiento pueden transformarse en teriántropos y usar el recuerdo ancestral. Ellos tienen un poder especial para observar almas y mantenerlas en este mundo por un tiempo incluso después de que el cuerpo huésped muere. Se dice que es una raza que ha ayudado al Héroe del Escudo desde tiempos ancestrales,” explicó Holn.

“¿Entonces con uno de ellos ayudando, pueden salvar su alma?” pregunté.

“El alma muy probablemente ya se ha fusionado casi por completo debido al Suzaku, pero todavía hay una posibilidad de que podamos cortarla antes de que se fusione completamente. Sin embargo, eso es todo lo que puedo decir del asunto,” dijo Holn. Entonces parecía que aún había una posibilidad, pero yo todavía estaba bastante seguro de que él no iba a estar emocionado con los resultados. “Bien, tal vez pueda decir algo más,” continuó Holn. “Se dice que los uhnte jimna pueden sacar su verdadero poder después de que mueren, cuando todavía están vagando en este mundo. Si podemos separar el alma de Filoria del Suzaku, nunca se sabe… pero es solo una posibilidad, no algo seguro.” Parecía que Mamoru iba a tener que llamar a su amigo aunty para salvar el alma de Filoria del Suzaku—e incluso con eso, podría no funcionar.

“Filoria no querría volver si tenemos que sacrificar la vida de alguien más,” dijo Mamoru. “Es por eso que…” Si él no sacrificaba la vida de su aliado, ni siquiera podría realizar los experimentos para ver si su novia muerta podría regresar. Pero incluso si lo hacía, y funcionaba, su novia revivida nunca se lo perdonaría. Mamoru ya estaba haciendo cosas bastante cuestionables a sus aliados, pero esto sería cruzar la línea, incluso para él.

“¡Rafu!” dijo Raph-chan, dejando salir un suspiro exasperado. Ella caminó hacia el tanque de cultivo en la parte de atrás, colocó su cola sobre la terminal… y de repente su cola se puso esponjosa. Eso se veía como magia, pero no estaba seguro de por qué la estaba usando ahí.

Una pantalla LCD apareció desde la terminal, mostrando… lo que parecía ser una pintura expandiéndose lentamente a través del agua.

“Voy a dar un vistazo a eso,” dijo Holn. Su rostro cambió de uno completamente despreocupado a uno serio y absorto. Ella miró hacia la pantalla que Raph-chan estaba operando. “Mamoru, Héroe del Escudo del futuro, vengan a ver esto,” dijo Holn, indicándonos que nos acercáramos. Yo me paré detrás de Raph-chan y también miré hacia la pantalla.

“¡Rafu, rafu, rafu!” dijo Raph-chan. Ella siguió usando delicadamente su cola, causando que más y más imágenes geométricas de puntos fueran creadas. A primera vista, parecía que Raph-chan solo estaba jugando, pero los ojos de Holn estaban completamente abiertos de la sorpresa.

“¿Saben lo que es esto?” preguntó ella.

“Basándome en lo que acabas de decir, el alma de Filoria convirtiéndose en la energía del Suzaku,” supuse.

“Creo que eso probablemente es correcto,” respondió Holn. La extracción del alma todavía no comenzaba, pero a partir de lo que Raph-can nos estaba mostrando, sería increíblemente difícil de lograr. Raph-chan estaba esforzándose al máximo para mantenerlo en pantalla. “Héroe del Escudo del futuro, ¿qué es esta criatura? Todo este tiempo he estado pensando en ella solo como un familiar creado a partir de los elementos de la Emperatriz Celestial del futuro,” dijo Holn.

“Sí, buena pregunta. Raph-chan comenzó como un shikigami que fue creado para localizar a Raphtalia en un mundo diferente a este. Supongo que ella puede ver almas… pero apuesto a que Glass también podría hacer esto,” respondí.

“¿Esa es otra de tus amigas, Héroe del Escudo del futuro?” preguntó Holn.

“Sí, ella es la compañera de uno de los cuatro héroes sagrados de un mundo diferente a este, y la portadora del abanico de las armas vasallas. Ella es un espectro, también conocidos como espíritus, una raza que es por completo un alma,” expliqué.

“¡Vaya! Eso suena como algo que me gustaría ver,” exclamó Holn.

“R’yne, ¿alguna vez has visto a uno de ellos?” pregunté. Como la portadora del conjunto de costura de las armas vasallas, supuse que ella probablemente había viajado a través de un gran número de otros mundos antes de finalmente reunirse con su hermana.

“Lo siento, no puedo asegurar que alguna vez tuve el placer,” respondió R’yne. “Parece que S’yne sí los conoció… pero bueno,” dije. Después de todo, ella estaba

cruzando entre mundos a través de las olas. No era como si tuviera mucho control.

En cuanto a Glass, solo porque nosotros la conocíamos no quería decir que podíamos pedirle que hiciera esto por nosotros. Sería una enorme responsabilidad, y un héroe de un mundo completamente diferente como ella no tenía la obligación de cooperar. Pero considerando las personalidades de Mamoru y los demás aquí, probablemente podrían volverse amigos.

“Así que Raph-chan es algo creado a través de la tecnología de un mundo completamente diferente. En cuyo caso, todo esto podría tener sentido.” Holn miró hacia Mamoru. “Si esta criatura puede adivinar con precisión la ubicación del alma, valdría la pena intentarlo.” También teníamos a Holn en caso de cualquier cosa. Las cosas sonaban más esperanzadoras a cada momento. “Aunque todavía hay un problema. Solo tendremos una oportunidad. Si fallamos y el alma se fusiona todavía más, salvarla será incluso más difícil.”

“Apuesto que lo será. Además—y odio sugerir esto porque Raph-chan es quien lo está haciendo—hay una posibilidad de que ella solo esté jugando,” dije.

“Rafu,” dijo Raph-chan, un poco a la defensiva, y mirando hacia mí con el ceño fruncido.

“Lo sé, Raph-chan,” le aseguré. “Te estás esforzando al máximo, pero tienes que considerar lo que Mamoru podría pensar acerca de esto.” Después de todo, nosotros ni siquiera sabíamos por qué Dafu-chan había terminado como parte de la especie Raph. Después de la invasión de Q’ten Lo, vi a Raph-chan jugando con lo que parecía ser una bola de pelo, y desapareció alrededor del mismo momento que Dafu-chan apareció. Tal vez esa bola habían sido los recuerdos residuales de la Emperatriz Celestial del Pasado. De ser así, eso quería decir que Raph-chan había sido capaz de traerla de regreso a la vida. Eso de verdad incrementaba los misterios a su alrededor.

“Mamoru, ¿qué opinas?” preguntó Holn.

“No te estamos presionando,” le dije. “No vamos a pedir que confíes tanto en nosotros.” “No, confío en ti, Naofumi, y también en tus amigos. Después de todo, ¿qué necesita el

Héroe del Escudo?” preguntó Mamoru.

“Confiar en otros,” respondí, incluso aunque me dolió decir cada palabra. Me pregunto por qué el escudo tenía que ser el héroe más cursi. Si no creías, si tus aliados no confiaban en ti, entonces no podías luchar en lo absoluto. “Raph-chan, esta es una gran responsabilidad,” le dije, colocando mi mano sobre su cabeza y acariciándola mientras ella seguía operando la terminal.

“¡Rafu!” respondió Raph-chan, aparentemente lista para todo. “¡Dafu!” dijo Dafu-chan.

“Lamento ser… la voz de la razón ahora mismo,” dijo Raphtalia, “pero estoy teniendo problemas para entender por qué Raph-chan de pronto es nuestra carta del triunfo.”

“Nee-san, solo respira,” le dijo Fohl.

“Estoy respirando, ¿bien? Estoy respirando… y veo que Raph-chan puede acercar a Mamoru a algo que él ha querido por mucho tiempo, pero…” Raphtalia estaba comenzando a tener cada vez más problemas con todo esto, y yo estaba comenzando a sentirme responsable. Necesitaba apoyarla. “Pero si Raph-chan sigue demostrando que puede hacer más cosas, y se vuelve más importante, ¿dónde me deja eso? Todos ustedes estarán bien siempre y cuando tengan a Raph-chan… yo no seré necesaria. Mis pesadillas podrían estar cerca de volverse realidad…” continuó Raphtalia, murmurando principalmente para sí misma. Yo esperaba que estuviera bien—ella estaba comenzando a preocuparme un poco, y tampoco me gustaba todo eso acerca de las pesadillas.

“Parece que la aburrida yo estará en cirugía. Esta va a ser una larga noche,” dijo Holn. “¡Oh vaya! ¡Parece que Naofumi y la pandilla van a ayudarnos!” exclamó R’yne, con

sus manos en su rostro.

“Tu sorpresa es tan falsa que no sé por dónde empezar,” le dije. Todavía no podía entender bien a R’yne. Ella tenía esta personalidad bromista, diferente de la de Sadina, pero todavía no la entendía.

“¿Filoria va a regresar?” preguntó Cian, con preocupación y expectación mezcladas en su rostro.

“Va a ser una apuesta, pero sí, si es que todo sale bien,” le dijo Mamoru. Era como si estuviéramos rezando por el éxito de alguien importante que iba a tener una cirugía—y nuestras doctoras eran Raph-chan y Holn. Con suerte iban a estar a la altura de su trabajo.

Miré hacia el cuerpo de Filoria que había sido creado en el tanque de cultivo.

“Hay una cosa que me he estado preguntando. ¿Qué pasa con las alas?” pregunté. Apunté hacia su cuerpo mientras ella flotaba dentro del tanque. R’yne no tenía alas como esas—al menos no todo el tiempo—e incluso esas no eran del tipo con plumas.

“Tuvimos que mezclar un poco del Suzaku o el alma no lo aceptaría,” explicó Holn. “Ya veo,” respondí. Entonces eran una parte necesaria para que funcione la resurrección.

“Bien, solo voy a decirlo… Pero ella se ve exactamente como una filorial en forma humana.”

Como una filorial roja en forma humana. Apenas podía notar la diferencia.

“Nii-san… hay una razón por la que ninguno de nosotros lo mencionó,” intervino Fohl— lo cual solo quería decir que ellos habían estado pensando lo mismo. Cuando nos conocimos, recuerdo a Mamoru mirando hacia los filoriales con tristeza en sus ojos.

“Héroe del Escudo del futuro, permíteme explicarlo. Creo que el nombre filorial es una contracción del nombre Filoria Tipo L que yo inventé,” explicó Holn.

“Pero Mamoru creó eso, ¿cierto? Tú solo estabas supervisando, ¿no?” pregunté.

“Es eso verdad en cuanto al cuerpo de Filoria, pero yo he estado trabajando por muchos años para crear otras formas de vida artificial. Este fue otro de mis acuerdos con Mamoru,” respondió Holn.

“Eso también llevó a que mis células fueran extraídas sin mi consentimiento. Ella demás ha estado modificando a los familiares de Mamoru, en el nombre de volverlos más fuertes,” agrego R’yne con un suspiro. Parecía que Holn había robado la idea de Mamoru y estaba usándola como suya. Eso me recuerda: Holn se había estado quejando acerca de la jerarquía en la cual los dragones eran las criaturas más poderosas del mundo, mientras los filoriales tenían una clara rivalidad con los dragones. Ellos también odiaban a los grifos. Así que teníamos a los filoriales, incapaces de llevarse bien con otros monstruos… ¿Eso quería decir…?

Filoria Tipo L… Filoria-L… ¿filorial?

“Pero ¿por qué tu hermana se llama Filoria, ¿R’yne? Tomando también en cuenta a S’yne, estaba esperando un nombre con un –yne al final,” dije. Tal vez la hermana de S’yne también tenía un nombre así. Rino parecía haber odiado su nombre con todo su ser y dijo que no necesitábamos saberlo. Entonces otro nombre se me vino a la mente: Myne—pero no, su nombre ahora era Perra. Ciertamente tampoco quería recordarla.

“A ella no le gustaba mucho su nombre,” respondió R’yne. “Así que lo cambió y usó su nuevo nombre una vez que fue invocada aquí.” Entonces había sido Filoria por elección propia. Esa clase de rasgo de personalidad ciertamente me recordaba a los filoriales—pero no había forma de saber la extensión de cómo la persona original influenciaría esas cosas.

“¿Cuál es su nombre real?” pregunté.

“L’yne. A ella no le gustaba porque hay demasiadas personas que tienen nombres similares, haciendo que sea difícil recordarlas a todas,” explicó R’yne. Mi cabeza comenzó a doler. Si esta Filoria volvía, parecía que solo estaríamos agregando otra filorial al grupo.

“Parece que… los filoriales fueron creados por Mamoru y Holn. ¿Es cierto?” preguntó Raphtalia, tratando de cambiar de tema. Los ojos de Holn se encendieron y ella asintió.

“Ciertamente parece de esa forma. Es por eso que estuve molesta de ver el resultado.

¡Una criatura que aún no creo vino a verme desde el futuro!” se quejó Holn.

“¿Por qué se desarrollan de forma diferente cuando son criados por un héroe?” pregunté. “Considerando el futuro, lo configuré así para que elementos ocultos no se activen a

menos que un héroe los esté criando,” explicó Holn. “Si creo monstruos demasiado poderosos, simplemente reemplazarán a los dragones y nada cambiaría. Estoy tratando de hacer más que eso.” Había una confianza increíble en su respuesta. “Tú ya conoces a la aburrida yo para este momento. He estado colocando el mismo tipo de mecanismo en todo tipo de monstruos, así que estoy segura de que ya lo has visto antes. Por ejemplo, piensa en los globos.” Ella tenía razón. Cuando yo crié a un globo, había evolucionado en un globo superior. Casi había estado listo para evolucionar una vez más, pero entonces se convirtió en parte de la especie Raph.

“¿Por qué estás tan obsesionada con los globos?” le pregunté. A mí no me gustaban porque me recordaban la época cuando me convertí en héroe.

“Un día voy a crear a un rey globo, ya lo verás,” respondió Holn.

“Oigan, ¿no tenemos la opción de encargarnos de ella e impedir que cree a los filoriales?” pregunté.

“Naofumi-sama, eso sería ir demasiado lejos… Filo también desaparecería,” dijo Raphtalia.

“¿Entonces qué tal si llevamos los genes de Raph-chan de regreso al futuro y convertimos a Filo… a todos los filoriales en parte de la especie Raph?” sugerí.

“Eso podría ser divertido,” dijo Holn. “Podemos llamarlos especie Raphield debido a la conexión con el Héroe del Escudo.”

“La especie Raph tiene que ser mejor que los filoriales,” declaré. “¡No!” dijo firmemente Raphtalia, rechazando nuestra idea.

“Tengo que decirlo…” intervino tímidamente Mamoru, “y puede que no tenga derecho de hacerlo, ya que estás ayudando a Filoria, pero… eso probablemente sería ir demasiado lejos.”

“¿Qué tal si configuramos las cosas para que al regresar al futuro podamos apretar un solo botón y todos los genes de los filoriales cambien a genes de la especie Raph?” sugerí.

“¡Eso también suena divertido!” dijo Holn. “¡No!” repitió Raphtalia.

“Nee-san parece estar sufriendo mucho,” reportó Fohl.

“Naofumi-sama, ¿siquiera entiende lo que está sugiriendo?” preguntó Raphtalia. “¡Usted fue quien dijo que sería peligroso cambiar el futuro!”

“Es cierto, pero seamos honestos… No tenemos idea de qué va a cambiar el futuro,” respondí. La razón por la que no parecíamos haber tenido mucho efecto hasta ahora podría ser porque estábamos demasiado atrás en el pasado. Había cierto grado de libertad para que la historia se corrigiera a sí misma en los años venideros.

“Tú ciertamente haces las cosas a tu propio ritmo, Héroe del Escudo del futuro,” dijo Holn. “Me agrada.”

“Pero esperen un momento. ¡Suena a que un monstruo creado a partir de Filoria y yo va a dominar este mundo! Para ser honesta, yo recomendaría crear algo que se haya originado aquí,” dijo R’yne.

“¡R’yne! ¡Eso no lo permitiré! ¡Estoy segura de que Natalia también tendría algo que decir al respecto!” dijo Raphtalia, aparentemente lista para luchar contra R’yne con dientes y uñas.

“Así me gusta. ¡Luchemos por ello!” dijo R’yne.

“¡Te detendré por cualquier medio posible!” respondió Raphtalia. Ella lo estaba pasando mal—aun así, yo había comenzado todo esto.

“¿Qué hay de los familiares de Mamoru?” pregunté.

“Les he realizado todo tipo de ajustes y fortalecimientos para mostrar la clase de cosas que puedo ofrecer. Fimonoa es hábil volando, mientras Fijia tiene magia poderosa,” explicó Holn. Miré hacia las tres—y especialmente hacia la llamada Fitoria. “Fitoria tiene una composición fundamentalmente diferente con respecto a las otras dos, con un enfoque en llevar cargas. Ella puede llevar las cosas más pesadas sin ningún problema.” Entonces la número uno tenía habilidad de vuelo, la número dos magia, y la número tres fuerza física. Había escuchado a Melty y Fitoria hablar acerca de filoriales que podían volar y cómo habían sido borrados del mapa durante la guerra contra los grifos. Estaba comenzando a parecer que originalmente hubo tres razas de filoriales. “Teníamos un serio problema de transporte. Ellas fueron modificadas para ayudar a resolver eso y que las cosas se pusieran en marcha.”

“Yo conozco a una Fitoria en el futuro,” dije eventualmente. “Pero la que yo conozco podría ser una persona diferente con el mismo nombre.” La familiar llamada Fitoria cambió a su forma humana y miró hacia mí. Ella se veía mucho más joven que las Fitoria y Filo que yo conocía—tal vez de unos siete años de edad.

“Vaya, ¿ella todavía está viva tan lejos en el futuro?” dijo con emoción Holn.

“No sabemos con seguridad por qué ella ha vivido por tanto tiempo, pero puedo suponer basándome en cierta evidencia que ella tomó alguna clase de poción de eterna juventud,” respondí.

“¿Eterna juventud? La vida que no envejece y no se acaba es aburrida. Algo importante debe haber sucedido para ella logre ese estado si yo estuve involucrada,” dijo Holn. Entonces ella no estaba interesada en la vida eterna. Es extraño, ya que a eso parecía que llevaba su investigación.

“Piensa en todas las cosas que podrías inventar si nunca mueres,” dije, tratando de tentarla.

“¿No crees que nuestro trabajo se destaca porque tenemos que realizarlo dentro del tiempo limitado que tenemos? Necesitas una fecha límite o nunca terminarás nada,” respondió Holn. Ella sonaba como un mangaka hablando de fechas límite. Me recordaba a algo que había escuchado en Japón; era la fecha límite la que te hacía completar el trabajo. Si trabajabas sin una fecha límite, nunca terminarías. Era un problema que millones de estudiantes enfrentaban cada año con su tarea de verano.

“Por supuesto, hay muchas cosas más que me gustaría investigar, pero estoy bastante segura de que me llevarían a algo verdaderamente horrible. Eso no me haría diferente de los arrogantes que claman ser dioses,” dijo Holn. No entendía muy bien a qué se refería, pero parecía claro que ella no estaba interesada en la vida eterna. “En fin. Es hora de comenzar la operación. Por favor apártense de nuestro camino.”

“No hay problema. Mamoru, vamos a observar a Raph-chan y Holn sin meternos en su camino, ¿bien?” sugerí.

“Claro, Naofumi. Gracias por todo esto,” respondió Mamoru. Después de darme las gracias, él se quedó de pie observando el trabajo de Holn, y sosteniendo la mano de Cian todo el tiempo.

***

La operación que Holn y Raph-chan realizaron duró toda la noche. Nosotros regresamos a la aldea mientras ellas estuvieron trabajando y les hicimos saber a los demás que ese incidente no había sido nada importante. S’yne se había dado cuenta de que ya no podía observarnos y comenzó a rastrearnos manualmente, pero había sido detectada y detenida por la seguridad del castillo. Ella no se veía nada feliz por eso, pero logré resumir exactamente lo que estaba pasando. Si le hubiera contado todo, ella probablemente sería la primera en la fila para ser modificada. Si a ella se le daba la oportunidad de convertirse en una integrante de las razas principales de Siltvelt, como Fohl, de seguro se lanzaría de cabeza hacia la oportunidad. Podría no ser algo malo, pero si todos terminaban queriendo hacerlo… Raphtalia ya me estaba mirando, diciéndome que no permitiera algo así.

Todavía no le habíamos explicado las cosas a Natalia. Ella estaba comenzando a sospechar de todo, así que tendríamos que decirle tarde o temprano—sin importar si venía de mí o Mamoru. Melty también parecía tener una idea de que algo había ocurrido. Ella tenía esa mirada en su rostro que me estaba pidiendo explicar todo lo más pronto posible.

Después de eso, Raphtalia y yo regresamos con Raph-chan en el castillo e hicimos lo que pudimos para ayudar. Dejamos a Fohl en la aldea.

Nos habíamos quedado dormidos, exhaustos, en una esquina del laboratorio de Mamoru. Yo recordaba a Mamoru llevando a los niños a acostarse. Su sanación y modificaciones ya habían terminado por esta noche. Holn le había pedido buscarle algo, y él todavía no regresaba.

Holn tampoco estaba aquí. Miré hacia donde Raph-chan estaba trabajando en la terminal para extraer el alma de Filoria y vi lo que parecía ser un ser humano translucido. La figura— la de una chica vista desde atrás—tenía una cola más larga que la de Raphtalia, unas orejas de animal redondas, y un cabello castaño de largo medio. Parpadeé un par de veces y miré hacia Raph-chan.

“¿Rafu? Rafu,” dijo Raph-chan, bostezando. Después ella se dio la vuelta, como dándose cuenta de lo mismo que yo—pero entonces no había señales de la chica translucida detrás de ella. Sacudí mi cabeza, preguntándome si había visto cosas.

En ese momento, Holn, Mamoru, Cian, y R’yne volvieron a la habitación. “Estamos cerca, ¿no?” preguntó Holn.

“¡Rafu!” dijo Raph-chan, levantando ambas patas en señal de victoria.

“Ah, Héroe del Escudo del futuro, estás despierto,” dijo Holn. Yo asentí. Raphtalia, quien había estado durmiendo a mi lado, también fue despertada por las voces y miró a su alrededor para ver lo que estaba pasando. “Justo a tiempo, ustedes dos. No querrán perderse esto,” dijo Holn. Nos pusimos de pie y miramos hacia la pantalla donde Raph-chan estaba trabajando. Estaba mostrando el porcentaje de extracción que había sido completado, como una pantalla de espera de un juego, junto con dos llamas ardientes que lentamente se estaban separando. Decía ochenta por ciento.

“En este punto, podemos usar el poder del Suzaku para lograrlo,” dijo Holn. “Vamos a terminar con esto.”

“¡Rafu!” dijo Raph-chan. Holn procedió a usar la terminal para transferir el alma que Raph-chan había pasado toda la noche separando hacia el cuerpo de homúnculo creado para Filoria.

“Bien… la compatibilidad del alma es adecuada. Sin anormalidades químicas ni mágicas, y sin señales de rechazo. Todo dentro de las cifras aceptables… Cargando los recuerdos del alma… Todo en orden,” dijo Holn. El alma eventualmente se superpuso completamente con el cuerpo y desapareció dentro de él. En ese mismo instante, una luz roja atravesó el cuerpo del homúnculo, y las alas brillaron un poco. Un momento después una luz apareció, desde ningún lado en particular, y comenzó a girar alrededor de la chica flotando dentro del tanque de cultivo.

“Oigan, eso es—” comencé a decir.

“Sí, es el Espíritu de las Garras de las armas vasallas. Parece que reconoce el alma de su dueña,” dijo Holn. Ese era un claro indicio de que había funcionado. “Ahora necesitamos mantenerla estable hasta que el alma se una completamente. El Espíritu de las Garras nos está concediendo su poder, así que ahora estamos cerca.”

“Finalmente…” suspiró Mamoru.

“¡Rafu!” dijo Raph-chan, regresando hacia nosotros, viéndose totalmente exhausta. “¡Buen trabajo, Raph-chan!” la felicité.

“Tengo que decirlo… gracias,” logró decir Raphtalia.

“¡Rafu!” dijo en respuesta Raph-chan. La tomé en brazos y comencé a acariciarla. Ella era realmente impresionante.

“¿Cuándo estaremos seguros de que funcionó?” preguntó Mamoru.

“Ella debería salir y despertar en unos tres días. Esa es mi estimación,” dijo Holn. “Eso sería increíble,” respondió Mamoru.

“Vaya. ¿¡Acaban de aparecer y ya resolvieron esto!? ¡Ustedes sí que son increíbles, Naofumi!” expresó R’yne.

“A decir verdad, todo esto fue gracias a Raph-chan,” respondí.

“Naofumi, Raph-chan, y Raphtalia… se los agradezco mucho.” Mamoru bajó su cabeza profundamente mientras nos agradecía.

“Todavía no conocemos los resultados. Agradécenos una vez que esto esté terminado,” le dije.

“No, por favor. Tengo que decirlo. No puedo contenerlo,” dijo Mamoru. Incluso después de haberse salido del camino, él todavía era un fanático de los buenos modales. Pero podía entenderlo. Esto había sido como una apuesta, considerándolo todo, pero parecía que ellos habían extraído el alma a una velocidad mucho mayor de la esperada.

“Mamoru, si esto suena duro, solo es porque también soy el Héroe del Escudo. Tú no eres el único que ha sufrido. Tener aliados que te apoyan, y temer por sus vidas, eso es normal. Si no puedes superar ese miedo… perderás más aliados en el futuro. Tienes que aplastar completamente ese trauma,” le dije. La muerte de Atla todavía quemaba dolorosamente en mi propia mente. Quería verla, pero no podía—pero ella estaba conmigo, dentro del escudo, en todo momento. Sabía que tenía su apoyo, y yo tenía que protegerlos a todos.

“¡Sí! No… ¡no perderé a nadie más!” dijo Mamoru. Tal vez él todavía no había superado ese trauma, no completamente, pero yo aun así asentí ante sus palabras. “Haré todo lo que deba hacer para proteger Siltran. Eso nunca va a cambiar,” juró Mamoru, con más convicción en su voz que antes. Él era como una combinación de Ren y yo. Estaba comenzando a entenderlo. Parecía que el trauma del que Cian nos había pedido salvar a Mamoru estaba en la senda de mejora. Miré hacia Cian para verla bajando su cabeza tímidamente hacia nosotros.

“Gracias,” dijo sencillamente ella. Era un poco incómodo, pero para Cian, era lo mejor que ella podía hacer.

“Sí. Buena suerte con todo eso,” dije. Los mundos iban a fusionarse—nosotros ya sabíamos eso—lo cual quería decir que al final ellos iban a ser derrotados. Pero la palabra del Héroe del Escudo Mamoru Shirono aun así pasaría a las futuras generaciones. Como un dios en Siltvelt, y un rey demonio en Melromarc.

No resolvía completamente mis preocupaciones acerca de cambiar el futuro, pero parecía lo mejor para el mundo si ahí era donde las cosas finalmente se encaminarían una vez más.

“Gracias. Por favor, permítenos ayudarte a trabajar con aún más fuerza para encontrar una forma de regresarlos al futuro. Ahora es nuestro turno de ayudar,” dijo Mamoru.

“Eso sería de gran ayuda,” respondí.

“Entonces, primero lo primero—” comenzó a decir Mamoru, y entonces enfocó su mirada en un costado. Algo parecía haber ocurrido. “Maldita sea… ¿por qué ahora?” maldijo Mamoru.

“Aparecer justo después de un turno de noche. Qué desagradable,” dijo Holn.

“Y yo que me estaba poniendo de buen humor,” agregó R’yne. Todos sonaban molestos por algo, suspirando y chasqueando sus lenguas.

“¿Qué sucede?” pregunté.

“¿No puedes verlo?” preguntó Mamoru.

“¿Qué? ¿Ver qué?” respondí. Revisé todo, pero no pude ver nada fuera de lugar.

“El tiempo para la siguiente ola fue actualizado. Habrá una ola en solo una hora,” explicó Mamoru.

“¿Qué? Eso es rápido. ¿Acaso fue roto el sello de una bestia guardiana?” pregunté. El tiempo de una ola normalmente era fijado con antelación, y aun así Mamoru estaba diciendo que íbamos a tener una casi sin previo aviso. A partir de mi experiencia, esto se sentía como cuando el sello de la Tortuga Espiritual fue roto.

“No. Este no es el caso de una bestia guardiana siendo liberada,” dijo Holn.

“Naofumi, ¿qué quieres hacer? Ustedes no están obligados a ser parte si no quieren,” dijo Mamoru.

“Claro que ayudaremos. Si algo amenaza a este mundo, nosotros estaremos ahí,” dije. Eso es lo que habíamos hecho incluso en el mundo de Kizuna. Incluso podría ayudarnos a resolver algunos de los problemas que estábamos enfrentando. Sin mencionar que, ahora teníamos acceso a la habilidad de atacar las grietas de una ola con las armas 0, tal como Kizuna había hecho en su mundo. Había más beneficios en ser parte que en el caso contrario. “Mamoru, no tenemos mucho tiempo. Déjame editar el grupo también,” dije.

“Claro, no hay problema,” respondió él. Recibí una solicitud para aceptar el derecho de editar el grupo de Mamoru, la acepté, y estaba listo para usarlo.

“Bien, gracias. Para ser honesto, todavía estoy muy cansado, pero regresaremos a la aldea y nos prepararemos para la ola. Ustedes hagan lo mismo. Me refiero a prepararse,” le dije a Mamoru.

“Claro. Por favor, prepárense lo mejor que puedan. Estas olas no son algo fácil de resolver,” dijo Mamoru.

“Lo sé… pero ya por un tiempo no me he sentido amenazado por una ola,” admití. Perra y las fuerzas detrás suyo habían estado probando ser una amenaza mayor. Ellos eran la razón de que estuviéramos en el pasado, por poner un ejemplo.

“¡Vaya confianza! ¡Mamoru, tenemos que mostrarles lo que nosotros podemos hacer!” dijo R’yne.

“Sí. Nosotros todavía no tenemos una forma de derrotarlas,” dijo Holn. “Odio tener que esperar por alguien o algo que va a venir a ayudarnos.” Después de todo, nosotros sabíamos que aquel que se hace llamar Dios estaba causando las olas. El mismo dolor que estaba sintiendo Holn recorría mi interior.

“Naofumi-sama, vamos,” dijo Raphtalia.

“Bien,” respondí. “Los veremos en la ola,” le dije a los demás. Cian sacó su cabeza desde detrás de Mamoru, viéndose preocupada.

“Yo también me esforzaré,” me dijo ella.

“Bien por ti. Apoya a Mamoru como puedas. ¡Casi tienen de vuelta a Filoria, así que no se rindan!” le dije. Cian miró hacia el suelo avergonzada por mis palabras. ¡Esta parecía ser una buena oportunidad de dejar de ser el objetivo de las bromas de todo y enfocarlas en Mamoru! “Iremos a prepararnos. Mamoru, no dependas tanto de nosotros, ¿bien? Tú eres el Héroe del Escudo de esta época,” le dije. Mamoru pareció entender mis palabras y trató de llamarme para detenerme, pero huimos de la escena.

Necesitábamos hacerles saber a todos en la aldea, incluyendo a Ren y Fohl, lo que estaba pasando.

“¡Claro que sí! ¡No lo olvides! Yo soy tu tatarabuelo escudo, ¿escuchaste? ¡No voy a ser superado por ti!” gritó Mamoru hacia nosotros, ahora aparentemente mucho más cómodo con todo. Él antes se veía tenso y rígido, pero ahora se veía más suelto y relajado.

“¡Nos vemos después!” dijo Raphtalia.

“¡Rafu!” dijo Raph-chan. Ambas bajaron sus cabezas y me siguieron. Tomamos un portal de regreso a la aldea tan rápido como nos fue posible, y después comenzamos a prepararnos para nuestra siguiente batalla contra una ola.