Isekai Ryouridou (NL)

Volumen 16

Capitulo 3: Varios Caminos

Parte 3

Regresamos al asentamiento de Ruu justo a tiempo, a las dos y media de la tarde, donde descubrimos que se estaba produciendo algún tipo de conmoción. A un lado de la plaza había una multitud, formada por mujeres y niños ya que los hombres estaban fuera en este momento.

Mientras me preguntaba qué estaba pasando exactamente, salté del asiento del conductor y me acerqué mientras sostenía las riendas… y cuando sintieron mi presencia, la multitud se separó, mostrando una vista extraña. Era Mida, recostado y sosteniendo una enorme giba sobre su estómago.

“¡Mida! ¡¿Qué estás haciendo?!” Tsuvai gritó, saltando de la carreta de Ruu y corriendo. Pero Mida no respondió, ya que solo permaneció en el suelo respirando con dificultad. “¡¿Qué está pasando aquí?! ¡Alguien explique esto!”

Tres cazadores se adelantaron frente al furioso Tsuvai. Aunque eran cazadores, todos eran chicos que estaban en el lado más pequeño: Ludo y Shin Ruu, y el invitado del clan, Jeeda.

“Es justo lo que parece. Después de llevar la giba tan lejos, se quedó sin fuerzas”, respondió Ludo Ruu, uniendo sus manos detrás de su cabeza.

Tsuvai le lanzó una mirada. “¡Me parece que el giba lo está aplastando!

¡¿Por qué nadie lo está moviendo?!”

“Porque ese es el trabajo de Mida. Los tres llevamos dos enormes giba nosotros mismos, ¿sabes?”

“¡¿Qué importa eso?! ¡¿Y por qué Mida lleva una giba para empezar?!”

“Mida es una cazadora, a partir de hoy”, intervino Shin Ruu con calma. “Pero como estaba demasiado cansado para correr a pesar de que el sol todavía estaba muy alto en el cielo, se le encomendó la tarea de llevar de regreso al giba que todos habían cazado. Si lo ayudamos ahora, significará que fue aún más inútil. ¿Estás realmente de acuerdo con eso?”

“¡Pero…!” Tsuvai se lamentó.

Entonces, Mida y la enorme giba comenzaron a balancearse. “No te preocupes… haré mi trabajo…”

Ahora que se había sentado, pude ver que todo el cuerpo de Mida estaba cubierto de sudor y suciedad. Y la giba que sostenía tenía que pesar unos ochenta kilos, lo que la hacía más grande de lo que podía levantar sola.

“Tú fuerza se te acabó porque corriste imprudentemente. Tienes que pensar en el futuro al menos un poco”, reprendió Ludo Ruu.

“Claro…”

“¿Realmente puedes llevarlo? Tenemos que despellejarlo y quitarle las tripas antes de que mi viejo y todos los demás regresen, o no tendrá ningún sentido que hayamos vuelto a casa primero.”

“Lo llevaré… Me esforzaré mucho en mi trabajo también…”

Mida se puso de pie, su cuerpo temblando a medida que avanzaba.

Mientras lo observaba, Tsuvai resopló, “¡Hmph! Si estás bien ahora, entonces date prisa y llévalo ya. Un gran bulto como tú tirado en el suelo se interpone en el camino.”

“Sí… Gracias, Tsuvai…”

“¡No hice nada por lo que debas agradecerme!” Tsuvai replicó mientras se alejaba enojada, pero no se movió del lugar. Y Yamiru Lea también miraba en silencio a Mida desde detrás de mí en el vagón.

Los antiguos miembros de la casa principal de Suun se esforzaban al máximo para vivir adecuadamente como gente del borde del bosque en sus nuevos clanes. Tenían que hacerlo, considerando que Tsuvai y Yamiru Lea nunca manejaron la estufa cuando pertenecían al clan Suun.

Con la práctica, pudieron llegar al punto en que podían ayudarme con los puestos, y los días de duro entrenamiento de Mida finalmente lo llevaron al punto en que también podía cazar giba. Debe haber habido emociones extraordinarias arremolinándose en los corazones de Tsuvai y Yamiru Lea. Incluso yo no pude evitar sentirme muy conmovido al ver a Mida reuniendo todas sus fuerzas para llevar esa giba.

Mientras todos lo vigilaban, Mida se tambaleó hacia la parte trasera de la casa principal con la enorme bestia. Y después de dar suspiros de alivio, la seguimos lentamente.

“Hola Asuta, Reina. ¿Parece que no tuvieron ningún problema hoy? Buen trabajo”, gritó Ludo Ruu con una sonrisa relajada mientras se acercaba a nosotros.

Mientras miraba la espalda redondeada de Mida, asentí: “Sí, no tuvimos ningún problema de nuestra parte. Más importante aún, Mida finalmente puede ingresar al bosque, ¿eh?”

“Sí, pero él simplemente corrió imprudentemente y no fue de ninguna ayuda. No puede ocultar su presencia en lo más mínimo, por lo que casi hace que un giba se escape”.

A pesar de su dura crítica, Ludo Ruu estaba actuando como siempre. Shin Ruu y Jeeda eran iguales. No parecían querer culpar a Mida por lo que había sucedido. Aun así, probablemente no se les permitió prestarle ninguna ayuda como cazadores más experimentados.

Shin Ruu se volvió hacia su prima. “Bueno, parece que no hizo nada parecido a un cazador en el pasado aparte de traer de vuelta a los giba atrapados en trampas alrededor del asentamiento de Suun. Entonces, tal vez ahora que finalmente puede salir al bosque, su emoción lo superó”.

“Teniendo en cuenta lo ridículamente fuerte que es, Mida eventualmente debería convertirse en un gran cazador siempre que se esfuerce. No hay necesidad de apresurarse.”

“Eso es cierto. De hecho, dado que participó en el concurso de fuerza del asentamiento de Ruu, se vería mal si no se convirtiera en un buen cazador”.

Mientras Ludo y Shin Ruu tenían eso de ida y vuelta, Jeeda permaneció en silencio a su lado. Seguí adelante y lo llamé mientras tiraba de las riendas de Gilulu.

“Ha pasado un tiempo desde la última vez que te vi, Jeeda. ¿Tu lesión en el hombro está mejor?”

“Si.”

“Pareces estar haciendo un gran trabajo cazando giba. Estoy seguro de que Bartha debe estar muy orgulloso”.

“¿Crees?”

Como siempre, este chico con el cabello rojo despeinado y ojos amarillos no era muy hablador, y actuaba como si estuviera de mal humor. Realmente me recordó a Darmu Ruu de alguna manera. Podría haber sido porque ninguno de los dos hablaba mucho, pero tenían muchas emociones intensas enterradas en su interior.

“Hola, buen trabajo a todos. ¿Hiciste una matanza otra vez hoy?” Gritó Bartha, que nos había estado esperando detrás de la casa. Noté que ella y su hijo no se saludaron, pero tal vez ya lo hicieron antes. “Volverás a trabajar en el menú de la ciudad del castillo, ¿verdad? ¿Me interpondría en el camino?”

“No, claro que no.”

Faltaban cuatro días para el banquete de bienvenida. Finalmente nos acercábamos a las etapas finales de nuestro entrenamiento para la ocasión.

“Bueno, entonces, nos vemos por aquí. Después de todo, tenemos que enseñarle a Mida cómo despellejar una piel y quitarle las entrañas”, me dijo Ludo Ruu, y con eso, él y los demás se fueron a la sala de disección.

En cuanto a nosotros, nos dedicamos a manejar nuestro propio trabajo.

“Ahora que lo pienso, los principales jefes de los clanes del borde del bosque también fueron invitados al banquete de bienvenida. ¿Asistirá Donda Ruu como su representante?” pregunté mientras nos preparábamos para empezar a trabajar en la cocina.

Reina Ruu era la más cercana a mí y me respondió: “No. Lo mencionó ayer o anteayer, pero parece que Dari Sauti será el que asistirá. Pensaron en ir con Gulaf Zaza porque su clan está en un período de descanso, pero Dari Sauti se nominó a sí mismo. Dijo que podría hacer tiempo para eso después del trabajo, ya que la reunión es a primera hora de la tarde.”

“Ah, ¿de verdad?”

“Sí. Mi padre ha estado comiendo las sobras de nuestros platos de prueba todos los días, por lo que ya los ha disfrutado lo suficiente. No quiere decir que le gustaran todos, por supuesto.”

“Ya veo. Bueno, eso es natural, ya que esta comida está destinada a los nobles. Aunque espero que Dari Sauti no se sienta defraudado”.

Aun así, Donda Ruu había dado su aprobación a nuestra incansable experimentación aquí en el asentamiento de Ruu. En cierto modo, este fue un acto de diplomacia para mantener las relaciones adecuadas entre los nobles y la gente del borde del bosque. Aunque no les había preguntado a los principales jefes de los clanes sus verdaderas intenciones ni nada, supuse que eso era lo que estaban pensando cuando aprobaron tan rápidamente que aceptara el trabajo.

Recordé a Donda Ruu refunfuñando: “Qué gobernante tan ridículo…” mientras mostraba una sonrisa descarada después del banquete anterior. Era una sonrisa atrevida que parecía decir que había encontrado un rival digno o algo así.

Los nobles de Genos no son enemigos a los que derrotar. Para que la gente del borde del bosque siga viviendo una vida fiel a sí misma, de alguna manera tienen que lograr formar una relación de confianza mutua con la nobleza.

Mientras pensaba eso, una voz enérgica proclamó: “¡Perdón por la espera!” como una niña pequeña se precipitó en la cocina. Era Rimee Ruu, que hoy no estaba de servicio en su trabajo en la ciudad postal. “Gracias, Lala. Finalmente terminé mi trabajo aquí, así que intercambien conmigo”.

“Sí, sí”, respondió Lala Ruu encogiéndose de hombros, saliendo de la cocina. Causaría algunos problemas con sus tareas domésticas si pidiera prestada la ayuda de todas las mujeres de la casa principal de Ruu, por lo que Lala Ruu se quedaría para este banquete. Arreglamos las cosas para que después de que terminara el trabajo en la ciudad postal, ella intercambió lugares en la cocina con Rimee Ruu.

“¿Eh? ¿También estás aquí Vina? ¿Necesitas algo?” Escuché a Lala Ruu preguntar desde atrás. Cuando me di la vuelta, encontré a Vina Ruu parada en la puerta de la cocina, aunque ella también estaba dispuesta a quedarse en casa.

“Sí… tengo un pequeño negocio contigo, Asuta. ¿Pero estás demasiado ocupado en este momento…?”

“¿Yo? No, no me importa.”

Habiendo alineado los ingredientes necesarios encima de mi estación de trabajo, casualmente me acerqué a ella.

Sin embargo, algo parecía diferente en Vina Ruu. Estaba colgando un poco la cabeza mientras sus dedos jugaban con las puntas de su cabello castaño. Y ella estaba haciendo una mueca como si estuviera realmente ansiosa por algo.

“¿Qué pasa? ¿Hay algo mal?”

“No… Yo particularmente no diría eso…” Respondió Vina Ruu, retrocediendo mientras lo hacía.

Siguiéndola, salí de la cocina.

“Umm, serviste el curry giba a los posaderos hoy, ¿no es así…? ¿Cómo fue recibido?”

“¿El curry giba? Bueno, diría que recibió críticas bastante positivas por ser un plato tan desconocido. Aunque para todos, aparte de Nail, me imagino que lo vieron a medias como una curiosidad.”

“Ya veo… Pero lo consideras un plato completo, ¿no?”

“Así es. No puedo imaginar que la base del sabor cambie sin que me encuentre con nuevas hierbas. En este punto, creo que el punto clave es qué tan sabroso se puede hacer usando todos los componentes además de las hierbas”.

“Los posaderos se encargarán de todo menos de las hierbas, ¿verdad?” “Sip. Aunque, por supuesto, les di consejos sobre cómo hacerlo”.

Realmente no podía decir hacia dónde se dirigía esta conversación. Y considerando cómo Vina Ruu estaba inquieta, su cuerpo moviéndose mientras sus ojos estaban bajos, se veía excesivamente sensual en este momento.

“Umm, esta puede ser una pregunta un poco extraña… pero ¿cómo se comparan mis habilidades con las de los posaderos?”

“¿Tus habilidades? ¿Quieres decir cómo chef? Hmm, veamos… Bueno, si no me ando con rodeos, diría que creo que sois casi iguales. Para ser más precisos, diría que era mejor que Telia Mas y Sill, pero no estaba a la altura de Nail y Naudis.”

A pesar de que se había visto a Vina Ruu por debajo del promedio en el asentamiento de Ruu, realmente había mejorado mucho en los últimos meses. Si mantenía la rotación de participar en nuestras sesiones de estudio una vez cada tres días, seguramente alcanzaría eventualmente a Nail y Naudis en términos de conocimientos y técnicas.

“Ya veo… Así que he llegado tan lejos, entonces…”

“Así es. Ya le estoy pidiendo a Reina y Rimee Ruu que me ayuden con el trabajo en la ciudad del castillo, así que no puedo pedirte a ti o a Lala Ruu, pero no es como si eso se redujera a un problema de nivel de habilidad”.

Ahora, les había pedido ayuda a Toor Deen, Ama Min Rutim y Morun Rutim, y era cierto que podrían haber sido más hábiles que Vina Ruu. Aun así, Toor Deen fue el único que realmente se destacó en términos de talento, y no habría tenido ningún problema en cambiar a la hija mayor de Ruu por cualquiera de los dos del clan Rutim.

“No me importa de ninguna manera la ciudad del castillo, pero… bueno… en ese caso, ¿podría hacer un delicioso curry giba también?”

“¿Eh? Bueno, diría que deberías poder hacerlo tan bien como los posaderos. Es el tipo de plato en el que los deslices realmente no se destacan, así que no puedo imaginar que haya una gran diferencia notable, de todos modos”.

“Cierto…” murmuró Vina Ruu, bajando la cabeza aún más. La expresión de su rostro se había vuelto más y más ansiosa, y sus dedos habían pasado de jugar con las puntas de su cabello a su collar. El accesorio de color rosa claro había venido de Sym y estaba destinado a protegerse de los desastres.

Fue entonces cuando las cosas finalmente hicieron clic para mí. “Aun así, si pones un poco de esfuerzo extra, definitivamente puedes mejorar el sabor. Una vez que termine el trabajo en la ciudad del castillo, ¿qué tal si te ofrezco algunas lecciones personales?”

“No te preocupes por eso… No era por eso que quería hablar contigo…”

“Ah, ¿de verdad? Bueno, todavía hay tiempo, así que incluso sin que yo interfiera, deberías mejorar naturalmente”.

“¿Qué quieres decir con ‘todavía hay tiempo’?”

Eso había sido definitivamente un desliz de la lengua de mi parte. Y pude espiar un leve sonrojo en el rostro de Vina Ruu.

“Oh nada. De todos modos, estoy seguro de que puedes hacer curry o cualquier otra cosa que quieras que sepa bien”.

Vina Ruu se acercó más, con una mirada de reproche en sus ojos. Pero entonces, de repente, una voz alegre llamó a nuestro lado.

“Asuta, Vina, ¿qué están haciendo? ¿Ya terminaste con el trabajo?”

Vina Ruu se encogió y dejó escapar un apático “¡Aah!” Ludo Ruu asomaba la cabeza desde la sala de disección ubicada al lado de la cocina.

“L-Ludo… ¿Estabas escuchando…?”

“¿Eh? Podría haber escuchado algo sobre giba curry. ¿Era algo que no querías que escuchara?”

“N-No, no fue nada de eso…”

“¡El curry Giba seguro que es sabroso! ¡Realmente comencé a amarlo después de todas esas pruebas de sabor! Y estoy seguro de que el chico Shumiral de Sym también estará muy feliz cuando regrese a Genos”.

El rostro de Vina Ruu se puso aún más rojo, y nos lanzó una mirada a mí y a Ludo Ruu antes de alejarse rápidamente. Mientras la veíamos irse, el hijo menor de Ruu soltó una risita.

“Por Dios, Vina seguro que puede ser infantil, incluso si tiene veinte años. Supongo que es por eso que todavía no ha logrado casarse”.

“Eso no es cierto en absoluto. Creo que es muy bueno de su parte, cómo está tratando de enfrentar sus sentimientos de frente”. Un tonto obstinado como yo podría no haber sido la persona adecuada para decirlo, pero así era como me sentía honestamente.

Ya habían pasado tres meses desde que Shumiral se fue de Genos, así que estábamos a la mitad de su promesa de regresar en medio año. No pude evitar preguntarme en qué estaría pensando ese sincero y amable amigo extranjero en este momento mientras viajaba.

Manteniendo ese pensamiento cerca, regresé a la cocina donde todos estaban esperando.