Shijou Saikyou No Daimaou Murabito A Ni Tensei Suru (NL)

Volumen 6

Capítulo 71: El Ex-Señor Demonio Y Un Amigo En Crisis

“¡Magnifico! ¡Dejamos en tus manos, Ard, atrapar a ese enorme jabalí con tus propias manos!”

“Ha-ha. Mírate, Ireena, llevando tal botín de hongos inusuales. Parece que Lady Luck te sonríe”.

En un camino de montaña que vio mucho tráfico peatonal, caminé con Ireena, cargando a mi presa, mientras la luz del sol moteada caía sobre nosotros.

Las vacaciones de verano estaban sobre los estudiantes de la Academia Nacional de Magia de Laville. Unos veinte días completos, así que Ireena y yo decidimos regresar al pueblo donde nacimos y crecimos. Hacía mucho tiempo que necesitaba un poco de descanso y relajación como el típico don nadie.

“Ha pasado bastante tiempo desde que pasamos un tiempo solos, Ireena”.

Las vacaciones de verano tenían el mismo aspecto para todos los estudiantes, desde la nobleza hasta los plebeyos. Todos estaban confinados en casa. Nuestra amiga Ginny no fue la excepción.

Sin un lugar al que llamar hogar, Sylphy se había embarcado en un viaje, diciendo que tenía ‘un mal presentimiento sobre esto’ y que ‘¡usaría este tiempo para subir de nivel!’

Por eso, por qué Ireena y yo pasamos algunos momentos solos, lo que no sucedía a menudo…

“Sabes, es un poco triste no ver las caras que vemos todos los días”. “Sí… Para ser honesto, he estado un poco deprimida, pero…” dijo Ireena. “¿Pero?”

“Si estás conmigo, Ard, ¡no tiene nada contra mí!”

Me gustaría anunciar que nuestra Ireena tenía una sonrisa tan brillante como siempre.

Mientras continuamos nuestra conversación, llegamos de regreso al pueblo.

“¡Oh! ¡Bienvenido a casa, Ard!”

“¡Me alegro de tenerte de vuelta, Ireena!”

“Parece que te quemaste un poco. Te encargas de eso, ¿me oyes?”

Un rastro de aldeanos que deseaban una cálida bienvenida nos siguió durante todo el camino de regreso. Realmente no hay ningún lugar como el hogar.

Regresamos a la casa Meteor. “¡Estás de vuelta!” gritó mi padre.

“Oh vaya. Y has traído otra gran captura contigo”.

“Heh-heh. Parece que las montañas nos han otorgado sus bendiciones”.

Mis padres, Jack y Carla, y el padre de Ireena, Weiss, nos hicieron pasar. Todos íbamos a pasar la noche aquí.

Nuestros padres eran amigos y los Olhyde habían visitado nuestra casa con frecuencia desde que Ireena y yo éramos niños, así que básicamente éramos como hermanos.

“Esta noche”, anuncié, “prepararemos un exquisito plato de jabalí y champiñones, disfrazado con una mezcla de hierbas. Les pido paciencia mientras preparo el plato”.

“¡Te ayudare!” Ireena se ofreció como voluntaria.

“¿Qué?” Dijo Jack. “Ireena, quédate aquí y, um, ¡charla con nosotros!”

“E-Eso suena genial. ¿Por qué no dejar la cocina a Ard?” Preguntó Carla. “Dile a tu viejo cómo va la escuela”, la persuadió Weiss.

El sudor les corría por la frente, al ver que estaban íntimamente familiarizados con las habilidades de Ireena en la cocina. Sus mejillas se hincharon ante la vista.

“¡Oye! ¡Te haré saber que he mejorado!”

“Ireena tiene razón. No se preocupe. Imagino que todos verán cuánto ha mejorado esta noche”.

Nos pusimos manos a la obra y descuartizamos al jabalí.

La mesa del comedor pronto se llenó de platos completos, desde un simple bistec hasta un refrescante guiso frío.

“Comamos.”

Intercambiaron miradas con cautela antes de aventurarse a darle un tímido mordisco.

“¡Mmm!” Dijo Jack. “¡Sabe cómo que Ireena ni siquiera estuvo involucrada en hacer esto!”

“¡I-Increíble…! ¡Supongo que los humanos tienen un potencial ilimitado…!”

“Odio dudar de mi propia hija, pero… ¿realmente ayudaste a hacer esto, Ireena? Pensar que podrías ayudar en la cocina… estoy anonadado por este cambio en ti”.

Llena de elogios, Ireena se enderezó y resopló.

“¡La cocinera perdida que he sido se fue hace mucho! De hecho, ¡ahora soy la mejor cocinera de la Academia!”

Ella no estaba equivocada. Como prueba, ella se había enfrentado a un chico que provenía de una familia de chefs de fama mundial y lo había vencido en una pelea de cocina en el campus.

… Habían pasado tantas cosas en esa escuela. Recordé todos estos recuerdos con cariño.

“Heh”, se rió Weiss. “Parece que enviarte a la Academia fue la decisión correcta después de todo”.

“¡Incluso Ard tiene algo de sentido común ahora!” Carla comentó.

“Y parece que incluso has hecho algunos compañeros”, señaló mi padre. “Te ves más feliz, a diferencia de tus días de niño”.

“Sí”, estuve de acuerdo. “La Academia está llena de gente fantástica”. Podríamos hablar eternamente sobre lo que estaba pasando en la escuela.

Weiss parecía recordar algo. “Por cierto, ¿cómo está Lady Olivia?” preguntó. “Siempre es la única para ejecutar, ¿no es así?”

“Sí. Después de todo, ahora es esencialmente jefa de estado después de todo lo que pasó recientemente. Dijo que pasaría todo el verano viajando de un país a otro”.

“Maldita sea”, dijo Jack. “Suena duro”.

“Sí. Parece que todo el continente ha estado lidiando con mucho”, comentó mi madre.

“Espero que no pasen tormentas en nuestro camino”.

Todo comenzó dentro de la nación santa de Megatholium y llevó a todo el continente a una guerra fría.

Por un lado estaba nuestra nación, el Imperio de la Hechicería de Laville, y sus aliados. En el otro lado estaban los estados, incluido Megatholium, que se habían unido para formar la Alianza Anti-Laville. Nos estábamos evaluando el uno al otro, a segundos de abalanzarse sobre el cuello del otro.

“Con Lady Olivia trabajando duro, no imagino que nos embarcaremos en una guerra en toda regla. Puede haber algunas escaramuzas, pero serán como pequeñas ondas en un río. Muy pronto, será como si nada hubiera pasado”.

Con el tiempo, esta tensión se disiparía. Y si no fuera así, lo haría desaparecer.

El timbre sonó a través de la casa, me armé de valor… “… Un invitado, al parecer.”

¿Quién podría ser? ¿Nuestro vecino Medius decidió comerse una comida gratis?

Rápidamente me levanté y me dirigí a la entrada para saludar al recién llegado. Ireena me siguió como si ese fuera su papel.

Tan pronto como abrí la puerta, parecíamos alarmados. “Tú eres…”

No puedo decir que esperaba a este visitante.

De pie en la puerta había una chica. Encantadora como Ireena, pero sin el empuje. Habíamos conocido a esta chica, hermosa de una manera sencilla, en Megatholium…

Una de las Sombras de la Reina, la organización secreta de fuerzas especializadas de nuestra nación.

“Umm, lo siento… ¿Cómo te llamas?”

“… Kalmia,” dijo la chica, inexpresiva y monótona. “¿Y en qué puedo ayudarte hoy?”

Ella debe haber venido hasta aquí por una buena razón. Me preparé mentalmente.

Cuando escuchamos la respuesta de esos pequeños labios… Ireena y yo la miramos con los ojos muy abiertos.

“La Federación Asylas nos ha declarado la guerra. Invadieron las tierras gobernadas por las familias Salvan y Spencer el otro día”.