Shijou Saikyou No Daimaou Murabito A Ni Tensei Suru (NL)

Volumen 6

Capítulo 73: El Ex-Señor Demonio Y Un Enfrentamiento En El Bosque, Parte 1

“Incluso perforar una sola capa de mi magia defensiva es una hazaña impresionante. Debo admitir que eres bastante. … ¿Puedo preguntarte tu nombre?”

La respuesta del demonio fue cortante. “¿Por qué decirle a alguien que está a punto de morir?”

Y luego atacó.

Los truenos retumbaron y los relámpagos se dispararon en todas direcciones. El ataque fue lo suficientemente fuerte como para romper los tímpanos y su brillo podría quemar los ojos. Estaba lleno de una fuerza abrumadora, pero…

“¡Hmph! ¡¿Eso es todo lo que tienes?!”

Ireena tenía razón. Los repetidos ataques del enemigo no tenían esperanzas de rayar más nuestro escudo protector.

“Sabes acerca de mi poder, ¿no es así? Engáñame una vez con tu magia, la culpa es mía. Pero no podrás engañarme dos veces. Tienes poder… Pero nunca se opondrá a mis habilidades”.

Análisis y control. Hicieron inútil toda la magia. La siguiente ronda de ataques con rayos no dañaría a una mosca.

“¡Tú, monstruo…!” La cara que asomaba por la capucha parecía amarga.

“Sigue mi consejo y retírate. No tienes la menor posibilidad de detenernos”.

La sugerencia fue hecha con la mejor de las intenciones, pero mi oponente se negó a escuchar razones. Su rostro enrojeció. “¡No te atrevas a subestimarme!”

Patrones geométricos destellaron a nuestro alrededor. Eh. Para poder convocar siete tipos diferentes de magia a la vez. A diferencia de este tipo, los hombres modernos ni siquiera podían manejar un Double Cast en estos días, mucho menos un Seven Cast.

Ya veo. No es de extrañar que lo enviaran para mantenernos ocupados. Dicho esto, no sería suficiente.

“¡Comete esto!” chilló el demonio, lanzando suficiente magia elemental de sus círculos mágicos para acabar con todo un ejército de magos.

La magia tronó en nuestros oídos y los árboles circundantes fueron destruidos.

Aparentemente, él mismo podría transformar el ecosistema. Pero él no sería rival para mí, sin importar qué tipo de truco tuviera bajo la manga.

Todos sus ataques se desvanecieron sin dejar un solo rasguño en mi pared defensiva, sin embargo, el demonio continuó en su esfuerzo. Podría haberlo llamado imprudente… pero aparentemente, estaba equivocado en una cosa.

Esos ataques llamativos resultaron ser señuelos.

¡Abierto! ¡Mi Dominio!

Ese canto de dos líneas fue otro hechizo y debe haber sido su carta de triunfo.

Tan pronto como lo lanzó, el espacio a nuestro alrededor se deforma… y nuestro entorno se transformó por completo. El bosque nocturno al que nos habíamos teletransportado se convirtió de repente en un desierto al mediodía.

“¡¿Q-Qué es esto?!” “Un espacio propio”. “¿Un Espacio Eigen?”

“La forma más elevada de magia espacial, más poderosa que algunos de los Originales más débiles. Pensé que se había perdido en esta era… Pero esto realmente es algo”. Le di al demonio ante nosotros una ronda de aplausos, pero esto pareció molestarlo.

“¡Voy a sacarte esa actitud de una paliza!” aulló, convocando un mar de espadas desde el cielo.

Instantáneamente cayeron sobre nosotros. Traté de lanzar magia defensiva contra las espadas que cortaban el aire hacia nosotros, pero…

“… Ireena. Trate de no gritar”. “¿Eh?”

Traté de formar una barrera a nuestro alrededor, pero… esto no iba a suceder en el Espacio Eigen.

Lo que se podía culpar era algo llamado Jamming. Mi poder se había reducido a una milésima parte de su fuerza normal, lo que significa que no podía hacer nada más que magia elemental. Tuve que proteger a Ireena con un muro que apenas pudiera resistir el ataque entrante.

Entonces comprendí que no teníamos ninguna posibilidad contra el ataque… y de repente me di cuenta de que me había hecho trizas.

“¡¿A-Ard?!”

Sabía que parecía un desastre. Era tan malo que el rostro de Ireena palideció ante mi espantosa condición.

El demonio, por otro lado, se rio triunfalmente.

“¡Fwa-ha-ha-ha-ha-ha-ha! ¡Yo, Galamon, soy básicamente un dios en este Espacio Eigen! Cualquiera que se vea atrapado en él, incluso un niño prodigio, será…”

“¿Un dios, dices? Esa es una afirmación audaz y no es adecuada para alguien que ni siquiera puede lograr matar a un niño”, dije, interrumpiéndolo.

Sus ojos se agrandaron. “¡¿Q-Qué diablos…?! ¡Deberías haber muerto…!

¡No hay forma de que pudieras haber sobrevivido si te desangras…!”

“Tienes razón. Yo morí. Pero…” Mis labios se curvaron en una sonrisa mientras le explicaba todo. “Tendrás que matarme, el Señor Demonio, más de una vez”.

Mis heridas se cerraron como si el tiempo retrocediera. No me veía diferente de lo habitual, a pesar de que acababa de estar al borde de la muerte.

“¡T-Tienes que estar bromeando…! ¡Nadie debería poder hacer magia de recuperación a hipervelocidad aquí…!”

Su sorpresa no fue ninguna sorpresa. En el Espacio Eigen, quien lanzó el hechizo asumió el papel de dios, por lo que el demonio tenía razón en eso. El lanzador dictaba las reglas del espacio, que no podía doblarse por ningún motivo. Incluso tuve que seguirlos.

Básicamente… el fenómeno que acaba de presenciar no fue magia de recuperación de alta velocidad. Este hecho me trajo una sonrisa más grande a la cara.

“Pero no usé magia. Se podría decir que hay… algo único en mi cuerpo astral”.

Poseía una cantidad casi infinita de cuerpos astrales, lo que significaba que seguiría viviendo mientras no fueran todos destruidos al mismo tiempo. Esta maldición era prácticamente irreconocible en esta forma original.

“¡Eso es imposible…! ¡No hay forma de que puedas lograr eso…!”

“¿Si? No es como si me hiciera inmortal ni nada. No siento que sea algo de lo que valga la pena alardear”.

Solo estaba expresando mis sentimientos, pero parecía pensar que estaba tratando de enojarlo. Me miró furioso, hirviendo de rabia, luego… fijó sus ojos en Ireena que estaba a mi lado.

“¡Pero incluso tú tienes una debilidad! ¡Y sé exactamente dónde atacar!” Ireena desapareció de mi lado y fue teletransportada junto al enemigo. “?!” Los ojos de Ireena se agrandaron.

El demonio la agarró por la nuca y la atrajo hacia sí.

“¡Ard Meteor! ¡Mátate si quieres que le perdone la vida a esta mujer!”

“Oh. Así que, después de todo, eres solo otro rufián. Pensé que vi algo de talento en bruto en ti, pero esto me obliga a reevaluar mi evaluación”.

“¡Di lo que quieras! ¡Con mucho gusto me convertiré en un pecador si es en nombre de la justicia!” Su agarre se apretó. “¡Ni siquiera tomará un segundo romper su pequeño cuello! Si no quieres que eso suceda, ¡mátate!”

“¿Mmm? Pero pensé que su organización consideraba a Ireena como un sacrificio vital”.

El demonio permaneció en silencio. Obviamente. Sería bastante de tercera categoría si hablara sobre sus asuntos internos aquí.

… Los planes de la organización habían cambiado, me imaginé. Sus intenciones homicidas eran reales. Mataría a Ireena. ¿Ella también se había dado cuenta de eso?

“¡A-Ard…!” Gritó mi nombre, miedo en sus ojos.

Sin embargo, no era la típica damisela en apuros. Ireena era una chica con una racha competitiva y un corazón de hierro.

“Estoy bien. Puedes traerme de regreso incluso si muero, ¿verdad? …

¡Acaba con los dos ya!” El miedo desapareció de sus ojos, dejando solo una valentía ardiente.

“¡Tch…! ¡Guarda tu aliento! ¡Te acabaré, mujer!” Empezó a sudar y la abrazó aún más fuerte.

Ireena no se inmutó.

Acaba con los dos, pareció señalar con los ojos. Por supuesto, no haría tal cosa.

“No, Ireena. No deberías tratar tu vida así”. “¡P-Pero…!”

“No te preocupes. Tampoco tengo intención de hacerme daño. Después de todo, ya sabemos cómo terminará esta batalla”. Llamé al demonio con una sonrisa cegadora. “Dices que matarás a esa chica si no me quito la vida. Adelante. Si puedes.”

Su rostro se sonrojó cuando lo incité.

“¡Cómo te atreves…! ¡¿Crees que no lo haré?! ¡Te mostrare! ¡Voy a estrangular a tu mujer hasta la muerte!”

Este tipo era un exaltado serio. Un rehén muerto sería inútil, y estaba a unos segundos de ceder a la ira.

No es que él la matara de todos modos.

“¿N-Ngh…?” Un vistazo del rostro bajo la capucha reveló su desconcierto. “¡¿Q-Qué…?! ¡Mi poder se ha ido…!”

Me imaginé que estaba tratando de romperle el cuello, pero ya sabía que no podría hacerlo.

“¡No…! ¡¿Que hiciste…?!” Pareció pensar que yo tenía algo que ver con eso y me miró con reproche. Me temía, pero con reverencia, como si estuviera cara a cara con un ser desconocido. Esto puede haber influido en su decisión final.

“Si así es como es… tengo que huir… ¡por mucho que odio admitir esto!

¡Antes de hacerlo, también podría llevar a cabo mi tarea original de obstruir tu camino…!”

Entonces su plan era esconderse en este Espacio Eigen y cambiar sus reglas. Eso significaba que nunca lo encontraríamos, incluso si usáramos hechizos de alto nivel.

Pero… fue inútil.

“¡¿Ngh?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué mi cuerpo…?!”

Lo sabía. Pensó que podía esconderse, pero aún era visible.

“Me imagino que estás pensando, ‘preparé el hechizo, pero no se lanzará por ninguna razón’. Me temo que estás equivocado. Señor Galamon… no está usando magia en absoluto”.

“¡A-Ard Meteor…! ¡¿Q-Qué hiciste?!”

“Nada especial. Acabo de tomar tu trono piadoso. Eso es todo.”

Establecí mis propias reglas en su espacio: Liberar a Ireena y mantenerlo al menos a diez metros de ella.

Instantáneamente soltó a Ireena y saltó hacia atrás. “¡¿C-Cómo se mueve mi cuerpo por sí solo?! ¡¿Que me está pasando?!”

“Pensé que ya habíamos repasado esto. Ahora soy el dios en este espacio”.

“¡S-Sí, claro! ¡Lancé el Espacio Eigen! ¡Yo—Galamon! ¡Tú no haces las reglas!” Me frunció el ceño, empapado en sudor.

Compuesta, le ofrecí una sonrisa. “¿Te has olvidado de mis habilidades? Análisis y Control. Incluso el Espacio Eigen no puede compensarlos. Después de todo—”

Chasqueé los dedos y el espacio se abrió. El desierto horneado se desplegó de nuevo en el bosque nocturno.

“Ahora que analicé el hechizo que formó el Espacio Eigen y tomé el control de él, ya no puedes jugar a ser dios. Eres tan bueno como los insectos de este bosque. O incluso más abajo en la cadena alimentaria”.

Su mano ganadora fue aplastada y el enemigo no tuvo más movimientos para jugar. Parecía que se sentía muy mal por sí mismo.

“Si así es como tiene que ser, ¡no me lo voy a tomar de espaldas!” Tenía los ojos de alguien a punto de desperdiciar su vida, casi diciéndome qué haría a continuación.

Es decir… se iba a hacer estallar.

“¡Para la gloria de mi organización y parientes!” el demonio gritó salvajemente, y un destello brillante aparentemente borró todo su cuerpo…

Al menos, eso era lo que el demonio frente a mí había estado tratando de hacer.

“…… ¿Por-por qué? ¿Por qué no pasa nada?”

Pasaron momentos, pero él permaneció de una pieza. Esto se debía a que nunca le dejaría seguir adelante.

“Si estuviéramos peleando uno a uno, te dejaría tener una muerte honorable… pero como estamos en compañía de una dama que no está acostumbrada a ver morir a la gente, te pido que lo guardes para otro lugar y momento. “

Inmediatamente analicé su hechizo de autodetonación y lo neutralicé. Esperaba evitarle a Ireena tantos espectáculos grotescos como pudiera.

… Bueno, imaginé que probablemente presenciaríamos algo feo una vez que llegáramos a nuestro destino, pero no había necesidad de someterla a una vista que pudiera evitarse.

“¡Ggh…! ¿Entonces no dejarás de burlarte de mí…? ¡¿Estás tratando de hacerme vivir el resto de mi vida avergonzado…?!”

“Tengo el poder de la vida y la muerte. Voy a hacer lo que quiera. Como vencedor, tengo derecho. Por ahora, te dejaré aquí con vida”.

Lanzo magia vinculante. Un instante después, un aparato de confinamiento negro en forma de anillo apareció en el aire y cayó, constriñendo todo el cuerpo del demonio.

“¡Nnngh…!” gritó, cayendo al suelo bajo la tensión repentina. Lo miré por un momento, luego me volví hacia Ireena.

“Vi que aplicó un poco de presión en tu cuello cuando te tomó como rehén.

¿Duele?”

“N-No, está bien. Estoy perfectamente bien”. Ella me miró con respeto… pero también parecía enojada por su inutilidad percibida. “Lo siento, Ard. Te arrastré totalmente hacia abajo”.

“Para nada. No es necesario que te disculpes”. Le ofrecí una sonrisa gentil, pero la expresión de Ireena permaneció nublada.

“… Sabes, Ard, algún día te alcanzaré. Por eso me despierto haciendo mi mejor esfuerzo. Pero siempre resulta así. Siempre necesito que me rescates y nunca podré luchar a tu lado”.

Ireena debe haber sentido el verdadero peligro en esta pelea. Había estado entrenando para luchar contra estas mismas situaciones, pero las cosas no salieron como quería y…

Pausa. Esa no era la verdad.

Ella solo estaba deprimida por el hecho de que no podía luchar junto a mí.

“… Podrías estar pensando que tienes que estar hombro con hombro conmigo para ser mi verdadero amigo. Pero eso no es cierto “, le aseguré. “Ya seas débil o fuerte, Ireena, siempre serás mi amiga. No se castigue por eso, por favor”.

Ireena no respondió. Ella bajó la cabeza, frustrada consigo misma, sin duda.

… Sabía que volvería a ser alegre con un tiempo. Me importaba su bienestar mental, pero primero teníamos que concentrarnos en otras cosas.

Casi había terminado de analizar la técnica que había interrumpido nuestra teletransportación. Nada se interpondría en nuestro camino ahora. Me preparé para lanzar el hechizo para enviarnos al rescate de Ginny y Elrado.

Pero justo antes de que terminara… “¡Graaagh!”

Nuestros tímpanos fueron asaltados por un rugido furioso.

Mi cuerpo se movió por reflejo cuando una presencia se acercó, saltando a un lado y lanzando magia defensiva sobre Ireena para protegerla. Cuando la barrera cubrió su delicado cuerpo y estuve seguro de su seguridad, miré a nuestro atacante sorpresa.

“… ¿Oh? Entonces, la mente maestra aparece temprano”. El asaltante era un solo lobo.

Pero no un lobo ordinario. Sus ojos brillaban carmesí, y un sello rojo había sido grabado en su pecho.

Esto fue obra suya.

Lizer Bellphoenix y su hechizo original.

Estaba claro que el lobo no era nuestro único enemigo.

Todas las criaturas de este bosque estaban en contra nuestra. La tropa de monos mirándonos desde el dosel de los árboles. Bestias terrestres evaluándonos.

Grupos de insectos arrastrándose por la corteza y el follaje.

Sus ojos brillaban rojos.