Tate no Yuusha no Nariagari (NL)

Volumen 21

Capítulo 1: La Situación de Siltran

Les di la orden a todos de volver a trabajar después del entrenamiento, y entonces usamos un portal para ir hacia la ciudad del castillo en Siltran y ver cómo iban las cosas. Ciudad del castillo puede sonar muy grandioso, pero Siltran solo era un país pequeño con una arquitectura bastante anticuada. Además, la ciudad actualmente estaba atravesando un importante periodo de renovación. Nosotros habíamos desplegado a los hábiles limos teriántropos de nuestra aldea para ayudar.

“¡Rafu!” Raph-chan, quien había estado ayudando a Kiel y los demás, apuntó en nuestra dirección—con nada menos que una bandeja sobre su cabeza—para hacerles saber a todos de nuestra llegada.

“¡Hola, Nii-chan!” Kiel, en su forma de cachorra, nos saludó desde un puesto vendiendo comida. No estábamos montando los puestos para ganar dinero, sino que para ayudar a la recuperación de Siltran, así que los precios eran muy accesibles. Kiel era la que atraía a las personas, principalmente usando su lenguaje corporal debido a que ella no podía hablar el lenguaje de Siltran—y parecía estar funcionando, ya que los puestos estaban vendiendo bien. Yo estaba supervisando la comida, así que estaba seguro de que era buena, lo cual también era de ayuda. También estábamos usando los monstruos derrotados como ingredientes y le dábamos la bienvenida a las personas que traían su propia comida.

“¿Cómo va todo? Esos gestos amistosos de lo que presumías parecen estar funcionando,” comenté. Solo viendo a la multitud y las sonrisas en sus rostros me decían que las cosas iban bien.

“¡Claro que sí! ¡Y también estoy comenzando a entender el lenguaje! ¡Puedo decir buenos días, hola, y todas las cosas importantes!” gritó Kiel, agitando felizmente su cola. Era difícil pedirle calma a Kiel, eso era evidente, y la forma en la que ella interactuaba animadamente con todos a su alrededor probablemente mantenía entretenidos a los clientes. Ella además era lo suficientemente fuerte para defenderse de cualquier persona buscando problemas. Había escuchado que las circunstancias inesperadas y urgentes podían ayudarte a aprender un lenguaje más rápido. Habíamos estado aquí en el pasado ya por un tiempo, y ella había estado expuesta al lenguaje todos los días, lo cual quería decir que Kiel de seguro aprendería las frases útiles en el día a día.

Siltran aparentemente usaba un viejo dialecto de la nación semi-humana. Aparte de los héroes, aquellos que habían aprendido el lenguaje en Siltvelt estaban ayudando a Kiel y los demás con la traducción, pero en ocasiones todavía se encontraban con palabras que no sabían. Incluso en Japón, había escuchado acerca de diferencias en el lenguaje que diferentes personas no podían entender, como el japonés clásico que aprendíamos en la escuela.

“¿Nii-chan?” preguntó Kiel.

“No es nada. Solo estoy feliz de que las cosas vayan bien,” le dije. El desarrollo de Kiel—su velocidad de aprendizaje—siempre parecía sobrepasar mis expectativas. En un mes ella podría hablar fluidamente el lenguaje de Siltran.

“¡Yo también!” ladró felizmente ella. Entonces me di cuenta de que Raph-chan estaba tomando las órdenes. Ella era un monstruo, supuestamente sin ser capaz de utilizar nada del lenguaje. También había algunos filoriales—aquellos capaces de interactuar con los clientes—corriendo entre los puestos. Ellos tenían que ser de utilidad para mantener las cosas en movimiento. Me tomé un buen momento para ver el sistema en acción.

“Ah…” Fue en ese momento que mis ojos se encontraron inesperadamente con alguien ocultándose en la sombra de un pilar cercano. Si recordaba correctamente, era una niña llamada Cian—una de las niñas que cuidaba Mamoru. Una semi-humana con orejas de gato. Ella tenía una personalidad un poco tímida, pero mi predecesor Héroe del Escudo Mamoru aseguraba que yo le había agradado mucho a ella.

Estos niños que cuidaba Mamoru, como Cian, también vinieron a ayudar en los puestos. Los suministros de comida en Siltran también eran bajos, y este era un lugar donde todos podían comer su parte y ayudar a los niños a ser un poco más independientes al mismo tiempo—dos pájaros de una sola pedrada.

Parecía que Cian estaba ayudando lavando los platos. No quería ponerle mucha atención, y no parecía haber ninguna razón para ir ahí ahora mismo.

“¿Han tenido algún problema en los puestos?” pregunté.

“Para nada. En ocasiones algunos aventureros de apariencia sospechosa aparecieron, pero si montaban una escena, los echábamos de inmediato. Y todos los que se ven sospechosos inmediatamente se ganan la enemistad de los demás,” reportó Kiel. Yo asentí. Parecía que todo estaba marchando bien.

Siltran era una nación fundada por las razas con poca destreza en combate, y dentro de ellas, las de bajo nivel no ayudaban con una aptitud para la batalla. No buscaba generalizar mucho, pero a partir de los semi-humanos y teriántropos que tenían aquí, muchos de ellos eran del tipo pequeño y herbívoro. Esto había llevado a que la nación fuera el objetivo de una más grande como Piensa, terminando en un conflicto y sufriendo todos estos daños como resultado. Las olas estaban ocurriendo aquí y aun así las personas estaban buscando la guerra—no podía entenderlo. Las personas nunca cambian. Esa era la patética lección que estaba sacando de todo esto.

Justo después de que llegamos, Piensa había atacado Siltran con su poderoso Batallón Dragón—por supuesto, todo en nombre de la paz mundial. Así que nos unimos a las fuerzas de Mamoru y los repelimos. Habíamos enfrentando problemas en cuanto a la fuerza de batalla y los números, pero yo había reunido una horda de monstruos salvajes y direccionado hacia los dragones de Piensa, causando un daño enorme y permitiéndonos capturar a su comandante y forzarlos a huir. Nuestros expertos en la guerra de información—Melty, Ruft, y la Sombra—también hicieron su parte. Como resultado, habíamos ganado ese día, y esa victoria ahora significaba que la situación estaba dirigiéndose en la dirección que queríamos. No esperábamos que Piensa hiciera un movimiento por un tiempo, pero yo no estaba tan seguro de eso. Al menos, esperaba que ellos lo retrasaran hasta que nosotros regresemos a nuestra época; en ese momento ellos podían hacer todo lo que quisieran, mientras nosotros estábamos seguros en el futuro una vez más.

En cualquier caso, Siltran nos estaba ayudando y a cambio nosotros los estábamos ayudando a recuperarse mientras además continuábamos la investigación para encontrar una forma de regresar a casa.

“¡Nii-chan, Nii-chan! Ahora que estás aquí, ¿cocinarás para nosotros?” Kiel y todos los demás estaban mirando hacia mí con la emoción reflejada en sus ojos. En resumen, yo era un muy buen cocinero, y por lo tanto todos siempre querían comer mi comida. Ellos amaban cuando cocinaba para ellos.

“Primero debo ir a hablar con Mamoru, Melty y los demás en el castillo. Si tengo algo de tiempo después de eso, vendré a ayudar,” le dije. Esta promesa fue recibida con gritos de entusiasmo. “Pero tienen que tener listos muchos ingredientes para que yo cocine, ¿bien?” continué.

“¡Puedes apostarlo! ¡Todos! ¡Tenemos que reunir una montaña de ingredientes!” ladró Kiel. Todos los demás gritaron de acuerdo. Siltran actualmente estaba sufriendo una escasez de materia prima, incluyendo cosas para cocinar. Teníamos a las bioplantas de la aldea produciendo vegetales, y estábamos derrotando monstruos para usar su carne, pero aún con eso cada día escaseaban las cosas. Se sentía que nuestro énfasis todavía estaba en ayudarlos a reconstruir, pero por supuesto, también sería de ayuda para nosotros tener algo de dinero. Nosotros todavía estábamos recibiendo más materiales de construcción que dinero real, pero siempre y cuando los trabajos de restauración continuasen, todo estaba bien.

La sensación que realmente me preocupaba era la de estar atrapado aquí en el pasado, sin hacer nada, cuando necesitábamos regresar con urgencia a nuestra propia época.

***

“Kiel y los demás se veían muy animados, ¿no?” dijo Raphtalia mientras nos dirigíamos desde los puestos hacia el castillo.

“Ya sabes que Kiel es una bola de energía,” respondí.

“Eso es verdad, pero también podría ser la razón por la que ella terminó con nosotros esta vez,” reflexionó Raphtalia.

“Si esa es la razón por la que terminó arrastrada en todo esto, fue un muy buen resultado,” respondí. Nosotros con frecuencia terminábamos dejando a Kiel en casa. Ella fue gravemente herida durante el incidente con la Tortuga Espiritual, impidiendo que ella visitara el mundo de Kizuna, y también la habíamos dejado en la aldea cuando fuimos a ganar algo de dinero para comprar esclavos en el coliseo de Zeltoble. Ella de hecho había ayudado bastante, pero nunca la habíamos llevado hacia lo desconocido. “La forma en que ella mantiene su ánimo al máximo todo el tiempo de verdad ayuda a relajar la tensión sobre todos a su alrededor. Debo admitir que eso es de gran ayuda.”

“En efecto. Yo también me siento mejor con ella cerca. Eso es de gran ayuda,” respondió Raphtalia. Cuando cosas serias sucedían, el pánico era la mayor amenaza. Tener a miembros de grupo como Filo y Kiel cerca ciertamente podía ser un remedio efectivo para mantener la moral en alto.

Mientras charlábamos, finalmente llegamos al castillo. S’yne nos recibió—la chica que normalmente se encontraba directamente detrás de mí—de pie en el patio del castillo, aprendiendo una nueva técnica de R’yne, el Héroe del Conjunto de Costura de este mundo.

“Así es. Vas bien,” la animó R’yne. Esta era una técnica especial única de su raza—la habilidad de materializar alas, algo perdido en la época de S’yne. Si ella pudiera dominarlo, entonces recibiría un considerable incremento de poder, y por eso mismo ella se estaba esforzando mucho para lograrlo. Sin embargo, tal como aprender la fuerza vital, estaba probando ser una técnica difícil de dominar. La propia R’yne, al parecer, era un ancestro de S’yne. Ella aparentemente había venido aquí desde el mundo de S’yne, el cual en nuestra época ya había sido destruido. Este era la clase de encuentro casual en el pasado que era posible gracias a las olas que ocurrían aquí en el pasado.

Lo que era menos emocionante acerca de esta situación era que R’yne parecía pensar en una sola cosa—y esa cosa era el sexo. Ella raramente dejaba pasar la oportunidad de acosarme un poco, y a diferencia del estilo al que estaba acostumbrado de alguien como Sadina, R’yne no se andaba por las ramas. Tenía que tener mucho cuidado con ella. Uno de sus mejores comentarios había sido preguntarse si tener sexo conmigo era doloroso o no debido a mi falta de poder de ataque. Nunca iba a olvidar ese momento, estaba seguro de ello.

“Hola, Naofumi. ¿Estás aquí para ver a Mamoru?” preguntó R’yne. “Sí,” respondí brevemente.

“Él está con Melty y Ruft, decidiendo qué acción deberíamos tomar a continuación,” respondió ella.

“Bien,” dije. Eso quería decir que ellos estaban en la sala de conferencias del castillo. No había problemas con interrumpirlos ahí. “R’yne. ¿Cómo van las cosas enseñándole esa técnica a S’yne?”

“Mmm… ¿supongo que bien?” Esa pausa, y ese claro tono de pregunta, claramente era para tratar de no herir los sentimientos de S’yne. S’yne aun así se dio la vuelta al escuchar esto. Yo decidí no decir nada. Si la alababa demasiado, podría terminar hiriéndola más a largo plazo. “Involucra tomar tu poder mágico y hacerlo circular a través de tu cuerpo como un poder puro, pero es más fácil decirlo que hacerlo. Algunas personas necesitan agregar un atributo mágico o las alas no aparecerán,” explicó R’yne.

“Hay toda clase de tipos de magia,” dije. “Puedo ver cómo puede ser difícil.”

“En efecto. Es incluso más difícil si no tienes un completo entendimiento de la magia de nuestro mundo,” continuó R’yne. Tenía que admitir que yo nunca había visto a S’yne usar algo parecido a la magia. Su hermana había dejado una impresión mucho más grande en ese departamento.

“S’yne, ¿esa magia que usaba tu hermana era de tu mundo?” le pregunté. Ella sacudió su cabeza. Parecía que no—lo cual quería decir que la hermana de S’yne también había aprendido magia de otro mundo. Dentro de mis aliados, eso sería como cuando Shildina había aprendido magia del mundo de Kizuna. Sadina y yo además habíamos obtenido el acceso a ella por medios tales como la Forma del Rasgo de Dragón o las piedras preciosas. Así que había formas de lograrlo.

“Entiendo que puede ser mejor depender de las habilidades de las armas en vez de recitar magia,” simpatizó R’yne, levantando sus brazos de una forma exagerada mientras trataba de ponerse del lado de S’yne por el hecho de no usar mucha magia. “Yo tiendo a solo usarla para un cambio de aire.” Si ninguna de ellas era una especialista en la magia, definitivamente sería más difícil aprenderla ahora. Parecía que lo que necesitábamos era la ayuda de un especialista en magia del mundo de R’yne, pero ya sea si eso era posible o no, ya que había desaparecido hace mucho en nuestra época, era otro motivo de preocupación.

“Bueno, solo hagan lo que puedan,” les dije. “En el peor de los casos, tendremos que idear un plan astuto.”

“Sí, entiendo. Me esforzaré,” dijo S’yne, emocionada por continuar su entrenamiento con R’yne.

“¡Tenemos que mantener feliz a Naofumi! ¡Seguiremos esforzándonos!” respondió alegremente R’yne, y ellas inmediatamente volvieron a su entrenamiento. Nosotros solo estaríamos en el camino si nos quedábamos a charlar por más tiempo. Le hice una seña a Raphtalia con mis ojos y seguimos hacia el interior del castillo.

***

“¿Este es el lugar?” pregunté. Guiados por algunos de los sirvientes del castillo, llegamos al frente de la sala de conferencias donde Melty y los demás estaban discutiendo. Ya podía oír voces desde el interior. Golpeé suavemente la puerta y el interior se quedó en silencio, así que procedí a abrir la puerta.

Dentro vi a Mamoru y después a Melty, Ruft, y otras figuras importantes de Siltran.

Todos miraron en nuestra dirección.

“Ah, Naofumi. Ahora que estás aquí, creo que podemos ir al grano,” dijo Mamoru. “Por lo que se ve, han estado teniendo una muy fructífera reunión sin mí. ¿Hay algo que

yo deba saber?” pregunté.

“En realidad no,” respondió Melty. “En su mayoría estábamos repasando los daños de las batallas recientes y revisando cómo va la reconstrucción en cada región.”

“Eso lo resume—junto con el reporte de la tortura de ese usuario de magia que usted capturó, Naofumi-sama,” agregó Ruft.

“¡Dafu!” agregó Raph-chan II. Nada de eso sonaba como información que yo quería escuchar, pero igualmente necesitaba hacerlo. Estaba seguro de que Melty y Ruft podían proporcionarme un resumen más tarde si se los pedía.

Dafu-chan—me refiero a Raph-chan II—estaba sentada sobre el hombro de Ruft. Ella parecía estar ayudando. Esos dos parecían llevarse realmente bien.

Discutíamos un poco, pero la verdad era que Melty era la reina de Melromarc en nuestra época, la nación más grande del futuro, y Ruft estaba trabajando como un ayudante de los gobernantes de esa nación, Basura y Melty. Sin mencionar que, el propio Ruft era de la realeza y fue el anterior Emperador Celestial de Q’ten Lo. Ambos eran jóvenes para las posiciones de poder que tenían, pero estaban haciendo un muy buen trabajo en dichas tareas. Incluso aquí en el pasado, esos talentos estaban siendo muy bien usados.

“Los problemas principales vienen ahora, así que es mejor que escuches esta parte,” dijo Melty.

“Bien. Supongo que es mejor que hagan algo de espacio para nosotros,” respondí. Miré hacia Mamoru, y él ya estaba apuntando hacia dos asientos vacíos. Raphtalia y yo nos sentamos ahí, uno al lado del otro.

“Primero que nada… la reconstrucción está marchando bien, principalmente gracias a las ventas que tú y los demás de la aldea han estado promocionando, Naofumi. La seguridad pública también está siendo restaurada,” reportó Melty.

“Ahuyentar a Piensa en ese conflicto ha tenido un poderoso efecto dominó. Aquellos que nos veían como una nación más débil, una nación que podían atacar, ahora lo están pensando mejor,” agregó Mamoru, con una satisfacción evidente. Siltran había estado al borde del colapso antes de nuestra llegada, con atacantes de otras naciones realizando ataques sorpresa. Habíamos observado estos problemas cuando estábamos realizando nuestras ventas y nos hicimos cargo de la mayoría de aquellos que trataron de causar problemas. “Una de las razones por las que Piensa aceleró su ataque fue debido a que todos los agentes que habían sido enviados para causar problemas fueron capturados.”

“¿El prisionero te dijo eso?” pregunté.

“Así es,” confirmó Mamoru. “El hecho de que Siltran hubiera comenzado a recuperarse rápidamente también fue un factor.” Así que fue el comercio, acelerado por los filoriales y la especie Raph lo que había gatillado el ataque. Lo había sabido en lo profundo, pero todavía lastimaba saber que teníamos la culpa. Era agobiante saber que otro mal movimiento de nuestra parte podría provocar más ataques.

“Haber derrotado al Batallón Dragón de Piensa los ha lastimado mucho. Un reporte de la Sombra lo ha confirmado,” continuó Melty.

“Parece que esparcir rápidamente esos rumores fue realmente efectivo,” comentó Ruft. Melty y él habían hecho esta sugerencia, haciéndoles saber a todas las naciones vecinas que la justicia había estado del lado de Siltran cuando derrotaron a Piensa. Después de todo, los victoriosos escribían la historia. Habiendo sido forzados a retirarse, cualquier cosa que las fuerzas de Piensa pudieran decir solo sonaría como excusas del lado perdedor.

“Eso no quiere decir que Piensa no esté haciendo nada,” dijo Melty. “Ellos están clamando que Siltran solo logró esta victoria porque invocaron héroes de otro mundo.”

“Supongo que depende de qué lado esté la opinión pública, pero ¿acaso no se dan cuenta de que esparcir tal información puede ser básicamente dispararse en el pie?” dijo Raphtalia.

“¿Crees que están yendo por la perspectiva religiosa?” reflexioné. “¿Juntarlos a todos para derrotar al cobarde Siltran que ha enviado a los héroes a la guerra?”

“Ese podría ser el caso,” respondió Raphtalia, “pero ¿cree que sus aliados lo aceptarán después de tal derrota?” Eso era cierto. Nosotros fácilmente podíamos clamar que Siltran se había unido y ganado gracias a una de las estrategias de Mamoru, una victoria de los ciudadanos de la nación sin ninguna cooperación nuestra. Nosotros esparcimos primero nuestra información, lo cual quería decir que seguramente se habían formado algunas grietas en la alianza que dirigía Piensa. Lo que necesitábamos ahora mismo era confiar en el otro, y eso quería decir confirmar la verdad—la cual era que ellos tenían sus propios problemas, y eso nos convenía.

“Si ellos tratan de convencer a todos de unirse y derrotar a Siltran en un momento como este, no creo que les salga bien,” dijo Melty. Yo estaba de acuerdo—sería el epítome de la estupidez tratar de realizar otro ataque con toda la información confusa circulando. Las naciones vecinas también debían saber eso.

“Lo cual quiere decir que el viento está soplando a nuestro favor,” dije.

“Puede ser, solo un poco… pero esto ha creado el problema de si deberíamos o no involucrarnos en cosas más allá de las que ya tenemos entre manos. Ese es el asunto que hemos estado discutiendo con Mamoru y los demás,” explicó Melty. Mamoru asintió, mirando hacia sus subordinados. Para ser honesto, ninguno de ellos se veía muy bueno para la batalla, y tampoco se veían muy cómodos aquí. Probablemente se estaban dejando llevar un poco ahora que veían la oportunidad de volver a la senda de la victoria. Toda esta situación se había dado gracias a su cooperación con nosotros, y por lo tanto la idea de que tal vez ahora no deberíamos luchar estaba causando algo de fricción.

“Esto comenzó como una batalla que nosotros teníamos que resolver por nuestra cuenta,” dijo Mamoru. “Fue un error dejar que ustedes trataran de resolverla, Naofumi.”

“Entiendo a qué te refieres,” admití. La batalla había sido gatillada por nuestra aparición aquí, y nosotros habíamos ayudado a Mamoru y sus fuerzas debido a que nuestra aldea estaba ubicada en medio de la lucha. Involucrarnos todavía más probablemente no era una buena idea. “Lo que ellos probablemente harán en esta situación es enviar espías o desplegar otro héroe.” La información era importante. Podía imaginar una ola de espías apareciendo, buscando determinar la verdad. El Héroe del Arco, quien por ahora estaba de su lado, también podría aparecer. ¿Por qué siempre parecía que el Héroe del Arco jugaba a ser neutral y el martillo de la justicia?

“También hemos estado discutiendo acerca de eso, pero parece inútil que ustedes se escondan ahora,” dijo Mamoru.

“Si se sabe que Siltran está alojando a varios héroes de otro mundo, debería contener a Piensa y hacerles más difícil manipular la opinión pública,” dije. No había razón para que los atacáramos, y ellos ya sabían que atacarnos los haría sangrar—o todavía peor. La situación estaba perfectamente equilibrada para prevenir más violencia.

“Tienes que tener cuidado de ofertas tratando de tentarte a que te pongas de su lado, o incluso intentos de secuestro,” me advirtió Mamoru.

“Así es. Tú deberías tener especial cuidado, Melty.”

“¿Yo, secuestrada? ¡No te atrevas a subestimarme! ¡Eso es algo que requeriría la participación del Héroe del Arco para ser concretado!” exclamó Melty. Ella no estaba equivocada. Melty había estado pasando mucho tiempo ayudando a Filo a subir de nivel, lo cual había incrementado su propio nivel considerablemente, y ella además había pasado por un fortalecimiento físico de parte de Fitoria… el cual probablemente era la misma clase de método de incremento de poder que el del látigo, y eso había incrementado sus habilidades básicas. Solo alguien con la protección de los héroes sería capaz de secuestrar a Melty; tenía que admitir eso. Ella además tenía bastantes bendiciones.

“Yo también la estoy protegiendo, Naofumi-sama. No se preocupe,” me aseguró Ruft. “Y ellos podrían ir tras de ti también, Ruft. Debes ser cuidadoso,” le advertí.

“Lo sé,” respondió él. Ruft tenía magia de ilusión de alto nivel a su disposición y se estaba volviendo tan fuerte que incluso si era capturado, probablemente regresaría con nosotros en poco tiempo, habiendo dado vuelta la situación sin que sus captores se dieran cuenta. Él era el primo de Raphtalia y recibió las bendiciones de la especie Raph. Como Kiel, él parecía tener cierta afinidad para su forma de teriántropo, ya que pasaba la mayoría de su tiempo en ella. Era divertido ver a Raphtalia teniendo problemas para saber cómo hablarle cuando él estaba en su forma semi-humana. Durante la reciente batalla Ruft me había ayudado en lugar de Raphtalia y se había visto muy valiente mientras balanceaba una enorme hacha robada del enemigo.

“Con respecto a desplegar a los héroes, Mamoru lo hizo sonar como que al Héroe del Arco de su lado no le gustaba mucho la idea. Creo que estaremos bien por un tiempo,” dijo Melty.

“¿Alguna posibilidad de que él cambie completamente de lado?” le pregunté a Mamoru, pero él sacudió su cabeza de un lado a otro.

“No es tan simple. Él también tiene personas a las que quiere proteger,” explicó Mamoru.

“Mmm. Nuestro tipo en el futuro también era duro de convencer, pero eventualmente lo hicimos,” dije. No solo Itsuki, sino también Ren y Motoyasu—habíamos luchado contra todos ellos, y convencerlos de unirse a nosotros fue una molestia, pero las cosas resultaron bien al final.

“Sea lo que sea lo que estés pensando, Naofumi, las personas no pueden solo dejar de lado su reino aliado si tienen familia u otras personas ahí que quieren proteger. Esa es exactamente la táctica usada en todas partes para mantener a los héroes de su lado,” me dijo Melty.

“Oh cielos,” respondí. Sabía lo que era esto. Yo no había sido atrapado en ello, pero esta parecía la táctica común de los países de otros mundos para forzar a los héroes para trabajar con ellos.

“Hacer que un héroe cambie de lado sería muy difícil. Piénsalo, Naofumi. ¿Traicionarías Melromarc y a las personas de tu aldea para ir y unirte a otra nación?” preguntó intencionadamente Melty.

“Nop, eso no va a pasar,” admití. “Ahí lo tienes,” respondió ella.

“¿Me estás diciendo es que Melromarc probablemente estaba haciendo todo tipo de cosas a los otros tres héroes para atarlos a la nación en nuestra época? ¡Entonces es mejor que en el futuro no enfrentemos a un enemigo que mantenga a uno de sus hijos como rehén!

¿Podrías luchar contra eso?” pregunté.

“Considerando los eventos hasta que conociste a mi madre… el Héroe de la Lanza tenía a mi hermana a su lado todo el tiempo. ¿Qué hay del Héroe de la Espada y del Héroe del Arco? ¿Con quién crees que pudieron haber estado?” preguntó Melty.

La verdad ni siquiera había la necesidad de mencionar a Motoyasu. Con Perra cerca, cualquiera o cualquier cosa que pudiera amenazar su posición habría sido eliminada u horriblemente herida. Rino era un buen ejemplo. Ella había sido dejada en un infierno a espaldas de Motoyasu. En cuanto a Ren e Itsuki… Sentía que ellos necesitarían un lazo más cercano que eso antes de comenzar a divertirse. Si parecía que estaban siendo engañados o forzados a algo, yo fácilmente podía imaginarlos sintiendo el peligro y evitando la situación—y si ellos solo recibían la proposición normalmente, probablemente la rechazarían.

“Podría decirse,” continuó Melty, “que nosotros logramos convertirlos en nuestros aliados muy fácilmente por la misma razón que ellos evitaron tales maquinaciones y permanecieron siendo héroes solitarios en primer lugar.” Los problemas podrían haber surgido si ellos hubieran estado con alguien mientras todavía estaban fuera de control. Pero yo en este punto no sospechaba que ellos nos dieran la espalda—al menos esperaba que no.

“Creo que en nuestro caso ellos simplemente fueron demasiado impulsivos desde el comienzo,” reflexioné.

“Cierto. De hecho, dentro de nuestros cuatro héroes, creo que tú eres el que tiene menos probabilidades de dejar Melromarc ahora, Naofumi,” destacó Melty. Ella tenía razón. Pero si Melty y Basura comenzaban a actuar como si pudieran controlarme a su voluntad, tendría que ponerlos en su lugar. Por otro lado, no había señales de eso por el momento. En el caso de la reina, nos habíamos usado mutuamente con el consentimiento del otro. En ese aspecto, ella había dejado a Melty y Basura una gran herencia.

“En cualquier caso, convencer al Héroe del Arco de esta época va a ser un verdadero desafío,” declaré.

“Eso lo resume,” estuvo de acuerdo Melty. El futuro que nosotros conocíamos nos decía que Piensa eventualmente iba a ser destruida, mientras que Siltran se convertiría en Siltvelt. Me pregunto qué significaba eso para el Héroe del Arco. Aunque también había que considerar a Faubrey, el cual era un país que recolectaba los linajes de los héroes. Entonces, tal vez después de que los mundos fueron fusionados, el Héroe del Arco terminó trabajando con ellos. Esa parecía ser una posibilidad. Él puede haber desertado o huido hacia otra nación.

Cualquier información que teníamos acerca de esos detalles básicamente era poco más que cuentos de hadas de acuerdo a Melty y los demás del futuro, lo cual quería decir que no podíamos confiar completamente en su descripción de la realidad. Incluso las razones por las que colapsó Piensa pueden no haber sido descritas correctamente. Los diferentes documentos del mismo tema incluso podían decir cosas diferentes, tal como que a Siltran los borraron del mapa antes de convertirse en Siltvelt o que el Rey Demonio del Escudo usó su todopoderosa fuerza para erradicarlos en una sola noche.

“El Héroe del Arco de esta época al menos parece dispuesto a escuchar razones, ¿cierto?” dije. Por ejemplo, él no parecía ser tan cabeza dura como lo había sido Itsuki.

“Eso es cierto. Si podemos presentar un argumento lógico, él podría escucharnos. Basados en esta derrota, no estaría sorprendido de que él advirtiera a Piensa acerca de incurrir en represalias,” respondió Mamoru. Nosotros solo teníamos que esperar que él tuviera la influencia suficiente dentro de Piensa para detener a cualquiera que estuviera molesto por patear sus traseros de esa forma.

“Si Piensa de verdad está tratando de dominar el mundo mientras mantiene de rehenes a la familia del Héroe del Arco, entonces solo tenemos que traer bajo nuestro control a toda su familia,” dije. Dejé salir una sonrisa siniestra para darle el toque final. Si Piensa podía hacer eso, entonces podíamos vencerlos en su propio juego.

“Vaya… Naofumi, te ves tan animado ahora mismo. No es como si esperara algo más que esto de ti,” comentó Melty.

“Él parecía estar siendo contenido por algo cuando me lo encontré. Si ese es el caso, nosotros podemos hacer uso de ello,” estuvo de acuerdo conmigo Mamoru.

“Lo cual significa que necesitamos esperar a escuchar el reporte de la Sombra,” dijo Melty. Al final, la Sombra había estado dentro de aquellos que terminaron arrastrados al pasado junto con nosotros. Él se había mezclado con la especie Raph y aprendió las técnicas ninja de Q’ten Lo, convirtiéndolo en alguien importante a la hora de reunir información. De hecho, no podía pensar en nadie mejor. Raphtalia y Ruft también tenían habilidades que los hacían adecuados para una infiltración, pero ellos eran demasiado importantes en otras formas como para arriesgarlos en tales misiones.

“Mamoru, no creo que debamos involucrarnos más que esto,” concluí. “Si quieres persuadir al Héroe del Arco, puedes hacerlo por tu cuenta.”

“Bien. Ustedes ya han sido de mucha ayuda, y de muchas formas. Tampoco espero que vayan a haber batallas en un futuro cercano,” respondió Mamoru.

“Bien. Pasemos al siguiente tema,” dije.

“Avancemos a un reporte detallado acerca de la reconstrucción en cada región, junto con lo que hemos descubierto de los ladrones y espías que hemos capturado hasta ahora. También hay problemas de impuestos de los que debemos discutir,” continuó Melty. Todo parecía ser muy divertido, y la reunión continuó por un tiempo después de eso.

Aunque yo estaba impresionando por Melty y Ruft, quienes estaban manejando una nación de forma tan competente a una tan corta edad. Tal vez este era el resultado de observar a Basura de cerca por tanto tiempo. Melty había sido educada desde una temprana edad para tomar el trono, y si bien Ruft era más una reserva en cuanto a su lugar al trono, él todavía era un miembro de la familia de Raphtalia y poseía un pensamiento estratégico excepcional. Solo tenerlos a ellos dos involucrados de seguro le daría un empujón a la situación en Siltran hacia una mejor dirección. Esa fue la impresión que tuve una vez que terminó la innecesariamente larga reunión, y después nos fuimos de esa sala de conferencias.

Sin embargo, las discusiones no terminaron.

“Nuestro objetivo principal es regresar a nuestra época,” dijo Melty, “pero al mismo tiempo tenemos que prepararnos bajo la premisa de que nuestros enemigos estarán esperando nuestro regreso.”

“Estoy de acuerdo,” dije.

“Naofumi, es por eso que me gustaría que tú y los demás continúen con las ventas mientras también luchan con algunos monstruos poderosos. He fijado un buen número de rutas de patrullaje, así que si pueden dividirlas entre los héroes…” se detuvo Melty. Por un momento me pregunté si ella debería estar tomando cada una de las decisiones. En casa nosotros reuniríamos a Sadina y compañía e iríamos a subir de nivel al océano, tal vez usando el método de incremento de poder del látigo. Me pregunto si tal vez podíamos hacer algo con el del espejo—pero para ser honesto, las armas sagradas ofrecían mejores modificadores, así que al final el escudo sería más efectivo.

“Bien. Esta época también está enfrentando problemas a causa de las olas, y eso es algo en lo que debemos involucrarnos. Vamos con Kiel para ayudar un poco con los puestos, y decidiremos a quién llevar ahí,” sugerí. Si Ren y yo íbamos a ocupar dos espacios para los cuatro héroes, después colocar a dos héroes de las siete estrellas o de las armas vasallas… y llenar el resto con los aldeanos, eso debería permitirnos cazar un poco sin afectar completamente el ecosistema local. “La experiencia en el mar es mejor, ¿no?” le pregunté a Mamoru. Probablemente debíamos considerar algo de tiempo en el océano si podíamos entrar. Pero el problema era que Siltran no estaba cerca del agua.

“¿Es así en el futuro? No creo que alguna vez hayamos visto alguna diferencia entre la tierra y el océano,” respondió Mamoru. Lo pensé por un momento. Parecía no haber diferencia de experiencia aquí en el pasado. Cuando matamos a esos globos serpiente, los cuales eran como una subespecie del globo, habíamos ganado mucha más experiencia que con los globos normales. Así que eso también era cierto. No se sentían más fuertes, así que había creído que tal vez ellos por alguna razón daban algo más de experiencia. Aunque era difícil compararlos, debido a que las serpientes eran una subespecie. Después de todo, yo no tenía la capacidad mental para recordarlo todo. No necesitaba ser comparado con Raphtalia y su memoria perfecta para recordar los nombres de todos o Ruft y su memoria perfecta para recordar todas las estrategias de Basura.

Pero también recordaba a Ren diciendo que Q’ten Lo había ofrecido más experiencia. Tal vez había una razón para todo esto. Sentía que aquel detrás de las olas—aquel que se hace llamar Dios—tenía algo que ver en todo esto. Definitivamente estaba enviando a los renacidos, destruyendo todo tipo de registros importantes, lo cual nos dificultaba mucho las cosas.

“Mamoru, si tienes tiempo, tal vez puedas unirte a nosotros. ¿Quieres subir un poco de nivel a tu grupo junto a nosotros?” le pregunté.

“Sí, eso suena bien. Ya lo estoy esperando con ansias,” respondió Mamoru.

“Bien, regresemos al puesto donde están Kiel y los demás. Ustedes todavía no han almorzado a causa de esa reunión, ¿cierto? Entonces también aprovechen de comer algo,” dije.

“Ve tú, Naofumi. Nosotros tenemos que terminar con algunas cosas, así que regresaremos al castillo,” dijo Melty.

“No eres divertida, Melty. Ruft, ¿vas con la jefa?” pregunté.

“Sip. Ya tengo mi caja de almuerzo lista, así que estaré bien,” respondió Ruft. Por supuesto que sería así. Él siempre estaba bien preparado.

“Bien. Sé que las cosas no son fáciles para ustedes, Melty y Ruft, pero gracias por todo su esfuerzo,” les dije.

“No hay problema. Tú también has tu parte, Naofumi,” respondió Melty.

“Claro,” respondí—aunque lo dije de una forma un poco monótona. Y así el resto de nosotros regresó al puesto de Kiel y ayudó a cocinar. Sin embargo, una vez que tomé mi lugar en la cocina, los asientos se llenaron con más aldeanos de lo usual, y nuestra velocidad de trabajo terminó reduciéndose. Eso definitivamente era algo que debí haber visto venir.