Isekai Ryouridou (NL)

Volumen 16

Capitulo 2: Un Día Libre Que Vale La Pena

Parte 2

Había pasado alrededor de media hora mientras charlaba con Mikel y todos, así que después de agregar hierbas y leña a la llama del ahumador, comencé a calentar la olla con las algas.

Justo antes de que hierva, retiré las algas y agregué tres tipos diferentes de vegetales. Siguiendo la guía de Mikel, quité la piel del sheema y ma gigo, mientras añadía el chan, con piel y todo. Cuando retiré la piel marrón del ma gigo, encontré una carne viscosa de color crema en el interior que realmente se parecía a un gigo.

Quince minutos más tarde, las verduras se habían ablandado lo suficiente como para poder atravesarlas  con una brocheta de madera, así que apagué la llama. Para sazonar, solo usé un poco de sal que había traído de la casa del Fa.

“Sí, sheema realmente se parece mucho a daikon”.

Una vez que levanté todo sobre un plato de madera, comencé dividiendo el sheema y el ma gigo en porciones suficientes para todos. Cuando lo probé, descubrí que el sabor del sheema me recordaba bastante al daikon. El caldo de algas se había filtrado muy ligeramente, creando un sabor simple pero maravilloso.

“Nunca había probado nada como esto antes. Definitivamente tengo la sensación de que combinaría bien con el aceite de tau”, comentó Reina Ruu, y Sheera Ruu asintió.

Si lo dejo hervir por más tiempo, seguramente se volverá más suave y extraerá aún más de esa dulzura. Definitivamente quería intentar usarlo con un efecto positivo en The Great Southern Tree.

El ro’hyoi parecido a la rúcula también tenía un sabor perfectamente fino cuando estaba completamente cocido. La especia y el amargor desaparecieron muy bien, dejando solo un poco de sabor que recordaba a las semillas de sésamo, y era un poco más firme incluso que el nanaar, que ya tenía una masticabilidad agradable. Podría haber sido un ingrediente más adecuado para hervir en salsa de soja o saltear en lugar de simplemente hervirlo regularmente.

Luego, estaba el ma gigo y ma pula.

Cuando se peló la piel del ma gigo, perdió la babosidad del gigo ordinario, y la textura cuando lo mordiste me recordó un poco al taro. Parecía que también sería bueno en guisos y sopas.

Ma pula no tenía la amargura de pula; a cambio, tenía una dulzura muy ligera. La pula era similar a los pimientos morrones, mientras que la ma pula de color rojo brillante parecía servir como sustituto del pimentón.

Luego, por último, estaba el que me costó más imaginar cómo sabría teniendo en cuenta su apariencia: el chan. Cuando tomé la iniciativa y fui a morderlo primero, me pregunté a qué diablos sabría este vegetal negro que parece una pelota de ping pong… solo para descubrir que tenía una textura que era algo suave y bastante peculiar, y el interior era ligeramente dulce y muy húmedo. ¿Podría haber sido un poco como una berenjena extra masticable? No, no podría decirlo con certeza ya que no tenía mucha experiencia con ellos, pero en realidad podría haber estado más cerca de un calabacín.

Con solo el caldo de algas y la sal para darle sabor, no sentí que fuera tan sabroso. Aun así, si fuera un vegetal similar a una berenjena o calabacín, probablemente podría usarlo con platos a la parrilla o con más sabor.

“Todos son tan sosos. No puedo imaginarme llegar a gustarme ninguno de ellos”, dijo Lem Dom, luego me lanzó una mirada. “Lo sé, esto es solo una prueba de sabor, ¿verdad? No estoy tratando de quejarme de tu cocina ni nada.”

“No dije que lo fueras”, respondí con una risa tensa, luego me volví hacia Mikel. “Si puedo usarlos o no para el banquete en la ciudad del castillo se reducirá al menú que decida, pero no parece que haya ningún problema para que estén disponibles en la ciudad postal. A continuación, creo que deberíamos probar los champiñones”.

“Puedes probarlos si quieres, pero si no dejas que esos champiñones secos se remojen en agua durante la noche, no volverán a la normalidad. Si los hierves tal como están, estarán duros y sin sabor”.

Eso tenía sentido, y pensé que era como devolver los hongos shiitake secos a la normalidad en el agua. En ese caso, tal vez también sería posible obtener una acción de ellos a través de ese proceso.

“Ah, y también compré un poco de vino de otros países. Entonces, ¿qué pasa con ellos?”

“Genos no tiene ninguna técnica de cocina para usar vino para agregar sabor. Sin embargo, he oído que en Sym y Mahyudra a veces hierven la carne en vino para eliminar los olores”, respondió Mikel, acariciando su barbilla mientras pensaba profundamente en el asunto. “Para empezar, Kimyuus y Karon no apestan mucho, así que no había necesidad de hacer algo así. No sé cómo es en Mahyudra, pero tal vez ese método de hervir carne en vino y usar una montaña de hierbas proviene del hedor de gyama criado en las montañas”.

“Ya veo. Eso es realmente interesante… Por cierto, ¿alguna vez has estado en Sym o Jagar, Mikel?”

“¿Por qué tengo que ir hasta otro país? Tienes que tener gustos muy excéntricos para querer viajar a otro reino cuando ni siquiera eres un comerciante”, se quejó Mikel, y de repente me lanzó una mirada firme.

“¿Has puesto un pie fuera del borde del bosque y la ciudad postal tú mismo? No puedo imaginar que haya logrado encontrar tiempo para algo así cuando está haciendo negocios todos los días”.

“Si. Por vergonzoso que sea admitirlo, ni siquiera he visitado las tierras de Daleim o Turan. Y solo he pasado por la ciudad del castillo en un carruaje de totos, así que tampoco he caminado por allí.”

Mikel dio un suspiro de asombro. “Y también has estado usando nada más que carne de giba. ¿Ni siquiera has visto preparar un kimyuus antes?”

“Así es. En realidad, todavía ni siquiera sé cómo es un kimyuus vivo…”

Cuando Mikel escuchó eso, quedó más que asombrado y aterrizó en algún lugar sin saber qué decir.

“Pero has cocinado platos de kimyuus y karon antes en una de las posadas, ¿no es así…?”

“Sí. Probé todo tipo de cosas con el propietario de la posada para desarrollar un nuevo menú. Sin embargo, ahora los hace él mismo”.

“Así que cocinaste kimyuus sin siquiera saber cómo se ve, ¿eh? Si trabajaras en el mismo restaurante que yo, habría tenido algunas palabras selectas para gritarte.”

“Es un poco vergonzoso”, le dije, rascándome la cabeza antes de volverme hacia su hija. “Entonces, debes haber visto un kimyuus siendo preparado, ¿verdad Myme? ¿Fue en Daleim?”

“Así es. Mi papá me llevó allí hace dos años. ¡Y también vamos a ir a Dabagg a ver una granja de karon!”

“Ooh, estoy celoso”, respondí, a lo que Myme de repente se inclinó hacia adelante.

“En ese caso, ¿por qué no vienes con nosotros? Dabagg está a medio día de distancia por totos, por lo que podríamos estar de regreso al día siguiente”.

“Quiero decir, no es como si estuviera planeando cocinar con karon o algo así”, respondí de inmediato, pero definitivamente fue una propuesta que me entusiasmó. Hasta ahora, ni siquiera había soñado con poner un pie fuera de Genos. Mientras pensaba en el asunto, me volví hacia Reina Ruu. “La gente del borde del bosque no va más allá de la ciudad postal, ¿verdad? ¿Es porque va en contra de sus costumbres?”

“Es más como si simplemente no hubiera ninguna razón para hacerlo. Puedes encargarte de cualquier compra que tengas que hacer en la ciudad postal muy bien… Pero no hace mucho tiempo, esos hombres de las sucursales fueron con Kamyua Yoshu fuera de Genos, así que no creo que nadie se queje si tienes una razón adecuada”.

En ese caso, un viaje corto a Dabagg podría ser posible dependiendo de cómo se desarrollaron las cosas. Parecía un asunto que valdría la pena discutir con Ai Fa y Donda Ruu.

“Creo que me gustaría intentar dirigirme a las tierras Daleim primero, entonces. Después de todo, tengo conocidos allí.”

No hace falta decirlo, pero estaba pensando en Dora y Tara. La familia de Dora aró los campos allí y él vendió sus cosechas en la ciudad postal.

De todos modos, quería invitarlos al borde del bosque en algún momento, así que me pareció una buena idea planear una visita a las tierras Daleim también. Eso seguramente también haría feliz a Rimee Ruu, ya que se llevaba bien con Tara.

“Las únicas cosas en las tierras de Turan son los campos de fuwano y mamaria, y esos pertenecen al señor de la tierra, por lo que no podemos acercarnos a ellos. Eso hizo que ver los campos de aria y tarapa en las tierras Daleim se sintiera como una experiencia realmente importante para mí”, recordó Myme.

“Ya veo. Me encantaría verlos también, entonces. Solo hemos visto verduras que se venden en la ciudad postal antes, ¿verdad?” Pregunté, buscando acuerdo. Sin embargo, las miradas que Reina y Sheera Ruu me estaban dando parecían extrañamente llenas de emociones encontradas.

“Umm… Lo siento, pero ya he visto los kimyuus y los campos en las tierras Daleim. Y creo que es lo mismo para ti también, ¿verdad, Sheera Ruu?”

“Así es. Me sorprendí un poco. Nunca imaginé que un kimyuus se vería así”.

“¡¿Eh?! ¡¿Ustedes dos han estado en las tierras Daleim?!”

“Sí… Cuando te secuestraron, nos encargaron buscar en la ciudad postal y en las tierras de Daleim”.

Ahora finalmente entendí, y también me sentí increíblemente arrepentido. “Cierto. Realmente lo siento por eso. Y me disculpo por ponerme tan nervioso cuando no sabía cuánto tenías que hacer…”

“Por favor, no te preocupes por eso. Después de todo, nada de eso fue culpa tuya”, respondió Reina Ruu con una sonrisa para tranquilizarme. “No tuvimos la oportunidad de tomarnos nuestro tiempo y observar los campos en ese entonces, así que si te diriges a las tierras Daleim, nos encantaría acompañarte”.

“Ya veo. En ese caso, hablaré con Donda Ruu al respecto. Además, tendría que averiguar de antemano si la gente de las tierras Daleim nos daría la bienvenida para empezar”.

Aquellos que trabajaban en los campos de Daleim temían a giba, por lo que era posible que tuvieran más miedo de la gente del borde del bosque que la gente de la ciudad postal. De hecho, ese parecía ser el caso de Dora y la Abuela Mishil cuando nos conocimos.

Pero desde que expusimos los crímenes de Cyclaeus y Ciluel, la discriminación hacia la gente del borde del bosque se había aliviado un poco. Aun así, no era como si fuéramos aceptados incondicionalmente. Definitivamente todavía había algunos que veían a la gente del borde del bosque como herejes por tener valores morales diferentes a los de la gente del pueblo, y por ser cazadores tan estólidos. Sin mencionar el hecho de que solo el bosque era visto como la madre de las personas que vivían allí, en lugar de cualquiera de los cuatro grandes dioses. Esa fue solo una razón más por la que la gente del pueblo los vio como incomprensibles.

Aun así, hay mucho menos desprecio irreflexivo y miedo volando por ahí. Si pueden vernos más como vecinos un poco extraños en lugar de herejes, debería ser posible que todos se lleven bien.

Mientras pensaba para mis adentros, me metí en la boca el chan sobrante del plato.

Dos horas y algunos cambios más tarde, la carne ahumada finalmente estaba lista.

La carne ya se había encogido un poco antes, pero ahora que la estábamos colocando sobre un paño, estaba claro que se había vuelto aún más pequeña y endurecida. Las salchichas, por ejemplo, eran ahora la mitad de gruesas que antes. Los intestinos se habían contraído y arrugado, mientras que la carne del interior se había vuelto de un marrón rojizo oscuro.

“No parece tan duro como la cecina normal. Aunque diría que se ha vuelto mucho más denso”.

Mientras hablaba, tomé un cuchillo. Era el que había estado tomando prestado de Ai Fa, que era un recuerdo de su padre. Las salchichas eran una cosa, pero si no usaba esta para la cecina, un cuchillo de cocina podría dañarse.

“Por ahora, ¿por qué no seguimos adelante y le damos a esto una prueba de sabor?”

Teníamos seis variedades de carne: muslo, costilla, paletilla y solomillo, la pierna trasera que había sido ahumada entera y las salchichas.

Comencé con la elección segura, la carne del muslo, raspando un poco y moviéndola a un plato. Carne seca tendía a ponerse más duro en el transcurso de unos días, pero en ese momento parecía que incluso yo podía masticarlo bien.

“El sabor realmente parece haber mejorado mucho”, comentó Reina Ruu con sorpresa. “Tiene un sabor mucho más abundante con solo agregar algunas hierbas y poner más esfuerzo en fumarlo. Estoy seguro de que los hombres también estarán muy contentos con esto”.

“Si. Probablemente sería agradable y sabroso si también lo pusieras en un estofado”.

En realidad, el sabor era bastante similar a la cecina que conocía de mi país. En el pasado, la gente del borde del bosque obtenía casi toda la sal de su dieta de la cecina, lo que significaba que tenía que ser tan salada que te picaba la garganta. Sin embargo, el sabor de la carne se había vuelto más denso, y luego estaba el aroma de las hierbas encima de eso, lo que le daba un sabor muy profundo.

Después de eso, seguimos adelante y probamos las carnes de costilla, paleta y solomillo.

Personalmente, pensé que las costillas y el solomillo tenían un sabor un poco incierto. El acento proporcionado por su contenido de grasa parecía subdesarrollado. No estaba siendo sacado a su máximo potencial, y la textura masticable tampoco era especialmente agradable.

Aun así, a pesar de que la carne de la paleta tenía la menor cantidad de grasa de estos cortes, tampoco sentí que hubiera resultado ser el mejor. Y parecía que con el paso de los días terminaría tan duro como las hojuelas de bonito.

En cuanto a la pata trasera ahumada, se volvió bastante tierna a medida que avanzaba. Con tanto volumen, parecía que necesitaba ser encurtido en sal por más tiempo para eliminar la humedad más a fondo. No era como si el sabor en sí fuera malo, pero asegurarse de que durara también era importante.

De todos modos, tuve la sensación de que el bloque de carne de muslo era el más adecuado para convertirlo en cecina para raciones portátiles al final.

“¡Delicioso! No como mucha cecina, pero esto debería ser al menos tan bueno como las cosas hechas con karon y kimyuus, si no mejor, ¿verdad?” exclamó Myme.

“Eso es cierto. Pero necesita venderse a una vez y media el precio del karon. Eso significa que podría estar fuera del alcance de la mayoría de los viajeros”.

Los ojos de la joven se abrieron de par en par. “Entonces, ¿por qué querías mejorar la calidad de la cecina? Ah, ¿entonces podría ser más sabroso para ustedes…?”

“Eso es, por supuesto, parte de eso. Pero más allá de eso, me imagino que la cecina se puede vender en otras ciudades”, respondí mientras recordaba. “Un grupo de comerciantes de Sym que conocimos en la ciudad postal nos compró una gran cantidad de cecina en el pasado con la intención de venderla. La gente adinerada y los comerciantes de otras ciudades podrían terminar comprándolo por la novedad, incluso si es un poco caro, ¿verdad?”

Definitivamente me preocupaba que, tal como iban las cosas, la carne de giba pudiera terminar subiendo su precio al mismo nivel que la carne del torso de karon. Pensé que debería buscar nuevas formas de venderlo, en caso de que eso terminara sucediendo.

Después de que ofrecí esa explicación, Myme puso una mirada de dolor en su rostro.

“Si la carne de giba se vuelve tan cara, ya no estará disponible en la ciudad postal, ¿verdad? El torso de Karon cuesta alrededor del doble de lo que cuesta la carne de pierna, ¿verdad?”

“Eso es cierto. Pero la gente de la ciudad postal puede ser más rica de lo que es ahora cuando llegue ese momento. En realidad, este noble que conozco llamado Polarth dijo que ese debería ser el caso.”

Aun así, estábamos hablando de un futuro lejano. Quería intentar hacer todo lo posible antes de que sucediera algo más allá de nuestra capacidad de predicción.

“Bueno, entonces, predije que estas salchichas deberían funcionar mejor que los otros tipos de carne, pero veamos cómo resultaron”.

Las salchichas se habían reducido a alrededor de un centímetro y medio de espesor y diez centímetros de largo. Corté los enlaces por la mitad, y como éramos diez aquí, usé cinco enlaces en el proceso.

Cuando le di un mordisco a esas salchichas ahumadas, descubrí que tenía una textura firme que me recordaba al salami. Aun así, la grasa amasada le dio un nivel apropiado de ternura, y no necesité masticarla mucho para descomponerla en mi boca.

El sabor de la sal y las hojas de pico realmente fue sorprendente. Y el lilo y otras hierbas también se sumaron a su abundante sabor. Tenía tanto sabor condensado como la carne ahumada normal, si no más, y solo esta pequeña cantidad fue suficiente para satisfacerme seriamente.

“¡Seguro que es sabroso! Aunque tengo mucha sed ahora”.

Después de asentir a Myme, me volví hacia Reina Ruu y las otras mujeres. “¿Qué piensan todos ustedes? Tiene un sabor maravilloso, ¿verdad?”

“Sí. Yo diría que es más sabroso que la cecina. Sin embargo, ¿mi padre y los que son como él no se opondrían a lo fácil que es comer…?”

“Si. Si hay más oportunidades de comer carne blanda en la cena y la cecina también se vuelve más suave, me imagino que muchos cazadores se sentirán incómodos al respecto. Naturalmente, yo también siento lo mismo. Así que quería probarlo como algo para vender y también como ingrediente en las comidas”.

“¿Un ingrediente en las comidas?”

“Así es. Si no necesita durar varios meses, entonces no hay necesidad de secarlo y endurecerlo tan a fondo. Hay muchas maneras de usarlo, ya sea disminuyendo el tiempo de ahumado o simplemente asándolo a la parrilla o hirviéndolo”. Luego señalé hacia la carne de costilla ahumada. “Y con estas cosas, si las secas tanto, pierdes la delicia de la grasa, pero ajustando el tiempo de ahumado podemos hacer algo diferente conocido como tocino. Traté de hacer un poco para Shumiral y Balan hace un tiempo con esa cecina que les di, pero quedó medio cocido. Aun así, estoy seguro de que puedo hacer que salga bien si puedo descubrir desde cero cómo hacer tocino de la manera correcta”.

“Ya tenías las cosas planeadas tan lejos cuando decidiste comenzar a experimentar con cecina, ¿no?” Reina Ruu cuestionó con un pequeño suspiro, luego me miró con una mirada firme en sus ojos. “Últimamente, siento que estoy viendo la brecha entre nuestros niveles de habilidad cada vez más claramente. Me siento como si estuviera aferrado a la espalda de un totos corriendo salvajemente… pero me gustaría esforzarme aún más para asegurarme de que no me descoloque”.

Sheera Ruu y Toor Deen también tenían expresiones igualmente serias en sus rostros. Li Sudra observaba los procedimientos con una sonrisa, Lem Dom parecía indiferente, y Saris Ran Fou parecía inquieta porque no entendía en absoluto lo que estaba pasando… Y luego estaba Yun Sudra, que me miraba con una extraña mirada apasionada en sus ojos. Después de lanzarle una mirada, Reina Ruu se inclinó hacia mí.

“Asuta, te pido que continúes instruyéndome. Daré hasta la última gota de fuerza que tengo para no ser un obstáculo”.

“Gracias. Es muy tranquilizador escucharte decir eso, Reina Ruu.”

Hacer tocino y salchichas, mejorar el sabor del curry giba, desarrollar un menú para el banquete de bienvenida, probar nuevos ingredientes… Además, mezclar fuwano y poitan parecía que pronto produciría algunos resultados interesantes. Gracias a todos los que me ayudaron, pude ampliar mi investigación de muchas maneras.

“Pero Asuta, estas salchichas requieren un poco de esfuerzo para prepararse, ¿no es así? Tuvimos muchas mujeres de Fou y Sudra reunidas hoy, así que logramos terminarlo por la mañana, pero ¿qué pasa en el futuro?” Saris Ran Fou preguntó en un tono reservado.

Me giré para mirarla con una sonrisa. “He estado pensando en eso. Si trabajamos juntos para ahumar suficiente carne para todos, como lo hicimos hoy, podemos minimizar la cantidad de personas necesarias para hacer cecina. Además de eso, creo que deberíamos poder obtener la cantidad necesaria de personas si Liddo, Gaaz y Ratsu se unen”.

“Ah, eso es cierto… Si solo una o dos personas pueden fumar tanta carne, eso debería liberar bastantes manos”.

“Cierto. Y si no necesitan dirigirse a la ciudad postal para hacer compras, eso liberaría aún más”.

Mis palabras hicieron que Saris Ran Fou inclinara la cabeza con una expresión confundida, así que le expliqué. “La verdad es que estaba pensando en comprar un nuevo totos y una carreta para usar para ir de compras. Si lo compartimos con todos, eso debería ahorrar mucho tiempo, ¿verdad? Tal vez pueda hablar con los jefes de los clanes y ver si se puede dedicar ese tiempo a ayudarme con esto”.

“¿Eh…? ¿Comprarías un totos y un carro por el bien de otros clanes?

¿Pero no son los vagones sorprendentemente caros?”

“Es un precio bajo a pagar por obtener ayuda con mi trabajo. Hacer una cantidad tan grande de salchicha requerirá un esfuerzo increíble. Nunca sería capaz de hacerlo por mi cuenta”.

Los jefes de varios clanes seguramente no aceptarían mi caridad si solo les comprara un carro y totos. Pero pensé que si el clan del Fa también se beneficiaba, podría lograr que lo consideraran.

“Eso es parte de las ‘vidas prósperas’ de las que hablas, ¿verdad?” Lem Dom intervino encogiéndose de hombros. “Estoy impresionado. Nunca podrías pensar en comprar un carro para otro clan si solo estás cazando giba. Y si vendes esas salchichas o como se llamen, entonces vendrá una fortuna aún mayor. Ciertamente es un pensamiento escandaloso”.

“Si. El precio de la carne de giba subió inesperadamente, por lo que se hizo necesario ampliar nuestro alcance”.

Aun así, no importaba cuánto expandiéramos nuestros tratos comerciales, la carne de giba era esencial. Sin él, no tendría ningún negocio en absoluto.

No importa cuánta fortuna amasaron las personas del borde del bosque, todavía no podían descuidar sus deberes de caza. Tal como yo lo veía, mis principios comerciales fundamentales se basaban en la cuestión de si podían o no vivir una vida próspera sin corromperse.

“Realmente es otra cosa. Las vidas de nosotros, la gente del borde del bosque, han cambiado completamente gracias a un solo extranjero”, comentó Lem Dom, y luego estalló en una sonrisa atrevida. “No puedo evitar disfrutar mirando para ver si te tropiezas en alguna parte, o si sigues abriéndose camino como un giba en celo”.

“Cierto. Tengo la intención de seguir hundiéndome en línea recta y al mismo tiempo asegurarme de tener una base firme”.

Y así, nuestra prueba de sabor de las carnes ahumadas llegó a su fin, con una serie de temas aún en el aire.